A. Berto (@cte). Lectura, esertue
Y ecuce cco. Rosasio + Home Seg
Captulo 3
Leer y escribir con las nuevas
tecnologias
Por Ferania Cano
Cec tuera cela? O la convivencia de manuscrtos, libros
Impresos y documentos digitales
En El jorobado de Note Dame la famosa novela que Victor Hugo
Publica en 1831, Claude roll, el archdidcona de la catedral,
‘expres el espanto quele provoca la aparicion de a imprenta,eFsto
mataré a aquellos, sentenca, «Cec era cla, temiendo que en el
futuro pueda acontecer el fin de la catedral, el fin del poder dela
ilesiaen manos del invento que habria de permitir que Ios libros
‘stuvieran a disposicién de un piblico notablemente mis ampli,
iacia fines del siglo XX, la frase fue retomada en tn libro que
‘compilaba las patcipaciones de histariadores,semiblogos einves-
‘igadores en un simposio cuyo tema rondaba el futuro det libro
(Numberg, 1998). ¥ Umberto Ecol comentabaen al epilogo de ese
libro, sintetizando una de las preocupaciones centales que convo.
‘aon aque encuentro: sila computadoradesplazria l libro.
{a creencia de que una nueva tecnologia destruc algo anterior
no es, por otro lado, nueva. Ya Platn, en el Far, alertaba sobre
los riesgos que la invencién de la esritura implicaria para la
memoria, pues Ia debiltaria en Ia medida en que esta iltima
ejaba de cercitase, Lo cierto que es Plton, para expres sis
‘objeciones a la escrtura, las puso por escrito, Las conferencias
diseraciones de aquelencuenteo se publiaron en un libro. Y hoypodemos encontrar referenias de esos libros en Internet mientras
fuardamos en un archivo digital la novela del escritor francés, en
‘idioma original oen espa
Sin embargo, lejos de los
Sscursos que anunciaban Ia muerte de lo anterior, que augur
bane fin de la memoria, des libros y, por lo tanto de a lectur,
en manos del advenimiento de una nueva tecnologl,e escenario
fsctual presenta mas ben ls convivencia de formas diversas de leer
y escribir, de manuscritos, bros impresos y documentos digits
Tes que perduran y ponen en juego précticas de ectra y escttura
diversas,
"AL mismo tempo, son varios los investigadores que sean el
salto cualtativo y las mutaciones socials que produjeron las
tecnologis de la comunicacin durante las thtimas década, afc
tando incluso el lugar dela cultura en la sociedad en la medida en
{que las mediacionestecnologicas dejan de ser meramente instr
urales. En este sentido, el
frente a esos cambios, Barbero (2003) reconoce I acumulacion de
Jo que denomins areatos del desencantos, relatos que even en la
cultura noel espacio de a produecion y a creatividad sino el ese
hari de la degradacin ms profunda de lo humano, erosionado
justamente por aquells mutaciones tecnoldgicas
Ciertamente, Jos relatos del desencanto son herederos de tn
0 wno-secuencilad>
de os textos, que aude ala forma de oxganiacén de a informa
‘in, delos exon tanto no se suede nor otros pes se
es babilitan maples records, sltos vachas ats ente un
texto 0 una imagen y ott fragmentos de informacién. Sin
conbargo, eso puede prestareaconfsin en la medaen que sule
tostenere que neta lca pari ast no secuencl cuando, a
decir verdad metas tansitmos a letra de eos textos, de cada
una de eas unidadesdeformacion, sigue send lina
1a posibidad de que,comolctors,pascmos de un texto #0,
de wa imagen sora, de ua texto 2 una imagen, se sostiene en
tsiractra que rinds ot hipertexto, wana estrctra de base infor
imtica paca organiza informacidn que hace posible la conexon
Glen de unidades tex a wavs de enlaces dentro de un
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mismo documento ocon documento externoss tal como la define
Piscitell (2005: 16). Si atendemos « la definicién, para que un
texto digtalizado sea considerado un hipertesto, se requiere la
rmarcacion previa de algunos fragmentos dees texo yun enlace
pretstablecido que, a partir de que el usuario através del mouse 0
del teclado hace «cles en dicho fragmento, hablta el reenvio a
‘otro nado o unidad textual
os elementos de esta definicién conviene subrayar, necesrios|
para I concepcién de un hipertexto, Por un lado, las sunidades
textual», esto es, porciones de informacion, que pueden consis
tir en una palabra 0 més, que pueden comprender tanto palabras,
imagenes c incluso sonido, y se denominan también «nodoss, Por
‘otto ld, los senlacess, ¢ slink, que son ls conexioneso vinca-
Jos que ve establecen entre aquellas unidadestextuales
Resula evidente que, para que un enlace se realice en un acto
de lectura, se requiere la manipulacin activa por parte del lector
‘que, a través de un salto, pasa de un fragmento de un texto a otro
fragmento o imagen, Bs éte un rasgo que la tecnologia permite
activando una zona de la pantalla, y que fue arocido al rol activo
el lector, un rol que yal torsade larecepcién habia revisado @
partir de las Investigaciones de varios autores centradas en el
trabajo que un lector realza en sus movimientosinterpretativos a
través de un texto yen la posbiidad de encontrar nuevos sents
en una obra, diversos. lo que habia cancebido su autor.
ueron tal vez esas teovas, sumadas a la técnica que, con el
hipertexto,venia a concretar esa actividad del lector, as que exre
‘maron las postura relacionando dicha actividad con uns libertad
infinita. Como si un lector a partir de I exstenia de enlaces y
nodos, pudiera realizar ahora «casi lo que deseara» con tn text.
Sin embargo, no debemes olvidar que los enlaces soa recorridos
que, en el hipertert, han sido disenados de antemano por un
autor o por un grupo de autores. Se trata en todo caso de una
libertad caleulada o acotada previamente por tna seleccion de
rnodos y enlaces, que habilitan mtltiplesrecoridos dentro de una
cantidad posible La biblioteca, decia Borges en aque cuento que
‘mencioniramos al inicio del capitulo, puede ser innumerable,
ero no es infinita.‘
tscomo ia moda de sora sca polems en racion
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