Imagen y sonido es una de esas parejas que parecen destinadas

a eternizarse. Aún en los tiempos del cine mudo, un piano en vivo

acompañaba el relato visual. En publicidad, desde el jingle
hasta hoy, siempre hay melodías que evocan algo.
Con suerte y talento, una marca.
m úsica y cine,
esa vieja magia
Por Manuela Fernández Mendy

A ldous Huxley, uno de los escri-

tores ingleses más controvertidos de

los últimos tiempos, dijo alguna vez

que, después del silencio, lo que se

encuentra más cerca de expresar lo

inexpresable es la música. La combi-

nación de relato y melodía es una de

las uniones más fuertes dentro de la

industria cinematográfica que genera,

en una recíproca relación, climas que

acompañan y sugieren nuevos giros al

guión. Con el objetivo de profundizar

en los pliegues de esa relación, Adlatina

le pidió a cinco productores de música

para spots comerciales que eligieran

un largometraje y contaran cómo, en

esos casos, el acompañamiento musical

era bastante más que eso, una mera

compañía. Huelga señalar el paralelo

con el cine publicitario. Con ustedes,

los elegidos.

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Eduardo Blacher
Director musical
La Pirada Latam
En mi caso elijo la película Tiburón, -Jaws-
(1975) de Steven Spielberg, cuya música
compuso John Williams y con la que ganó
el Oscar ese año.
En los títulos del comienzo ya aparece el
tema de sólo dos notas graves, pesadas y
recurrentes en el bajo, que representará
a lo largo de todo el filme al tiburón. Es
interesante observar cómo el compositor
nos da la idea de peligro, nos tensiona
por su inminente llegada, nos alivia por-
que sentimos que se va, nos dice que el
tiburón está al acecho, Sin embargo, el
tiburón sólo está presente en esas sim-
ples dos notas. Lo veremos por primera
vez luego de una hora de película.
La música nos trae y nos aleja a este mis-
terioso escualo por el tempo y la dinámica
en que se ejecutan estas notas recurren-
tes, por los cambios de velocidad, por los
crescendo o diminuendo de la orquesta.
La música no es un factor de distracción
sino que nos indica la llegada del tiburón.
A lo largo de la película este mecanismo
queda establecido porque uno está con-
dicionado todo el tiempo a la música. En
el momento del climax, en el final de la
película, cuando sabemos que el tiburón
está ahí, esta vez no lo anunciará ningún
tema musical para que el ataque sea silen-
cioso y en el momento en que el tiburón
aparezca sea aún más escalofriante, y ahí
sí, entrarán las cuerdas en un registro
agudo, fortissimo, marcando un acorde
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disonante que crea más tensión.
Williams nos dice al respecto: “Una de
las bellezas del medio cinematográfico es
que cuando se combina música con esta
clase de material visual la gente realiza
asociaciones mentales. Es la combinación
de lo visual y la situación. Ya sea el tibu-
rón, o la escena del cuchillo de Psycho
de Hitchcock combinados con las notas.
La mezcla de sonido e imagen forma un
recuerdo al cual uno puede volver. Si lo
hacés con el público que ahora lo oye,
un niño gritará asustado por la asociación
que se crea.”
También quisiera resaltar al resto de la
partitura compuesta para esta película,
que nos invita a la aventura, se acelera, se
vuelve emocionante, heróica. Aquí pre-
valecerán los metales, trompetas, cornos
por sobre las cuerdas.
La música debe lograr seguir la trama dra-
mática y darle énfasis a la película.
Para concluir, tan importante es el traba-
jo de Williams en Tiburón, que Spielberg
cree que la película hubiera tenido la
mitad de éxito sin esa música.
EQUIPO TDL
TDL Music
Cuando vemos un musical nos puede
pasar que por momentos querramos que
los protagonistas canten un poco menos
y hablen un poco más, pero no es el caso
de Tenacious D The Pick of Destiny.
La película de Liam Lynch es uno de los
más grandes y sinceros homenajes a la
cultura del rock. Con un tono netamen-
te humorístico, narra la historia de dos
amigos en busca del “sueño del pibe” con
guitarra eléctrica.
A diferencia de muchos otros musicales
de Hollywood, la banda de sonido fue
compuesta e interpretada exclusivamen-
te por sus protagonistas: Jack Black y
Kyle Gass, miembros fundadores del dúo
Tenacious D.
Como músicos y productores, admira-
mos este tipo de trabajos en los que la
improvisación y la espontaneidad son la
carta principal del proyecto y la apuesta
fuerte es potenciar desde la música lo
que el guión nos quiere contar.
La búsqueda melódica y la destreza vocal
de Black mezclada con la densidad de
las guitarras de Gass crean el ambiente
perfecto para narrar escenas absurdas
de un humor casi infantil que logramos
asimilar, de principio a fin, sin dudar un
segundo de que lo que estamos viendo
vale la pena.
Hay que destacar la interacción entre
todas las piezas de esta película, algo
que en publicidad también resulta muy
productivo. Un guión co-escrito por el
director y los protagonistas, que narran
su historia real casi al pie de la letra y a su
vez crean la banda de sonido del film.
Con el correr de los minutos, descubri-
mos que Black, el mismo gordito tonto
que hace reir a tus hijos, también sabe
cantar. Y el otro gordito tonto que tus
hijos ni siquiera conocen puede tocar
como Jimmi Page.
Es interesante bucear en los detalles de
producción del soundtrack. En los extras
del DVD podemos ver el proceso de
producción de la banda, desde la compo-
sición hasta la grabación y mezcla.
En contra de lo que muchas veces nos
imaginamos de una producción musical
mainstream hollywoodense, la banda de
Tenacious D fue concebida en un estudio
de grabación más bien hogareño, entre
cables enredados y tazas de café. Todo,
hasta las letras de cada tema, se fue pro-
bando y corrigiendo en el estudio. Resul-
ta sumamente interesante ver a los pro-
tagonistas del film discutiendo por algún
riff de guitarra o el remate de algún chiste
en las letras. Cabe destacar la presencia
del ex Black Sabbath, Ronnie James Dio,
que aporta su voz a una de las escenas
principales de la película y, por otro lado,
la actuación de Dave Grohl (miembro de
Nirvana y Foo Fighters) tanto frente a
cámara como detrás de las baterías.
Nos da la sensación, viendo el backstage
de esta banda de sonido, que en las gran-
des producciones de afuera también hay
momentos de tensión y corridas por los
tiempos. Trabajando música para publi-
cidad, la búsqueda de sonidos e ideas
se tiene que dar en tiempos mucho más
acotados. Nos pasa a todos los que esta-
mos en esto y nos va a seguir pasando. Al
menos hasta que lleguemos a Hollywood
donde, quizá, nos vuelva a pasar.
Álvaro Rodríguez
Director Creativo
Histeria Music Group
La música en una película es, sin duda,
uno de sus aspectos más importantes.
Pero, a la vez, se trata de un elemento
que muchas veces se da por sentado y
pasa a un segundo plano.
Una película puede revelar mucho a tra-
vés de su música. Más allá de la escalo-
friante música de fondo que anuncia que
el asesino está a la vuelta de la esquina,
la música tiene la capacidad de exponer
personajes, sentimientos, acciones, y ten-
siones.
En el cine, así como los directores eli-
gen cuidadosamente sus tomas, también
pasan muchas horas en la selección de la
banda sonora que acompañará su trabajo.
El aclamado director Quentin Tarantino,
por ejemplo, ganador de Oscar por su
film Pulp Fiction, es también reconocido
mundialmente por su impecable uso de
la música en  cualquiera de sus películas.
¿Quién que haya visto Pulp Fiction no
posee el soundtrack del largometraje o
conoce a alguien que lo tenga?  Desde
el tema “Misirlou” – de Dick Dale & His
Del-Tones-, que se ha convertido en una
marca para Tarantino, hasta “Girl, You’ll Be
a Woman Soon” de Urge Overkill, cada
tema fue elegido personalmente por el
director con la función de apoyar y exal-
tar la imagen a la cual está atado.
No es casualidad que las letras, la tona-
lidad y el mood de la música cuadren de
forma tan perfecta con el film en cues-
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tión. En todas sus películas, Tarantino es
reconocido por la creación del clima del
film y la  identidad que le da a cada uno
de sus personajes a través de la música.
En una entrevista con Michael Latham de
la BBC Tarantino comentó:   “Para mi, la
música y las películas van agarradas de
la mano. Cuando   estoy escribiendo un
guión, una de las primeras cosas que hago
es   conseguir la música que sonará para
la secuencia inicial del film. No   puedo
seguir adelante sin saber como voy a
empezar, como será el   ambiente que
voy a crear con la música. Lo que hago
al escribir un  film es escuchar temas de
mi vasta colección de vinilos, tratando
de   conseguir piezas adecuadas para las
tomas de pelea o simplemente   piezas
que acompañen. Buscar esa música es
conseguir el ritmo que  llevara el film.”
En el caso de la publicidad, por lo general,
la selección y composición de la música
es el ultimo paso en la cadena de pro-
ducción  de un comercial. Si bien la publi-
cidad se caracteriza por el corto tiempo
que existe entre el momento en que se
visualiza un spot y el que sale al aire, el pro-
ceso de producción musical debería, según
mi criterio, ir mucho más atado desde un
principio a la creación del mismo.
Las casas de música tenemos mucho más
que ofrecerle a las agencias y productoras
a la hora de crear una pieza publicitaria.
Así como   Tarantino en sus films, noso-
tros también podemos crear la rítmica, el
mood y la dinámica de un comercial antes
de que sea   filmado, influyendo en su
desenvolvimiento y mensaje.
Alejo Sendra
Productor de música, compositor,
director creativo
Adsound
-¿De que trabajás?
- Soy músico, compositor
- Guauu!! ¿Como Brahms?
- mmm…hago cosas más comerciales
-¿Cómo qué?
- comerciales
(Diálogo entre Mark y Juno, extraído del
film “Juno”)
Juno es una comedia dramática, un drama
cómico o, lo que para mi debería llamar-
se: “el estilo de películas que hablan de la
vida común, de personas comunes, a las
que les pasan cosas comunes, que podrían
suceder en cualquier lugar del planeta”.
El personaje principal es una chica de 16
años, de clase media, que queda embara-
zada de Bleeker, su amigo del colegio. A
pesar de sus dudas, Juno decide tener al
bebé para luego darlo en adopción.
A partir de ese momento se muestran la
alegría, el miedo, la esperanza, la tristeza y
hasta la ironía que sienten los personajes
por lo que está sucediendo, todo con-
tado desde una perspectiva adolescente
aunque nunca descomprometida, y sobre
todo, con gran ternura y humor.
La música está compuesta por un set de
canciones folk, country y pop de diversos
artistas, elegidas para la película. Y si bien
no fue hecha especialmente para el film,
cada uno de estos temas fue escogido
pensando en las sensaciones y emocio-
Photomonteleone.com
nes que transmite Juno, y en los distintos
momentos que viven los personajes.
Encajan perfectamente con el film y son,
para mí, la música que escucharía Juno.
Las canciones son simples y tiernas; tris-
tes y alegres al mismo tiempo. Tienen
esperanza y resignación. Son un problema
con ganas de resolverse y convertirse en
historia con el correr del tiempo.
En Juno la música no juega un papel muy
importante en cuanto a marcar la acción
o los movimientos en escena. Sí, en cam-
bio, hace foco en reforzar sensaciones
y emociones. Está totalmente en sincro
con los sentimientos de la película, sen-
sibilizando al espectador de manera que
esté más receptivo a entender lo que el
film propone.
Asimismo, la música en es un tema en sí
dentro de la trama: a los personajes les
gusta mucho la música, tocan la guitarra
y componen, incluso uno de ellos es un
compositor de jingles.
En la última escena suena la última canción
del film, similar a las que suenan durante
toda la película, pero esta vez se ve que está
siendo tocada por Juno y Bleeker, que recién
están aprendiendo a tocar. Y lo hacen de una
manera simple, tierna y alegre.
Con algo de melancolía y de aceptación
para seguir adelante.
Y da la sensación de que todas las can-
ciones de la película podrían haber sido
escritas por estos personajes, ya de gran-
des, al recordar lo que les pasó.
Daniel Verdino
Director general
ANG Music
Cuando voy al cine a ver una pelicula,
desde que tengo uso de memoria, siem-
pre centro mi atención en la música más
que en las imágenes. Como si fueran
éstas las que acompañan a la música y
no al revés.
Hoy podría decir que es un defecto pro-
fesional, pero cuando empecé a notar
que lo hacía aún no me dedicaba a la
música publicitaria por lo que deduzco
que mi profesión ya estaba determinada
en mis genes.
El punto es que viendo las peliculas de
esta manera aprendi a admirar a com-
positores como Ennio Morricone, autor
de la musica de peliculas como La misión
y Cinema Paradiso o Nino Rota, creador
por ejemplo del tema de El Padrino, y a
muchos otros, por supuesto.
Es de imaginar entonces, si esta sensación
causa en mi una banda de sonido normal,
el impacto que me produce una película
cuya música a veces hasta supera a las
imágenes en el objetivo de llegar al cora-
zón del espectador con la historia que
se cuenta. Y esto sucede para mi con la
musica de La lista de Schindler.
Su autor, otro monstruo de la música de
peliculas, es John Williams, el de Tiburon,
La guerra de las galaxias y E.T., entre
muchas otras.
En La lista de Schindler sucede algo
muy interesante y que me gusta mucho
como recurso en el cine: la música es
un leit-motiv, o sea un tema musical
que se repite constantemente durante
la pelicula apoyando los momentos de
mayor importancia y que suele aparecer
en varias versiones diferentes a lo largo
del film.
En La lista, los primeros veinte minutos
transcurren sin nada de música, hasta que
el tema entra por primera vez y empieza
a robarse la pelicula. A través de una
banda sencilla e intimista, Wlliams nos va
introduciendo lentamente en la historia
y estimulando la emotividad. Y en esta
música hay un elemento importantísimo
que obviamente no está puesto al azar:
ese tema no sería lo que es sino fuera
por el violin que, maravillosamente inter-
pretado y con total acierto, parece llorar
en lugar de sonar.
En definitiva, todo un conjunto de ele-
mentos pensados, programados y ensa-
yados con muchisima anticipación. Así se
ganan cinco premios Oscar.
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