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otra que slo reditua 4%, que en abril ani OF no se pudo llevar a cabo sino por la mited, y que par realizarse por completo presentaba serias dificultades que mas ficilmente se allanarian hablando con log banquetos que por correspondencia. El dia TI de jy lio al anochecer salt de México con mi seftora, mi hijo, y el doctor Manuel Gonzalez que atendié a mi sefiora hasta Nueva York, en donde nos embarcamos para Europa algunos dias después, Corto en este lugar mis apuntes para comenar la “Segunda Par narracién de ciertos hechos que pasaron durante mi estancia en el extranjero, y que coincidieron con el principio del colosal sacudi miento social y politico que derribs al Gobierno del general Diaz SEGUNDA PARTE DE 1910 EN ADELANTE Mis TRABAJOS ¥ PREOCUPACIONES EN EuRoPs. DIFICULT? JARA REGRESAR A MEXICO ANTES DE QUE COMENZARA, EL NUEVO PERIODO PRESIDENCIAL, ESTALLA LA REVOLL ION. ALGUNAS PALABRAS SOBRE LA POLITICA DE ENTON ces, Mis RELACIONES CON EL GENERAL REVE No parece sino que nuestro cruel destino quiso deja an libro de la Historia un testimonic grabado en el irrecusable de nuestra insuficiencia para gobernarnos ca, a los cien afios de vida como nacién libre y pact .dependiente. A la vez que los preparativos para las io del Grito de fiestas y solemnidades del C: Dolores, e efectuaban las eleceiones federales curyo ra levantar en. més. Con el resultado iba a servir de pretexto armas a unos ciudadanos contra los movimiento entusiasta que el sentimiento patrioti- co nacional imprimia a los primeros, se mezclaba el ardor febril con que se traducfan en los tiltimos Tas ambiciones desenfrenadas y el espiritu de desorden. Por doquier se despertaban, en la vida piblica, una energias a las que el pais no estaba ya acostumbra do, Slo que, por desgracia, no quedaron afios des: por una parte, pués, de toda esa agitacién, mas qui cfimero de aquellas suntuosas el recuerdo grato per ceremonias y festividades, y por la otra, las huellas profundas y nefastas de los terribles acontecimientos que en seguida sobrevinieron. No quiero dejarme arrastrar por el deseo de co- 95 ico contraste, en el que, si bien todos los mexicanos ruvimos una parte de responsabilidad, muy distinto papel representaron sin embargo, desde el punto de vista de la conciencia de hombres pi, blicos, los que sostenian y perfeccionaban el onlen social establecido, y aquellos que a titulo de “renova dores”, primero, y de “revolucionarios spuss, no hicieron mas que obra de destruccién de todo lo que existia, sin miramiento alguno a las tradiciones: ry al espiritu de justicia, ni a las verdaderas convenien cias de un pueblo que carece de ilustracin y de la mentalidad indispensables para asimilarie las ideas demoeriticas y socialistas modernas llevadas al mayor grado de exa racién. Tal estudio saldria del cuadro 0 del | me propuse escribir estos apuntes; y Por tanto, continuo la relacién de los sucesos en que me vi envuelto, partiendo del punto en que la dejé al cerrar la primera parte del trabajo. A mi llegada a Paris me encontré con una situa cidn financiera poco satisfactoria a consecuencia de ciertas grandes operaciones de crédito cue ejercieron igual influencia sobre todos los metcados europeos, Nuestros titulos del 4%, recientemente emitidos Para efectuar la conversion de los del 5% de 1899, no habian sido absorbidos por el publice en su to. talidad, sino que parte de ellos se hallaban todavia en manos del sindicato de banqueros que los toms fn firme, y estos no se encontraban naturalmente en condiciones favorables para comprar del Gobierno la otra mitad del empréstito de 1910, La estacidn estaba ademas demasiado adelantada, y de mutuo acuerdo uedaron aplazadas las negociaciones hasta fines de septiembre, o principios de octubre, época en que ‘comienza de nuevo, después de las vacaciones de ve ano, la actividad de las operaciones bursatiles, 96 Pasaron esos dos meses, y por desgracia el merca- ode valores no mejoré lo suficiente para que el sin {icato realizara los titulos comprados al Gobierno, n una pequefia circunstancia que determiné mas bi baja en el precio de éstos. Los banqueros se manifes como era natural, a comprar la otra taron renuentes, mitad del empréstito al mismo precio que pagaron en abril, pero importando la rebaja que pedian mis de la mitad de la utilidad que la operacién hubiera dejado al Gobierno, no quisimos pasar por dicha re baja y preferimos esperar un poco de tiempo més, Fue tal vez un error, y si digo “tal vez", es porque dejando una utilidad aun asi reducida, la conversion total de nuestra deuda del 5% en la del 4%, ese bene- compensando la fico, si bien pequefo, habria qui desventaja de dejar pendiente por tiempo indefinidlo la mitad de la operacién, como ha sucedido de ciadamente. Durante mi estancia en Paris, demasiado pro- longada por la razén que acabo de expo las peripeias angustiosas de La salud de mi sefiora, me llegaron de México informes fidedignos pintandome la situacién politica cada dia mis confusa y com. prometida. El Presidente, acosado por la oposicién que le echaba en cara de mala fe el que se hubiera dejado dominar por los “cientificos”, multiplicaba, sus esfuerzos para demostrar, por medio de declara ciones y de actos inequivocos, que los tan mentados “cientificos” no ejercian sobre él la menor influenc cosa que produjo una recrudescencia muy vigorosa de la guerra sin cuartel que se les hacia a todos los motejados con ese nombre, de donde resulté que el Gobierno fue perdiendo, con el desaliento de estos, tltimos, uno de sus mis leales y firmes apoyos, sin adquirir, en cambio, el de ninguno de los partidos 0 7 arupos que lo estaban atacando, Ma pos ando, Mas n0 Slo por gg ria el horiz 1 I Manto Lujoso y y tumbo se nte. Bajo brilla ‘ IC ac sin igual del Centensa del Grito de Independencia, se disimulaben talon y la inguerud de los que comeian el cao de énimo y los propésitos de los descontentag iosos y desequilibrados, to crecian rapidamente. Ys ambi. ‘yo NtimerD y attevimnien, no cabia dudas la cris Fred no eatdatia en estallar. a menos gee de su inmenso pres al Pr su inmenso prestigio, Poniendo en juego sus dotes incompa J el Presidente, valiéndo ductor de hombres, inau; gurara nu a ate gobierno, admitiera el con ee todo lo cual con el : mae aia Caan pean ai dioas Rpts poretgad ional, amplio pero homogéneo y noe a sobre el que pudieran descansar los gobier os furutos. ‘Serian ests | ros. ‘Serian esas las intenciones del gener] Diaz para cua dades de wea etexiona sobre su actiaud respectaa los “aes lo concluyeran las suntuosas solemn ptiembre? Es nermitido ponerlo en duda tificos”, y su sorprendente inaccién politica e lineas. Me lo confir econ gene wn ls cosas cuando sal de Mexico pa me stvie de explicacian de lo que pass despurs Al despedirme de él insists mucho el Presidente Gh at estviera yo de regreso antes del primers te diciembre, fecha dela toma de posesiin de ne eat © para el period de 1910.19} ct hace lo posible para complacerlo si yo le ofrecé hacer ; gi lograba los objets de [aiss Pero con raz6n dice el proverbio que “el hombre propone y Dios dispone fe iblico y privado se op P Privado se opusieron a mi retorno a Méxi, 98 co para la fecha indicada, Fcilmente se comprende- Ia situacién penosa en que me puso la necesidad de justfiar mi demora al Presidente ya los amigos i, siendo de ellas las ue me Tlamaban con ansied tris importantes as malas condiciones de la Bolsa, empeoradas algin tanto por las noticias inquierantes que comenzaron a llegar de México, yla oposicisn de Jos médicos a que mi sefiora y yo nos pusiéramos en camino en aquellos momentos. En las cartas y cablegramas que se reproducen al calce de la pagina (al final del capitulo, Documentos al 5), se reflejan las vacilaciones y congojas en que me vi, por la insistencia del Presidente en que estu viese a su lado el primero de diciembre. También se encontrarin en esas cartas mis impresiones ¢ ideas sobre el cambio de politica con que debia inat se el nuevo periodo. Nétese la reserva absoluta guar dada por el Presidente tocante a esas impresiones y esas ideas que le expuse con fitmeza y extensién en micarta de 26 de octubre. {No es esto tn indicio elo- cuente de su falta de conformidad con ellas, y tal v © substituir mas que también, de su propésito de uno o dos Ministros sin cambiar fundamentalmente de linea de conducta en su politica? Desde que el Presidente tlegé a persuadirse que nuestro desacuerdo en varios puntos importantes de la gestion gubernamental podia dar por resultad ‘mi separacin del Gabinete, adopes la tactica de no hablar conmigo de dichos puntos, e insensiblemente fue extendiendo su reserva a las cuestiones politicas en general, esmeréndose en cambio, en manifestar me su afecto por medio de atenciones personales de todo género. La raz6n de ser de esta téctica es obvia a mi cooperacién, la que seguia no queria juzgando util, no tanto seguramente por lo que po- 99 dian valer por si mismos mis servicios, como por ef efecto moral que temia produjese mi separacidn in. tempestiva de la Secretaria de Hacienda. Sin duda ab guna también, que cualesquiera que fues nest divergencias de opinin, se reflejaba sinceramente fn esas carifiosas manifestaciones la simpati tia que me Brofeso toda ln vida y que he apreciado en an alk Pero cuando p. wlio fa esperanza de verme en México pata el primero de diciembre, ya no pudo contener su disgusto, como lo atestiguan los docu, ‘mentos publicados (a final de este capisulo) sin que sea exacto sin embargo que llegara hasta ordenar qui ublicista, la renuncia que presen , como todes mis colegas del Gabinete dias antes de la menclonas fecha, Lejos de obra as, le dio a Nines, sen pue de verse en el cablegrama que este amigo me erwin el 16 de noviembre (Documento 6), ue quelatia ya, ca. el micvo Ministero, y dsrutaria de lcencado hasta mi regres; y adem por el eablegrama del 28 del mismo mes (Documento 9}, antevispera del nue. se eviodo presencia se me confirms a nota diciéndome en términos muy halagadores para mt, que el Prescente habia ordenado que mi eruncig no fuese admitida, Supe después que una mala inn terpretacion de las palabras con que el Presidente mano 2 conrad una persona qe lis 4 mi renuncia, fue el origen de la version 2 que ante me refiero. a Llegaron a Europa las noticias de ls acontect mientos de Puebla de fines de noviembre, y poco tempo despus las de Chibuahus, Yuan y ouas partes de a Republica La revolucisn habia estllado, 100 en el acto, a pesar de los informes tranguilizadores idente y varios colegas del Gabinete me ue el Pr elempeiio que da la conviccién de que se habian des naturalizado los hechos causantes de la alarma. Todo fue indtil; no era ya posible, por diciembre, realizar de la conversién. Segui sin embargo la segunda ps luchando hasta perder la iltima esperanza y consa- gré mis esfuerzos a mitigar por todos los medios estaban a mi alcance, los desfavorables efectos ¢ propaganda de los revoltosos que los periédicos y agencias de los Estados Unidos favorecian con todo el peso de su inmensa influencia. Al mismo tiempo me ocupé en proporcionar cartuchos al Ejército en idades, segin las érdenes que recibi del fucrtes Presidente, y en contrarrestar las gestiones que ha cian los revolucionarios en Europa para sostener su causa, y conseguir fondos. Las noticias que recibia, relativas a ciertas me didas tomadas por el Gobierno, me pusieron intran- ilo, dejandome la impresion de que los servicios en accién para reducir al orden a los subleva pu dos eran deficientes. Me parecia que ni se desplexa ban en cierta linea todos los elementos de fuerza de que disponia el Gobierno, ni se obraba, en el terreno politico con la prudencia y el tacto necesarios. En los parrafos de mi correspondencia, transcritos, se obser vari esa preocupacién mia, y el temor de que se es- tuviera dando palos de ciego en un medio social tan revuelto como el que se formé en la Repiblica en las illtimas semanas de 1910, y mayormente en los me- ses siguientes. Disolver clubs, sociedades o partidos, perseguir a sus miembros, porque conspiran contra Ja tranquilidad piiblica son medidas que no sélo se explican, sino que se considera como un deber de 101 gobierno el tomarlas; pero hostiizar personas, y pri libertad y hasta de sus bienes, por la tinica n de que, sin que existan pruebas de su compli cidad con los revoltosos, son amigos 0 parientes de alguno de ellos, o simpati lamados “regen 1 con las promesas de los ador ' equivale a precipitar a esas personas en la catarata de odios y rencotes politicos que pronto las conduce a las filas revolucionarias, Muchos errores de esta clase se cometieron, particu: larmente los Estados, cuando al mis tiempo se daban, por otro lado, pruebas de notoria debilidad, Ya se veri mas adelante el desconcierto que esta con. ducta incoherente introdujo en los elementos consti tutivos de la Administracién Fed al y de los locales, ¥ atin en la opinién publica general que es la base indispensable de todo edificio gubernamental Pasaron los meses de enero y febrero de 1911, y la ola revolucionaria engrosaba y se extendia por tor das partes. E: o trazé definitivamente mi camino. EL deber me llamaba a México, a tomar patticipacidn en. Ja defensa del orden y de ta legalidad, y a compartir los riesgos y responsabilidades del hombre ue per sonificaba la Administracién que estaba yo sirviendo desde tantos afios. Apenas me levan de una penosa enfermedad y hubo alguna mejoria en la silud de mi sefiora, me embarqué en Cherbou para los Estados Unidos por ser la via més répida para regresar a la Como documento que puede servit para dar. se cuenta del es lo de mi énimo al emprender la marcha, asi como para arrojar alguna luz sobre la si tuacién, segdin las impresiones de un amigo fiel que hablaba todos los dias con el Presidente, y que estaba muy al tanto de las interiotidades de la politica, Publica (Documento 13) para cerraral presente capi fidencial que el Subsecretario de tufo, uns carta ¢ acienda, el licenciado Roberto Nuifes, me dirigié [ fork al saber que me habia yo embarcado Antes de comenzar a dar cuenta de cosas ocu- rridas después de mi salida del viejo Continente a os incidentes de mis refer en pocas palabras ciertos incid ral Bernardo Re que no estin desprovistos de interés Al regres eet que tuvieron lugar en Picardia a mediados de oc relaciones en Paris con el de las maniobras del ejército francés bre de 1910, me escribié el General una carta lamen- hasta entonces tandase de no haber logrado vern a pesat de las diversas tencativas que habia hecho, y en la que, sabiendo que estaba yo bastante aliviado de las contusiones que recibi en un accidente de aue tomévil, se expresa en los siguientes términos: luego como estuve mejorado de mi vista, quise salt darle y este fue el miércoles de la eee (din 12); pero no se hallaba usted en su alojamiento, y snolgut gara mi tarjeta, Ha pasado suplique alli que se una semana de esto, en la que he esperado alguna cortespondencia de parte de usted, conocid: a, y dadas las ate que me es su extremada fin a pensado; mas no ha habido nin- siempre me ha dispensado; mas no guna significacién de su parte, y esto me ha hecho suponer que debe usted tener ahora inconveniente Jel cual inconveniente de existir, fen que nos veamos sin que yo trate de inquirir cual sea, sabré respetar in que y pero sea como fuere, yo he quetido expresar usted lo anterior, porque, no por falta de expla cigm de mi parte, han de quedar rots ls rlaciones dena amistad e busad enero esimacion segtin mi concepto, no habian podido acabar las mas penosas circunstancas originadas por extrafos, y de 103, la que yo he tenido muestras antes, y en la situacién, dificil en que tltimamente me he encontrado. Creo por eso cumplir un deber con dirigirle esta carta que ro exige contestacién, pues al no tenerla comprende- ré que existe el inconveniente que he supuesto para ue no contintien nuestras relaciones, lo cual, como 5 natural, y especialmente en el estado de suscepti- bilidad en que me hallo por las condiciones en que estoy y que usted conoce perfectamente, he querido precisar para conservarme en el punto que me corres ponde, y no aparecer inoportuno.” He citado textualmente las palabras anteriores porque restablecen la verdad adulterada con fines di versos por adversarios y por amigos. Estos tltimos se alarmaron mucho en México cuando sup‘eron que el general Reyes y yo nos habiamos puesto de nuevo en contacto en Francia, y pronto corrieron las versiones mis extravagantes en las que se me atribuyé hasta la iniciativa de la reanudacién de relaciones intentada con el propésito deliberado de formar con el expresa- do General una verdadera liga politica. En cuanto a Ia iniciativa, acaba de verse lo que pas6; y por lo que toca a las razones que me indujeron a dar entrada a las tentativas de renuevo de nuestras relaciones ~ade- mas de las que corren expuestas en varios lugares de los presentes apuntes, y especialmente en mis cartas a Naif, del 17 y 26 de enero (Documentes 11 y 12)-, voy a reproducir en seguida un parrafo de otra carta mia al mismo amigo, de fecha 8 del propio mes, y que contesta las primeras quejas que me llegiron de los amigos de México, Este pirrafo dice as “La carta de usted del 20 de diciembre fue es- crtita evidentemente bajo la impresion que le comu- niicaron algunos de nuestros amigos, de que tal vez hubiese yo entrado en combinaciones politicas con 104 el general Reyes y su hijo. Puede usted tranquilizar a todo el mundo sobre ese punto, seguro de que no he procurado otra cosa més que suavizar las asperezas, de mera forma en nuestras relaciones personales, y cexplorar el estado de énimo de esos Sefiores. Creo, si, con firmeza, que debemos hacer cuanto dependa de nosotros para no darles motivo ni pretexto alguno que puedan explotar en perjuicio nuestro, presentin- donos como exclusivistas a outrance, hombres tle de odios, insultadores piiblicas, y que absorben en beneficio propio todos los negocios y toda la vida de la Nacion. Estoy més que nunca convencido de que debemos perdonar muchos males que se nos han hecho, que necesitamos admitir el concurso de cuantos puedan ser mas © menos itles al pais, y hay que cerrar los ojos sobre la procedencia y los an tecedentes de muchas gentes para buscar un modus tivendi aceptable en nuestras relaciones con ellas. Si nuestros amigos no admiten ese programa, habré que tocar a dispersos y dejar tranquilamente que salga el sol por Antequera.” Hechas las anteriores explicaciones, volvamos a las visitas del general Reyes. Segtin me dijo repetidas, veces, insistid tanto en verme, por dos motivos: el primero, en tiempo aunque no, tal ver, en importa cia, fue el deseo de leerme y someter a mis obser vaciones el trabajo que estaba escribiendo sobre la reorganizacién del Ejército, en cumplimiento de la misién que le fue encomendada por el Gobierno; y el segundo -que ha de haber sido el principal para dL-, consistié en el emperio de que recibiera yo a su hijo Rodolfo que deseaba darme algunas explicacio- nes sobre su actitud pasada hacia mi y sus propésitos para el porvenir. Después de cinco o seis visitas que me hizo el 105 General, yen las que slo hablamos de su trabajo, me hizo la suplica relativa a su hijo. Justo es decir que en la entrevista que le concedt dias antes de que saliera para México al licenciado Reyes, fe me declaré en tuna forma correcta y digna, que al atacarme como lo habia hecho desde 1902 se dejé arrastrar tinica mente por las ilusiones de la juventud, que pronto se desvanecieron al tropezar con las trstes realidades de los acontecimie posteriores, y que alecciona- do por la experiencia se proponia trabajar de todo, corazén, al volver a la Patria, yen cuanto se le creyera Util, para conjurar la terrible crisis que comenzaba a desencadenarse, a cuyo efecto deseaba que obtuviera yo del Presidente que escuchara sus explicaciones y oftecimientos, con los que esperaba quitarle la natu ral prevencién que suponia hallar en él. Esa enttevis ta tuvo lugar algunos dias después de la legada del licenciado Reyes a México, pero no produjo todos los buenos frutos que eran de desearse, por la impre- sion desagradable que, no obstante que fueron des mentidas, dejaron unas palabras que el reportero del periddico sucha de La Habana puso en boca del mencionado licenciado, En mis diltimas conversaciones con el General se fueron deslizando poco a poco temas politicos a pesar de las evasivas de que procuraba vaerme para no hablar de esa clase de asuntos. Los intos que confianze del Presi- mis lo preocupaban eran la dente hacia él, la guerra que le hactan los “cientfi- cos", y su regreso a México, y al tocar cada uno de dlichos puntos llegé al fina solictar mi incervencién, para que cesaran o se mitigaran las contrariedades ue por esos lados le amargaban, decia él, mucho la vida, Hice, para complacerle, lo que me parecié procedente,t también procuré servirle en asuntos 106 conales de tres © cuatro de sus amigos, siguiendo Pia linea de conducta que acabo de exponer en las ginas anteriores. De las recomenclaciones en favor Te sus amigos, las que me hizo de don Venustiano Carranza y de (Alberto) Guajardo merecen mencién especial, y de ellas hablaré con algunos detalles en ca pitulos posteriores por las interesantes consecuencias que tuvieron." *Al parecer olvidé desarollar este tema Dornan L bien usted y yo, pretenden joh insensatos!, presentarle a ‘octubre 26 de I Siendficos) na la larga a hacer mella en la coraza de anes “cents rete x de nucreo deaprecio hacia ello, oblighn- Seiior Gra, don Porfirio Di est contestar dichos ataques. Viendo, pc, ls cosas por ese Presidente de la Republica ep cinguna venaja posta se obtendria con que me hallase Mexico tho de usted en diciembre; y por lo que se refiere alas mo — ~~~ Eee A be calcul spent ero, y de exponer a usta los motives de fa determinacion que setae, En lo que a mi toc, juago sme expresar aqui ‘en que se exponen minuciosamente las opiniones de los grandes que sea; y sélo me permito recordarle, para el caso de que no tt tdics de Par sobre lad de astern de Liman yt =e accpa i emunca en dcembre, que mi pres diversas soluciones posibles de tomar). dde volver a la vida privada es ya antiguo, y que dinicamente se ha ‘lac con apa y on los tabard a Seen cre cxa ass, de contin ena Seana Je Hacenda {Ea aon pcp prague yo rete en mes de no PrePeMi permanencia en Europa hasta il primasers prima ‘Propésitos que usted tenga sobre la composicidn del Gabinere a ner para nosotros bastante importancia, principalmente desde el ¢s evidente que tanto para una cosa como para otra tiene poca ‘bangueros levanten la opeidn de [aorra mitad del Empréstito, no importancia mi presencia en México, dado el alejamiento de los ha sido posible consege orque las condiciones de los meres asuntos propiamente politicos en que me he mantenido, hasta ‘dos han ido modificindose desfavorablemente por la escasez del done bs sido poli en esos detns Games ids ies Seri taria de is csetas en Rancny Baburdanca de a practica seguida por usted, ahora mas (que) antes, de manejar valores de primer orden que se han estado ofreciendo al publico sano y amplio, capaz de resistir con éxito los empujes de tantos ae mente, con marcada resolucidn, el alto personal politico ae Y administrative federal, y especialmente el loa sbriend las 0 Puertas no a los que notoriamente quieren pescar en rio revuel- (Chapultepec, noviembre 1¢-de 1910 ‘que la expresion del deseo cada dia mis vivo de que se consolide Paris 4 [a ver los defensores de los legitimos intereses nacionales, y de Muy querido compadre y amigo iledad,peenden solamente di par ele Con pan pens hemes vo mi filly ol informe qe Teiando cn Mexico no psa dee acd ora cos medavwted dela desuapredable sera aria de 26 dd 109 ‘erminar eon la felicidad que le deseameos Senyo macho gue dels wes eaminos a qv lo edu Pua deta inportantssrviton oer ea He bligan a una espsa tan dana de todo erie de la salud de se apreciable scior, sean tan faerables, gi Permian taba, come ted sie hacerlo para one ge continuackin de usted en el Gabinete, aunque ne sea por ge el perio. “7 dca tos a Mary y mis més cordial wos por gy ito su compadre y sincera amigo, Pe Porfirio Diet Documnro 3 Paris, occu 27 de 1910 Senor Lic. d Meteo Rok etto Novice Elaramiento queued me a, ye eo que mani perdi us ss pudies tet Coca Bana gost yen qo nia wanecon i premier ee dedictenbre-Aunenloguese shores Beareende eee ini ml intvenctns fl Presiden skeen eae rata de otra persona que tenga cualidades anslogas +l de Soul ¥ earesca de color politico, creo que debemos de lickarnos, por 110 rodemos querer ni hemos querido munca rm em ‘i ve los oeupen gentes cs pblica, sino evar qu ‘dios para fines exclusivamente personales. ants yeos me he lamentado de gue algunos aean alg ealusivisas,y yu comace usted bien ‘mis posible et partido del Gobierno, a os Pu sop pewechen de Bones deems de relor read 7 oe ant, ealando mae referencias portal 0 Parone, aplaudiria gustoso cualquier noml nto que en el mis va usted que hable con Corral Rosso a wm que ligy a uied yal ot Presidente oe Unos cuantos meses fe paren ip en ti nombre lo i ie crn determina re ew durante este intervalo as suey 9 8, Pots de cambio favorable. En este ttim« taal por LY. Limantour Document de 1910 México, noviembre Cable) OeeRiisto de Tad Presidente profundamente disgustado al conocer tlegra: rma de usted, Me dijo que sisted no viene tambign él pedir IRgnciay que le sorprende mucho que en los moment teeta que va 4 tomar posesiOn nuevamente del Gobierno su Sinden. No puede conformare con ae usted no fe diciembre yexpera que acatando sus deseos se mtesiex posible, aunque vel m inauguraién del ne le amigs To a fe agut el fe usted s a poco noviembre 12 0 Has despues d Naret ars, noviembre 4 de 1910 (Cablegrama) Saibseretario de Hacienda México 126 retardada por enor de Su telegram de noviembre 2 que Presidente daa mi transmision, No comprendo importa 11 asst a formalidades de inauguracion nucws pen tn cpa necsdad vale imei lo panes algunos dias, exponiendo salud de mi sefiora a graven tables trastornos, bien te fesinado Se Si gue cane en Pe ae fico loc ignoro para hacer ese sucrifcio, deseaia cone es EMG sucalimponese contenido cara sear 6 tegen Siderarsjusificado mi proposica de permanccer agus a Po mis, lo que por otra parte favorecera conclusion fun fete también del mismo general Diaz politica P Gaye Pe los males de que ellos se lamentaban todos * Yo, que habia escuchado silenciosamente la ex 3h del doctor, lo interrumpt cuando hizo esa posi poson, para manifestarle que si habia consentido en 1 ra exclusivamente, como a él le consta Jn entrevista © ta, con la esperanza de darle a conocer al Presidente las pretensione minimum posible, y procurar encontrar un terreno en el que pudiera solucionarse en México el conflic fo; pero que seria absurdo, y ademas indecoroso y fadmitir un solo instante Ia idea de que yo Hevase 0 ransmitiese al general Diaz semejante pretensién, como la de la renu ellos, los revolucionarios, mantenian esa condicién, Ja la con: yo por mi parte daba en el acto por termi ferencia. Don Francisco Madero, que no habia dicho hasta entonces una sola palabra, se interpuso dicien- do que no cteia que el doctor hubiera suscitado es punto como una exigencia de los fente como un deseo de la mayo rios, sino simp 8, y el doctor Vazqu lo dicho por Madero. No tendria objeto Sémer confirm ico, ni me seria campoco posible, relatar paso por mis entrevistas con dichos sefiores. Si puedo decir que todo mi aff consistié en obtener bases que viesen alguna probabilidad, por remota que fuese, de 139 nos sacaran del camino de la legal nino de la legalidad. Ein — mes combati las ideas de esos sei oo exclusivo objeto de demostrarles I: lide a Kas ostrarles la inutilidad q condone que sin mas gnc Se rechazadas en México, Tod fue en. ‘ae ta gue catianjuiciosamente sts pe doa au cnsgnarn enn nena 3 oa bra de sus exigencis el cual memorin te Pl yo a México por telégrafo para pedi insect su vee trasmitina él a Francisco L. Madero, ne objet, por la via mas ripidn que le fucne yon al El doctor acelin mi seco eee ano, hy comprendiendo yo que no reducirian mas n ‘ual memoréndum e me remitig al final del capitulo, Document precedio de una carta que tambien se oe 3 al dia siguiente d la Ultima entrevise nsta Publica y que merece algunas breves explicaciones, En el curso de nuestras conversaciones pude oh servar el empefio muy marcado del d wor Varga Gomes de dare cor Vaaque: 2 imporrancia exa, tmcha solemn ts foes Entre los medios de que se valié para sacar cae entrevistas del terreno muy mod ope le una manera incidental ¥ como por inadvertencia, las pal veces dio lugar a que rectificara yo diciéndol ea {a carta que se reproduce se observa la misma ter dlencia, siendo asi que debia de hal zn tor, para abandonar esa id ! la circunstancia de que jamais de mi parte recibié doc } nento o declaracién alguna, verbal o escrita, escrita, que constituyera ni siquiera thier un principio de cc romiso. También se cserva en 140 Ja esoresat a carta el deseo de disculparse de las alte- Se nechas en sus ofrecimien peo jectura de las bases propuestas por el doctor Gomez da una idea de las principales pre RYaraves Cm: ones del Agen jou ijn ala vista desde luego cl vivisimo deseo de pode nunca Tide obtener del Gobierno de Washington que los fonsiderara como “beligerantes”. Llama también la srencion el desembarazo con que se habla en ellas de te de los Jefes a toda voz que el Gobierno de México entra .on los revolucionarios, y esto se los Gobernadores de algunos Estados, Ja renuncia d ydel nombramiento de los Gobernadores interinos que las Legislaturas deberian eseogerlos entre los cary didatos que propusiera el partido Antirreeleccionis ristas, de sustituir el ta. Esta idea de los Jefes ma voto popular, o el de los Cuerpos Legislativos, por el de ellos mismos, para la designacién de las personas llamadas a desempefar cargos de eleccién popular se- gain prescribe la Constitucion, fue d hasta el fin de las platicas habidas con los 1 escollo principal con que fesde el principio tantes de la Revolucir alcanzar un resultado satisfactorio. se tropez6 par: Harto me esforcé en demostrar al doctor Vie- quer Gémez en esa ocasidn, lo mismo que a las intervinieron un mes desp iaciones de paz, que la Revolucién é en has personas qu verdaderas neg no hacia buen papel, sino que, al contrario, lo ha- sndo que se procediese en cia muy censurable, ex abierta oposicién con las leyes constitucionales del rendia haberse erguido pais, cuando ella misma P nt atribuides al Gobierno contra abusos sem: establecido; y sin embargo, me fue imposible lograr que aquellas personas desistieran de sus exigencias. 141 Aunque parezca inverosimil, nuestros adversarios ng Hegaron a darle todo el peso debido a mi argumen, tacidn. {Seri que nunca distinguieron con suficiente claridad Ia diferencia radical que existe entre las con ‘ones que una Revolucién que ya triunfé impong con las armas en la mano, y las bases que no les es licito proponer ni discutir a los partidos politicos que desean conciliar dentro del orden legal sus ideas y sus pretensiones? Puede ser; pero me temo que el fondo de aquellas exigencias hubo mas de interés personal, que de principios y de anhelos liberals, Como iiltima observacién, que debiera ser tal vez la més importante, sefalaré el efecto nulo que produjo en el animo de mis interlocutores, la suma vedad de la crisis internacional por la que estiba ‘mos pasando Por mis que me esmeraba en expenerles los hechos en que se apoyaban nuestros temores; ‘més que invocara yo los sentimientos patrticos que debian impulsarnos a todos los mexicanos a hacer a un lado nuestras disensiones frente a los peligros que nos amenazaban, me estrellé ante el esceptcismo si jo de los que representaban a los revolu- cionarios. Llegaron sin duda a creer que mi tentativa de hacer vibrar en su corazén esa cuerda patrstica no era mas que ardid de mi parte para conseguir, de aquellos que desde entonces comenzaron a llamar al Gobierno. jY a fe mia que jamas pasé por mi men te simular sentimientos que no tuviera, por legitimos que fuesen los fines a que aspiraba! Podré decirse que esos sefiores tenian razén, y no yo. Tal vee sea asi, pero ya he expuesto en el capitulo anterior todo le que tenia que decir sobre el particular, y creo que, no obstante 142 me refiero, los més habrian obrado Jos sucesos a qu cn mi lugar como r ‘Comuniqué por telégrafo al Presidente las alti as condiciones que el doctor me propuso ad referer me contestado, como era natural, ue de : ra México. Mis am nas me aconsejaron que tom: s Pe far pot La Habana y Veracruz, porque se tenians ma- mat por L Jas noticias acer del Norte de la F publica. No vacilé, sin embargo, en Je Laredo por donde he acostum brado ir siempre de Nueva York a México y viceversa Gali de Nueva York el dia 15 de marzo de 1911 Nueva York con P relativos a las phiticas que tuve et Francisco Madero, padre, y con el doctor Vitzquez orla simple narracién de los que dhe de ser, o la tienen muy insignificante, puesto que no hhubo en manera alguna “negociaciones”, y que las vino a reducirse el incidente se explican pliticas a que vino. an expuestos. El que hayan perjudicadk la causa del Gobierno las conversaciones que tuvo Ministro de Hacienda con uno de los Agentes de Revolucién, es cosa sobre la cual no quiero discutir é no hay Gobierno que aqui. Advertiré solamente que © dleseche invariablemente todas las oportunidades que se le presenten para poner fin a los conflictos arm bien sea interiores o internacionales, valiéndose de intermediarios que 1 en contacto co! pon indo enemigo. Los papeles secretos de los archivos oficiales y de las cancillerias en todos los paises, que salen a luz después de cierto tiempo, no dejan la me- 143 nor duda a ese respecto. En la guerra mundial que acabamos de presencia se hicieron varias tentativas sénero que no por haberse frustraco son me nos significativas; y mientras no cambien ls tenden, cias de los Gobiernos a quitarse de encima todo ele mento hosti ala nacidn 0 a ellos mismos, se pondri en accién, sin grandes escriipulos, todos los medios, susceptibles de proporcionar solciones pacificas. AY por qué habia de re n er sobre mi la respon- sabilidad del supuesto perjuicio que a la causa del Gobierno Nacional hubiesen podido traer las con- versaciones de Nueva York, cuando otras de la mis ma indole, y mas caracterizadas que las mias, por la intervencién del Jefe del Estado, tuvieron lugar con Ja al Continente Ame el propio fin antes de mi ricano? En efecto, cuando hablé con Madero, padre, y Viequez Gém fa se habia procurado extinguir, rencias con los jefes insurrectos, varios focos revolucionarios, y esas tentativas se efee tuaron unas veces con expresa autorizacién del Pre- por medio de inte sidente y adn por su orden, y en otras sélo con su Las gestiones emprendidas por el exgobernador de Chihuahua, don José Sanches, pertene: tia categoria, mientras que las hechas por don Inigo Noriega y don Ernesto Madero el mes de febre ro anterior, no dejan la menor duda sobre la expresa autorizacién con que fueron iniciadas. El hecho de haber llevado el sefior Noriega una clave telegritfica formada por el S -ario Particular del Presidente de la Republica y de haberle dirigido mensajes y cartas a este tiltimo dando cuenta de sus gestiones, aleja toda duda sobre la naturaleza de su misin, Pero la ten- tativa que debe consideratse realmente como semi 1d al oficial fue la que el mismo Presidente encom M44 1, don Guillermo d jobernador del Distrito Fede e entendiese con los su- Landa y Escandén, para que s plevados de Morelos y Guerrero, que estaban capita los hermanos Figueroa peados nada menos que po yyel famoso Zapata, a fin de que depusieran las armas frediante ciertas concesiones que les fueron ofteci- ths, Supe también de otros pasos andlogos alos ante: riores, que se hicieron por diversos lados durante mi fusencia, més es inconducente detenerme sobre est. \dmitiendo, sin conceder, que por punto, ya que aun y el sélo hecho de iniciar negociaciones con los cabe ucionarios, y sélo por ese hecho, se hacia dente que cillas re perder al C ninguna responsabilidad me incumbe por ese capitu- erno prestigio y fuerza, Jo no habiendo sido el primero e tos con la Revolucién, y cateciendo mis pliticas con. y Vazquez Gomez de todo Iblecer contac Jos seniores Madero, pad: caricter de compromiso. Con posterioridad a mi regreso a México se hi- cicron también, con autorizacidn express del Presi dente en unos casos, y por su orden en otros, varias tentativas de restablecer la paz por medio de platicas isionados de la Revolucion. Abs- con los Jefes © teniéndome de hablar por ahora de las negociacio- nes oficiales, sélo haré mencién aqui de ciertos pasos dados por las personas que intervinieron en dichas La primera ver que se traté de estos asuntos en : : después de en Nueva mis conversaciones con el general Diaz, que le hube dado cuenta de lo que pas York, fue con motivo del ofrecimiento hecho por el andez, primo de Madero, de licenciado Rafael Her ir personalmente a sondeat tuviera este tltimo de entrar en arreglos. La autori- zacidn le fue dada advirtiéndole que no hablara mas a disposicidn en que es 145 sugestiones de Vazquez Gomez. Tavo que reconog el Presidente la fuerza de mis observaciones, pert ero sy Ernest Madero era tan grande, que prefirié abandonat ae atin él mismo me aseguré que lo hacia~ el propa, hablar con 1 aunque sélo fuese para sondear sut opinién, No pude hacer menos entonces que dirigir en los térmp, nos que él me indies un telegrama al general don Gerénimo Trevitio a efecto de que viniete inmediaty mente don Emnesto, y de ine6ygnito, ala Capital Tres dias después conduje yo mismo a don Ep resto Madero a la Presidencia. El general Diaz lo re cibié con mucha cortesia y nos invité a pasar a su cuarto de reposo donde por lo comiin nadie entraba € hizo a don Ernesto una larga exposicion de sus Imiras politicas, pasadas y futuras, y le declaré que la Fenovacion del personal, que parecia set la principal aspiracién de los que habjan levantado el estandarte de la revuelta, se habria seguramente realizado ya, al menos en cuanto de él y de las mas altas personalida des del pais dependia, si la misma revolacion no le hubiese impedido llevar a cabo sus propositos. Poco a poco se fue animando el Presidente en su soliloquio, Pues en efecto sélo él habia hecho uso de la palabra, ¥en un arranque de verdadero patriotismo, al hablar de los grandisimos peligros que la guerra civil hacia corter a la soberanfa y ala independencia de la Na cidn, le dijo a don Ernesto las siguientes o parecidas palabras: “deseo que Heve usted a stt sobrino las se suridades que le doy de que entregaré el poder tan Pronto como logre yo la pacificacién del pais, que es la obra a que los mas sagrados deberes y mi digni- dad personal me obligan a consagrarme, y que espero para evitar el cataclisino nacional que nas amenaza 148, ite, me facilite la tarea, no ponié Ban promiso de sofocar por la Pra ontrario, sometiéndose él y los demas yerza Ta insurrec rites al Gobierno, en el que no tardarin ‘ge da |i rticipacion que la volunt ad del é quiera darles”. Madero ofrecié ha coe jem po, y agregd qu eae ets resultado. Yo no proferi una no le parecia imposi- aleanzas ble que se a ; sola palabra durante tod: res detalles son Los anteriore la conversacién. oe el pais, y también porque 7 fue tomando forn sobre la manera com: dl pensamiento de ki ia Presi en el cerebro del general Di acia de su cargo. La i a de separarse nue en ocasiones anteriores habia expresad sen vated en public, se fe convrtend en la firme ‘amente, merced a las circunstancias, er endrian que ponerla en ue pronto te : 10 cual s6lo le faltaba escoger la opor conviecién de prictica, para I iad y el modus op ‘ on wriosos antecedentes de milit: yerandi que mis est sbernante. Este punto de la renuncia se desarro de lard mas adelante. 149 Monterrey, erer I de ii Senor Lic. don José Yres Limant Muy distnguid politicas, y en las que por fuerza, quieren las alts personales Us dl Gate cet pas be ee aie le la rewlucion, sola porque el vitesse ha metidos querernos ralimir de mene eel catecismo del Pade Ripaldasy one ello disque por revelaciones de hs i quien, comprenders usted que nuestra stuacdn Sea tan ae ue ella fect la sll de una persona que, como york tan leno de relguias. Desgracadamente oes sheen ece que lew trazas de componerse porate sigue ioe on rimientos por el Estado de Chihuahua derranamis ncha sangre hermana ygastando energas que pedrian ane pleadas con provech Lo que si puedo asegurate bajo mi palabra de honor eg aie nosots no hemos dado un slo centav, com die aot, ¥ ue lejos de simpatizar con tal movimiento, le topo net 27 de 1911 Seftor don Exsristo Madero Monterrey Muy estimade nidad Soul amento miso gus et pando yl ipo dad en que me veo de ayudar de alguna manera s prowee fa tales que se dervan de la situacin ula al pals en general, y specialmente ala familia de usted, por las locuras den eit vel mundo. Comprendo perfectamente cuin deieats Eierno, y tambien rexpecto a los hombres de andere tng 150 bien onpecia de spat, on a a Fo a an ens ce \ que fe a sufriendo, Tams “ pt der disculpar de em ‘esis ‘cosas del pasado. Mi igo de [a fail ion para el porvenit, 0, mejor dicho, mis de n México, que trabaar * demasiado grandes que aque = que representa tar un factor sero ¥ wa n usted y en los principales: anne lyn cada ds tis on mals al fay la anes, os que amargan st existe JY: Limantour Hotel Imperial” Broadway, 31 & 32nd. Street. New York Medias de urgenteejecucién Tomy on considera ets sess nunca da Renuneia del ser Ramén Corral de los cargos de V presidents dea Republica y Secreto de Gabernaciin. # Libertad de todos lor pesos Poi pers tnd persccton pli «We wan dent ers del te as de la prensa, que ser libre ales perseccomes, incuyendo omen eonsccurncin, in ego como se aprusben ests b cups! s de Sonor, Medias de ejecucidn no inmedia Los gobernadores interinos a que se refiee la cliusula voearin a eleciones scesvatente y conforme ei loyes electoral vigentes, dentro de los ocho meses siguiente, sla en que hayan tomado posesion de su cargo, con el oblens cletir gobernador consticucional y diputados al Congreso de Ie '' Reforma dela ley electoral federal para acer consciente el voto plc eeformna los procelimientos legals. lege le in itucion en el sentido de etal leno resign del Presence y Vie Republica, de los Gobernadores de los Estados y de los Presiden, tes municipaes, 1 Cambio en cl Gabinete, slic wal en las Secretaria de Gobernaciin, de Justicia, de Instrucciin Pablca, Fomenta'y Comunicaciones, poniendo personas ajenas a la poica aetha 11+ Para realizar uno de los mas grandes eles del partido antirececcionista y asegurar definiivamente ly pas acti te hecho la buena adminisracion de jusiiay las paras const males, asf como la responsabilidad legal de os 12*Se abriti una suserpein publica nacional ala que tribuid el Gobiemna con el fin dealvie en algo lay conse ias dela revolucisn, Para distribuir los fondos, se nom comision de seis micmbes, de los cuales el Gabicene designaes tres y Jos restantes el partido revolucion Jefesserin nombrados de prefrencia. ‘eyes principales New York, marzo ide 1911 lotel Imperial” Broadway, 3 and 32 Street. New York New York, marzo Ide 1911 Sefor Le don Jos Yes Limantour Muy setior mio y apreciable amigo: 152 els Je os que pueda apeeci do con hechos que puss spree, que modificindose, no afc ni “ or ctamente igual mandaré a Panche “México, me permito acne a propost feel iciones ef Mexico, por est {htranquilidad de que a su muerte ae one esa consi 2 perabltd quel ts Peace | ina que en esta ver si las va a cumpli erence el gusto de remiic rote, {UE ® a os re tn elsentido de n ini carma a Pancho para que Ve ros buenos prope. oul lo aprecia PPD. Sien las oxras bases pongo in cambio en el Ministerio r nwering, es por aquello de eesti Soften estos momentce reteribe sangre late q ace en la postdata esa sei don Ene lace tl poe etal ewe dl Miner AE Relaciones) a del Sr Liman Vv CorniOn PUBLICA EN México EN MARZO DE 1911 ny 4 PA frp DEL PRESIDENTE HACTA LoS *cIENTIROOS”, M PeIAGION ON RESPECTO A ELLOS. RENUNCIA Det Gi SINETE EI Gobierno no recogio mas fruto de la victoria de es que un respiro de dos o tres semanas, Casas Gi fc que por cierto, poco o nada aprovechd. El efecto ctoral en los sediciosos y en los simpatizade fr wvolicién fue de muy escasa importanclay Pu de poco andar se extendieron por mi fais Tos levantamientos y las violencis sani hes de oposicidns y por otro lado, la masa gen pais y los partidarios del Gobie I mnfianza. que aquel golpe no habia aca os de recobrar la ver estos iltimos to armado, comprendieron la gran evolucién que se ut piiblico, que d habja operado en el esp tudor que era del orden de cosas existentes, se iba Slejando répidamente, en sus demostraciones, de px Iabra y de accién, del Jefe del Estado y de todos los re constituian el grupo gobiernista; y asi cundié el Jesaliento. Desde mi entrada al territorio nacional me di nde habido en la opinion. cuenta del cambio tan eneral, durante mi ausencia. Los generales don Ge- snimo Trevifio y don José Maria Mier me pusieron 155 a al tanto dela gravedad de la situacién, er las cuantay horas que el tren se detuwo por orden stya en Mane terrey, con motivo del aviso que recibieron de gue tuna partida de pronunciados me esperaba un peeg ichos amigos, que siempre me merecieron confianza por st lealtad, eg rcnda impree siOns pero mayor fue todavia la que me produjo «| relato de varios compatieros de Gabinete mas alla de Saltillo, La actitud de di periencia y espiritu sereno, me causé h de amigos Personales mios, que salieron al camino a recibirme, sobre la politica del Presidente, el estado cel pais, lg enorme agitacién que por todas partes existia, Més lo que sobrepasé cuanto podia imaginarme en materis dle sorpresas, fue el especticulo de las entusiast nifestaciones de simpatia, y a la ve de angustia y de esperanzas con que millares de personas ce todas las clases sociales y politicas, me recibieron en la m: na del dia 20 de marzo en Ia estacién del ferrocarril en México. Todo el mundo queria hablat conmigo, como si de mi hubiese dependido el desenlace favo. rable de la situacién, para darme a conocer su modo de pensar respecto a las aspiraciones del pais y los medios de realizarlas. No era necesario ser muy pers picaz para advertit el inmenso desconcierto y la gran decepeién que reinaban entonees en todo México, ain entre las personas mas allegadas al Gobierno; y «en medio de confusién tan grande sélo dos cosas por dian distinguitse: una gran inquietud en les énimos, y la pérdida de confianza en el Gobierno, A medida que fui hablando con toda clase de Personas asi en mi casa, como en los lugares pablicos, en el Ministerio, y hasta en la misma Presidencia, se confirmaban més y mis mis primeras impresiones; y ‘no obstante la alarma que me produjo la sobreexcita ci6n de unos y la desmoralizacién de otros, confieso 156 e estuvo a punto de ofuscar por completo wel Si o y de hacerme perder toda sangre fria, fue J tan grande de opiniones, de exigencias a diversidad Ss W ge deseos, frente ala cual me wi y que imposiil tia por completo Ta formacién de un plan que se en el juicio 0 en las aspiraciones de un grupo apoyara e personas de antecedentes co» pastante aumeroso de pe rocidos y bien intencionadas. Me causa pena decitlo, nero si algtin desideratum se desprendia del conjunto Fe las ideas directivas expresadas por mis interloct es, silo fue el de un cambio total de politica y de vresonas, incluyendo entre estas personas all mismo personas, incluyendo ent P Presidente de la Republica. No se pensaba mis que y no en reconstruir; todos hablaban de for la discor los utos, estallab hora de = : i 0 de un cambio wnian a toda consideracion el dese ponian a cualquiera que fuese, bueno o malo, poco impor yesta sobreexcitacidn casi enfermiza, existia imulo y otras sin él, hasta en personas veces con di aque visitaban al P ticular. En mas de una ocasién tuve que interve lente y a su familia en suc nit muy duramente para que cesara el escandaloso van por ser familiares lenguaje de algunos que pasa hacian voros abiertami que hacia porque se eneral Di cribir con mayores detalles y colores mds vivos, el estado de ento Iracién 9 también de desa a fines de marzo, y principal he reinaban en México : pérdida tan grande que hablan sufrido la popular dad el prstigio del P pedia todos los dias un nizmero creciente de p Sobrepujaban naturalmente en pesimismo a nientos sobre la todos los demas informes y razonamientos so enterarme en pocos dias de cémo andaban las cosay bia tenid iando todos fopa al llamado del Presidente para galvanizar al Gobi haber palps la cartera que con beneplicito general h: en mis manos dieciocho afios, y esto cu sabian que regresaba yo de 1 Gobiemo, despues de do la opinién publica y la oficial de I Extados Unids,y de da har a que se me esper 208 abiertos para en la Repiblica con los br coady. var al enderezamiento de la situacion, Por dura que fuera para mi la comparacién de que usé el Presidente en su afin de abultar el peri 1 Gobierno, en el momento critico por el cual se atravesaba en, tone cio que podia causarle mi separacién del logré conservar mi serenidad pensando en las consecuencias que tal vez acarrearia una re solucién, decisiva tomada por mi e in arranque, o que s6lo se inspirara en consideraciones meramente quedamos en aplazar, por altima ver, solo por unas cuantas horas. La oistas; y el asunto, pero 25 pocas personas a uienes puse al tanto, en ese intervalo, de saba, o se mostraron opuestas a que condes yoa los deseos del Presi te, ose abstuvieron de dar. me consejo: nadie me alentd en sentido afi Esto no obstante, al pasar en revista las nes que militaban en pro y en contra de la renuncia, me sen ti muy impresionado por la terminante afirmacién del Presidente de que al separarme comprometeria yo gravemente la situacién, Un hom| bre de caricter,y con las mas altas prendas de Gobernante, como era el general Diaz, no descubre nunca sus angustias, ni hace depender su politica de la voluntad de oteo. All declararme el Presidente lo que me dijo no podia, por lo mismo, inspirarme duda sobre su absoluta sinceridad, menos aun, cuando algunas de sus apre- ciaciones sobre el aspecto de la tormenta coincid 160 econ las mias. La ilusion de que podria hacer stant co bie de provecho,valiéndome de los informes que fabia recogido, asi como, del apoyo de una parte de ra favorable, y jn opinién piblica ilustrada que me apronechando fa oportunidad nin ae preset tba de realizar algunas reformas que desde afios atris parecian indispensables y a la ver susceptibles de contribuir a la pacificacién del pais, en mucho influ ‘onstino con otras reflexiones de interés gene- vara que al fin accediiera yo a lo que se me pedis pero no podria yo asegurar, escudriiando bien mi ¢ los se ros de afecto, gratitud, conciencia, que los sentimientos de a fueron los factores ylealtad hacia el general Diaz, redominantes en mi énimo para resolv frit lms terrible responsabilidad de toda mi vida. {Que los que estimen en poco estos sentimientos me condenen sin piedad! De los demas espero que cuar cdo menos me concedan circunstancias atenuantes. Al conocerse en el pablico la caida del Ministe- rio, y verse que, con excepcion del que esto escribe, se habian separado todos los Ministros reputados, con raz6n o sin ella, por “cientificos”, se produjo una e en no pocas personas llego a ser gran sensacién que en no pocas f 7 de verdadeta indignacién por no haber yo unido mi suerte a la de los Ministros salientes. Hasta cierto punto se explica que muchos de los que no han tenido ocasién de acercarseme, y que, por Jo que oian decir, o por simpatia personal, 0 por st cooperacién en algunas labores publicas, 0 pot otras slmente exami perons, de partido, y me rcunstancias egaran a considerarme como Jef creyeran, por lo tanto, obligado a cumplir con todos los deberes que impone semejante situacién. Sin em- pargo, si hubiesen reflexionando que tal suposicién sélo podia fundarse en apreciaciones dudosas, y no 161 tn hechos laos y precios i menos on ats o py través de 6 que me iade que fai el jefe, o uno de los jefe del paride “cena sy labras mins, la luz se habria abierto pa las apariencias brumosas, y hoy los mismos fensuran comprenderian Ia injusticia de su En efecto, jsobre qué descansa lac Prescindo desde hi cién de que jamis ha existido el indo par tido politico mis que en la imaginacisn de aquelleg ue quisieron dar ta apariencia de cuerpo polities @ un cierto niimero de individuos para combat tlos 2 opinién publica haciendo de dicho cuerpo el blanco de todos los tiros; y contest, sencillamente la pregunta diciendo: que la expresade creencia sélo se debe al hecho de haber sido yo e] primero, entre los que firmamos el Manifiesto de la Unién Liberal en abril de 1892 y fuimos d Por itonia con ese sobrenombre de “cientificos”, gue formara parte del Gabinete del general [ do asi una situacién en ignados i ocupan- nbrada, situacién que, di » sea de paso, no debi a la circunstancia de ser uno de los signatarios e dicho manifiesto, sino a cone sideraciones de caricter meramente personal muy anterior ala Unién Liberal. Por més que se busque, otra explicacién a la leyenda que trato de deseruir, pues es bien sabido de todos los po Uiticos militantes, cualquiera que sea su color, que el centro de las actividades de Por otro lado, y que las direcciones que en determi. hadas circunstancias se dieron a los amigos que las solicitaban, nunea partieron de mi Mi participacién en lo que puctiera llamarse po litica del grupo, fue muy sec ndaria y cast siempre accidental, Se manifestaba en simples conversaciones 162 n unos cuantos amigos, que no siempre eran na, no tuvo ni la menor api prmalidad a Jo sin form: 3 luciones de un grupo propia linea de conducta, opusiera seguir su pro ques : escaseaban, por supuesto, en esos reuniones, ni No ese nsuas, pero la cosas no pasa 3 injlativas ni las censuras, Bide ai, porgus nuerma moe y since adhesion i Presidente, y la conviccién de que toda discordia mntraria al interés del pais, nos re: ada seria trajeron siempre de dar cualquier paso de propagan dao de organizacién que pudiera interpretarse desta yorablemente por él Hay un mundo de distancia entze la situacién que realmente ocupé en el Gobierno con relacién al tificos”, y la que se suponia en la los “ci grupo de Poc y pocos se fijaron en que mi actirud quedaba suficentemente explicade por fos vinculos, no de la politica activa, sino de onden i nite muchos afios intelectual, que me unieron durante m ro de hombres que recibieron nun pequesio ntime tes en que, ni por hechos, ni por omisiones, mi con ducta ha dad otivo para que se difunda una impresion contraria a la realidad. Pues qué, se m 2 asi es donde se trataran vio alguna ver asistir a reuniones do les, de propaganda, etc. presi cuestiones electe ifestaciones de patti conferencias, concurrie a ma do, aceptar agasajos de color politico, procurar ganar verdadera Popularidad, ejecurar actos d sabe acaso de fuente veridica, que yo invicara ‘comprometiera a alguien a trabajar en favor mio, © en interés exclusivo del grupo; que proporcionara di 163, nero o elementos de lucha con el propio objeto, et; que ve dirigiera 0 fomentara movimientos de lp oping Public, orientindolos por rumbos independiones de la politica del Gobierno? ;Hay quien pueda ma bar que la Secretaria de Hacienda, mientras earn al frente de ella, subvencionara periddicos polices Persiguiera alos que le hacian oposieiéa, o inspira {a prensa gobiernista en asuntos que no fueran del ramo? (Se dio siquier el caso de que una autoridad Federal, o un Gobernador de Estado, o un simple Jefe Politico recibiera cartas o recomendaciones mias Para favorecer los intereses de mis supusstos amigos politicos? No, evid " evidentemente que no, Peo hay més Y no se trata de abstenciones, sino de hechos pos. tivos. Cuando en drganos de la oposicion se hablé de maniobras mias para ases rar el triunfo del tan mentando partidofantasma, ;no hice declaraciones de las més terminantes, por medio de la prensa, des- mintiendo todas las especies relativas al papel polit co que se me atribuia? Aplicando un criterio sereno a les hechos y consideraciones que preceden creo que, aor intimas ue hayan sido mis relaciones con varios de los més comnotados “cientificos”, y no obstante cu obstante cue siempre estuve ligado con ellos en tendencias ¢ ideales po liticos, no pueden atribuirseme con jusicia ni los i las torpezas, ni menos todavia, las facul tades y responsabilidades de la direccién o jefatura del grupo. Fui uno de tantos, pero seguramente el menos activo, por mis que nuestros adve zaran en ver en mi persona la cabeza del grupo, con el fin preconcebido " ‘como miembro Gabinete, para nulificarnos mas ficilmente a tod Sisdlo se me tachara de haber cometido de bue- 164 eneral Dias, nafe el eror de permanecer al lado del cn lugar de retirarme con los dems Ministros que formar parte de su Gabinete, no me senti dejaron tia, cal ver, en un terreno muy firme pata sostener la discusi6n, pero ha sido juzgada con tanta severidad mi conducta en ese punto, especialmente por mis propios amigos, que por este motivo me ha parecido comveniente, no sélo en mi propio beneficio, sino tambign para el interés de la historia, dar con alguna extensin todas las explicaciones necesarias, a fin de en el papel que le tocé repre que cada cual aparea sentar Antes de concluir esta materia deseo agregar dos palabras. Todo el mundo conoce la magnitud y del afecto con que me honré el general ni parte muy viva la sincer Dia mente correspond) le fue de lo. Estos hondos sentimientos de amistad apoyados en el sin ntimero de distinciones y pruebas de confians no obstante nuestras diferenci que me prod de opinin en algunos asuntos, explican seguramente mejor que los méritos persona les que el Presidente me atribuia, los estrechos vincu Jos que me unieron a él durante tantos afios de una colaboracién en que me asocié, acaso en mayor gra do que a cualquiera otra persona, en sum de reconstruccién nacional. Fue esta consideracién, la dicho en otra parte de este libro, uns delas mis eficientes para decidirme a unir mi suerte a la del general Diaz en los momentos difcils, sa biendo perfectamente que me exponia a disgustar a mis amigos y a cargar con muchas responsabilidades ajenas, sin que por ello aumentara la esperanza de obtener el apoyo de la mayoria de mis concitidadanos en la politica de pacificacién que iba a emprendesse, yyesto cuando podia haberme retirado tranquilamen- 165 otros continuaran by sess land que uencias de dicha br ma Mentos pep turbadores que se levantaron y prospers mi ausencia, y que el Gobierno no habia logrado a mminar a tiempo hacer no me descargar el peewee parte, a las expresadas considera d raciones de caracter Personal, las mas generale y respetables del bien pi blico. Tranquil quedo, sin emba rorque ademas de lo mucho que cabe decie sobre la mejor jor manera de pi curar la realizaciin del bi pblico, si es obrando rigidamente af puntos de menor resistencia para lleg enor resistencia para llegar con menos dificultad al fin deseado, nin 1 na conocedora a fondo d mayor razdn si es de aquellas que estin familiatizadas con las ideas dominantes en el mundo politico mex P en el incidente del cambio de Gabinete sin tomar dra jusgar con tmparcialidad mi conducta en cuenta la naturaleza excepcional de las estrechas relaciones que me envanezco de haber tenido con el hombre pilico mis grande de nuestra historia a tia, y que ejercieron tanta influencia sobre mi deter minacién de no separarme de él v FORMACION DEL GABINETE DE MARZO. CONDICIONES {QUE DEBIO SUJETARSE. NUEVO PROGRAMA DE GOBIERNC PARTE CIVIL, MENSAJE DEL PRESIDENTE AL CONGRESO, peu 1° De ABRIL DE 1911, MEDIDAS MILITARES ACONSE deseos del general Diaz de conti: hnuar formando parte de su Gabinete no lo hice in condicionalmente, diciones y presentando todo el programa politico qu ino al contratio, poniendo con rollarse, Las condiciones fen mi concepto debia programa fueron aprobados y aceptados por él, y cen el acto procedi a poner en prt ami aleance. Mi primera Ia crisis ministerial no se le di sion de tales 0 cuales Ministros, sino el de cambio exigencia fue que a la resolucién de jese el cardcter de exclu: | de Gabinete. Me er imposible aceptar que el Presidente separara de su Gobierno, como habia sido su intencién, sélo a los Ministros cono por “cientificos”. La Unica excepcién que se hi fue en favor del del cambio general, ademas de la mi general Gc Cosio, quiien si se queds en el Mi nisterio fue debido a circunstancias especiales, que impidieron encontrar para el Ramo de Guerra en aquellos momentos una persona més adecuada. El ‘general Diaz se volvia todos los dias mas desconfiade 167 ¥ con Gonziles Cosio tenfa la seguridad de una lea aises en cieras circunstancias. Deseché, sin embar tad completa y de que no le pondria el menor lola impracticable y peligrosa obs Pe la idea, consi culo ala libertad con que él mismo queria manejer a México, donde no hay 0 mencionado Ramo. 7 i Laon in propiamente sah en los partidos, ni existe disciplina alguna en la condicin consistié en que el Nuewo Ga piblica, ydomina, en cambio, un espirtu disco- vida ico, y fuera compuesto, Joe intr por lo mismo, de personas no afiliadas a partido ni enreda, Los pre- binete careciera de color polit ante que todo lo oscurec despachar los negocios corrientes de las Secretarias de Desde las primeras entrevistas que tuve con el Estado hasta que concluyera la revolucién, y a discue Presidente, y antes de que accediera yo a quedarme a tir las medidas fundamentales que conviniere tomar su lado, me pidid una lista de personas que, a mi jul para restablecer el orden en toda la Reptiblica. Ante tio, fuesen “ministeriables”, y se la presenté hacien: los peligros exteriores ¢ interiores que nos amen: do figurar en ella unas doce 0 catorce de opiniones ban, rei indispensable establecer una tregua entre diversas, si bien todas gobiernistas, con lo cual quise todos los grupos que se agitaban, y evitar cue alguno at al Jefe del Estado que, no por quedar mis de ellos penetrara en el mismo Gobierno de donde amigos y yo separados del Gabinete nos oponiamos salian los “cientificos", dando asi lugar d: nuevo a a que se rodease de hombres que tuvieran un modo intrigas y luchas sin fin que entorpecerian la labor de de pensar distinto del nuestro, Cuando me resolvi a la cosa cambid de aspec pacificacidn, Unica de caracter politico a que debia permanecer en el Gobie de manera absoluta, sit wo 1p raddicalmente, y entonces aparecis la necesidad de nomizar esfuerzos ni sactificios materiales o de orden climinar los candidatos que tenian una representa: moral o afectivo, Una cumplida esa misign, vital cién politica, cualquiera que fuese. Una de las per para el pais, el Gobierno se teor ndidas en la lista con quien habia yo nizaria segtin las sonas compr Pricticas usuales y las necesidades de la politica del Tlevado hasta entonces relaciones muy cordiales, se ‘momento, dejando entonees a cada cu i eaiereat dlistingui6 entre mis mis encarnizados censores tan para romat la actitud que mejor le conviniere Este modo de proc pronto como supo que no formaba parte de i der me hizo perderlassimpa- combinacion ministerial. Slo tres de los que tias de muchos hombres pablicos, y hasta me atrajo la ron de mi lista lenando la condicion deseada disfru enemistad de personas caracterizadas que ju Pr del honor de ser escogidos por gaban la tar ntrar en el Gabinete, Harto lo quien completé st nuevo Gabinete con personas de- ‘ocasién propicia para deploré, pero no crei posible hacer excepciones. Por signadas directamente por él sin que yo tuviese mas otro lado, q) habria sido esa una buena oportuni: intervencién en el nombramiento que Ia de haber dad para ensayar un Ministerio de concentracién en manifestado mi conformidad cuando me indicé los cl que figuraran las personas més distingui 5 de los nombres, . diferentes grupos militantes, como se hace en otros Conviene que se sepa que la Cartera de Rel 168 169 cla al licenciado don Franci L. del Barra porque el Presidente le hab ; bia hecho ya algung indicacisn, dos o tes meses antes, en un viaje que ington. Asi me lo dijo el mismo de la Barra al pase Barra al pasa ye por Nueva York, y me lo confirme el Presidente en nuestras conversaciones sobre la formecién del Gabinete. Sélo para aclarar un punto ‘que ha sidg abjeto de erréneas afirmaciones, agregaré aqui que no obstante la indicacién hecha a de la Barta, el Pre ia a Rela alitica que ltica que oniéndose en tal caso oftecer a de la Barra otra Cartera. Como yo sidente insisti6 en que pasata yo de Hacie iones para marcar mejor el cambio de ps iba a inaugurarse, pro firme en mi renuencia a ocupar un puesto que po- dlia eventualmente conducitme a la Presidencia de la Repiiblica, dada la gravedad de la sa alud del Vicepresi dente, Igunos amigos, que no opinaban como yo, y entre los que figuraban los sefiores Enriqu ydon Olegario Molina, miembros Jesaparecia, fueron a ver al Presiden al cl Gabinete que enelacto que supieron que yo me quedaba en la Secretaria de Hat cienda, para decirle que, en su concepto y en el de muchas personas, mi lugar estaba en Relaciones y no en Hacienda. El resto del incidente consta en la carta del seftor Creel que se transcribe al final de este capi tulo, Documento 1). En cuanto a la Secretaria de Gobernacién, hubo necesidad de dejarla vacante por al el siguiente motivo, El general Di mente cohibido adivinatl lgin tiempo, por e sentia moral o se por qué causa, aunque creo para encomendar el expresado Ramo a luna persona que no fuese del circulo de ami igos per sonal del sefior don Teodoro Dehesa y come estaba convenido entre nosotros que no serian llamados all 170 inser os hombres pls, 2 ess aoe i ré convencerlo de la rolon racion se pro E rias semanas, hasta que I owen e completar el Mi prea as Jbre todo para llevar alguna petsona Je paz que ya habian con Jo sobre mis hombros; y el me aban demasiado sobre mi Je la dificul: 1 Presidente para sale de I que Pe ea tera de Gobernacién a otto de eee el licenciado Jorge Vera Jos miembros del G Estaiol, a cuyo cargo siguid ta mpefando. Mi afin pot que estaba desemp ign Pablica : rinuara acéfala la expresad nasa or la apremiante ne Estado cesidad de que hubiera un stificaba también po ju ante el Co orden civil encaminad fans 1a sofocar Ia insurreccis Demasiado me quem Ifa yo estado manejando a in le podia cludirla del tod no pod ral Diag, para procunir ps ponsabilidad moral de una direceién 4 t imperfecta me eta P¢ ease aoe al senior Dehesa, me sible ejeroer. Ya que he mencionad algo mas que .cidn del Ministerio. El my inente agr Sobierne del Cento al i en la neces me pi Je la absol le muy en serio d cenel seno del Gabinet existia entre la mento y la de mi persona I era demasiado grande el sacrificio que pedido de separarme de a e formata parte todavia se solicitase de mi qu mbién la de Instruc darle cabid luta incompatibilidad que imultinea de dicho ele Ministro que respondiera eso yla opinion publica, de las medidas menos, cempartit ento dehesista, elemento d Ya ge me habia Gabinete en el que Dehesa, 0 un repre substituyera: preci : " mente a Ramen anto combatié él, y contra cuya c ‘ endidacura Vicepresidencia de | Paral a Repisbica acabuby sd poner esi propia sa ie, Oe fundamental, que ra a relative ala echo pleta de los hombres politicos de me parecieron de tl n . aguel que com evo Minis del pais, que resolvi e por a con la esperanzz i ara tode Ocupacion que el biey rselas al mismo Dehess on za de que mis explicaciones lo deine sfech,y de conjurar de ese mod le ran ros de complicacién que icacin qu Pesar de todos los esfuerzos que hice en una larg Ge ue el Presidente se rodeara de hombres nueses ave no levatan al Gobiemo ni precios one nila mala voluntad de nadi lel Goberne luntad de nad dl Gober piraba a la Cartes 4 ion nt Gobernacion nists algae a expresada Secretaria al coronel Félix mar ‘0 intimo. Ni mis argumentos de mI > raz6n especial que le di la Diaz en el : dle que la entrada de Fi Ministerio, lejos de robustecer al Gob atagues, dand «280 de nepotismo nuevas arm: Precisamente reproc el exclusivis no, lo expondria a mayores 25 ala revolicisn que val Present : mo del ciculo gobiernises + cambiar la actiud d ie la estreches y pudieton ha- le Dehesa quien permanec inquebrantable en su opinién, Este fra Poca influencia sobre la triste secue " a de los aconte mientos piblicos. “ Tal es la historia de 1 oa la histor de la constitucién del Ministe no que le presenté al ma de Gol prendia dos parte compre EL prog! petal D ia en medidas des stinadas directamente a sofocar + politico YevoluciGn; y otra en reformas de cari de ninistrativo. A mi entender, al je debian ponerse en accién, con la mayor ener odos los elementos m au ia, 10 fis para dar pronto término a una inst Jo habia durado ya, era no solo de justicia cia social, realizar ciertas aspiracio- desde demasiad sino de convenien pes de In parte pensant a tiempo venia reclaman nsante de la poblacién, qu > algunos cambios en hac de practicas ta Administracién publica la supresion te abusivas, notoriam: . "Asi, por temperamento como por raciocinio, he inclinado siempre a satisfacer la opinién pi blica, cuando se trata de co: ‘o con el interés de la colectivi levantado en armas, que no la justicia sin que para ello obste el que se hayan fon el objeto © pretexto de realivailas, algun L or medio de la violencia es segura- La reclamacion mente muy reprensible, y merece severo cast el hecho no autoriza al gobernante a diferir la eject Jas reclamadas cuando ellas tienden cidn de las m a llenar necesidades publicas 0 descos legitimos de tun gran niimero de ciudadanos. Los que piensan en. je los deberes dk contratio e forman muy triste idea Jos gobernantes al hacer depender el otorgamiento Ia circunstancia de que se de justas concesiones, haya, 0 no, trastornado el orden publico. C personas las relaciones civicas n seguramente esas ; que existen entre los altos funcionarios y el pueblo, ‘on las que establece la diseiplina militar entre jefes y subalternos. De ahi que tachen de actos de debilidad is gue, ue es una verdadera obligacisn de ¢ Techo so cial trativos de la bondad de la tear, a ale a Se encuentran en la historia, de gobi eros oe taf de haber aceptado p: ome ae roc 4 ae : cron gorge snag el rues situciones ry tore determinanis de Tuencia que ellos ejercis sobre Ine aoc tet ate cada uno dg se desarrollaron; y porn ge umieRtO® PAblicos que sin dificul a as encontrarian tambien alguna en el gran regist pueblos otros much rat To de la vida de las crisis politicas m “q Debiendo abri e las Camaras el 1° saprovecharse tan bu . exponera la Nacién k bre las prin abril, no lena oportunidad as iens del nuewo Gabiernga cipalescuestiones deb idas en la prensa, en las agrup yen el pili paciones politicas tal de suerte que desde ls primeras enevin ee twve con el Presidente a mi renee de sow oe ue el 20 de marzo, insistien el mensionah ge fue el 20 de marzo, insist en el mencionade mee ima de reformas, el cual tardé algunos die on vee forma definitiva después de las comversicine torn oe er Sate ameon fue incororad en el mens re, previa discu mo de costumbre, cui! tuvo lugar laa Como puede vers leido por el sion y aprobacién, cor en el Consejo de Ministros, el ntevispera de la apertura de las n la parte final del mensaje al Congreso el 1° d rineipales puntos abarca Programa fueron los si ldo pore ne de abril de P idos en el nttevo iguientes: lan 174 ersonal politico que formaba parte del Gobier ccie de osamenta que entorpecia ho oy awe cont arrollo de los Srganos del cuerp dente igs rurales; a reorganizacién del Ramo de on Eaantizando sj alec del personaly la modificaci6n qrindepencencia de los Tribunal elas lees elecrorales para hacer mas efectivo en las 1 el woto de los ciudadanos que sean capaces Q er encia; y por Ultimo, la de eran del principio de In noreleccién de ls ‘iro det Per Eco ge ere eu No es mi propdsito hacer aqui una expos 1s declaraciones y promesas hechas por el Gobierno en el expresado mensaje. Si la idea 6 llega a merecer algin dia, la aprobacién general, ime basta que se sepa que, bueno o deficiente, ese ama contenia prop pro z y sostenidos por mi en el seno del Gobiern: ign se iba a prow on llevar a cabo, de buena fe y en el menor plazo posible. Léanse con cuidado esa posible jalmente por los que Jucta observada por mi en conocieron la co : tiempo de dieciocho afios que formé parte del Go- bierno, las ideas que siempre sostuve en el seno del propio Gobierno, y la norma a que ajusté todos mis actos. En una sola cuestién hube de modifi anterior modo de pensar -en la forma y en la oporit idad mas que en el f lls respecto de estas dilkimas, y desde el primer m mento habla Prien des cede al Gonzélez Cosio, Ministry lo mismo que al gen de la Guerra con quien tenia yo frecuentes conven lctaban y comunicrle algunas de misieas sob particular. Es 3 saciones para imponerme de las provid claro que dependiendo principalmen, te de las Secretarias de Guerra y de Gobernacisn Ig parte mas activa de la accion ubernamental, no me tocaba ingerirme a fondo en asuntos de guerra, nien las relaciones con los Gobiernos de los Estados que tuviera por objeto el mantenimiento del on 2 pie blico y la mejor resolucién de las dificultades locales epcional en que no era menos evidente la obligacién moral que ; mi pesaba : obre te de aquellos asuntos, sino de prestar, dentro de los limi. de no desentenderme completam: tes de mis posibilidades, la més eficar cooperacién que de mi podia esperarse. Muy desagradable impresién me causaron, des- de mis primeras averiguaciones, el estado que yuarda. ban los diversos servicios de Guerra y la manera con que se conducian las operaciones militares. Los bata- llones tenfan apenas unas cuatro tas cincuenta plazas poco mas o menos, faltindoles la tercera o cuatta parte de su efectivo en pie de paz previsto en el Presupuesto de Egresos. En las fuerzas de caballeria la deficiencia de hombres y acémilas era nds grande. La mayor parte de las tropas se hallaban Paralizadas en la Capital, o en diversos puntos del pats donde se temian levantamientos. Las que salian para la eampaia no levaban la debida dotacién de Parque, pertrechos y demas cosas indispensables, y 178 yuefios destacamentos y sin precau: Hlegaban por “igo. Un sin ntimero de marchas y contramarchas cuando los rebeldes los sorprendian nte la j batian, fo que sucedié varias veces, no ol dad de dichas tropas. Los jefes de column: buena cal con pocas excepciones, daban pruebas de incapaci- dad notor decir en descatgo de algunos d 6 falta de experiencia, aunque es justo ellos, que se les priva ba de toxla iniciativa, sujetos como est nes de México. La eco en sts movimientos alas dra pleto en sus mc Girecci6n de las operaciones se hallaba concentrada fn la Presidencia, de donde partian directamente la Srdenes a los jefes que debian ejecutarlas, los cuales se entendian de la misma manera con la Presidencia, salvando las mas veces el conducto de la Secretaria de Guerra. Dos 0 tres oficiales del Estado Mayor del Presidente despachaban y rec jcurria que la Secretaria de Guerra, ignorando el contenido de éstos, dejaba spo ndientes, o dictat e tomar las medidas co} suitaban en contradiceién con los acuerdos de la Presidencia. El dia que se publique la historia de la operaciones militares de esa época, y del papel que hizo el Ministerio de la Guerra, se hallara la exp cin de muchos acontecimientos que pasan hoy por incomprensibles, o que son atribuidos generalmente a causas muy distintas de las verdaderas. Como no es mi intencién emprender esa historia, ni tengo a Jos documentos indispensables para ello mi alean k in Je hago aqui punto omiso de un sin ntimero sncias que se descubrieron, y de torpezas com ciencias q en las disposicio 179 deficiencias y torp. 25 que, hablando con justicia, np dleben imputarse sino en pequesia parte de la Guerra, al Ministry La revolucién estallé en Chihuahua noviembre de 1910, sin que por mud pas a fines de has semanas ra de unos cuantos centenares el niimero insurrectos, ysin embargo, slo hasta fel de log breto del aig siguiente se emprendie seriamente la cempata dea, nada a sofocarla. En el intervalo no tuvc el Gobierng mds que descalabros, los que naturalmente enanle cieton el espiritu de la rebelisn. Si la primera dertotg ue suftieron los sediciosos, la de Casas Grandes, , hubiese renido lugar dos meses antes, no se habria extendido la chien que fue a principios de la chispa revolucionaria como sucedié en los meses de enero y febrero, y es c i seguro que el movimiento made. rista se hubiera extinguido allt. En lugar de es0, lag buestes insurrect se formaron dle nuevo y con una Prontitud notable merced a los elementos que ree bian de otras muchas partes del pais que estaban en cbullicién, y principalmente del extranjero, no tar daron en constituir una seria amenaza para Ciudad Juarez y la misma Capital del Estado. Vatios meses Perdis lamentablemente cuando podia haberse so. focado la insurreccién en su cuna, la exhibicion de lun ejército desorganizado y deficiente, cierta incohe rencia en la direccién de la campatia, y otras muchas falta cometidas por el Gobierno dieron lugar a que el movimiento revolucionario tomara ya, alos cuatro meses de haber estallado, un vuelo extracrdinario e imprevisto que a poco tiempo se convirtié en irresie tible. Bsa fue la situacién que me encontré al regresat a la Repaiblica Mi intervencisn en las cuestiones militares se eercié desde un principio de dos maneras: haciendo 180 ia de Hacienda suministrara los recur- necesarios para dotar a las fuerzas del Gobierns pertrechos de guerra, y de todo lo que de hombre requeria una campafia eficaz a cuyo fin pidié a las Camara las autorizaciones de gastos respective; y también aconsejando ciertas medidas que parecian indispensables para la buena utilizacién de esos el mentos. Elaumento del ejército fue una de mis princip. Ikiplicaban da como estaba Jespreocupaciones, porque diaa dia s Jos focos de insurreccién. Neutr una buena parte de las fuerzas federales, por los te aciones que obligaban al Gobierno a no de Gobierno a no dess del psy snd neces, por ca prs, cdr lineas dle ferrocarril y de desd judo eran cortadas, propus que a menud 1°, que se crearan nuevos batallones de infanteria, yespecialmente regimientos de caballerias 2°, que se organizaran de seis a diez cuerpos nuevos de rur para dedicar la mayor parte de ellos a la vigilancia y seguridad de los caminos, y disponer para la campa Je las fuerzas que estaban empleadas en esa tarea, que se enviaran apremiantes excitativas Estados para el levantamiento de fuerzas auxiliares, s pagarfa la Federacién, y que quel afectas a la defensa del territorio de sus respectivos entonces estaba encomer Estados; defensa que hasta dada casi exclusivamente al Bjército Federal ‘A muchos parecer curioso que yo haya movido al Gobierno para que tomase las medidas anteriores, esistencia a que siendo de todos conocida mi ten : se aumentara inconsiderablemente el Presuupuesto del Ramo de Guerra y Marina. A este respecto, ten- dria mucho que decir en defensa de mi actitud de 181 épocas anteriores y de la que observé €5 1911; pg ame bastan unas cuantas palabras. Uns son leo ems bos de pas octavianay otros los de revolucién ines ior y peligro ce guerra extranjera Para hacer feng a situaciones tan dstintas,sostuse en aquelentonges rade en la formacién de mucho hos cug dros de batallones y regimientos, y en la organia as ideas que nunca tomé en serio la Secreta Guerra, consisten dle milicias 0 reservas que, sin causar fuertes gastog nanentes, facilitaran el aumento de las fuerae leterminado. Debo hacer justicia al general Reyes que cuando estuvo al feme de la Seer ce coadyuvar haciendo lo que pude de mi parte al grado de obtener de mi her aria de Guerra tuvo la misma idea de of. no y de varios amigos que se alistaran en las mencionadas reservas. D jada mente los manejos politicos del citado General des Virtuaron la institucién y todo se echo a perder Fs un hecho incontrovertible que durante los Primeros meses de la revolucién muy poco se hizo para org ar més fuerzas de las que consttuian el ejército regular, y para obtener de la Secretaria de Hacienda, entonces d ida por el Subsecretario del Ramo, que se solicitasen del Con, eso las autorizacio- nes correspondientes para los gastos extraordinarios que la situacién requeria con urgencia. Esa actitud pasiva se debi6, en an pa al extrafio optimismo ue prevalecia en los circulos militares con relacién ala campafia. Y si califico de extraiio dicho optimis mo, €s porque no obstante los descalabros suftidos, todos los jefes, comenzando por los més altos, veian con cierto desprecio la insurreccidn, creyendo qu el Gobierno disponia de elementos sobrados para repr Imirla en poco tiempo, y que slo habia dependido 182 el se hubiese «s faciles de subsanar el que no de ergoe resultado, No sera sorpresa para nadie jogrado ese F nt estado de énimo era muy distinto eign que mi f a Fopeimista que existia en el personal cle Guerra signado en las anteri Todo lo que queda consi smpefié en el que des res pfginas con fpreltivo a Ia conducta politica y las medidas mi Rar a di los indispensables de muy pocos dia: e k disp 4 Ta ma ina gubernamental la nuew direccion ¢ los simpatizado ss08 de una evolucion sondria coto al espiritu de aventura de mu- cho polities, mi d yimiria severamente a los trastornadore: chos, mos después lel orden piiblico. Ya v ucién y desarrollo e que cortieron en su eject la suerte que cortiero esas medidas 183

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