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cE TEMBETA € IDENTIDAD EN TIWANARU: GVIDENCIAS DESDE PARITI Jédu Sagémnaga* 3 SCIENTIA connor ientjfca- UMA. Email sagmar@megalinkcam Resumen Se hace una revision de fuentes hist ricas, etnogréficas y arqueotégicas en re- lacién a (05 botones labiales de esta parte del continente. En base a los efemplares conocidas ¥y las diversas representaciones de los imismos, especialmente en vasijas an- tropomorfas de ta coleecién de Partt, se pretende demostrar que, ademés de adornos, los mismos fueron simbolo de estatus, masculinidad e identidad étnica en Tiwanaku, Abstract A review of historical, ethnographic and archaeological sources in relation to the lip plugs of this part of the continent is presented. On the basis of the known cases and the diverse representations of lip plugs, especially the anthropomorphic vessels of the collection of Part its then argued that, in addition to omaments, lip plugs were symbol of status, masculinity and ethnic identity in Tivanaky. InrRopuccidn Se denomina tembetd al botén o disco labial que se introduce un poco més abajo del labio inferior 0 un poco por encima del superior, practicando un orificio con tal fin. Ha racibido distintas denominaciones a través del tiempo y el ‘espacio, dada su aparicién en distintas partes del orbe. En castellano se reco- nocen términos tales como “bezote", “barbote’, “botoque", “labret, “berbe- ra y "tembeta™, este dtimo proviene del guarani y significaria algo asi como “piedra del labio” (*tembe"= labio, "ta" En cuanto a la morfologia de la tem beta, Iribarren ensaya una clasificacién incluyendo los siguientes tipos: Clavija, cilindro, cilindra con aletas, letra T in: vertida, y discoidal con aletas. La forma mas comin enelAltiplanoesaquella que consta de un cilindra que se expande en 3 Alnanos ater acentian org [pita sso Gerber) Pores ara hinquan elgue se abla en aval {Srrtoro bola, efere Te scentuacion prosédien dela pendkma soba Asi mismo, a dicha palabra algunos enteceden ‘Genera mssculnoyotos femenina Siguiendo 3 ordanskcldyottos,nosates prefermos Segundo, dos aletas ligeramente curveadas hac afuera en uno de sus extremos, aungu: recién hemos estudiado un par de espe cimenes en forma de T invertida Ala llegada de los espafioles y po: tugueses, diversos grupos del orienta de Sud América alin mantenian su uso, y = etnogratia de los siglos XIX y XX abund: ‘en descripciones y hasta fotografias qu: revelan su amplio uso en esa ragién. Dz hecho los portugueses llamaron “bote- cudos” (de “botoque”) a diversos grupos indigenas que vivian desce el sur de! ac tual estado brasilefio de Bahia hasta norte de Espirito Santo y la regién de valle del rio Doce Lo que no se sabia, hasta la obten: cién de significatives datos arqueols gicos, era que algunas culturas andinas lo habian incorporado en su registro cultural en la época precolombina. Uns de ellas es la llamada E! Molle’, pusb alfarero del norte chileno que, durante fase Il, usé este adoro labial. El hecho dde que el primar acercamiento de los eu ropeos con el objeto se habria producic: fen el oriente sudamericano, llevé 2 festudiosas a suponer que aste tenia un prigen amazénico o chaquefio. Lo que en el presente caso nos it resa discutir, e5 que en el area centro- sur andina durante el Horizonte Medic el uso de la tembeta’ fue ampliament: difundido y que debié adquiririmportar cia superlativa en el sistema social. LAS REFERENCIAS ETTOGRAFICAS DE Le TEMBETA EN EL. S. 3. El dato etnografico resulta plete: de referencias sobre este adorno, a que acd no pretendemos una revisie exhaustiva al respecto. Mencionemo por ejemplo, a D'Orbigny quien en su sita al Chaco (marzo de 2828) coment 7 ¥ las que, se supone derivan de lla, Dig Lloleey Bat, enlae que tambsen se evi tl uso dela tembeta En el catalogo del Hotel Bolivar 75), encontremos que le otoe chime: Saran costae ye rea tn vaca modo de ventas, ya sea cos Te ple i dato resulta extra, dado au tee eee eae 0 con el cacique Bernardo, bas y otras cuatro indios de Describe primero las as que portaban, y afade: mas, una abertura tranever se del labio inferior, y de esa alia un tronquito de madera, 1s pulgadas de largo, sosteni ode a boca por un pedazo mas recido a la parte superior de TT invertidal. Como el agu: sal se agranda de continuo, gados a cambiar a menudo el = madera, que es enorme en los mas viejos. Tal aspecto extra- vvalié, en la época de los pri- jioles, el nombre de fenguas ronguite semeja una lengua. se comprende hasta qué stiramiento de los labios en nsversal debe desfigurarlos. ansaba de mirerlos.”" Resulta ‘ferentcia del origen del nom- habrian recibido los tobas de Na he encontrado confirma: pecto, a excepcién de una pe- =encién a los *indios lengua” del enun portal cibernético® misma época el pintor ger- chan Moritz Rugendas (a802- 2smé en el lienzo la imagen de cudo, con grandes orejeras y f =Pial, que -por su interés acd lo ndio botocudo (dibujo Meriez Rugendas) apy 2007. 257-298 En su obra de 2884 sobre “El Colegio franciscano de Tarja y sus misiones", Alejandro M. Corrado Quaracchi habria escrito sobre los chiriguanos indicande que *..el adorno especial y que los dis: tingue de todas las demés naciones del Chaco, es el que ellos aman tembeta y que consiste en una especie de botén, que les luce en medio del labio inferior. Horadan éste desde niiose introducien do en el orificio unas cafvelas o tarugui- lls sucesivamente siempre mayores, lo agrandan hasta el punto de caber en él una pieza redonda de 2 @ 3 cm. de did- metro, Es de madera o estafio; en el centro lleva de ordinario engastada una piedrecita verde o algin tiesto azul yen la trasera dos ores por les cuales que- da sujets a la parte interna de! labio. De este dije, que feamente los desfigura, van ellos mas orqullosos que un cabe- llero con su condecoracién”, Llaman la atencién algunas de sus aserciones. Por ejemplo, la designacién de la tembeta, como un elemento que distinguiria a los chiriguanos de “otras naciones" del Chaco, sin especificar qué "otras nacio- nes” él habria conocide en esa regidn aparenternente homogénea en époces posteriores. También resulta importante la descripcién de un tipo de tembeta de “estafio’ con engastes de color verde 0 azul, tal como observamos en dos pie- 22s del Museo Nacional de Arqueclogia ubicado en La Paz (MNALP) (véase figs. 35 Y 16). Por ditimo, el hecho de que la tembeta haga sentir orgulloso a su po: seedor, es muy signifcativo, Puede ha- ber conferido estatus de valiente (dado que la hotadacién era dolorosa), pero también pudo haber sido simbala de pertenencia un grupo. Ya en el s. XX, Nordenskiold, sefala que “los hombres chiriguanos llevan en el labio inferior horadado un adorno de metal o madera, la llamada tembeté, en la que estén engastadas con cera piedras © cuentas de vidrio azules", Del texto se desprenden dos cosas interesantes Primero que su uso se restringia a los varones, Io cual también parece haber sucedido en Tiwanaku como veremos mas adelante. Segundo, llama la aten. cidn Ia descripcidn y e! dibujo que inclu: ye el etnélogo sueco (Fig. 2), dado que en las colecciones del MNALP, se tienen J Ghadopar Fnatio3s, Cap. 2 8 soon 532 dos botones labiales muy semejantes (arriba mencionados) que a, nuestro cri- terio, podrian estar realizados en pleta y que presentan incrustaciones de cuen- ‘tas aparentemente de sodalita. Tanto Corrado como Nordenskiald mencionan alestafio como materia prima, lo cual in- triga, dado que el autor no conoce fuen- tes de este metal en esa regién. Esto, y el hecho de que ambos textos sean tan parecidos, hace sospechar sobre la ve- racidad del dato que, ademas, Norden. skidld pudo tomar de Corrado sin mayor miramiento. Figura 2. Dibujo de Nordenskidld cuya leyenda sefala: Tembeta de estaiio ‘adommadia con cuentas de vidro. Las cuentas estan engarzadas con cera, Chiriguano, Entonces, es posible que la pieza no esté hecha en estafio, como dicen los autores, nien plomo como en otra parte se dice que estaban hechos estos sdor- nos de los quaranies? sino en plata; y que las incrustaciones no sean de vidrio, sino de la mencionada piedra semipre- ciosa. Esto supondria que los chirigua- nos no las hubiesen Fabricado sino que las hubiesen obtenido de Tierras Altas mediante intercambio y desde époce re- mata, como hemos sugerido en los an- teriores articulos en este mismo numero de. Otra probabilidad es que los autores mencionados si tengan razén, y que en época_contemporanea, los guaranies hubiesen aprendida a hacerlos siguien do modelos precolombinos altiplanicos En la definicién, ayudaria realizar una observacién clinica del aspécimen y and: lisis de laboratorior ‘A continuacién dice Nordenskidld: "Si las piedras son auténticas, es real- mente dificil canjear la tembetd de un 5 Ponce 2003 uae 40 Es probable que lapieza so halle en el seo de La Cultura del Mundo ten Gotemburse), nde se conserva la colecidn forma pet Nordenslilg la ismecqe posee nade menos que 3.390 objetes proceuenes de Bola (MU fos 2382-05) So: chiriguano. Probablemente es su amuleto del que no se atrave a desprenderse. En las viejas tumbas de la regién de los chiriguano uno encuentra piedras perforadas similares que fueron empleadas en co- llares que son de azurita™. ‘Aca también hay un par de aspectos que comentar. Apar te del deseo explicito en toda la obra de Nordenskidld por hacerse de los objetos de los indigenas, mediante canje; la negativa del poseedor, era también clara, Tal vez evidentemente se trataba de un amuleto. En tal caso, se puede colegir que el poseedar del objeto (y tal vez todo el grupo al que pertene- ce) no conozcan el simbolismo inicial del misma. Ella sucede, muchas veces, cuando alguien (0 un grupo) copia el signifi- canta, pero no el significado. Fso puede suceder cuando lun grupa adopta una pauta de otro geograficamenta distinto, pero también temporalmente diferente. En 1998 Hans Niemeyer habria sosteni do que los bezotes pueden servir como amuletos en periados posteriores y que para entonces puede haber cambiado su significado simbélico hasta convertirse, s6lo, en una reliquia’ Pero es probable que su simbolisno hhubiese sido atin mayor. Nolo sabemos, pero més adelante ensayamos algunas explicaciones en relacin a Tiwanaky. El otro aspecto se refere a la piedra que, Nordenskidld presume, era azurita, El autor no tiene referencias sobre minas de azurita en esa regién y, en cambio si, de las de Turco (Oruro). Entonces ése llevaba la materia desde esta regién? Es otro tema a investigar. Es importante seffalar que en terri torio boliviano la tembeta estuvo en uso hasta els. XXyy es muy probable que to: davia existan miembros de algunos gru: pos &tnicos de Tierras Bajas que atin los posean. Resulta ilustrativa la fotografia lograda entre fines dels. XIX y principios del xx. Nordenstild soos: 32 32 Citodo por Chestine Torres Rouff z033: 377 56 ss Figura 3. Matacos del oriente boliviano usando ‘tembetas EL OATO ARQUEOLOGICO EN REFERENCIA A TIWANAHU. Tal parece que el primer dibujo de tuna tembeta en yn wako-retrato twa nnaku, lo publicé George Squier junto a ‘otros ceramios bajo el rétulo de “jarro nes pervanios”®y que aparentemente es el mismo que aparece en el articulo de McEwan de 2004". La filiacién del ob- jeto con la cultura altiplanica es clara Podria ser, incluso, que el propio Squier la hubiese adquiride en Tiwanaku don- de permanecid cerca de una semana a mediados de 2854. Empero, el viajero norteamerican no hace ning&n comen: tario particular sobre la pieza y menos sobre el botén labial. Iribarren, a mediados del s. XX, per gefié una de las mejores monografias en tomo al objeto que nos ocupa, y docu menté el uso de este adorno especial mente entre varios grupos humanos asentados en el oriente del territorio boliviano como los de la familia arawak, 35. Se presume que sus colecclones fueron 2 pa raral Museo Bitbricoen 3031 luego de queen nique Wiliam Blackmor, nr iionerio de Solbury Figuras 4 5 Dibujo de un wako-retr Tiwanakisy fotografia del mismo ‘wpi-guarani chiriguanos, chané, chia tos, baure, tacana, etc El tema debid interesarle en mo a Iribarren y a su paso por Tiwana él mismo habria adquirido, en el arqueolégica en cuestién, una tem de piedra negra opaca®. Tambié: elautor ala descripcién de especimen= similares por parte de Max Uhle y hecho en hueso que encontrara W . Bennett en asaciacién con otro: tos de Chinipat 3 Ponce 2003: gas 4a6) deste nf Sellevad To terbetaseRaland gue = Droducige en is decade de sage, arte Epanean del Cena. de Invesige. queolégias en Twanako, cuando feta cebio vender e| objeto ee encontrar hoy en el Museo de La Sere ay ‘bern 195040 Figura 6. Dibujo de Bennett"de dversos cobjetos recuperados por el de Chiripa Encerrada en un circue roj, la ternbeta hueso, ‘Tambien del Formative procede esta tembata de cobre recuperada en el ras go 3C-4D, alrededor de un esqueleto (en une tumba), en el templete de Chisi (canton Sampaya, Prov. Maco Capac) en 1995, y en el marco del Proyecto Yaya Mama >R3C4D/T,1 Figura 7. Tembeta del Formativo, procedente de! Por su parte, Posnansky publica la fo- tografia de 24 ejemplares en la Plancha LXXYI, A. a. Las imagenes no son niti- das y por tanto muy poco se puede decir sobre las piezas excepto que la mayoria parece ser de piedra y, tal vez, dos sean de metal © aa Figura 8. ta otr fotografia, también de Posnansky, resulta un poce mas clara, Se observan dlversos objetos, donde destacan 6 tembetas. Lasllamatembetesoabieles", y ad- Vierte que "de esta clase de piezas me- ‘nudas halléronse grandes cantidades en Tihuanacu y parece que, cual hoy, ciertas tribus salvajesde los bosques del este, la usaban de adomo colocéndola en una Perforacién que se practicaba en ellabio inferior. Se encuentran de todos tama fos, formas y material. Su aplicacién se advierteenalgunos huako-retratos det pos mesorrhinosy platihinos."* Al pa recer Posnansky no estuvo muy conven ‘ido del uso de este adorno labial entre los tiwanakotas al igual que, mas tarde, Cordero Miranda quien consideraba que las tembetas eran objetos provenientes de otros pueblos de origen tropical” Empero, recuérdese que el propio Pos- nansky habla de “grandes cantidades" ue dificilmente pueden referirse a ob Jetos exéticos; y, por otra parte, debe considerarse la calidad técnica y esté tica de los objetos, por lo menos de los realizados en metales preciosos, cuya sola mencién hace improbable su origen amazénico Hay otras dos cosas que comentar Primero la referencia de que en Tina nnaku se hubiesen encontrado tembetas en grandes cantidades, lo cual es muy posiole, aunque es de notar que nues tras colecciones son, mas bien, muy po: bres, Incluso se ignora el paradere de los 2 4887 303 who a referecin completa en arctle sobre canesiones entre Tivenaku yt Tegisnleste de osAndes, eneleuartoarticuo teeste mmo numero de pequerios objetos publicados por Fos- nansky. La otra cosa es que este autor ya conocis algunos ceramios antropomer: fos em los cuales se advertia la represen- tacidn del botén labial.” ‘Al menos otros cinco ceramios tiva haku muestran el uso del batén labial uno de ellos (Fig. 7) es el que orocederia de Kalake (provincia Omasuyos) y que Cordero Miranda publica en un articulo redactado en 1953 Representa 2 un Personaje de cuerpo entero que ostenta tembeta en el abio superior. Hoy se ha- lla en el Museo Nacional de Arquesiogia de La Paz (MNALP), Figura 9. Ceramio procedente de Kalake El segundo, también de cuerpo en- tero, lo publica Ponce Sanginés quien sefiala que es “notorio el tembeta en el labio superior y que ocasioné una cistor- sién ostensible en la porcién bucal...Fue exhumada la vasija en el palacio de Khe- rnkal, en launidad de excavacién 8-4, ni vel 2, en fecha 12 de noviembre de957 Mide43 mms. de alto.Conservada en el Museo regional de Tiwanaku (MRT) con el nimero de catélogo 753/469. Existe, We De fecho, en a cade a957 ve pede oe var aigués de esenejerpiores ena Paha iE Ademds Ponce san ue Posnay sensors ropodujaun vaso rain en coarick Sisescrsque restrtsuntembetscreuaren Sabi iter 23 Sosy 220 89 by por afiadidura, un fragmento de vasija Semejante... con un tembeta en el labio superior del rostro”.* Seria, por tanto, untercer ceramio, de Kherikala, El cuarto fue exhumado por el CAT el 20 de mayo de 2958, en el pozo J-24 lado N de Kalasasaya encima de una cista tosca que contenia un crane. Es unextraordinario vaso retrato que, a de- cirde Ponce, representa la cabeza trofeo, je un adversario vencido. Lleva botén circular en el labio inferior. También se halla en el MRT. By 3005 Fa, gba: 3B7 46.3: 388 PPorceag8a! 208 22, Ponce 2003: 420 58/ ‘ La Uitime pieza en realidad no tiene la representacién de un botén labial, sino un orifcio practicado en la parte superior del labio inferior, que nos hace conjeturar que—como ocurre, por ejem- plo, en piezas moche—enlla cerdmica se introducia un tembet de otro material, para realzar su estética 0 que, simple mente, el botén de cerémica que tenia adherido, se despegd, En relacién a representaciones de tembetas en esculturas, hay que se- falar que a decir de Ponce- 9 cabezas aisladas talladas en piedra recuperadas en la excavacién del Templete semisub: terréneo de Tiwanaky, las portarian*® Lastimosamente no consigna ilustracién alguna en su publicacién. Sin embargo, aunque dudo que se trate de una de las cabezas aludidas por Ponce (especial- mente por su mayor tamafio), en el MRT se exhibe una cabeza de forma rectan gular que muestra un labret 0 botén le bial por debajo del labio (Fig. 22). No se sefiala procedencia, pero a todas luces es una escultura emparentada con las de Santiago de Huata y el iamado *Monoli to Barbado", es decir que se puede atr buir al Formative Superior. 36 Ponce 300m ag En cuanto a las tembetas en si, cer tamente en Tiwanaku y en jos sitios aso- ciados a esta urbe altiplénica, debieron cexistir en gran cantidad, tal como sefials Posnansky. Sin embargo, la depredaciin que suftieron a lo largo de los afios, se guramente han otasionado su desapa: Ficién. La escasa investigacién, no ha contribuido al incremento de las colec ciones; pero no es dificil su hallazgo en la apertura de pozos. El propio Ponce publica la foto de seis especimenes indi ‘cando que fueron encontrados en las ex cavaciones en Tivanaku, seguramente cen las décadas de los 50 y ‘60. Los mis mos deben hallarse en el MRT? mis a _——— 9 betas publicadas por Ponce También mencionemos a las cinc: tembetas de la coleccién Buck cuya p cedencia se desconoce. Cuatro de elias estarian talladas en basalto y sélo u (CFB 3329) en una piedra semiprecioss amJal Figura a5, Tembetas dela coleccién Buck codificadas como (de iq. a le) CFBLP 03326, 03318, 03319, 03323 703324. Asimismo, durante el Seminario Internacional de Excava ones Arqueolégicas en Tiwanaku, se habria localizado una beta de hueso en el rasgo a1 de la pirdmide de Akapana” Mucho mas reciente (2002) es el hallazgo de dos especime- allados en piedra pracedentes de Iruhito, sitio asociado @ anaku, Habrian sido excavados en la Unidad 5 (MONOLI- TO, Nivel: |-2, 25-Vil-o2, BOLSA og4, L.C/A.P.) bajo la direc- én de John Janusek y Adolfo Pérez, quien tuvo la gentileza de -estdmoslos para su analisis y evacuacién de criterio. Ambos. zrecen estar hechos en basaito y sus pequerias dimensiones. leden apreciarse en el cuadro siguiente: Largo maximo (borde-soporte) | incho minimo (soporte) a4.mm. 44mm. 23mm asmm apéndice del primero es de forma alfndrica (de seccién cular), yel soporte ligeramente curveado; mientras que del undo, el apéndice es de seccién més o menos cuadrada, y soporte bastante curveado. Se trata, en todo caso, de una za mas tosca que la anterior. En a clasificacién de lribarren, forma corresponderia a la de “T invertida’ Se tienen, por tanto, tembetas de piedra y hueso; y—dada la escasez de objetos metdlicos en nuestras colecciones— el tener nada menos que dos de plata y cuatro de oro, resuita halagador. Las dos piezas que —presumimos— son de plata, fueron exhibidas en una muestra organizada por JulioCésarVelésquez cuando ejercia como Director del MNALP. Posiblemente per tenezcan a la Coleccién Diez de Medina (CFDLP) y, ental caso, se trataria de piezas desnudas™. Sin embargo, es importante destacar que son de tamafio considerable (a diferencia de las que conocemos en piedra U or0}, y presentan incrustaciones de una piedra semipreciosa (posiblemente sodalita. Figuras 37 y 28. Tembetas posiblemente de plata, en el MNALP. De las cuatro dnicas piezas de oro por nosotros conocidas, dos correspondena la coleccién del MNALP (cédigos MDO 683, ¥y 696) y dos a la CFDLP (cddigos MDO 858 y 859). Sus pesos oscilan entre los 2,7 7,2 g. Ellas se conservan actualmente en el Museo de Metales Preciosos Precolombinos. ‘3 eather Lectin lama “piezasdesrodas*aquellas que no poseen dato La pieza MDO 683 se halla incompleta.Se trata de un cilin- dro que estuve originalmente adherido a unas aletas, tal vez de bronce, que se han desprendido. En la parte delantera os tenta un disco de sodalita, Figura ag. Pieza MDO 683, En cambio la pieza 696 esté hecha toda de una sola pie- za mediante molde. En la parte delantera, debié ostentar una piedra semipreciosa, La pieza MDO 858 es, igualmente, singular. Fue trabajada ‘en piedra pero la parte que sobresalia, es decir el cilindro, fue forreda con una delgada lamina de oro, La Ultima pieza, la MDO 85, es igualmente singular, pues no se parece a las anteriores. En efecto el clindro 0 cuerpo central se lo trabajé en oro, pero las aletas presentan un alto arado de oxidacién, lo que nos indica que estén hechas en co: bre, Ambas partes debieron soldarse, y es posible que el con- tacto con la mucosa labial aya producido éxido de cobre que, por ser venenoso, pudo ocasionar serios trastornos organicos en el usuario. El botén muestra un orifcio para recbir alli una piedre semipreciose hoy perdide. /60 Pieza MDO 859 Al grupo de las seis tembetas metslicas acd comentadas, seafiade la que reporta Arellano bajo el cédigo 4208. Elandiiss practicado a este espécimen arrojé resultados sorprendentes el cobre aparece como elemento mayoritario y el arsénico é en una praporcién del 0,8%6™. Lastimasamente Arellano no pu blica la fotografia de la pieza ni sefala su actual paradero. UN EUIDENCIA QUE APORTA PARITL El hallazgo de Perit (ampliamente comentado en diverso: rndmeros de y otras publicaciones), practicamente carece de materiales metalicos, pero ha arrojado mucha informacién iconogréfica sobre los mismos, tal es el caso de las temnbetas, ‘aunque no necesariamente estas hayan sido hechas en meta ‘como hemos visto hasta ahora, Nada menos que 27 ceramios antropomorfos muestran € profuso emplea de este elemento entre la poblacién mascu lina tiwanaku. No vamos 2 detenernos en la descripcién indi- Vidual, dado que las ilustraciones que incluimos y anteriores entregas* nos eximen de ello, Pero hay algo que me gustaria destacar, y es que en la co leccién se observa con claridad que la tembeta podia er vsada en el labio inferior, pero también, en el superior. Hoy, quienes se dedican al arte del piercing, han adoptado los denomine tivos de “labret" para referirse al botén que va en el labio in fetior y de “medusa”, pera el del labio superior que, aunque modernos, acd los usamos para graficer: Por supuesto que la diferencia en el uso arriba o debajo la boca, no obedecia a un capricho. Al menos nueve de los diez usuarios de tembeta “medusa” muestran rasgos particulares Cabello largo y sueito cayendo sobre la espalda, patilla larga collar de cuentas planas, cuadrangulares y blancas. En cam en al menos 5 de los 7 personajes representados con “labret se evidencian ~con carided- otras particulares caracteristices Un par de orejeras y elcabello cortado al estilo tutuma®. Afi de lustraral lector, repraducimos a imagen de un nativo am zénico con corte totuma o sekudato. ‘Arellano 398 Vig. Korpisaan & Parssinen 012 ‘iin raw oiengsabieLes! ‘Un date curios ae refer precizamente al ‘corte tatu" 0 “tote como preforen dec en tfas regions como Venezuela Calernba “tama etnagysheo,neluen actual, seb qos on [a eabezs da pereans == Iecolocane una tutuma 9 eslataea(rutoseco de Crescenta cuete)y se ‘ort el cello que sobresala por debajo del bore de ese at ‘ete ccrte tambien se le conoce como sehuce 0 searlato entre 2 poblactones dela Amazonia, Convene afer al Soto eAljansroCor= Auen, al referse als cninguanos del Chaco Solviano, sera. que "Ls Rombies sel cortan en recatde los eabelos sobre la frente hast las nea" (nat 939 09. figuras 34 a la gousan labret, A la coleccién de Pariti se afede la -entacién en cerémica de una tem: que con seguridad se dasprendié = una vasija que no se encontré. SQUISICIONES. Gracias a Oswaldo Menghin sabemos ue el bezote en tiempos prehistdricos estaba difundido en Egipte, Africa Occ: tal, Asia Menor, Asia Oriental y Euro- ‘Ala sesuda labor de Iribarren, debe ‘nos un panorama mas 0 menos comple- ielos bezotes americanos. Determind, or ejemplo, qué materiales habian sido ilizados con preferencia (madera, hue concha, piedra, metal, etc), bajo qué formas, en qué culturas y la preferencie agg V-Sigulend lo lincamiantos doa sce i> Birsionsta, en boge por entonces, este fesigador serial) queel adorno nabs pased Sea hres oy caer a tlemente purse erigitarse en mise un punto fal hemeferioy, veces, smultaneamerte masculina del adorno, sin descartar la fe- menina, Pera —y lo que es mas importan- ‘te— compilé diversas hipétesis en torno. a su significado. Hell, por ejemplo, que entre los mayas ja horadacion del labio se hhaciacomounsacrificioalosdioses. Entre los aztecas, encontré que era un elemen- to que simbolizaba autoridad y nobleze bajo clertos preceptos divinos. Entre los arawak la casi inexistente diferenciacién social, hace que todos los miembros de! ‘grupo usen este elemento y se convierta en distintivo de la comunidad y simbolo de virlidad. iribarren cree, ademas, que la impostacién de la tembeta pudo ha berse realizado durante rituales vincu: lados a la fecundacién, Piensa, también que en aquellos pueblos que adquirieron la practies por influencia, a terbeta sdlo tenia caracter de mero adoro. Di Nino, en 1932, habria sefialado que el uso de la tembeta entre los chiriguanos se lo impo: nla como castigo 0 acto expiatorio para recordar por siempre el dia que—por su propia voluntad— se hicieron inferiores al hombre blanco, conjetura na muy con: vincente, por cierto. Martorelli, por su parte, sefialabe al bezate como un sim- bola de resistencia religiosa y repudio al catolicismo. Cita ademas a Nordenskiold, quien refiriéndose a los chané comenta que estos usaban una tembeta peque- jia, motivo por el cual los chiriguanos se mofaban de ellos llamSndoles “mujeres” porque no habian hecho Ia penitencia adecuada™. Pero tal vez lo més valioso del texto de Iribarsen, es Ia advertencia inicial en torno 2 lo dificil que puede resultar tra- tar de establecer un significado univer- sal para el adorna labial. ¥ es que, como acabamos de ver, de inicio es un adorno personal, Tanto puede ser un simbolo de ‘orgullo como uno de verguenza, puede significar poder politico o virilidad; pve de dar cuenta del apego a un sistema de creencias ylo del rechazo hacia otros; puede ser de uso exclusivamente mas- culino 0 ferenino y —segin apunta mis adelante— el lebio puede ser horadado siendo el individve muy pequerio 0, en ‘rales ceremonias, siendo ya joven. Esos aspectos se han determinado con relacién a diversas culturas america~ nasgraciasaldato histéricoy etnogrsfico, Pero sucede que las culturas preinkas no ‘uentan con ninguno de los dos. Para el Horizonte Inka no existen referencias de! uso de la tembeta; y el dato que aporta Garcilaso de la Vega resulta esclarecedor. El comenta que entre los indios manta (del Ecuadon, habia una nacién que lia maban Passau que el cronista considera de las mas barbaras que sujetaron los. inka. No tenian dioses, ni casas, ni vesti- dos, vivian en arboles,se pintabanla care, no Se peinaban el cabello, lo traian sucio “en suma, eran peores que bestias”. Dice también de ellos que traian “labrados los labios por fuera y de dentro”. De la cita se desprende que la horadacién de! labio entre los inka era considerada practica de gente de estatus inferior. Ello proba: blemente se debe a los cismas sociales, politicos y religiosos que se produjeron con el advenimiento del Tawantinsuyo, ya que el dato arqueolégico muestra qu: ‘este adorno era usado por varias culturas precedentes esparcidas desde el Golfo el Darin hasta la Patagonia. Para el caso especifico de Tiwanaku ‘conviene reflexionar en relaciGn a alau nos aspectos. Elpprimera se refiere a la edad en qu se practicaba le horadacién. Se tiene dato etnogréfico que la misma puede (0 podia) hacerse a temprana edad, aun que es probable que en ella se introduj re algiin material mas bien suave, com ‘cuerdas de algodén o fibra de camélido FE Rarer tose. 6 Gerelago dela Vag af Libro cap Vil: 362 La fotografia de la fig XX del zer. articulo que aparece en este mismo ndmero, resulta _ilus- trativa. Pero también resulta interesante el hrallazgo. de tembetas pequenas como las de Hiruhito, que pudieran ser usadas por nifios 0 adolescentes, tra _interrogante se refiere al empleo de los botones labiales por tuno de los dos sex05, 0 por ambos. Nuevamen. te el dato etnogréfico demuestra que en algu ‘nos grupos del Oriente, hombres y mujeres usan (0 usabam) la tembeta, Incluso Nordenskiold cuando menciona las tembetas de los huen yam, sefale que se trata de "adornas de cuarzo Usados por las mujeres casadas en el labio in ferior perforado [las ne- grillas son nuestras}"® Pero ya en relacién al HorizonteMedio, lafigu- ra5.26 que llustrael arti culode McEwan’, segin el pie de foto, mostraria una “vasija efigie fe menina®, la misma que presente horadacién en el labio inferior (Fig. 40) Suponemos que se presume mujer, por el tipo de corte de cabello; pero este corte alin hoy se ve entre hombres de grupos de Tierras Bajas (véase ~otra vez-la Fig XXdel art 3de este mismondmero). Has ta ahora todo apunta a que en Tivanaku, el uso de la tembeta estaba restringido al sector masculino. A ello podemes aiiadi el dato que nos proporciona Torres-Rouff, segiinel cual entre losmolle del Norte de Chile 700 de n.e}, éste adorno habria sido signo de masculinidad®. Figura También surge la pregunta acerca del numero de tembetas usado por un solo Individuo, Nuevamente gracias a Nor- enskiold sabemos que, por ejemplo los atieed Sena eee eee eee 66/ Ponce 39434 nos preocupa saber sila pieza es ono de cobre arsenical ya que se ha demostra~ do fehacientemente la elaboracién de cobres arsenicales en el Altiplano como paso previo al empleo del bronce®. Lo que nos resulta llamativo es que, sien: do un objeto con un importante conte nido de arsénico, hubiera estado préc ticamente dentro de la cavidad bucal Aunque sabemos que #| arsénico no es venenoso por s{ misimo (silo son sus &ci dos), no sabemos la reaccién quimica ‘que pudo generarse alli, Posiblemente se produjeron trastomos biolégicos con serias consecuencias patolégicas para el usuario, aunque también es probable que su paulatino consumo a través de la saliva, creara resistencia a la intoxica Una vitima disquisicién en torno ala tembeta tiwanaku, y quizas la mas im portante, es su naturaleza como simbo: lo identitario sobre la cual estuvimos de acuerdo los miembros del equipo desde tn principio. En otra parte hemos escrito en relacién a las representaciones mas culinas halladas en Pariti (con las espe: cificas ceracteristices anotadas.lineas arriba), que: "Llamé profundamente la atencién el distinguir dos tipos de per- sonajes masculinos representados en la muestra... Esto, sumado al hecho de que ya Pance Sanginés observara una posible division de la ciudad de Tiwanaku en dos mitades, y otros autores hayan mencio: nado la multietnicidad en esa sociedad, nos hace pensar que se treta de ele mentos que procuraben mostrar espe: ficidades étnicas. En otras palabras, en Tiwanaku convivian al menos dos grupos @tnicos que exteriorizaban su identidad mediante elementos como el corte de pelo, cierto ornate personal, el vestide yy hasta ~tal vez~ el lenguaje (este ulti mo imposible de recuperar por métodos arqueolégicos)"™. La posicién dela tembeta sobre ode bajo del fabio (medusa o labret, en térmi ros actuales}, fue sin duda un elemento clave en la asimilacién de una identidad Mas aun si consideramos que la misma peneesse {5 Selsabe que el monje uso Rasputin queds in une tal veneno por esata s0 Sagamaga 2012 transformaba el vostro del usuario y, de alguna manera, lo homogeneizaba con el de los miembros de su parcalidad. “El tembeté proporcianaba a la fisonomia un aspecto muy peculiar, dstinto, que le diferenciaba de los demés", sefiala Pon ce® Enel caso dela "medusa", el labia se eformeria de una manera muy pecul-r, que los ceramistas Tiwanaku supieron muy bien retratarlo como puede verse en las vasjas que acé se muestran™. El hecho de que no todos los perso- najesrepresentados en la cerdmica y que aasumimos como varones, posean botén labial se puede interpretar de diversas smaneras: Tal vez s6lo miembros del gru po sacerdotal si Ponce tiene razén®) te- nfan acceso al mismo, olos dela élite go- bernante divididos en dos parciaidades. © talvez tengan razén otros autores, y enTiwanaku el componente humana era rmultitrico, y eada grupo tenia distintos atributos y elementos identtarios que los diferenciaban de los demés. Unos Usaban medusas, otros labrets, otros no tenian botones labiales, pero si pintu- ra facial, otros gorros de cuatro puntas, etc. En el estado en que se encuentra la indagacién, la evidencia resulta todavia insuficiente como para poder ser mas ca- tegoricos. Es importante sefialar que los ele- mentos identitarios (visibles) confieren uniformidad al interior del grupo, por cuanto se puede hobler de une identi- dad grupal, pero hay razones para creer que cada individuo tendia, ademés, a una identidad individual tal como sugie- re Torres-Rouff® Io cual, en el caso de la tembeta, puede estar expresado en el ‘material, el tamafio, el estilo y hasta las marcas que cada objeto pueda tener En todo caso, estos elementos gene- raban relaciones de identidad, pero @ la vez de alteridad que, en ditima instancia, se expresaban como relaciones de poder. 5 PE ERPS cn coloqat : > A ace abo, un poco coloquiamente, en algin smremente ebutizamos como "pica Se pata" 3 ao a9 5; Vease Korpseoi &Parsinen son 136 5 Resuta nu ustratve loa 7.4 de arco Result muy lustranva le a.7.4 el ariculo de © Fores Rout (oo) que moesit ncisones loportewaible de des dacs abales, que au {jeren el doseo de IndMidosldad de Sut usc /67/ AGRADECIMIENTOS. A Javier Nufez del Arco, por propor- cionarnos la fotografia de los matacos del oriente boliviano, 2 Javier Méncias, Antti Kerpisaari y Eduardo Pareja por habernos proporcionade algin material agréfico, A Christina Torres-Rouff por sus entilezas, y por habernos proporciona- do sus valiosos escrtos. Korpisaarl, ade- més, tuvo la gentileza de leer los borra- dores y hacernos valiosas sugerencias. ‘A Eduardo Pareja por proporcionar- me alguna imagen. BIBLIOGRAFIA ARELLANO, Jorge 982 “Algunos aportes al conocimiento de la metalurgia protspénica en Bolivia", en el Boletin del Instituto Francés de Estudios Andinos, Tomo XI, N63-4, pp. 79-90. Lima, BENNETT, Wendell Clark 2936 “Excavations in —_Bolivia" Anthropological Papers of ‘The ‘American Museum of Natural History. Vol. XXXY, Part IV, V. New York. CORDERO Miranda, Gregorio 3957 *Recanocimiento _Arqueolégico de Kalake’, en ARQUEOLOGIA BOLIVIANA, pp. 207-252. 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