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La vida terrenal Esto que ustedes van a ver es mi cuerpo terrestre, Asi. Con la rr entreverada. Mi cuerpo terrestre. Ahora lo miran. Si quieren voy pasando delante de cada uno para que lo miren bien. Puede ser que no les Ilame demasiado la atencion. Al principio uno no se da cuenta de Ja diferencia. Es comparando... pero para comparar hay que tener el otro cuerpo al lado. Y ustedes no conocen mi otro cuerpo. Yo tuve otro cuerpo. Un cuerpo no terrestre. ‘Aclaro desde el vamos para no tener que aclararlo siempre que lo nombre. Desde ahora voy a decir “el otro”... eso quiere decir “el otro cuerpo’... 0 sea que quiere decir “el cuerpo que tenia’... Ustedes diran gcuando tuviste otro cuerpo? Yo se los voy a contestar. Lo tuve y punto. Un cuerpo que ustedes no reconocerian como cuerpo. Ustedes sdlo reconocen los cuerpos ortodoxos. El cuerpo anterior. El otro cuerpo era un cuerpo indefinible... un cuerpo infinito, estelar... Un cuerpo sin contorno. Ustedes necesitan limites para precisar un cuerpo. Mi cuerpo anterior era ilimitado. Ahora esto tiene una historia. “Esto” quiere decir mi cuerpo. Este volumen humano. Aeso se le llama cuerpo. Pero no los quiero marear. Vamosa ir por parte. Yo los voy a acompafiar para que no se pierdan. Ustedes los humanos tienen miedo a perderse. 64 No tengan miedo. No los voy a dejar solos. Estoy aca. Cualquier susto que tengan levantan la mano. Si levantan la mano yo me detengo. Dejo de hablar. Hago abandono de relato. Puede ser que las cosas que cuente de aca en mas les genere cierto tipo de miedo. El miedo es una sustancia de mi cuerpo terrestre. El cuerpo anterior no tenia miedo. Se los digo para que puedan entender Ja diferencia. Imaginen ustedes una vida sin miedo, No, ya sé... ustedes no pueden ima- ginar tal cosa. Repito, al menor espanto, levanten la mano y me corto en seco. Me quedo muday lo dejamos para otro dia. Pero no tengan miedo. Yo los voy a guiar en esto. Dejen que los lleve conmigo. A donde voy. Y ahora que lo dije... que pro- nuncié las palabras “a donde voy”... hago una ultima aclaracion: voy a nin- guna parte. Desde donde vengo... no quiero confundirlos... desde donde vengo no es precisamente un lugaz, ni un estado de la conciencia, ni un continente... desde donde vengo es otra cosa... pero ustedes los humanos entrarian en panico si lo supieran. jBueno, basta! Ya dije todo lo que tenia que decir y asi comienzo. Todo lo anterior es a lo que comuinmente se le llama “prologo”. Ahora es el momento de iniciar. Voy a separar esto por capitulos. Capitulo uno: primeros recuerdos desde mi cuerpo terrestre. Estoy sentada en el cordén de la vereda. Tengo el cordén de la zapatilla izquierda desatado. La punta del cordén se moja en un charco. Sobre la superficie del agua, en el charco, se dibujan lineas de colores, debe ser por el aceite que alguien tird después de cocinar papas fritas... las lineas van haciendo un arcoiris alargado hacia la alcantarilla. Saco la punta del cordén del agua. Qued6 mojado. Nada més triste que los cordones de las zapatillas mojados. Trato de hacer el nudo, me lo explicaron varias veces pero soy burra. No aprendi todavia a atarme las zapatillas. Tengo cuatro afios y unas zapatillas rosas. La cosa empeora. Busco a alguien que me ate las zapatillas y arrastro los cordones desatados que se van impregnando de tierra. Es un desastre. Nada mas triste que los cordones de las zapatillas mugrientos. No encuentro a nadie. La cosa podria empeorar. Podria por ejemplo tropezarme. Podria empeorar mas todavia. Me podria romper los dientes en el golpe. Los dientes son unos cristales blancos que tie- nen los cuerpos terrestres en las bocas. Es un cristal organico, es fragil pero en algunos casos dura toda la vida. Yo siempre tuve temor a rom- perme los dientes. Por eso no corro. Por eso camino despacio con los cor- 65 dones desatados en busca de quien pueda atarlos. Entonces me quedo quieta. Miro para todos lados. Nadie se me acerca. Nadie se da cuenta de que los cordones son un asco y que me puedo tropezar. Entonces, como dicen los humanos, se me viene el mundo encima. Esa frase la repetiré muchas veces en mi vida desde aquel momento. El mundo se me vino encima. Y entonces, me largué a llorar. Los cuerpos terrestres lloran. Un liquido de un sabor salado me salié de los ojos. Para que puedan comparar, el sabor del liquido se asemeja al del agua de los océanos. Casi posee la misma composicién quimica. De la misma cosa estan hechos. E] Ilanto y el mar son cosas parecidas. Nadie vino a socorrerme. Ahj termina el primer capitulo de mi cuerpo terrenal. Me tomaria un descanso pero falta. Mejor seguir. Aclarar que en el primer capitulo, por mas que no se nombran, hay otros momentos no menos importantes. Pasa que mi memoria humana no registra un hecho con an- terioridad a ese. Pero debié haber otros, por ejemplo, cuando el cuerpo anterior se fundié con esta materia. Pero seguro que fue tan traumatico que la memoria ha evitado conservar... La memoria humana es selectiva... desecha y toma... la memoria no es voluntaria, eso también lo tengo que aclarar... Aclarar. Esa palabra me gusta, Es de las primeras que mis oidos escucha- ron. Aclara el dia. Alla fuera, toda la oscuridad de la noche para ver al dia acla- ar... aclarar... un dia claro... un dia especifico. Pasamos al capitulo dos. Capitulo dos: el final de la infancia. Como veran voy dando saltos temporales. Ustedes se estaran preguntan- do: gNo hubo algtin otro acontecimiento de interés para ser narrado? Yo les respondo: en la vida de los humanos hay pocos acontecimientos rele- vantes. Eso no quita que la narracidn, me refiero a cuando ellos repasan su historia, sobredimensionen ciertos acontecimientos con el fin de tener algo para recordar. Pero la vida humana o sus puntos de interés se reduce ados 0 tres momentos, el resto... el resto es resto, sobrante... Eso lo supe desde siempre. Que habia que vivir solo para dos o tres mo- mentos, lo demas es espera... aguardar agazapada a que llegue lo que im- porta. Me fui de tema, sepan disculpar. Los humanos tienden a la dispersion. Tal vez sea por eso que tan poco les ocurre. Estan distraidos en otra cosa mientras lo importante les pasa por delante, no lo ven, no pueden verlo. Me fui... tengo que volver. Ah si, el final de la infancia. 66 La infancia es una cosa que tienen los humanos cuando crecen. Algunos se refieren a ese periodo como “el paraiso perdido”. Mi cuerpo terrenal no conocio tal paraiso. El cuerpo se empecinaba en crecer. Para todos lados crecia. Ademas esta- ba la vinculacién social. Que en este caso era nula. Las hembras humanas juegan con reproducciones en tamaiio reducido de otros cuerpos. A ese objeto que denominan “muieca” lo peinan y lo visten. Es del modo en que aprender a desarrollar la zona afectiva de sus existencias. Ensayan el afecto con ese objeto. Lo nombran, lo besan, lo muerden, lo desarman. Finalmente el objeto llamado “la mufieca” va a parar a una caja de carton en algun armario. En eso termina la infancia. En mufiecas escondidas en la oscuridad. Hubo un dialogo con mi madre. Una charla en la que supe que la infancia tenia final. Al referirme a mi madre, me refiero a la persona que cuidé del crecimien- to de este cuerpo. No quiero que ustedes encuentren en esa palabra que nombro “madre” ningun atisbo de carifio. Digo “madre” para no tener que decir cada vez que la nombre “cuidadora del cuerpo terrenal”... madre es mas corto, mas sencillo. Mas ameno también... Para los humanos “madre” significa tantas cosas, para mi sdlo es eso, una funcidn, un signo neutro. Mama y yo tomabamos la leche en el desayuno. En silencio, Siempre to- mabamos la leche en el silencio. A esa hora yo no estaba despierta del todo. Todavia quedaba una vinculacién con el suefio. Después hablaré del suefio. No quiero explayarme ahora con eso. Con el suefio y la vincu- lacién con mi verdadero yo... al finy al cabo varios estudiosos humanos ya Jo han desarrollado y ustedes lo deben saber. Vuelvo a mi mama. Y su quejido que comenz6é muy suave. Y fue subiendo hasta estallar en Ianto. (El Ilanto, ya lo dije, es la vinculacién de los humanos con el mar. Aunque no lo saben, eso los transforma en herederos del mar.) Y ella lloraba a mares... Yo la miré, levanté mi mano y le toqué en la mejilla, donde caian las la- grimas. Esa humedad era tibia. Un liquido tibio. Y ella dijo entrecortada por el Ianto: Mi hija, mi hija! ;Por qué sos tan rara? Esa fue la primera vez que escuché la palabra “rara”. Después me abrazo. Y continué diciendo: ...La culpa es mia, la culpa es mia... Soy la responsabl Qué hiciste, mamé?, le pregunto. Ella mira hacia abajo, hacia el café con leche que se enfria, y murmura. Estabamos en El Bolsén con tu papa, que en paz descanse, en una comu- 67 nidad... era de noche, hacia lindo tiempo... la pasdbamos bien... mucho alcohol... yo era muy joven... demasiado joven todavia... nos fuimos a ca- minar por ahi... yo me alejé, alguien grité, que no me aleje, pero yo queria alejarme, caminar en la noche oscura, sola, tu papa me miraba de lejos... yo queria estar sola un rato, a mi lo de la comunidad me gustaba pero me cansaba un poco... queria sentirme sola... Entonces cuando me encontré en medio de la oscuridad vi esa mancha de fuego... caia fuego del cielo... como un relampago pero mas grande y mas grueso y duraba mucho y ha- cia calor. Después imagenes borrosas, como una pelicula fuera de foco. La NASA no admite que esas cosas pasen por aca, en esta parte del mundo, en Latino- américa, en una comunidad de melenudos, pero te aseguro que ocurren cosas asi. Me refiero a la abduccién... asi como lo estas escuchando, tu madre fue abducida. Me abdujeron a otra cosa. Me arrastrarona las zonas mas remotas de la Via Lactea.... Experimentaron conmigo. Me usaron como campo de prueba. Y cuando se cansaron, 0 ya no pudieron hacerme mas cosas, me dejaron tirada de nuevo en la tierra. Exhausta. Dolida. Cuando dijo Via Lactea me acordé de la leche y tomé un trago. Ella siguid hablando, dijo que no lo sabia, todavia no tenia experiencia materna, mas tarde lo supo, supo que al final de esa noche estaba fecundada. Esa palabra usd, fecundada. Entonces no vas a poder ser normal. Nunca. Porque sos fruto de un experimento alienigena. De ahi salis vos. Normal. Una chica normal. La normalidad de los humanos se designa mediante comparaciones. Mama no lo sabia, no sabia que una parte mia tendria otra norma. Cuando se la llevaron en El Bolsén y le implantaron mi cuerpo, ella no sabia que la estaban eligiendo. Ella era la elegida. Siempre se considera un privilegio la eleccidn. Pero, en este caso, fue ele- gida sin privilegio. Me refiero a que ustedes los humanos tienden a en- contrarle un sentido a todo. Y el sentido de mi vida, de mi existencia, no corresponde al sentido que fijan para la suya. Esto es muy complejo, no lo van a entender. Mama tampoco lo sabia por entonces... por eso se asusto, toma la leche... le dije... se enfria... hace mal a la panza la leche fria... por algo la leche sale tibia de la vaca cuando la ordefian... por algo las vacas son tibias... algiin sentido extranormal deben tener también las vacas... todo deberia tener un sentido.... Un sentido externo al que ustedes le en- cuentran. Por ejemplo, cuando Pablito Ilegé con su familia a vivir en la cuadra. Eso debia tener un sentido aunque en el momento no lo supe. 68 Pablito era muy rubio, casi blanco, y le molestaba mucho la luz del sol. Por eso cuando jugabamos oscureciamos todo. Cerrabamos todas las ven- tanas. Su mama un dia me retd, qué van a decir de esta nena, encerrada en la oscuridad con Pablito. Qué van a decir de mi. A mama eso no le importaba. Cuando Pablito iba a casa nos quedabamos horas encerrados. En la oscuridad. Todo negro. Y nosotros jugando. Muy cerca uno del otro. Muy cerca de Pablito. En la oscuridad Pablito no era blanco, se hacia de otros colores, de otras formas. No se los dije pero Pablito hacia voces, po- dia cambiar de voz porque todavia no tenia una voz definitiva. Pablito fue el primero que tocé mi cuerpo terrestre. Yo también lo toque a él. En la oscuridad es mas facil. En la oscuridad todo cuerpo se parece. En la oscu- ridad no pasa el tiempo. Asi sera después, cuando este cuerpo se termine. Una oscuridad larga como las siestas con Pablito, pero sin él. Lejos y todo negro. Aclaro que después me lleno de sombras. Aclaro que después retomo lo de Pablito. No se apuren. Cuando el dia aclaré yo me desperté mojada. Mama, anoche me desangré. Ese es el otro momento que marca el final de la infancia. No querida, me dijo, no te vas a morir, desde ahora, vas a poder dar vida. Eso que dijo me asusto mas. No quiero dar nada de vida. Toda la vida para mi. Toda la vida para mi sola. No quiero perder mas sangre. Final del capitulo dos. Esperen, que todavia falta lo mas importante. Capitulo tres: de como empecé a mutar en esto. Al principio una no se da cuenta. Auna le parece de lo mas comuin. Me refiero a tener este cuerpo. Al principio una no toma conciencia. Después de la infancia fue cuando el cuerpo comenz6 a molestar. A no saber cémo manejarlo, como una ropa que no queda cémoda. Esas ropas que estiran 0 encojen y una no sabe como ponerse y cree que todo el mundo nos esta mirando de pura incomodidad. Cuando era chica... perdonen que retorne a la infancia pero sera sdlo por un momento. Mi mama andaba escasa de fondos y aceptaba que me dieran la ropa que ya no les quedaba a mis primas. A la ropa la reacondicionaba. Le hacia unos apliques, a los suéter les ponia pitucones, a los pantalones les agregaba un poco de tela, de colores, como para que yo me entusiasmara... los colores siempre me despertaron eso... entusiasmo, qué se yo... pero lo que nunca refaccionaba eran las bombachas heredadas... y casi siempre estaban con los elasticos vencidos. Entonces me quedaban 0 flojas o demasiado ajusta- das, ustedes los humanos me van a saber entender, como que parte de las 69 bombachas se me hundian en la humanidad.... Y yo mientras caminaba trataba de arreglar eso, pero no... que no se dieran cuenta... pero no... la gente no se fija en esas cosas... por algo és la ropa interior... la ropa que nunca se mira... eso decia mama, que no me preocupara porque no se ve... eso esta oculto, No seve pero se siente... y cuesta caminar con el elastico de la bombacha vencido... un dia, pensaba en ese momento, un dia, dentro de mucho, voy a ser feliz comprando bombachas nuevas... un dia van a ver... van a ver las bombachas que me compro... Retorno al capitulo que nos compete. Lo que viene después de la infancia. En ese tiempo el cuerpo terrenal se va modificando. Va tomando otras formas. ‘Te toma por sorpresa. Un dia pasas frente al espejo y no te reconocés, Eso asusta. Un susto mas... no sera el primero ni el ultimo. iMama, mira como crecié esto!... eso es para que cuando tengas hijitos les puedas dar leche. Toda colorada lo dijo. Las hembras humanas tienen crias y les dan de mamar. Es una costumbre animal que los siglos de civilizacién no han extinguido. Las crias se ali- mentan de los pechos de la madre. Les lastiman al succionar, les raspan los pezones... eso no lo sabia en ese momento, lo supe después.., Yo no voy a parir a nadie. Se lo dije bien claro. Conmigo no cuenten. Yo no voy a andar cargando una cria en este vientre. Yo vengo de otra galaxia en donde la concepcién es mental... a mi no me molesten con toda esta inmundicia de mocos y baba. El cuerpo humano tiene secreciones espantosas, gases que le salen por todos los huecos, liquidos pegajosos, humedad... el cuerpo humano esta hecho del asco. Vengo de un lugar sin cuerpo. No se los podia decir por entonces, el cuer- po limita. Suda, moja, raspa, puaj. El cuerpo es organico como los vegeta- les y los animales. Por ejemplo, no hay mucha diferencia entre el cuerpo humanoy una berenjena... el cuerpoy la berenjena tienden a podrirse... el cuerpo y la berenjena terminaran desapareciendo... Pero en ese momento no lo tenia tan claro. Ademéas cuando se crece el cuerpo duele. No te lo avisan al principio pero crecer duele mas que ponerse viejo. Todo duele, empezando por los huesos... desde los huesos hacia afuera... duele todo. Por eso yo elegi crecer mucho. Ya que va a doler que duela de mas. Por eso me expandi. Me puse grande. Con bronca me puse. Mucho silencio. Ustedes los humanos no lo pueden entender. 7o No saben lo que es sentirse de otro planeta. El unico que me entendia era Pablito. Pablito también crecis. Pero no se puso mas oscuro, sino que siguié acla- rando. Cada vez mas blanco. Yo no habia visto la nieve, pero me dijeron que tenia el color de Pablito... que en un lugar de nieve seguro que Pablito se perderia... por eso trataba de estar a la sombra. No tenia muchos ami- gos, un par, uno que lo seguia a todos lados ya mi. Yo no soy su amiga “amiga”. Soy mas bien su vecina. Porque en esa época me di cuenta de que a Pablito lo queria besar. Los humanos hablan mucho del amor. Escriben cosas, hacen canciones y poemas... investigan... yo, en ese tiempo descubri que el amor era mas simple... el amor era querer dar besitos... «no me animé a decirselo pero era eso... darle muchos besitos... besitos chicos... uno después de otro en toda esa piel blanca... besitos que le hi- cieran cosquillas... lo llenaria de besitos... no me cansaria de darle besi- tos... para que entiendan esto les voy a dar una comparacién: mama hace pochoclos... el pochoclo es maiz inflado por el calor... es lo que mas me gusta en la vida... escuchar cuando lo hace en la cocina, cuando revien- tan los maices.., como una tormenta de granizo y el olor dulzén que llega desde ahi... Y después lo pone en una fuente enorme y los espolvorea con aziicar... y entonces me siento y como y como y como y como y no existe nada mas... m dia me di cuenta de que con Pablito me pasaba lo mismo que con el pochoclo.., me pasaria la vida dandole besitos, sin cansarme... hambrien- ta. Pablito... te puedo dar un beso?... no seas tonta, me dijo... a mi no me gusta que me besen, eso dijo... Y ni bien te lo niegan mas lo querés... me fui desesperando, A partir de ahi, Pablito, para no dejarse besar, también dejé de tocarme. Cuando un cuerpo no es tocado pierde memoria la piel y se pone seca. Es amnesia de piel, no recuerda mas caricias. Eso pasd, ya ni me acordaba las veces que nos tocamos. Pero yo insistia. Lo veia seguido, en la oscuridad y me ponia cerca de él... tan cerca que a veces podia sentir los pelitos diminutos que le cubrian la piel, esa capa fina y blanca de pelos... como a los duraznos del verano... asi de suave yo me acercaba. Dejame que te bese, una sola vez... sali, no seas estupida, me repetia. Te quiero dar besitos... le dije.., pero él me dijo que si yo llegaba a tocarlo nunca mas lo volvia a ver.., entonces nos encontrabamos pero yo me daba cuenta de que tomaba distancia... se ponia cada vez mis lejos... no te voy 7 a tocar, si vos no querés no te toco pero no te alejes mas... dejemos la luz apagada; en esta oscuridad estamos los dos, sin tocarnos, lejos. Yun dia me empecé a enfermar. Los cuerpos humanos que no se tocan, tienden a enfermarse. Primero viene el olvido, después la enfermedad. Dea poco me fui poniendo mala. Hosca. Capitulo cuatro: todos se rien y a mi nada me causa gracia. gQué vas a hacer de tu vida?, me preguntaba mama. Nada. No voy a hacer nada. Me voy a quedar asi. Neutra. Algo tenés que hacer. Las chicas de tu edad hacen cosas... se juntan a co- torrear. Juegan a la pelota al cesto. Hablan de chicos. Aprenden a cocinar. Yo no quiero hacer nada. Espero a que me llegue la mision. Yo vine a este mundo para cumplir la misién. Pasa que todavia no he sido informada de la misién a cumplir. Por eso debo estar en guardia. No deberia haberme distraido en querer besar a Pablito, eso es un desvio al cumplimiento de la misi6n... una esta para otra cosa... el amor hacia Pablito fue generado por mi parte humana. Ahora debo olvidarlo. Pasar de largo cuando lo vea. No saludarlo mas... que se duela como yo estoy... que no cuente mas conmigo... que no voy a Ilorar. Yo nunca lloro. Si, si, esa vez que les conté, pero era muy chica, después nunca mas. Entonces me decidi a quedarme quieta. A esperar la misién en silencio. De brazos cruzados. Todos los seres extraterrestres debemos tener una misién por estos la- dos... yo tenia que esperar con paciencia la mia. Y entonces dejé de hablar. Mama confundié mi decision con un empaque. Dijo: no podés ser tan terca. Anda a buscarlo a Pablito, si quieren les oscu- rezco toda la casa para que hagan sus cosas. Y yo no contestaba. Entonces vino el tiempo de la cura. A mami le parecié que lo mejor era llevarme a un médico... El dia que fuimos hacia un poco de frio. El edificio donde atendia era gris y tenia un ascensor viejo que crujia mientras subia. Recuerdo que pensé: todavia nos caemos... caemos en este vacio y yo sin enterarme de mi mi- sion... asi de ridicula puede ser la vida humana... por suerte el ascensor llegé al piso correspondiente. Nos recibié un hombre grandote. De barba cuidada. Me dio la mano. Por lo general a mi me daban un beso, por ese entonces. Un beso en la mejilla y yo ponia el cachete. Pero él me dio la mano. Una mano grandota, en la 72 mufeca tenia un reloj plateado, redondo, imponente. El reloj le dividia el brazo en dos, tenia la camisa arremangada, prolijamente arremangada, el resto del brazo, lo que se veia era un brazo fuerte... de fuerte tirando a gordo... con pelitos oscuros que se asomaban y unas venas azules que se marcaron cuando me apreté la mano. Y la voz gruesa tenia. Eso fue lo primero que pensé... al principio pensé... debe estar ronco... después me di cuenta de que era asi... yo estaba acostumbrada a escuchar mucho a Pablito que tenia la voz de flauta... Mama no entré conmigo. El doctor le dijo que me esperara afuera. Ella se qued6 leyendo unas revistas que habia en la sala. Yo pude ver que eran todas revistas viejas, que estaban medio destartaladas... El doctor cerré la puerta. Habia un escritorio y un par de sillones, Nos sentamos en los sillones. El a un costado, Yo miré por la ventana. Se veia el cielo. Un cielo azul tirando a claro. Un cielo de invierno. Entonces me revisé. Me levanté la remera, me ausculté, Aspira, dijo, solta el aire, aspira, solta... y asi... me pregunté si dormia bien, le dije que si... tenia ganas de decirle que el suefio era el momento de abandono de mi cuerpo terrenal pero me parecié que podia no entenderlo. Me preguntd por lo que comia, por mis actividades. El preguntaba y yo sentada en la ca- milla con la remera levantada. En un momento me quedé callada y dejé de responder. Lo miré fijo, se puso colorado. Esa era mi arma, sigue siendo. En determinado momento dejo de hablar y miro fijo, el otro baja la vista o se pone colorado. Esa es la forma que me respeten. Elllaméa mi mama. Dijo que yo tenia que hacer una actividad fisica. Inte- grarme a un grupo deportivo. Fortalecerme, hacer ejercicio, alimentarme bien. Esas cosas que dicen los doctores cuando no tienen nada para decir. Capitulo cinco: paciente. A la espera de ser informada de la misién. Mama me pregunto qué deporte queria hacer. De todos elegi natacién. De las pocas cosas que nunca me molestaron esta el acto de ducharse. Los cuerpos humanos suelen limpiarse con mayor 0 menor regularidad. Yo lo hacia a menudo. Debe ser que siempre me parecid un tanto sucio esta masa de carne, huesos y pelo... debe ser eso... y cuando me ducho pienso en nada, la nada, eso limpia. Nada. Elegi natacion porque de los deportes es el mas higiénico. Uno transpira y se bafia al mismo tiempo. Los cuerpos terrestres estan compuestos en su mayoria por agua. Cuando nombré la carne, los huesos y los pelos, no dije que entre todo eso, en medio de esa masa, estd el agua. Cuando un cuerpo deja vivir el agua que contenia se evapora... Pero estamos en la pileta. El primer dia que me llevo mama. Me habia comprado una malla enteriza, con dibujos de margaritas. Las otras nenas 73 tenian mallas azules, deportivas, yo andaba con mi malla de verano, de playa, castillitos de arena y viento. Eso fue lo primero que pensé cuando estuve en el vestuario. Esta malla es un error. El vestuario es un tema aparte. Ya lo voy a desarrollar. Ahora paso a la revisacion. Fui descalza hasta el cuartito, me envolvi en la toalla. Habia un cuartito de azulejos celestes. Un sefior gordo, grandote, demasiado pa- recido al doctor. Si hasta pensé que debia ser él. Igual pero sin barba. Que se cambio de ropa y de aspecto como en las peliculas malas en las que un actor de fondo tiene a su cargo varios personajes. Todo eso pensé. Y él ni enterado de mis pensamientos ni me miraba, con su delantal blanco mientras fumaba. Me dijo que me sentara en la camilla. Otra vez la cami- lla, todas las veces que tendré que estar en una camilla. Todas las camillas en las que se recostard este cuerpo, hasta la ultima, la camilla final... todas las camillas las voy a contar, pensé. Y asi como lo pensé después perdi la cuenta. Abri los dedos del pie, mostrame. Levanta el brazo, me tocé aca, en la axila, me dio cosquillasy risa. Te da gracia, me dijo, entonces me levanté el otro brazo y me tocé de este lado. Yo me rei mas fuerte. ;Vos te lavas bien? Me preguntd, si, le dije, yo soy limpita. No sé por qué, pero cuando le dije eso me dio miedo, temblé, me recorrié un escalofrio. Puede ser porque me di cuenta de que estaba en mallay descalza. Cuando los humanos son in- fantes no tienen conciencia de la desnudez. El recato aparece con los aiios, se aprende. Ese, cuando el sefior de la pileta me tocd, fue el momento en el que aparecié el pudor en mi vida. E] firmé una planilla. Estas apta, me dijo. Yo me fui corriendo. Desde ahi he sido una mujer pudorosa. Las lecciones en la pileta me aburrian. No me importaba nadar estilos. Tenia que imitar a la profesora y esas cosas. A mi lo de imitar me cuesta. Si hay algo que soy es original, unica. Habia ratos de “pileta libre”, que nos dejaban nadar como quisiéramos. Entonces yo me iba hasta el fondo de la pileta, ahi donde nadie va. Llegaba hasta el fondo y me quedaba quieta. Aguantaba el aire y cerraba los ojos. Ahi en el fondo me sentia bien. El agua es como el espacio. No tiene perimetro. Se va por todos lados. Mi cuerpo anterior se parece al agua. El cuerpo que dejé se funde con el espacio. Por eso el agua era mi medio. Soy acuosa. Estoy hecha de agua. Mis pensamientos son de agua. Ahi, en el fondo, sentia que si me dejaba estar me podia disolver. Hacerme una con el agua. 74 Todo va a pasar... cuando me refiero a todo hablo de lo sdlido. Lo sélido se fundira con el agua. El agua gana siempre. No quiero pecar de abstracta, me refiero a que, dentro de no tan poco, los continentes seran tragados por el agua. Toda la historia de esta gente llevada por el agua. El agua tam- bién es el olvido. La nada. Uy. Me fui. Salgo a flote. Respiro. Vuelvo a los vestuarios. Ahi vi la diferencia de los cuerpos. Una dice: al final todos los cuerpos terrestres se parecen. Pero les digo que no. No sa- ben lo que puede cambiar un cuerpo. Un cuerpo cambia respecto al otro y cambia respecto a si mismo. Los cuerpos cambian. En el vestuario aprendi eso. Habia senoras grandes que se daban una ducha, otras que se cambia- ban. Yyo las miraba, Los cuerpos asi, desnudos, son un poco... no sé como decirlo... vulnerados... Al lado estaba el vestuario de los chicos. Ellos dejaban la puerta entrea- bierta como chiste. Para que al pasar una mire. Y yo fui de las que miraba. Ahi estaba la diferencia. Yo habia tocado a Pablito, pero no lo habia visto desnudo, Entonces, cuando vi los vestuarios lo pude imaginar. Una imagina, a falta de otra cosa. Un dia mama me dejé de llevar a la pileta. Le parecié que ya estaba bien. Que yo habia engordado un poco, recuperado el apetito. Yo no protesté, Extrafiaba el agua. Hundirme. Pero una se acostumbra también a estar seca. Yo me acostumbré. Los capitulos seis y siete los voy a saltear. No son interesantes. Pasaron cosas... pero nada de importancia... resumo, la espera de una seiial inter- galactica, la mision que no llega y... mi obsesién no curada por Pablito. Entonces paso al siguiente: capitulo ocho: donde todo permanece igual, casi lo mismo que al principio. Con el tiempo, me refiero meses después de dejar la pileta, volvi a quedar- me quieta, callada. Me oscureci. Mama dejé de mirarme... también dejé de hablar... solamente a veces cuando salia se ponia charlatana. Después, cuando estabamos juntas la pasabamos en silencio. Yo conozco el silencio. Tengo un silencio estelar. Conozco el silencio del espacio. El movimiento mudo en el que se desplazan los planetas. Yo, en silencio mientras explotaban las galaxias. Conozco el silencio con el que se apagan los universos. Miré callada la danza de las particulas que componen los anillos de Saturno. Me quedé muda ante el resplandor de soles lejanos. 75 Viajé callada mirando planetas de colores no reconocidos. Yo conozco ese silencio. Un silencio remoto. Un silencio negro. Mami se fue poniendo cada vez mas callada. Opaca se fue poniendo. Yo lo crucé a Pablito en una esquina. No reparé en mi. Estaba con un muchacho que lo conducia del brazo. Rumoreaban y se reian despacito. Habia mucha luz y Pablito estaba encandilado, se dejaba llevar por ese muchacho castafio. A mi nunca me dejo llevarlo asi. Ese dia murié mi parte humana. El amor es esa cosa que nunca pasa. O pasa de largo. Les pasa a gente como Pablito que se fue con ese muchacho que seguro le da besitos en la oscu- ridad. Mientras yo me quedaba con mama esperando una sefial del cielo. Yo hice muchas cosas después. Trabajé. Eso hacen los humanos para pro- curarse la subsistencia. Fui repositora en un supermercado. Vendi servi- cios médicos por teléfono, ahi aprendi a modular la voz como la modulo, era parte del personal de maestranza en un geriatrico modelo, separaba las tapas de una bebida importante en una fabrica, venia una cinta y yo separaba las tapas negras de las rojas, no era facil pero tampoco compli- cado. Todo eso lo hice mientras esperaba la sefial. Todos esos trabajos los hice sin pensarlo. Pasaron afios. Mama no salia de casa y tuve que cocinarle. Después dejo de limpiarse, de caminar. Entonces yo empecé a bafiarla, a darle de comer en la boca, peinarla. No crean que es triste. Ya les dije, no tengo tristeza. A veces nos divertimos. A nuestro modo nos divertimos. Y a veces pren- demos e] televisor. Miramos sin ver. Buscando formas. Tal vez desde ahi Heguen las instrucciones para la mision. Yo sé que las cosas suelen tardar. Como decia mama cuando todavia decia cosas, todo tarda, pero llega.., tal vez un dia el televisor nos hable. Yo cada tanto cierro los ojos, me tapo los oidos e imagino que estoy en el fondo del agua. Eso calma. Asi, a oscuras, siento el corazon que late. Con fuerza. Ese musculo humano que bombea, la sangre disparando por las venas hacia todos los puntos cardinales. Toda esa sangre adentro. Este cuerpo tiene vida. Late. Escucho el sonido violen- to de la sangre. La insistencia. Epilogo: Espero no haberlos aburrido. Como veran tuve una vida extraordinaria. Falta que pase lo mejor, Por eso me quedo. Yo puedo esperar. Me paso las horas mirando hacia arriba. Soy como esos juguetes importados que trajeron desde lejos y perdieron en alguna parte la caja con las instrucciones. Entonces una prueba funcio- nar, se cansa y lo deja ahi. Yo me cansé. No saben lo cansada que ando. Lo lento que pasan las horas. La nada. Esta vida terrenal agota. Me saca varices. No respiro bien. Todo este peso. Todo lo vivido. Solamente cuando suefio regreso a la otra vida. A lo que fui antes de ser. Ahi vuelvo a flotar. Después me despierto transpirada. Humeda y con la garganta seca. {Para qué mantengo esta vida humana? éPor qué sigo? 3Motivos? La musica. Bailar. Cuando el dia se aclara. El aire después de las tormentas. La comida que preparaba mama. Los pochoclos. La mision que va a llegar. Los ojos de Pablito. No se los dije, Pablito tenia unos ojos rojos, hermosos. Cuando todo era oscuro, los ojos le fosforecian. Como dos llamas ardiendo en la negrura universal. Y yo mirando. Todavia lo miro. Cierro los ojos y miro. Estan dentro mio. Los ojos rojos de Pablito prendidos adentro de mi cueva. Eso me ayuda a esperar. Tengo tiempo para esperar. Voy a esperar en silencio. Tengo mucho tiempo para la espera. Me quedo aca. Hago silencio. 77

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