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homicidios
Aprend a reconocer la completa y primitiva dualidad del hombre; Me di cuenta de que, de las
dos naturalezas que luchaban en el campo de batalla de mi conciencia, aun cuando poda
decirse con razn que yo era cualquiera de las dos, ello se deba nicamente a que era
radicalmente ambas
Robert Louis Stevenson. Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde
Fue en 1886, cuando Stevenson saca a la luz el extrao caso del doctor Jekyll
y mster Hyde, que el trastorno de identidad disociativo logra captar por primera
vez la atencin y curiosidad de las masas populares. Este hecho constituye el
culmen de un especial inters y un febril seguimiento por parte de la poblacin
londinense hacia los tpicos conexos a una dualidad moral interna que
atormentaba e identificaba al hombre ya corrupto por los vicios de los ltimos
aos de la poca victoriana, y que an sera sorprendido por la irrupcin de Jack
el Destripador en aquel sangriento verano de 1888. Huelga decir que es en
semejante contexto que el crimen alcanz tambin un desarrollo exponencial lo
cual provoc la difusin mundial de las teoras positivistas encabezadas por
Enrico Ferri y Cesare Lombroso.
Retomando la historia ficticia del Dr. Jekyll, el cual padece esta disociacin,
presenta una personalidad secundaria violenta y que empieza a cometer
diversos asesinatos constituyndose en su alter ego llamado Mr. Hyde.
Asimismo, ya ha sido demostrado clnicamente que no existe ningn obstculo
para que una de estas personalidades secundarias asuma un rol completamente
delictivo y criminal. En estos casos, los pacientes sufren una amnesia de la
amnesia, pues solamente reconocen periodos de tiempo perdidos al
enfrentarse a la evidencia de que han hecho cosas que no recuerdan, distinto de
los amnsicos que son propiamente conscientes de haber perdido parte del
tiempo.
Aunque no estamos ante una persona psictica en el sentido de la nosologa
psiquitrica tradicional podemos asimilar el homicidio como un crimen psictico:
impredecible, que sorprende a quien rodea al autor, sin motivacin y sin finalidad
racional. En el momento de cometerse se produce tambin una falta de
resonancia emocional o indiferencia, aunque cuando el paciente va tomando
conciencia de sus hechos surge un estado emocional depresivo.