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El len y el ratn

Alguna vez vieron un rey con melena, cuatro patas peludas, garras, colmillos y un rugido estruendoso?
Seguramente nunca vieron sentado en un trono. Pero todos sabemos que estamos hablando del monstruoso Rey
Len.
Todas las maanas, el len recorra su territorio controlando que todo estuviera en orden. Sus pasos firmes se
escuchaban intimidantes, cada tanto lanzaba un rugido al aire recordndoles a los otros animales quien era el que
mandaba en la selva.
Una vez que su ronda terminaba, llegaba su momento para descansar y nadie, absolutamente nadie, se atreva
a molestarlo. Ya que todos saban que interrumpir el descanso de su majestad era considerado una falta total de
respeto hacia la corona.
Ese da, un ratn travieso que jugaba a las escondidas con sus amigos encontr en la melena del rey el lugar
ideal para esconderse, los otros nunca lo descubrieron, pero el len si y cuando descubri su presencia Zasss!!! De
un solo zarpazo, lo pesc por la cola Pobre roedor, su suerte estaba echada!
__ Por favor rey len, no me coma! Implor el ratn.
__ Dame un buen motivo y te dejar en libertad! Respondi el soberano.
Ser por siempre su sbdito ms fiel, algn da va a necesitarme y yo estar all para cumplir sus rdenes.
Contest el ratn.
Al rey no le pareci una buena razn. Dnde se vio que un len necesite de un ratn? Pero vaya a saber por
qu, se apiado del pequeo y lo dejo ir.
Pas el tiempo, tanto pero tanto que el len ya se haba olvidado del ratn y, como siempre, recorra la selva
para controlar que todo estuviera bien. Esa maana, que pareca ser igual a las otras, algo fall: puso su pata en una
trampa y qued atrapado en su red.
__ Pero quin se atreve! Grito furioso __ Qu alguien venga y me libere!
Pero el rey len, que no era famoso por su bondad, sino ms bien por su crueldad, no consigui que los animales
cumplieran con su orden.
Los monos colgados de las ramas, se burlaban de l, la cebra le deca que ni rayada pensaba ayudarlo, las
jirafas se miraban y decan:
__Desde aqu arriba no se lo ve tan incmodo, Mejor qudese ah!
Y los elefantes tambin gritaban entre risas:
__ Usted siempre nos dio miedo! Ni siquiera nos atrevemos a acercarnos!

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