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UNIVERSIDAD DEL VALLE DE MÉXICO

Presenta:

Cruz Montijo Carlos Humberto

Encinas Guerrero Francisca Marielos

Moreno Torres Laura G

Profesora:

Carmen Alicia Munguía

“Las competencias y la filosofía de la educación basada en


competencias”

7 de octubre de 2009
INTRODUCCIÓN

El ensayo que se presenta a continuación tiene como objetivo presentar un


breve panorama sobre la educación y las diversas formulaciones y expresiones
entorno al tema de las competencias, entre ellas desatacan: Conceptos, atributos
esenciales y componentes básicos de una competencia, identificación y
clasificación de competencias, análisis formal de competencias, filosofía de
la educación basada en competencias, ontología, teleología y axiología,
epistemología, entre otros

De esta manera, la perspectiva centrada en las competencias se presenta


como una opción alternativa en el terreno de la educación, con la promesa de que
permitirá realizar mejores procesos de formación académica. Esto nos ha
permitido observar una gran cantidad de información y estudios que hacen
referencia a este tema que ha cobrado tanta importancia y relevancia últimamente.

El objetivo de este ensayo es precisamente ofrecer una argumentación y


análisis conceptual sobre el enfoque de la educación basada en competencias,
delimitar el sentido pedagógico de esta propuesta y ofrecer algunas pistas para su
aplicación en el ámbito educativo. Partimos de reconocer que esta no es una tarea
fácil ni tampoco simple, y que en todo caso, las instituciones educativas tienen que
sobrepasar las ventajas y desventajas que este enfoque propone. Este trabajo
responde a una visión conceptual que pretende clarificar las opciones que tiene el
uso del término competencias en el campo del currículo y de la educación.

Pozo (1996), quien caracteriza a nuestra época como la sociedad del


aprendizaje exige como nunca antes la adquisición de un conjunto amplio de
saberes y destrezas, por ser ellas imprescindibles para vivir en nuestras
sociedades modernas y para responder al hecho de que los mercados de trabajo
serán más cambiantes, flexibles e incluso impredecibles
LAS COMPETENCIAS

Como se sabe, el termino competencia se empezó a utilizar primeramente


en el ámbito laboral, por los requerimientos que este mercado empezó a exigir a
los países participantes en el fenómeno de la globalización, dándole como término
“competencia laboral”. Posteriormente esta expresión se utilizó en el ámbito
educativo, donde actualmente todas las políticas educativas de los países
participantes tienen como eje rector las competencias, debido a que esas mismas
exigencias se empezaron a dar a los sistemas educativos con el fin de llevar un
seguimiento y así lograr personas y trabajadores mayormente preparados.

En nuestro país las políticas basadas en competencias se iniciaron en el


nivel medio superior, específicamente en CONALEP, posteriormente se
introdujeron en el nivel superior para después pasar al nivel básico, el cual se
empezó en educación preescolar, este enfoque se implemento en el año 2004, en
secundaría en 2006 y en educación primaria este proceso apenas empieza con la
Reforma Integral 2009, la cual se inició en los grados de primero y sexto. El
propósito de dicha política es “elevar la calidad de la educación y que los
estudiantes mejoren su nivel de logro educativo, cuenten con medios para tener
acceso a un mayor bienestar y contribuyan al desarrollo nacional”.

Con la llegada de las competencias al campo educativo se abrió una puerta


llena de posibilidades, ya que no es sencillo trabajar un enfoque de competencias
con fines únicamente laborales, por lo cual fue indispensable determinar cuáles
son las competencias que toda persona debe desarrollar en cada uno de los
niveles educativos, lo que permite una mayor delimitación de los contenidos a
abordar así como una evaluación en base al propósito específico,

1.1. Conceptos, atributos esenciales y componentes básicos de una


competencia.

A la palabra o el término competencia se le han dado varios significados,


pues es utilizado en varios ámbitos como el laboral, el educativo y profesional
Según Aduna (2000), Competencia en educación “se entiende como los
conocimientos, las habilidades y las aptitudes, o saberes del hacer, y las actitudes
y los valores, o saberes del ser que son relevantes y pertinentes para el
desempeño de una persona en el ambiente educativo y profesional, así como en
su comunidad”, que es lo mismo que menciona Delors, en La educación encierra
un tesoro, a cerca de los 4 pilares de la educación que son: aprender a conocer,
aprender a hacer, aprender a vivir juntos y por último, aprender a ser.

En el significado anterior se menciona una palabra muy importante,


desempeño, pero ¿qué es eso? Desempeño viene a ser “lo que tiene que hacer
una persona para obtener o realizar algo especificado previamente”, pero para
hacerlo se tiene que tener bien identificado el propósito que se quiere lograr. Un
ejemplo de ello sería el hecho de desempeñarse adecuadamente como
estudiante, trabajador, deportista, etc.

Otro significado que se le ha dado al termino de competencia educativa es


el que señala De Anda (1997), al decir que es tipo de expresión que hace posible
colaborar y participar en el desarrollo de tareas enfocadas a la maduración del
individuo y la ejecución de diversos papeles que tiene que desempeñar en la vida,
como aprendiz, como productor de bienes y servicios, como consumidor y como
integrante de unidades sociales. Y nuevamente se menciona la palabra
desempeño como eje central.

Otros autores destacan las llamadas competencias genéricas donde


incluyen al procesamiento de la información, la computación y comunicación
(Álvarez, 1994). Que vienen a ser todo lo relacionado con el uso de las TIC´s

En el ámbito laboral y profesional, el termino competencia según Mertens


(1997), busca facilitar a los individuos la adquisición de los conocimientos y
habilidades que les permitan ser competentes para el desempeño de una
determinada función productiva en distintos contextos de trabajo y, en este
sentido, mejorar sus condiciones de ingreso y permanencia en el mercado laboral,
así como responder a sus necesidades de desarrollo integral y de progreso
personal.

Cabe mencionar que el significado de competencia en el ámbito educativo y


laboral dependerá en gran medida de las políticas educativas, sociales y
económicas que cada país ponga en práctica.

Anteriormente se mencionó que dentro de los significados que se le daba a


al vocablo competencia, aparecía la palabra desempeño pero a ella se le suman
los contextos, que van ligados, pues el desempeño va a depender del medio en el
que se esté desarrollando una persona. Además de ellas se sabe que dentro de
una competencia hay unidad, pues inmersos en ella están implícitos los
conocimientos, las habilidades y las actitudes, que tienen que verse de forma
integrada, pues si se pretende verse por separados, dejan de ser una
competencia. También cabe resaltar que los conocimientos, las habilidades y las
actitudes constituyen los requerimientos básicos dentro de una competencia, pues
es lo que se pretende que toda persona posea sea cual sea el contexto en el que
se desenvuelva.

Otra característica esencial es el orden o jerarquía, pues es de todos sabido


que para lograr una competencia es preciso llevar un orden, es decir, cualquier
persona va avanzando de forma paulatina pasando de un nivel de principiante
hasta adquirir un dominio pleno e independencia en el mundo en el cual se
desenvuelva.

Por último vienen las normas, entendiendo por estas, los lineamientos que
las personas debemos de seguir y que según Guzmán (2003) son elaboradas de
acuerdos a las prescripciones y requerimientos de los sectores laborales,
profesionales o educativos.

1.2. Identificación y clasificación de competencias.

Como se mencionó anteriormente, el uso de la palabra competencia se ha


ampliado hasta llegar del ámbito laboral hasta el educativo y no conforme con ello
se lanza para quedarse y prácticamente ser el centro del ámbito pedagógico, pues
en varios países de Europa y América latina ya se está trabajando bajo este nuevo
enfoque

Pues bien, siguiendo este proceso dentro de la identificación de las


competencias, tenemos primeramente que definir o descubrir en que campo las
desarrollaremos, tal y como lo menciona el autor Fernando Vargas en su libro “Las
cuarenta preguntas más frecuentes sobre competencia laboral” (1999), el
enfocarnos al campo laboral en donde estamos inmersos, así como en su
contexto, nos invita a ir más allá de una simple obligación a cumplir con un
requisito, nos exhorta a recapacitar y sobre todo a darnos cuenta de lo importante
que es basarnos en la realidad a la que nos enfrentamos diariamente, porque es
ella misma quien nos dará las pautas del éxito o el fracaso.

Posteriormente es de suma importancia fijar nuestros objetivos ya que son


éstos quienes nos marcaran las pautas a seguir y son la razón por la cual
iniciamos dicho trabajo. Una vez que ya tenemos en claro el contexto y los
objetivos, sigue la realización de un análisis funcional, dentro de éste debemos
tomar en cuenta las habilidades, aptitudes, actitudes y disposición, tanto de las
personas que dirigen como de las personas que serán dirigidas.

Un aspecto crucial en la formación basada en competencias es la


correspondencia necesaria entre las competencias requeridas en las diferentes
ocupaciones y los contenidos de los programas formativos.

En general, la relación entre análisis funcional y formación por


competencias está fundamentada en el sustento que dicha metodología presta
para la elaboración de los programas formativos.

El proceso de análisis funcional se realiza, como se anotó antes,


desagregando las funciones identificadas a partir del propósito principal bajo la
lógica problema-solución, en el que cada una de las funciones desagregadas se
constituyen en “soluciones” para resolver el “problema” planteado en la función
precedente.
La unidad de competencia es una agrupación de funciones productivas
identificadas en el análisis funcional al nivel mínimo, en el que dicha función ya
puede ser realizada por una persona.

Ya hablamos de cómo identificar las competencias pero qué pasa con la


clasificación de las competencias. Según Aduna (2000), No existe una
clasificación única para nombrar a las competencias, se agrupan de diferentes
maneras según los enfoques de la EBNC aceptados en los países, incluso
latinoamericanos, en que se está desarrollando este movimiento educativo; no
existiendo aún una convención general que nos permita la unificación de criterios
al respecto.

Según la misma autora, las competencias se clasifican en tres:


competencias claves, competencias laborales y competencias educativas, las
cuales tienen como único fin el que las personas sean competentes en el mundo
laboral.

a) Las competencias claves

Son aquellas competencias que algunos mexicanos llaman competencias


genéricas o claves y son las que anteceden obligatoriamente tanto a las
competencias académicas, como a las competencias laborales, pues según la
autora, “son aquellas que tienen la capacidad de colaborar y participar en el desarrollo
de tareas enfocadas a la maduración del individuo, para la ejecución de los diversos
papeles que le corresponde desempeñar en la vida, ya sea como aprendiz, productor de
bienes y servicios, consumidor de éstos o bien como miembro de una familia, comunidad
o sociedad”. Tales competencias son las cognoscitivas, donde observar, analizar y
resolver problemas será su meta, las comunicativas, donde se enseñará a hablar y
comunicarse, lógico-numérico, donde aprenderá a medir y cuantificar e
informacionales, donde deberá investigar, organizar y procesar datos.

Estas competencias se empiezan a desarrollar en la escuela aunque


muchas veces no del todo, pues se han visto casos en los cuales jóvenes de
secundaría, bachillerato o de educación superior no cuentan con esas
competencias y vienen arrastrando deficiencias que deben de aprender en el nivel
básico.

b) Competencias Académicas

“Las competencias académicas están referidas a las disciplinas, y por lo


tanto a los saberes” (Aduna, 2000). Tradicionalmente se ha pensado que en el
hecho del proceso enseñanza-aprendizaje los alumnos tienen que memorizar
datos, fechas, números, fórmulas, etc., pero alguien se habrá puesto a pensar si
realmente en un futuro no muy lejanos los alumnos recodarán todos esos datos, si
les serán útiles para un futuro, si esos datos verdaderamente se convertirán en
conocimientos y los podrá aplicar en su vida diaria. Es muy difícil saberlo, pero es
hasta ahora que se están preocupando por tal situación y por aprovechar mejor
estos conocimientos, pues lo que se quiere es que los alumnos lo puedan aplicar.

Dentro de las competencias académicas se encuentran las competencias


matemáticas, las competencias científicas, las ecológicas y las socio-culturales.
Las competencias matemáticas son muy importantes puesto que son algo que
necesitarán a lo largo de su vida, además de enseñarlos a desarrollar las
capacidades de abstracción, razonamiento y análisis , que le servirán para otras
aéreas no exclusivamente para las matemáticas.

Las competencias científicas ayudarán a los alumnos a desarrollar el gusto


por la investigación, el análisis, la comprensión de los fenómenos naturales y
sociales, el gusto por la naturaleza, la curiosidad y las ganas de descubrir nuevas
cosas, etc, lo que hará personas más capaces, curiosas y razonables.

Las competencias socio-culturales según Aduna, se entienden como la


capacidad de articular el hoy con el ayer y el mañana pero también de distinguir en
ese escenario de tres tiempos lo real de lo imaginario, lo estático y lo cambiante, la
velocidad de los cambios y el alcance espacial de los mismos. Se completa con la
comprensión de estructuras y procesos de dominación política y con la
construcción de una conciencia moral, con base en parámetros temporales. Es
importante comprender los hechos pasados para saber porque se está así el país
y lograr mejorar, para no cometer los mismos errores del pasado, además de
mejorar nuestra moral.

Las competencias ecológicas se refiere al hecho de mejorar nuestro planeta


y tomar conciencia antes los daños que le estamos provocando, pues dichos
daños ya se están viendo y haciéndose notar provocando el calentamiento global,
el fenómeno del niño, entre otros gracias a la contaminación del aire, del agua y
del suelo, además de la tala inmoderada de los bosques y selvas.

c) Competencias laborales

Las competencias laborales están relacionadas con lo que una determinada


persona puede realizar en su trabajo, es decir los conocimientos, las habilidades y
destrezas que va aplicar en el área que se desempeñe. Además las competencias
laborales, según aduna, requieren de una nueva concepción de tecnología
comprendida más allá de “la aplicación de la ciencia a la producción” o del uso y
manejo de maquinarias sofisticadas en el sector formal del mercado de trabajo.
La tecnología alcanza actualmente una dimensión integral y global que abarca
todas las etapas del trabajo productivo y todos los ámbitos del desarrollo humano;
se convierte en “una ciencia en sí misma, la ciencia del trabajo productivo”. Pero
debe tener también la finalidad de “poner en uso para fines propios, con los
medios propios (y los recursos al alcance) los conocimientos científicos y el saber
hacer que en tan grandes cantidades ha acumulado la humanidad hasta la fecha".

Dentro de las competencia laborales entran las competencias básicas y


genéricas, que son las mismas que se mencionan en las competencias claves,
así como las competencias especifica donde se manejan como su nombre lo
indica áreas especificas de producción como: agropecuaria y agroindustrial,
extracción y beneficio, construcción, tecnología mecánica, eléctrica y
electrónica, telecomunicaciones, manufactura, transporte, ventas de bienes y
servicios, servicios de finanzas, gestión y soporte administrativo, salud y
protección social, comunicación social y desarrollo y extensión del
conocimiento.
Filosofía de la Educación Basada en Competencias

Las diversas instituciones dedicadas al quehacer y a la labor educativa sea


del nivel que sea, están tendiendo a seguir modelos aprendidos en cuanto al
quehacer docente. El académico aprende de otros académicos y a veces
mantiene durante toda su vida laboral el mismo estilo de enseñanza.

La labor del profesor en tiempos atrás tenía como método de enseñanza la


exposición de sus clases, las lecturas individuales, la resolución de cuestionarios,
etc. esto constituía la forma en que el alumno aprendía y accedía a los nuevos
conocimientos. De esta manera la expresión y la activación de aquellos que son
considerados los conocimientos base (conocimientos previos) nunca se daba, no
se propiciaba lo que conocemos como un saber en movimiento es decir; al alumno
solo le servirá lo aprendido para pasar un examen y obtener una calificación, pero
no iba mas allá, en cambio con las nueva reforma y la nueva forma de enseñanza
que se propone en la actualidad ese saber o conocimiento adquirido le permitirá
resolver problemas de otras áreas ya sea de su casa, de su escuela, con su
amigos en su familia, etc. Es decir estará construyendo una competencia que le
permitirá como desenvolverse y actuar en varias áreas.

2.1. Ontología, Teleología Y Axiología.

De acuerdo con las intenciones y objetivos que pretendemos alcanzar con


el análisis de estos debemos partir de los alcances o postulados básicos que nos
motivan a hablar de las ¨ bases ontológicas ¨ de la educación basada en
competencias. Es conveniente observar el término ¨ontología¨ con la intención de
tomar un concepto filosófico y su relación con el ámbito educativo, y al respecto
básicamente esta disciplina se refiere a la ciencia del ser y el adjetivo ontológico
se utiliza para referirnos a todo aquello que tiene relación con el conocimiento del
ser (Álvarez, 1987, Pág.199).

Hemos venido analizando cómo la educación puede ser vista como un


proceso; como una necesidad objetiva de la sociedad; como transmisora de
conocimiento, entre otras, en si entendemos a la educación como el conjunto de
herramientas cognoscitivas, diseñadas a través de metodologías y sistemas
didácticos, que tienen la función de generar en los individuos sujetos a aprender ,
la transmisión de valores y conocimientos necesarios para obtener un cambio
cualitativo en el orden individual, capaz de tener como meta colectiva, una clara
incidencia en el desarrollo de la sociedad.

Si bien es cierto hemos estudiado y analizado diversas concepciones educativas,


en el fondo queda una interrogante súbita: ¿Cuál debe ser el contenido de una
buena enseñanza que permita generar cambios en los seres humanos y que los
lleve al desarrollo de sus competencias?. Al respecto debemos decir que el
aprendizaje a través de la comunicación con los semejantes y de la transmisión
deliberada de pautas, técnicas, valores y recuerdos es proceso necesario para
llegar a adquirir el pleno desarrollo humano. Pues para ser hombre no basta
nacer, sino que hay también que aprender de los demás. La genética nos
predispone a llegar a ser humanos pero sólo por medio de la educación y la
convivencia social conseguimos efectivamente serlo. (Savater, 1997, p. 37).

Por otra parte encontramos que la UNESCO (1996) desarrolla una


metodología pedagógica denominada como ¨ Los cuatro pilares de la educación¨ ,
los cuales son los siguientes (I) Aprender a conocer, (II) Aprender a hacer, (III)
Aprender a vivir juntos aprender a convivir con los demás, (IV) Aprender a ser.
Estos pilares son un esfuerzo por cumplir un conjunto de misiones que le son
propias a la educación como estructura de aprendizaje, incluso para el resto de
toda la vida.

Es preciso mencionar que las competencias se desarrollan cuando los


estudiantes manifiestan interés por aprender, ya que los lleva a interesarse por los
problemas sociales y culturales y ha contribuir en la solución de los mismos. Los
estudiantes que participan en el Modelo educativo por Competencias son:
innovadores, lideres, emprendedores, originales, científicos, organizados etc.

Mucho hemos dicho y analizado sobre enfoques educativos, teorías y


métodos de enseñanza, holismo, en los campos más variados del conocimiento y
de las actividades sociales. Sin embargo, tales abordajes no siempre aportan un
significado preciso, claro y de utilidad sobre los conceptos. Para clarificar esta
cuestión es necesario referirse a las dos grandes escuelas del método científico: el
reduccionismo y el holismo. Cada una de ellas, con sus procedimientos, conceptos
específicos e instrumentos tienen exactamente el mismo objetivo, el avance del
conocimiento humano (Castro et al., 1998).

Como el reduccionismo y el holismo poseen propósitos similares, o sea, la


comprensión de los fenómenos interactivos entre la naturaleza y el hombre, en
principio estas escuelas son complementarias. Tal planteamiento es evidente,
aunque pueda parecer que hay competencia entre los holistas y los reducionistas
y sus procesos para generar conocimiento. En principio, el objetivo del método
científico sería la comprensión de la complejidad. El reduccionismo se puede
entender de dos maneras: como filosofía y como estrategia de investigación.

En cambio el movimiento holista se impone con una visión nueva del


mundo, y ante una imperiosa necesidad de buscar alternativas que ayuden a
producir conocimientos que si bien deben tener la característica de científicos
añaden, a la visión racionalista, la existencia de la conciencia, y así la visión
holista construye nuevos conceptos para estudiar las experiencias de los
organismos con conciencia. Esto incluye, de manera central, la experiencia
espiritual humana. La nueva ciencia con conciencia percibe el universo no como
un conjunto de objetos sino como una comunidad de sujetos.

Desde esta perspectiva el panorama educativo tradicional se nos


desvanece. Debemos superar los clásicos prototipos dogmáticos y cientificicistas y
desde una visión holista promover un nuevo tipo de educación que dé pautas para
favorecer el desarrollo integral y global del educando, concebido como sujeto que
en ciertas ocasiones refleja negativas acciones que no pueden ser consideradas ni
tan malas ni tan definitivas.. El holismo no permite la comparación ya que este
procedimiento entorpece el aprendizaje, fomenta el desinterés y destruye la
autoestima. En la educación holista, aprender es un concepto de connotación
especial: aprender es un proceso que implica muchos niveles de la conciencia
humana como el afectivo, físico, social y espiritual rebasando por completo lo
puramente cognitivo y memorístico.

2.2. Epistemología.

Retomando algo sobre la psicología educativa contemporánea


encontramos que esta se debate entre dos posturas epistemológicas
contrapuestas: una perspectiva que asume que los profesores actúan como
transmisores de un cuerpo fijo de contenido que envían a los aprendices pasivos,
quienes actúan como receptores y donde la enseñanza exitosa implica la
transmisión eficiente del contenido que se pretende lograr.

La segunda perspectiva nos marca una participación activa del sujeto que
aprende, en tanto el aprendizaje lo concebimos como un proceso de construcción
activa de significados. Si comparamos ambas perspectivas, podemos observar
que de éstas, se derivan distintos modelos de enseñanza y aprendizaje que
privilegian enfoques, estilos de enseñanza, estrategias de aprendizaje y formas de
relacionarse con el aprendiz y el conocimiento, de manera diferente.

En efecto, en tanto el modelo transmisor, concibe el conocimiento como un


cuerpo de información fijo, transmitido del profesor o del texto a los estudiantes.
Lógicamente, un modelo con estas características trae como consecuencia una
interacción maestro-alumno vertical y asimétrica, donde el docente explica, analiza
el grado de comprensión y juzga las respuestas correctas del estudiante y éstos, a
su vez, replican o memorizan lo que se les ha explicado o modelado.

En cambio, en el modelo de construcción social del conocimiento, el


conocimiento se concibe como interpretaciones en desarrollo, construido por
medio de la discusión, el estudio y la sistematización. Por consiguiente, la
interacción maestro-alumno muestra una horizontalidad y una bidireccionalidad
sustentada sobre la simetría. El docente actúa como líder de la discusión, plantea
preguntas, busca esclarecimientos, promueve el diálogo y promueve la discusión
reflexiva de redes de conocimiento conectados, basados en ideas divergentes.
Se enfatizan las aplicaciones a cuestiones y problemas auténticos que
requieren de destrezas complejas de pensamiento. Los estudiantes colaboran
actuando como comunidades de aprendizaje que construyen conocimientos
compartidos por medio del diálogo sostenido. Es decir estaremos creando
alumnos cuyos aprendizajes vayan más allá de los contenidos sino que les
permitan desarrollar todas sus habilidades y ponerlas en práctica es decir
esteremos desarrollando sus competencias y preparándolos para las exigencias
que las sociedad y los diversos sectores exigen.
CONCLUSIÓN

Anteriormente se mencionó que las competencias iniciaron primeramente


en el ámbito laboral extendiéndose posteriormente al ámbito profesional y
pedagógico, siendo actualmente el auge de los sistemas educativos de los países
participantes en el proceso de globalización, con el fin de buscar estar a la par con
los países desarrollados y proveer al mercado de mano de obra calificada para el
buen desempeño profesional y laboral.

Las competencias se utilizan en el terreno laboral, profesional y educativo,


pero todas tienen algo en común, buscar el buen desempeño de las personas en
todos los ámbitos, poniendo en juego los conocimientos, las habilidades y las
actitudes adquiridas para así trabajar mejor, esto tiene relación con lo que dice
Walker “Quizá estos factores no basten para todas y cada una de las
competencias profesionales, pero son necesarios”

Varias personalidades señalan que las competencias se dividen en tres


tipos: competencias claves, que son aquellas que hacen que los alumnos maduren
y que le serán útiles por el resto de su vida. Las competencias académicas, que
son las que se verán en la escuela y los ayudarán a razonar, investigar, crear,
cuidar y ser mejores personas. Y por último las competencias laborales, que serán
aquellas que se desarrollarán en el medio laboral con el fin de desempeñar bien
su trabajo.

Aquí aparecen dos criterios a partir de los cuales se intenta definir el concepto de
competencia uno de ellos es el criterio holístico y el otro es el criterio
reduccionista. En el criterio Holístico se trata de definir el término competencia
desde un punto de vista de conjunto, pues se considera al concepto como un todo,
es decir, que no es definido por sus partes sino como una unidad. En el criterio
reduccionista el concepto de competencia era tratado desde una perspectiva
encaminada a enumerar las partes o tareas que eran necesarias llevar a cabo.
Ambos criterios no sólo se aplican a la definición de competencias sino también al
hecho de explicar si a alguien se le puede considerar que tiene las competencias
necesarias para llevar a cabo una actividad y si su desempeño es bueno.
REFERENCIAS

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competencias.

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