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Hombre de descomunal tamao, terriblemente feo, sucio y desgreado. Vive en los montes.

Le falta una pierna de la rodilla para abajo y l la ha reemplazado con un tarro de guadua,
tarro que a la vez le sirve de letrina. Cuando est lleno de inmundicias lo derrama en algn
sembrado y all nace la gusanera y las plagas todas; las cosechas se malogran y los daos
son incontables.

Su presencia por los campos es pestilente y se considera como el anuncio de la calamidad,


muerte e inundaciones. Segn las regiones aparece como deidad masculina o femenina. Sus
gritos macabros o sus carcajadas histricas son

escuchados en los socavones de las minas y en las hondonadas de los riachuelos, sobre todo
en las noches lluviosas oscuras y tenebrosas. Su presencia es anunciada con el aullido de
los perros, el movimiento de los rboles huracanados y el rozar intenso de la hojarasca. El
Patetarro predice inundaciones, crecidas de los ros, devastacin de las cosechas y es el
anuncio de malos presagios.

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