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Hoe chat, 4 persouiedlo tolitieo pod Pendia cionel - la hgowncia PATIon eu None, Left, Rodion 4 Leclayy 2°05 II. LA POL[TICA Y LO POLITICO: GENEALOGIA DE UNA DIFERENCIA CONCEPTUAL zontes, se ha hecho posible -e incluso necesario y urgente- retomar la cuestién de lo que se ha denominado “la esencia de lo politico” Prmuree LACOUE-LABARTHE Jean-Luc Nancy 1. LA PARADOA POLITICA La politica, como seals Paul ‘en una ocasién, “s6lo existe cen los grandes moment ‘crisis, en los puntos culminan- tes y decisivos de la historia” (1965: 255). En 1965, las tropas de los Estados del Pacto de Varsovia invadieron Hungria y tomaron se- vveras medidas contra la revolucién hiingara. Este acontecimiento tuvo efectos en extremo dislocadores sobre el pensamiento pol tico de Occidente, fuera 0 no marxista. Como reaccién, Paul Ri- cceur publicé uno de sus ensayos mas conocidos, “La paradoja * Retrating the Political, e4. de Simon Sparks, Londres y Nueva York, Rout- ledge, 1997, p. 144 5s FL PENSAMIENTO POLITICO POSFUNDACIONAL se paso hacia esa doble especificidad, tiene que desenmara- \cionalidad de la politica de la esfera de la racionalidad forma de la diferencia pol egiin nuestra terminologia): Esta autonomfa de lo politic [du politique] aproxima, a mi enten- LAPOLITICAYLO POLITICO 7 politique), o bien entre un esquema conceptual o espacio piiblico politico ampliamente compartido, por un lado, y la busqueda de cstrategias 0 programas partidistas por el ‘aunque ambas contribuyen ala auto- edu Elcomunismo traté de in econémica (que conduce a un mal es- e politico en el nivel de a poltca) en lugar de respetar la autoinomfa de lo politico como una esfera por derecho propio. EI Riceur taro mantencdré el supuesto de la “naturaleza bina- tia” de lo politico, aun cuando considere cada ver mas la dad como un aspecto de lo juridicofLo politicofes es) po de clases, que son opuestas a un poder (denominado politica: la politique), como para refer na autonomia espectica que abarca ambos rasgos: el “viviejun- autonomfa de lo politico consiste entonces cién entre a politica considerada como polity, le politique, ica entendida como un proceso de toma de decisiones y de eslablecer y dirigir el curso de accién perseguido por el gobierno (la _mulado @ lo largo de la historia. Sin embargo, “Iara duo de la violencia fundante” hhuella ha quedads dentin de la comunidad, pues ingiin Estado que no haya nacido de la violencia, sea a, usurpacién, matrimonio forzado o por las hazanas bélicas de alg insigne recolector de trstorios" (1998: 98). A des- pecho de toda racionalidad, siempre permanece dentro del Estado luna violencia resctual incorporada, por asf decielo, porlaautoridad gia y poder; tampoco se itico, en cuanto Ambito deTa organizacion er separs Ja politica se hallan en una relacion paradéjica cu ‘no es sino la tarea de la filosofia politica. O, para deci - versa, la famosa “paradoja politica” de Ricoeur consiste en la rela- ion mutuamente contradictoria, aunque inseparable, entre ley la politique. La paradoja politica se constituye como paradoja preci- icy, de razén y po- 1993b: 187). Dejando de lado, por cuestiones de espacio, las implicaciones filosoficas del argumento de Rice, quisier lar el mero hecho de que la diferenciacién que él establece entre la politica y lo pottco tiene como objetivo final la prueba de la auto- nomia y la especificidad de lo politico frente a otros dominios 0 sociales tales como el econsmico. encontramos uno de los principales fopoi de una idea no fundacional de la politica: su propésito es conquistar la especifci- dad del Ambito de lo politico y defender sa autonomia FETE’. Gampos de To socal y de la sociedad ef su conjunto, gin rec tun fundamento o esencia del dominio politico (una definick tantiva de, por ej€mplo, Ta Buena vida), sino utilizando una formu- lacion paradojal que evita orechaza la cuestién del fundamento. La afirmacién de Ricwur en “La paradoja politica” de que una racio- iad politica especifica s6lo puede definirse si se la opone a la racionalidad econémico social” constituye una de las primeras formulaciones francesas del topos de una o} dad politica y econémica, enmarcad LAPOLITICA Y LO POLITICO % rminios de o social, Ricazur comparte ese aserto con pensadores que se encuentran totalmente fuera del contexto franeés, tales como Hannah Arendt 0 Sheldon Wolin, y con los primeros precursores 'arl Schmitt. No obstant, los epigonos de Arendt y ieren, al parecer en la manera de comprender “Io alemanes| Jos de Schis politico”. En tanto que los arendtianos ven en I de libertad y deliberacién puiblicas, los schmit lun espacio de poder, conflictoy antagonismo. Ast pues la divisién Ga weccaasds paneundentoo-pemgues dune lo ants po- itica una de las cuales tiende a poner el acento enel primer aspecto de lo politico y arendtiano dela tayectoriatebrica de fo politico, y a Seam Fogo schnitar de To pai uemétia, en el primero, e acento recae en el dela accion poltcaen el segunda, en el moment 2. Lo POLITICO ASOCIATIVO: EL RASGO ARENDTIANO Incluso Hannah Arendt ~famosa por su frecuente nominalizaci6n Prendente. La manera en que Arendt esta en deuda con el pos- fundacionalismo de Heidegger ha sido exhaustivamente deta- 96). Aunque serfa dificil situar a Arendt leggerianismo de izquierda -no porque Porque no parece ser una izquierdista lo usual del término-, corresponde acreditarle, por cierto, ién del pensamiento de Heidegger! leseamos profundizar la sugerencia de Vol or Arendt como “Io politico”) y una forma politica de la politica, Ello implica que el sentido de lo que es “realmente politico” debe textraerse del concepto de politica: por tanto, es menester encontrar in criterio necesario, , segtin Vollrath, solamente un “concepto dle lo politico” puede servir como criterio. Toda la empresa fica de Arendt esta dedicada a la busqueda de ese concepto Puro de lo politico que menciona en una carta a Jaspers: “La floso- ‘occidental no ha tenido nunca un concepto puro de lo politico Begriff des Politischen} ni nunca podria tenerlo dado ', por necesidad, la filosofia ha hablado del Hombre en singular -mente ha desatendido 1995: 47) (GAR. Po: consiguiente, en segundo lugar, el formas burocrdticas, econdmicas o instramentales de la ra id. La invenci ferencia politica tiene lugar con el mn, por parte de la sociedad, tanto de lo la tesis de neutralizacién de lo politico. Por el taré a subrayar que, para forjar un “concepto extensivo de la posicisn poltica de Arendt como heidegge- ‘ease Marchart (2005). Conviene mencionat, iferenca poica arendtiana de une ma LAPOLITICA Y LO POLITICO a 10" de lo politico en el sentido arendtian folas a Tas de Riccrut, Vollrath desarrolla la “cualidad o modalidad no deducible” de lo politico “autonomizéndolo” de ‘otros campos de lo social (1987: 20). Vollrath encuentza fa medida que le permite evaluar el caracter auténticamente politico 0 la ra- “Todos Tos arendtianos hacen hin ‘ana. Si bien la oBra de Vollrath es précticamente desconocida en el ‘mundo anglosajén, uno de los mas prominentes teéricos arendtianos © “cuasi” arendtianos que utilizan la diferencia politica es, cierta- fe la colectividad. La politica es continua, incesante e infinita, Por el contratio, lo politico es episddico, raro (1996: 31). 2 Sostener que Wolinpertenece a que nunca se haya mostrado ert ease, por ejemplo, @ EL PENSAMIENTO POLITICO POSFUNDACIONAL LAPOLITICA Y LO POLITICO e a Si bien Wolin se halla definitivamente situado dentro de la trayec- toria asociativa, no va tan lejos como Arendt en lo tocante a sepa- rar lo politico de Io socialAnnque, al igual que Arendt, se mues- ‘en el plano de los intereses materiales, tal como lo ha 3, Lo POLITICO DISOCIATIVO: BL. RASGO SCHMITTIANO ‘De ese modo, tanto Wolin como Ricarut Se ha convertido en un lugar comin atribuir el origen de la nocion ‘como ia lucha por la de lo politico al libro seminal de Car! Schmitt publicado en 1982 y titulado E! concepto de lo politico. Lo que Schmitt trata de encontrar alles un criterio espectfco que garantice la autonomia de lo pol- ‘eo rete a os diferentes campos soci como e biog Ce ee di amigo y enemigo (Schmitt, 1996: 26) Este criterio no deriva de nin- ‘gin otto y, por tanto, se corresponde con la distineién respectiva ica, Sin embargo, prevalece precisamente porque Wolin, Eratros dominios, como ta que se establece entre el bien y el mal Hannah Arendt, esté profundamente preocupado. ten a esfera moral, entre lo bello y lo feo en la esfera esttica, entre To Iuerativo y lo no lucrative en laesfera econsmica. No obstante, | @Prmite hace hincapié en quet yen ct incién con GED 700 Tao se otras esferas politicaness), que incluye el cuidado y la ddiente, no en sentido de un dominio nuevo y distint Fonsabilidad de nuestra vida comin y colectiva. ‘cuanto no puede basarse en ninguna antitesis ni en cualay Liegado a este punto, deberia ser evidente,y el caso de Wolinlo binacién de otras antitesis, ni tampoco ser referido a éstas” (1996: hha esclarecicio en alguna medida, que lo que llamamos, 26). ELhecho de que lo politico no tenga que basarse en otras distin~ Traturaleza y sa autonomfa inherentemente ob- ; fue retomado por el pensamiento franoés de posguerra y, finalmente, condujo ala difusién de la idea de la diferencia politica, que es el tema de nuestro estudio. Sin embargo, desde un punto de vista retrospectivo, la separa- ion maquiaveliana constituy6 un paso decisivo, aunque sélo el primero, segtin Sartori. Tenfa que suceder algo hist6ricamente adi- ional, y aquf el autor parece haber capturado las precondiciones historicas de un acontecimiento que permitié tomar en cuenta la concepeién de lo politico (y de la primacia de lo politico), pero sola- ‘mente en el nivel mds general. Dichas precondiciones consisten en la separacién histérica entre la esfera de la politica y la esfera de la sociedad. En otras palabras, si la politica iba a “emanciparse” total- ‘mente, era preciso establecer primero la idea de una sociedad auté- tipo de invencién de la sociedad no xvi, y esa invenciGn se llev6 a cabo te la autonomizacién de la economia (Sartori, 1973: 15). En. 10x, el nacimiento de la disciplina denominada por Comte jologia” marcé el punto en el que se le garantiz6 a la sociedad zno sélo la condicién de autonomia (frente al Estado), sino también. la de primacta: para Comte, el sis cde Comte constituye, por tanto, la vertiente inversa de lo que Sar~ tori considera el pampoliticismo de Hobbes: “Hemos vuelto, pues, al punto de partida: el pampoliticismo de Hobbes se invierte y se de Comte” (1973: ‘cuestién previa de sila calificacién de pam- politicismo es aplicable o no a la teorfa de Hobbes, descubrimos ‘que Sartori describe aqu‘ la oposicién paradigmética entre la socie- dad y lo politico, una oposicién que atin resuena en los actuales debates posfundacionales acerca de lo politico. Sartori tiene cierta- mente razén cuando afirma que slo después de la invencién de ‘una nocién totalizante de sociedad, un concepto poderoso (es decir, auténomo) de politica y eventualmente de lo politico puede ejercer ‘una mayor influencia (precisamente porque “lo politico” asume el ‘papel de contrarrestar las concepciones sociologistas 0 fundaciona- * EL PENSAMIENT) POLITICO POSFUNDACIONAL listas dela sociedad). Bit las teorfas moderas de lo politico hay una telacién en alto grado conflictiva entre esfos términos, tal como lo ran las mltiples demandas de neuffalizacin, colonizacién 0 imacién de lo politico por parte deo social. / 6. LA POLITIZACION DE Los CONCEPTOS YY HL CONCEPTO DE LO POLITICO Lo que se le escapa a Sartori, ciertamente, es el concepto de lo polt- tico en cuanto diferenciado de la politica. Cuando habla del pro- «eso de autonomizacién de la politica, se refiere a una diferencia- considere que la politica no es sino una esfera social ferenciada de otras esferas sociales~, lo politico, en el sen- to de Io poli- tico, que se halla realmente en posicién de afirmar la primacta y no 1utonomia, afecta la cuestidn relativa a la naturaleza ontol6- ‘lo puede analizarse reflexiona Sartori en cuanto a la creciente. del concepto moderno de politica pueden ser cor la investigaci6n en el campo de la historia conceptual. Tal como lo han demostrado Reinhart Koselleck y la escuela alemana de la ion de los marcadores de certeza” (I ‘una creciente politizacién de los concepts. De acuerdo con Koselleck, entre 1750 y 1850 ~durante el pe- iodo que el autor denomina Sattelzit~ se produjo un importanti- simo cambio de horizonteenel significado de los conceptos sociales: 8 adquirieron un nuevo sentido. Si bien desde ‘nuestra perspectiva actual los significados mas antiguos de los conceptos devienen insélitos e incluso oscuros, el nuevo signifi- cado resulta relativamente accesible para nosotros. En otras pala- Koselleck (1972) detecta cuatro conceptos mutuamente rela- \ceptualizaciones de esa id de los conceptos, lo época. Primero, se produce una dmocratizacidy de ep que implica que el campo de Goat fl lenguaje politico se cionados y compartidos por todas las cual socava la idea de una eterna estabiidad o iterabilidad y se propia, en cambio, de significados y experiencias procesuales. La temporalizacin de los conceptos previamente estéticos en los como progreso 0 fenémenos socia- traducirse torpemente de los conceptos se ‘en que, en nuestras palabras, el fundamento estatico de la sociedad es socavado y ya no puede garantizar la reproduccién més 0 menos idéntica de la ‘estructura social, los conceptos se liberan de asumir-significados- polémicamente (“revolucionario” frente a “reaccionario”), caya consecuencia es la movilizacién de un mayor nimero de sectores cnowguln BL PENSAMIENTO POLITICO POSFUNDACIONAL la poblacién. Ast, muchos conceptos comienzan a arraigarse en 'ciones de confictividad, sino de antagonismo. interesante advertir que los cuatto criterios parecen apre- en un nivel fenomenol6gico, los efectos de un proceso ere- ciente de politizacién que trasciende el alcance del euarto crterio «le politizacién conflictual La democratizaion y la ideologizacién son {anto critetios o fenémenos politicos como la politizacién misma; ¢ s0 podiriamos agregar la historicizacén -subyacente en la idea «te Koselleck de temporalizacién-a esta serie de fenémenos genui- namente politicos. Dichos fenémenos, tomados en conjunt dependientemente, indican un tinico y amplio proceso de politic zaci6n, y apuntan, en diltima instancia a la contingencia que yace enel fundamento de todos los conceptos. El sentido de los concep- {os no solamente se redefine (algo que, desde luego, ocurre a lo ino que el fundamento supuestamente esta- rraxe en cuanto Bewegungsbegrife. tamente lo mismo es valido para el concepto de politica, y Ja actual diferenciacién entre la politica y lo politico sélo sera el re. sultado eve “onvencional, cuasi aristotélica, de “la politica” como ~en cuanto una esfera o sector estético- desaparece y da ia concepcién de la politica como actividad. La transmiuta- 80 de Ia politica en plural en el de politica en singular ‘comprenderse como un indicador de la autonomizacién del concepto, Otro signo de la temporalizacién que acontece durante el itica en un Bewegungsbe- Para Palonen, la temporalizacién de a politica en una actividad (en lo que el autor denomina un “concepto de accién”) reemplaza 4 Araki] lAbuens2 LAPOLITICA Y LO POLITICO 81 Ja antigua nocién de politica como una esfera social diferenciada de otras Areas sociales. Segtin argumenta sagazmente Palonen, el fenémeno de la politica, sin embargo, es poco adecuado para las metaforas espaciales de pensar en términos de esferas. Si hay alguna idea central en la comprensién de la politica después del cambio de horizonte, ya no es el focus ica, sino, més bien, la cualidad de la politica en cuanto activi Por tanto, podemos atestiguar ~al menos en las fuentes alemanas y,en menor medida, en las fr ‘conciencia de 1a politica entendida como gétividad)o(préctica, Jue deviene un lugar comin en la segunda iitad-el ‘aun cuando las fuentes briténicas muestren una subordinacién de la actividad po- Iitica al arsenal metaférico de la actividad econémica, Es en estas fuentes continentales ~especialmente las alema- nas, a diferencia de las fuentes francesas y briténicas- donde Pa- lonen percibe las caracteristicas de lo que podriamos lamas tro del marco conceptual de nuestra indagacién, la ex ia del acontecimiento de 1o politico y Ia experiencia de lo politico De acuerdo con Palonen, la idea de Nietzsche de la grofe Politik pus algo que se supone crea una ruptura et tarde, el neologismo P ‘cuanto ocasién extraordinaria cobra importancia con Helmuth Plessner. Pero, sobre todo, es en la nocién de Catl Schmitt de Aus- nahmezustand ~" in", en Teologéa politica, y en zeit, entendida como una in- terrupcién del orden cronolégico de las cosas, donde las caracte- risticas del acontecimiento se formularon en términos de discurso 2 EL PENSAMIENTO POLITICO POSFUNDACIONAL politico. En Francia, ocurrié un acontecimiento simi pués de la Segunda Guerra Mundial, y en el mundo angloestadou- nidense -si dejamos dt fue incluso més tarde, y principalmente a través de la recepeién del postestructuralismo francés, cuando se teoriz6 un concepto anélogo de lo politico como acontecimiento, rid un cambio a part realizados en los primeros afios del siglo xx hasta los de Ia Francia de la segunda posguerra, y inicamente en los iltimos afios el pen- samiento francés se introdujo en los debates angloestadouniden- ses la excepci6n a la regla es, de nuevo, la pensadora “continen- tal” Hannah Arendt y sus epfgonos- (Palonen, 1999a). Una de las razones de ese desarrollo tan desigual ~aparte de las diferentes, inclinaciones filos6ficas de las respectivas culturas de esa época— reside, para Palonen, en el hecho de que ica se relaciona con la préctica diaria de lo po- bien a la pli rium) para lo politco-performativo [politicking] fuera de lo poli tico normal [polity (1999). iscusién britanica se mantuvo, en gran LAPOLITICA YLO POL{TICO ® permanente global de toda vida social, sea como el momento 0 acontecimiento de fundar /desfundar la sociedad como tal). 7. LA CRISIS DE LO SOCIAL © POR QUE NO ES SURCIENTE EL NOMINALISMO CONCEPTUAL {Cul fue el acontecimiento inmediato que provocé, finalmente, la mero en Alemania y na respuesta bastante Palonen propone al menos un posible enfoque dose a una observacién de Hannah Arendt: En Alemania, la década de 1920 tiene mucho en comiin con las décadas de 1940 y 1950 en Francia. Lo que ocurrié en Alemania tras la Primera Guerra Mundial fue la ruptura de una tradicién, “una ruptura que tuvo que ser reconocida como un hecho const ‘mado, una realidad politica, un punto de no retorno-;y lo mismo sucedié en Francia 25 afios mas tarde (Palonen, 1989: 82). Visto desde este angulo, fue la constelacién de la crisis lo que estable- id un cierto paralelo en el campo intelectual entre la Alemania de la primera posguerray la Francia posterior a la Segunda Guerra Mun- dial. La crisis cobré la forma de un quiebre de la tradicién, de una dislocacién de los sedimentos de lo social. En suma: era preciso Hle- gar aun acuerdo con la experiencia de la contingencia y con la natu- raleza sin fundamento de la sociedad, un acuerdo que servia como “trasfondo de la realidad” para una reconceptualizacién de la poli- tica entendida como “Io politico”, y esto se produce al final de un desarrollo conceptual que comenz6 con el Satelzeit de Koselleck. Desde luego, afirmar que la filosofia politica es un fendmeno de la crisis no constituye una tesis nueva. Para Sheldon Wolin, mayorfa de los grandes enunciados de la filosofia politica se han formulado en tiempos de crisis; vale decir, cuando los fenémenos politicos estén, ce hecho, menos integrados en las formas insttucio- a EL PENSAMIENTO POLITICO POSFUNDACIONAL nales” (1960: 8). in embargo, la hipétesis de que la innovacién con- ceptual esté desencadenada por la crisis social y relacionada con # vuelve realmente plausible si suponemos que “una crisis” sino el resultado de una creciente no-correspondencia entre ‘ejo paradigma conceptual y su cambiante contexto institucio- ral o social (donde paradigmas contrahegeménicos contrapuestos Procuran ocupar el lugar del viejo paradigma). Desde este punto «te vista, la innovacién conceptual acontece con el telén de fondo de luna crisis paradigmatica, en respuesta a la ecreciente capacidad

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