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EsTuDIO BECCAR VARELA MEMORANDUM Sefiores ABROLINEAS ARGENTINAS S.A, At Dr. Manuel A. Alvarez. Trongé Ref: “Reserva de cabotaje”, Alcance del art. 97 del Cédigo Aerondutico de la Repiblica Argentina Nos solicitan Ustedes nuestra opinién legal acerca de la interpretacién de la denomina- da "Reserva de cabotaje” contenida y regulada en los arts. 97 y siguientes del Codigo Ae- rondutico Argentino ("CAA"); mas precisamente, sobre el alcance del concepto “empresa aérea extranjera” contenido en aquel precepto asf como respecto de la vigencia, validez y aleance de las normas reglamentarias del articulo 99 del CAA. Segiin Ustedes nos han informado, la consulta se origina con motivo de la audiencia piiblica que fue convocada por la Administracién Nacional de Aviacién Civil ~en los térmi- nos de los arts. 102, 108 y 128 de CAA, del Reglamento de Audiencias Piiblicas aprobado por el Dec. 1172/2003 y de la Res. MT 485/2016'-, a ser realizada el 27 de diciembre de 2016 con el objeto de tratar diferentes solicitudes de rutas de cabotaje por parte de em- presas aerocomerciales que no habfan operado dicho tipo de rutas con anterioridad. A tales efectos, caben las siguientes consideraciones: 1, ELMARCO NORMATIVO APLICABLE 4.1, ELREGIMEN DEL CAA La prestacién de servicios de transporte aerocomercial dentro del territorio de la Repiblica Argentina se encuentra regulada en el Capftulo Il ("Servicios de Transporte + La Resolucin aprobs el régimen de Audiencia Pablica para la consideracién de solicitudes de autorizacion y concesién de servicios de transporte aéreo previsto en los Articulos 102 y 129 del Cédigo Aerondutico conte nnido en la presente resolucign y sus respectivos anexos (IF-2016-03783617-APN-MTR, (F-2016-03783731- APN-MTR), Estupio BECCAR VARELA Aéreo Interno”) del CCA. Este iiltimo fue aprobado mediante el dec.-ley 17.285, del 17 de mayo 1967. Enel art. 97 del CAA se dispone, en cuanto al tema que nos ocupa, que: “la explotacién de servicios de transporte aéreo interno serd realizada por personas fisicas 0 sociedades comerciales que se ajusten a las prescripciones de este cédigo. Las sociedades mixtas y las empresas del Estado quedan sujetas a dichas normas en cuanto les sean aplicables”. Y arenglén seguido se agrega, en cuanto ahora importa, que: [Jas empresas aéreas extranjeras no podrén tomar pasajeros, carga o correspon- dencia en la Reptiblica Argentina, para su transporte a otro punto del pats. Sin embargo, el Poder Ejecutivo por motivos de interés general, podré autorizar a dichas empresas a realizar tales servicios bajo condicién de reciprocidad”. Si nel CAA no define qué debe entenderse por “empresas aéreas extranjeras’, en el art. 99 del CCA se establece que: “{lJos sociedades se constituirén en cualquiera de las formas que autoricen las leyes, condicionadas en particular a las siguientes exigencias: 1) El domicilio de la empresa debe estar en la Reptiblica; 2) El control y la direccién de la empresa deben estar en manos de personas con domicilio real en la Reptiblica; 3) Sise trata de una sociedad de personas, la mitad mas uno por lo menos de los socios deben ser argentinos con domicilio en la Repiiblica y poseer ta mayorfa del capital social; 4) Sise trata de una sociedad de capitales, la mayoria de las acciones, a ta cual corresponda ta mayoria de votos computables, deberdn ser nominales y pertenecer en propiedad a argentinos con domicilio real en la Reptblica. La transferencia de estas acciones sélo podriin efectuarse con autorizacién del directorio, el cual comunicaré a la autoridad aerondutica, dentro de los ocho dias de producida Ia transferencia, los deta- Hes de la autorizacién acordada; 5) El presidente del directorio o consejo de administracién, los gerentes y por lo ‘menos dos tercios de los directores o administradores deberdn ser argentinos”. Estupbio BECCAR VARELA 1.2. LA INTERPRETACION OTORGADA POR EL. PODER EJECUTIVO NACIONAL AL INCISO 4 DEL ARTICULO 99 DEL CAA Mediante el art. 1 del Decreto 52/94, del 19 de enero de 1994 ~emitido en los términos del entonces art. 86, inc. 2, de la Constitucién Nacional; esto es, como regla- mentario del art. 99, inc. 4, del CAA-, se aclaré que: “Ia previsién del art. 99, inc. 4 del Cédigo Aerondutico... comprende a las personas {fisicas y jurtdicas argentinas, con domicilio real en la Repiiblica”. En los considerandos de la norma se sefialé que: “tal hermenéutica resulta consistente con lo dispuesto por el art. 2, inc. 4, de la Ley de Inversiones extranjeras (to. Dto. 1853/93), que define a Ia empresa local de capital na- cional, y con las disposiciones de la Ley de Sociedades Comerciales N. 19.550". A.su vez, por medio del Decreto 204/00, del 3 de marzo de 2000, dictado con invo- cacién de las facultades reglamentarias conferidas al Poder Ejecutivo Nacional por los Incisos 1 y 2 del art. 99 de la Constitucién Nacional, se dispuso la suspensién de la aplicacién del Decreto 52/94 por el término de ciento ochenta (180) dias hdbiles ad- ministrativos a contar del dia siguiente a su publicacién?, sin perjuicio de la validez de los actos cumplidos hasta entonces en virtud de dicha norma? Dicha suspensién fue prorrogada, primero, invocdndose, también, las competencias atribuidas por los incisos 1 y 2 del articulo 99 de la Constitucién Nacional, a través del Decreto 1113/00, del 27 de noviernbre de 2000, por el término de trescientos sesenta ¥y cinco (365) dfas habites administrativos* y, luego, mediante el Decreto 1654/2002 ~emitido en los términos del art. 99, inc. 32, de la Constitucién Nacional; 0 sea, como reglamento de necesidad y urgencia ("DNU"}é-, desde la fecha de vencimiento de la suspensién anterior y hasta el vencimiento del término establecido en su art 1%; esto es, por el plazo de vigencia de la ley 25.561”. En este diltimo sentido cabe recordar que mediante la ley 25.561 ~sancionada el 6 de enero de 2002-, fue declarada la emer- gencia publica en materia social, econémica, administrativa, financiera y cambiaria hasta el 31 de diciembre de 2004. Dicha declaracién de emergencia piblica -a la que, 2 Art 18, Dec, 204/00. 3 Art. 22, Dec, 204/00, 4 Art 12, Dec. 1113/00, Art 11, Dec. 1654/02, ‘Por el DNU fue declarado el estado de emergencia del transporte aerocomercial que se desarrolla en todo el twrritorio dela Naci6n Argentina por operadores nacionales sujetos a la competencia de la autoridad nacional, por el plazo de vigencia dela Ley N# 25.561. 7 Art 11, Dec. 1654/02. EsTupio BECCAR VARELA como vimos, esta sujeta la prérroga de la suspensién dispuesta mediante el Decreto 204/00-, fue prorrogada, a su vez, en sucesivas ocasiones; en tiltima ocasién, median- tela ley 27.200, hasta el 31 de diciembre de 2017. Por iiltimo, mediante el Decreto 1012/06 -por el que fue declarada la continuidad del estado de emergencia del transporte aerocomercial?~, y con invocacién de las fa~ cultades reglamentarias atribuidas por los incisos 1 y 2 del art{culo 99 de la Constitu- cidn Nacional y de las delegadas por la ley 25.561- se dispuso el restablecimiento de la vigencia del Decreto 52/941, 2, SOBRE LA VIGENCIA Y LEGITIMIDAD DE LAS NORMAS APLICABLES AL CASO Efectuada la resefia que antecede, en lo que sigue nos abocaremos al andlisis de su vigencia y legitimidad de las normas reglamentarias resefiadas. Para ello nos deten- dremos en el andlisis (i) primero, de la vigencia actual del referido Decreto 52/94 frente a las suspensiones dispuestas mediante los Decretos 204/00, 1113/00 y 1654/02, y (li) segundo, de la legitimidad del Decreto 52/94, a fin de determinar si éste contiene una valida reglamentacién del art. 99, inc. 4, del CCA. 2.1, SOBRELA VIGENCIA DE LA REGLAMENTACION CONTENIDA EN EL DECRETO 52/94 En relacién a la vigencia, 0 no, de la reglamentacién contenida en el art. 1 del Decreto 52/94, a nuestro modo de ver puede entenderse que aquélla se encuentra actualmente vigente, En tal sentido cabe sefialar que, tal como lo ha venido entendiendo el Poder Ejecutivo, la cuestién regulada a través del art, 1° del Decreto 52/94 -esto es, la de- terminacién del alcance del término “argentinos", contenido en el art, 99, inc. 4°, del CCA-, se encuentra entre aquella susceptible de ser reglamentada e interpretada por aquél con arreglo a la atribucién conferida en el art. 99, inc. 28, de la Constitucién Na- cional. De allf que, segtin nuestro criterio, el Poder Ejecutivo Nacional también pudo: suspender y restablecer su vigencia mediante reglamentos de igual jerarquia. A tal punto es ello asf que, como lo vimos, tanto el Decreto 204/00 -por medio del cual fue suspendida en primer término la vigencia del Decreto 52/94-, como el Decreto 8 art. 18 ley 27.200. 4 Art. 1%, Dec. 1012/06. "Art 10, Dec. 1012/06. EstTupio BECCAR VARELA 1012/06 -por el que se dispuso posteriormente el restablecimiento de su vigencia-, fueron emitidos con fundamento en la competencia reglamentaria atribuida al Poder Ejecutivo Nacional por el inc. 2? del art. 99 de la Constitucién Nacional. Lo dicho no se altera por a circunstancia de que la segunda suspensién del Decreto 52/94 haya sido dispuesta a través de un reglamento de necesidad y urgencia a saber, el Decreto 1654/02-, pues, tal como lo sefialamos més arriba, la emisién de una norma de esta jerarquia encontré su razén de ser en el hecho de que mediante dicho dispositive fue declarado el estado de emergencia del transporte aerocomercial que se desarrollaba en el territorio nacional y, a la par, se adopté y delegé en el Poder Ejecutivo diversas medidas y atribuciones de emergencia, cuya emisién no podta sino ser objeto de una norma de rango legal. En este sentido, cuadra avertir que los plante- 0s a los que dio lugar el citado Decreto 1654/02 -que motivaron la declaracién de inconstitucionalidad por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nacién-, no ron- daron en torno al art. 11 de dicho decreto sino, en cambio, a aquellos otros art{culos del decreto que contenian disposiciones de naturaleza legislativa'?. 2.2, SOBRELA LEGITIMIDAD ¥ ALCANCE DEL REGIMEN DEL DECRETO 52/94 Tal como lo resefiamos mas arriba, mediante el Decreto 52/94 fue reglamen- tado el art. 99, inc. 4, del CAA, disponiéndose que: “en las sociedades comerciales de capitales que realicen la explotacién de servicios de transporte aéreo interno, la mayorfa de las acciones, a la cual corresponda la mayoria de votos computables, deberén ser nominales y pertenecer en propiedad a argentinos con domicilio real en Ia Repiblica Argentina, comprende a las personas fisicas y juridi- cas argentinas, con domicilio real en la Reptiblica”. Ahora bien, de acuerdo con el entonces vigente art, 86, inc. 28, de la Constitu- cién Nacional -actual art. 99, inc, 22-, el Presidente de la Nacién tiene la atribucién de “expedir las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la efecucién de las leyes de la Nacién, cuidando de no alterar su espiritu con excepciones reglamentarias", Al respecto, debe tenerse en cuenta que la jurisprudencia de la Corte Suprema ha afirmado que la potestad reglamentaria habilita para establecer condiciones 0 re- quisitos, limitaciones 0 distinciones que, aun cuando no hayan sido contempladas por el egislador de una manera expresa, si se ajustan al espfritu de la norma reglamenta- Fallos: 338:1048. EsTupio BECCAR VARELA da o sirven, razonablemente, a la finalidad esencial que ella persigue, son parte inte- ‘grante de la ley reglamentada y tienen la misma validez y eficacia que ésta® Asimismo, también hay que tener presente que tanto la jurisprudencia de ta Corte Suprema como la doctrina ius publicista mas prestigiosa han reconocido que dentro de la competencia del Poder Ejecutiva Nacional para dictar reglamentos de ejecucién al amparo del actual inciso 2 del articulo 99 de la Constitucién Nacional se encuentra, también, la de interpretar los términos de la ley reglamentada dentro de los limites impuestos por la citada disposicién constitucional’ Sentadas tales premisas, en lo que al caso respecta, el andlisis de legitimidad del Decreto 52/94 exigirfa determinar si, al reglamentar la disposicién contenida en el inc. 4° del art. 99 del CCA -mas precisamente, la locucién referida a que las acciones deberdn pertenecer “en propiedad a argentinos, con domicitio real en la Reptiblica”, alli contenida-, pudo validamente el Poder Ejecutivo Nacional disponer que el término “argentinos con domicitio real en la Reptiblica” se referta no sélo a las personas fisicas sino, también, a las personas juridicas. Desde ya anticipamos que la cuestién dista de ser clara, Un importante doctrinario de derecho aerondutico, quien ademas integr6 la Comisién Redactora del CAA, ha sefialado -bien que con bastante anterioridad al dic- tado del Decreto 52/94- que “se acumulan en el Cédigo la exigencia del domicilio de la entidad y de sus integrantes y la nacionalidad de éstos y de quienes gobiernan la socie- dad, a cuyo efecto se establece siempre el requisito de una posicién mayoritaria de ar- gentinos domiciliados en el pats", agregando luego que "Ia ley recurre, como medio de asegurar la efectividad de sus exigencias, a las condiciones personales de los integrantes dirigentes de las sociedades, criterio acertado, ya que, por tratarse de personas jurfai- cas integradas por seres humanos, las condiciones de los mismos les imprimen sus cuali- dades en aspectos fundamentales"™, Como puede observarse, segtin esta autorizada opinién, cuando la norma en anilisis se refiere a “argentinas” -0 sea a la “nacionalidad” del sujeto- parecerfa estar » Fallos: 337:149 y sus citas 1 Fallos: 241:384 y 311:290; entre otros. En doctrina, véase, por ejemplo, LINARES, JUAN FRANCISCO, Derecho Administrativo, Astrea, Bs, AS. 1986, p. 68; VILLEGAS BASAVILBASO, BENJAMIN, Derecho Adminis- trativo, Vol. I, TEA, Bs. As. 1949, p. 270; GONZALEZ CALDERON, JUAN ALFREDO, Derecho Constitucional, ‘Tomo il, Lajouane & Cia, Bs. As. 1931, p. 372. 1 VipELA ESCALADA, FEDERICO N; Derecho Aerondutico, Tomo III, Victor P. de Zavalia Editor, Buenos, Aires, 1973, p.573/4. EsTupIO BECCAR VARELA refiriéndose, exclusivamente, a personas fisicas, lo que excluiria a las personas juridi- cas se domicilien, o no, en la Republica. No obstante, cabe recordar que desde antiguo la Corte Suprema de Justicia de la Nacién ha seguido la pauta hermenéutica conforme a la cual no corresponde distin- guir allf donde la ley no distingue®S. Por ende, en la medida en que la norma bajo andli- sis se limita a hacer referencia a la propiedad de “argentinos con domictlio real en la Reptiblica” -sin realizar diferenciacién alguna sobre el caracter fis ico 0 juridico de los, sujetos comprendidos-, a la Juz de aquel criterio hermenéutico como principio no habrfa motivo para distinguir, a los exclusivos fines de aquél precepto, entre personas fisicas y juridicas en la medida en que ambas se encuentren domiciliadas en el pais. Ello asi, maxime cuando, como también lo ha resuelto el maximo tribunal federal en un antiguo precedente, el principio de la nacionalidad puede ser predicado, también, respecto de las sociedades comerciales tomando en consideracién su lugar de consti- tuciénis, Esta tltima consideracién serfa coherente con lo afirmado en los consideran- dos del Decreto 52/94 en el sentido que extender la calidad de "argentinos con domici- lio real en la Repiiblica’ a las personas juridicas “resulta consistente ...con las dispost ciones de la Ley de Sociedades Comerciales N° 19.550", Ahora bien, lo cierto es que, més alld de la afirmada consistencia respecto de la Ley General de Sociedades, de los Decretos 52/94; 204/2000; 1654/2002 y 1012/2006, surge que el criterio adoptado por el Poder Ejecutivo para determinar la “nacionalidad” de las personas juridicas explotadoras de servicios de transporte aéreo no es el contenido en la referida legislacién societaria sino que es el recogido por el articulo 2, inciso 4 de la Ley de Inversiones Extranjeras N° 21.382 que difiere respecto de aquel, 19 Fallos: 338:134 16 Fallos: 165:14. © Decreto 52/94, tercer considerando. Cabe recordar que el articulo 118° de la Ley General de Sociedades adopta e! criterio del “lugar de constitucin” para determinar la ley que rige la existencia y formas de la enti- ‘dad y, paralelamente, exige a la sociedad constituida en el extranjero fjar un domicilio en la Repiblica para poder realizar actividad habitual en el pais, A su vez, el articulo 124° dispone que la sociedad constituida en el cextranjero que tenga su sede ea la Republica osu principal objeto esté destinado a cumplirse en la misma, sera ‘considerada como sociedad local a los efectos del cumplimiento de las formalidades de constitucién 0 de su reforma y contralor de funcionamiento. 1 Ver, en este sentido, Decreto 52/94, tercer considerando; Decreto 204/2000, primer considerando; Decreto 1654/2002, vigésimo tercer considerando y Decreto 1012/2006, vigésimo quinto considerando; respectiva- mente. 197:567; 336-044; 333.7: + 203:19; entre otros. Esrupio BECCAR VARELA Al respecto, sefialamos que, en principio, no puede ser cuestionado que el Po- der Ejecutivo Nacional haya recurrido a la referida ley de inversiones extranjeras para integrar los conceptos contenidos en el inciso 4 del artfculo 99 del CAA, toda vez que esta tltima norma puede ser considerada una disposicién regulatoria de la inversién extranjera en materia de servicios de transporte aerocomercial, algo que resultaba usual en la época del dictado del CAA ante la ausencia de una ley general de inversio- nes extranjeras!®, Afirmado lo anterior, sefialamos que en la Ley de Inversiones Extranjeras se distingue entre las siguientes categorfas de empresas: 0 Locales de capitales nacionales, es decir, aquellas domiciliadas en el territorio de la Repiblica, en las cuales personas fisicas o juridicas también domiciliadas en él, sean propietarias directa o indirecta- mente de no menos del 51 % del capital y cuenten directa o indirec- tamente con la cantidad de votos necesarios para prevalecer en las asambleas de accionistas 0 reuniones de socios**; wo Locales dle capital extranjero, es decir, aquellas domiciliadas en el territorio de la Reptiblica Argentina, en las cuales personas fisicas 0 juri -as domiciliadas fuera de él, sean propietarias directa o in rectamente de mas del 49% del capital o cuenten directa o indirec- tamente con la cantidad de votos necesarios para prevalecer en las, asambleas de accionistas o reuniones de socios® De las dos categorias de empresas reguladas por la ley 21.382, la reglamenta- cin del CAA que estamos analizando consideré que, tratindose de sociedades de ca- pitales, el recaudo de “argentinos con domicilio real en la Republica” se definia por re- misién a la categoria de empresa “local de capital nacional’, que ~segin la conceptua- lizacién legal- permite que quien resulte propietario -directo o indirecto- de no menos del 51% del capital y cuente, directa o indirectamente, con la cantidad de votos nece- sarios para prevalecer en las asambleas de acciones de una sociedad domiciliada en el pafs, sea tanto una persona fisica como una persona juridica, exigiéndose, en ambos casos, que tengan domicitio en la Republica, 49 En este sentido, en las épocas en las que fue sancionadi el CAA, ante la ausencta de una ley general de inver- siones extranjeras,existian regulaciones sectoriales de la inversién extranjera en campos tales como segur0s ¥ reaseguros (ley 12.988); obras pablicas (ley 18.875) y bancos (ley 10.061). 2 Ley 21.382, aticulo 2, inciso $ 2 Ley 21.382, artfculo 2, inciso 3 sf, si bien como ya lo adelantamos, en el CCA no se define a la “empresa aérea extranjera’, de la interpretacién a contrario sensu de los recaudos establecidos en el inciso 4 del art. 99 del CCA segiin su reglamentacién por el Decreto 52/94 se infiere que, traténdose de sociedades de capital, son aquellas donde la mayoria de sus accio- nes -a la cual pertenezca la mayorfa de los votos (51%)-, no pertenecen en propiedad a personas fisicas o juridicas domiciliadas en Argentina, La circunstancia que, a los fines de determinar la “nacionalidad” de los accio- nistas mayoritarios de la sociedad explotadora, resulten de aplicacién los parémetros requeridos por la Ley de Inversiones Extranjeras para calificar a una empresa como local de capital nacional aparecerta, prima facie, como congruente con el recaudo esta- blecido en el inciso 2 del articulo 99 del CAA -no reglamentado por el Poder Ejecutivo Nacional- que exige que el “contro!” de la empresa esté en manos de “personas?? con lio real en la Republica’, No obstante, surge de los propios considerandos de los Decretos 204/2000 y 1654/2002 que, en esta materia, la condicién de nacionalidad esta directamente vin culada a conceptos tales como propiedad sustancial y control efectivo, entre otros. Si bien éstos se tratan de conceptos propios de la regulacién internacional det transporte aerocomercial y que, en la actualidad existe una tendencia hacia su libera- lizactén?s, no puede dejar de sefialarse que el doctrinario integrante de la Comisién de Redaccién del CAA al que hemos hecho referencia anteriormente, ha manifestado que el criterio adoptado, al respecto, por el CAA ha sido uno estricto que atiende al contro! o propiedad efectiva del capital la empresa explotadora por parte de personas fisicas**. El apuntado criterio resultarfa, en parte, andlogo al concepto de “contro!” que contiene el articulo 33° de la Ley General de Sociedades -sancionada con posteriori- dad al CAA- que dispone lo siguiente: “Se consideran sociedades controladas aquellas en que otra sociedad, en forma directa 0 por intermedio de otra sociedad a su vez controlada: 2 De mode similar a lo que seftalamos respecto del término “argentinos” contenido en el inciso 4 de articulo 99 del CAA, en término “personas”, en principio y por similares motivos al supuesto anterior, también podria ser interpretado como comprensivo de persotias fisicas o jurfdicas, 2 Bxigencia que el inciso 2 también extiende ala “direccién” de la empresa 2 Decreto 204/2000, segundo considerando y Decreto 1654/2002, vigésimo cuarto considerando, respecti- vamente. s Véase, al respecto, hutp://worweicao.int/Meetings/atcont6/Documents/WorkingPapers/A'TCont.6WP.059.2SP.pdfsearch=propi edad 20sustancial * Conf. VIDELA ESCALADA, FEDERICO N; Derecho Aerondutico, tomo y op cits; p. 502 y 573. Esrupio BEccAR VARELA 1) Posea participacién, por cualquier titulo, que otorgue los votos necesarios pa- ra formar la voluntad social en las reuniones sociales o asambleas ordinarias; 2) Ejerza una influencia dominante como consecuencia de acciones, cuotas 0 partes de interés posefdas, 0 por los especiales vinculas existentes entre las sociedades.” Asi, y desde un punto de vista estrictamente jurfdico, no puede descartarse una posible interpretacién que sostenga que la exigencia del control por parte de "per- sonas con domicilio real en la Repiiblica” contenida en el inciso 2 del articulo 99 del CAA se refiere a los recaudos de propiedad sustancial y control efectivo antes relatados que, segtin el criterio de los redactores del CAA, supone determinar quien, de modo final y efectivo, titulariza la propiedad mayoritaria de la empresa y ejerce sobre ésta su efectivo control, En tal caso, tal interpretacién, tendrfa més que razonable virtualidad para afectar la validez de la reglamentacién efectuada por el Decreto 52/94 y sus normas complementarias puesto que exigirfa un grado de control que excederfa el que surge de la Ley de Inversiones Extranjeras al que remite el referido Decreto. De asf ocurrir, el Poder Ejecutivo Nacional slo podrfa eludir la restriccién mediante el recurso a la excepcién contemplada en el segundo parrafo del articulo 97 del CAA -motivos de interés general y condicién de reciprocidad- 0 bien, mediante la aplicacién de algin tratado internacional ~de rango superior al CAA- que, por via de clausula de “trato nacional” u otro mecanismo andlogo- permitiese equiparar ala em- presa extranjera con la nacional. 3. CONCLUSIONES En funcin de lo expuesto hasta aqué podemos concluir que: 1) Ala luz de la normativa vigente y aplicable al caso ~esto es, los arts. 97 y 99 del CCA y el Decreto 52/94 y concordantes-, una sociedad comercial puede explo- tar el servicio piiblico de transporte aéreo de cabotaje cuando retina los si- guientes recaudos: a) Tener domicilio en la Repiblica Argentina®”; 2 Art 99, ine. 1,CCA Estupto BECcAR VARI b) Su control y direccién deben estar en manos de personas con domicilio real en la Repiblica®s; ©) Sise trata de una sociedad de personas, la mitad més uno por lo menos de los socios deben ser argentinos con domicilio en la Repii y poser la mayorfa del capital social; d) Sise trata de una sociedad de capitales, la mayoria de las acciones, a la cual corresponda la mayorfa de votos computables, deberan ser nominales y pertenecer en propiedad a argentinos, ya sean personas fisicas o jurfdi- cas*, con domicilio real en la Repiiblica®?, En este punto, segtin lo dispuesto por el Decreto 52/94, en tanto remite a las disposiciones de la Ley de Inversiones Extranjeras, deberd entenderse que la sociedad propietaria de la mayorfa accionaria es “argentina” tinica- mente cuando revista la calidad de "empresa local de capital nacional” - esto es, empresa domiciliada en el pafs y en la cual personas fisicas o jurf- dicas también domiciliadas en él, sean propietarias directa o indirecta- mente de no menos del 51 % del capital y cuenten directa 0 indirectamen- te con la cantidad de votos necesarios para prevalecer en las asambleas de accionistas 0 reuniones de socios. 2) A contrario sensu, una “empresa drea extranjera’ ~es decir, la que no puede tomar pasajeros, carga o correspondencia en la Republica Argentina, para su transporte a otro punto del pais- seria aquella que, traténdose de sociedades de capital, 1a mayorfa de sus acciones ~a la cual pertenezca la mayorfa de los votos (51%)-, no pertenecen en propiedad a personas fisicas o juridicas domi- ciliadas en Argentina, 3) La cuestién relativa al ajuste del régimen establecido con motivo del Decreto 52/94 respecto de las prescripciones del CAA dista de ser clara, aunque hay ar- gumentos juridicos razonables para sostener, como principio, la validez del re- ferido régimen. 4) No obstante, desde un punto de vista estrictamente juridico, no puede descar- tarse una posible interpretacién que sostenga que la exigencia del contro! por 29 Art 99, ine. 2,CCA, ® Art 99, ine.3, CCA 2 Art. 1, Dec. 52/94. 38 Act 99, ne. 4, CCA, A Esrupio Beccar VARELA parte de “personas con domicilio real en ta Repiiblica" contenida en el inciso 2 del articulo 99 del CAA se refiere a los recaudos de propiedad sustancial y control efectivo que, segiin el criterio de los redactores del CAA, supone determinar quien, de modo final y efectivo, titulariza la propiedad mayoritaria de la empre- say ejerce sobre ésta su efectivo control. En tal caso, tal interpretacién, tendria mas que razonable virtualidad para afec- tar la validez de la reglamentacién efectuada por el Decreto 52/94 y sus normas complementarias puesto que exigiria un grado de control que excederia el que surge de la Ley de Inversiones Extranjeras al que remite el referido Decreto. De asi acurtir, el Poder Ejecutivo Nacional s6lo podria eludir la restriecién me- diante el recurso a la excepcién contemplada en el segundo parrafo del articulo 97 del CAA -motivos de interés general y condicién de reciprocidad- 0 bien, me- diante la aplicacién de algiin tratado internacional ~de rango superior al CAA- que, por via de clausula de “trato nacional” u otro mecanismo anélogo- permi- tiese equiparar a la empresa extranjera con la nacional. Quedamos a su disposicién para atender cualquier consulta adicional respecto de las cues- tiones aqui tratadas. Atentamente, RP Aguilar Valdez Ciudad Autonoma de Buenos Aires, 22 de diciembre de 2016

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