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Supón por un momento que me dirijo a ti, y te pido ayuda porque un barco se
hunde y la mayoría de los pasajeros se están ahogando. Y que te pido que
bajes a la playa conmigo para salvar a la gente, y que tu me dijeses: "¿Es
verdad?", y yo respondiese: "Sí, es cierto. ¿Vienes conmigo?" Tu entonces
dices: "Ahora no, ya que soy miembro de un Club de Salvavidas y tenemos
algunas decisiones importantes que tomar hoy". Entonces yo le digo: "¿Y qué
es eso tan importante?” Y tu respuesta es que trabajas en el Club de
Salvavidas en un comité para construir barcos más seguros para evitar que la
gente se ahogue. Yo entonces te digo: "¡Pero ahora se están ahogando!". Tu
contestas: "Lo sé, pero tenemos una decisión muy importante que tomar hoy"
"¿Y cuál es esa decisión?" "Bueno, estamos tratando de diseñar un logotipo
para nuestro boletín de noticias, y pensamos que tal vez un buque sería un
buen logo, ya que somos un grupo de salvavidas". Entonces yo digo:"Entonces,
¿no te derrumbas ante ésto?". Tu contestas: "Ahora no, el comité se reúne
hoy".
Pues trabajar en objetivos a largo plazo para construir mejores buques es una
buena idea, pero la gente se está ahogando hoy, y los que se ahoguen hoy no
van a poder viajar en esos buques mañana.
En el capítulo 12 del libro del Apocalipsis, se nos habla acerca de una mujer en
el cielo, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas. Ella estaba con unos niños y sentía dolores de parto.
Y el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, estaba
delante de la mujer con la esperanza de devorar al niño cuando diese a luz,
pero no pudo hacerlo. Y así el dragón se enojó y se fue a la guerra contra el
resto de su descendencia. Y la batalla espiritual ha continuado hasta nuestros
días. La imagen de Nuestra Señora que parece más descriptiva de esta mujer
en los cielos es, definitivamente, Nuestra Señora de Guadalupe. Por lo que
resulta absolutamente apropiado que la Iglesia confíe el movimiento pro-vida a
En las semanas y los meses siguientes sucedió algo asombroso. Otra gente
comenzó a venir y unirse a nosotros en oración en la acera pública frente a la
clínica abortista y, en pocos meses, tuvimos sesenta personas frente al
abortorio, rezando el rosario, y algunos comenzaron a asesorar a las mujeres
que allí iban. En ese momento yo era el Rector del Seminario de la diócesis de
Brooklyn. Entonces Mons. Daily fue nombrado obispo de la Diócesis de
Brooklyn. Antes de que el obispo fuese entronizado, vino a visitar la diócesis. El
Obispo indicó que le gustaría ir al Seminario y ofrecer la Misa con los jóvenes
seminaristas Así pues vino al Seminario y, cuando llegó, le ofrecí mi cáliz para
que lo usara en la Misa. Ese cáliz me lo regalaron mi madre y mi padre, que
velaban por mí antes de irse al cielo, y continúan haciéndolo después. Y así, el
nuevo obispo ofreció su primera misa en nuestra Diócesis con el cáliz que mis
padres me habían regalado, y yo sabía que eso era peligroso.
Sabía que durante la Misa mi madre estaría muy ocupada. De hecho, pude ver
que ella se dirigió a la Madre de Dios, por la que sintió un gran amor, y
diciendole a María: "María intercederá ante su Hijo, para decirle al obispo que
ayude a mi hijo." Y así sucedió. Después de la Misa, el obispo bajó de la
Capilla a la Biblioteca donde tomamos un café y unas pastas. Pensé que iba a
preguntarme acerca de los seminaristas, y la forma en que estaban trabajando,
su progreso y este tipo de cosas. En su lugar lo primero que me dijo fue:
"Monseñor, tengo entendido que rezan ustedes en la calle frente a las clínicas
abortistas." Pensé que era mejor decirle la verdad, así que dije: "Sí, señor
obispo, lo sé." Y él me dijo: "¿Puedo ir y orar con ustedes?" Y yo dije: "Sí,
señor obispo, pero si viene puedo avisar a los demás y comenzar con una
Misa". Él dijo: "Hágalo como quiera".
Así es como vino el obispo, y lo que hicimos fue ir a la iglesia local, dónde
preguntamos al párroco si podríamos celebrar allí una misa por la vida. Había
vacilación y tardanza en su respuesta, así que le comenté “El obispo querría
celebrar esa Misa". Él dijo:"¡el obispo querría decir la Misa!". "Sí ", le dije:"el
obispo quisiera decir la Misa”. Entonces el párroco contestó: "Sí, pueden
celebrar la Misa”. A lo que añadí: "Por cierto voy a invitar a toda la diócesis".
Así lo hicimos y como en ese momento la “Operación Rescate” estaba
desenvolviéndose en América, y la policía sabía que yo participaba en ella, las
autoridades desconfiaban un tanto de lo que allí podría llegar a `pasar. Así
pues, hablé con ellos de antemano y les informé y aseguré acerca de la
actividad de los Colaboradores de la Operación Rescate.
Hay una procesión con cánticos y oraciones, como cada noche en el Santuario
de Fátima, pero abandonamos el recinto y salimos por la puerta de la iglesia
hacia las calles. Llevamos a Cristo al foro público. La policía, después de que la
hayamos informado, sale a nuestro encuentro a las puertas de la Iglesia y
precede la procesión por las calles. Portamos al frente de la procesión una
imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, seguida por el obispo y el pueblo de
Dios. Y así, de repente, estamos la Policía, la Madre de Dios, el Buen Pastor,
en la persona del obispo, y el pueblo de Dios en el camino de la cruz. De hecho
estamos en nuestro camino hacia el Calvario o Gólgota de hoy..
Así empezó todo, y Monseñor Daily fue el primer obispo que dirigió la gran
Vigilia de oración. Luego el obispo Arias, de la Diócesis de Newark, Nueva
Jersey, y luego el Obispo Garmendia en el Bronx. Entonces comenzó a
extenderse por los Estados Unidos, donde hemos tenido un centenar de
obispos y seis cardenales dirigiendo las vigilias de oración por la vida en
EE.UU. Dios Todopoderoso no estaba acabado. De repente, recibí una llamada
telefónica extraña de este hombre que había conocido en los Estados Unidos,
a quien yo pensé que no volvería a ver o escuchar de nuevo. Me dijo por
teléfono, en alemán de acento austriaco: "Tiene usted que venir a Austria". Y
yo dije: "¿Quién es usted?” Y él dijo:" Yo soy Dietmar Fischer, de Viena,
Austria. Usted debe venir de inmediato! Europa te necesita!". Insistió en que
tenía que ir. Y así, la Vigilia de Oración con el enfoque de los Colaboradores en
Europa occidental comenzó en Viena, Austria. La Vigilia de Oración se extendió
no sólo a las otras ciudades importantes en Austria, sino a muchos países de
Europa occidental y oriental y, finalmente, a los otros continentes.
Sin duda creo que hoy, en el mundo, Nueva York es la capital del aborto. Dado
que el aborto fue legalizado en el Estado de Nueva York, 3,6 millones de niños
han sido abortados en esta ciudad, y Dios sabe cuántos más, si los
Colaboradores no hubieran estado en las calles frente a los abortorios. La
cuestión es cómo contrarrestar este gran mal. Nuestro planteamiento era
sencillo. Después de cada gran vigilia de oración mensual, continuábamos con
una presencia de oración y charlas, ya sea semanal o diariamente, en el mismo
sitio. El obispo entonces iba el mes siguiente a otra clínica abortista.
Queríamos poner en marcha el mismo esquema de seguimiento en otros
abortorios. Y empezamos a rotar por toda la diócesis, es decir, donde hay una
clínica abortista allí va el pueblo de Dios. Y una vez que llegamos, nos
encontramos a favor de la vida. La presencia orante del pueblo de Dios seguirá
allí hasta que cierre. Así que los obispos dirigen vigilias de oración en
diferentes clínicas cada mes, pero la presencia se mantiene al mismo tiempo
en todos los demás sitios. De repente toda la gente de la ciudad está rezando
frente a esos lugares donde los niños mueren y sus madres son explotadas.
Las personas que rezan allí utilizan un libro especial de oraciones de los
colaboradores. La gran Vigilia de Oración y la continuidad de la presencia de
oración son un testimonio público para la comunidad cívica de que la vida es
sagrada y que algo terrible está ocurriendo aquí, y que el pueblo de Dios
debería estar allí, porque la matanza continúa día tras día, año tras año.
Cuando hay una presencia orante, es muy diferente de una manifestación o de
La palabra infante viene de la palabra latina for, fari, fatus, que significa hablar.
El participio presente de for es fans fantis significando que habla. Cuando se
pone un prefijo delante de la raíz de la palabra el prefijo generalmente se
intensifica, o cambia el significado, o niega ese significado. En este caso, el
prefijo "in” niega la palabra raíz. Así ¿que significa infans?: una persona que no
puede hablar. Por eso llamamos el niño en el vientre un infante. De la misma
forma, una persona que recibe órdenes es un infante (de infantería), ya que
esa persona no habla sino que recibe órdenes. Así que el feto no puede hablar
y necesita que alguien hable por él o ella. Recuerdo que en un principio íbamos
a tomar el nombre de Colaboradores de la Santa Inocencia, pero nos dimos
cuenta de que muchos no entienden las palabras "Santa Inocencia”. Así que
decidimos llamamos los Colaboradores de los Preciosos Infantes”. Más
adelante, rezando ante el Santísimo Sacramento y le decía a Dios: “¿Está bien
ese nombre, Colaboradores de los Infantes Preciosos”. Y Dios dijo: "¡NO!
Cambia el orden y pon la palabra Dios, así: Colaboradores de los Preciosos
Infantes de Dios, porque esos bebés pertenecen a Dios”. Ese es el nombre del
grupo y eso es lo que hacemos.
Así nuestra presencia frente a estas clínicas hace saber que estos niños, estas
víctimas son muy valiosos porque pertenecen a Dios y estamos allí como sus
voces, reconociendo su existencia, orando por ellos y amándoles. Así como
Cristo no murió sólo, sino rodeado de las oraciones y el amor de su Madre, su
apóstol y las otras mujeres, así estamos a la puerta de cada clínica abortista,
reconociendo la existencia de esos niños no nacidos, rezando por ellos y
amándolos antes de que ellos también lleguen a ser injustamente asesinados.
Así que en cada clínica hacemos oraci.on, y tenemos lo que llamamos "una
exposición para la vida". La gente dice que si simplemente pudiéramos llevar a
las madres a un Centro de Vida, entonces podríamos mostrarles esto y mostrar
lo otro ... Bueno, yo digo: traigamos el Centro de Vida a las aceras junto a la
clínica abortista para que las madres puedan ver esto y lo otro. De hecho
hemos creado un pequeño Centro de Vida fuera de esas fábricas abortistas. La
exposición muestra como es un bebé, su desarrollo. Hay también bellas
imágenes de los niños en contraste con las imágenes de la exposición en que
se describen los diferentes procedimientos abortivos, y cómo se ven los niños
abortados. Por tanto, cada abortorio tiene una exposición para la vida, gente
rezando, y otros que ofrecen asesoramiento y ayuda a las madres.
Jesús dice que no puedes cambiar este mundo, no puedes cambiar los
corazones con la violencia y el odio. Tienes que hacer algo que sea diferente.
Tienes que amar a tus enemigos. Debes continuar el sacrificio del Calvario. Sí,
pero nosotros sólos somos demasiado débiles para hacer eso. y es por eso
que Dios pide permiso dos veces. Cuando Dios Todopoderoso vino al mundo
pidió a la Virgen permiso en dos ocasiones. En primer lugar Dios dijo: "¿Puedo
vivir dentro de ti?" Entonces María dijo: "Sí", y el Verbo ¡se hizo Carne! Y
entonces Dios le dijo a María: "Quiero otro permiso: ¿Me llevarás al mundo?" Y
ella dijo: "Sí". Al pie de la cruz, nos dio a su Hijo, como su Hijo dio la vida para
nuestra salvación.
Dios Todopoderoso nos pide ahora permisos para dos cosas. Usted entiende
que Cristo Resucitado ya no actúa en la tierra. El misterio del cristianismo es
que Cristo ha entrado en una unión mística con el Pueblo de Dios, que
llamamos la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo. Así, el resucitado, Cristo vivo nos
pide permiso para entrar en una unión de vida y de amor con usted y conmigo.
Y es así que a través de su Cuerpo, la Iglesia, Cristo resucitado sigue haciendo
el trabajo de su Padre. En otras palabras, Cristo depende de nosotros a pesar
Así que Él nos pide permiso para dos cosas. La primera: "¿Puedo vivir dentro
de ti?". Se llama la Sagrada Comunión. "¿Por qué quieres, Jesús, venir a mí?"
Jesús dice: "Quiero permanecer en ti y que tu lo hagas en mií. Quiero darte mi
vida y mi amor". Nuestro Santo Padre, Benedicto XVI en “Deus charitas est”, su
primera Encíclica, habló de dos tipos de amor, eros y ágape. Y él dijo: eros es
el amor a uno mismo. El Papa dijo algo muy interesante. Dijo que todos
necesitamos amor propio, es decir, necesitamos ser amados. Esto es muy
importante porque nuestros corazones están hechos para el amor. Es
sumamente importante que usted sepa que Dios le ama. Y el Santo Padre dijo
que Ágape es el amor del otro, el amor de Dios. El Papa subrayó que en Jesús
los dos mandamientos de amar a Dios y amar al prójimo se convierten en uno
sólo, porque la Iglesia es la unión mística entre nosotros y Jesús. Nuestro
Señor dijo que hagas lo que hagas a los demás, lo estás haciendo al propio
Jesús. Y así, en la nueva economía de la salvación, es imposible decir que se
ama a Dios si no se ama al prójimo.
Dios Todopoderoso nos dice que estamos llamados a amar a Cristo y servir a
Cristo en los demás, en quienes más lo necesitan. ¿Quién está más necesitado
de nuestra ayuda que un niño no nacido e indefenso al que la vida se le quita
injustamente?. Y lo que traemos a los demás es a Cristo. Llevamos Cristo al
mismo Cristo. Salimos con todas nuestras debilidades, pero con el poder de
Cristo, de Dios dentro de nosotros. ¿Puedo vivir dentro de ti?, es la primera
solicitud que Dios nos hace. Y la segunda petición es similar a la de María.
Dios Todopoderoso dice, a través de ti, contigo y en ti, quisiera salir al mundo.
Y, específicamente, Señor ¿dónde ¿quieres ir? Y Jesús dice: quiero ir, una vez
más, hasta el Gólgota, hasta el Calvario. Quiero ir donde está la medianoche.
Quiero ir a las personas que se encuentran atrapadas, atrapadas en la
oscuridad del pecado, en la cultura de la muerte. Yo les amo. Amo al abortista.
Amo a la la gente que está practicando abortos. Amo no sólo a los niños no
nacidos, sino que les amo a todos. Quiero que ellos vean y comprendan ese
amor. ¿Quieres llevarme a los más necesitados?
El Padre Delendick me contó más tarde que fue testigo en la Zona Cero del
increíble valor de los bomberos de la ciudad de Nueva York. Dijo que los
bomberos estaban mirando los edificios en llamas y un gran número de ellos
eran católicos. Dijeron al padre que aquello era peor que Normandía.
Pensaban que no regresarían, y puesto que se daban las condiciones, le
pidieron como sacerdote que les diera la absolución general. El padre les dijo:
tienen ustedes razón. Así lo haré. Y los hombres se quitaron el casco,
inclinaron la cabeza o se arrodillaron y pidieron misericordia a Dios. Una vez
absueltos se pusieron en pié, se ajustaron sus cascos y equipos y salieron
corriendo hacia el edificio en llamas. Cuando llegaron allí los ascensores no
funcionaban y los bomberos tuvieron que comenzar a subir las escaleras con
todo su equipo, primer piso, segundo piso, tercer piso, abriéndose paso hacia
el decimoctavo piso. A medida que la gente bajaba ellos subían e iban sacando
a la gente. Y así, ese día salvaron de 25.000 a 30.000 vidas. Siguieron
subiendo rápido las escaleras y las personas que estaban rescatando corrían
escaleras abajo, y decían que nunca olvidarían los rostros de aquellos hombres
valientes. Los bomberos estaban bien para cuando llegaron a la planta 18,
entonces el edificio en llamas colapsó y en tres minutos 350 bomberos
perdieron la vida. En realidad fueron mártires porque sabían lo que hacían
cuando dieron sus vidas para salvar a otros. Y lo hicieron en rescate de 25-30
mil personas. Gente corriente cumpliendo con su deber con resultados
extraordinarios. Los bomberos tocaron repentinamente a América. En América
los héroes no eran ya la gente de Hollywood, ni siquiera del fútbol, el
baloncesto o el béisbol, sino los bomberos, ellos fueron los nuevos héroes
americanos. Las cosas volvieron a ser como debían. Los héroes son todos
aquellos desconocidos, la gente común en todos los ámbitos de la vida, fiel a
sus obligaciones ordinarias hasta el final de su vida y permitiendo que Dios
obre a través de ellos con resultados extraordinarios.
Y entonces algo que sucedió en la "Zona Cero". Con los ojos todavía cerrados,
vi algo diferente. Lo que vi fue esto. No vi un edificio. Vi un útero y en el seno
materno, te vi un niño por nacer, tan seguro, tan seguro, de modo sostenido y
en paz. Y de pronto te vi en una matriz de objetos que entran invadiendo la
privacidad de la matriz, el instrumento de los terroristas, del abortista, y el niño
está asustado, sin lugar a donde ir, ni dónde esconderse, está siendo
destruido. Y Fue entonces cuando me di cuenta de que la 'Zona Cero' está 'En
Curso "." Zona Cero En Curso', el Gólgota de los tiempos modernos está en
cualquier lugar donde la vida de los hombres se quita injustamente, donde las
vidas inocentes son eliminadas y que necesitan equipos de rescate que vengan
a ayudarlos. Necesitan gente corriente haciendo cosas comunes y corrientes
con resultados extraordinarios. La “Zona Cero En Curso” no está lejos de
donde la mayoría de nosotros vivimos. Allí es donde está el Gólgota. Es el
lugar donde Cristo irá hoy. Es el lugar donde Juan y María están al pie de la
cruz con el Cristo sufriente, y es donde nosotros debemos estar.
Hoy os digo: "No tengáis miedo de ser los equipos de rescate para la vida en la
"Zona Cero En Curso". Y cuando estéis allí, esforzaos siempre en lo que
hagáis, que lo hagáis por y en Cristo, y con Cristo. Y veréis que la oscuridad
que impide que la gente vea será eliminada cuando llevéis la luz de Cristo.
Encontrareis que la gente atrapada en el error, cuando se muestre a Aquel que
es la Verdad, comenzará a creer. Y al hacer presente el amor paciente y
misericordioso de Cristo, la gente atrapada en la cultura de la muerte
comenzará a atreverse de nuevo a vivir la esperanza en el perdón de Dios y el
Dios os bendiga.