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Aunque son muy altos los objetivos tericos de la educacin, en la prctica parecen
menos altruistas. Si bien, se supone que la educacin debera contribuir con el
desarrollo pleno de las potencialidades humanas, en la realidad encontramos una
institucin educativa que tiene un programa que cumplir con los estudiantes,
independientemente de sus individualidades. Vindolo bien, es difcil que fuera de otra
forma, es decir, si no hay un mnimo de uniformidad, es imposible pensar en una
institucin como la escuela.
Es un mal insalvable, y frente a l, todas las inicativas para tratar de hacer surgir lo
mejor de cada individuo no deberan ser postergadas.
Se pide que el estudiante sea crtico, emprenda anlisis sobre problemas sutiles y
opine sobre ellos. Pero lo pricipal es llenar de conceptos al estudiante, hacerle repetir
los sistemas tericos cannicos y permitirle, cuando mucho, algunas derivaciones
ms o menos cannicas y previsibles. Casi siempre el estudiante termina siendo un
constatador de la presencia de X en la obra de Y segn la teora de Z, al menos
segn el summum de su elaboracin terico metodolgica, es decir, la tesis.
Eso lo podemos leer en una antologas de sus ensayos y discursos, titulada Teora
potica y esttica, donde adems nos aclara que aplicando la "limpieza de la situacin
verbal", apartndose de categoras hechas, podra discernir, orientado por su
sensibilidad y su intelecto, ciertas verdades por s mismo, toda vez que
Acaso el objetivo ms honesto que puede plantearse el humanista ante sus pares o
sus discpulos es contribuir con el desarrollo del pensamiento humanista en los otros,
no de convencerle de que la teora que l ha aprendido, y de la cual propone una
variacin, es la que todos deben seguir.
Abogo por ms lugar para el ensayo, para que se promueva la creacin de conceptos
y categoras propios, para que se dialogue desde la ctedra democrticamente, no
con la verdad en la mano. Abogo porque el estudiante quiera y se empee en
descubrir sus verdades, con el profesor como apoyo y testigo privilegiado de tales
hallazgos. Abogo por el crecimiento personal e intelectual del que aprende, no por su
capacidad de repetir y constatar la presencia de X en Y, para comodidad del profesor.
Quiero que el estudiante descubra y nombre por s mismo la vigsima novena letra del
alfabeto.
Omacel Espinoza
Profesor de literatura de la UNEFM