El Album de la Guerra de Melilla.
Sumario de
EL heroico capitan Sr. Lopez Ochou, que tan
beillante comportamionto ha tenido ea In
‘campatia, junto & Ia bandera del Cuarts! go-
neal,
‘Familias hebreas do los alrededores de Me-
lila disponiéndose 4 ombarcar para Orin, to-
snjendo Jas represattas de los moros,
Una compahia de cazalores prepardndose
paea cargar a 1a bayonet,
El fortin edificado recientemento en ta Res-
tinga, y euya construceién se llev6 & eabo con
tordos ios adelantos do In moderna estrategia.
Brillantisima carga con quo ol eseuadrin
de Alfonso XII aewdié en auxilio de los cazt-
ores de Tarifa el 2 de Septiembre, diez-
mando la harea, que huy6 atorrorizada.
Oficiales de nuestras tropas mostrando &
tino de los contidentes meros su fotografia,
publicada en In Prensa madrilenia.
En el campamento; fucrzas do caballeria
espanola repartiendo el pienso sus mon-
turas.
Cadaver del bizarro coronol Alvarvz Ca-
brers, muerto heroicaments en el campo de
batalla.
las fotografias publicadas en el cuaderno segundo.
Obuses del fuerte de Camelios bombar-
deando Ins cresias del Gurugd.
Camelios contratados por nucsteo ojéroito
para la couducetdn de los eonyoyes bebleado
agua en las riberas del rio Zeluin.
Fl cabo Franeiseo Martin y los soldados
Francisco Gonailez y Diego Siea Lozano, det
Datallén de Las Navas, quo en la custodia do
un convoy s0 portaron heroieamonte, siondo
felicitados por el general Pintos on el mismo
campo de batalla,
Salida de fuorzas para la proteeci6n de un
‘convoy do aprovisionamtento con destino fa
segunda caseta.
Conducctn de horidos & una tienda de cam-
pafia levantada por la Sanidad militar para la
inmediata asistencia de aquéllos.
Moros contidentes de nuesteas tropas diri~
giéndoso al Gobiorno militar do Melill:
Fuerzas del batall6n de cazadoresde Tarifa
‘en las proximidades de Nador.
Togada dla plaza do un triste convoy, des-
pués do sangriontas y vitoriosus jornadas,
‘Tropas de las avanzadas reparando sus fuer-
as con las provisiones de reserva,
El toniento D. Felipe Artal, de la brigada
disciplinaria, y ol eabo Privato Macid, que el
23 de Julio, on los barrancos del Gurugi, tras
rehidisimo combate, recupersron un canon
{que se Ilovaban lus rilenos.
Artilloros del Pins bombardeundo lis po-
siclones rifenas frente & la plas del penn de
Ja Gomera.
‘Nuestras tropas parapetadas én los modor-
nos blockaus, rechazando un ataque do los ri-
feos ocultos tras tas chumberas.
Actilleria de montaiia dirigiéndoso al sitio
donde habia do emplazarso para atajar al eno
miyo.
Soldados Jel batall6n de Chiclana on el
campamento de Cabrerizas Altas, bailando In
jota durante uno de los cortos descansos quo
se disfrutan en la guerra.
Rifefio tipico de los que forman parte de ln
Policia indigena,
Fateria haciendo fuego sobre el enemigo
desde el campamento del Hip6dromo para
protoger el paso do un convoy do provisionos
com destino 4 nuestras avauzadas,El Album de la Guerra de Melilla.
Las acciones del dia 21 y del 23
de Julio.
(obese & NOMERO ANTenton.)
Como siempre oourre después de librarse
un grancombate, disgregése la hares & fin do
roparar sus fuorzas para nucvas agrosionos.
Poco duré la calma, Dos dias escasos.
Eseudrinabanse las lejanias dot Gurugi
desde nuostro campamento, eunndo so dosts-
caron tina cincuentena de jinctes moros que
dirigianse al galope hreia nuestras posicionos.
Eran rifefios adictos. Venfan comuntcar quo
tun gran eéreito a» moros so iba corriondo,
pera atacar al Hip6dromo dosde ol desfilade-
ro, por entro las lomas.
En efecto, no tardaron en aparecor on el
horizonte grandes grupos de
néndose acto seguido que se rompiera contra
llos el fuego de eatin.
Los grupos enemigos so acereaban con ee-
loridad. Sa objeto ora apolerars de nuestro
cuartel de aprovisionamiento,
La harea quo nos eombatié el dia 21 estaba
formada por los contingents quo siguen: frac-
cin de Bentabel; el Ach, correspondiente 4
los Beniburriagol; Alhueemas, que mandaba
el santdn Admed-Ajamrrix; kabila do Beni-
Yaji, quo tonia por jofo { Huch-Moyad y Mos
‘Metalza, expitanoada por Hach-Amar.
‘Todas las fuorzas moras obedecian dilas 6r-
dones de Mohamed Ameriam, 4 quien so llama
de mote Ordinario.
Sosturiéronse Jos combates en el campa-
mento de Sidi-Musa y en la easeta del forro-
siondo todas las acciones duras y por-
hasta las siete de Ia mafiana. DiecisSis horas
de lucha ardorosa y tensz,
Nuestras bajas fueron numeross. Més de
cincuonta heridos, ¥ entre los muertos, el ca-
pitin do artillorin Sr. Roger. Al caer ol wal
te oficial, otro eapitin se hizo cargo inmedia-
tamonte do ia bsteria, alentando con ardor &
Jos soldados, qua defendian la posicién tannz-
mento.
Los moros, rechamdos distintas veces por
nuostras tropas, £e parapetaron en sus posi-
ciones, continuando el ataque con gran ru-
dex.
Entonces so orden 4 Ins tropas que ataca-
ran & Ie bayonata, subiendo una escarpada
pendiento,
Fué cesando el fuego y los marroquies dex
aparecieron como por ensalmo, ocultindose
en los barraneos profundos eereamos filns po-
sictones ospafiolas.
Reeangeldo el campo moro se encontraron
més de cuarenta riferios muertos, 1o cual prue-
ta que las bajas onemigas debiaron sor enor-
‘mes, pues sabido es quo los combatientes de
In harea s6lo dejan do retirar sus muertos en
caso de muy duro trance.
Y Uogamos al combota det aia 23, uno de
1os més prolongados y sungrlentos,
Nuestras tropas no conservaron las posicio-
nes tomadas el 21 frente al Hipédromo. Ast
procedia hacerlo en buena tetiea,
Intorrumpida In inmediata comunicacion
entre los ntieleos de muestris faorzas, ser
garon éstas con gran orden, oforaeién dificil
realizada con gran serenidad ¥ porsonalmen-
te dirigida por el general Marina,
Mientras so vorificaban estas operaciones
fusron hostilizadas mucstras tropas con tirotoo
vivisimo.
Ocurri6, entonces, una tremenda desgracia.
EI batalla de Figueras s conilé oxcosiva-
mente, A una invitactén de su tenfonte eoro-
nel, el Horado Ibéftez Marin, hizo alto para
‘que los soldados se rehiciesen.
Fu6 on este momento cuando los moros
ayanziron de modo impetuoso, recibiendoFL. GENERAL MARINA ACOMPARADO. DE SU ESTADO MAYOR'Y DEL I(USTRE PERIODISTA SESOR BETEGON,
i FN ZOCO EL ARBAA ’EN EL VIVAC DE CHERAUIT.—-EL COMANDANTE DEL REGIMIENTO DE LEON, SEROR BURGUETE, Y OFIGIAIES
DEL MISMO REGIMIENTO ABRIENDO EL CORREO DE E6rANnFN TL CMPAMFNTO DE TRIANA—JEFES Y OFICIALES DIL RECIMIENTO DE CABALLERIA HUSARES DE LA PRINCESA
YEN FL QUE PRESTAN SERVICIO L05 INFANTES D. FELIPE Y D. RANIERO DE RORBONEL CAPITAN SESOR 7EGRI, AYUDANTE DEL GENERAL DEL REAL, RELATANDO EL COMBATE DEL DIA 18 DEJULIO
A SU LLEGADA AL CAMPAMENTO DEL HIPODROMOVISTA PANORAMICA DE LOS CAMPOS EN DONLE TUVO LUGAR EL MEMORABLE COMBATE DE TARDIKTEL GENERAL OROZCO OBSERVANDO EL EFECTO DE LOS DIBPAROS SCHNEIDER SOBRE LAS POSICIONES DE LA JARKALOS GENERALES TOVAR Y DEL REAL AL SALIR PARA EL SITIO EN QUE TUVO LUGAR LA BAT \LLA DE TaRDIXTNUESTROS #RTILLEROS Hi CENDO FUEGO SOBRE LA POBICION DE SIDI-AMEC-EL-HACH, TAN BIZARRAMENTE /CONQUISTADAALTAR EN DONDE SE CELEBRO LA MI3A DE CAMPARA CONMEMORANDO LA TRAGEDIA DEL BARRANCO DEL LOBO
aGRUPO DEL SENOR PAEZ JARAMILLO, VARIOS OFICIALTS Y EL RENACTOR DEL -HERALDO» SEMOR ROCAMORA, Y EN CU¥O
CENTRO APARECE DON JESO5 MORENO CAPELLAN DEL REGIMENTO DE LAS NAVAS, HEROE DEL 27 DE JULIOEBTACION H:LIOGRAFICA ESTABL®CIDA EX LATO3ADA DE CABO MORENO, EN tl. MOMENTO DE comunita CON LA PLAZA”EL GENERAL OROZEO Y EL CORONEL MARQUES DE LA FUENSANTA, SALUDANDO AL DIPUTADO TRADICIONALIBTA
DON JOAQUIN. LLORENSeee
PAISANOS CONDUCIENDO EN UNA CAMILLA AL CAPITAN BORRERO, HERIDO EN EL COMBATE DEL 23 DE JULIO
Y DESPUES MUERTO GLORIOSAMENTEQFICIALES DE NUESTRAS TROPAS INTERROGANDO A LOS MOROS DE UN AD'AR AMIGOELGENERAL MARINA ACOMPARADO DEL CELEBRE MORO CONFIDENTE MAIMON MOJATAR, OUSERVANDO EL EFECTO
QUE NUESTRA ARTILLERIA CAUSABA EN EL CAMPO ENEMIGOVISTA GENERAL DE LA CASA DEL CABO MORENO, Y EN CUYAS RUINAS SE HA CONSTRUIDO UN MODERNO BLOCANEl, TENIENTE SESOR, GOR HACIENDO UN RETRATO AL LAPIZ DEL CEIEBRE MORO MA’MON-DEN-MOJATARUUTINO RETRATO DEL GENERAL PNTOS—L*-ACOMPANA EL TENIENTE CORONEL SESOR CARNIAGO, Y ESTA HECHO MOMENTO:
ANTES DE SALIR PARA EL COMBATE DEL 27, EN EL CUE MURIO HEROICAMENTE AL FRENTE DE LAS IUERZAS DE SU MANOOSOLDADOS DE INGENIEKOS CONOTRUYENDO HORNOS D: CAMPANA PARA LA COCCION DEL PAN EN E\ FORTIN DE 1A RFSTINGYELICANPAMENTO DP SIDLAIAMET EL AGH SITUAFO EN LAS VERTIENTES DEL GURUGL)”Y DEADE CUYA rosicox
UE DOMINA TODO EL VALLE DE NADOR: tEL GENERAL ALFAU YoEL CORONEL SENUR PAEZ JARAMILLO, EN VISITA DE INSP§CCION A LOS PUESTOS
AVANZADOS DE NUESTRAS TROPAS EN MEZQUITA
I KiThiiioz Marin tros heridas,do las quo sucumbi6
sobre el misino campo de batalla, A su alre-
dedor yacian tresoientos do sus tropas muer-
108 y mal heridos.
Las pérdidas de los moros fueron triples.
Ta harea se dividi6 en dos grandes grupos
‘¥atac6 nuestras lineas do fuego por los puntos
Ins d6bilos.
Era sit plan apoderarso del Atalaysn, envol-
‘Yor nuestras fuerzas y, sobre todo, apoderarse
do Ia artilleria, A todos estos objetivos de les
rifetios, ¢ opuso victoriosamento la colamna
mandada por el eoronel Alvarez Cabrera, que
‘al dirigir uni arenga 4 sus soldados, oayé atra-
‘vosado por un balazo.
Queriendo los oficiales vengar Ia muerte de
su jofe, animaron 4 los soldados, lanzndolos &
Jn bayoneta contra el enemigo. Replegéronse
Jos moros; pero después atacaron con mis fu-
ria, ocasionindonos muchas bajas. Al saberse
Ja situacién apurada de las tropes que mand
ra ol horoieo Cabrora, disptisnse que salieran
en su auxilio fucrzas reciéa desembarcadas,
que Hegaron oportunamente para salvar dus
hormanos, haciendo huir 4 Ia harea.
El combato fus omposiadisimo, de extraor-
inaria durezs, Los jefes y oficiales dieron
siompre el ejemplo de luchar en primera Ii-
nea, f pacho desoubiorto, enardectorco ol éni-
mo de sus subordinados con el sactificio he-
roico de sus vidas,
sDove horas de fuego mantenidas por nues-
tros bravos soldados, sin mostrar desaliontos
ni fatigas bajo un sol sbrasador, sin comer
apenas por falta de tiempo, que resta la nece-
ssidad do In dofonsa!
Los rifefios tucharon con ferooided y astu
ia, dominando 4 veces oon un griterio ensor-
dacedor el estampido del canton.
Los ssaltantes que tomaron parts en esta
accién memorable ascendian 4 varios miles,
‘oponiéndoles su valor heroico tropas de los
regimientos de Melills, Africa, Estella, Baree-
Jona, e=ouadronos de Trevifio, Alfonso XII y
Re
‘Mas tarde, tomaron porte en el combate los
batallonos do Figuoras y do Barbastro, quo
esd el trasatlintico fueron & recibir el bau-
tismo de sangre,
Como hemos dicho, en esta aceién murid el
bizarro coronol Alyaroz Cabrora, africanista
Hustrado que hablaba el drabe con toda per-
fecct6n.
Rocamora, ol redactor que envi6 ol Horaldo
de Madrid & 1a campaia, rofiri6 on sus créni-
eas ol recuerdo tristisimo que le queda det
heroico jefe. Dico asi cl notab'e periodist
«Horas antos do su mverto visité on eu tienda
de campafia al coronel Alvarez Cabrera. Ca-
balloroso y amante como siempre, invit6me &
cenar con éi, cosa que habia hecho yo ya, por
Jo que no pude acoptar. Acompanislo un rato
¥ hablamos mucho de 1a campatia, de sts it~
Sionos, de st segura conflanza en un brilla
tisimo triunfo, do nuesteas esporanzas do ro-
surgimiento nacional, de todo lo. que dostiom-
bres amantos de su patria y su ejército suelen.
hablar en el eampo de batalla.
El valionto militar acabé eu cone y quiso
encender un cigarrillo. Pero no tenia, En It
guerra no es tun fieil como parece dar satis
faccién & clortas nocesidades. Lo ofrect una
cajetilla que Hovaba yo, y trax de disorvia re-
sistencia la acept6.
—Muohas grecias—me dijo—guarduré ta
funda como recuerdo.
Poco después recibia Ia orden de marchar
‘al combate ¥ nos despodimes.
—Buena suerta, mi coronol-ledi‘e mientras
‘estrochaba sus manos. ¥ 6! asimismo contests
con serena frialdad: ;Con la ayuda de Dio:
Cuando me dieron Ia notioia de su meerte,
sonti tonda pena. Todos los recuerdos da
nuestra amistad y de nuestra conversacin de
pocas horas antes revivferon en mt mente.
Habia perdido un gran amigo;la patria, un
soldado ilustre, maestro on patriotismo y va-
lentia.
El teniente coronel Ibifiez Marin, que tam:
bién parecié on asia combate, era una gloria
de la Tnfanteria, En la guorra de Caba, dos-
pués de adquirir un nombre esclarecido como
escritor militar, se batié como el mojor
dado. Ba Atonoos, Cireulos y conferencias di-
versas, dié muestras de su gran saber. Habia
‘emprendido waa obri colosal sobre las eam-
pafias de Napoledn. Era presidente de la So-
oledad do ¢xoursionistas, Ibéfiox Marin no te-
‘fa mas que amigos. Jamis neg6 un favor que
6 pudiese hacer,
En esta misma aceidn del dia 28 peresié
también el eapitin Fernindex Cuevas, quo si-
uid & Alvarez Cabrera on su heroica acome-
tida.
Otro héroe de ten memorable fecha fué el
eabo Pedro Calvo, de Estella, que di6 muerte
por su mano 4 un moro que remataba & un
horido nuestro con su propia gumfa, quo arro-bat6 al rifefio y que entregé en el Gobierno
asf como ol fusil del rebelde,
Del 23 al 27 fué cuanto mis pérdidas tuvie-
rot las tropas espafioias en la conduceién de
‘onvoses. Parapetados los rifefios, fusilaban
4 mansalva 4 nuostras tropas, que no hallaban
enemizo 4 quien combatir, viéadose precisa
dos & disparar eontra fos abruptos barrancos,
Y asi Mogamos & In fecha lustuosisima del
a2,
Fatidica joraada 27 de Julio.
En In mafiana siguiente & In fevha luctuost-
sima que apuntada quota comonao de estos
ronglones, al recibir'e! ministro de Ia Gober-
asin fi los poriodistas, les dijo quo se habia
‘ompoftado un duro combate, gloriesa joraada
para nuestras tropas en Ia que, no obstante,
habiamos tonilo algunas sensibles bajas. Al
afadir el Sr, La Cierya que encargabs & Ja
Prensa que so abstuviese do rycoger los ru-
mores quo cirvulabaa acarex dol hecho de ar-
‘mas indieando cifras de mucrtos y heridos,
0 sospech6 algo siniostro, aunque janis, na-
die, ni tos mis pesimistas, pu lieron imaginar
1a vordadora mognitud del encuentro,
‘Varlas horasdespuss se facitita aelsiguten-
to parto off sial: «Al tear noticia que un gru-
po numnarosy ds moro: habia destrozato 200
meitus de yfa (Srrea wa tas cana las del Guru
‘4, entre 1a primera y segunda caseta, y ante
In imporiosa necesidad do enviar agua & posi-
ciones avanzadas, tave que organizar un con-
Yoy de carros aljibes y organizar dos fuertes
columnas, una’ con los coroneles Fernfndoz
Cuerda y Ax6 do protoccisn, y la brigada del
general Pintos, que habia do apoderarse do
algunas lomas on las faldas dol Gurugé, ocu-
padas por los moros, amenazando nuestra
linea.
‘La brigada dal general Pintos, en su brioso
vance, #9 apodors do posicionos nososarias,
sostenisndose ea ellas todo el dia, hasta qua
de vuelta ol convoy dispuse el repliegue
de nuestros campameatos, replieguo hecho
con toda precisin y serenidad por parte
de Ia tropa, El eombate in sido duro y tenxz
por parte do los moros, rechazados varias vo-
por fuego en descargas y fuego de artille-
ria al querer avanzar hasta nosotros. Nuosteas
tbajas han sido numerosas y sensible:. Geno-
il Pintos ha muerto gloriosamente al frente
do su brigada, y al frente de sus batattonas
también han eaido muertos Ios jofes de Las
Navas y Arapiles.
‘Tas bajas eatre muertos y heridos de ofieia-
Jes y tropa comprobadas hata ahora pasan de
doseiontas. EL eaomigo, como antes digo, debe
haberlas sufrido mayores; se le ha hecho va-
rrias vooos fuego al descubierto.»
Haste aqui ol tolograme oficial, prolozo do
Ia tragedia que dos meses después, dia por
dia, vino & epilogarse en los macabros encuen-
tros dol barranco del Lobo. Rolatos do 00-
rresponsales, testigos oculares de la cruenta
acel6n, ampliaron las noticias primeras,
El objetivo persogutdo con In operacién era
doble, pues por una parte tratébase de favo-
rocar Ia marea dal convoy y, por otra, de
avanzar por la falda del Gurard. Los moros
procturaban, anto todo, aprovechar bien los ti-
To§, agazapados en sus madrigueras, desde
donde eazaban los nuestros.
Desde las once do la mafiana comenzaron
los moros 4 hostilizar el convoy y hasta las
tres de Ii tarde no se registré ninguna baja
‘on nuostras faarzas, que, como os sabido, las
‘constitufan los batallongs de Las Nayas, Llo-
rot, Barbastro, Malrid y Arapiles,
!a ol primoro tha @ in enboza el soldado
‘Francisco Martin Jordéa, el ual recupers dos
mutos que se Hevaban los moros, matando
antos 4 varios do ellos.
El general Piatos, entusiasmudo de tal xeto
do arrojo, Io hizo montar en uno de Los exba-
Hos que pertencei6 4 un jefe muerto,
EL bravo Pintos cay en el momento en que
se labia subido sobre una piedra pare mejor
apreciar Ia situaci6n. En aquel momento raci-
biG ua tiro on Ia eaboza
El tentente coronel Palacios folicitaba 4 un
soldadito que se habia portado heroicamente,
‘euando al tiompo do apurar un vaso do agua,
ua certero disparo le hizo caer en tierra,