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Sabtiko
Pichilemu - Verano 2017
Blue(extracto).Jorge Teillier
1.-Recuerdo de Pichilemu.
Me asom a lo desconocido
para abrazar lo multitudinario
para estar en consonancia
con algn saber comn
acaso para dar pie a otros rumbos
otras conversaciones
o simplemente para llenar el vaso vaci
de mis das postreros.
No contempl lo liso
lo suave ni lo grato
para izar mis carnes sedientas
de pesadillas surcar la trama irregular
horadada de baistas.
2.- Contrapunto.
Trazos esmeralda
que frente a mi se levantan rematados de espuma
difieren en su contundente cadencia
del fraseo estival del lago Villarrica.
Aqu
el horizonte rebosante de pulcro vaco
reclama melancola o el mellado recuerdo
de mi solitario deambular bajo el volcn.
En la orilla,
hileras de aprendices
emular surcar la recia espuma;
con suerte,
uno que otro se pone en pie
un poco ms all;
y los que alcanzan la fugaz pica
difcilmente se les distingue.
4.- Doradas pieles.
De la herencia no queda ms
que lo que algn profesor de escuela puede resear.
An as,
no lo hacen mal vistiendo sus estridentes taparrabos
cargando a pulso sus pertrechos de plstico
y como si los quinientos aos en que se dedicaron a ensear
a hacer vida sobre una mesa
fuera un apndice de su labor civilizadora
festinan sus improvisados banquetes a una toalla del suelo
portando en sus doradas pieles
los cristales que cosechan
en cada zambullida.
5.- Paila Marina.
En la contraparte desvisto
de soles y lunas calcados
lo que plidos balbuceos apiados en repisas
un deambular arrebolado de vigor
tasita exclamacin
de lo no objetivado.
7.- Taciturno.
Taciturno
recorro el alabastro de mi ruta
cincuenta veces pensada
cien veces vivida
hasta el paradero donde escarmeno
mis pesadillas.
Las palmeras
extienden el verano mas all
de lo razonable
su verde achurado nos oculta del cielo
el paulatino llegar
del otoo.
Deshojada de estridencia
la playa de luto endilga
el bronce ltimo
coronando los surfistas rezagados
en eso
uniformados de perturbador cotidiano
tramoyas desvisten el paisaje local
del vistoso espejismo
de las frituras, los exotismos y el azar.
El pan de huevo,
los cuchuflis y el charqui
(lo que el sacro pescado frito a la semana santa)
se disponen a aguardar doce lunas
antes de amanecer en las bocas
del efmero campamento estival.