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Antropologia James Clifford Dilemas de la CULTURA Antropologia, literatura y arte en la perspectiva posmoderna DILEMAS DE LA CULTURA Antropologia, literatura y arte en la perspectiva posmoderna James Clifford gedisa 12 Identidad en Mashpee ‘Hie soul un pueblo que habieard aalo y no tend conteda entre las naciones! ‘Nameros 289 En agosto de 1976, ol Concejo Tribal Wampanoag de Mashpee ‘entabl6 un juicio en Ia Corte Federal por lt posesién de alrededor do 6.400 ha de tierra, que constitufan las tres cuurtas partes de ‘Mashpee, ‘pucblo indio de Cape Cod”. (El Municipio de Mashpee se extiende tierra adentro desde Ia costa meridional del cabo, frente a Martha's Vineyard, entre Falmouth y Barnstable.) Se inicio un juicio sin precedentes cuyo propésito no fue tanto zanjar la cuestidn de la propiedad de la terra, sino més bien determiner sel grupo que se llamaba a sf mismo Tribu Mashpee era en rea lidad una tribu india, y la misma tribu que a mediados del siglo XIX habja perdido sud tierras a través de una serie de actos legis- Tativas debatides. La demanda de Mashpee fue una mds entre las acciones de reclamo de tierras reyistradas entre finales de la década de 1960 ‘ya de 1970, un periodo relativaments favorable para la repara- ‘dn en Ins cortes de los perjuicios eontra los americanos nativos. Otros, reclamos fueron iniciados por la tribu Gay Head wampanoag de Martha's Vineyard, los narragansets de Charlestown en Rhode Island; los pequots occidentales, los schaghticokes y los mohicanos en Connecticut, los oneidas, los mohawks de St. Regis y los eayugas de Nueva York. La aceién de ‘Mashpee fue similar en su coneepcién a la muy publicitada de- manda de las tribus passamaquoddy y penobscot que reclama- dan una amplia poreidn del estado de Maine. Esta dltima peti- ‘ign, lnego de éxitos inicinles en la corte del Distrito Federal, la a7 intervencién directa del presidente Jimmy Carter y cinoo afios de ardua negociacidn, results en un favorable arreglo extrajudicial. Las tribus recibieron 81,5 millones de délares y Ia autorizacién para adquirir 120,000 ha con estatus de Pais Indio, ‘La bats legal de la demanda de los penobscot-passamaquoday (tal como la concibié su abogado, Thomas Tureen) fue el Acta de NoIntercambio de 1970. Esta levislacién paternelista, concebide para proteger & los grupos trihales de la expoliacién a manos de Blancos ineserupulosos, declaraba que la enajenaciGn de tierras indias sole podria ejecutarse legalmente con permiso del Congre- so, El Acta nunea fue anulads, aungue a lo largo del siglo XIX ‘meaudo fue honrada por la infraccidn, Cuando en la década de 1970 los grupos indios apelaron al Acta de No-Tntercambio, esta- ‘van procurando, en efecto, revertir mas de un siglo de ataques contra las tierras indias, Las enajenaciones fueron particular- ‘mente severas para los grupos orientales, cuyos reclamos por tie- ras colectivas fueron a menudo confusos. Cuando las decisiones de las cortes confirmaron que el Acta de No-Intereambio se apli caba a indios fuera de las reservaciones, se abri6 el camino pare Ins demandas, como las de las tribus de Maine, que wlirmaben {que cerca de dos siglos de traspasos de tierras indias, incluso las {que ge compraron en forma ordinaria, eran invélidos por haberse realizado sin permiso del Congreso. ‘Aunque la demanda de Mashpee fue similar a ta de los indios de Maine, hubo diferencias cruciales. Los passamaquoddy y loe ppenobscot eran en general reconocidos como tribus indias con co- rmunidades distintivas y claras raioes aborigenes en la regién, Los demandantes de Mashpee representaban la mayor parte de los hhabitantes no blancos de lo que, por casi tres sigios, habia sido ‘conocido como el “Pueblo indio" en Cape Cod; pero sus institucio- nes de gobierno tribal fueron por mucho tiempo elusivas, espe- cialmente durante el siglo y medio anterior a la demanda. Ade- més, desde cerca del 1800 Ia lengua massachusett dejé de hablar- se cominmente en Mashpee. Al principio, el pasblo fue amplis- mente presbiteriano y luego bautista en su religion pablica, A lo largo de los siglos, los habitantes se casaron con otros indios de otros grupos, con blancos, negros, devertores mercenarios de la ‘Ammada britdnica durante la Guetra Revolucionania islefios de Gabo Verde. Los habitantes de Mashpce participazon activamen te en In economia y Ia sociedad de Ia moderna Massachusetts. Eran empresurios, maestros, pescadores, trabajadores doméeti- os, pequefios contratistas. {Podia esta gente con antepasados in- 308 dos presentar un reslamo como Tribu de Mashpee la cual —se- irin decan— habia side despojada de las tierras olectivamente Drseidas durante la mitad del siglo XIX? Esta era la pregunta ‘que el juagado federal presentaba al juzgado de Boston. Sélo si se onvestaba que af podia el asunto encaminarse a mn juico porre- lama de tirras. ‘Los cuarenta ¥ un dias de testimonios que tuvieron lugar en la Corte Federal del distrito durante fines de otona de 1977 leva- ban el nombre de Tribu de Mashpee vs. New Seabury eta, nom- bre taquigrafice para una disputa compleja y que comprometia a miltiples partes La Tribu de Mashpee rotulaba alos demandan- tes, el Consejo ‘Tribal Wampanoag de Mashpee, In, deserto por sus miembros como un brazo de la Tribu de Mashpee. Un equipo de abogados de Ja Fundacién de Derechos para Jas Americanos Natives (grapo de defensa sin fines de huevo) propari ta deman- da, Sus principales arquitectos fueron Thomas Tureen y Barry Morgetin. En la corte, el caso de los domandantes fae presentado por el abogade de juicioa Lawrence Shubow, con la asatencia de ‘Tureon, Margolin, Ann Gilmore y Moshe Genauer. New Seabury tal. uharcab «ia Corporscién New Senbury (ana gran compa: Bia de expotacion, el Pueblo de Mashpee (representanda ceren de-un centenae de propietarios de tierra), y varia otros de defendidos (propietaios de compan de eguroe, negocion, ‘ereateniontes, ote.) Bl caso por Ia detensa fue presentado ver ‘Tames St. Clair el abogad de Richard Noxan para el Watergate) de la gran firma bostoriana Hale and Dorr ¥ por Allan Van Gestel, de la firma Goodwin, Proctor and Hoar. Estos dos fueron asistidos por un equipy de ocho abogados més. La presencia del pueblo de Mashpee entre los defendidos re- aviere explicacon. No fue hasta 1869 que a la comunidad que vivian Mashpee se le otorg estatus formal de Muniipio. Desde 1869 hasta’ 1964 el gobierno del municipio. estuvo abramadoramente en manos de los indios, Durante ente period, ‘ada Funcionarie del ayuntamienta, excepto une, era indi esta- ‘ba casado con un indio. La evidencia genealégica presentada en el juicio demostraba que las familias de los funcionarios del pue- blo estaban eetrechamoate emspareotadas. Nadie negaba el he- cho de que hasta 1960 Mashpee fue gobernado por indios. El des- acuerdo era sobre si ellos gobernaban como una “Tribu India”. sta situacion demogratica y politics basica, que no se habia alterao dréaticamente por cerea trex sighs, se revolucionS a Comienzos de ln décads de 1960. Antes de es, as cifras consales 328 ‘mostraban una poblacién en Mashpee que fluctanba entre 350 Indios, “negras”, “de color” o *mulatos” (las categorias oficiales fueron cambiando} y 100 blancos o menos. Un recuento canfiable de 1859, que sirvid como punto de referencia en el juicio, registra ba s6lo un residente blanco. Después de 1960, por primera ver los blancos fueron registrados en mayorfa y hacia 1970 los blancos sobrepasaban a los indios y x otra gente de color por 982 a 306, Hacia 1968, dos de los funcionarios del Ayuntamiento eran bian- ‘os y el tereero indio, Esta proporcidn estaba en vigencia en el momento de Ia demands, Loy funeionarios blancos de Mashpee ‘votaron entoncas que el pueblo debia representar legalmente a Ia ‘mayorfa no indigena de propictarios que se vefa afectada por el, reclamo de las tierras, El *Pucbla Indio de Cape Cod” hahia sido finalmente desen- bierto. Habiendo sido por siglos un remanco y una euriosidad, en Jos '50 y en Jos 60 Mashpee se torné desenble como lugar de reti- casas de veranco, contorcios y construcciones lujosas. Las Tobacfan ahora accesible como lugar para pernoctar y ssuburbio de fin de semana para los habitantes de Boston. Bl vo influjo de dinero y empleos fue al principio bienvenide por muchos de loe residentes indios en Mashpee, ineluyendo algunos de los lideros de la demanda de tierras, Ellos tomaron ventaja de la nueva situacién, El gobierno del pueblo, atin cjercido por in- dios, disfruté el aumento de los ingrosos imposilives, Pero cuan- o el gobierno local eseapé del control indio (quiz para bien) ¥ ‘mientras ¢e incrementaba Ia escala de desarrollo, muchos indios comenzaron a sentir eserapulos. Lo que habjan tomada por sen ‘tada —que éste era su pueblo— ya no era cierta, Grandes eapa- ios de tierra virgen, anteriormente disponibles para la caza y Is pesea, fueron repentinamente cercados por letreros de “Prohibido Pasar’. Bl avance de New Seabury sobre una franja costera selec- cionads, con dos campos de golf y planes expansionistas, perecia particularmente escandaloso. Se incrementaron lau tensiones centre residentes tradicionales y recién legados, hasta conducir a a demanda presentada con el apoyo de la mayorfa (aunque no de todos) de loe indios de Mashpee. El reclamo de terras, mientras se concentraba sobre una pérdida de propiedad en el siglo XIX, fue en realidad, un intento por recuperar el control de un pacblo (que se habfa deslizado de las manos de los indios muy reciente- mente. Earl Mills ha ensefiado en el sistema de Ia escuela pitbliea de Falmouth por mas de 25 afios.' Entre 1982 y 1967 vivié en Falmouth, a diez millas de Mashpeo. Mills ha dietado edueacién fisica, salud y estudios sociales, Supervisa el consejo estudiantil y sirige varias otras actividades extracurriculares. En Mashpee, comparte la propiedad del mejor restaurante del pueblo con su exesposa Shirley, El es su coeinoro principal. Deede mediados de Ia déeada de 1950, ha ostentado el titale de Jefo Aguila Voladara de Ia tribu warnpanoag de Mashpee. En el estrada de los testigos aparece sere, atractivo, como un centrenador 0 un lider scout. Cuarenta y acho afos, aiealndo, as: ‘ecto atléticn, usa corhata rayada, blazer azul, pantaflas Mills rememora gu juventud en Mashpee durante los ‘30 y los 40, Nunca fue tan buen enzador como eu hermano Blvvood, por ‘250 a menudo evitaba loa frecuentes viajen da caza, Temprans- ‘monte, hacia preguntas y leis libros. Interrogaa a su sbuela, “el ‘brazo fuerte" detras do su tio quien habia levado el titulo formal de defe y fue “un hombre a la deriva", y también a su madre, ia ‘twsorera y reeolectara de impuestos del puchlo, “el hrezo fuerte detnas de mi Bn los'30, recuerda Mills, algunos pobladores ocasionalmente usaron insignias y unoe poeos hablsban alge de disleetoindio. El recuerda le atmésfera festiva de ana comunidad cerrads, la ven- ‘ea de cerealenen tos encuentros cnlectives, loa passos analer playa, la fiesta anual del arenque. Cuando nifo, le fhe mostrada Ia ubicactén de las “tabernas indins". Segiin Mille, stas no eran lugares para beber sino sim- plemente lugares donde los caminos se eruzaban, En ellas uno tomaba una varille, eseupia sobre ella yla arrojaba en un mon- ticulo para apaciguar los esptritus de la regién. Mille dice que él atin puede identifcar dos “tabernas indias* pero que la mayor‘a han sido limpindas hace rata porque las vari- lias, apiladas, eran un riesgo de incendio, Bate ef el sleance de los riturles indios sobre los que Mi informa. Criado como bautiste, nae considera ahora un cristae ‘no; poro eree en un Creadar, “algo més grande que 30". “Milla dice que evando preguri por los artefactos indi, expe- ciaimente los tradieionales cestos trenzados de Mashpee, su pa- dre le dijo que “aquellos compateras cerca de Cambridge se los eben haber levado" (probablementa una referencia al Departa- 331 ‘mento de Antropologia de Harvard). Su padre le mostré emo tronzar eestas, una técnica que habia adquirido viendo joven de Ebon Queppish, maestro artesano en cesterta en Mashpee, ‘Mills reeuerda que siendo muchacho se burlaba de los anti gues mareadoros del tiempa, incluido e! médica brujo de la época, Wiliam James. En la Secundaria Falmouth, Mills re destacé en atletiamo. (Tenfas que sor pendenciero para hacerlo.”) Los deportes fueron ‘un exmine hacia Iaconfianza en un ambiente amenazador. Fuera de Is escuela, como su padre y otroa indion de Mashpee, sirvio ‘como guia para partidas de caza y pesca dentro de la region, P:*n qué fan diferente eu juventud de lade otros jovence de cualquier pueblo pequeno?™ I: “Nosotros éramos diferentes, Sabiamos que éramos diferen- tes. Nos habian dicho que érarmos diferentes.” Silo fines de In década de 1950 Mills aprendié danzas indias cen el ejreito. En una tarde solitaria durante el entrenamiento basico en Fort Dix dos camaradas, un chippewa de Montana y un iroqués de Nueva York, ejecataban sus danzas, A Mills le abligaron a admitir que él no eonoeia ninguna. Earl Mille cuenta sobre sus cineo hijos, cuatro de su primera cespos, que es parte navajo, y uno de su cogunda esposa que es caucésica. La mayor, Roxanne, esté easada con un choetaw. Far! dz. (llamado “efecito") vive en Falmouth y en los iltimos afios se hha convertido en un eampeén de tambor en varios encuenteos in- dios y powwows. Shelly, también una fina tamborilera, eoncurre ‘a festivales de natives amorieanos por todo el norooste, Roberto vive en Ia Avenida Commonwealth, en Boston, “Trabaja en plumeria, cueros y icles.” Nancy. la hija del segundo matrimo- rio de Mills, tiene ahora seis afos. Ejecuta danzas indias, Sus padres estén de acuerdo en que ella es una wampencag, Mills explica sus deberas como jefe tribal. Enseria trabajo con abalorios, alabarteria y eesterfa en Mashpee. Sobre todo, su ta zea consisteen sor un mediedor, en guardar a gu gente “en equili: me ‘Bajo interrogatorio, no puede dar o no daré ningén ejemplo conereto de sus medisciones. Mills exenta como al finalizar Ia dé- cerda de 1950 y comenzar In de 1860 él y tres blancos formaron ‘una comision para restaurar la Antigua Casa India de Encuen- tros en Mashpee. La casa de reuniones, que habia cafdo en dete- ‘Horo, habia sido por muchos afos el simbolo mas visible de la vida indigena en el pueblo. 332 Durante la déeada de 1950 habia exletido una especie de cons titucién tribal (el documento es presentado como evidencia), pero ‘ills testificn que la triba no siguio Ia conatitucién voma estabs serits. Las encuentros tribales se Hevaban a eabo irregular- mente, cuando la noticia pasaba de boca en boca (St. Clair pre- fguntd en examen ervzado dénde estaba las minutas de es lla sados eneaentros tribales) Alcomenzar la década de 1970, Mills dice, asistis becsdo 2 un seminario de eseritura en el Dartmouth College, junta con Amelia, Bingham, una empleada estatal hermane de John Peters, el mé ica bruja de la tribu, y Russell Peters, directar de} Conejo Tri- Da). Mills dice que criginalmente él ha tenido poco que ver con In demanda de tierras. Como jefe, simplemente aprobé Ia accién del eoncejo en nombre de la tribu. El tema fue discutido en la cocina do su restourante. Earl Mills tetifica que respeta a John Peters. Amos repre sentan el ala tradicionalista de Mashpeo. Los modernistas, dice, ‘gente como Russell Peters, son el brazo legal de la tribu y repre- fentan aus intereses en el trato con el gobierno, las cartes, las fundaciones. Lag preguntas de St. Clair pintan al Jofe Aguila Voladora ‘como un oportunista que sigue a su gente en lugar de conducirla, Revelan que la autoridad tradicional de Mills ha sido reciente- ‘mente cupstionada por Russell Peters y otros que querlan vender ‘erveza on el powwow anual de Mashpee, un festival al que aaiste ‘uns eantidad considerable de turistas y otras extratios. A pesar de las ubjeciones de jefe, la cervezs we vendis, St, Clair machses con esta evidencia de ausencia de jefatura. Siguen refataciones respoclo de diferentes responsabilidadles y roles tribeles. Hay re forencias a fa incapacidad del presidente Carter para eantrolar la conduete (vineulada eon la earvezn) de su hermano Billy En el eatvado, el Jefe Aguila Voladora a menudo suena como ‘un maestro de ciencias sociales, su digcurso eaté mechada con ‘opertunas anéedotas y horn Sélo una vez, hacia cl final de teetimonio, hace algo inospe ‘ado, Cuando s¢ Ie pregunta si us @ menudo insignias indias, ‘Mills vesponde que no, que adla en los powrwows. Luogo, repent natuents jala eu corbata sacando dos delgados cordeles de abalo- ros de abajo de su eamisa. Uno, dice, es de turquesas, del sudoes- te. Bl otro pequesio cordel fue un regalo de su padre. Muchas personas en la sala se surprendon por este revelacion. aparentemeate espontanea se sorprenden y, mientras Mills colo: 333 ct los abalorios adenteo do la camisa y rescomoda torpemente su corbata, 2¢ muestran un poco inemedos. Imégenes Al final del juicio, el juez federal Walter J. Skinner formuls varias preguntas eepecificas a los miembros del jurado, respecto del estatus tribal en momentos determinados de la historia do ‘Mashpee; pero a lo largo de todos los procedimicntos preguntas mas ampliaa sobre Ia identidad y el poder indios inundaron la sala. Aunque formalmente 1a demanda de tierras no estaba en ccuestion, parecia, a veces, que los sbogados de New Seabury et al. estaban protegonizando una nueva pesadilla. En Ia puerta de tu casa suburbana, aparece un extrafio vestide como hombre de ‘negocios. Dice que es un americano nativo, Tu tierra ha sido ile galmente adquirida machas generaciones atris y debes abando- nar tu hogar. Bl extrafio te deriva a su abogado. “Tales temores, la amenaza de una “donacién’ de tierras priva- das fue muy explotada por los politicos y por la prensa en las ne- ociaciones pencbscot-passamaquoddy. En realidad, las peque: ‘hae propiedades de ciudadanos privados nunea estuvieron en pe- ligro; s610 amplias porciones de tierras inexplotadas pertenecien- tes a compaiiias madereras 0 al Estado fueron cuestionadas, #n Mashpee, los demandantes acotaban su reclamo & 4.400 ha, ex- cluyende formalmente del mismo todos los hogares privados de Tos lotes de hasta 0,4 ha de extensién. Bl blanco era, manifiesta- ‘mente, In explotacién a gran eseala y no In pequefia propiodad; pero sus oponentes rechazaron eompromisos previes al juice ¥ las tipos de nogociacién que dieron base a la disputa de Maine. De acuerdo con Thomas Tureen, los tipas de reclamos de tie- ras procesados en Maine, Mashpee, Gay Head y Charlestown cestuvieron siempre drdsticamente circunscriptos, En ese momen- to histérico, las cortes estaban relativamente abiertas a las de- rmandas de los americanos natives, una situacion que era impro- bable que durara. En una decision de 1985 que permitia a los ‘oneida, los mobawk y los cayuga peticionar el Acta de No-Inter- cambio, la Suprema Corte dejé suficientemente claro, segtin pa- labras de Tureen, “que lov indios estén tratando con Ls magnanimidad de una rica y poderosa nacién, una que no puede despojarse a si misma o a Sus ciudadanos no indios de amplias extensiones en nombre de sus propias leyes. En s{ntesis, Estados ‘Unidos permitiran a los indios une cierta recompensa a través de la ley —de hecho, lo han hecho con un alcance mucho mas amplio que cualquier otra nacién en situacién comparable— pero, on titima instancia, esa nacién dicta las reglas y arbitra fl juego (Tureen 1985:147, tambien Barsh y Henderson 1980:289-293). Desde esta perspoetiva, el juieio de Mashpeo era simplemente tuna clarificaci6n de las reglas on una disputa en curso entre par- ‘es con pader enormemente desigual. Pero baj el temor explicito de ciudadanos bluncos a perder sus hogares a causa de wna oscur ra injusticia ya pasada, estaba manifesténdose una probleméties ineertidumbre en la imagen dominante sobre los indios de Nor- toamérica. Los demandantes on la peticién por el Acta de No-In- tereemio tentan poder. En Maine los politicos dejaban su traba- Jp para soguir los acontecimientos y ol caso de Mashpee fue titu: Jar national por varios meses. Escandalosamente, ahora convie- ne ser indiv, Actusndo agresivamente, los grupos tribales esta: ban baciends cosus gofislicadas, “no tradicionales”. A lo largo de todo el pais ae estabun invuluerando en uns variedad de negocios yreclamos de extonsi¢n de regulacién eatatal. Para muchos blan- ‘ne, era comprensible que las tribus de Ia Costa Noroceidental demandaran privilegios tradicionales para 1a posca del salmon; pero no lo era que Giertas tribus disputaran altos intereses por juegos de bingo que violaban las leyes estatales ‘Los indios siempre han lenado un patético espacio imagina- tivo de la cultura dominante; siempre fueron supervivientes, no- bles o miserables. Sus culturas han side regularmente erosionadas, en el mejor de los casos conservadas en reeervaciones que actuaban como museos, Por definicién, las so- ciedades americanas nativas no podian ser dinamicas, inventi- vaso expansivas. Los indios fueron amorosamente recordados a través de las fotografias sepia de Edward Curtis como orgullo- 08, hellas y “en extineidn’. Pero Curtis —ahora lo saboros— Jovaba apeos, vestuario y pelucasy froeuentemente vestia a sus modelos. La imagon que registré fuo euidadosamente montada (Lyman 1982). Bn la Corte federal de Boston, un jurado de cix-

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