El Dios a quien le oramos es el Seor de todas las cosas.

Sus
pensamientos no son pequeos, ni sus propsitos superficiales. l
est en control de todas las cosas, y no hay nada que l no pueda
hacer. Tenemos un Dios que puede sacar un corazn de piedra y
poner un corazn de carne (Ezequiel 36:26). l puede tomar una
mente contaminada y llenarla con lo que es puro y amoroso (Fil
4:8). l puede perdonar nuestros pecados y olvidarlos (Hebreos
8:12).

l puede fortalecer al dbil, llevar ms alto al fuerte, humillar al

orgulloso y exaltar al humilde. Puede usar las cosas tontas del
mundo para avergonzar al sabio. Puede hacer que un humilde
pesebre se convierta en una puerta de salvacin eterna para todos
los hombres. Puede tomar una cruz espantosa y convertirla en una
saeta que apunte al cielo. Hace que los primeros sean los ltimos,
que los pobres sean ricos, y que los inteligentes se frustren. Y en
todo eso, Dios no comete ni puede cometer errores, ni hace cosas
con malicia ni con faltas de visin. l es perfecto, y su voluntad es
buena, completamente perfecta. Nuestra falta de total
comprensin de Dios es raz de nuestro uso superficial de la
oracin.