Vous êtes sur la page 1sur 19
Respeto y posicién social en dos culturas! Estudios de Diaz-Guerrero,? Anderson y Anderson* y Madsen, et al.‘ han indicado que hay una definida diferencia en las anticipaciones interpersona- les y en la interacci6n interpersonal, tanto en la familia, como en la socie- dad misma, por lo que se refiere a las culturas mexicana y norteamericana. Los datos reportados por Diaz-Guerrero indican la clara tendencia en la cultura mexicana, que da la supremacia al hombre y la clara tendencia al autosacrificio de la mujer. Ha comparado, ademas, algunos de los presu- puestos socioculturales de mexicanos y norteamericanos acerca de las rela- ciones interpersonales. ‘En la pagina 85, ver las notas 1 y 2 del cap. 6. *Diaz-Guerrero, R., “Neurosis and the Mexican family structure", American Journal of Psychiatry, 112, 6, 1955, pags. 411-417. “Mexican asumptions about interpersonal relations, etc”. A Review of general semantics, vol. XVI, nim. 2, 1959. Differences in Mexican and U. S. national character and their implications for Public Health practice. Ponencia no publicada, representada en la Conferencia Hidalgo, Edimburgo, Tex ‘Anderson, H. H. y Anderson, G. L., ‘Cultural reactions to conflict: A study of adolescent children in four countries: Germany, England, Mexico, United States", The Journal of Social Psychology, 50, 1959, paginas 47-55. *Cultural reactions to conflict: A study of adolescent children in seven countries.” En G. M. Gilbert (ed.), Psychological approaches to intergroup and intemational understanding: A sympo- sium of the Third Interamerican Congress of Psychology. Interamerican Society of Psychology, Texas, 1966, pags. 27-32. ‘A cross-national study of teacher-child relations as reported by adolescent children. Documento presentado en el 50. Congreso Interamericano de Psicologia. Universidad Nacional Auténoma de México, México, diciembre de 1957. . “Symposium on culture components as a significant factor in child development. Image of the teacher by adolescent children in seven countries”, American Journal of Psychiatry, 31, 3, 1961, pgs. 481-492. ‘Madsen, W., Society and Health in the lower Rio Grande Valley. The Hogg Foundation for Mental Health, Universidad de Texas, Austin, Texas, 1961. Romano, 0. I., Donship in a Mexican-American community in Texas", American Anthropologist, 62, 6, 1960, pags. 966-976. Rubel, Arthur J., “Concepts of disease in Mexican-American culture”, American Anthropologist, 62, 5, 1960, pags. 795-814. 97 98 SEGUNDA PARTE Entre muchos otros interesantes datos, el trabajo de los Anderson —tan- to publicado como no publicado— indica que los nifios norteamericanos an- ticipan una relacién interpersonal no autoritaria, mientras que los nijios mexicanos a menudo anticipan y facilmente encajan dentro de relaciones impregnadas de autoritarismo con personas mayores. En una serie de estudios antropolégicos, Madsen, et al. se refieren una y otra vez a conceptos como el de “donismo” —el cultivo del don-, respeto para el anciano, predominancia del macho, etc., en la subcultura formada por los mexicanonorteamericanos. Recientemente, Peck y Diaz-Guerrero® han iniciado una serie de estudios acerca de la relacién interpersonal conocida con el nombre de “respeto”, y la han investigado en muestras de mexicanos y norteamericanos. Han encon- trado, desde luego, que estudiantes mexicanos y norteamericanos apareados en edad, sexo, grado académico y tipo de educaci6n académica conceptua- lizan en forma extraordinariamente distinta la idea del respeto. Asi, en una es- cala de veinte preguntas, disefiada para obtener sus connotaciones de la idea de respeto, los sujetos mexicanos y norteamericanos difirieron en forma esta- disticamente significativa en diecisiete. Lo que implica el término respeto es, por lo tanto, bien diferente en las dos culturas. El siguiente paso que ahora reportamos, tiene que ver con la relacién que existe entre el respeto y esa interesante construccién empirica (construct) sociopsicolégica llamada po- sicién social (status). Este interesante hibrido de la propia estima y de la inte- racci6n interpersonal social ha sido considerado como una buena medida de lo que las sociedades y las culturas han definido tradicionalmente como lo deseable. Por lo tanto, aunque sabemos ahora que el respeto tiene diferente signifi- cado en las sociedades que estamos estudiando, podemos partir de la hipéte- sis, un tanto obvia, de que en ambas sociedades la persona que recibe respeto aumenta, por ese solo motivo, su posicién (status) dentro de la sociedad. El iniciar la exploraci6n transcultural de la relaci6n entre respeto y posi- cién social puede ser una importante avenida para desarrollar la compren- sién de problemas de la sociologia internacional como uno —interesantisimo— con el que el doctor Thomas Lagner se tropezo. El doctor Lagneré estudié, en Nueva York, la ciudad de México y Tehuantepec, grupos de mujeres a fin de comprobar o desechar la hipétesis de que el status social esta positiva- mente relacionado con la disminucién de sintomas neuréticos de tipo hipo- condriaco. Pensaba, partiendo de los primeros estudios de Diaz-Guerrero, que dado el bajo status social de la mujer en México, comparativamente con la mujer norteamericana, y dada también la excepci6n del alto status social de la mujer en Tehuantepec, podria llegar con cierta facilidad a obtener datos que le permitiesen comprobar o desechar su hipétesis. Los resultados de su estudio comprobaron su tesis en general, pero qued6 sorprendido y perple- 5Peck, Robert y Diaz-Guerrero, R., Two Core-Culture patterns and the diffusion of values across their border. Presentado en el 70. Congreso Interamericano de Psicologia. SLagner S. T., Psycholophysiological symptoms and women’s status in two Mexican communities. Original no publicado. = « CAPITULO 7. RESPETO Y POSICION SOCIAL 99 jo de que, particularmente en la ciudad de México, no hubiese relacién entre la mayoria de las afirmaciones de las mujeres en favor de la igualdad con el hombre y el namero de sintomas. Uno de nosotros (Diaz-Guerrero) en corres- pondencia con el doctor Lagner, le sugirié, antes de obtener los resultados del presente estudio, que la contestacién al rompecabezas podria encontrar- se en el hecho de que la afirmaci6n de actitudes de igualdad con los hombres —como se percibe en la sociocultura norteamericana— bien pudiese no estar relacionada con un aumento del status dentro de la sociocultura mexicana. El presente estudio muestra, en efecto, que el respeto —un aumento en el presti- gio social o status— puede ser dado a las mujeres de México simplemente por su edad, o por la condicién de la matermidad, o simplemente porque son mujeres y, a partir de los hechos reportados en este estudio, aun se podria inferir que la mejoria en status derivada de las anteriores actitudes de la socio- cultura puede facilmente entrar en conflicto con mejorias de status derivadas de las actitudes en favor de la igualdad, etcétera. Los socidlogos que, como dice Leonard Broom,’ estan cada vez mas profundamente interesados en el estudio y la aplicacién de construcciones cientificas (constructs), tales como la consistencia del status 0 la cristaliza- cién del status (status cristalization), podrian extrafiarse del uso que esta- mos haciendo aqui del concepto de status. Sin embargo, aun cuando el cri- terio que ellos utilizan para definir status es usualmente la ocupacién, grado de educacién, la etnicidad, etc., no creo que se opongan al uso —en estudios transculturales— de la idea, concepto y practica del respeto, como criterio de status social. Hasta se podria especular acerca de la relacién que el “respeto” lleva con esa compleja construccién empirica a la que el socidlogo llama “con- sistencia de status”. Nuestro plan, en este estudio, es el de analizar las frecuen- cias con que los estudiantes, hombres y mujeres, de las culturas mexicana y norteamericana, consideran ciertos atributos de los individuos y ciertos pape- les que desempefian como merecedores de respeto. Asumimos, ademas, por la obvia importancia que implica el asumirlo, que quien recibe respeto en una sociedad automaticamente adquiere status 0 cierto grado de “posicin social” en la misma. Metodologia. Este estudio esta fundamentado en las respuestas hechas aun cuestionario por 298 estudiantes mexicanos y 340 estudiantes norte- americanos. La muestra mexicana consistié de 298 estudiantes de las prepa- ratorias de los cuales 216 fueron hombres y 82 mujeres. Los sujetos norteame- ricanos provinieron del primero y segundo aiio del Colegio de Artes Liberales de la Universidad de Texas, y el grupo qued6 compuesto de 176 hombres y 164 mujeres. La edad media de ambos grupos result6 también ser muy seme- jante y los planes de estudio de los grupos comparados fueron también tan similares como es posible hallarlos en ambas cultutas. El cuestionario consistié en una lista de sesenta tipos distintos de papeles o “roles”, como actividades profesionales, educacionales, papeles desarrolla- "Broom, Leonard, “Social differentiation and stratification’, Sociology today, problems and prospects, editado por Robert K. Merton, Leonard Broom y Leonard S. Cottrell, Jr. Basic Books, marzo 1960, pags. 429-441. 100 SEGUNDA PARTE dos dentro de la familia 0 las instituciones civiles y religiosas y atributos de personas; como edad, sexo, etc. En la figura 1, vemos una copia (reducida en tamafio) del cuestionario utilizado. Los lectores pueden, al llegar a este cuestionario, realizar un interesan- te experimento del conocimiento de su propia sociocultura. Pueden colocar antes de cada uno de los 60 estimulos del cuestionario, en el espacio en blanco que lo precede, las letras AR, si cree que en México los individuos © papeles descritos reciben alto respeto. Las letras RM, si cree que reciben en México respeto medio, y las letras PR, si cree que reciben poco respeto. Luego puede comparar sus resultados con los obtenidos en el presente estu- dio, y hasta obtener su propia calificaci6n como conocedor de la sociocul- tura mexicana en este aspecto. Asi, si acierta en 15 o menos estimulos del cuestionario, su conocimiento sera bajo. Si acierta de 16 a 30, sera regular. Si acierta de 31 a 44, sera bueno, y si acierta de 45 a 60 de los estimulos, sera muy bueno. Naturalmente, debera comparar sus contestaciones con las de los hombres mexicanos 0 las de las mujeres mexicanas segiin su sexo. Pue- de examinarse también, acerca de su conocimiento de la sociocultura norte- americana, contestando al cuestionario, como cree que lo harfa un estudian- te norteamericano, y luego comparando sus respuestas con los resultados reales y siguiendo una vez ms la escala de nimero de contestaciones y gra- do de conocimiento a la que nos hemos referido renglones arriba. Andlisis de los resultados. Se ha pensado que, a fin de hacer claramente comprensibles los resultados de esta comparaci6n transcultural, se deberia proceder en la siguiente forma. Primero presentar los resultados obtenidos en la cultura mexicana, a fin de obtener una idea global acerca de qué tipo de caracteristicas humanas 0 el desempejio de qué papeles merecen respeto en esta cultura. En seguida, exactamente el mismo tipo de anilisis se llevara a cabo con los resultados obtenidos en la cultura norteamericana y, final- mente, se realizaré la comparaci6n transcultural para acentuar debidamen- te las diferencias. A fin de cumplir con este programa y de realizarlo con la mayor validez y claridad posibles, hemos hecho dos cosas con los resulta- dos. En primer lugar, hemos clasificado los resultados obtenidos en varias categorias, y, en segundo lugar, se ha tenido que hacer una decisi6n al res- pecto de cémo cuantificar la gradaci6n del respeto dentro de ambas culturas. Asi, y puesto que encontramos una gran variaci6n acerca de las frecuencias de respuesta afirmativa para cada uno de los estimulos del cuestionario, y que no existe ningan criterio preestablecido para clasificar estas frecuencias de afirmaci6n positiva, se decidié dividir los estimulos en tres grandes cate- gorias: 1. Estimulos que recibieron respuesta afirmativa y de modo significa- tivo en més del cincuenta por ciento de los sujetos; 2. Estimulos que fueron contestados afirmativamente por la mitad o cerca de la mitad de los sujetos, y 3. Estimulos que obtuvieron contestaci6n, en forma significativa, dentro de menos del cincuenta por ciento de los sujetos. Para establecer las diferencias estadisticas de estos tres grupos, se utilizo el estatisticum Xi cuadrada. Véase ahora la tabla I, pagina 103 y expliquemos la forma de leerla a fin CAPITULO 7. RESPETO Y POSICION SOCIAL 104 de conocer lo que podemos llamar el “cosmos del respeto” en la sociedad mexicana!® ¢A quign se le concede respeto?* bherucaores. Sigue una'lista de varios y de muy diferentes tipos de gentes. Hacio algunos, usted probablemente pensaré que es apropiado usar lo palabra “respeto”. Hacia otros, puede pensar que es Inopropiado. Coloque una cruz en el espacio enfrenre de aquellos a los que lo polabra “respeto" pudiera aplicar. Deje en blanco todos los otros espacios. 4. Sus iguales — 31. Sus jefes. 2. Gente que trabaje bajo sus — 32. Sus profesores érdenes. —— 33. Su pape. 3. Sus condiscipulos —~ 94. Suo sus hermanos mayores. 4. Su mamé. —— 35. Su 0 sus hermanos mayores. 5. SU 0 sus hermanos menores. —— 36. & polico. 6. Su o sus hermanas menores. — 97. Mueres de edad avanzoda. 7. Hombres de edad avanzada. 38. Mujeres maduras. 8. Hombres maduros. 39. Mujeres jovenes. 9. Jovenes 40. Muchachos. 10. Muchachos. 41. \Nifios. 11. Nifios. 42, Bebés (nif). 12. Bebés (nifios) 43, Primos de mayor edad. 13. Primos de mayor edad. 44. Primas de menor edad. 14. Primos de menor edad. 45. Tios, 15. Tios. . Abuelas. 16. Abuelos 47. Miristros. 17. Socerdotes. 48. Amigos de mayor edad, 18. Amigos de mayor edad. 19. Amigos de menor edad. 20. Vecinos de mayor edad. 49. Amigas de menor edad. Vecinas de menor edad Vecinas de mayor edad 2s HEEL TLTTET PEEL LLL & Oe 21. Vecinos de menor edad. 52. Gente rica 22. La Constirucién 59. Gente pobre. 23. Gente de dase media, 54. Limosneros. 24, Gente de clase polulor. — 55. Doctores 25. Licenciades. —— 56. Actores. 26. Ingenieros. — 57. Filésofos. 27. Artistas. —— 58. Intelectucles. 28. Escritores. —— 59. Obreros especializados 29. Mosicos. — 60. Sirvientes. 30. Obreros, Figura 4. Cuestionario utilizado en el estudio. * Este cuestionorio ha sido desarrollado por el doctor Rogelio Dioz-Guerrero, de la Universidad Nacional ‘Aurénoma de México, y por el doctor Robert Peck, de la Universidad de Texas. *Recuérdese que este cosmos del respeto ha sido obtenido de una muestra bastante representativa de los estudiantes del segundo afio de la Escuela Nacional Preparatoria de la ciudad de México. Récuér- dese, que ésta es su visi6n del respeto; pero recuérdese, ademas, que son los estudiantes, porlo general, las mentes més claras y que su visién del cosmos del respeto en la cultura mexicana bien pudiese ser la ercepcién més objetiva posible de la sociocultura mexicana en este respecto. 102 SEGUNDA PARTE Se observa debajo del titulo de la tabla, en el centro, la afirmaci6n: cate- gorias cualitativas, e inmediatamente debajo de esta afirmacién, las distin- tas categorias cualitativas que hemos tenido en cuenta en el estudio. De la izquierda a la derecha, estas categorias cualitativas son: edad y sexo, familia inmediata, familia colateral, amigos, vecinos, ocupaciones, posici6n eco- némica y datos varios. Sobre el lado izquierdo de la tabla, en la parte supe- rior, observamos la afirmaci6n: categorias cuantitativas que se refiere a las divisiones, de alto respeto, de respeto medio y de poco respeto. Asi, pues, si queremos saber el grado de respeto que reciben las caracteristicas de edad y sexo, veremos en la columna que se encuentra debajo de edad y sexo, y encontraremos que reciben alto respeto los hombres de edad avan- zada, las mujeres de edad avanzada, las mujeres maduras, las mujeres jove- nes, las muchachas y los hombres maduros. Bajando verticalmente, vemos que reciben respeto medio: jévenes, bebés (nifias), y que, siguiendo verti- calmente hasta abajo, reciben poco respeto en la sociedad mexicana: nifios, muchachos, bebés (nifios). En esta misma forma se puede observar el gra- do de respeto que recibe la familia inmediata que, como se ve, toda recibe alto respeto. Se podra observar lo que sucede con la familia colateral, con los amigos, con los vecinos, con las ocupaciones, con la posici6n econdmi- cay con los datos varios. En la misma forma que se lee esta tabla I, pagina 103, que se refiere al “cosmos del respeto, como lo perciben los estudiantes varones mexicanos’, se lee la tabla Il, pagina 104, que muestra el “cos- mos del respeto para los estudiantes varones en la sociedad norteamerica- na”, la tabla Ill, pagina 105, que muestra el “cosmos del respeto de acuerdo con las afirmaciones de las mujeres estudiantes en la sociedad mexicana”, y la tabla IV, pagina 106, en donde se observa el “cosmos del respeto de acuerdo con las afirmaciones de las mujeres estudiantes de la sociedad nor- teamericana”. Las tablas V (pag. 110) y VI (pag. 113) contienen la comparaci6n trans- cultural. Dado que éste es precisamente el! aspecto més importante del pre- sente estudio, se describiran estas tablas V y VI en la siguiente seccién, don- de se hace un anilisis y una discusi6n de los resultados de la comparaci6n transcultural. Comparacién transcultural. Analicemos ahora las diferencias estadisti- camente significativas en la comparaci6n transcultural. En la tabla V, (pag. 110), tenemos la comparacién de los estudiantes varones mexicanos con los estudiantes varones norteamericanos. En ella se ha hecho un esfuerzo por presentar todos los datos clasificados y valorados. Asi, se observard que ade- mis de hacer las comparaciones dentro de las categorias cualitativas con las que nos hemos familiarizado, se indica, con un mas 0 menos, a quién favore- ce o a quién desfavorece la diferencia, e inmediatamente después del signo, la categoria cuantitativa a la que pertenece el dato en cada sociedad. Vemos asi, claramente, que aun cuando, por ejemplo, en ambas sociedades se res- pete altamente (AR) a los hombres de edad avanzada, tales son significati- vamente mas respetados en México ( + ) que en los Estados Unidos ( — ). También se observara que, en otros casos, como el de los jévenes, a quienes 40000°0 ©1504 ¢0‘0 @psep sajonpinipLT so: (010d 0A OpUODYUBS ap [PAL | “SOILS 4 sajoas Los ,o1adsa1 8 e200 4 apaus 40, soAyoRuono soyo6siC0 so, nb OpaLCUSp VOY ‘opEIpOTD Ako] OpNCZBI “FSLOROgaILED "saIOMK $0100 SopIBaS SIUOWeWNOrOMN SOLOW) “F _ soy cusoy sow so} aps=p 0A anb onboJa! oun Ua ofoqo OqUJO ap SopOUEPUO OPIS UOY Sa1UZINEIS SO} BP 4 01QDI DIS 9p SOLOP So} ‘AUOINUOND QUOBAIOD OPO ap OulvEg (soutu) pope sage sovaw soysousnw o1adsas 8p soUDaA, SOUN 920d pops pope souaw pope (sou) oo say sovaw ap souaw saqeq paw a1vag sory ap SoUD|A, sobwy ap sowUg SaUanor o1adsoy SODISoW sopozjopad “$8 SO1319Q SBIURIANG pope sounpow SOUS pops sokow saiqwoy 5013190 soko ap sowug soupoupnw S9101105q ap popa youaws savant souaUSOWT] sopoua21] sobwy sovaw OUOWEH, salainw sojndod sosauaby] pop ap sow youaws sounpow sajon61 sng ‘aso ‘s9}0ns39)91U} souaw pops ouowaH sarelnw sojndpsipuo} ap a1vaQ SOJOSOIY pope ap sokow 4YohOW ——- EPOZUOAD sauapuo aigod SOPIOg sokow, sobwy ap SOW ouoWeq pope sns of0q 189 seK0p0g ep SOUDaA, popa SOL yohows saialnw afoqous opaw s3yar pop yoko sojenay OuoWaH —_OpOZUOAD anb a1ua5 ‘as0p 5940918905 sokow ap SO odog popa o1adsa YORNUSUOD 07 ep ajvaq SOIOSAJOd BP SOUDaA, sobiwy sopenqy Qwow S@IQWOH ony SOUOA ‘eDWWQUGDS __SSUODOdNI SOUDSA, SOO TOBIO|OD oiopewur Ox SOAHOINUOND so1og uopisog Oyo oywoy popy souo63107 ‘SOAHOMOND SOUOORIOD “(souosos0daid so| ap saiUOIPNisa SeUOIOA) OUOIIXEW POPaPOs 0} Va O1adsai JAP SOLUSOD *] O/QOL 104 ou ava sosausowr] sojndod sajon61 sng sop sondpspu0y ap auag savapio ‘aigod sns ofoq 21Ua9 afoqous opaw anb 3195 ‘aso UQIDMISUOD 07 ap e139 SOUOA onwovers soi0g vopisog salvaing 013190 sa101Dy soDsoW sopozyoped $2 5018190 SOISLIY SOJOSOI4 sou9u96u} S@101N059 SOpHOd sopouann sajon.Daja1y se,9f sau0p0q sa1op1a205 saquoysaioid SOMSTUIW savosajorg sau00dno9, 8p SOUSA popa souaws 8p SOUDaA pope sokow 8p SOUDSA, pope sokow ‘8p souDaA SOUDaA, 59990 (sour) seqeq SOUIN co1adsas SOUIN 20g pope sovaw 2p SOWNd pope pope 40" sovaw opaw 2p 9 sowlig soupoy>nw oyadsay soUpoypnW saUanor sauanot sarainw pope sovaw sounpow pope sokow UOWIaH sail soa 8p sow Jouaw soinpow ap sobwy pope ‘ouOWIaH sasqwoy, pope sokow JoAOW ——OPOZUOAD sokows 8p SOW ouDWi8H, pope ap sobwy SOL yohow saiqwoy pope So OUDWHBH—-OpOZUOAD Joho sojenqy odog popa ouadsa ap sobwy sojngy WOW saiainw oly sobuwy Jos1000 (dopa oxes sonyuoyyvon> oyjwog OYfLUuOJ popz soo6310> SOAYOUOND SOUOERIOD (SoudJO10da1d SO] BP SAIUOIPNIS® SBUOIDA) DUVODVAWOSLOU POPSNS | US OJadSA1 BP SOLUSOD “]] DIQDL 105 (soy) pope pop s9qeq jouaw souaw (ou) ap soupan = ap sob s9qeg pope sous pope s0Uaw SOUN o1adsaz ‘8p soupaa ap soy SOUIN 020g sOIsWay sbypoUsnW se1opy pope souaw youaw ——_ soupoupny SO,BUSOWI] —_—SAIUDIS910/q ap sowug = OUDWH8H, sauanof oou SONSIUIW pope sua sovaws saxalow opaw sajon61 sng a1uag SoIUaVIG 2p SOW ‘juoWaH Sauanoy o1adsay sopozopad $8 5018190, soos sopoouann, 5013190 pope soINpOW souaiua6uy yokow sauelnw soyjndod S9}0N199)31U} 8p SOWUd soinpow 2s0p S8J0I1059 pope saiqwoy sojndosipu0y 8p aivag sauo1og popa pop sokow yokoW —OPOZUDAD sauapio ‘aigod SOJOSOI yokows sodow 2p soWNd puoWwi8H popa sns ofoq a1ua5 soplcg — @p SOUSA ap SOB sojanay soho saiqwoy -afoqous opaw 210918205, pops popa Sol, CUDWJBH © OPOZUOAD anb aiva5 301 sear sokow soko sol odog pope o1adsas yoDNUsvE) 07 ap aivag sa1osajoig AP SOUDAA ap SOBIWY sojenqy wow sasalnw ony SODA epWigQUaIa ——- sau0D0dN2D ‘SOUDeA, sobwy JO1310}09—=«OJOIPaWUT oxas SDAUOUUUOND so1og uppisog oyu oyeuos popy squo6310) SOAUOIOND SOYOERIOD *(soyojos0daid so] ap sasuoipnusa sasainw) OVOIXaW POPEPOS 0] UA O1adSa1 [BP SOWSOD “Il DIOL 106 ‘O2u (Sou) $9980 21va9 SosBUSOWT sojndod asop o1edsas ap ava soypoupnw e204 pope pope) pope sovaw sovaw) sousw 2p SOUDSA ap SOBIWY —ap SOWId sasopy pope pope popa aigod SOIUIAIG yousw souaw yous youaw o1paws aivap SOl8I9Q «BP SOUDEA ap sobIWY ap soWg =» OUOWaH] o1adsoy sopozyoned $8 5018199 savanot SOUSIIY saualnw SODISNW S@UBAOL SOJOSOIL pope sounpow sovaiua6y| Jokow saiainw Sa10WN5q 2p SOW souaw soanpow savapio sODIOg pops: OvoWeH —_SBIQWOH sns ofog sa;OnDa;—WU pope pope: sokow JOAOW ——OpOZUOAD efogou sopoouenn Johow yokows ap soWg =» OUDWHa pops and ava s810D0g ap SOUDaA_ap SOO SOL, sosow savalnw sojndpsipuo> ojpaw SOUSIUIW pope pope Sou UOWIaH —-EPOZUDAD ugpniusvo) 07 sop $01053j014 sohow sokows sojanqy dog pope o1adsau sajon6) sng ap a1vap Sa1op18D0§ a SOU ap Sob sojanqy qwow sexqwoH, ony SOUOA ‘opRWQUGDa ——_-S9UODOINID SOUDaA sobly ———[o18/0}0D._—~=~C«OISWUF oxas SOAUOMUOND so1og v9prsag opus oywoy popy s0U06310) SOALOIOND SOUOEIOD ‘(SOUOIOIOda1d so} Bp saiUDIPNysa sayafNW) OUOD4@WOaLOU POPE!D0S 0] Ua O1adSA1 JEP SOLUSOD “Al DIQO] CAPITULO 7. RESPETO Y POSICION SOCIAL 107 se les da en México un respeto medio (RM) y un alto respeto (AR) en los Es- tados Unidos, la diferencia estadistica favorece a los Estados Unidos ( + ), sobre México ( — ). Observemos, pues, y discutamos ahora los resultados por categorias cua- litativas. Veamos primero la categoria de edad y sexo. No ha dejado de sor- prenderme encontrar en ella que los nifios, los bebés varones, las mujeres jovenes, las muchachas, los nifios y los bebés hembras merecen menos res- peto en los Estados Unidos que en México. De lo que sabemos acerca de la psicologia infantil en los Estados Unidos se hubiese esperado lo contrario, particularmente por lo que se refiere a los pequefuelos. Claro que nuestros datos son datos socioculturales conscientes, y la buena voluntad mostrada por los estudiantes varones mexicanos pudiera no representarse en buenas acciones. Pero siempre queda la impresién de que el problema pudiera ser mucho mas complejo. Desde luego hay que recordar que el respetar en los Estados Unidos significa preponderantemente admirar a alguien a quien con- sideramos superior, la voluntad de tratar a otros sobre bases de igualdad, el dar oportunidades a los otros, etc., mientras que en México, y de acuerdo con el estudio anteriormente mencionado;' respetar significa preponderante- mente amar a alguien, sentir afecto por alguien, dar y recibir protecci6n, etc., y los pequefiuelos tanto como las mujeres jévenes y las muchachas, etc., podrian dificilmente provocar respeto tipo Estados Unidos, pero en cambio si, y facilmente, respeto al estilo de México. Pero quiz haya aqui aguas més profundas. Maslow y Diaz-Guerrero di- cen: “El que visita a México pronto se da cuenta de que los nifios mexicanos se comportan en forma distinta de los norteamericanos. La impresin general es de que los nifios mexicanos se portan mejores, son més corteses. . . los nifios mexicanos parecen resentir menos la autoridad, demandar menos. quejarse menos. . . llorar menos frecuentemente. . . Rien mas, y parecen go- zarse a si mismos mas. . .”"° En la categoria de la familia inmediata, hermanos mayores, hermanas mayores y hermanos menores reciben mas respeto en México que en los Es- tados Unidos. En ambas culturas, claro, todos ellos reciben alto respeto, lo mismo que toda la familia inmediata. En México, y para los varones de este estudio, hay, ya lo hemos visto, en la categoria de edad y sexo, y lo veremos en otras categorias posteriormente, una decidida diferencia para adjudicar respeto a los extremos de la edad y, claramente, y por lo mas independien- temente del criterio de edad, aun cuando con una definida tendencia a aso- ciarlo con edades tempranas hacia el sexo femenino. Por el contrario, en la mayoria de edad, la diferencia de las culturas parece favorecer la expre- sién del respeto al sexo masculino en México. Por lo que se refiere a la familia colateral, abuelos, tios y tias, poseedo- res de alto respeto en ambas culturas, reciben diferencialmente mayor respe- ° Peck, Robert y Diaz-Guerrero, R., Two Core-Culture patterns and the diffusion of values across their border. Presentado en el 70. Congreso Interamericano de Psicologia. 10 A. H. Maslow y Diaz-Guerrero. Delinquency as a Value Disturbance, capitulo del libro Festchrift for Gardner Murphy, editores J. G. Pitman y E. L. Hartley, Harper Brothers, Nueva York, 1960. 108 SEGUNDA PARTE to en México que en los Estados Unidos, y las primas de menor edad reciben, por lo tanto, definido mayor respeto en México que en los Estados Unidos. Las ligeras tendencias hacia !o masculino mayor edad y hacia lo femenino menor edad, en la expresion del respeto en México, se observan aqui una vez mas. En la categoria de amigos, los de mayor edad, que son altamente respe- tados en ambas culturas, reciben diferencialmente menos respeto en Méxi- co que en los Estados Unidos. Esto va en contra de la actitud interpretativa general que hemos venido adoptando. No hay diferencias estadisticas para la poblaci6n estudiada, en la catego- ria de vecinos. En la categoria de ocupaciones, obreros y sirvientes, son altamente res- petados en México, y sélo medianamente respetados en los Estados Unidos. Por lo que se refiere a los ministros protestantes, que reciben alto respeto en ambas culturas, son significativamente mas respetados en los Estados Uni- dos que en México. La categoria de posicién econémica nos da una serie de muy interesan- tes resultados. La gente de la clase media, que es altamente respetada en am- bas culturas, lo es significativamente mas en México. Por lo que se refiere a la gente de la clase popular y a la gente pobre, son altamente respetadas en México, y slo medianamente respetadas en los Estados Unidos, haciendo la diferencia estadistica entre estos grupos todavia mas significativa. Finalmente, la gente rica, que recibe sdlo mediano respeto en ambas cul- turas, recibe significativamente mas respeto en México que en los Estados Unidos. Estas diferencias, por lo que se refiere a la percepcién de la relaci6n entre el respeto y la posicién econdémica, junto con las diferencias observa- das en relaci6n con las ocupaciones de obrero y de sirviente e interesante- mente en relacién con la diferencia marcadisima respecto a los limosneros, y que también favorece a México, en donde hay alto respeto para los mis- mos, mientras que en los Estados Unidos existe poco respeto para ellos, son de las mas consistentes diferencias que se han encontrado en este estudio particular. Como veremos después, casi las mismas diferencias se observan entre las mujeres estudiantes mexicanas y las mujeres estudiantes norteame- ricanas. Es aqui en donde quiza exista una de las mas agudas diferencias en el pensar social del mexicano y del norteamericano. Ya habiamos indica- do antes que con frecuencia en los Estados Unidos se puede llegar a tomar como sinénimos la caracterizacién de posicién econdmica y de status. Es precisamente, pues, aqui, donde pueden interferir un gran namero de fan- tasticas contradicciones, que pudieran llevar a una comunicaci6n bastante err6nea, aun a socidlogos de ambas naciones. Hemos indicado con anterio- ridad que el respeto se puede considerar como uno de los factores o ingre- dientes que intervienen en la producci6n del status de un individuo en una sociedad determinada. De ser esto asi, entonces la gente de bajo status socio- econémico en México puede tener alto status de respeto social. Esto seria ne- tamente contradictorio en la sociedad norteamericana. En donde esta tremen- da contradicci6n entre los sentidos que se dan a la idea de respeto en ambas CAPITULO 7. RESPETO Y POSICION SOCIAL 4109 naciones, y en la aplicaci6n del respeto mismo a los individuos pertenecien- tes a las culturas, encuentra quiz4 su mds aguda expresi6n, es en el alto res- peto dado a los limosneros por el estudiante var6n mexicano y el poco respe- to que tales individuos reciben dentro de la sociedad norteamericana. E, in- sistimos, en este estereotipo del limosnero, porque precisamente la idea de limosnero en México puede frecuentemente llevar los siguientes ingredien- tes: personas que no tendran nada dentro de la sociedad, que serian una es- pecie de cero dentro de la misma, a no ser que reciban un algo de la mis- ma sociedad, en términos cuando menos de respeto, etc. Al mismo tiempo, dentro del sentido norteamericano de respeto, que generalmente es dado por demostracién de capacidad y de eficiencia, o de superioridad en alguna actividad, y frecuentemente dentro de una actitud en la cual se piensa, en efecto, que todos los seres humanos son iguales y tienen igual grado de opor- tunidad, etc., el estereotipo de limosnero es el de individuos que no han apro- vechado —como seria probablemente racionalizada la situacién— las oportu- nidades que se le han dado para estar en estado de igualdad con los demas. El limosnero, pues, resulta ser una flagrante contradicci6n a los ideales nor- teamericanos. Finalmente, en datos varios, encontramos que la Constituci6n es altamen- te respetada en ambos paises, pero significativamente mas en México, y que, por el contrario, en México los “iguales” son significativamente menos respe- tados que en los Estados Unidos. En este iltimo caso, tenemos la reiteracion de que, en efecto, los ideales socioculturales del norteamericano son demo- craticos y ponen su acento precisamente en la igualdad de los seres huma- nos. Ciertos aspectos un poquito menos inmediatos a la vida diaria, como son los aspectos un tanto ms filosdficos de la Constituci6n, reciben, quiza por el idealismo teérico del mexicano, mayor respeto en México que en los Es- tados Unidos. Pasemos ahora rapidamente a la comparaci6n transcultural de las muje- res estudiantes de México y de los Estados Unidos (tabla VI, pag. 113). Encon- tramos en ellas, en primer lugar, que la diferencia respecto a los jévenes, en el area de edad y sexo, es la inica que se mantiene de las que encontramos entre los varones. En este caso, como en el de los varones, los j6venes en México reciben un respeto medio y, en los Estados Unidos, un alto respeto, de tal manera que la diferencia es definitiva y favorece diferencialmente a la edad juvenil, sobre los extremos de las edades, en los Estados Unidos. Por lo que se refiere a la familia inmediata, en las mujeres mexicanas sdlo se encuentra la diferencia de mayor respeto a los hermanos mayores en rela- cién con las mujeres norteamericanas. En la familia colateral, encontramos diferencias significativas que favore- cen a las mujeres de los Estados Unidos, en relaci6n con el respeto que se da a los primos y primas de menor edad. Pasando a la categoria de amigos, encontramos, una vez mas, que la mujer norteamericana es definitivamente mas activa en dar respeto, en esta Area, que la mujer mexicana, de tal manera que los amigos de mayor edad, los amigos de menor edad y las amigas de mayor edad reciben respeto dife- Tabla V. Comparacién transcultural (varones estudiantes de las prepararorias en México y los EU) Méx. | EU. Mex. | EU. Méx. | EU, +| [+ +] |+ +] d+ olcjolc ofclolc ofc}olc Foady |—| | — Fomiio |—| | — Fomiio |—|_ |— sexo |RIC|R|C| inmediara |A|C|R}C| colarerat | RIC] A|C} Amigos Hombres Hermo- Abuelos | + |AR!— [AR] Amigos de edod nos Tios +]aR}—aR] de ovonza- mayo- Tios +Jar]—|AR} mayor do + |an}—|ar] res + JAR] —~ [AR] Primas edod Jovenes |—|RM] + AR} Herma: de Nijos + ]pR|—]pr} nos menor Debés mayo: edad | + [ar] — [RM] (cifos) ]+|pR}—|PR| res + far} — [an ‘Mujeres Herma: jovenes |+]AR|— ‘Mucha: chos | +/an|— Nias + Jar} — Debés (oiftos) f+ RM] — + ° Vecinos | R é [R| C. | Dares varios Lo Cons: rirucion, Sus tguo- les AR = Alto respeto. RM = Respero medio. PR = Poco respeto. + ° — = Més 0 menos respeto en lo cuituro dado. R c C= Cotegotio cvantitativa del respeto en fa cultura dada. Las diferencias en las culturas anoradas en la rabla son todas estadisricamiente significarivas a la prueba de la X cuadrada y a un nivel de 0.05 0 més. CAPITULO 7. RESPETO Y POSICION SOCIAL 114 rencialmente mayor de parte de la mujer norteamericana que de parte de la mujer mexicana. En la categoria de vecinos, de nuevo las mujeres norteamericanas mues- tran mayor respeto por las vecinas de mayor edad y por las de menor edad, que las mujeres mexicanas. En el area de ocupaciones, las diferencias son miltiples, y casi en to- dos los casos favorecen a la mujer norteamericana que, aun cuando como la mexicana da alto respeto a la mayoria de las siguientes ocupaciones, les da significativamente mayor respeto. Las ocupaciones referidas son las de sacer- dote, ministro, protestante, licenciado, ingeniero, artista, doctor e intelectual. En cambio, hay claras diferencias en el grado de respeto que reciben obreros y sirvientes, y éstos son a favor de la mujer mexicana. Al pasar a la posici6n econémica nos encontramos con diferencias muy se- mejantes a las que ya habiamos indicado para los varones. En este caso, la mu- jer mexicana respeta significativamente mas que la norteamericana a la gente de la clase popular, a la gente pobre, a la gente rica y a los limosneros. Finalmente, en los datos varios la norteamericana respeta si mente mis a sus iguales y a sus condiscipulos que la mujer mexicana. Quizé no haya escapado a nadie, y es este punto uno de los resultados més nitidos de este estudio, que el estudiante varén mexicano de las prepa- ratorias sea tan definitivamente mAs activo por lo que se refiere al designar quiénes deban recibir respeto, que el estudiante var6n norteamericano. Y no es nada menos punzante el darnos cuenta de que, por lo que se refiere a las mujeres estudiantes, son las norteamericanas las que en forma definitiva pa- tecen establecer, activamente, en relaci6n con las mexicanas, mayor name- To de areas en donde el respeto debera ser concedido. Posteriores andlisis intraculturales, en los que se comparardn el hombre y la mujer de la cultura mexicana y el hombre y la mujer de la cultura norteamericana entre si, nos indicaran en dénde existe, fundamentalmente, la diferencia. Los primeros re- pasos de los datos parecen indicar, sin embargo, que la gran diferencia exis- te entre la actitud extremadamente activa del varon mexicano al designar los entes de su sociedad que deben recibir respeto, y Ja actitud altamente pasi- va de la mujer mexicana al respecto, mientras que en la sociedad norteame- Ticana, tanto el hombre como la mujer, parecen ser activos, si bien posible- mente en forma diferencial de las areas en donde el respeto debera de con- cederse. De todas maneras, y por lo que se refiere a la presente comparacién transcultural de las mujeres mexicanas y norteamericanas, observamos que sus diferencias en relacin con las caracteristicas de edad y sexo y de fami- lia inmediata son bastante pequefias, y en donde se nota una gran actividad, y muy superior actividad de parte de la mujer norteamericana, es por lo que se refiere a algunos aspectos menores de la familia colateral, y, sobre todo, alos aspectos de socializaci6n con individuos externos; como son los a en general, las vecinas, los vecinos y particularmente los personajes significa- tivos de la religién y de las profesiones. Esta diferencia a favor de la mujer norteamericana nos indica el alto grado de socializacién que ésta ha alcanza- do en relaci6n con la mujer mexicana, que interesada fundamentalmente en 112 SEGUNDA PARTE la familia inmediata y en los seres cercanos a ella, si bien no mas en absolu- to que la norteamericana, parece actuar alejada de todos estos otros persona- jes externos; como son amigos, vecinos, entes religiosos y profesionistas. Es ésta una interesante diferencia captada a través de este estudio de la adjudi- cacién del respeto en ambas culturas. En forma sucinta podemos decir, pues, que este estudio ha tratado de esclarecer, en primer lugar, las diferencias que existen en la adjudicacién del respeto, en la sociedad norteamericana y la sociedad mexicana. Que en se- gundo lugar esta diferenciaci6n ha sido hecha a partir de datos obtenidos a través de un cuestionario, y que han sido aplicados a estudiantes de las prepa- ratorias de México y de los Estados Unidos. En tercer lugar, que este trabajo ha demostrado, fuera de toda duda, que existe gran numero de diferencias en la adjudicaci6n del respeto en ambas culturas, y tanto para los hombres como para las mujeres. En cuarto lugar, se debe indicar que las diferencias por lo que se refiere a los varones estudiantes nos indican que el varén mexicano ad- judica respeto en forma diferencialmente mayor a los extremos de la edad cronoldégica, habiendo cierta tendencia a considerar a los varones de mayor edad como de mas respeto, y a las mujeres de menos edad como recipientes de mayor respeto; ademas, que, por términos generales, el sexo femenino re- cibe mucho mayor respeto de parte del var6n mexicano que del norteameri- cano. Por lo que se refiere a otro aspecto importante, como es el de Ia rela- cién de la posicién econdémica y la ocupacion al respeto, se encuentra una definitiva tendencia que favorece al var6n mexicano a respetar a las gentes de todas las clases sociales, haciéndose particularmente clara la diferencia en el respeto que se adjudica a la gente de la clase popular, a la gente pobre y a los limosneros, asi como a ocupaciones de poca potencialidad econdémica; como son las de obreros y sirvientes, y que ademas, la gente rica en México parece recibir, en forma que en principio pudiera parecer contradictoria, pero que no lo es en el fondo, mayor respeto en México que en los Estados Unidos. En cambio, la diferencia favorece a los Estados Unidos cuando se trata de adjudicar respeto al hombre joven y a los iguales asi como —en cierta forma inesperadamente~ a los amigos de mayor edad. En quinto lugar, que en las mujeres se observa una interesante superio- ridad en la adjudicacion de respeto por parte de la mujer norteamericana, y que esta adjudicacién parece caer fundamentalmente en aspectos de mayor socializaci6n de la mujer norteamericana, que adjudica respeto cuando me- nos en igualdad con la mujer mexicana a la familia inmediata, etc., pero que adjudica también respeto a personajes mas lejanos del grupo social; como son amigos, vecinos y personajes en profesiones o en comando de las acti dades religiosas. En cambio, se observa que la actitud de respeto en relacién con la posici6n econémica sigue presentando la misma diferencia que pre- sentaba entre los varones, y que la mujer mexicana también parece mostrar diferencialmente mayor respeto a la gente de la clase popular, gente pobre y limosneros, asi como a obreros y sirvientes, que la norteamericana. En sexto lugar, que el respeto que hemos venido estudiando pudiera dar- se en la sociedad norteamericana por lo que los individuos realicen 0 pro- Fable VI. Comparacion transcultural (mujeres estudiantes de las prepararorias en México y los EU). Méx. | EU. Méx. | EU. Mex, EU. Méx. | EU. +] [+ +| d+ + + + [+ ofcjolc ofc}o}c olclolc o}c]ole Fdody |— - Familia | — - Familia | — - - - sexo |R|C|R|C| inmediara |} RIC] R|C| colrera. |R}C}R]C| Amigos [R}C}Alc. Jovenes |— {RM} + AR] Herma nos mayo- res — JAR] + [AR] — |pn| + [am] — JAR] + [AR E Méx. | EU. Méx. | EU. + +) [+ +| d+ olc ofc]olc ofc}olc Beet Posicién | — oa EEE Eee Vecinas R1C.| econémica | A} C.| R | C |Daros varios} R | C.| R | C. Vecinas Gente Sus de tes |—Jar|-+]AR] de iguo- moyor Ministros dose les |— |p} + Jan edad |—|an}+ JAR} protes- popular |+|AR|—|PR] Conds: Vecinas tones |— RM} + AR} Genre pulos_|—|ar| + 1ar de Lcen- pobre | + JAR — [RM] menor codes |—|ar|+]AR} Gente edad = |—|PR}+ IRM] ingenie- rica + [Rm] — JPR 10s — [ar] + JAR} Limosne- Artistas — |RM) + [AR ros. + JAR] — [PR Doctores |— JAR] + /AR Intelec- tuoles — JAR] + JAR Obreros | + JAR] — [RM Sirvien- tes + |m| — |r| AR = Alto respero. RM = Respeto medio. PR = Poco respero. OP oq = Mas 0 menos respeto en la cultura dada. = Categoria cuantirative del respeto en lo cultura dado. Los diferencias en las cuituras anotadas en la tabla son todas estodésticamente significatives a la pruebo de fa Xi weeattoda y 0 un nivel de 0.05 0 més 114 SEGUNDA PARTE duzcan, y que en la mexicana parece darse, a menudo, por los dictados mis- mos de la cultura. COMENTARIOS POR R. DIAZ-GUERRERO En otros trabajos, unos publicados,"! otro presentado oralmente” y el fundamental por publicarse,'* me refiero a lo que he venido llamando las pre- misas socioculturales. Pienso que ellas son el motor maximo que, escondido en la urdimbre de la personalidad, determina las conductas verbales, y a me- nudo las acciones que han llevado a variados autores a hablar de un caracter nacional. En esta ocasi6n, quiero hipotetizar la existencia de cuando menos dos premisas 0 presupuestos socioculturales en el mexicano que —segiin yo pienso— pudieran esclarecer su tipo de respeto. La primera de ellas seria: “Los valores ‘humanos’ son mas importantes, cuando de respeto se trata, que los econémicos’. Ahora bien, si la premisa norteamericana fuese la opuesta, me permitiria hasta hipotetizar que una de las graves dificultades que los norteamericanos tienen en hacer amigos inter- nacionalmente resultaria de ella. Adn mis, si tal premisa existiese, semicons- ciente o aun inconscientemente, en la sociocultura norteamericana, nada me extrafiaria que el problema de la discriminacién racial se ligase a la misma. Sin embargo, no creemos que se pudiese decir simplemente que el presupuesto sociocultural norteamericano sea de que: “Los valores econémicos son mas importantes que los valores humanos’, sino que, cuando menos, habria que afiadir, ya qu esto lo han demostrado los dos estudios realizados por el doc- tor Peck y el que esto escribe, que una profunda premisa sociocultural norte- americana bien podria ser la de que “todos los seres humanos nacen iguales, tienen igual oportunidad y, por lo tanto, respetaremos sélo a los que aprove- chando tales oportunidades se hagan econémicamente fuertes”. Lo doloroso es que este hermoso idealismo de la igualdad pudiera ser el culpable, parcial- mente, de conducir 0 provocar premisas o presupuestos socioculturales pare- cidos a los de “los valores econémicos son més importantes que los valores humanos”, y luego a la apariencia sociocultural externa que hace que motes de imperialistas del délar, etc., parezcan venirles bien a los norteamericanos. Asi pues, habria de contrabalancear constantemente los ideales de la igual- dad con los ideales humanitarios, que siempre han implicado bastante de pro- tecci6n o paternalismo, y no solamente “social”, sino de persona individual humana a persona individual humana. Respecto a esto, ojala y México des- arrol'e finalmente una democracia en la que la igualdad crezca paralelamen- te al sentido altamente valioso del respeto amoroso y de la reciproca protec- " Diaz-Guerrero, R., “Symposium on culture and child development”, The American Journal of Orthopsychiatry, 31, 3, 1961, pags. 518-520. ” Diaz-Guerrero, R., Differences in Mexican and U. S. national character and their implications for Public Health practice. Ponencia no publicada, presentada en la Conferencia Hidalgo, Edimbur- go, Tex. "8Se intitula La sociocultura mexicana y esta en preparaci6n. CAPITULO 7. RESPETO Y POSICION SOCIAL 415 cién entre humanos. Nuestros estudios demuestran que algo de la materia pri- ma de tal democracia ya existe en la sociocultura mexicana, al menos en la forma que la visualiza el estudiante; pero falta, claro, su realizaci6n. Esta, na- turalmente, ha tropezado y seguiré tropezando con miltiples y extraordina- riamente dificiles obstaculos, tanto de realidad externa como, y sobre todo, de obstaculos implicitos en la naturaleza de lo humano y de las relaciones humanas. Ojala los mexicanos algiin dia nos ingeniemos para superarlos. Una segunda premisa, y en este caso quiz4 mejor que premisa, presupo- sicién sociocultural del mexicano, nos permitira redondear nuestro enten- dimiento de su peculiar forma de prodigar el privilegio del respeto. Habla- mos de “presuposicién” porque pensamos que, en este caso, el mexicano en general no seria muy coherente al expresarlo, es decir, que actiia a partir de una semiconsciente o quiz4 en casos totalmente “inconsciente” premisa so- ciocultural mexicana, a saber: “Quiénes deben recibir mas 0 menos respe- to y quiénes no en sus papeles o atributos sociales, esta predeterminado por creencias, tradicionales, etc., mucho mas que por los méritos individuales de las personas”, El viejo (hombre de edad avanzada) recibe respeto por servie- jo (‘mas sabe el diablo por viejo que por diablo”), la mujer por ser mujer, el nifio y la nifia por ser nifios y nifias, el pordiosero por ser pordiosero y no por sus merecimientos o sus logros, que en el tiltimo de los casos deberian ser casi nulos. La premisa norteamericana correlativa, clara y consciente, es- tipularia en este caso lo siguiente: “Recibiran respeto aquellas personas que se lo ganen por sus merecimientos y logros, sin importar su edad, sexo, et- cétera, y no lo recibirian quienes no hayan hecho los méritos necesarios”. Hay aqui una demanda de que se haga justicia a secas, por sobre creencias 0 tra- diciones o formulismos de las sociedades tradicionales. En este caso, opina- mos, la sociocultura norteamericana ha dado un importante paso progresista al hacer casi realidades esos ideales que nifios y j6venes generalmente des- arrollan, a saber: Una real y objetiva justicia acerca de quiénes deben reci- bir el prestigio y demas ventajas de ser respetados, y quiénes no. Como los ni- fios y los jévenes, sin embargo, parecen partir de ideas de “perfeccién de los humanos’”, 0, cuando menos, de que todos los humanos estan “Ilenos de vida, de entusiasmo y de inagotable energia”, o de que “nada es ms facil que sa- ber lo que es bueno y lo que es malo”. Parecen, en su entusiasmo, olvidarse de que la vida esté muy lejos de darse con tal perfeccién y simplicidad ele- gante en todos los 4mbitos humanos. Si partiesen de la dolorosa experiencia de las viejas culturas, sabrian que el ser humano esta muy lejos de ser perfec- to, etc., y que, antes de establecer algo semejante a esa justicia que al pre- sente resulta ser bastante ut6pica, habré que desencadenar al ser humano de siquiera algunos de sus grandes grilletes: la inmadurez emotiva, la angustia, el pesimismo, la enfermedad, etcétera. En todo caso, opinamos que ambas culturas en su desarrollo experimen- tal de maneras de concebir las relaciones humanas han Ilegado a premisas distintas, y creemos haber quiza convencido al lector de que las premisas que hemos estipulado para ambos grupos, cuando menos aclaran las diferencias demostradas por lo que se refiere a la adjudicaci6n del respeto.

Vous aimerez peut-être aussi