Vous êtes sur la page 1sur 30
Caricatura de portad: Diseio de portada: Fotografia det autor: © 1990, Jose Agustin Derechos exclusiva de edicin en catllana reservados para los pases de habla hispana: © 1000, Editorial Planeta Mexicana. S.A. de CLV. ‘Avenid Insurgentes Sur mim, 1162 Colonia dt Valle, 03100 Mexico, D.F. Primera edicién: febrero de 1991 Decimoquina reimpresién: octubre de 1997 Segunda edivion: julio de 1998 ‘Tercera roimpresion: julio de 1999 ISBN: 968-406.759:3 [Ninguna parte de esta pubicacia, icluido el disefio de a eubiert, puede ser reproducida, almacerada «transmitida en manera alguna ti por ningun medio, sin permiso previo dl editor Impreso en los talleres de Licogeatica Ingeamex, S.A. CCenteno nim. 162, Granjas Esmeralda, México, D.F. Iimpteso y hecho en México - Printed and made in Mexico 1. La transicion (1940-1946) iAqui viene Huevos de Oro! En 1940, Diego Rivera y Frida Kablo se casaron por segunda vez y México pisaba la cola del tigre. Se vivia una intensa agitacion, Las medidas revo. lucionarias de Lazaro Cardenas (reforma agraria, fortalecimiento de obre. ros, educacion socialista y expropiacién petrolera) beneficiaron al pueblo pero también despertaron una activa oposicidn de terratenientes, patro: nes, la iglesia y parte de la clase media de las ciudades. Todas estas Tuerzas identificaron a Cardenas como un peligro comunista y se defendieron ata: ccando: las inversiones se contrajeron, se fugaron capitales y se desat6 una Fiebre especulativa de terrenos urbanos, que en 1940 aumentaron de valor hasta en 200 por ciento. Los ricos también se lanzaron a comprar lujosos autos importados, y los Packards, Lincolns y Cadillacs circulaban las ea Hes, pavimentadas 0 no, de las ciudades mexicanas. Las grandes companiias extranjeras, por su parte, contribuyeron al des ‘orden econdmico al retirar su dinero de los bancos mexicanos, ¥ éstos de plano dejaron de conceder préstamos, Para no variar, el gobierno siguid sobregirdndose y por tanto imprimis billetes con energia; los aumentos de precios, especialmente en basicas, ahondaron la carestia y acabaron de exas perar a toda la poblacidn, pues nadie se reponia alin de los efectos de la expropiacién petrolera y se presenciaba, procurando no preocuparse de. ‘masiado, la gran guerra que tenia lugar en Europa, Africa y Asia. El rechazo a Cardenas beneficié a dos caudillos militares: Joaquin Amaro, radical de derecha, y el “‘moderaéo” Juan Andrew Almazan, ex huertis. ta, “hombre de negocios y de mando de tropas", quien en enero de 1940 constituyd el Partido Revolucionario de Unificacién Nacional (PRU) Amaro no se qued6 atras y armé la Federacién de Agrupaciones Revol cionarias Oposicionistas (FARO). Los dos flamantes disidentes del sistema anunciaron sus candidaturas a [a presidencia de la Republica y (Aimaan con mayor cautela) se pronunciaron en contra de la educacion socialist, de los ejidos, de la Confederacidn de Trabajadores de México (CIM), a izquierda, la expropiacion petrolera y la antidemocracia del partid oti © ee ee cial. Ambos se proponian “restablecer la confianza de los inversionistas ¥ rectificar los errores cometidos””. Sin embargo, al poco rato fue claro Que Almazén aventajaba con mucho a Amaro. La enorme fuerza que cobraba la derecha fue determinante para que el presidente Cardenas cligiera sucesor, pues entre sus reformas al sistema Ao se incluia la voluntad de denocratizacién sino més bien la consolida- cin de los poderes impresionantes de la presidencia. En el Partido de la Revolucién Mexicana (PRM) eran visibles dos campaias vigorosas que bus ‘aban la candidatura oficial a “la grande". Una de ellas, la del gen: Francisco J. Muigica, secretario de Comunicaciones, representaba la con: tinuidad y ampliacion de las reformas revolucionarias, y era la opcidn na. tural dela izquierda. Cardenas sabia que si se nclinaba por Migica, como ‘muy posiblemente lo deseaba, ‘as derechas se exacerbarian en su contra y la situacién podia resultar inmanejable, Por tanto, eligié la otra precan. dlidatura existente, a del general Manuel Avila Camacho, secretario de Gue Fra y Marina, quien habia logrado ubicarse en el “centro” y resultaba un elemento neutro que podia unificar la gran dlversidad de intereses que her vvian en el PRM, ademas de que ie quitaria banderas a la oposieign sin ab- dicar a los principios de la Revolucidn Mexicana. “Usted sera el presidente de la repuiblica”, se dice que Lazaro Cardenas informé a Avila Camacho. “Y si alguno recibe una tarjeta 9 carta mia, no le haga caso. Serd porque me vi obligado a darla,”” Lazaro Cardenas utiliz6 todo el aparatoso peso de su investidura en fa: vor desu clegido, Lo junt6 con Vicente Lombardo Toledano, el viejo labo de Marx, secretario general de la entonces muy poderosa CTM, ¥ logrs ue el insigne maestro en alto oportunismo apoyara a Avila Camacho, pues “habia que escoger’’, sentencié Lombardo, “no al hombre que mas ofre~ ciera al movimiento obrero sino al que garantizara la unidad del pueblo mexicano y su sector revolucionario™. Con esto, el general Migica empe 26 a decir adids a sus ambiciores presidenciales. La Confederacién Nacional Campesina (CNC), el siempre débil y mani- pulable sector campesino, también satisfizo las deseos del presidente y apoyd la candidatura de Avila Camacho. Lo mismo ocurrié con una mayoritaria, cantidad de militares (el sector mas conflictivo del partido) y de goberna. dores, lidereados por el joven y afanoso mandatario de Veracruz, Miguel Aleman, quien fue nombrado secretario general del Comité Pro-Avila Camacho, con lo cual ascgurata practicamente su viaje en el proxmo gabinete Ya con toda esa fuerza detrés, Avila Camacho subié el volumen conser vador de su campana y no se cansaba de sugerir que llevaria a cabo las ‘ectificaciones que se exigian. Por el lado de la oposicién, Joaquin Amaro vio que tenia escasas posibilidades de ganar y, grunendo, se retir6 del jue. go electoral También se habfa registrado la candidatura de Rafacl Sanchee Tapia, uien se lanz6 por su lado, pero jamais tuvo la menor fuerza, El Partido Lazaro Cardenas 9 geaae cada ws ee Od a ay aw a a a dh he oe oF de Accidn Nacional (PAN) apenas habia sido fundado en 1939 por Manuel Gomez Morin y no presents candidato a la presidencia, pero apoyé a An- drew Almazan. Por tanto, todas las expectativas estaban puestas en Manuel Avila Ca ‘macho, que contaba con el aplastante apoyo del gobierno, y en Juan Andrew Almazan, cuya “ola verde” crecia y crecia en las ciudades y obtenia el apoyo de mucha gente. La campaita de Almazin pronto se convirtié en una ver: dadera amenara, y el gobierno y #1 PRM urdieron una despiadada “guerra sucia”” contra los almazanistas. En varias ciudades (Monterrey, Puebla, Pachuca, por ejemplo) las autoridades locales reprimieron duramente a ka oposicién y hubo numerosos muertos y heridos; en muchas otras partes de la repiiblica se obstaculizaba y hostilizaba sisteméticamente toda activi dad pro-Almazan. Todas estas circunstancias fueron enrareciendo omino. samente la atmésfera politica det pais. El presidente Cardenas habia prometido que las elecciones serian limp: simas y que habria un respeto absoluto por el voto popular. Pero Almazin no cesaba de repetir que el gobierno y el PRM levarian a cabo wn fraude de proporciones tan descomunales y groseras que sin duda brotaria la insurreccién nacional en defensa del voto. El general Almazan habia pla- nneado, para cuando eso ocurriera, format su propio congreso almazanis. ta, “asiento de los poderes legitimamente electos™, que calificaria las eleeciones, lo nombraria presidente electo y elegiria un presidente sustitw. to. Almazan saldria a Estados Unidos y dirgiria la revuelta, llamaria a huelea general y coordinaria los grupos armados que tomarian las ciudad Las tensiones se hallaban al limite el 7 de julio. El detonador de los con Aictos era una disposicién de la mais pura naturaleza surrealista, mediante Ja cual las casllas electorates se instalaban con un empleado de las autoridades ¥ los primeros cinco ciudadanos que se presentaran. Por supuesto, todos §uerian ser los primeros en Hegat. Taino e} PRM como el PRUN formaron brigadas de choque fuertemente pertrechadas, La CTM habia prometido 40 mil trabajadores para hacer “*igilancia electoral”, pero a tltima hora los obreros desobedecieron a sus lideres y las brigadas de la CTM nunca aparecieron. Esto permitié que muchas casillas fueran ocupadas por al mazanistas. Manuel Avila Camacho se topé con la desagradable sorpresa de que todos los funcionarios de la casilla donde voté mostraban fotos de Almazan en las solapas Gonzalo N. Santos, el cacique de San Luis Potosi, en sus Memorias nos ddej6 una narracidn de los sucesos del 7 de julio verdaderamente extraordi naria por su cinismo. A las siete de la mafiana Santos ya habia 2-un almazanista en un tiroteo; después forms una bi lego a tener mis de 300 gent punta de balazos. La atado. ada de choque que ¥ con ella se dedies a asaltar casitlas a udic a votar en grandes cantidades y, al me les, lo hacia abrumadoramente a favor de Aimazin 10s del PRUN. Pero al poco rato llegaban las ¥ los candid das dk Comite Pro-Avila Camacho y a balazos hacian huir a votantes v represen Pe eee tantes de casila. Tumbaban les mesas, rompian las urnas y se tiroteaban ‘con los almazanistas, que era muchos y estaban en todas partes. El presidente Cardenas, acompafiado por el subsecretario de Goberna- ién Agustin Arroyo Ch., daba vueltas en su coche para ver la votacién, y constaté que la casilla donde él debia votar estaba, bien custodiada, en anos almazanistas. Por teléfono, Arroyo Ch. urgio a las brigadas a que intervinieran y el presidente pudiese votar en condiciones adecuadas. El ‘grupo de choque pronto respondié al llamado. Desde varias cuadras alte- dedor de la casilla habia tiradores en balcones y azotcas, y a todos ellos fueron abatiendo las huestes avilacamachistas, gracias a las rafagas irre- batibles de las ametralladoras Thompson con que se abrian paso ““jRindanse, hijos de la chingada, que aqui viene el Huevos de Oro!”, grité el general Miguel Z. Martinez, quien después seria jefe de la policia capitalina alemanista. Los defensores capitularon y “previa cafioniza en la cabeza” se fueron uno por uno. “Rapido, cabrones, al que se detenga To cazamos como venado.” Al instante legaron los bomberos y a man- guerazos de alta presién limpiaron las manchas de sangre que habia en to ddas partes; la Cruz Roja, solicta, levant6 cadaveres y heridos. Se rearregl6 Ta casilla, se puso urna nueva y al fin pudo votar el ciudadano presidente y su acompanante Arroyo Ch. “Qué limpia esté Ia calle”, comentd Cardenas al salir de la casilla, cuenta Santos: “Yo le contesté: ‘Donde vota el presidente de la Repaiblica no debe haber basurero.” Casi se sonri6, me estreché la mano y subié en su automévil. Arroyo Ch., menos hipécri- ta, me dijo: “Esto esté muy bien regado, zqué van a tener baile?" Yo le contesté: ‘No, Chicote, ya lo tuvimos y con muy buena musica.’ Cardenas se hizo el sordo, ““Ordené a los improvisados miembros de la casilla que pusieran la nue va dnfora de votos, pues iba a ser inexplicable que en ‘la sagrada urna s6lo hubiera dos votos: el del general Lizaro Cardenas, presidente de la Repiiblica, y el de Arroyo Ch., subsecretario de Gobernacién. Yo les dije a los ‘escrutadores’: ‘A vaciar el padrén y a rellenar el cajoncito, y no discriminen a los muertos, pues todos son ciudadanos y tienen derecho a votar."”" En toda la Ciudad de México tuvieron lugar encuentros armados a lo largo del dia. En la tarde, enormes muchedumbres almazanistas se con- gregaron en torno a El Caballito. Esperaban la llegada de su lider para cargar contra Palacio, que, por supuesto, ya estaba bien custodiado por el ejército, Pero Almazan nunca lleg6. Al final se reportaron 30 muertos y 157 heridos. Los enfrentamientos tuvieron lugar en casi todas partes, pero resultaron especialmente sangrien- tos en Ciudad Juarez, San Luis Potosi, Monterrey, Ciudad del Carmen, Puebla, Saltillo, Toluca, Ciudad Madero y Coatepec. Solo hubo elecciones tranquilas en Nogales, Hermcsitlo, Tampico, Piedras Negras, Mazatlin, Torreén, Chihuahua y Ensenada. Oficialmente se dijo que en provincia habia habido 17 muertos. Los disturbios, choques e irregularidades fue- 2 Le eo te eaeagcadeeeaeade Juan Andrew Amazin doposita su voto, El candidate de! PRM, Manuel Avila Camacho, ‘0 pudo votar en la caceta electoral que le cortespondia porque éata 28 halabe en manos de los sknazanstes & PpSeeee edad coeeeSe SCSCSCSESESEEE TE Orc ron tantas que Juan Andrew Almazin alegd abierta ilegalidad, Por su parte, Manuel Avila Camacho fue a descansar esa noche a su casa. Gonzalo N. Santos refiere: “Me dijo don Manucl: ‘Pues vo tengo la impresién de que nos han ganado las elecciones y yo, en esas condicee Res, por vergiienza y por decoro no voy a aceptar ganar.” A don Manuel se le derramé el Ilanto. Yo le dije: ‘No, sefor, no tenga usted esa impre sin, que es falsa, la capital de la repablica siempre ha sido reaccionaria, ero ahora es mas; estos votos para Almaaiin puede usted estar sezuro de que fueron emitidos contra Cardenas y también contra la Revolucisn. Peto por ningiin motivo y de ninguna manera vamos a traicionar a la Revolucion consintiendo el voto de Almazin, eso nunca!" Volvid don Manuel a Horar y me dijo: ‘Yo nunca traicionaré a la Revolucién y por ella no me importa perder la vida como ya lo he demostrado, pero un triunfo asi no lo acepto.’”” Claro que al dia siguiente ya habia cambiado de idea Después de las clecciones, Sanchez Tapia anuncié que se reintegraba ai jército, lo cual dej6 ver que séto habia entzado en la contienda para legitimar las elecciones al aceptar el resultado. Cardenas compré rifles y municio- nes, y llev6 a cabo movimientos en e ejército en espera de la insurreecion, ¥ Almazan volé a Cuba. Queria entrevistarse con Cordell Hull, secretario de Estado norteamericano, que participaba en la Conferencia de La Habana, cn la que el imperio del norte buscaba asegurarse del apoyo de los paises latinoamericanos en la guerra mundial. Para empezar, Hull no quiso reci- bir a Almazan. Después, le neg6 una visa con nombre supuesto y, por tit. mo, el gobierno estadunidense revelo al de Cardenas detalles de los planes militares de Almazn. El, por supuesto, ignoraba que dias antes Miguel Alemén habia conversado en Washington con Sumner Welles, el subsecre- tario de Estado. Aleman le dio garantias de que Avila Camacho apoyaria @ Estados Unidos en la guerra, y de que resolveria las controvetsias entre Jos dos paises. Estados Unidos, por tanto, consintio en enviar al vicepres), dente Henry Wallace para que se fortaleciera la maltrecha legitimidad de la transmision de poderes. No obstante, si la delegacidn de México en la Conferencia de La Habana no colavoraba con la de Estados Unidos, a manos almazanistas podria llegar informacién confidencial reveladora de ue las clecciones habian sido una farsa trigica, E115 de agosto, el colegio electoral, controlado por completo por el PRM, ya habia calificado las elecciones y dio la presidencia a Avila Camacho con dos millones y medio de votos. Se dedicé una tiltima broma siniestra @ Almazén al reconocerle jquince mi’ votos! Las quejas del fraude electo ral se oyeron por todas partes, ya cue la prensa y la radio apoyaban a Almazén; s6lo El Popular, izquierdista, y El Nacional, oficial, respalda ban al gobierno, En septiembre se constituyeron los dos congresos: el almazanista y el oficial. En el primero se declard presidente electo a Juan Andrew Almazén, quien entonces se hallaba en el sur de Estados Unidos, sin atreverse a nada, Poco después se promulgé el Plan de Yautepee ) ‘murié en Monterrey Manuel Zarzosa, brazo derecho de Almazan. ¥ éste PS Seeseeesese ese es sees esesesesesesese si ss sed. Mexico 19201946 ya no regresé al pais ni dirigid insurreccién alguna. En noviembre renun- Gid al cargo de presidente clecto, “como tinico medio de conseguir la tran: uilidad a que tienen derecho nis partidarios”. Estos, por su parte, ya habian tenido una probadita de la barbarie que aun prevalecia en el sistema, y después les sobrevino una “‘cruda"” que los hundié en la frustracién, pri mero, ¥ al final en la conviceién de que los habian traicionado. Todo esto, al poco tiempo, gener6 una profunda desconfianza de los, ciudadanos ante los procesos electorales, que se tradujo en apatia, desin terés y altos indices de abstencionismo, lo cual siempre beneficid al gobierno y al partido oficial. En su tltimo informe de gobierno, Lazaro Cardenas dijo en referencia a las clecciones y sin hacer caso a las vivas a Almazin que se ofan en la cimara de diputados: “El gobierno rechaza por su concepto democratic el empleo de toda violencia que incesantemente ha tratado de desterrar en la vida piblica del pais. Por tanto condena rotundamente todo proceder contrario, cualquiera que sea la tendencia o significacién de la vietima 0 del agresor. Y todavia lo considera mas vituperable cuando tal sistema se presenta con la aportacién extranjera, exenta de todo sentimiento de res- peto al Estado que le dispens6 acogida.” Pero nada de esto podia borrar el resentimiento y la profunda ofensa de la poblacién a causa del frcude electoral. A partir del informe, Cardenas ppasé los restantes noventa dias con suma discrecién: todo el tiempo apoyé su elegido al punto de que ircluso suaviz6 muchas de sus posiciones poli- ticas para no obstaculizarlo. Calladamente, tras bambalinas, como se hace la politica en México, movia sus piezas y presionaba para que sus ideas y sus seguidores no quedarar totalmente descobijados, Tenia esperanzas de que la siguiente administracién se guiara bajo el Segundo Plan Sexenal ‘que habian preparado sus mejores cuadros, El general Avila Camacho, por su parte, acentué sus rasgos de modera. cidn y conciliacidn, y los empresarios suspiraron con alivio al ver que el presidente electo se declaraba creyente (“ahora se va a llamar Avila Ca- mocko’”, bromeaba la gente), Io cual escandalizé a muchos de los viejos jacobinos. Pero las cosas empezaban a aclararse hacia fines de noviembre, ¥y sélo los muy despistados no advertian que en breve habria cambios se Tios en el régimen. Pocos, sin embargo, comprendian los alcances que Hegarian a tener las nuevas reglas del juego que empezaban a delinearse presidente Avita Camacho se reun en 1942, con 9) homologa est EL primeto de diciembre tomé posesién Manuel Avila Camacho. El general se daba cuenta de que todo lz habia salido bien hasta el momento, pero también de que su posicién no era lo suficientemente firme, Para empe zar, tenia que “restablecer la confianza”” de los inversionistas, tal como habia prometido, a fin de que bajaran las aguas del descontento y amaina ran las presiones de la gente con dinero, que se hallaba engallada, segura de su poder ante la catarata de concesiones que obtenia. El gran objetivo de 16 ee ee Avila Camacho consistia en aprovechar al méximo Ia conyuntura que ofrccia la guerta mundial para industrializar al pais, De esa manera n sélo dejaria felices a los empresarios sino que México ya no seria un pais atrasado, ni autirquico ni strtidor de materias primas sin procesar. La idea era que, sin rechazar en lo mas minimo el capital extranjero, habia que desarrollar una infraestructura industrial para no tener que importar todo Jo nuevo y bueno que ofrecia la alta tecnologia, pues la industria mexicana se encargaria de tenernos bien surtidos y, dentro de lo posible, al dia y con buena calidad. Por tanto, desde un principio el presidente desechd toda retorica que pudiera parecer socialista, propicié e incluso utiliz6 la nueva ‘mod anticomunista y se empen6 en promover Ia industrializacién del pais, Desting entre el $0 y e160 por ciento de los gastos de gobierno para apoyar a la empresa privada, Por sipuesto, desde un principio también ignoré el amoso seeundo plan sexenal con que Cardenas pretendia afianzar sus re- lloras, deveché cualquier t po de planificacién de tufo socializante, e im- puso ef pragniatismo del mercado supuestamente libre. Después de algunos tirubz0s, los empresarios decidieron aprovechar la ‘oportunidad. No tenia caso aferrarse a resentimientas ideologicos si el ré- gimen o'iecia tan buenas condiciones. Atras se quedé fa pasién almaza- rita 0 las simpatias por el PAN. Muchos empeniosos y ambiciosos titanes de la industria habian surgido con los gobiernos de la revolucién y se movian muy bien dentro d: tan peculiares aguas. Otros pasaron de los altos puestos politicos a negocios jugosos que los enriquecieron en poco iempo. Y otros mis, los d> raigambre porfirista que sobrevivieron a la revolucién, también se integraron en la nueva politica. Por ejemplo, los grandes jeratcas del grupo Monterrey en enero de 1942 se reunieron con el presidente Avila Camacho para manifestarle alegremente que abjura- ban de sus aficiones oposicionistas pues habian comprobado que el nuevo gobierno en verdad “no caia en los errores del anterior". En realidad todos los patrones obtuvieron facilidades enormes, que iban desde exer cidn de impucstos, subsidios, créditos, aligeramiento de tramites y franca complicidad en muchos casos, En el plano politico, Avila Camacho tenia que hacer equilibrismos en- le una izquierda oficial (cardenista) aun muy poderosa y una derecha cada vez mas beligerante que no cesaba en sus presiones. La idea del nuevo presidente era hacer que los dos polos politicos se enfrentaran entre si mien- tras él se colocaba como arbitro supremo, y alternaba concesiones a cada grupo segiin las necesidades concretas. A la derecha le brindaria la “recti- ficacion" de las reformas controversiales (educacién socialista y reparto agrario), pero en el momento en que lo considerase apropiado, Para lidiar ccon la izquierda tenia que desmantelar las posiciones que Cardenas le ha: bia dejado y amenguar el poderio de la CTM en lo politico y laboral. La mejor manera de hacer todoesto era fortaleciéndose él y su flamante equi Po. Para ello contaba con el inmenso poder que la revolucién habia dado 1 la presidencia (y que Cardenas consolide y expandid), y también con el 18 contexto de la guerra mundial, que le permitia convocar a la unidad n: nal con razones mas que justificadas El gabinete de Avila Camacho era un ejemplo de las negociaciones con. ciliatorias necesarias para resanar las grietas del sistema. Para satisfacer ala derecha calista ubicé a Ezequiel Padilla en Relaciones Exteriotes, quien se hallaba “‘muy bien relacionado con Estados Unidos”. En la secretaria de Economia nombré a Javier Gaxiota, que pertenecia al grupo de empre sarios politicos del ex presidente Abelardo L. Rodriguez. Por su parte, Cardenas habia logrado que varios politicos identificados con sus ideas obtuvieran puestos de importancia. Luis Sanchez Pontén que- 6 en Educacién Publica para garantizar la continuacién de la educacion socialista. Ignacio Garcia Téllez obtuvo la flamante secretaria de Trabajo y Prevision Social, que surgié de lo que era el Departamento Autonome, del Trabajo. Y en Comunicaciones y Obras Piiblicas colocé a Jess Garza, Por cierto, este nombramiento enfurecid a Maximino Avila Camacho, gobernador, cacique de Puebla y hermano del presidente por si fuera Poco, quien queria ese puesto para él. Maximino despotricaba ante todo quel que quisiese oirlo que Cardenas habia escogido a su hermano por blandengue y facilmente manipulable. “*;Otro maximato!”, se quejaba el gobernador de Puebla, quien sin cuda hubiera preferido un **maximina- to”. Por cierto, corria el chiste de que al desayunar don Manuel comia lengua porque su hermano se quedaba con los huevos. Pero Maximino y los chistes se equivocaban totalmente, Cardenas no Pretendia un maximato, aunque estaba atento a lo que ocurria y trataba de preservar lo que habia hecho. Esto Io ubicaba de leno en la politica. En realidad, Lazaro Cardenas estuvo muy presente en la vida politica del bais practicamente hasta su muerte, pero tanto Avila Camacho como los, ‘demas presidentes hicieron lo que quisieron. Y Manuiel Avila Camacho tam- poco era un blandengue, por mas que sus raptos emotivos asi lo pudiesen sugerir. “Mujer coqueta tira a puta, y hombre bueno tira a pendejo”, dice la expresion popular, pero el “presidente caballero" desde un principio dio muestras de que ni remotamente podia considerarse bonachén o torpe. Entre sus primeras medidas se hall6 la supresién del sector militar del Partido oficial. Habia verdaderos caciques en el ejército, cuyo mando de tropas los hacia proclives a las revueltas. Poco antes el gerteral Cedillo, gobernador de San Luis Potosi, haba sido derrotado en su aventura alcista, La conciencia de limitar a tos jefes del ejército era comin en esos dias y flotaba en cl aire la necesidad de que las fuerzas armadas se profesionali zaran y de que los presidentes de México fueran civiles, algo que Cardenas con gusto habria satisfecho si las circunstancias se lo hubieran permitido, En cierta forma, elegir a Avila Camacho ya era un paso en esa direccién, ues don Manuel no se distinguié al mando de tropas y su carrera militar tenia que rastrearse entre las reas administrativas. ee eed 2d Sd a En 1940 el pais tenia 19 illones 690 mil habitante, repartidos, funda rentalmente, en cl campo y las siudades de interior Pero Ta Cudad de México era el cento inquivoca de a vida nacional. Alli rsiias por ejemplo, Leon Trotsky, quien un dia vio aterrado que un comand, ae inca al muralist David Alfaro Siqueros,asaltaba su casa frum elevado abajo de la cama, pero poco despus su propio secretario Remon Mercader, 0 Jacques Mortard, Io ssesind a pioetayos Esa ver nah aus a Siquctos, o Diego Rivera Ellos do, 9 José Clemerte Orozco, habian pintado ya la parte medular desu obra y quiza como reejo 0 consectencia de fos cambios que eink ciaban en Mexico, el muraismo, mas identficado eon las eapts actives deta revolucion, empezd 2 declinar, y con él se inicio La slid Sela co. digenas (Frida Kahlo, por supuesto, de tehuana). Habia sido la primera sce en que por un lapso de tiempo se aprecié alos indios y su cultiras la > and de su pasado, los logros de su civilization, las piezas arqucolg 5 cas, las masearas y demas. En su lugar empezo a despuntar una tendencia a osmopolta, lo cual signilicd el triunfo rotundo de intlectuales como BN Alfonso Reyes y los Contemporaneos que pasaron dela “oposicién’” al : pleno poder en la llamada Repibiica de las Letras. En la pintura empeza: joven José Rewueltas iniié una carera La ran Frida Kahlo voivid a casarse con ron a cobrar fuerza Rufino Tamayo y Juan Soriano, primero, y Carlos ferara Sorprendente en los afios cuarenta Diego Rivera en 1940 Mérida y Pedro Coronel, un poco desputs, Salvo la obfa postevior ce los tnismos tres grandes, y de -uan O'Gorman o Chive? Morado, los que se tetieron en Ia lamada Escuela Mexicana de Pintura ignoraban que sha bian trepado en el peor de los carr posiblesy que st destino se lmstaria 4 pintar murale en presdencias municpales E! surrealism tambien cobro franca leitimacion, y en 1940 tuvo lugar una gran Exposicin Internacional del Surrealismo en la Galeria de Arte Mexicano, con la presencia del eximio Buri Andie Breton, quien els surtealismo en cada nopal mexicano, lo qe le permiti6 emits su famove dictum: "México es un pis surrealista™, lo que sigui6 el tambien clebre shiste de que, en efecto, aqui Kafka seria esrtor ostumbrsta, En ese mismo 1940, Malcolm Lowry abandon el pas, en medio de increbles(uerealistas) rrabas Durocriticas, sin saber que sch aos des pués regresaria a Mexico y esa ver Ie ira peor. Va levaba en la malta el primer manascrito de Bay el voledn. Pero la gran novedad en Mexico, adems de a lectura de Papi y de nadar en el Deportivo Chapultepec ova ls presencia de os espaiolesrepublcanos (Adolfo Sanches Vazquer, Pera Garfias, Enrique DiezCanedo, losé Moreno Vila, Damaso Alonso, Wen ceslao Roces, entre tos) que un ao antes Cardenas habia acogido, Con ellos e habia formado la Casa de Espana, que en 1940 se convitisen El Colegio de Menico, La finaidad de esta insttucion consists en “crea las slits intclestuates de Mexico". EI Colegio era drigico por Alfonso Reyes (de quien se hacia el chistes en terra de ciegos el tuerto es Reyes) por a Se Ga a a at a at Daniel Cosio Villegas, algo asi como a linea suave y la linea dura respecti- \vamente. Los maestros cobraban $00 pesos al mes y entre los alumnos fun: dadores ms eélebres se hallaban los hermanos Pablo y Henrique Gonzalez Casanova, el historiador Luis Gonzdlez y el erudito Antonio Alatorre En las antipodas, Oswaldo Diaz Ruanova consigna en su libro Los exis- tencialistas mexicanos que José Revueltas encabezaba animadas tertulias en el restoran Rendez-vous. Revucltas tenia 27 aios en 1941, cuando publicé su novela Los muros de agua, basada en sus propias vivencias de 1934 en el penal de las Islas Marias. El arranque literario de Revueltas fue deslumbrante; después de Los muros gané wn premio internacional con su alucinante novela £1 luo humano (de la cual, sin duda, abrevé Juan Rulfo) y consolidé su catidad excepcional con los cuentos de Dias en la tierra. Otros jévenes muy sdlidos ya eran los de la revista Taller, en especial Efrain Huerta y Octavio Paz, ambos poetas revolucionarios. Paz, incluso, le habia cantado a los republicanos espafoles en la guerra civil Huerta, por su parte, era partidario de una idea dionisiaca de la revolu- cidn, y ya desde entonces se entusiasmaba con la embriaguez de las mujeres y del alcohol. Pronto los dos poetas divergirian sus caminos: Paz publicd fen 1941 Envre la piedra y la flor; después regresaria a Europa y se desarro- aria como un intelectual de primerisimo nivel. Huerta se quedaria en la Ciudad de México y seria patria de la poesia ligada al pueblo. En 1941, el poeta Xavier Villaurrutia ofrecié Décima muerte, y Carlos Pellicer Recinto y otras imdgenes, pero la gran novedad en el panorama nacional fue el inicio del furor anticomunista. En enero, el ex presidente Abelardo Ro- riguez se lanz6 abiertamente contra “los experimentos sociales basados en ideas exdticas"’. Habia nacido el marxismo-exotismo, cuyo fantasma seria alimento de discursos oficiales y empresariales durante décadas. En realidad los ataques anticomunistas no tenfan gran sustento ideols. ico (atin no nacia la “‘mistica macartista”) sino que encubrian ataques 2 Cardenas y lo que se consideraban sus fuerzas, especialmente Vicente Lombardo Toledano y los cinco lobitos de la CIM, que por su incrustacién en el sistema y su capacidad de parar u obstaculizar la produecidn, repre- sentaban un verdadero peligro. Se trataba de desmantelar el poderio de la izquierda oficial. El sector obrero del PRM estaba dominado por la CTM y ésta se hallaba en manos de Lombardo Toledano y los cinco lobitos, llamados asi porque en 1929, durante el apogeo de Luis N. Morones y la Confederacién Regio. nal Obrera Mexicana (CROM), Fidel Velazquez y sus companeros Fernan- do Amilpa, Jestis Yurén, Alfonso Sanchez Madariaga y Luis Quintero se salieron de la gran central. "La CROM tiene las caracteristicas de un gi tesco roble"", canto inspirado, Morones, “de fuertes y grandes raices ¥ gigantesco tronco: de ese tronco partieran hacia rumbos desconocidos cinco miserables lombricey."* La respuesta no se hizo esperar: “Torpe de eegeetcecesuegescseeaed usted, Morones, que en su calenturienta imaginacién ve lombrices. . . Lo {que usted califica cémo lombrices son cinco lobitos que pronto, muy pronto, le van a comer las gallinas de su corral." En 1941 podia constatarse que la profeeta de los lobitos iba por muy buen camino. En febrero, durante el I! Congreso de la CTM, Vicente Lombardo Toledano dejé, puntualmente, la sceretaria general y cedié el puesto al desde entonces viejo lechero Fidel Velazquez, quien dijo ante el presidente Avila Camacho: "No soy comunista, pero admiro a los comunistas porque son revolucionarios camo yo y como todos los miem- bros de la CTM. Lombardo, que con tanto acierto, con tanta inteligencia dirigid ta CTM, sabe que somos sinceros, y sabe también que podemos di- rigir la organizacién, enzauzarla de acuerdo con sus lineamientos, porque eno se va de la Confederacidn, no se podra ir porque jamas lo dejaremos ir, como no lo dejamos ir ahora.” La unanimidad en los aplausos a Lombardo fue la misma con que se le expuls6 de la CTM alos mas tarde. Lo primero que hizo Fidel Velézquez fue garantizar que apoyaria al pre- sidente. Los lobitos, al igual que su ex jefe Lombardo Toledano, no pensa- ban en Hlevar a cabo una lucha ideoldgica, ni siquiera se preocupaban por {a defensa de los trabajadores; mas bien, lo que pretendian era conservar .© mas posible y afianzarlo a través de la colaboracién total con el nuevo presidente. Este, por su parte, no estaba tan seguro, y por si las dudas pre- sent6 reformas a la Ley Federal del Trabajo para rigidizar la reglamenta- cidn del derecho de huelza, para sancionar las huelgas ilegales y los paros locos, y para contener la violencia en la vida de los sindicatos, pues con frecuencia grupos de pistoleros obligaban a trabajadores aterrados a afi- liarse a la CT. Ademas, Avila Camacho promovié el surgimiento del grupo Renova- clon en la cémara de diputados, donde la izquierda tenia mayoria (en el senado, en cambio, la correlacién de fuerzas favorecia a la derecha). De este grupo empezaron a salir fuertes atagues contra los secretarios de estado identificados con Cardenas. Fl diputado militar Enrique Carrola Antuna denunci6 que las secretarias de Educacién, Comunicaciones y Trabajo es- taban en manos de comunistas. La prensa lo apoyé con energia. Carrola después arrecié los ataques al Banco de Crédito Ejidal: “Noventa por ciento del personal”, alert6, escandalizado, “simpatiza con el comunismo.”” Ademés, en mayo de ese aito la prensa se rasgé las vestiduras porque en una escuela normal del Estado de Guerrero los estudiantes huelguistas habian quemado una bandera mexicana para poner la rojinegra de huel- ga. Tanto el gobierno federal como el estatal ordenaron sendas investiga ciones y asi se enteraron de que por supuesto no se habia quemado ningu- na bandera, pero también de que los comunistas, en este caso los militantes del Partido Comunista Mexicano (PCM), tenfan control de la escuela. De cualquier modo, el diputado Carrola ya habia pedido la destitucion de Sanchez Ponton de la SEP. . A pesar de que en su informe del primero de septiembre Avila Camacho 24 a ee ee dei6 ver que no pediria Ia renuncia a sus ministros por presiones de fuer sociales, el 10 de septiembre Sanchez Pontn present la susar "spree vos de Salud”. Era el momento oportuno de iniiar la “rcctifces eclucativa. El nuevo seeetario Octavio Vejar Sinchez, de entrada iene no permitiria que ideas exdticaspredominasen en los planes dela ocho za quella educacién deberia tener un fin esptitua; acepto que la rela ¥ las tradiciones patrias eran vieclos de la nacionalidad, resonacio a sg Pel dela famiia como la principal educadoray de esa manera abv la sia fegia a la educacion particular Los hechos en la SEP regociaron a la derecha empresarial y oficial, y lo festejaron exigiendo la total derogacion del ariculo terceto-ac la Go, ‘itucidn, En varias ciudades hubo manifestaciones de miles para protege por Ia educacion socalsta (40 mil gentes frente al Palacio de allay Avis ae la Ciudad de México). En realidad, Avila Camacho se movia de sana de quitarse de encima la tal educacin sociaisa, pero no iba a coders ae Presiones de la derecha porque cada partiula de poder que él perdions engordaria asus opositores; ademas, se trataba de alirmar la aurordad, ¥ Por eso anuncié que no pensaba derogar el precepto constiucional sno reglamentatlo, aunque eso le exgiera actos dearduo equilibrismo retorce Para poder conservar los terminos “educaciOn socalista”"a la ves que ig dlesmantelaba y se hacia de la vista gorda ante las escuelas que varie Outen religiosas se aprestarona ofrecera in clase media altaya los ricos dele lasalistas, maristas y jesuitas, prineipalmente. Eliminado Sanchez Pont6n, el secretario de Comunicaciones Jesis de |x Garza también habia sido objeto de ataques tenaces de la deecha,y tare, bign acabé presentando su renuncia, El presidente quiso hacer eatantols con esta jugada y aproveché el viaje para cumpli el capricho de weber no, que siempre quiso (aparte de er presidente) ese puesto, Maximino Avia Camacho ilego a tomar posesién con una escola de cincuehta ratomoer les y motocicistas, irrumpi6 en sus oficinas seguido por dos avedartas armados con ametralladoras Thompson. y solo hasta despuss see evar ita protestar como secretario de estado ante el presidente de la Repablicn, su hermano menor. En 1941, Estados Unidos ented en la guerra después del bombardeo a ta Bahia de las Perlas, y esto precpits que nos pusteramos en bar con ia Ppotencia vecina, Se liquidaron todas las reclamaciones previay, Estados Unidos acepts una compensacién para las companias pelrolerasexprosi das, y México, a su vez, se comprometié a ayudarlo, y tuvo accel # los sistemas de crédito después de atos de ser declarado insolvente, Por pre mera ver cn la historia, los presdentes de México y Estados Unidos se Feunian en tetitorio mexicano, lo cual se converttia en practica comon ¢ incluso rutinaria en los aos subsccuentes. En todas ests nsgociacronee €l seeetario de Relaciones Exteriores Ezequiel Padilla vo us panel one, ponderant, lo cul aliment6 las ambiciones presidenciales que fe alta, ba desde entonces 25 S89GVsVWdGOAGGAsFGGAAA KH AHAAAAARARAMRMR A RM La proximidad de la guerra tuvo efectos instantineos en México. Las dos cdmaras trataron de pararle a los pleitos izquierda-derecha y se formd el Comité Parlamentario Amtifascista. Vicente Lombardo Toledano orga. nizé mitines antifascistas de apoyo al gobierno en los que atacaba a la gran prensa, al PAN y al sinarquismo. Sin embargo, la nevesidad-rensa, y Maximino, que ya era célebre por su cruzada anticomunista, ne slo dijo que esas reuniones cardenistas eran agitaciones sino que bloqueé con energia los intentos de convocar a otra reunién semejante pero con los gobernadores de los estados del norte ‘Ademds, en mayo los alerianes hundieron el buquetanque Potrero del iano, y esto precipité Ia entrada de México en la contienda, Para empe- zar, se declaré la guerra al Eje y se suscribié el Pacto de las Naciones Unidas. EI presidente declaré el estado de emergcncia nacional y, por supuesto, pidiéa maxima unidad y colaboracién de todo el pais. A causa de la guerra, a partir de agosto de 1942 entrd en vigor la Ley del Servicio Militar Obligatorio, que afectaba a los jévenes de 18 afios de edad, y el 12 de noviembre se nici el registro de conscriptos de la célebre clase de 1924. Incluso hubo apagones y ensayos de emergencias bélicas que emo- cionaron mucho a la poblaciSn. Y Lazaro Cardenas fue nombrado secre- tario de Defensa Esto hizo que cesaran, por el momento, los ataques a los obreros y las ofensivas de éstos en contra del secretario de Educacién, Octavio Véjar Vasquez, quien, impertérrito, eliminaba comunistas del magisterio. El 26 de mayo la Cra, a través de Fidel Velazquez, orgullosamente plantes l compromiso obrero de renunciar al sacrosanto derecho de huelga, aun- que se euidd de pedir “recipracidad patronal para hallar soluciones justas los conflictos del trabajo”. El gobierno y Ia inicativa privada, como era de esperarse, aplaudicron este ‘extraordinaria sacrificio solidario de los trabajadores”, y tanto Lomtardo como los lideres de los principales sin-

Vous aimerez peut-être aussi