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TEMA:

CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDADANÍA EN EL PERÚ

TITULO:

CONSTRUIR CIUDADANÍA PARA EL PROCESO DE

DESCENTRALIZACIÓN

SEUDÓNIMO:

“La Capullana”

CATEGORÍA:

“B”

1
Un agradecimiento muy especial a mis
compañeros de trabajo que me han
motivado a mejorar mi trabajo, a Walter
Abramonte por el apoyo y las largas tertulias
escuchando mis inicialmente confusas ideas,
… A mi madre por apoyarme siempre!!!

2
INTRODUCCIÓN

El proceso de descentralización iniciado el año 2002, y consolidado con la

elección de Presidentes Regionales, Consejos Regionales y apertura de espacios

de concertación Estado - Sociedad Civil, está planteando a los ciudadanos

peruanos nuevos retos:

- Como la recomposición de las redes sociales –bastante débiles- y de

cambio de modos de pensamiento y acción en el entorno político actual;

además,

- Siendo una propuesta de cambio estructural del Estado, todas las políticas

del mismo, deberían contar con una visión de integralidad, dejando de lado

la costumbre de visiones sectoriales y cortoplacistas, dándole viabilidad y

sostenibilidad a futuro al proceso.

Esto, se alcanzará en la medida que la formación educativa, cultural, y del entorno

tanto social como familiar respondan a valores encumbrados constitucionalmente,

como la democracia, la promoción de la integración nacional, el respeto de la

pluralidad, igualdad y la participación ciudadana.

El presente trabajo no pretende constituirse en una receta mágica, pretende hacer

algunas precisiones conceptuales que ayuden a marcar un hilo conductor lógico

que permita en principio, remarcar los puntos sobre los cuales deben converger

todo nuestro sistema estatal en pos de la persecución de un fin común que deriva

en la mejora de las condiciones y calidad de vida de los peruanos y peruanas;

pretende brindar algunos alcances respecto a los posibles modelos que ayuden a

superar nuestros conflictos históricos y marcados por la pluralidad e

interculturalidad de .nuestro territorio.

3
Y es que resulta una conclusión importante del presente texto la de la necesidad

de contar con una visión conjunta y consensuada de país y una orientación de las

políticas públicas hacia la consecución de ese fin, entendernos como partes

constituyentes de un “todo” es el primer paso para ser artífices de nuestro

desarrollo.

Espero contribuir este trabajo se constituya en un aporte para el debate en miras

de la consolidación del proceso descentralista.

4
CONSTRUIR CIUDADANÍA PARA EL PROCESO DE DESCENTRALIZACIÓN

El proceso de descentralización en el que el Perú se encuentra inmerso, intenta

consolidar el sistema democrático1 una expresión latente de esta característica

es la apertura de espacios de encuentro entre Sociedad Civil y Estado, pese a la

serie de dificultades que ha encontrado en cuanto a plasmar su lógica

democrática en el marco normativo de los mismos, y a la no obtención de una

respuesta sustantiva por parte de quienes constituyen Sociedad Civil. El reto

consiste en replantear el espacio público, haciéndolo depender de la constitución de actores

capaces de desarrollar formas de organización y recursos estratégicos que les permitan ser

incluidos en procesos de negociación y construcción de proyectos hegemónicos.

En este contexto, Sociedad Civil, y Estado, enfrentan problemas y limitaciones

distintas y complementarias, y deberán ser asumirse y resolverse en miras a la

viabilidad y sostenibilidad del proceso, marcando una dinámica de sinergia y no de

confrontación, hacia la construcción y consolidación de una real democracia.

En un proceso para consolidar la democracia, resulta necesario preguntarnos y

consensuar en torno al significado de aquello que pretendemos consolidar.

El concepto de democracia que manejaremos en el presente ensayo responde al

tácitamente asumido en el proceso iniciado como el de derecho reconocido al

individuo y a las colectividades de ser actores de su propia historia; conteniendo

además un fin práctico de respuesta inmediata a las necesidades, intentando con

esto reducir los índices de ausencia del Estado, y de exclusión de muchas

colectividades –contenido y expresado en la Ley de Bases de la

Descentralización2, con el principio de subsidiariedad y en la participación

ciudadana promovida desde el Estado, en los procesos de planeamiento

1
Pag 13 “Concertando la Descentralización. Balance y diseño normativo” Walter Alejos Calderón/ Johnny
Zas Friz Burga. Fondo Editorial del Congreso. 2005
2
Ley 27783 Ley de Bases para la Descentralización Artículo 4 inciso f.

5
concertado del desarrollo y en los de Presupuesto Participativo que se han

instalado en el actual proceso y que ponen en manifiesto las debilidades de las

organizaciones sociales en materia de institucionalidad, pero también la voluntad

política de un cambio en la forma de relacionamiento Estado Sociedad Civil3.

Siendo este el concepto asumido, es necesario posicionarnos en alguna de las tantas

definiciones que se le ha dado a “Sociedad Civil”.

El concepto de Sociedad Civil emerge en la historia como ruptura con un poder

absoluto y es expresión de la pluralidad, la diversidad y la diferencia en las sociedades.

Tradicionalmente, Sociedad Civil es entendida como un conjunto de

organizaciones sociopolíticas que junto con el Estado están bajo el imperio de la

ley y que se encuentran fundidas en una serie de acuerdos voluntarios entre estos

agentes autónomos y la esfera pública, en donde los agentes debaten cuestiones

de interés público y se comprometen a asumir actividades. Gil de la Torre dice:

“se caracteriza a esta realidad como el espacio social y las instituciones que se

encuentran, en mayor o menor grado, fuera del estado, ambas instancias se

ubican en un lugar distinto respecto al centro del poder y son diversas en cuanto a

las funciones que desempeñan”4.

Parece ser que en sociedades como la nuestra, donde no existe un sistema de

partidos políticos que responda a las necesidades de representación de los

electores, se erige la Sociedad Civil como una alternativa en el quehacer político.

Sociedad Civil debe ser entendida como una forma de consciencia colectiva

que se extiende más amplia y profundamente, pudiendo incluir varias

organizaciones de un mismo territorio con diferentes intereses, sosteniéndose

3
Esta Voluntad política es cuestionada por Grompone en el artículo “¿Y si pudiera empezar de nuevo? Notas
sobre participación de la sociedad civil en el proceso de descentralización” Romeo Grompone. Publicado en
“El proceso de Regionalización en el Perú: realidades y desafíos” CEDEP Junio 2005
4
“La Sociedad Civil, sus relaciones con el Estado y la democracia” Nelson Villarreal Durán

6
sobre valores generalizados como los derechos humanos y la solidaridad. Es

imperioso que esta Sociedad Civil se expanda incluyendo a los marginados, y que

además asuma una serie de compromisos trascendentales.

Ahora bien, siendo esta la definición sobre la cual vamos a trabajar la

construcción de ciudadanía, es decir, siendo el tipo de Sociedad Civil que se

requiere para la consolidación de una democracia, planteamos que la formación

de “ciudadanos críticos”5- es el modelo que responde a las necesidades de la

realidad peruana- , y es que dependiendo del sistema político que se pretenda

asumir, los ciudadanos requerirán en mayor o en menor proporción ciertos valores

básicos, que les permitirán un performance útil al sistema en el que actúa.

Y es que la fundación de nuevas relaciones Estado -Sociedad Civil, requiere de

nuevos sujetos cívicos, críticos y motivados moralmente a participar en los

asuntos públicos comunitarios, lo que supone una ruptura de la matriz de la

ciudadanía dominante6

Dentro de los Estados, son los sistemas educativos, los llamados a inculcar a los

niños de determinado orden polítco esta serie de valores básicos que le brinden

sostenibilidad a lo emprendido. Esto es, que la construcción de la ciudadanía se

resume en la configuración de competencias y virtudes éticas, cívicas y sociales

que se espera que la educación contribuya a formar al ciudadano esperado.7

Por tanto es oportuno, graficar los diversos modelos de ciudadanía que –en forma

didáctica-, explica Consuelo Gimenos y Argentina Henríquez en su artículo,

denominado “Hacia una conceptualización de ciudadanía crítica y su formación”:

5
“Hacía una conceptualización de ciudadanía crítica y su formación” Consuelo Gimenos y Argentina
Henríquez
6
“La Construcción de la Ciudadanía en el Siglo XXI” Mercedes Oraison y otros. Marzo 2005.
7
“La Construcción de la Ciudadanía en el Siglo XXI” Mercedes Oraison y otros. Marzo 2005.

7
Ciudadanía Dimensiones que enfatizan

Ciudadanía Global Ciudadanos del mundo, respeto y valoración de la


diversidad, equidad, responsabilidad, Sostenibilidad

Ciudadanía Crítica Compromiso por construir una sociedad más justa.


Reconstrucción social.
Conjugar estrategias de oposición con otras de
construcción de un orden social

Ciudadanía Sentido de pertenencia a una Comunidad;


responsable compromiso social. Responsabilidad social

Diálogo entre culturas; respeto a las diferencias,


Ciudadanía intercultural reconociendo las diferencias que no son respetables;
comprender otras culturas para comprender la
propia

Ciudadanía Respeto a la diversidad y derechos colectivos


diferenciada

Ciudadanía paritaria “feminizar “ el espacio público; superar los prejuicios


de grupo

Ciudadanía ambiental Desarrollo sostenible

Ciudadanía Justicia social: derechos y deberes sociales para


democrática y social todos; luchar contra la exclusión; igualdad de
oportunidades y equidad

Ciudadanía Derechos colectivos, Solidaridad y respeto


multicultural

¿POR QUÉ ELEGIR EL MODELO DE “CIUDADANÍA CRÍTICA”?

La ciudadanía critica es un proceso en construcción permanente de derechos y

responsabilidades personales puestas en ejercicio en proyectos colectivos de

bien común, construidos desde la diferencia y el conflicto, con el respeto a la

diferencia, en nuestras sociedades desiguales e injustamente divididas. Una

ciudadanía inclusiva de la diferencia y denunciadora de cualquier tipo de

exclusión. Fundamentada en la justicia y la equidad, pero sin olvidar la libertad.

Fortalecedora de la identidad propia y abierta al diálogo con las otras

8
identidades y culturas. Defensora de los derechos humanos no como

formulación legal, sino como horizonte de humanización para las personas, los

grupos, los pueblos y el planeta.

Sostenida por el compromiso y la responsabilidad social en la transformación de

la realidad y gestadora de un poder compartido y ejercido desde la lógica del

servicio y no desde la concentración y centralización.

Para poder argumentar las razones por las que planteamos que el modelo de

“Ciudadanía crítica” es la ideal respuesta a nuestras necesidades –variadas a raíz

del nuevo proceso democratizador-, es necesario tener en cuenta algunos de los

análisis que a la participación ciudadana en los espacios aperturados por el

proceso de Descentralización se han formulado.

El identificar las principales limitaciones a la eficacia y eficiencia en los espacios

de participación y encuentro Sociedad Civil- Estado, podría brindarnos algunos

argumentos de la necesidad de una ciudadanía inclusiva y producto de una serie

de conflictos, al respecto, Romeo Grompone, señala:: “...El Informe de la

Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, tanto como los contados

estudios sobre los conflictos recientes en distritos rurales, llaman la atención

sobre la presencia abrumadora de enfrentamientos al interior de las comunidades

(…) Ocurre que en condiciones de pobreza o de extrema pobreza la disputa por la

asignación de los contados fondos que asigna el Estado (…) termina siendo tema

de álgida competencia…”8 Por tanto, es necesario tener en cuenta que en la

diversidad social que se encuentra en el Perú, aún persisten problemas fuertes de

exclusión y conflicto

8
“¿Y si pudiera empezar de nuevo? Notas sobre participación de la sociedad civil en el proceso de
descentralización” Romeo Grompone. Publicado en “El proceso de Regionalización en el Perú: realidades y
desafíos” CEDEP Junio 2005

9
Aparecen además otras señales de exclusión e indiferencia al conocerse por los

resultados del trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional9,

que denuncia la desaparición de cerca de 70 000 mil peruanos durante la lucha

armada sostenida por el Estado peruano contra Sendero Luminoso (SL) y el

Movimiento Revolucionario Túpac Amarú (MRTA), no denunciada por los

peruanos no afectados directamente por el conflicto, y mantenido en silencio

cómplice y excluyente durante demasiado tiempo, sin encontrar –una vez

denunciado- un reclamo de justicia y reparación por la totalidad de peruanos no

involucrados en el conflicto.

Es por esto, que se requiere una nueva cultura de relacionamiento y concertación

entre Estado y sociedad que promueva la inclusión y no siga produciendo

exclusión masiva. La percepción del Estado ausente ha generado la necesidad de

la participación ciudadana en la construcción de las políticas públicas, y ello debe

verse como favorable y no sólo como negativo posibilitando un mayor

compromiso de la gente para una sociedad más justa en diversidad.

Es en este clima de conflictos, de exclusión y desigualdad en las que nuestras

sociedades en distintos niveles se encuentran inmersas, marcada por nuestras

actitudes cotidianas de rechazo a lo nuestro, de intolerancia con lo distinto;

nuestro sistema está planteando cambios estructurales en pos de la consolidación de

la democracia, el desarrollo y la reducción de la pobreza que se sostiene la

necesidad de formar ciudadanos críticos que denuncie la exclusión, con actitudes

inclusivas, tolerantes y respetuosas de las diferencias y defensores de los derechos

humanos como valor supremo de la sociedad de la que somos parte integrante.

9
www.aprodeh.org.pe.

10
¿QUÉ VALORES DEBE TENER UN CIUDADANO CRÍTICO?

Agnes Heller (1989), al hablar de la ética ciudadana y de las virtudes cívicas,

señala como fundamentales:

• La tolerancia, que acoge todas las distintas formas de entender la vida,

pero que tiene su límite en lo que pueda ser opresión para algunos seres

humanos

• La valentía cívica que impulsa a la defensa de las causas y valores en las que

uno/a cree.

• La solidaridad que incluye la hermandad, el apoyo mutuo y la cooperación

• La aplicación de juicio justo las virtudes intelectuales que incluyen la

“fronesis” o prudencia para aplicar la ley y la racionalidad discursiva sobre

la corrección o la justicia de las instituciones, las leyes o los acuerdos

Cortina (1996) señala además dos elementos de la ética que nos parecen muy

necesarios para la educación en ciudadanía crítica: la formación del carácter que

permite la “toma de decisiones prudentes” y el respeto a los DDHH.

Para la participación significativa se necesita también, de la formación en los

procedimientos de la participación: la deliberación y en la toma de decisiones en

lo que les afecta y en el funcionamiento general de la sociedad. Es necesario

entonces formar en:

• el debate riguroso

• la discusión abierta y racional

• la reflexión serena

• la argumentación de los principios que se aportan y de las propuestas que se elaboran

11
Asimismo todo lo indispensable para la deliberación y la elección: el acceso y

manejo de la información a tiempo, la formación para gobernar y autogobernarse,

utilizando los mejores medios y procedimientos.

¿CÓMO LOGRARLO?

La ciudadanía crítica, como ya lo hemos dichos, al igual que cualquier otro modelo de

ciudadanía que pretendamos impulsar, tiene relación con el modelo de sociedad y en este caso

de democracia que queremos en ella. Es importante recordar que nos referimos a una

democracia entendida como libertad política de las y los ciudadanos para participar en los

asuntos públicos, para tomar parte en las decisiones comunes. Pero la democracia se extiende

también a los distintos ámbitos de la vida social. Una democracia inclusiva que reconoce la

plena ciudadanía de todos los seres humanos, sea cual sea su condición de nacimiento, el

grupo étnico al que pertenezca, su ideología, sus creencias religiosas o la falta de ellas, el

género, etc. Una democracia que ofrece los cauces reales de participación para que todos

puedan intervenir. Que posibilita el control de la gestión e involucra a los ciudadanos en la

acción. Y que asegura la distribución de los bienes y por tanto el desarrollo en equidad.

Es para esto necesario vincular educación- sociedad – democracia y la educación

en la acción: aprender haciendo. Esto es, democracia entendida como cultura,

como modo de vida, forma de ser de los ciudadanos y ciudadanas.

En el actual sistema educativo peruano, resulta complicado plantear estos nuevos

retos formativos a la actual escuela peruana, guiada por un Ministerio de

Educación que no actúa como parte de un “todo”, por políticas públicas aún no

unificadas, tal vez por la carencia de una visión integral del país –no sectorizada-,

o tal vez por la poca credibilidad en el proceso, en la reforma. Y es que la única

12
manifestación de fortalecer este proceso democratizador se pone en manifiesto

en el Plan Nacional de Educación para todos cuya republicación data de febrero

del 2004 y que se plantea como visión la de: “…al desarrollo de valores y

actitudes orientados a la construcción de una sociedad democrática, solidaria,

inclusiva, próspera, tolerante y forjadora de una cultura de paz que afirme la

identidad nacional, …” introduciendo conceptos de democracia, participación,

interculturalidad, libertad… sin que hasta el momento se efectivicen en

planteamientos específicos que varíen el tipo de formación que nuestros futuros

ciudadanos vienen recibiendo, o que pretenda capacitar y evaluar a los

educadores desde la perspectiva de dinamización del proceso de

descentralización. A esto, se añade el desconocimiento de los avances o siquiera

del inicio del proceso emprendido a poco más de tres años de emprendido, siendo

el porcentaje de peruanos conocedores de los avances del mismo y de lo que

éste formula es bajísimo y con la inacción del Concejo Nacional de

Descentralización al respecto.

En Piura, en encuesta recientemente aplicada por el Centro de Investigación y

Promoción del Campesinado (CIPCA)10, -en el proceso electoral de abril de este

año-, un porcentaje de cerca del 20% de la población señalaban conocer los

avances del proceso, porcentaje que se reducía ante el pedido de puntualizar

alguno de estos avances.

Ante este panorama, es imperativo un rol más dinámico del Consejo Nacional de

Descentralización y la integración de las políticas estatales en pos del

fortalecimiento y la sostenibilidad de este proceso, con planteamientos puntuales

que ayuden a la efectivización de las voluntades y pactos documentales que aún

10
www.cipca.org.pe. Encuesta publicada el 01 de abril del 2006

13
no se traducen en acciones concretas. Por esto, resulta preocupante que hasta el

momento las escuelas no respondan a los retos planteados en el proceso de

Descentralización a la Sociedad Civil, es decir que no se trabaje en base a un

sistema ideal –ya formulado- y a las necesidades formativas de los ciudadanos y

ciudadanas.

LOS RETOS PLANTEADOS POR EL PROCESO DE DESCENTRALIZACIÓN

El proceso de descentralización iniciado el año 2002, está planteando la

reconstrucción de la esfera pública, lo que depende de que se constituyan actores

sociales capaces de desarrollar formas de organización y recursos estratégicos

que les permitan ser incluidos en procesos de negociación y construcción de

proyectos hegemónicos. Las nuevas formas de asociativismo encuentra aquí la

movilización de la Sociedad Civil organizada en torno a sus demandas

ciudadanas.

Luis Thaís Díaz, Presidente del Consejo Nacional de Descentralización, lo define

como “… un proceso de democratización del Estado combinando la democracia

representativa con la democracia participativa. Se ha incorporado a la Sociedad

Civil en niveles de decisión de los gobiernos regionales y locales, así como

creado instancias de concertación, coordinación y participación como son los

Consejos de Coordinación Regional y local. La participación ciudadana es hoy un

mandato imperativo para las autoridades regionales y locales…”11

La participación de las organizaciones y líderes sociales en el diseño de planes de

desarrollo concertados y participativos y en otras instancias de concertación,

viene generando un clima de corresponsabilidad que brinda la posibilidad de

11
“ EL PROCESO DE REGIONALIZACIÓN EN EL PERÚ. REALIDADES Y DESAFÍOS”. El proceso de
Descentralización en el Perú: Un balance Preliminar. Luis Thaís Díaz. Junio del 2005

14
sumar esfuerzos y recursos para emprender con éxito los proyectos de desarrollo,

además del poder canalizar los conflictos por la vía del diálogo y concertación,

creando condiciones para la gestión del desarrollo en escenarios de

gobernabilidad regional y local. Es un intento de contribuir a que la ciudadanía

vuelva a creer en que el Estado puede estar a su servicio, que la democracia

puede ser efectiva y cotidiana, y que la política vale la pena.12

Lo fundamental de esta reforma, es haber abierto los canales de participación,

para construir una visión compartida de futuro que logre el desarrollo sostenido de

las circunscripciones territoriales, orientando las inversiones de los recursos con

los que cuentan13. Estos canales se encuentran comprendidos en los procesos de

planificación concertada en los niveles regional, provincial y distrital; en la

elaboración de presupuestos participativos, las Mesas de Lucha contra la Pobreza

–a pesar que sus funciones no se encuentran bien delimitadas, son los

representantes de Sociedad Civil en el Acuerdo Nacional-, así como otros

múltiples espacios en los diversos sectores de gobierno; lo que ha ocasionado

algunas colisiones de competencias, así como una creciente necesidad

articuladora entre los diversos sectores de gobierno, así como entre los mismos

actores de Sociedad Civil de los diversos espacios, enmarcándose no solamente

en una visión común de desarrollo, sino en esbozar ciertos caminos que permitan

arribar a los resultados esperados.

Dentro de los principales problemas relacionados a los espacios de encuentro

Sociedad Civil- Estado, destacan los siguientes:

12
“Construir instituciones: democracia, desarrollo y desigualdad en el Perú desde 1980” Capítulo III “La
Descentralización del Estado como una oportunidad para la gobernabilidad democrática” Carlos Monge
Marzo 2006.
13
Nos referíamos en párrafos anteriores a la percepción del concepto de democracia que se deducía de la
lógica del proceso de descentralización, en la intención de construir una visión común de desarrollo, lo
vemos manifestado con mayor claridad.

15
- Precariedad de conocimientos de las autoridades departamentales para

formular propuestas de política y desarrollo regional.

- Debilidad en los actores para formular y debatir propuestas en un marco de

defensa de sus propios intereses.

- Establecer una serie de acuerdos marco en las diversas regiones del país,

que, junto a una normativa favorable permita el reclamo del cumplimiento

de los acuerdos pactados.

- Institucionalidad débil que no favorece a la participación.

- Actores sociales con visiones sectoriales y fragmentadas del desarrollo, sin

capacidad propositiva a escala integral.

- Una Sociedad Civil marcada por enfrentamientos por razones de

asignación de recursos, de propiedad de tierras, etc, con un día a día de

desconfianza.

CONSTRUYENDO CIUDADANÍA CRÍTICA DESDE LA ESCUELA

Es muy difícil educar en el tipo de ciudadanía que venimos desarrollando en las

actuales escuelas. Desde estos presupuestos se recomienda que las escuelas

experimenten el autogobierno, las experiencias de escuela-ciudad y de escuelas

en comunidad, etc. Todo lo que posibilite a las y los estudiantes experimentar el

ejercicio de la autoridad, la libertad, la responsabilidad, la cooperación, la

solidaridad, los derechos y deberes, etc. Que la escuela sea democrática para

preparar la verdadera democracia con el ejemplo y la acción.

Se debe de contar con algunos conceptos a trabajar en distintas dinámicas

curriculares y con distintas estrategias, están:

16
• Convivencia, entendida como vinculación con las otras y los otros. Supone

también vinculación con un contexto próximo y todo lo que este significa

(valores, cultura propia, raíces, etc.). Esto quiere decir que trabajar la

ciudadanía es trabajar el sentido de pertenencia a una comunidad y la

propia identidad. Supone, desde el pluralismo y la tolerancia, colaborar al

desarrollo del propio grupo y tomar nuestras opciones en relación a los

otros y las otras.

• Sentido comunitario, entendido como la posibilidad de desarrollar los

valores que buscan el bien común, lo colectivo. Desarrolla valores como

responsabilidad, solidaridad, lealtad, etc. Presupone lo que ha llamado

convivencia y que desarrollamos en el punto anterior.

• Gobernabilidad democrática para fortalecer la sociedad civil. A su base

está la concertación que incluye una construcción permanente de los

distintos sujetos sociales y que se refleja en una mayor eficacia y en la

legitimidad en la gestión de lo público. Incluye la crítica, la defensa, la

propuesta, la actuación o ejecución y la rendición de cuentas.

• La democracia que implica su estudio histórico y conocer y valorar sus

principios, así como el conocimiento del sistema formal y legal de la

democracia. Pero sobre todo practicarla en los distintos espacios

cotidianos: justicia, igualdad, libertad social, política, jurídica, y la inclusión

de cualquier persona al margen de su situación social, militancia política,

credo religioso, sexo, color, etc. Un conocimiento que lleva al compromiso

transformador, desde las propias actitudes y desde una dimensión crítica.

• Los Derechos Humanos, trabajarlos como referencia de una ética y un

comportamiento democrático.

17
CONCLUSIONES

• El proceso de descentralización, intenta consolidar el sistema

democrático, esto es, replantear el espacio público, haciéndolo depender

de la constitución de actores capaces de desarrollar formas de

organización y recursos estratégicos que les permitan ser incluidos en

procesos de negociación y construcción de proyectos hegemónicos.

• En un proceso para consolidar la democracia, resulta necesario

preguntarnos y consensuar en torno al significado de aquello que

pretendemos consolidar. El concepto de democracia que manejaremos en

el presente ensayo responde al tácitamente asumido en el proceso iniciado

como el de derecho reconocido al individuo y a las colectividades de ser

actores de su propia historia.

• En sociedades como la nuestra, donde además de no existir un sistema de

partidos políticos que responda a las necesidades de representación de los

electores; contamos con la ausencia de un Plan Nacional que permita

consensuar y orientar nuestras políticas a fines comunes, así como el

problema de una visión sectorizada y cortoplacista de lo público; se erige la

Sociedad Civil como una alternativa en el quehacer político. Sociedad Civil

debe ser entendida como una forma de consciencia colectiva sostenida

sobre valores generalizados como los derechos humanos y la solidaridad.

• Dependiendo del sistema político que se pretenda asumir, los ciudadanos

requerirán en mayor o en menor proporción ciertos valores básicos, que les

permitirán un performance útil al sistema en el que actúa.

• La fundación de nuevas relaciones Estado -Sociedad Civil, requiere de

nuevos sujetos cívicos, críticos y motivados moralmente a participar en los

18
asuntos públicos comunitarios, lo que supone una ruptura de la matriz de la

ciudadanía dominante

• La ciudadanía crítica resulta la ideal para el país, desde nuestra

perspectiva, constituyéndose en un proceso en construcción permanente

de derechos y responsabilidades personales puestas en ejercicio en

proyectos colectivos de bien común, construidos desde la diferencia y

el conflicto, con el respeto a la diferencia, en nuestras sociedades

desiguales e injustamente divididas. Una ciudadanía inclusiva de la

diferencia y denunciadora de cualquier tipo de exclusión.

Fundamentada en la justicia y la equidad, pero sin olvidar la libertad.

Fortalecedora de la identidad propia y abierta al diálogo con las otras

identidades y culturas.

• La única manifestación de fortalecer este proceso democratizador se pone

en manifiesto en el Plan Nacional de Educación que introduce conceptos

de democracia, participación, interculturalidad, libertad… sin que hasta el

momento se efectivicen en planteamientos específicos que varíen el tipo de

formación que nuestros futuros ciudadanos vienen recibiendo, o que

pretenda capacitar y evaluar a los educadores desde la perspectiva de

dinamización del proceso de descentralización.

• Se recomienda que las escuelas experimenten el autogobierno, las

experiencias de escuela-ciudad y de escuelas en comunidad, etc. Todo lo

que posibilite a las y los estudiantes experimentar el ejercicio de la

autoridad, la libertad, la responsabilidad, la cooperación, la solidaridad, los

derechos y deberes, etc. Que la escuela sea democrática para preparar la

verdadera democracia con el ejemplo y la acción.

19
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11. RALPH KETCHARN “La ciudadanía y el buen gobierno democrático”


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13. www.aprodeh.org.pe

20
14. CUADERNOS DE MARCHA DE MONTEVIDEO URUGUAY FEBRERO
2000 Nelson Villarreal Durand “La Sociedad Civil, sus relaciones con el
Estado y la democracia”

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