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huevo léxico ortografico ONS SK hueso grafema Fig. 14. Diagrama de algunas de las activaciones que se producen al escribir la palabra “hueso” La organizacion del léxico ortografico es similar a la ya explicada para los otros léxicos y, como en los demas, la variable mas importan- te es la frecuencia de uso, pues es la que marca el umbral de activacién. Cuando la tepresentacion de una palabra no esta bien consolidada se pueden producir errores de omision o intercambio de algunas letras (¢j escribir “bervo” por “verbo”). Aunque también intervienen otras varia- bles Iéxicas ademas de la frecuencia, como son la categoria gramatical, la complejidad morfoldgica, etc. Una segunda posibilidad de realizar la escritura esponténea es « vando la representacién fonolégica, en vez de la ortografica, tal como si la fuésemos a pronunciar. Esa representacién fonoldgica se descom- pone en fonemas y los fonemas se convierten en grafemas mediante el mecanismo de conversién de fonemas en grafemas. Esta forma de escritura, llamada fonolégica, no es inusual, ya que a veces no dispo-48 Sistema de Procesamiento Lingiiistico nemos de la correspondiente forma ortogréfica de la palabra que que- remos escribir (por ejemplo, en el caso de los apellidos desconocidos) © disponemos de una forma incompleta. Incluso algunas veces tene- mos esa representacién, pero no la consultamos, simplemente porque no tenemos muy automatizado el uso de la ruta léxica. Especialmente los nifios escriben mal muchas veces las palabras, no porque no dis- pongan de su representacién en el léxico, sino porque no lo consultan y de hecho cuando se les obliga a acceder al léxico, por ejemplo en los dictados, cometen menos errores de ortografia (Cuctos, 1993a). El problema en este caso es que, como deciamos antes, algunos fonemas pueden ser escritos mediante mas de un grafema y esto puede llevar a escribir las palabras de manera ortograficamente incorrecta. Asi, cuando se escribe a través de la ruta fonolégica la palabra “caballo” se pueden producir 8 formas distintas todas ellas fonolégicamente correctas (cavallo, cabayo, kaballo, cavayo, etc.) pero s6lo una correc- ta desde el punto de vista ortografico. En consecuencia, esta ruta es adecuada cuando se trata de palabras compuestas por los fonemas que slo se pueden representar mediante un grafema, pero pueda dar lugar a errores ortograficos con las palabras que tienen los fonemas que se pueden representar mediante varias letras distintas /O/, /g/, /b/, etc. Estos son, en definitiva, los procesos implicados en la escritura de palabras: en linea continua se representa la ruta ortografica y en linea discontinua la fonolégica (Fig. 15). Sistema, semantico Léxico fonoldgico Léxico ortografico Almacén de Conversién Almacén de fonemas fonema-grafema grafemas Escritura Fig. 15. Modelo de los procesos de escritura.El Sistema de Procesamiento Lingiiistico 49 Uniendo los procesos de escritura al modelo expuesto en las paginas anteriores, tenemos ya un modelo completo de todos los procesos que intervienen a nivel Iéxico en el lenguaje, tanto oral como escrito y tan- to en comprensién como en produccién, Con este modelo podemos dar cuenta de cualquier tarea sea ésta de repeticién, comprensién oral, escri- ta, lectura en voz alta, escritura espontanea, escritura al dictado, copia, etc. Lo vamos a ver a continuacién con la escritura al dictado y la copia (Fig. 16). Escritura al dictado La escritura al dictado es una actividad bastante frecuente, especialmen- Palabra hablada Palabra escrita | [ Analisis acdstico Analisis visual | Léxico auditivo Léxico visual y \ a y Conversion grafema-fonema Conversin Sistema actistico-fonolégico| seméntico / Léxico fonolégico|“*¢ [Léxico ortografico| Y Vy Y ‘Almacén de Conversion ‘Almacén de fonemas fonema-grafema grafemas ' Habla Escritura Fig. 16. Modelo de todos los procesos que intervienen en el lenguaje, tanto oral como escrito.50 El Sistema de Procesamiento Lingiiistico te en el periodo escolar y universitario (los estudiantes universitarios pasan gran parte del tiempo de clase tomando apuntes) y también en determinadas profesiones. Veamos cudles son los procesos que nos per- BP g Pi miten realizar esta tarea. Primero, es necesario percibir oralmente la palabra. A partir de la identificacion de los fonemas hay varias posibili- dades, pues si echamos un vistazo al modelo anterior vemos que son varias las rutas que podemos tomar para llegar desde la “palabra habla- “escritura”, en la parte da” situada en la parte superior izquierda, a la inferior derecha. La primera y mas comtinmente usada es a través del sis~ tema semdntico, esto es, percibimos la palabra mediante el sistema de andlisis auditivo, reconocemos esa palabra en el léxico auditivo, recupe- ramos su significado en el sistema semédntico, buscamos su forma orto- grafica en el léxico ortogréfico y finalmente los grafemas que correspon- den a esa palabra en el almacén de grafemas. Pero no es ésta la tinica via posible, pues todos sabemos que algunas veces podemos estar escribien- do al dictado sin entender las palabras que escribimos. En ese caso, el camino seria saltandose el sistema semantico, pasando directamente del léxico fonolégico al léxico ortografico. Esta segunda ruta, llamada direc- ta, nos permite escribir con la ortografia adecuada a pesar de no entrar en el significado. Hay todavia una posibilidad mas, que es sin consultar ninguno de los léxicos. Cuando tenemos que escribir una palabra que nunca hemos oido ni visto antes 0 una pseudopalabra no podemos con- sultar el Iéxico porque obviamente no existe representacién para esa palabra. Los procesos que intervienen en este caso son: anilisis auditivo para identificar los fonemas, mecanismo de conversién actistico en fono- légico y mecanismo de conversion fonema en grafema. En general, usamos la ruta léxica para las palabras frecuentes (por- que son las que tienen representacién léxica) y la ruta fonolégica para las desconocidas. Sin embargo, el uso de una u otra ruta no es exclu- yente, sino que normalmente ambas intervienen y el resultado final de escribir una palabra 0 pseudopalabra viene dado por la aportacién de las dos. En un trabajo publicado no hace mucho (Cuetos, 1993b) com- probamos que los sujetos, estudiantes universitarios, cuando tenian que escribir al dictado palabras desconocidas hacian uso de ambas rutas: cuando esa palabra se parecia a una palabra conocida, hacian uso de la ruta léxica y la escribfan con la misma ortograffa (por ejemplo, /isporia/ la escribian con “h” (“hisporia”) por su similitud con la palabra “his- toria”) y si no se parecia a ninguna de las que tenian en su léxico se basaban en la frecuencia del grafema, esto es, tendian a escribir con los grafemas mas frecuentes (“b” mas que “v”, “sin h” mas que “con h”). Veremos que en el caso de los pacientes esta interaccion puede desapa- recer, simplemente porque una de las rutas deja de funcionar a causa de la lesion,El Sistema de Procesamiento Lingiiistico 51 Copia Otra forma de escritura es la copia, consistente en escribir palabras (o pseu dopalabras) que el sujeto tiene delante de su vista. En términos del modelo expuesto en la pagina anterior la copia supone pasar de la “palabra escri- ta” en la parte alta del modelo a la “escritura” en la parte baja. Veamos entonces, con el modelo delante, cual es el camino 0 caminos a recorrer. En principio, cuando hacemos una copia, lo légico es que entenda- mos las palabras que vamos escribiendo, lo que significa que accedemos al sistema semantico. En este caso el recorrido es el siguiente: andlisis visual para identificar las letras, léxico visual para reconocer la palabra y sistema semAntico para recuperar el significado. A continuacién Iéxi- co ortografico para recuperar la ortografia de la palabra, almacén de grafemas y finalmente los procesos motores. Pero también existe la posibilidad de realizar una copia sin entrar en el significado. El recorrido podria ser el mismo que el anterior, excepto el paso por el sistema seméntico que se evitaria pasando directamente del léxico visual al léxico fonoldgico y de éste al ortografico. O incluso directamente del léxico visual al léxico ortogréfico. Y aun tiene que haber otra via, puesto que somos capaces de copiar pseudopalabras y palabras desconocidas de las cuales no tenemos repre- sentacion. Estos estimulos se pueden copiar a través de la via fonolégica, primero la de lectura y después la de escritura. En este caso intervendri- an los siguientes procesos. Primero, identificacién de los grafemas en el analisis visual después, conversién de los grafemas en fonemas; posterior- mente, la conversion de fonemas en grafemas y por tiltimo, los procesos motores. Esta ruta tiene el inconveniente de que los cambios de grafemas a fonemas y viceversa puede dar lugar a errores ortogrficos en los fone- mas que se representan con dos mas grafemas (es la ruta que utilizan generalmente los nifios pequefios y que hace que cometan errores orto- graficos cuando copian, para desesperacin de sus profesores). Hay ademas una cuarta via que conecta directamente el sistema de analisis visual con el nivel de grafemas sin la intervencién de ningtin proceso intermedio. O incluso la copia esclava que ni siquiera necesita la identificacién de las letras, simplemente se dibujan, aunque esta Ulti- ma no se puede considerar una forma de escritura, sino mas bien se tra- ta de dibujo de letras. Procesos motores Una vez, seleccionados los grafemas, se almacenan en un retén de cor- to plazo similar al fonolégico que hemos descrito antes, aunque en52 El Sistema de Procesamiento Lingilistico este caso lo que se retiene son los grafemas, mientras dura el proceso de escritura. Este almacenamiento de los grafemas se ve realmente necesario cuando tenemos que escribir una palabra larga, y especial- mente si la tenemos que escribir despacio (por ejemplo cuando escri- bimos con buena letra). A este almacén lo denominamos retén grafé- mico. A partir del retén grafémico entran en funcionamiento los procesos destinados a dibujar la palabra sobre el papel o a articular los sonidos, sien vez de escribir la palabra la queremos deletrear. Si la vamos a dele- trear tenemos que recuperar el nombre de las letras y los programas motores encargados de pronunciar esos nombres. Si la vamos a escribir, la primera decisién a tomar es el tipo de letra que utilizaremos: mayis- cula cuando se comienza una oracién, se escribe un nombre propio o simplemente se quiere hacer una letra clara (por ejemplo cuando se rellena un impreso) y miniscula en otros casos. Por otra parte, se pue- de escribir con letra cursiva, script o de cualquier otro tipo. Estas for- mas diferentes de representar cada letra se denominan aldgrafos y al almacén de memoria en el que se encuentran almacén aldgrafico. Des- pués de seleccionar los alégrafos viene la recuperacién de los procesos motores en los que se encuentran especificadas la secuencia, direccién y tamaiio proporcional de los movimientos a realizar para dibujar los alé- grafos. La forma concreta que finalmente queda reflejada sobre el papel 0 pizarra es el grafo. Si en vez de escribir a mano escribimos a maquina o con el ordena- dor, los patrones motores son otros, tal como se puede ver en el siguien- te diagrama (Fig. 17): 2.6. Procesamiento de oraciones Hasta ahora hemos estado refiriéndonos a la comprensi6n y produccién de palabras, como si el lenguaje se redujese a palabras aisladas. Sin embargo, no es en las palabras donde reside el mensaje, sino en la rela- cién que se establece entre-las palabras de una oracién. Cuando escu- chamos o leemos las palabras aisladas “violinista”, “actriz”, “flores” y “enviar”, cada una de ellas nos evoca ciertos significados que tenemos almacenados en el sistema semdntico, pero no nos aportan ningin men- saje, ninguna informacién que nosotros no conociéramos, tinicamente nos activan la informacién que ya poseemos. En cambio, cuando esas palabra se unen en una oraci6n, por ejemplo “El violinista envié flores ala actriz”, nos estén aportando una informacién que quizas descono- ciamos. Si cambiamos el orden de las palabras “La actriz envid flores al violinista”, el contenido del mensaje cambia.El Sistema de Procesamiento Lingiiistico 53 Retén grafémico Nombre de ; Alografos las letras er Patrones motores Patrones motores lescritura maquina| escritura mano Ordenes muscul. Ordenes muscul. Ordenes muscul. del habla mano y brazo mano y brazo Deletreo oral Escritura a maquina Escritura a mano Fig. 17. Modelo de los procesos motores de escritura. Por lo tanto, pasar del nivel de !a palabra al nivel de la oracién impli- ca pasar al nivel del mensaje. Pero cuando pasamos al nivel de la ora- cin tenemos que hablar ademas, de un nuevo tipo de palabras a las que no habiamos hecho referencia hasta ahora, porque carecen de significa- do: las palabras funcionales. Las palabras funcionales, formadas por pre- posiciones, articulos, conjunciones, etc., tienen una misién puramente sintactica, esto es, su papel es el de servir de conexién entre las de con- tenido (sustantivos, verbos y adjetivos). De manera que si las de conte- nido son las que contienen cl significado, las funcionales juegan un papel fundamental en la asignacién de los papeles gramaticales, pues depen- diendo de las conexiones que establecen entre las palabras de contenido puede variar totalmente el sentido de la oracién. Asi, el mensaje de la oracién anterior “El violinista envié flores a la actriz” puede pasar a ser justamente el contrario con slo cambiar alguna de las palabras funcio- nales: “Al violinista le envié flores la actriz”. Orden en que aparecen las palabras y colocacién de las palabras funcionales, son por lo tanto, dos factores importantes en la formacién de la estructura sintactica. El procesamiento de oraciones, tanto en lo que respecta a la com: prensién como a la produccién, ha tenido un gran desarrollo en los ulti mos afios (y en buena medida gracias a los estudios con pacientes afa54 El Sistema de Procesamiento Lingtiistico sicos, como describiremos en el préximo capitulo). Veamos entone: cudles son los principales mecanismos cognitivos que intervienen en ambas actividades. Comprensién de oraciones Cuando escuchamos 0 leemos una oracién, ademés de reconocer las palabras que la componen, intentamos averiguar cuales son las relacio- nes que existen entre esas palabras, con el fin de extraer el mensaje que esa oracién contiene. Dicho en términos muy simples, lo que intentamos €s poder responder a la pregunta de “quién hizo qué a quién”. Y para ello, tenemos que realizar una serie de actividades como la de identifi- car los diferentes sintagmas que componen la oracién, averiguar la rela- ci6n que existe entre esos sintagmas, comprobar los papeles teméticos que cada uno de ellos juega, etc. Segtin la mayoria de los modelos de comprensién de oraciones, existen, al menos, dos estadios diferentes (Mitchell, 1987): 1.- Un primer estadio en el que se segmenta la oraci6n en sus corres- pondientes sintagmas y se etiquetan sintacticamente (sintagma sujeto, sintagma predicado, etc.). 2.- Un segundo estadio en el que se asignan los papeles tematicos a esos sintagmas. 5 El primer estadio esta fuera del control consciente y consiste en la aplicacién automatica de una serie de estrategias sintécticas. Una de las estrategias mas simples consiste en asignar los papeles “sujeto-verbo- objeto” a las estructuras formadas por las palabras “nombre-verbo- nombre”. Otra estrategia sintdctica es la de unir un sintagma con el sus- tantivo que est4 ms préximo. En la oracién “Juan no vio a Luis porque estaba en clase” tendemos a considerar, por el factor proximi- dad, que quien estaba en clase es Luis, aunque la frase “estaba en cla- se” puede referirse tanto a Juan como a Luis. En este primer estadio influyen los factores mas superficiales, como son, la categoria grama cal de las palabras, el ordert de las palabras, los rasgos prosédicos si se trata del lenguaje oral o los signos de puntuacién si se trata del escrito, la concordancia entre sustantivos y verbo, etc. La forma como se lleva a cabo este proceso esta en este momento sujeta a una fuerte discusion, ya que algunas hipétesis defienden estrategias de tipo lingiiistico (Fra- zier, 1987), mientras que otras basan la explicacion en factores mas pragmaticos, como pueden ser la frecuencia de uso (Cuetos, Mitchell y Dorley, 1996). En el segundo estadio se comprueba la plausibilidad de la estructu- ra construida y se asignan los papeles tematicos. Este segundo estadioEI Sistema de Procesamiento Lingilistico 55 esta bajo el control consciente y de hecho, si la informacién seménti- ca y/o pragmatica lo aconsejan, puede obligar al primer estadio a rea- lizar de nuevo el andlisis. Asi, por ejemplo, si leemos la oracién “Mientras el payaso bebia el pollo...”, nuestra primera intencién pue- de ser la de entender que el payaso se estaba bebiendo el pollo por aplicacién de la estrategia candnica “sujeto-verbo-objeto”. La infor- macién seméntica nos indica que no es asi y que debemos rehacer la comprensién (la lectura completa de la oracién y la presencia de la coma hubiesen impedido esta interpretacin errénea: “Mientras el payaso bebja, el pollo se escapaba de la pista”). Las variables que influyen en este segundo estadio son, por lo tanto, de tipo seméntico y pragmatico (el significado de las palabras, la plausibilidad de la ora- ion, etc.). En algunas oraciones los papeles tematicos coinciden con los grama- ticales, lo que hace mas facil su comprensién. En otras, sin embargo, el papel del sujeto verbal no coincide con el de agente de la accién, y por ello resultan més dificiles de procesar, especialmente para ciertos tipos de pacientes afésicos, como veremos. Es el caso de las pasivas, pues en una oracién como esta: “Juan fue besado por Maria”, Juan hace el papel de sujeto gramatical pero no es el agente de Ia accin de besar. Algunos autores como Schwartz, Fink y Saffran (1985) consideran que el andlisis de la funcién verbal se debe considerar como un proce- so independiente de los anteriores, por lo que distinguen tres estadios en vez de dos. EI primero seria el de segmentacién de la oracién en sus principales componentes: verbos, sintagmas nominales, predicados, etc. y especifi- cacién de los papeles gramaticales de cada uno. El segundo el de andlisis de fa forma verbal para determinar las relaciones tematicas que lleva asociadas. Asi, un verbo intransitivo como “mirar” requerira un objeto directo ademas del sujeto, en cam- bio, un verbo intransitivo como “estornudar” sélo requerira un suje- to. Algunos verbos requieren un sujeto animado mientras que otros no lo necesitan, Esta es la raz6n por la que, siendo aparentemente iguales estas dos oraciones, sin embargo, son bastante diferentes: “El nifilo rompié el jarrén”, “La picdra rompié el jarrén”. Este estadio puede resultar especialmente dificil con los verbos anténimos (dar- tomar, tirar-empujat, comprar-vender, etc.) ya que el empleo de uno u otro implica cambios en los papeles de los sintagmas nominales (Ej “EI soldado dio una flor a la campesina” vs “El soldado recibié una flor de la campesina”). El tercer estadio seria, como en los modelos anteriores, el de asigna cién de los papeles tematicos a partir del significado del verbo y de le fancién gramatical de los sintagmas.56 EI Sistema de Procesamiento Lingiiistico Produccién de oraciones En cuanto a la produccién de oraciones, también se lleva a cabo en varios estadios, tres segiin el conocido modelo de Garrett (1982). EI primer estadio es de planificacién del mensaje que se quiere tran mitir. Esto implica un acceso al sistema semdntico para activar los sig- nificados que se expresan en la oracién, En este estadio, estos significa dos todavia aparecen en forma abstracta, no tienen una forma léxica definida. Ademis, en este estadio se especifica la informacién sobre los papeles tematicos de la oracién, esto es, aparece indicacién sobre quién hard el papel de agente de la oracién, quién el de objeto, etc. En el segundo estadio se construye la estructura de la oracién. Por lo tanto, aqui ya se elige el tipo de estructura concreta que'se va a emple- ar y, en funci6n de esa estructura el orden de las palabras. Si se trata de una oracién activa el nombre que hard de agente ira en primer lugar, si es pasiva entonces ira después del verbo, etc. En este estadio también se disponen las palabras funcionales, puesto que su papel es el de nexo que permite construir la estructura oracional. Finalmente, ya en el tercer estadio, se rellena la estructura con las palabras de contenido (nombres, verbos y adjetivos) especificas que for- maran la oraci6n, Este estadio exige, por lo tanto, acceso al léxico fono- logico para dar forma al concepto activado en la fase inicial. Asi, si el concepto activado era el de “carnivoro doméstico amigo del hombre”, en el tercer estadio hay que llamarlo de alguna manera, entre las muchas disponibles: “perro”, “can”, “animal”, “doberman”, “61”, “ste”, ete. Aunque este modelo de Garrett ha sido muy discutido, la mayoria de los modelos de produccién siguen postulando esos mismos procesos. Las diferencias van més en la relacion que existe entre los estadios. Asi, los modelos interactivos, por ejemplo, el de Stemberger (1985) también distingue un estadio de construccién de la estructura y otro estadio de busqueda de las palabras concretas, pero postula que ambos estadios funcionan en paralelo y de manera interactiva. En la siguiente figura se expone un modelo general de producci6n, formado por los procesos que la mayoria de los autores coinciden en admitir. La relaci6n(serial o interactiva) que pueda existir entre estos procesos es lo que diferencia unos modelos de otros (Fig. 18). 2.7. Relaciones estructura - funcién en el procesamiento lingiiistico Tal y como ya hemos dicho en la introduccién, los procesos que aqui hemos descrito tienen necesariamente una base neurobioldgica. En elEl Sistema de Procesamiento Lingiiistico 57 Representacién del mensaje Acceso al significado Elaboracién de las estructuras sintacticas Acceso al léxico Fig. 18. Modelo general de produccién de oraciones. caso del sistema de percepcion visual vefamos que el isomorfismo entre mente y cerebro era muy claro, ya que cada médulo estaba perfecta- mente localizado (percepcién de la forma en el Area V3, percepcin del color en el area V4, percepcidn del movimiento en el area VS, etc.). Bien es cierto que en el lenguaje no se conoce con tanta exactitud cuales son las zonas exactas de cada modulo, probablemente porque los process del lenguaje son mas complejos y no tienen una localizacién tan preci- sa (es posible que algunos procesos se correspondan en realidad con cir- cuitos cerebrales mas que con zonas especificas) y porque es dificil sepa- rar los componentes ya que en cualquier tarea lingiiistica, por simple que sea, son muchas las dreas cerebrales que interactiian. En términos aproximativos se puede establecer cierta corresponden- cia entre los modelos cognitivos que hemos descrito y los modelos ana- témico-funcionales, aunque todavia queda mucho que precisar. Asi, de acuerdo con el modelo de Wernicke- Geschwind (Geschwind, 1965), cuando oimos una palabra es la zona auditiva (areas 41 y 42 de Brod- mann) la primera que se activa (esta actividad se corresponderia con el primer anilisis auditivo). La respuesta del area auditiva pasa a la cir- cunvolucién temporal superior (area 22) (corresponderia aproximada- mente con la recuperacion de la forma léxica) y de aqui a un area exten- sa y difusa de la zona temporo-parieto- occipital que abarca las58 El Sistema de Procesamiento Lingiiistico circunvoluciones angular y supramarginal (4reas 39 y 40) (andlisis del significado). Cuando leemos una palabra las areas que se activan son las visuales primarias (andlisis visual) y la respuesta pasa a zonas del lobu- lo occipital fuera del area primaria (recuperacién de la forma visual de la palabra) y finalmente de aqui a la zona temporo-parieto-occipital (activacion del significado). Si queremos pronunciar una palabra, la activacién de la zona temporal posterior pasa al area de Broca donde se programa la forma articulatoria y se transmite la informacién al area motora para que regule los movimientos de los muisculos del habla. Sin embargo, las técnicas actuales de neuroimagen (tomografia por emision de positrones, resonancia magnética funcional, etc.) estan per- mitiendo localizar con mayor precisin las areas cerebrales que inter- vienen en el procesamiento lingiiistico. En general, los estudios realiza- dos con estas técnicas estan confirmando el papel de las zonas clasicas del lenguaje, pero también muestran la participacion de otras zonas cerebrales que no se sospechaba tenian relacin con el lenguaje. La uti- lizacion de tareas lingiiisticas muy especificas y de cuidados diseiios experimentales en los que existen buenas condiciones de control, estan permitiendo conocer con precisi6n las zonas cerebrales concretas que intervienen en cada actividad. Asi, Petersen, Fox, Posner, Mintun y Raichle (1988) comprobaron que la presentacién de series de letras escritas que los sujetos vefan de manera pasiva, esto es, sin tener que dar ningtin tipo de respuesta, iricrementaba el flujo sanguineo de las reas primaria y secundaria visual de ambos hemisferios. Pero cuando esas series de letras formaban palabras (o pseudopalabras pronuncia- bles, por ejemplo “cifoje”) se activaba una region del cortex occipital izquierdo que no lo hacia cuando se trataba de series de letras no pro- nunciables (por ejemplo “kthmls”). Ciertamente esto confirma que el procésamiento de las palabras escritas es cualitativamente distinto del procesamiento visual en general. Igualmente, cuando los sujetos percibian estimulos auditivamente y también de manera pasiva, incrementaba el flujo sanguinco de las are- as primaria y secundaria auditiva. Pero adems, con las palabras y pseu- dopalabras pronunciables ¥e activaba una zona del hemisferio izquier- do, el area de Wernicke, que no se activaba ante tonos simples ni tampoco ante vocales. Tal como afirmabamos al hablar de la percep- cidn del habla, los estimulos verbales exigen un andlisis de tipo cualita- tivo que no requieren los demas estimulos auditivos y que se realiza en el area de Wernicke. Cuando Ia tarea exige el reconocimiento y comprension de las pala~ bras, el mayor aporte de flujo sanguineo se produce en Ia circunvo- lucién temporal superior, media e inferior del hemisferio izquierdo. Asi, Howard, Patterson, Wise, Brown, Friston, Weiller y Frackowiak (1992)EI Sistema de Procesamiento Lingiiistico 59 encontraron que la lectura de palabras incrementaba significativamente el gasto de flujo sanguineo en la parte posterior de la circunvolucién temporal media del hemisferio izquierdo. Por su parte Demonet, Cho- llet, Ramsay, Cardebat, Nespoulous, Wise, Rascol y Frackowiak (1993) comprobaron que el procesamiento fonolégico de las palabras estaba asociado con la circunvolucién temporal superior del hemisferio izquierdo, mientras que el procesamiento semantico producia activacién de las circunvoluciones temporal media e inferior (en el procesamiento seméntico hay un amplio ntimero de regiones implicadas, pero el lobu- lo temporal inferior del hemisferio izquierdo juega un papel clave). En cuanto a la repeticién de palabras, puesto que intervienen procesos tan- to de comprension como de produccién, esta tarea supone activaciones simétricas alrededor de las dos cisuras de Silvio (Wise, 1996). Sin embargo, cuando la tarea de repeticién se realiza de forma automética, el area de Broca y el érea de Wernicke no reciben una aportacion mayor de flujo sanguineo, En este caso, la activacin se produce en las areas sensorial y motora de la cara, asi como en el cortex insular (Kolb y Whishaw, 1996). Respecto a las oraciones, los estudios atin no han conseguido la finu- ra que estan consiguiendo con las palabras aisladas, ya que en una ora- cién, por sencilla que sea, intervienen gran ntimero de procesos, inclui- dos los de razonamiento, y eso hace que el flujo sanguineo Ilega de manera practicamente uniforme a toda la corteza cerebral. No obstan- te, un trabajo reciente realizado por Stromswold, Caplan, Alpert y Rauch (1996) muestra que el procesamiento de la informacion relativa a oraciones se produce en las regiones de la corteza de asociacién peri- silviana izquierda. Y en un tipo particular de oraciones (las oraciones de relativo incrustadas) que exigen una gran carga de memoria, la zona que mis se activa es el par opercularis del area de Broca.3 Tipos de Trastornos Afdsicos 3.1. Hacia una nueva tipologia EI modelo del procesamiento lingiiistico descrito en el capitulo anterior nos permite interpretar, en términos cognitivos, los diferentes trastornos del lenguaje que se pueden producir a consecuencia de una lesion cere- bral. Tal como ya hemos discutido, los procesos que componen el siste- ma lingiifstico tienen una base organica y cuando se produce una lesion se dafia alguno de estos componentes. Dependiendo de cual sea el com- ponente dafiado se produciran diferentes alteraciones en el lenguaje; de manera que a través del tipo de déficit que muestre un paciente pode- mos inferir qué médulo 0 médulos del sistema de procesamiento del lenguaje han sido daiiados y cuales permanecen intactos, Sélo es nece- sario disponer de un modelo en el que aparezcan detalladas las funcio- nes de cada médulo, Pero incluso un modelo de este tipo nos permite ir més alld y hacer predicciones sobre cual sera la ejecucién que el pacien- te tendré en algunas tareas antes de aplicdrselas. Asi, si sabemos que un paciente sufre una lesién que le afecta tnicamente al sistema semantico, podremos predecir que tendra problemas en la tarea de denominacién de dibujos, ya que los dibujos tienen que ser reconocidos antes de que puedan ser nombrados. En cambio, no experimentara necesariamente dificultades en tareas de lectura en voz alta, puesto que la lectura en voz alta se puede realizar por otras vias alternativas, sin tener que pasar por el sistema semAntico. Igualmente podremos predecit que no tendra difi- cultades en tareas de decisi6n léxica ni oral ni visual, ya que estas tare- as se realizan en los léxicos, aunque si las tendra en tareas de categori- zacién o de emparejamiento palabra-dibujo. De hecho, si algtin paciente no se ajustase a las predicciones del modelo, eso exigiria realizar algu-62 Tipos de Trastornos Afisicos nas modificaciones sobre él, ya que los modelos tienen que ser capaces de explicar todas las caracteristicas de los pacientes por extrafias que éstas parezcan. En consecuencia, la tipologia de trastornos que expondremos en este capitulo no se ajusta a la de los sindromes clasicos (Broca, Wernicke, afa- sia de conduccién, etc.) y que son los que aparecen en la mayor parte de los manuales de afasia, sino que los tipos de trastornos que describire- mos estan determinados por los componentes del sistema lingiiistico. La alteraci6n de cada componente da lugar a una clase de trastorno distin- to que requiere una interpretacién (y un tratamiento) diferentes. No importa que ese trastorno constituya un sintoma tipico de algdn sindro- me que sucle ir asociado a otros sintomas (por ejemplo, el agramatismo como sintoma mas caracteristico de la afasia de Broca, o las parafasias como sintoma principal de las afasias de Wernicke) o que sea un sinto- ma aislado (por ejemplo la dificultad para repetir nombres desconocidos, 0 los problemas de anomia), puesto que en cualquier caso cada sintoma requicre una explicacién en base al modelo de procesamiento lingiiistico, vaya solo 0 acompafiado. Esta concepcién implica que no se persiguen las asociaciones de sintomas, sino que, por el contratio, lo que se inten- ta es averiguar si esos sintomas pueden aparecer de manera indepen- diente unos de otros, ya que eso supondria la intervencién de procesos distintos. Estamos, por lo tanto, ante una neuropsicologia de disociacio- nes contrariamente a la clasica que era de asociaciones. Y consecuente- mente, el ntimero y tipos de trastornos vendra determinado por los dife- rentes procesos que componen el sistema de procesamiento lingiiistico. "Vamos entonces a describir cada uno de los trastornos que pueden surgir, como consecuencia de la lesién de los procesos descritos en el capitulo anterior, El orden que seguiremos sera el mismo que empleamos al explicar los procesos. Por ello, comenzaremos por los trastornos de percepci6n del habla, seguiremos con los trastornos de produccién oral, trastornos de lectura, de escritura y finalmente los trastornos a nivel de oraci6n, tanto en comprensién como en produccidn, En términos gene- rales (aunque después ya iremos especificando), a los trastornos de per- cepcién del habla los vamos a denominar agnosias auditivas, a los de denominacién anomias, a los de lectura dislexias, a los de escritura di grafias y a los trastornos de comprensién y produccién de oraciones, comprensién asintactica y agramatismo, respectivamente. 3.2. Agnosias auditivas A consecuencia de la lesién cerebral, muchos pacientes tienen dificulta- des para comprender el habla. En términos neurologicos sufren una afaTipos de Trastornos Afisicos 63 sia receptiva. Sin embargo, los origenes de estas dificultades pueden ser muy variadas, y por ello, también las caracteristicas de los pacientes. Franklin (1989) estudié a nueve pacientes que podrian ser etiquetados de afasia receptiva, puesto que todos compartian la incapacidad para comprender las palabras cuando se las presentaban verbalmente y sin embargo, una evaluacién cuidadosa indicé que habia diferencias nota- bles entre ellos. Unos tenian severamente dafiada la capacidad de dis- criminar fonemas, mientras que otros no tenian ninguna dificultad con esta tarea. Unos eran incapaces de realizar tareas de decisin Iéxica ver- bal y otros realizaban estas tareas sin errores. Franklin encontré que, habia, al menos, cuatro tipos diferentes de trastornos de percepcién auditiva. Por lo tanto, la tnica forma de poder diferenciar todos los trastornos posibles es siguiendo el modelo, en este caso de percepcién y comprension del habla. Y esto es lo que vamos a hacer, describir los trastornos que pueden aparecen cuando se daiia alguno de los procesos que intervienen en la comprensién del lenguaje oral y que aparecen en la figura 4 del capitulo anterior. Recordemos que el primer andlisis que realizamos al escuchar el habla es de tipo puramente fisico, lo que llamamos el andlisis aciistico, ya que lo hacemos en base a las variables fisicas de intensidad y fre- cuencia. De esta manera, cuando se produce una lesién en este estadio, el paciente, no solo deja de percibir el habla, sino también el resto de los sonidos ambientales. Su trastorno no es muy diferente al de los sor- dos periféricos, a no ser porque su audiometria es normal, lo cual es esperable, ya que la lesién se localiza en el cerebro, no en los érganos auditivos. No en vano a este trastorno se le conoce con el nombre de sordera cortical. Y para que aparezca la sordera cortical tienen que estar dafiados ambos hemisferios, esto es, tiene que producirse una lesion bilateral de las zonas temporales, ya que el andlisis aciistico, al no ser especifico para el lenguaje puede ser realizado por ambos hemisfe- rios, razén por la cual, basta con que uno quede intacto para que el paciente contintie oyendo. Sordera cortical Incapacidad para discriminar sonidos verbales y no verbales a pesar de presentar una audiometria normal. El segundo tipo de operacién que realizamos al percibir el habla es la de identificacién de los fonos a partir de los rasgos articulatorios y pos- terior clasificacién de los fonos en determinados fonemas, dependiendo de cada idioma (tal como explicabamos en el capitulo anterior). Este64 Tipos de Trastornos Afasicos proceso de identificacién de los fonemas ya es especifico del lenguaje y, por lo tanto, el trastorno en este proceso se produce por una lesién uni- lateral del hemisferio izquierdo. Lichtheim (1885) sugirié que este tras- torno se debia a la lesién del area comprendida entre el cortex auditivo y el area de Wernicke. Esta misma opinién es la que defendié poste- riormente Geschwind (1965), aunque recientemente se ha visto que estos pacientes también suelen sufrir lesiones subcorticales. A diferencia de la sordera cortical, en este caso, el paciente puede seguir haciendo andlisis en base a las variables fisicas, por lo que puede identificar los sonidos ambientales, pero no puede reconocer los sonidos lingiiisticos. Cuando se le habla, sabe si esos sonidos tienen una alta 0 baja frecuencia e intensidad, discrimina incluso si quien le habla es un hombre 0 mujer, o si le habla en el idioma propio o en un idioma extranjero, pero no consigue categorizar esos sonidos en fonemas. A este tipo de trastorno se le conoce con el nombre de sordera verbal pura, sordera para el sonido de las palabras, o también sordera especi- fica para las palabras. Puesto que su problema es sdlo de percepci6n auditiva, los pacientes que sufren sordera verbal pura se caracterizan por un habla espontanea fluida con velocidad y entonacién normales. No muestran parafasias, ni sustitu- ciones, ni ningtin otro tipo de errores del habla. La lectura en vor alta y la comprensién lectora también son normales, al igual que la escritura. En contraposicién, muestran una incapacidad, en muchos casos total, para comprender el lenguaje hablado. Y aunque pueden discriminar la voz humana de otros sonidos, no la comprenden, dicen que suena como una lengua extranjera. El tinico habla que les suena normal es la suya propia. Esta dificultad para percibir el habla es especialmente grande cuando no ven la cara de la persona que les habla (cuando escuchan la radio, el telé- fono o simplemente cuando a persona se encuentra de espaldas). Cuando se les articulan bien las palabras, se les habla despacio y se utilizan pala- bras frecuentes, les resulta bastante mas facil la comprensién. Pero si se les habla un poco deprisa no consiguen entender nada. Un paciente decia “Puedo oir las palabras con toda claridad, pero no puedo captar lo que dicen”, otro decfa “Oigo tédo revuelto, como si se tratase de gente extran- jera hablando a lo lejos. Pienso que deberian hablar mas alto, pero si gr tan es atin més confuso” (Ellis y Young, 1988, pag. 147). Quizas habria que distinguir dos tipos de sordera verbal pura, pues- to que hemos visto que dentro del proceso que llamamos de andlisis auditivo existen dos estadios consecutivos, el fonético y el fonolégico, por lo que es posible que algunos pacientes fallen en el primero y otros en el segundo. Sin embargo, hasta el momento no se ha hecho esta dis- tincién, probablemente porque atin no se han diseiiado tareas lo sufi- cientemente finas como para discriminar entre ambos trastornos, EnTipos de Trastornos Afasicos 65 consecuencia, la etiqueta de sordera verbal pura, al menos de momen- to, incluye a todos los pacientes con dificultades para identificar fone- mas, sea su problema de tipo fonético o fonolégico. Bien es cierto que se estan haciendo andlisis cada vez més especificos sobre este trastorno que permiten conocer con cierta exactitud el pro- blema concreto de cada paciente. Asi, Auerbach, Allard, Naeser, Ale- xander y Albert (1982) comprobaron que su paciente no tenia dificul- tades con las vocales, pero si con las consonantes. En particular tenia graves dificultades para percibir el rasgo “lugar de articulacién”, raz6n por la que no era capaz de discriminar, por ejemplo entre sonidos labia- les y alveolares. El paciente de Takahasi, Kawamura, Shinotou, Hiraya- ma, Kaga y Shindo (1992) era capaz de identificar el ntimero de silabas que tenfan las palabras que se le nombraban, a pesar de no entender esas palabras, lo que indica que percibia la segmentacién silabica. Sordera verbal pura ~ Percepcién intacta de los sonidos ambientales con una percepcién del habla alterada = Puede distinguir las voces de las diferentes personas familiares o el acento con el que hablan, aunque no entiende lo que dicen Su comprensién mejora cuando se le habla muy despacio o cuando se Je emiten sonidos aislados ~ Puede comprender las palabras familiares de uso diario cuando estén bien articuladas La sordera verbal pura suele aparecer dentro del sindrome de afasia de Wernicke, aunque también se puede encontrar en forma pura, libre de cualquier otro trastorno afasico. Por otra parte, puede ir acompaiia- da de otros trastornos de percepcién auditiva (por ejemplo, para los sonidos musicales) 0 ser especifica para las palabras, lo que ha genera- do cierta confusion de sintomas y también de los términos utilizados para su identificacién. Pues es cierto que se utilizan con cierta frecuen- cia los términos de sordera cortical, agnosia auditiva y sordera verbal pura como sinénimos. En un intento de poner un cierto orden, Taka- hasi y cols. (1992) definen el déficit especifico para la percepcién del habla como sordera verbal pura, el déficit para la percepcién de los sonidos ambientales como agnosia auditiva, la sordera para la musica como amusia y el déficit que abarca a las tres modalidades como sor- dera cortical. Pasamos ahora a los trastornos de tipo léxico que aparecen cuando fallan los procesos encargados de procesar las palabras.66 —Tipos de Trastornos Afasicos Una vez superado el estadio inicial de andlisis auditivo, el siguiente proceso en la comprensién del habla es el de reconocimiento de pala- bras. A medida que se van identificando los fonemas se produce una consulta en el almacén de las palabras 0 léxico auditivo, con el fin de averiguar a qué representacién corresponde. Cuando la lesion alcanza a este almacén léxico o a la conexién del sistema de anilisis auditivo con el almacén léxico, los pacientes no pueden identificar las palabras, aun cuando identifican todos sus fonemas componentes. De esta manera, pueden repetir las palabras que escuchan, pero no saben si es una pala- bra real o inventada. De hecho, tienen la misma facilidad para repetir palabras que pscudopalabras (ya que en ambos casos utilizan el mismo mecanismo, el de conversién aciistico-fonolégico). También son capaces de escribir al dictado, tanto palabras como pseudopalabras, aunque cometen faltas de ortografia pues no consiguen acceder a las represen- taciones léxicas. Este trastorno se denomina sordera para la forma de la palabra. El primer caso de sordera para la forma de la palabra publicado fue un paciente estudiado por Howard y Franklin (1988). Este paciente era capaz de realizar correctamente las tareas de discriminacién de fone- mas, lo que indica que su sistema de anilisis auditivo estaba intacto. Sin embargo, fallaba en las tareas de decisin léxica auditiva, esto es, no era capaz de distinguir entre palabras reales o inventadas, aunque no por problemas semdnticos, ya que por el contrario, los factores semanticos le ayudaban a identificar algunas palabras. $i que hacia bien la tarea de decisién Iéxica visual. Sordera para la forma de la palabra ~ Incapacidad para entender las palabras oralmente — No distingue entre palabras reales ¢ inventadas = Puede repetir tanto las palabras como las pseudopalabras - Escritura ortogréficamente incorrecta El tercer estadio que hay que recorrer para comprender las palabras es el de acceso al sistema semantico, Ya hemos explicado que forma y significado de las palabras se encuentran en almacenes diferentes. Y aunque ambas representaciones se encuentran estrechamente vincula- das, de manera que en cuanto reconocemos una palabra enseguida se activa su significado, a consecuencia de una lesién cerebral, esa cone- xidn se puede destruir o simplemente puede disminuir el nivel de acti- vacién que existe entre ambos almacenes. En estos casos, los pacientes reconocen las palabras, pero no consiguen acceder a su significado.Tipos de Trastornos Afdsicos 67 Expresado en términos de tareas, esto significarfa que son capaces de realizar bien la tarea de decision léxica auditiva pero que no consiguen comprender el significado de las palabras que reconoce como familia- res. A este tipo de trastorno se le denomina sordera para el significado de las palabras. Hace ya mucho tiempo que se ha publicado el primer caso de sordera para el significado de las palabras (Bramwell 1897) aunque entonces no se dispusiese de una explicacién de por qué apare- cian estos sintomas. Este caso, descrito con gran minuciosidad por Bramwell (y comentado por Ellis, 1984a), se trataba de una joven que después de un accidente mostraba un tipo de conducta “muy extrafia” ya que hablaba correctamente, lefa comprensivamente, pero, sin embar- go no comprendia el habla. Y no es que padeciese un trastorno auditi- vo, ya que era capaz de repetir las palabras que no conseguia entender. Tampoco se trataba de un problema con el significado de las palabras, ya que entendfa esas mismas palabras cuando se le presentaban de for- ma escrita. De hecho, era capaz de escribir las palabras al dictado y entender su significado una vez que las lefa. Se trataba, por lo tanto, de un problema de acceso al significado a partir de la forma oral de las palabras. Mas recientemente, Kohn y Friedman (1986) hicieron una descripcién mas completa de otro caso de sordera para el significado de las palabras. Descubrieron el trastorno cuando al pedirle que sefialase distintas partes de su cuerpo, no era capaz de cumplir las érdenes con algunas palabras determinadas, tales como, “rodilla” 0 “pelo”. Repetia las palabras una y otra vez Correctamente pero no conseguia sefialar la parte del cuerpo correspondiente. Pero cuando el terapeuta le pedia que escribiese esa palabra que no conseguia entender, la escribia correcta- mente e inmediatamente que Ia lefa sefialaba la parte del cuerpo sin difi- cultad. La ejecuci6n tipica de este paciente al escuchar la orden “send- lese la rodilla” era repetir “rodilla, rodilla, rodilla, ¢qué es?” Después escribia la palabra rodilla, la leia y decia “jOh, rodilla!” y la sefialaba sin dificultad. A primera vista, la sordera para el significado de las palabras es muy parecida a la sordera para la forma de las palabras, ya que en ambos casos el principal problema de los pacientes es la comprensién oral de palabras, y ello a pesar de que en ninguno de los dos casos tie- nen dificultad en discriminar fonemas. Sin embargo, hay diferencias importantes pues mientras que los sordos para la forma no consiguen acceder a las representaciones léxicas, los sordos para el significado si, y eso implica diferencias en la ejecucién de algunas tareas. Asi, una tarea que discrimina ambos trastornos es la de decisién léxica auditi- va, que los sordos para el significado hacen bien y los sordos para la forma hacen mal. Otra tarea que ayuda a distinguir ambos sindromes es la escritura al dictado pues los pacientes con sordera para la forma68 — Tipos de Trastornos Afdsicos cometen faltas de ortografia, debido a que la tinica via que pueden utilizar es a través del mecanismo de conversién acistico en fonolégi- co y a continuacién la de conversién de fonemas en grafemas, mien- tras que los pacientes con sordera para el significado de las palabras tienen una escritura ortograficamente correcta, puesto que pueden uti. lizar la ruta léxica. El recorrido que estos tiltimos pacientes realizan es el siguiente (véase la figura 16): léxico auditivo, léxico fonolégico y léxico ortogréfico. Sordera para el significado de las palabras - Incapacidad para entender las palabras presentadas oralmente, aun cuando: a) puede repetirlas b) puede entenderlas en forma escrita — Escritura ortogréficamente correcta Ademis de estos procesos que nos permiten pasar de los sonidos al significado, en el capitulo anterior describiamos un mecanismo de con- version actistico en fonoldgico que nos ofrece la posibilidad de repetir las palabras que escuchamos sin necesidad de entrar en su significado. Este mecanismo es el que hace posible que tanto en la sordera_para la forma como en la sordera para el significado de las palabras, los pacientes, aun cuando no comprendan las palabras, puedan repetirlas, Por el contrario, cuando falla el mecanismo de conversi6n actistico en fonoldgico los pacientes slo pueden repetir las palabras que compren- den, esto es, las palabras que tienen representadas en su léxico auditi- vo. No consiguen, por el contrario, repetir las palabras que sean des- conocidas para ellos, ni, por supuesto, las pseudopalabras. A este tipo de trastorno se le denomina agnosia fonolégica, y su tinica dificultad perceptible, en el supuesto de que se trate de un caso puro, es la difi- cultad para repetir las palabras desconocidas.,Beauvois, Derouesné y Bastard (1980) describierdn un paciente que tenia un habla espontanea practicamente normal, buena lectura comprensiva, asi como buena escritura, y sin embargo, tenia problemas con las palabras nuevas tales como los términos cientificos o los nombres de los pueblos, tanto para repetirlas como para escribirlas al dictado (puesto que la escritura al dictado de términos que no estan representados en el léxico, sélo se puede hacer a través del mecanismo de conversidn actistico en fonolé- gico, tal como explicdbamos en el parrafo anterior). No tenia, en cam- bio, ninguna dificultad para escribir las palabras familiares. Las prue- bas que le pasaron dejaron de manifiesto que la repeticién y escrituraTipos de Trastornos Afasicos 69 al dictado de las palabras familiares eran practicamente normales, mientras que la repetici6n y escritura al dictado de las palabras nuevas estaba muy deteriorada. Su problema no podia ser periférico, ya que percibia perfectamente y escribia al dictado las palabras familiares. Tampoco era un problema de pronunciacién, ya que leia en voz alta las pseudopalabras que no conseguia repetir. Otros casos similares a este de Beauvois, Derouesné y Bastard han sido publicado posteriormente (McCarthy y Warrington, 1984). Agnosia fonolégica — Incapacidad para repetir y escribir al dictado palabras nuevas y pseu- dopalabras — Preservacién de la capacidad de repetir y escribir al dictado las pala- bras familiares También puede ocurrir que Ia lesin alcance a las dos vias, esto es, que se interrumpa la conexién acistico-fonologica y que se daiie la via directa de acceso al sistema seméntico o el propio sistema seméntico, En este caso los pacientes tienen dificultades para repetir las palabras des- conocidas y las pseudopalabras (como consecuencia de la inoperancia de la primera via), pero también tienen problemas con las palabras fun- cionales y con las abstractas, ya que estas palabras tienen una escasa representaci6n seméntica. Pero el principal sintoma de estos pacientes es la produccién de errores semanticos en repeticién. A este tipo de tras- torno se le denomina disfasia profunda por su semejanza con un tras- torno de lectura que luego comentaremos. Un paciente estudiado por Michel y Andreewsky (1983) cuando se le pedia que repitiese “globo” decia “cometa”, con “rojo” decia “amarillo” o con “independencia” decia “elecciones”. A veces el paciente esta convencido de que ha repe- tido justamente la palabra indicada. Otras veces es consciente de que no esta repitiendo la palabra que se le dijo. Por ejemplo, cuando el experi- mentador le dice “planeta” y el paciente dice “luna... fue eso lo que yo dije, no creo que no... yo dije planeta, Marte... no, no es esto”. Ellis y Young (1988) afirman que estos errores semanticos se producen porque la palabra que escucha el paciente activa un area conceptual que inclu- ye varias palabras de las cuales el paciente elige una probable. Esto explica los intentos de aproximacién que estos pacientes a veces reali- zan: “planeta, luna...Marte...). EI paciente de Michel y Andreewsky también hacia errores semanti- cos al escribir al dictado. No los hacia, en cambio, al leer en voz alta ni al escribir el nombre de los dibujos, lo que indica, por una parte, que el70 Tipos de Trastornos Afasicos sistema seméntico estaba intacto y por lo tanto las dificultades eran s6lo de acceso, y por otra parte, que las rutas de acceso al sistema semanti- co son distintas para las palabras escritas, para las palabras habladas y para los dibujos. Los disfésicos profundos también muestran otros sintomas (similares a los que caracterizan a los disléxicos profundos) y explicables en el modelo de procesamiento léxico como consecuencia de utilizar la rata seméntica que no es muy precisa con aquellas palabras que tienen esca- sa representacién semédntica. Por est raz6n, tienen més dificultades con las palabras abstractas que con las concretas (debido a que las palabras abstractas tienen menos conexiones en el sistema semantico que las con- cretas), mayor dificultad con las palabras funcionales que con las de contenido (las palabras funcionales al no tener significado no poseen representacién seméntica) y mayor dificultad con las palabras morfolé- gicamente compuestas que con las simples (probablemente porque raiz y afijos se encuentran separados y s6lo la raiz dispone de representacin semantica). Antes de finalizar con la disfasia profunda habria que matizar que aunque utilizamos esta etiqueta para referirnos a los pacientes que cometen errores semédnticos en repeticin, en realidad habria que distinguir varios tipos de disfasias profundas ya que la ruta léxico- semdntica est4 compuesta por varios subprocesos que se pueden lesionar independientemente. Asi, los problemas pueden surgir por dificultades en el acceso al léxico auditivo, en la conexién del léxi- co auditivo con el sistema seméntico, en el propio sistema semanti- co o en la conexién del sistema semantico con el Iéxico fonoldgico. Las caracteristicas, en principio, parecen similares en todos los casos; sin embargo, cuando se analizan en detalle se encuentra dife- rencias. Asi el paciente descrito por Howard y Franklin (1988) era incapaz de realizar la tarea de decision léxica auditiva, lo que indi- a que tenia problemas para acceder al léxico auditivo. No tenfa, en cambio, problemas en el sistema semAntico ni en la conexidn del sis- tema seméntico con el léxico fonoldgico, puesto que su denomina- cién de dibujos sélo estaba ligeramente dafiada. Por el contrario, el paciente de Katz y Goodglass (1990) aunque también disfasico pro- fundo hacia bien la tarea de decision léxica (96% de aciertos) y tenia, en cambio, problemas de denominacién. De hecho su ejecu- cién en denominacién era similar a la que tenia en repeticién, Otro paciente descrito por Morton (1980) tenia problemas en el sistema seméntico, ya que tenia dificultades para definir las palabras y jus- tamente las palabras que no conseguia repetir eran las que tampoco podia definir, mientras que las que conseguia repetir también las podia definir.Tipos de Trastornos Afasicos 71 Disfasia profund: — Mejor repeticién de las palabras concretas que de las abstractas - Efecto de la categoria gramatical: nombres mejor que verbos, mejor que adjetivos, mejor que palabras funcionales — Mis dificultades con las palabras morfolégicamente compuestas que con las simples = Incapacidad para repetir pseudopalabras - Errores semanticos y derivativos Cuando la lesién alcanza al propio sistema seméntico, el paciente pierde el significado de las palabras. No entiende las palabras, pero no sélo cuando se le presentan en la modalidad oral, sino también cuando las ve escritas y ni siquiera cuando ve los objetos directamente o mediante un dibujo o fotografia, puesto que el sistema semantico es comin para todas las modalidades. Este tipo de trastorno se denomina agnosia semantica o también afasia semédntica. La afasia semdntica aparece cuando la lesién alcanza a una buena zona del lébulo temporal izquierdo, y obviamente, el grado de trastor- no viene determinado por el alcance de la lesién. No obstante, los efec- tos siempre afectan mas a los rasgos mas especificos de los conceptos que a los mas generales; de ahi que es posible que estos pacientes sean capaces de responder si un determinado ejemplar pertenece a una cate- goria general (por ejemplo que “el leén es un animal”) y no saben res- ponder si pertenece a una categoria més especifica (por ejemplo, que “el le6n es un mamifero”). De la misma manera, los atributos de los con- ceptos suele ser de los aspectos mas afectados, por lo que aun sabiendo que un leén es un animal, no sabe responder si un len es mas grande © més pequefio que un perro, o reconociendo el paraguas como un obje- to familiar, no sabe para que sirve, por lo que pueden ir mojéndose con el paraguas cerrado en la mano. Una de nuestras pacientes, que tenia lesién en el sistema semntico, sélo hacia bien las tareas seménticas cuando se utilizaban distractores no relacionados con el estimulo clave. En cambio, en las tareas en las que habia distractores semadnticos su eje- cucién era mucho peor y cometia numerosos errores. Por ejemplo, en la tarea de emparejamiento palabra-dibujo cometi6 19 errores sobre 40 items, y en diecisiete de las ocasiones esos errores se debian a que ele- gia el distractor seméntico (“puro” por “pipa”, “estrella” por “luna”, “sobre” por “sello”, etc.). A veces, puede ocurrir que la lesién no destruye todo el sistema semantico, sino s6lo una parte, en cuyo caso, el paciente tinicamente tie- ne dificultades con determinadas categorias ya que, como hemos dicho,72 Tipos de Trastornos Afisicos la organizacién del sistema seméntico es por categorias. Asi, cuatro pacientes estudiados por Warrington y Shallice (1984) que tenian una destruccién parcial del sistema seméntico eran considerablemente mejo- res en nombrar dibujos de objetos inanimados tales como “antorcha” que de seres vivientes como “loro”. Y ese problema alcanzaba tanto a la comprensién como a la produccién, Esta disociacién entre el procesamiento de seres vivos frente a los no vivos fue puesto de manifiesto por Warrington (1981). Posteriores estu- dios corroboraron esta disociacién, y ademas en ambas direcciones, ya que algunos pacientes efectivamente tenfan dificultades especificas para procesar los objetos vivientes (Basso, Capitani y Laiacona, 1988; Sartori y Job, 1988) mientras que otros las tenian con los no vivientes (Warring- ton y McCarthy, 1983, 1987). No obstante, esta disociacién no servia para explicar las caracteristicas de algunos casos. Por ejemplo, un pacien- te de Warrington y Shallice (1984) identificaba mejor los seres no vivien- tes, pero no conseguia identificar los instrumentos musicales y si las par- tes del cuerpo. Warrington y Shallice sugieren que quizds la disociacin no sea exactamente entre seres vivientes y no vivientes, sino que venga dada por otros atributos como pueden ser la funcién que los objetos desempefian o sus rasgos fisicos. De esta manera, el conocimiento de la funcién puede ser importante para identificar los objetos (por ejemplo, la hoja afilada del cuchillo que sirve para cortar), mientras que el conoci- miento de los rasgos fisicos puede ser importante para identificar a los seres vivos (por ejemplo las orejas del elefante). Otra division que también se observa en algunas agnosias semédnticas es entre conceptos concretos y abstractos. Generalmente, los pacientes con lesién en el sistema semantico tienen mas dificultades con los con- ceptos abstractos, probablemente porque tienen menos riqueza de cone- xiones que los concretos y porque no estén unidos a objetos que se per- ciben visualmente. Sin embargo, también en este caso existe doble disociacién, ya que en un tipo de trastorno especifico, la jergafasia, los pacientes suelen mostrar justamente lo contrario: mas dificultades con las palabras concretas que con las abstractas. Desde hace tiempo se conoce el lenguaje abstracto que utilizan estos pacientes, pero en un tra- bajo reciente, Marshall, Robson, Pring y Chiat (1996) comprobaron que estos pacientes solucionaban mejor las tareas semanticas (asociacion semAntica, emparejamiento palabra-dibujo, definiciones, etc.) con I: palabras abstractas que con las concretas. Por ejemplo, cuando presen- taban dos definiciones, una abstracta y otra concreta sobre un mismo concepto, por ejemplo, “trozo de papel que se mete en un sobre” o “comunicacién escrita enviada por correo” referente a “carta”, general- mente los sujetos (pacientes y no pacientes) eligen la concreta, sin embar- g0, los pacientes que sufren jergafasia tienden a elegir la abstracta.Tipos de Trastornos Afésicos 73 Agnosia semantica ~ Dificultad para entender las palabras independientemente de la moda- lidad perceptiva = Similares dificultades en producci6n = Comision de errores semanticos — Mayores dificultades con los rasgos més especificos de los conceptos — Las dificultades pueden ser mas acusadas con determinadas categorias Por otra parte, la destruccién del sistema seméntico no s6lo se pro- duce en la agnosia semantica, sino que hay algunas enfermedades dege- nerativas en las que también existe alteracin de este almacén, Es el caso de la demencia tipo Alzheimer, ya que los pacientes pierden el sig- nificado de los conceptos y palabras y, ademés, el deterioro se va haciendo mayor a medida que progresa la enfermedad. Al principio pierden los rasgos mas especificos y finalmente los mas generales (Cox, Bayles y Trosset, 1996). Ahora bien, en estos pacientes, la destruccién del almacén semantico va siempre acompafiada de deficiencia en otros procesos lingiiisticos, ¢ incluso cognitivos (los mas notables son la pér- dida de memoria episédica y también dificultades perceptivas y de razonamiento), por lo que es dificil comprobar en qué medida la con- ducta de estos pacientes se debe a la destruccién del sistema seméntico y no a otros déficit. Hay, sin embargo, un tipo de demencia en el que el trastorno es selec- tivo para el almacén seméntico. Hodges, Patterson, Oxbury y Funell (1992) la denominaron demencia seméntica. La primera en describir este trastorno fue Warrington (1975) en un estudio con tres pacientes con atrofia cerebral progresiva cuyos principales sintomas eran una anomia cada vez mas incapacitante y dificultades para comprender las palabras. Sin embargo, conservaban los conocimientos episédicos y autobiograficos, ya que podian recordar sin dificultad los sucesos de cada dia. Desde entonces se han publicado muchos otros casos que muestran esta alteraci6n especifica del sistema seméntico. Curiosamen- te, estos pacientes conservan otras capacidades lingiiisticas, tales como la sintaxis o la fonologia, por lo que su habla es fluida y sin esfuerzo y no cometen parafasias fonémicas. Su lectura en voz. alta es correcta, aunque son incapaces de comprender lo que len, Ademés, conservan intactas las capacidades perceptivas, como indica el hecho de que pue- dan copiar dibujos o realizar tareas que exigen discriminaci6n visual, incluso aunque no entiendan lo que ven. Igualmente conservan el razo- namiento siempre que no sea verbal En la demencia semantica, el deterioro no se produce en algunas cate-74 Tipos de Trastornos Afasicos gorias determinadas como hemos visto que ocurre en ciertos casos de agnosia semantica, sino que abarca a todas las categorias simulténea- mente. Lo que si ocurre, como en las agnosias semdnticas, es que el deterioro se manifiesta antes en los rasgos mas especificos y sélo al final de la enfermedad alcanza a los rasgos mas generales. La paciente de Hodges, Patterson y Tyler (1994), en una de las primeras evaluaciones, clasificaba bien los estimulos cuando se le pedia hacerlo en categorias generales (por ejemplo, seres vivos vs seres no vivos), su ejecucion era peor con las categorias medianas (animales terrestres vs animales mari- nos) y era totalmente incapaz con las categorias mas especificas (ani- males feroces vs no feroces). La interpretacién es que todavia son capa- ces de extraer algiin rasgo general que les permite clasificar en las categorias mas amplias, pero fallan en la extraccién de los rasgos espe- cificos. La razén por la que fallan en los rasgos especificos antes que en los generales resulta facil de explicar a las dos principales teorias de la organizacién de la memoria semédntica. Para el modelo de redes, los conceptos estén organizados jerdrquicamente, situandose los conceptos mas generales en la parte de arriba y los més especificos en la parte de abajo. Segiin esta teoria, los pacientes comenzarian a perder la red por Ia parte de abajo. Como dicen Hodges et al (1994) “la enfermedad irfa podando jerarquicamente el arbol del conocimiento comenzando por las ramitas més periféricas para més tarde alcanzar las ramas principa- les” (pag. 533). Por el contrario, para el modelo de rasgos los concep- tos generales son mas resistentes, porque estan formados por rasgos que son compartidos por muchos otros conceptos. En cambio, los mas espe- cificos poseen rasgos poco compartidos que por lo tanto son més sus ceptibles de desaparecer. Demencia seméntica = Daiio selectivo del sistema seméntico, lo que produce trastornos de comprensién de palabras tanto orales como escritas y severa anomia = Mayores dificultades con los conceptos especificos que con los genera- les - = Preservacién relativa de otros componentes del lenguaje, tales como la sintaxis y la fonologia = Destrezas perceptivas normales y capacidad normal de solucionar pro- blemas no verbales — Memoria episédica y memoria autobiogréfica relativamente preserva- das = Atrofia cerebral muy marcada en el hemisferio izquierdo, principal- mente alrededor de la cisura de SilvioTipos de Trastornos Afasicos 75 3.3. Anomias Empleamos el término anomia, en general, para referitnos a los tras- tornos de produccién oral. No obstante, hay varios tipos de trastornos en la produccién oral porque son varios los procesos que intervienen en el habla y que son, por lo tanto, susceptibles de suftir algin deterioro. Son el sistema seméntico, el léxico fonolégico, el almacén de fonemas y los procesos encargados de programar las 6rdenes articulatorias. Cuando el trastorno se produce a nivel de conceptualizacién o siste- ma seméntico, los pacientes tienen dificultades para denominar, pero también para acceder al significado en cualquiera de las modalidades lingiiisticas. Y ademés, puesto que el sistema semantico se organiza por categorias, los problemas de denominacién pueden ser especificos para algunas categorias determinadas. Un paciente de Hart, Berndt y Cara- mazza (1985) tenia dificultades s6lo para nombrar frutas y verduras. Por otra parte, estos pacientes cometen gran mimero de errores seman- ticos y no son conscientes de esos errores, Las claves fonol6gicas no les suele servir de mucha ayuda a la hora de recordar el nombre del obje- to que no son capaces de denominar, pero si las claves semanticas. Este trastorno se denomina anomia seméntica. Si el trastorno se produce en el léxico fonolégio, el paciente puede acceder al significado de las palabras, pero no puede recuperar la for- ma fonolégica que permita su pronunciaciGn. En este caso, sabe exac- tamente lo que quiere decir pero no encuentra la palabra que necesita. Es algo similar a lo que nos ocurre a nosotros cuando caemos en la molesta situacién de tenerlo “en la punta de la lengua”. Es més, tal como sucede en el fenémeno de la punta de la lengua, el paciente recuerda a veces parte de la palabra (por ejemplo los tiltimos fonemas) © sabe el niimero de silabas que tiene la palabra, aun cuando no consi- gue recuperar su forma total. El habla de estos pacientes es escasa en nombres de objetos respecto a otras clases de palabras, por ejemplo las funcionales. Las palabras a las que no puede acceder son normalmente reemplazadas por otras més generales (por ejemplo dice “cosa” cuando no consigue nombrar la palabra “brocha” o por circunlocuciones (dice “eso para pintar”). Estos pacientes comprenden y clasifican perfecta mente los dibujos que no son capaces de nombrar 0 cuando se les sugie re una palabra saben si es esa la palabra que buscai o no. Igualmente son capaces de representar el significado mediante mimica o gestos Tampoco tienen dificultades para repetir y leer en voz alta las palabra: que no son capaces de nombrar. Cuando dicen una palabra que no e: la que corresponde saben que no es esa la palabra, ¢ incluso lo dicen Asi ante el dibujo de una oveja pueden decir “cabra... no, no es eso”. En cuanto al tipo de palabras con las que tienen mayores dificulta76 Tipos de Trastornos Afasicos des, la variable importante no es la longitud, ni la dificultad de los fone- mas, sino la frecuencia léxica, La probabilidad de que un anémico pue- da nombrar un objeto esta relacionada con el mimero de veces que haya usado ese nombre a lo largo de su vida. Kay y Ellis (1987) afirman que el déficit de los anémicos reside en la capacidad de activar las repre- sentaciones del léxico fonolégico y el nivel de activaci6n de esas repre- sentaciones depende de la frecuencia de uso. Marshall (1987) elabor6 una reproduccién de lo que podia ser el lenguaje de un anémico que cualquier terapeuta aceptaria como real y sin embargo, lo tinico que hizo fue utilizar las cien palabras mas frecuentes del lenguaje. Anomia Dificultad en Ia recuperacién de la forma fonolégica de las palabras habiendo accedido a su significado Habla espontdnea escasa en nombres de objetos Reemplazamiento de las palabras por otras mas generales Circunlocuciones 1 Un tercer tipo de anomia es el que se produce cuando la lesién afecta a la conexion del sistema semantico con el léxico fonoldgico. En este caso las representaciones de las palabras estan en buen estado pero el paciente no puede acceder a ellas. Por esta raz6n, el uso de claves puede ser una gran ayuda para que estos pacientes puedan acceder a las repre- sentaciones. Una paciente descrita por Howard y Orchand-Lisle (1984) tenia dificultades para nombrar objetos pero mejoraba si se le propro- cionaban claves fonolégicas (por ejemplo, el primer fonema de la pala- bra). Sin embargo, también cometia errores semanticos, y lo mas curio- so, si en vez de decirle el primer sonido de la palabra que correspondia al dibujo se le decia el de otra palabra relacionada semanticamente, inva- riablemente caia en el error semantico. Asi, si se le mostraba el dibujo de un “len” y se le decia el fonema /t/ inmediatamente decia “tigre”. Aunque estos dos tipos de anomia, anomia a nivel de léxico fonologi- co y anomia a nivel de conexién del sistema semantico con el Iéxico fonol6gico tienen muchas caracteristicas en comin (la principal la difi- cultad para acceder a las formas verbales), hay algunos rasgos que las diferencian, El primero y més importante es que cuando la lesi6n se sittia en el léxico fonolégico, se puede producir una pérdida de la representa- cién y, en estos casos, el paciente no puede acceder a la palabra porque la palabra ya no est en su cabeza. En cambio, cuando el déficit se loca- liza en la conexién entre ambos almacenes, la representacién atin esta presente, por lo que a veces de manera espontanea, y especialmente conTipos de Trastornos Afasicos 77 ayuda, el paciente puede acceder a ella. Ademés de la accesibilidad de la palabra, una serie de variables psicolingiiisticas y los errores que el paciente comete al denominar pueden también ayudarnos a precisar don- de radica la lesion. Kay y Ellis (1987) afirmaban que el efecto frecuencia y los errores de aproximacién fonolégica van unidos y son tipicos de los anémicos fonolégicos. Sin embargo, Miceli, Giustolisi y Caramazza (1991) y Zingeser y Berndt (1988) encontraron pacientes cuya denomi- nacién venia muy determinada por la frecuencia de las palabras y, sin embargo, no hacian errores de aproximacién fonolégica. La explicacién que ante este hecho hacen Ellis, Kay y Franklin (1992) es que quizs la frecuencia acta a nivel de la conexién del sistema seméntico con el léxi- co fonologico y los errores de aproximacién se producen cuando la lesi6n se sittia en el propio léxico fonolégico. Por otra parte, en los casos en los que es la conexién la que est dafiada, los problemas de anomia pueden ser mas acusados con ciertas categorias, ya que como vefamos el sistema semédntico esta organizado por categorias y pueden verse afecta- das las vias procedentes de algunas categorias determinadas, Asi, un paciente descrito por Semenza y Zettin (1988) sufria anomia especifica para los nombres propios, tanto los referentes a personas como a ciuda- des. Sin embargo, no se trataba de una alteracién del sistema seméntico puesto que no tenia ningiin problema de comprensién de estos nombres. En cuanto a los errores, los pacientes con lesién en el léxico fonol6gico cometen perseveraciones, como mas adelante comentaremos. Ademas, hemos visto que algunos modelos (Dell y O’Seaghdha, 1992; Bock y Levelt, 1994) postulan un estadio intermedio entre el sis- tema semantico y el léxico fonoldgico que también podria sufrir altera- cién (para Caramazza, 1997, mas que intermedio, este estadio es inde- pendiente). Segiin estos modelos, en el primer estadio se recupera la informacién gramatical acerca de la palabra, el “lemma” y en el segun- do la forma fonolégica el “Iexema”. Hasta ahora, no se habia conside- rado si se podrian dafiar separadamente el lemma y el lexema (o quizas se habia considerado, pero no se habian encontrado pacientes), y se suponia que los pacientes anémicos cuando tenfan dificultades con una palabra las tendrian tanto para recuperar su forma fonolégica como sus caracteristicas gramaticales. Pero en un trabajo reciente, Badecker, Miozzo y Zanuttini (1995) describieron un paciente que era capaz de decir correctamente el género gramatical de las palabras que era inca- paz de pronunciar. Le presentaban dibujos para que los nombrase y cuando no era capaz de nombrarlos le pedian que indicase su género sefialando una de las dos tarjetas que tenia delante con las etiquetas de “masculino” y “femenino”. Su porcentaje de aciertos era del 95%. En cambio, si le pedia que dijese alguna caracteristica de la palabra como su longitud, el fonema con el que termina, etc. no era capaz de propor-78 — Tipos de Trastornos Afasicos cionar ninguna informacién. Parece pues un ejemplo claro de que la informacién gramatical se encuentra en un estadio distinto de la infor- maci6n fonolégica, y este paciente parece un argumento fuerte a favor de los modelos que conciben separados ambos estadios. Habra que ver si aparecen pacientes con el trastorno opuesto, esto es, con problemas para indicar el género de los objetos que denominan sin dificultad. De todas formas, los trastornos para recuperar la forma léxica no siempre se presentan con las caracteristicas de los pacientes anémicos que acabamos de describir. A veces se manifiesta mediante aproximacio- nes fonolégicas a la palabra que intentan recuperar y también con neo- logismos, como ocurre en los pacientes que sufren jergafasia. Algunos Pacientes con jergafasia no tienen problemas a nivel de sistema seménti- Co, puesto que resuelven sin dificultad tareas que exigen un conocimien- to del significado de las palabras, como son la de emparejar dibujos con palabras, clasificar pares de palabras como teniendo similares 0 dife- rentes significados o clasificar palabras en categorias. Ni tampoco en los procesos periféricos de produccién del habla, puesto que las palabras que consiguen emitir las pronuncian bien, incluso aunque sean mas difi- ciles de articular (Ellis, Miller y Sin, 1983, Caramazza, Berndt y Basili, 1983). El déficit, como en el caso de la anomia, parece situarse en el léxi- co fonolégico o en la conexién del sistema semantico con el léxico fono- légico. También en este caso, la frecuencia es la variable clave, ya que los pacientes pueden recuperar las formas fonolégicas de las palabras que han usado muchas veces en su vida, pero no lo consiguen con las pala- bras menos frecuentes. En estos tiltimos casos, suelen producir neologis- mos que son parecidos a a palabra que tratan de decir, esto es, suelen tener el mismo mimero de silabas y compartir con ella un buen niimero de fonemas. La explicacién més plausible es, por lo tanto, que las repre- sentaciones léxicas no llegan a activarse en su totalidad, sino sélo en par- te, pues es un hecho claro que la recuperacién de los sonidos en el léxi- co fonolégico no es una operacion de tipo todo 0 nada. Tanto los sujetos normales (cuando no encontramos en el fenémeno de la punta de la len- gua) como los afiisicos de jerga y los anémicos, podemos recuperar par- te de la informacién de la palabra (por ejemplo, el tamaito aproximado, el sonido inicial o final, etc.), lo que se supone, se produce por la acti- vacion incompleta de la entrada léxica. Ahora bien, si los jergafasicos tienen el mismo déficit que los anémi- cos, la pregunta que surge es zpor qué su comportamiento verbal es dis- tinto? Los primeros producen neologismos y aproximaciones en el habla espontanea y los segundos sdlo en las tareas de denominacion de dibujos. Ellis y Young (1988) explican esta diferencia apelando a la capacidad de comprensién de los dos tipos de pacientes. Mientras que los jergafasicos sufren problemas de percepcion del lenguaje oral, losTipos de Trastornos Afasicos 79 anomicos tienen intacta su percepcién y comprensién del habla. Esto significa que los anémicos pueden revisar la precision de sus intentos de pronunciar palabras, cosa que no ocurre en los jergafasicos. Asi el paciente estudiado por Ellis, Miller y Sin (1983), en sus intentos de pro- nunciar una determinada palabra, podia a veces incluir la pronun- ciacién correcta de esa palabra y no darse cuenta de que lo habia hecho. Esta incapacidad de inspeccionar su propia habla es lo que les impide limitar su vocabulario a las palabras que pueden pronunciar correcta- mente, tal como sucede en los anémicos, y de ahi sus intentos de apro- ximacion. Jergafasia — Dificultad para recuperar la pronunciacién de las palabras — Su habla esponténea contiene gran nimero de neologismos También la dificultad para recuperar la forma léxica se puede mani- festar en forma de perseveraciones. Las perseveraciones, presentes en la mayor parte de los pacientes afasicos, consisten en decir una palabra que ya ha sido utilizada para nombrar algun estimulo previo, incluso aunque no tenga ninguna relacién con el estimulo al que ahora tiene que responder. La explicacién que se da a este trastorno es que el paciente puede carecer de la representaci6n léxica que se le esta pidien- do y en su lugar utiliza la que més activada esté en ese momento, que es justo la que acaba de pronunciar. O incluso puede disponer de la representacién léxica adecuada pero la que acaba de pronunciar tiene un nivel de activacién més alto. Este fenémeno no es exclusivo de los pacientes afasicos, sino que incluso nos sucede a los normales cuando nuestro sistema se encuentra sometido a ciertas presiones. Vitkovich y Humphrey (1991) lo demostraron empiricamente. En un experimento de denominacién de dibujos presionaban a los sujetos a contestar con rapidez, y en esa situaci6n, los sujetos cometian un alto numero de per- severaciones de nombrar algiin dibujo con el nombre de otro dibujo denominado previamente. Especialmente cuando entre los dos existia cierta relacién semAntica. La explicacién es que la activacién que atin conserva esa representacién, mds una pequefia activacién seméntica es suficiente para superar la activacién de la representacion que debiera emitir. En los pacientes afdsicos, cuyo problema es muchas veces una disminuci6n del nivel general de activacion, es facil que una representa: cién que se ha activado previamente tenga un nivel mas alto que la correcta. Cuando la lesion se produce en la seleccién de los fonemas, el trastor80 Tipos de Trastornos Afasicos no se denomina anomia a nivel de fonema. En este caso, los pacientes eli- gen bien la palabra que van a utilizar, pero se equivocan en alguno de sus fonemas componentes ya que la seleccién de los fonemas se produce en un estadio posterior al léxico. Esos errores son principalmente de sustitu- ciones de un fonema por otro (por ejemplo “rillones” por “rifiones”), 0 simples omisiones (“‘cata” por “carta”). Este tipo de errores fonolégicos, bastante frecuente en la mayor parte de las afasias, y especialmente en las jergafasias, se denominan parafasias fonolégicas y cuando las parafasias son tan distorsionadas que no se puede reconocer las palabras que el paciente trata de decir se denominan neologismos. Curiosamente, los errores de sustitucién no se producen de una mane- ra desordenada o aleatoria, sino que se someten siempre a unas restric- ciones que indican que por muy destrozada que esté la maquinaria, atin se rige por ciertas reglas lingiiisticas. Por ejemplo, nunca se sustituye un fonema consonantico por uno vocalico ni viceversa, o la secuencia resul- tante del cambio de algtin fonema siempre es una combinacién lingiiisti- camente legal dentro de la lengua a la que pertenece el afasico. Por otra parte, el problema no se suele producir de la misma manera con todos los fonemas, sino que puede acentuarse en algunos de ellos, que son los que estén mas dafiados y no consigue recuperar, y en cambio fun- cionar a nivel normal (o casi normal) con los demas que estan intactos. Perecman y Brown (1981) describieron el caso de un paciente con jerga fonémica cuyo trastorno era muy desigual con los diferentes fonemas. Utilizaba con gran frecuencia los sonidos /m/ y /b/ (también, aunque en menor medida /r/ y /s/) mientras que el resto apenas los utilizaba. No influyen, en cambio, en la ejecucién de estos pacientes las varia- bles lingitisticas tales como la categoria gramatical o la imaginabilidad, lo que indica que no hay influencia léxica. Si que influye la longitud de la palabra, y es logico que asi sea, pues cuantos mas fonemas tiene una palabra més posibilidades existen de cometer error con esa palabra. Ahora bien, este trastorno no solo se manifiesta en el habla espontanea y en las tareas de denominacién, sino también en las de repeticién y lec- tura en voz alta, ya que el nivel de fonemas es comin para todas las actividades de produccién oral. Un paciente de Caplan (1987), clasifi- cado como afisico de conduccién, es un caso tipico de anomia a nivel de fonema, ya que producia parafasias fonolégicas en todas las tareas de produccién: denominacién, repeticin y lectura. Anomia a nivel de fonema — Parafasias fonolégicas — No influyen las variables léxicas = Se manifiestan en denominacién, repeticién y lectura en voz altaTipos de Trastornos Afdsicos 81 No obstante, hay que decir que el término de anomia a nivel de fonema en realidad se utiliza para describir a un grupo amplio de alteraciones que alcanzan no sélo al nivel fonolégico, sino también al fonémico y al fonético. Pues tal como hemos descrito en el capitulo anterior, una vez realizada la selecci6n léxica, atin quedan tres esta- dios por recorrer: el fonolégico que permite el acceso a las represen- taciones fonolégicas generales a partir de la representacién léxica, el fonémico que posibilita el acceso a las representaciones particulares y el fonético 0 articulatorio. De esta manera, muchos errores que se suelen considerar fonolégicos, en realidad corresponden a otros nive- les e indican trastornos distintos. Kohn (1988), por ejemplo, sostiene que los dos principales sindromes clasicos, Broca y Wernicke, que aparentemente sufren trastornos fondlogicos similares, en realidad tienen situado el déficit en estadios diferentes: los afasicos de Wer- nicke sufren el déficit a nivel fonolégico, y los de Broca a nivel foné- tico. También puede ocurrir que la lesién no afecte a ninguno de los componentes del sistema de producci6n, pero si al almacen fonologi- co a corto plazo. Hemos dicho que una vez recuperados los fonemas de la palabra que vamos a emitir, éstos se retienen durante un tiem- po breve mientras se planifican las drdenes motoras destinadas a su pronunciacién. Hay pacientes que a consecuencia de la lesion cere- bral sufren una disminucién en la capacidad de memoria a corto pla- z0, aunque su déficit se manifiesta a través del lenguaje. Sin em- bargo, un anilisis de los trastornos permitira diferenciar a estos pa- cientes. Estas son sus principales caracteristicas: = Puesto que se trata de un problema de retencién de los fonemas mientras se emiten las érdenes necesarias para pronunciarlos, el tipo de errores que estos pacientes cometen son los mismos sea cual sea la tarea (habla espontdnea, denominacion de dibujos, repeticion, etc.). ~ Las variables léxicas (frecuencia de las palabras, imaginabilidad, clase gramatical, etc), tan influyentes en otros tipos de pacientes no ejer- cen ningiin efecto en los pacientes con trastorno en el retén fonol6gico. Lo cual es légico ya que este almacén es postléxico. ~ Si que influye y de manera muy importante la longitud de las pala- bras ya que cuanto més larga sea una palabra mayor sera la carga de memoria que produce y, por lo tanto, més dificil sera de retener. En cuanto a los errores, puesto que se producen por degradacién de la representacién que se va a emitir, consisten, fundamentalmente, de omisiones, sustituciones, inserciones y trasposiciones de fonemas que dan lugar a pseudopalabras.82 Tipos de Trastornos Afasicos ‘Trastornos en el retén fonol6gico — Parafasias fonolégicas = Gran influencia de la variable longitud = Se manifiesta en todas las tareas orales Trastornos motores Finalmente, cuando el trastorno afecta a la capacidad de programar y ejecutar las érdenes dirigidas a los miisculos para la produccién de los sonidos del habla, se denomina apraxia oral mas concretamente apra- xia del habla (o dispraxia si la alteracién es s6lo parcial). En la apraxia no existen trastornos motores, los muisculos se encuentran en buen esta~ do, lo que ocurre es que no les llegan las 6rdenes motoras pertinentes (Miller, 1991). En Ia dispraxia hay también sustitucién de unos sonidos por otros, pero no porque el paciente tenga confusién de fonemas, sino porque debido a los fallos en la programacién o ejecucién de las érdenes moto- ras emite un sonido en vez de otro, generalmente parecidos (suelen dife- renciarse en s6lo un rasgo) y el que emite suele ser mas facil de pro- nunciar que el que tenia que emitir. Asi, puede emitir un sonido fricativo por uno oclusivo o un palatal por uno alveolar. Apraxia del habla = Sustituciones de unos sonidos por otros — Elsonido que se pretende decir y el que se dice se suelen diferenciar en s6lo un rasgo aciistico También, dentro de los procesos motores, la lesién puede alcanzar, no a los mecanismos encargados de la produccién de los sonidos, sino a los mecanismos que controlan el momento en que éstos se tienen que pro- ducir, en cuyo caso se habla de disprosodia. No cabe duda de que la pronunciacién de los sonidos del habla es una tarea sumamente com- pleja en la que no s6lo hay que realizar una serie concreta de movi- mientos bucofonatorios, sino que, ademds, esos movimientos tienen que estar perfectamente coordinados en el tiempo. Los pacientes que sufren disprosodia pueden articular bien los sonidos, pero no en el tiempo ni con la entonacién que les corresponde, con lo cual se produce una gra- ve distorsién, Generalmente, su habla es muy lenta y algunos fonemas estan por ello tan distorsionados que resultan irreconocibles. Ademés, no colocan el golpe de voz en la silaba adecuada y por ello parece queTipos de Trastornos Afasicos 83 su habla tiene acento extranjero (ésta ha sido la causa de que se dijese de algunos pacientes que a consecuencia de la lesion pasaban a hablar otro idioma). La distorsién es mucho mas acentuada en el habla espon- tanea que en la repeticién o lectura, ya que en estos iltimos casos se sir- ve de algunas claves (la huella que ain mantiene en la memoria opera- tiva y el acento respectivamente) para conseguir una buena acentuacién. Quizas convenga advertir que este trastorno de disprosodia lingiiisti- ca no se debe confundir con la disprosodia afectiva que es una pérdida del tono emocional, pues de hecho, se trata de trastornos diferentes y disociables ya que la lingiifstica se produce por lesién del hemisferio izquierdo, normalmente por lesiones muy pequefias del cortex motor (Kurowski, Blumstein y Alexander, 1996) y la afectiva por lesién del hemisferio derecho. 3.4. Dislexias La lectura de palabras también es una actividad que exige la interven- cién de miltiples procesos cognitivos, todos ellos susceptibles de ser lesionados, por lo que es esperable que sean varios los posibles trastor- nos que se pueden producir. De ahi que no tenga ya sentido hablar de dislexia en general, sino que es preciso distinguir varias formas distin- tas de dislexia. Los primeros procesos que realizamos al leer son los que hemos denominado de anilisis visual y destinados a la identificacion de las letras. Este es un paso previo ¢ imprescindible para que se puedan rea- lizar todos los demas, de manera que si un paciente tiene dificultades en este primer estadio no podra Ilevar a cabo el resto de los procesos lec- tores. Sin embargo, y a pesar de que tradicionalmente se consideraba a la dislexia como un problema de tipo perceptivo (no en vano se la deno- minaba “ceguera verbal”), lo cierto es que son escasos los pacientes con problemas en estos primeros estadios del procesamiento. Ciertamente la mayor parte de los trastornos de lectura se encuentran en estadios pura- mente lingiiisticos. Hay ademés, algtin tipo de dislexia que los investigadores sitiian en estos primeros estadios perceptivos pero que en realidad son trastornos de tipo atencional. Es el caso de la dislexia por negligencia, llamada ast porque los pacientes cometen errores de lectura debido a que negligen parte de la palabra. Fs un trastorno similar a la negligencia visual y de hecho, como en la negligencia visual, la dislexia por negligencia también se produce por lesién en el hemisferio derecho. Sin embargo, son tras- tornos diferentes, pues si bien es cierto que a veces ambos coinciden en un mismo paciente, otras veces no ocurre asi. En un principio se crefa84 Tipos de Trastornos Afasicos que los pacientes con dislexia por negligencia tenian dos caracteristicas distintas (Ellis, Flude y Young, 1987): omisién de las letras o palabras situadas en la parte izquierda de la pagina (por ejemplo, leer “edad” por “soledad”) y sustitucién de las letras iniciales por otras (“piedra” por “hiedra”). Los datos actuales parecen, en cambio, indicar que la omisién de las letras iniciales y la sustitucién constituyen dos tipos dife- rentes de dislexia por negligencia, originadas por causas distintas, Mien- tras que las omisiones suelen alcanzar a la mitad izquierda de la pagi- na, por lo que se suelen omitir varias letras ¢ incluso palabras, las sustituciones se suelen producir s6lo en la primera letra de la palabra, independientemente de la longitud que tenga la palabra, y ademas, no es que desaparezca la letra, sino que la cambia por otra, lo que indica que el paciente sabe que ahi va una letra. En definitiva, que dentro de lo que Hamamos dislexia por negligencia se puede hablar de dos tras- tornos distintos, que pueden darse unidos en un mismo paciente, pero que también pueden aparecer disociados: omisién de las primeras letras y/o palabras (este trastorno es el que suele ir unido a la negligencia visual) y sustitucién de la letra inicial (Young, Newcombe y Ellis, 1991). Incluso se habla ya de un tercer tipo de dislexia por negligencia que se caracteriza porque el sintoma es la sustitucién, no de la letra inicial de la palabra, sino de la final, pues ya se han publicado algunos casos en los que son las letras finales las que sustituyen. Otro trastorno que también se produce en estos estadios iniciales del procesamiento de la palabra escrita es la dislexia atencional, que como su nombre indica también parece un problema de atencién mas que per- ceptivo o lingiiistico. En este caso, los pacientes identifican perfecta- mente las letras y pueden leer palabras aisladas, incluso cuando se pre- sentan al taquistoscopio con tiempos de exposicion muy breves, pero cuando tienen que leer una frase 0 un texto es cuando aparecen los pro- blemas. Ya con dos palabras comienzan a tener dificultades y a come- ter un tipo de error caracteristico de este sindrome que es el “baile de letras” 0 migraci6n de letras de una palabra a otra. Asi el paciente de Saffran y Coslett (1996) , cuando le presentaban el par de palabras “leaf hot” lefa “left hot” o-el par “flip snag” lo lefa como “snip flag”. La dislexia atencional suele ir asociada a lesi6n en la zona parietoocci- pital del hemisferio izquierdo. Ya de tipo perceptivo y/o lingiiistico es la dislexia visual. Fl principal problema de estos disléxicos son los continuos errores visuales que cometen al leer, consistentes en cambiar una palabra por otra parecida visualmente (leer “casa” donde dice “cara” 0 “trote” donde dice “bro- te”). Por estas caracteristicas, se podria pensar que se trata de un pro- blema perceptivo-visual. Sin embargo, hay un dato que no encaja con esta interpretacién y es que pueden deletrear correctamente las palabrasTipos de Trastornos Afésicos 85 en las que cometen errores visuales. Coltheart (1981) afirma que estos pacientes hacen un acceso visual aproximado ya que responden con una palabra que coincide en algunas letras, aunque no en todas, con la que tienen delante. La interpretacin que hace Ellis (1984b) es que hay una falta de inhibicién en la conexién entre el nivel de letras y palabras 0 en el mismo nivel de letras, por lo que el paciente responde con la prime- ra representacién que se activa. Y ciertamente, una de nuestras pacien- tes que cometfa muchos errores visuales realizaba una lectura répida, como si diese la primera respuesta que le surgiese sin pararse a valorar si era la correcta. Los primeros disléxicos visuales ya fueron descritos por Marshall y Newcombe (1973) en su pionero articulo, que algunos consideran como el punto de inicio de la neuropsicologia cognitiva. El primer tipo de dislexia que realmente se debe a problemas lingitis- ticos es la dislexia denominada lectura letra a letra o también llamada alexia pura. Su principal caracteristica es que para poder leer una pala- bra el paciente tiene que nombrar (generalmente en voz alta) cada una de las letras que la componen. Asi para leer la palabra “rancio” dirian “erre, a, ene, ce, i, 0.... rancio”. Se trata, por lo tanto, de un tipo de lec- tura muy lenta y trabajosa y en la que la longitud de la palabra influye enormemente (Patterson y Kay, 1982). Por el contrario, su habilidad para reconocer palabras cuando se le deletrean en voz alta es buena. Igualmente, su comprensi6n oral y escrita se encuentra en buen estado. Los pacientes con alexia pura suelen tener dafiado el l6bulo occipital izquierdo, generalmente como consecuencia de un infarto en el territorio de la arteria cerebral posterior (Behrman y Mc Leod, 1995, Behrman, Moscovitch, Black y Mozer 1990) y a veces la alexia va unida a agnosia para el color. Es por ello posible que la alexia pura sea, en realidad, una agnosia para la forma que incapacita al paciente para discriminar formas finas, en este caso letras. De hecho, muchos pacientes que sufren alexia pura tienen dificultades para identificar otros simbolos, como son los ntimeros y determinadas figuras, especialmente aquellas que exigen dis- criminaciones finas. Los datos anatémicos corroboran esta posibilidad ya que el médulo para la percepcién de la forma (el drea V3) esté localiza- do en el I6bulo occipital, muy préximo al médulo del color (area V4). Alexia pura | — Identifican bien las letras individuales, pero no las palabras completas — Para poder leer una palabra tienen que nombrar (generalmente en voz. alta) cada una de las letras que la componen — Pueden leer bien cualquier palabra siempre que se les conceda tiempo suficiente86 — Tipos de Trastornos Afasicos A nivel cognitivo existen dos interpretaciones distintas sobre la loca- lizacion del déficit en estos pacientes. Algunos investigadores sittian el trastorno en el proceso de identificacién de letras. Asi Behrmann y Sha- llice (1995) afirman que los pacientes que sufren alexia pura muestran poco efecto de “priming” cuando se intercambian la forma de las letras de la que aparece primero y la que tienen que identificar, esto es, cuan- do la primera, por ejemplo, aparece escrita en letras maytisculas y la segunda miniisculas (y viceversa). En cambio, el priming es robusto cuando ambos estimulos aparecen con el mismo tipo de letra. Esta es una prueba clara, segtin Behrmann y Shallice de que estos pacientes tie- nen dificultades en acceder a la representacién de las letras. De la mis- ma opinién son también Arguin y Bub (1994). La interpretacién de Kay y Hanley (1991) es ligeramente diferente ya que mas que en la identifi- caci6n de las letras, su hipotesis es que el problema de estos pacientes radica en que son incapaces de identificar las letras en paralelo. De ahi que los tiempos se vayan sumando dramaticamente con cada nueva letra que contenga la palabra. Un segunda interpretacién es que el déficit se sitia en la conexién del almacén de representaciones de las letras con el Iéxico visual. En este caso se supone que los pacientes no tienen dificultades para identificar las letras, sino mds bien para acceder al léxico a partir de esas letras. Quizas las dos hipotesis estén reflejando dos tipos distintos de pacientes que tienen cier- tas caracteristicas en comin, pero producidas por causas diferentes, A todos estos tipos de dislexias descritos hasta ahora los denomina- mos dislexias periféricas. Cuando los problemas surgen en los procesos de reconocimiento de las palabras se habla de dislexias centrales, Y ex: ten también varias formas distintas de dislexias centrales. Para empezar distinguiamos dos rutas en el reconocimiento de palabras, la léxica y la fonolégica, por lo que ya tenemos, al menos, dos tipos diferentes de dis- lexias. Cuando se destruye la ruta fonoldgica el paciente puede seguir leyendo palabras familiares a través de la ruta léxica, pero tiene dificul- tades para leer las palabras desconocidas que no tenga representadas en su léxico mental. De manera que es incapaz de leer en vor alta las pala- bras poco frecuentes y las seudopalabras. En estos casos su respuesta puede ser de dos tipos: simplemente decir que no es capaz de leer esos estimulos © nombrarlos como palabras ortograficamente similares (por ejemplo lee “trisa” como “prisa”, 0 “trojo” como “trozo”), lo que indi- ca la participacién de la ruta léxica, A este tipo de pacientes se les cono- ce con la etiqueta de dislexia fonolégica. Los disléxicos fonolégicos son capaces de leer la mayoria de las palabras familiares, tantas mas cuanto mejor fuese su lectura premérbida, pero muestran graves dificultades a medida que desciende la familiaridad de las palabras. Y estos problemas con las palabras poco frecuentes y con las pseudopalabras no se deben a