Empezar evocando un relato, probablemente conocido
por el lector.Cuenta Cicern
en sus Disputaciones Tusculanas que, llegado Pitgoras a la ciudad de Fliunte en la Arglida, regin del Peloponeso, tuvo ocasin de conversar sobre diversas cuestiones con el gobernante local Leonte, o Len, segn las traducciones, quien, estupefacto ante el saber de su interlocutor, vino a preguntarle indirectamente cul era su oficio. El viajero habra respondido que no era experto en nada particular, sino que era filsofo.