Unos soldados franceses emasculan o matan a un espaol que no se puede
defender, de una manera salvaje. La escena es tremendamente cruel: como si de ganado sacrificado y dispuesto a ser troceada su carne, unos soldados tratan de mutilar a un ciudadano cortndolo en canal. Es un esperpento, no se sabe si rer o llorar. Esta escena seguramente no la vio el pintor, pero la brutalidad y la muerte espoleaban su imaginacin.
Las figuras aparecen lejos del espectador, que contempla los
acontecimientos descritos, y se incorporan a una accin ms amplia y gloriosa, un hecho histrico. Goya procede de manera inversa: acerca considerablemente al espectador, que ya no est distante de los acontecimientos, que ya no contempla una gran panormica, sino que est casi metido en ellos. Y no slo ha variado la distancia entre las figuras y el espectador, tambin stas se han acercado entre s: hay lucha cuerpo a cuerpo, verdugos y ejecutores estn tan prximos a sus vctimas, que casi forman el mismo cuerpo: los verdugos no son sino la prolongacin de las vctimas. La muerte est cerca, literalmente cerca del hombre que a ella se enfrenta y que a ella sucumbe. La muerte no es un acontecimiento distante y retricamente entrevisto: es un acontecimiento prximo que no afecta al hombre, sino a unos hombres, cuyo herosmo no es sino supervivencia, exasperacin y barbarie. El momento de morir viene al primer plano y la ejecucin no es la simple desgracia que se ven obligados a hacer otros hombres, es el exceso mismo de la crueldad en que todos, en cuanto universo de sus acciones, se ven implicados. Al igual que suceda en Los Caprichos, ahora con mayor intensidad, tambin con mayor libertad y habilidad, el artista recurre a la disposicin espacial y al contraste lumnico para alcanzar el nfasis trgico, la sublimidad trgica. Espacio y luz crean un mundo especfico, dominio del terror, de medida no humana, como de medida inhumana, en su extremada crueldad, son los asuntos que aqu aparecen. Y todo ello es lo que hace que sus obras sean tan actuales, que se acerquen a nuestra sensibilidad: esta violencia, este mundo infernal es, sin embargo, violencia e infierno de los hombres.