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Introducción:
En esta lección estamos estudiando algunos de los principios básicos de la oración, tales como, que es
la oración, la importancia en la vida de Jesús de la oración, y varias formas de orar. La oración es una
de las puertas que liberan el poder de Dios en la vida de los creyentes.
Romper el Hielo:
Pedir, o escoger a alguien que testifique de algún milagro en respuesta a la oración
Pregunte a sus discípulos Cuál es la hora que prefieren orar, en la mañana, noche u otra hora.
I. LA DEFINICIÓN DE ORACIÓN
A. La oración es comunión con Dios. Esta es la definición más básica de la oración; orar es hablar
con Dios, pero es más que una mera conversación. En la Biblia la oración es descrita como:
(Pida a sus discípulos que lean los diferentes pasajes, y escoja cuales leer este consiente del tiempo)
1. Invocar el nombre del Señor: Génesis 12:8
2. Clamar a Dios: Salmos 27:7; 34:6
3. Acercarse de Dios: Salmos 73:28; Hebreos 10:22
4. Esperar en Dios: Salmos 5:3
5. Levantar el alma: Salmos 25:1
6. Alzar el corazón: Lamentaciones 3:41
7. Derramar el corazón: Salmos 62:8
8. Derramar el alma: 1 Samuel 1:15
9. Clamar a los Cielos: 2 Crónicas 32:20
10. Implorar al Señor: Éxodo 32:11
11. Buscar a Dios: Job 8:5
12. Buscar el rostro del Señor: Salmos 27:8
13. Implorar: Job 8:5; Jeremías 36:7
A. La oración era una disciplina en la vida del Señor Jesús. Jesús tenía un estilo de vida en la cual
la oración era central en todo lo que hacía, podemos decir que el no hacía nada sin primero
orar. Veamos varias de las forma que Jesús practico la oración:
¿Qué papel tiene la oración en la toma de decisiones en sus vidas? ¿Orar antes de
decidir busca a Dios en oración, lo hace después que tomo la decisión?
Principio Bíblico: El discípulo de Jesús siempre debe orar antes de cualquier decisión
importante, aun cuando ha pasado por el mismo problema o circunstancia.
Aplicación:
Llevar a los discípulos a hacer un compromiso con la oración, haciéndola una disciplina de sus
vidas. Tener un tiempo diario de oración, acompañado de la lectura y meditación.
Desafiar a los discípulos a hacer central en sus vidas la comunión con nuestro Padre, para
tener dirección en todos los asuntos de la vida.