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Coleccion: PEDAGOGIA La pedagogia hoy Valores en evaluaci6n e investigacién social Por Emest R. HOUSE Kenneth R. HOWE Traducido por Pablo Manzano e Emest R. HOUSE Kenneth R. HOWE Valores en evaluacion e investigaci6n social Tiverton wousnal be Gomwom® |e Galacia BIBLIOTECA 300-72 5 agg in Fecha Reci 4g } 08 87 8b tarhs | HS2y rere Ls. lave £958 50-| Bee ys EDICIONES MORATA, SL. Eenpras daca pe Jee aa Eo en 1923 Maja Lequeriea, 12. 28004 MADR troralaGinomot.es waredmorta BIBLIOTECA UIS Titulo orignal deta obra VAS W ELON AND SOIC RESEARCH (© 1909 by Sage Publications, Inc, Unie States, London and Now Delhi Pubished by arrangement with Sage Pubtcations, nc. emai, morata@inlornet.e ‘roccidn en internet: Hp hww.ecmorata.es est peri a ost to pts oe ety ara rnb, insvrenansnde um oma op cage ada yea lnk mexico ‘Goma, prepara eon ron anol poms PY fr ee ‘lows coon © EDICIONES MORATA S.L. (2001) Mejia Lequerca, 12. 26004 - acta Derechos reservados Depeato Legal: M38 916-2001 ISBN B4-7112-455-6 Compuesto por: Angel Gallardo Printed in Spain Impreso en Espa Imprime: ELECE. Algete (Maca) (Cua de la cubierta: Escuela rural, por Winslow Homer (1871) Contenido PREFACIO. AGRADECIMENTOS. InTRODUCCION: problema de os valores Et xgumento de ast to, 20—Crieas dec pcs de vie la, 21a concept democrats detoersiva 24 PRIMERA PARTE: Airmaciones de valor ‘APiruLo PRIMER: Datos y valor contruo hecho aor, 83—Lasvabes cone emer, $8 os valores ya ceibeaesin democrat, #0, ‘CAPITULO I: Razonamientoevaluativo | ‘ge destnatrios dea ovahacn yes nora Poe sie vist, S2-—Un emp, 56-—La delberacin acon 82 ‘SEGUNDA PARTE: Criteas do otros puntos de vista «6 ‘CAPITULO It Le eoneapeiinheredada a) ‘tet dea indeoebilag 71—Laeuicacin dea oda a de os vas, 71a ls ndecdblided 18 Peralta ‘lates doa ndacciad de sve, 8 —La concepctt ‘moive de ie democranl, 84 Tears prevrpivs. 86. Das. ‘npatndelos adios y doscrecén Go oe grupo teresa, 8 © acne Mra 6.1 BIBLIOTECA UIS ‘aloe an eaunoin [CAPITULO IV: concapetén constructivist radi ‘Caracarzacion del eonstimo adel 95—Dais aves y spisterooni 100-—La praca do a vaiuacon 110 ‘CAPITULO V La eoncepotin postmoderista ‘Baws, vars y apistamotgia 1¥6—La practiced fa eva (n 110- Cites dal posimederiso, 28. TERCERA PARTE: Evaluscién domocritica etberatva ‘CAPITULO Vi La coneepetén domocratica elberativa raluacn democratic deiterativa, 40. requsto dla Sin, 141--€l equa ago, 149.—Elequeto dei dalbe- ‘oie, 45 —Una ipo de perpectvss, 148-—Lbeaion ce \ademooraciadolvaratva on la toora pace, 151 ‘caPITULO Vi Una pres adecuada ‘Cussiones cuss, 157 ~Ofes eps, 180A gues co. ‘responce os nterese op oacrados?, 160.— Zest repose {eooslos meteandoepinspaie? 161 Se a excuse 2g (los ineroscos paninaaa?, 162 Hay dosequtorioe graves Sepoder, 128. grocedmenis para conelr os dsoqur ‘vos ce pode, 164. ,Come parteran as personas ena eve Ione? 108-—2Hasia que puro ee sutinen su paripan?, $05 iHarta qué puro es eamprometde su eracctn?, 167 — {Se produce una Geleranén relia”, 168-~canaderacen y ‘Seance dela dalbercen, 163-~-Ur emp pace, 17 ‘CONCLUSION El papa de la evaluscion en la sociedad. ‘Gemocacn dolerawva, 178-—Caractrsteas db ia eras hn 16" Carartoriteae debs evluacores, 188, BIBLOGANFIA - Inoice De AUTORES os INDICE DE MATERIAS ee (OTRAS OBRAS DE EDICIONES MORATA DE INTERES invetgacon sot 0 or at 109 06 160 195, 199 Para Georgia, 405 880 todo fo que hay?, y €en afectuoso recuerdo de Jean BIBLIOTECA UIs Sobre los autores Emst R. House es Catedratico de la School of Education de la Universidad de Colorado en Boulder. Anteriormente estuvo en el Center for Instructional Research and Curricu lum Evaluation (CIRCE), de la Universidad de Ilinois en Urbana-Champaign. Ha estado, come investigador visitante. fen la Universidad de Calitornia en Los Angeles, en a Harvard University y en la Universidad de New Mexico, asi como en Universidades de Inglaterra, Australia, Espafa, Suecia, Aus- tuia y Chile. Sus principales temas de Investigacion se cen tran en las reas de ovaluacién educativa y del andlisis de polticas y normas educativas. Entre sus libros, podemos Citar: The Politics of Educational Innovation (1974), Survival in the Classroam (con S. Lapin, 1978), Evaluating With Val: ity (1880; trad. cast: Evaluaci6n, ética y poder, Madrid, Morata, 3. ed., 2000), Jesse Jackson ant eh Politics of Cha- risma (1988), ‘Professional Evaluation: Social Impact and Poltcal Consquences (1993) y Schools for Sale (1998). Con W. MaouRa, reclbi6, en 1989, el Harald E. Lasswell Prize de ciancias polticas y, en 1990, rocibié ol Paul F Lazarstold ‘Award for Evaluation Theory, presentado por la American Evaluation Association. Ha ditigido, con R, Woo.orice, New © era or. RIRIIOTECA LIS va recs eiestgain soc Directions in Program Evalvation (1962-1985) y ejercido ‘como destacada columnista de Evaluation Practice (1984- 11989). Ha sido Senior Fellow durante el bienio 1899-2000 del Center tor Advanced Study in the Behavioral Sciences de Stanford Kenneth R. Howe es profesor de la Schoo! of Education de la Universidad de Colorado en Boulder, especializado en deontologia educativa y filosolfa de la educacion. Ha publica- do mas de 40 articulos y capitulos sobre diversos temas, que van desde e! debate entre lo cuantitativo y lo cualitatvo en la Investigacion educativa hasta la defensa flosofica de la edu: ccacién multicultural. Ha publicado dos libros: The Ethics of Special Education (con Ofelia MisawonTes) y Understanding Equal Educational Opportunity: Social Justice, Democracy and Schooling. Imparte cursos del Teacher Certification Pro- ‘gram y del Graduate Program in Educational Foundations, Policy and Practice en Boulder. 1 Ecos Mots SL 2 5 Prefacio En est tir, nuestra aspen es econiiariatoriade ¢ J la evaluacién con las cones al Uso on la flosotla contem- pordnea. Aunque los evaluadores se apropion con regulart- al Gad dels ideas de fos flbsofes, muchas mtulcones por face tantos dol flocofla de los utimos veino aos pormanacen intacas. Por e80, nosotros, un evaluador yun flesol, hemos Ga) moreno ox rea cara acl no ease a0 en trasladar conceptos de un campo a otto Los esos de dis curso de arnbos campos dren forma sical aunque hayamostratad de suavizar esas diferencias, aloe: ak ir pce experiencia “sacs” psa’ de un Erk dlscbrs0 a off. El dscuso flosdico sucle ser mas donso, ms du ys, més iante que ede la evauacon, Es el legado de Sccrares. Padimos de antemano excuses a que 188 podamas ofender con este ecto de andliis mas ages’ Vo. Ouiones estén acostumbrados a ler flosotia fo encon tran natura. Para levar a cabo esta trea, nos centrams on a odosa dliootomia dato-vaor, una cueston fundamental dela ovelua tion aun no resueta, Observamos mo so alonta esta uoston ona fsotia actualy aplcamos tals ideas a atoo- © ere Mr, “ Pri ‘a de la evaluacion, aftadionde nuestro propio analisis orig nal al tema. Con esto, na insinuamos que la filosofia tenga todas las respuestas, de ninguna manera. De hecho, a med- {da que hemos ido elaborando este libro los limites dela filo ‘sofia han ido quedando mas claros. Sin embargo, los fléso- fos han estudiado con sumo cuidado muchos problemas Tolevantes y la combinacién de ideas de amioos campos ha ‘dado como resultado unas perspectivas que no hubieran sur ‘sido de otro modo, Este libro se contra en la teoria de la evaluacién y no en la practica de la misma, aungue sefialamos las consecuen- cias que se derivan para la préctica. Creemos que la teoria se utliza para ustificare informar la practica, de manera que, @ largo plazo, a tooria marca las diferencias en la pracica. Por su parte, la practica puede informay la teoria, como ha hecho en muchas ocasiones del pasado. Sin embargo, una vez mas, nos interesa reconcliar la teorfa de la evaluacién Con la filosofia, lo que supone que éste no sea un libro rece: tario, Se trata, en cambio, de un lloro que desarrolla una too ria de la evaluacién de alcance medio, coherente con el pen: ‘samiento contemporéneo en fllosofia (si bien de una rama ‘oncreta), en especial con el pensamiento sobre la damocra- ia. Una teorfa de alcance medio ha de sefalar ciertos atri- butos que deben tener las evaluaciones, sin que tenga que ‘especiticar oémo llevarlas a cabo en casos concretos. Asi, ‘ste libro ofrece una perspectiva sobre la evaluacién, en vez de un modelo acerca de cémo efectuarla. Muchas personas que en la actualidad realizan evalua: ciones ya hacen muchas cosas de las que recomendamos or razones que poce tienen que ver con a fllosofia formal y mucho con su propia experiencia e intuicion. Nosotros vincu lamos a propésito nuestras conclusiones tedricas con las précticas vigentes, cuando podemos hacerlo, para acreditar a quienes han puesto en practica estas ideas con antelacion a nuestro andlisis y para demostrar que esos estudios pueden hacerse Prt . Aunque centremos nuestra atencién en la evaluacién, creemos que estas ideas también so pueden aplicar a la Investigacion educativa y social, pues les afectan cuestiones similares de valor. A menudo, fa evaluacién y la investigacién social se mezcian, pero pueden distinguirse una de otra. La cevaluacisn llega a conclusiones como “X es bueno’, mientras que las conclusiones de la investigacién social son do! tipo: "X causa Y" 0 "X es un caso de Y". Cuando puede demos- ttarse que Y merece ia pena, ambas son semejantes, ‘Tanto en la evaluacion como en lainvestigacion social, los investigadores se enfrentan a cuestiones de valor semojan tes y, a nuestro modo de ver, ninguna de ellas puede ser neu- tra con respecto a los valores. Més bien, los investigadoras de ambos campos pueden llegar a juicios de valor objativos e imparciales. No obstante, para poner ejemplos de la aplica- ci6n de nuestro andlisis a la investigacion educatva y social, tendriamos que haber elaborado un libro mas largo y comp. ceado, por lo que nos hemos ocupado Gnicamente de la eva- uacién, © bac Mona $ RIRLIOTECA THc Agradecimientos ‘Algunas de las ideas expuestas en ete libro han apare- cido antes en: Emest R. House (1997): "The Problem of Values in Evaluation’, Evaluation Journal of Australasia, Emest A. House y Kenneth R. Howe (1898): “Advocacy in Evaluation’, American Journal of Evaluation; Kenneth R. Howe (1995): "Democracy, Justice and Action Research: ‘Some Theoretical Developments", Educational Action Reso: arch; Kenneth R. Howe (1998): “The Interpretive Turn and the Now Debate in Education’, Educational Researcher. ‘Agradecemos de modo especial la ayuda de Ove Kans. son y los revisores del manuscrito —Robert E. StaKe, de la Universidad de Ilinois en Urbana-Champaign; Michael Mo- ras, de la Universidad de New Haven; Gary T. Henfv, de la Georgia State University, y Michael Quinn Parron, autor de Utitzation-Focused Evaluation— por sus inestimables conse- jos en las revisiones, que han sido exhaustivas. Gracias tam- bién a C. Deborah Laucion, por su paciencia y destreza ala hora de afrontar las dficultades estilsticas y conceptuales. © ears Mot 8. INTRODUCCION El problema de los valores: Los evaluadores se encuentran con muchos consejos de cardcter profesional que, a menudo, se oponen entre si, Vea- ‘mos algunos ejemplos: + Los evaluadores deben ser neutrales ante os valores. + Los evaluadores doben defender a determinads grupos, + Los evaluadores deben considerar igualmente dignos de atencién los puntos de vista de todos los intere- sados, Los evaluadores deben sopesar y equilbrar los puntos de vista de los interesados Los evaluadores deben admitir como legitimos los pun- tos de vista de todos los interesados. + Los evaluadores deben adoptar los puntos de vista de los patrocinadores del estudio. Los evaluadores deben entablar dislogo con los inter. sados, Los evaluadores deben guardar las distancias con los Interesados, Los evaluadores deben actuar Unicamente como facil: tadores. © ecm toa 2 2 BIBLIOTECA : + Los evaluadores deben extraer conclusiones de sus es- tudlos. + Los evaluadores no deben sacar conctusiones. + Los evaluadores daben extraer conclusiones parciales. + Los valores determinan la metodologia. + Los valores no tienen nada que ver con la metodologia, + Los valores son subjetivos. + Los valores son objetivos, Estas opiniones se derivan de distintas concepciones de la evaluacion, basadas en premisas diferentes. En realidad, algunas de las disputas més enconadas que se producen en tel campo de la evaluacién giran en torno a las llamadas cues- tiones de valor. Son cuestiones que provocan a los evaluado- res, aunque sean bastante complejas y se fundamenten en ruestras formas de pensar sobre ol murido. Creemos que la mayoria de estas creencias diferentes nacen de los des- acuerdos acerca de la naturaleza de los datos y los valores ‘en un plano fundamental. Un punto de vista considera que atos y valores son los extremos de una dicotomfa. Desde esta perspectiva, aunque los evaluadores puedan determinar justifcadamente los datos, no pueden hacerlo con los valo- ras. Los valores son escogidos sin mAs por las personas y no ‘estan suletos a una determinacién racional. Por eso, los eva luadores deben extraer conclusiones basadas en los valores do los interesadas los clientes, sin crticar esos valores, © doben calficar marcadamente las conclusiones de los estu- dios de manera que se correspondan con los valores de los clientes 0 los interesados. Una perspectiva contaria sostione que las personas no slo escogen sus valores, sino también sus propios dates: luna concepcién constructvista radical. Desde este punto de Vista, los dalos son como los valores en la medida en que constituyen una materia de eleccién individual, pues opta- ‘mos por creer unos datos y les olorgamos una determinada importancia en nuestro razonamiento, En clerto sentido, os © deone os 6 El potions dolos es ~ inves consmuyn ous mune, ou reunion De a Solos arlutore debun anu aunon oe ences cous nts Caran ce oars oer tls de Seta poronan Doste saosin ovate kc Toairortosy asvocce no Semrpanen ngonpaea eas 1&h Ls prdonascabendocrParsucuene aseasee: fw ala concep dlc far ecenns Gains ce eet ee moet ozs ea ou a ae afoina ae gy Braco, Guoranesste’ledternca hacementt ete dato y valor en otro plano. Sostenemos que las afirmaciones ==" carl amt meee eaaeaea aD anes secon Lascruncaden eur etn coe, pra: po sttmancs So hess ye les eters Ss: moslaay cro a rerio atmos cua co fecan amie omiaon c Ey nc renter uo crludores pueden tae conconos sips wale ruagerce yaar bubs gna os pocante dow Sechina pe Fox Reieret Esc tornado wr as oaes lepine ir seaice profesionales y abre el aoceso aura uncicn social mas fuer. Go) {Suet ovlnaion poe da néscucas a oelincan on ice pase tocasron Garon aera atone fice oy somaraen acto mann ol Se coca eas miccn sie nocestan ipo’ de ua srcepl desu uncon gos eet ‘statis con Gores De hoch seers qe ae feo atta ene cape dea evan daber tor una concep em do forma So vers so tric on i eeladads domecriica, surge es concepsonee scaring Nuon abo ote an nears oona vie rica prams fan ol poncamiontsSonseaaes Ne ein cite ops deade aa tae Se ae mmchos var ye Socraion una tog moot Siocon En ons tbr capone espa eben tho aubyce a 00a poston protaional cohen oe BIBLI © eer ert 8 Ey aes on ern @ineesondn soit pensamianto contempordneo sobre la democracia, y elabo- amos una concepcién de la posible contribucién de esas précticas a la democracia EI argumento de este libro La Primera Parte del libro se ocupa de la naturaleza de Jos valores y de las afirmaciones de valor. Desde hace mucho tiempo, la categoria de los juicios de valor es una ‘cuestién discutida y la disputa ha influido en la evaluacién, impidiendo de forma significativa o! desartolio del campo. Un legado del positivismo del siglo xx ha sido que fos datos y los. vvalores se consideraran como entes completamente distin tos, Los datos tienen que ver con el mundo realy los valores ‘con la valia 0 mérito que concedan los humanos a las situa- ciones concretas. Por eso, los valores son intrinsecamente subjetvas y fos ulcios de valor carecen de fundamento cog: nitivo. Esto significa que los evaluadores no pueden hacer jui- ios legitimos de valor. A esos juicios ha de llegarse por otros ‘madios, por ejemplo, dejando que el public de la evaluacion docida al respecto, En nuestro andlisis, los enuncladas relatives a hachos y a valores se producen en un continuo en el que se mezclan entre si {Capitulo Primero}. Aunque determinados datos y valores ocupen los extremos del continuo, muchos enunca: dos de ambos tipos se combinan en el centro del continue y poseen dimensiones de datos y de valores cuya completa diferenciacion es imposible. Esta particularidad se cumple en especial en los enunciados evaluativos y en los conceptos de la investigacién social que emplean a menudo los evaluado- res, El concepto de Cl es un buen elemplo: lene aspectos de dato y aspectos de valor. Desde nuestro punto de vista, los evaluadores pueden llegar conclusiones validas de evaluacion si siguen las raglas y procedimientos adecuades de su disciplina, Esto no © scone tot SL Sinica quo los evluadores deban omar dedisions por los responeabes plc ots cre, sine que lo aioe ee itatvos. aloe quo se haya legado sgucnds los proco ions aecdos, pueden in en tals deosanee, qe lambien Fabra de tener on cuenta oa uostonce aon 16. los halrges Gea evaluatn profesional (Capo I) Como exaien Sowen (190) fia de evhacion conse en ereoniar uns toro de evalsc, stale, Chos nits de actuactn para cad er, recope fa Imac flere resumtay ls tris en lcs once tes dso aca es paca porns es) Clo qe se haya some aresion, Por cupuests, eo ge! formal no reedge toda la comploidad el faonatnto ev iat, del mismo modo quo oe sgn no ocoge oa compli dl razonariento human (me co, 187 i proeso real de orluaegn os mes campy dopo de de muchas conetoracones soerilce Y corto Si come cea natuaoza del edad ques ste oval de. Elcontxto da evatacon eee para ta as poet Stiidades lias de as evelsconesy har aces Soluiones. Los evaluadores no tenn que condera oc io ear todos lo publcos polooles, aro 6 = relevantes para un tiempo y un lugar determinados y en ul ‘ontexto conereto. Aunque los evaluadores difieran en ‘modo de legar al acuerdo sobre jos criterios, quién particiogam fen el proceso de evaluacion y como se manejen los criterias de actuacién y la informacién, pueden aleanzar, sin embargo nos niveles razonables de acuerdo, utiizando los conceptos y herramientas do su discipina, Criticas de otros puntos de vista La Segunda Parte del libro critica tres destacados puntos {de vista. El primero es la “concepcién heredada' de os datos ylos valores (Capitulo Il). La concepci6n heredada ha dom- © dene SL atesay nado la evaluacién desde los afios sesenta. Quiza la expre- si6n mas clara de la concepcién heredada se encuentre en la obra de Donald Caupseut (1982). Aunque Caupsci. rochace la epistemologia positvista, defiende o! mantenimiento de la distincién entre dato y valor como forma de preservar la In vestigacién social sin sesgos. De modo semejante, SADISH, Cook y Leurrow (1995) distinguen entre la valoracion descrip. tiva y la prescriptiva y dicen que, en ditimo término, los juiclos de valor s6lo se aplican a quienes los sostienen La concepoién heredada impone ciertas limitaciones de valor sobre la evaluacién, pero esas limitaciones son mini= ‘mas. La concepoién heredada adopta, al menos, dos formas: la descriocién de los medios y la descripcion de los grupos interesados. La descripcién de los medios recoge algun obje- tivo, como et rendimiento académico o.la minimizacion de Costes, ¢ investiga los medios para alcanzar ese objotivo: ol ‘medio mejor para el fin determinado. La descripcién de los, {grupos interesados permite que se consideren los valores © Intereses de distintos grupos y sostione que todos son dighos. de igual consideracién. Se traduce en enunciados como: "X ‘85 bueno desde la perspectiva del grupo interesado Y" Desde nuestro punto de vista, estos enfoques son insufi- lentes. La descripcién de los medios no tiene en cuenta la partcipacién de otras partes alectadas y la descripcion de los grupos interesados no contempia el desequliprio de po- {er entre grupos ni la diferencia de fuerza moral que pueda vincularse con las reivindicaciones de los distintas grupos. Por eso, os “minimalistas de valor” se enfrentan con un dile- ma: © bien excluyen los valores de otros grupos 0 quiza pro. ‘duzcan una anarqula de valor cuando se admitan ios valores. El gro intorpretatvo de la evaluacién proporciona la justi- cacién para incluir las perspectivas de quienes estan dentro, ‘el sistema y las "voces" de quienes han sido marginados 0 ‘excluidos (Capitulo IV). Frente a la “perspectiva del especta- dor” aoerca del saber, en la que éste Se construye pieza a pie 2a, por acumulacion y observacion pasiva, los interpretacionis- © ine Mot. Elprotime dole airs a tas comparton una “concepcén constuctvisat. Segin oata Dorspoctva, ol sabor so corsuye acivamente mediante la Intracion yo citogo, lo quo sgriiea que tone unabase cuk tural eistiea y fava consigo unos valares morals y pottcns | los mas poderososo las venderan a mojor postr para sus propios fines, sesgando asi las evaluaciones a favor de inte- et! Fes prices, Tamper esate eats compre SQ dores que revisaran los resultados, eliminando las partes co J | Inralvacon ue roles gostarenodestacardo ls halcoos Ph Conia eas ave mejor srveran asus nes Eas son ues Ped condclones do uilzacion a las que fs evaluadores no ka eben enunc. Ue etios de evaluaion petenden ser epresentaco- promover io interes de unos sobre aos, como ome en la pubicidd o las elaciones pubis, cuyos benefcos son OQ para quienes pagan 0! servic. Los inereses do tocos los Ea Paricpantes ton fundamentalesy debon esa representa: (2) 9) Gos or intros de todas las partes relevates, como exigo iaautdntea demoorecia Sino etncuyentados ocinereses Tolovanes ol eeutado sera blo una dernoeraca simlada, des que algunos quedardn exces ‘Algae de les mas grandes amenazas que se cemen sobre la evalvaion sor los desequitoros de poder 0s desequibros son endemicos en la sovedad yes tcl vor cémmo pueden astomarydetrsionar una evaluacén, Los poderosos pueden comin la dscustn o pueden no esar © eines Mo. 1 alors ch ctaluacén eivesigaion oc representados quienes carezcan de poder. Para que pueda producirse una deliberacion adecuada, debe haber cierto equilibrio @ igualdad de poder. Los evaluadores deben disefiar evaluaciones en las que estén representados los intereses relevantes y haya cierto ‘equilbrio de poder entre ellos, lo que, a menudo, significa, ‘epresentar ls intereses de quienes pudieran quedar exclu- dos de la discusién porque, en su ausencia, es probable que ‘59 pasaran por alto sus intoreses, y, por supuesto, la delbe- racion debe basarse en la discusién sobre los méritos y no ‘sobre la categoria social de los participantes. La determinacién y la ponderacién de los intereses son ‘extremadamente complojas @ inseguras y, con frecuencia,

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