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Y cuando ores, no seas como los hipcritas; porque ellos aman el orar
en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos
de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

El hipcrita quiere ser visto por los dems cuando ora, y


busca recompensa humana.

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Mas t, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu
Padre que est en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensar en pblico.

Dios quiere que oremos en secreto, con toda sinceridad, y


esto traer recompensa de Dios en pblico.
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Y orando, no usis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan
que por su palabrera sern odos.

Dios no quiere que usemos vanas repeticiones, por cumplir.


Lo contrario de una oracin sincera.
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No os hagis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de
qu cosas tenis necesidad, antes que vosotros le pidis.

Dios sabe nuestras necesidades, pero l desea que lo


confesemos, porque en eso consiste la oracin en
comunicarnos con l.
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Vosotros, pues, oraris as: Padre nuestro que ests en los cielos,
santificado sea tu nombre.
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Venga tu reino. Hgase tu voluntad, como en el cielo, as tambin en la
tierra.
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El pan nuestro de cada da, dnoslo hoy.

Y perdnanos nuestras deudas, como tambin nosotros perdonamos a


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nuestros deudores.

Y no nos metas en tentacin, mas lbranos del mal; porque tuyo es el


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reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amn.


Porque si perdonis a los hombres sus ofensas, os perdonar tambin
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a vosotros vuestro Padre celestial;

mas si no perdonis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre


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os perdonar vuestras ofensas.

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