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El desarrollo del estado moderno Una introduccién sociolégica has de us dinatfashaban sostenido durante generaciones una def- icin cabalmente feudal de ss propia prerogatives yas como los “asalos habia legado a considera ss fudos como pare de au pt ‘monio, el mismo modo las dias pincpescashablan apendido a imagina os eto que gbermaban como arte de ls sues Ura obssin por el engrandecinient tential a avs Je mat monies, herencas, paricione,tweques, versiones de feudosy ad- uisicions decir ita a epi seno carsctrstia de ss dinasias ante muchos silos Peo esto no impidié que expuseran con la misma insitenia us reclamos an monopolo de lee derechos cra mene “eles Ia jucla super la acutacn de moneda l nom: Ireminto de cisosy abodes, la concesin de caras alas cadaes 9 la reyulacin de las cada ver mds importantes actividades econdmics eer lima, Pero dentro del marco de mi sgumencacin, eel tuo fermeno apunta mis als del feudalisme, hacia el siguiente te tino en esta tiologta de sites de gobiemo Venu FL Cann, Pine and Pome in Germany (Orford 1959p 26 yes, 6 Capitulo ut El Suindestaat El context socioeconémico en el que, en el capitulo anterion situ el surgimiento del sistema feudal de gobierno en el silo a, habia sufido shumeroics y profundos cambios en el siglo Xi. Ente ellos destacar, causa de su importancia tanto dentro come fuera del mareo politica, cl desarrollo de las ciadades. Como mencioné en el comin del ca pitulo anterior, sigo una costumbealemana al denominarelsstsma de gobierno que en el siglo Xi estaba dfundido en las rgiones en considera como Standestaar, que podria traducrse como "la orgo- niacin politica de los estados". Aunque su evolucién no se 250015 ou Ein conciencia era prensa pr la concen de fanquiis, ‘sunqu pin er foraleida pret. Probablemente fue sobre la base Ge intereescomunes e independiencemente de ls privilegis, que lor cudadanoe se vinulron onos soos en ex “ips de ama” (nts) sobre as que tao leroy ena fetes? Me gustaria poner de relieve la novedad conceptual. de esta evolu cn, en todas sus variates, cuando se lave contra el tclén de fondo del sistema feudal de gobiemo. Hemos visto que la relacisa feudal co nectaba tipicamente dos partes que, para comenzar, eran ponies, ¥ {que el feudo se otorgaba al vasallo no para hacerlo podetoso sino para ‘ermiilepreservaryejeoer su poder anteriormente adquirido, Ade més, la relacign sefior-vasallo era jerdequica, por més moderado que 2), Dhand sho mado. 7p. 35336. haa sido su “sesgo” por la presuncin de que las partes eran casi par es. Por sltimo, una vez que se habia sllado su vineulo mediante el hhomenaje ritual, y otorgado el feudo, ambas partes dela relacin feu- Gal esperaban cimplit, yen una medida aun mayor cumplieron, sus tespectivas obligaciones separadamente; cada una se mantenta firme en su poder, el cual podia Ser conwocada a eercer ocaionalmence en sombre de la ota En contrast, as ciudadesadquiieron poder y autonomia politica como formas seocadse, mantenigae constantemente en vigencia por Ia coaliciin voluntaria dela inclinaciones ~y reunin de los recur S0¢- de iquales que individualmence carecian de podex* Una ver més, una insituién bitbara ingpirs con frecuencia el acuerdo original y ‘regulé su ejeeveidns no se tats esta verde la Geoguchae, “sequito”, ‘como en el caso del feudalismo, sino de la Genosenschaf, “compat ‘smo, "“confrateridad”. En as zonas de lenguas romances la naturar lera del acuerdo y de sus productos colectvos se indica mejor con el téemino communis y ss derivado. Estos sefialan una conciencia com” parida de cits incereses que sobrepasan ls facultades de accién de fualguerindividuo y que eequiren por ello la asoeiacién voluntaria "= de recusos materiales y morales. Uno de eos interess era la pa, en nombre de la cual un arzobispo de Acles, en el siglo Xl, reconoeis ‘mediante una cara el derecho de los hombres de la ciudad a adminie- trarla por si mismos através de doce "esses" Ese conslado ace a patel retoeno dels buenos tempos de ats fo, el retbleimiena de Is soca Las glen, ls monasteries Y todos lor logaestantorcontagrador« Dil ellesy To einoe pubis as aguas la are: todo sed gobermado por etapa. La pat 4 Schelasgfiain de ne fneno (ns con elena a aces das Sales) ne Fey, Hove le ode ml Pat, 97D, 185 0 se jure por un perodo de cineventa afc, ca cinco toss los x teanjerosy reid leads juan espera? Significaiva como era, I proeza institucional de crear un pouns co lectivo mediante un acuerdo voluncario tena que ser respldada por el poder militar. Para hacer vale y defender las franqucis de que ds- frutaban, ls ciudadesdsponfan de dos recursos militares importantes: las murallas y owas forificaciones,y la milicia urbana. Aunque las primeras eran puramente defensivas, la dltima podia emplearse con propésios defensivosu ofensivos; ambas eran sostenidas por la cre tiene fortalea econsmica de las civdades Pero asi como el miembro tipo de una milicia urbana no era un soldado profesional, del mismo modo los ciudadanos tipieos no se consagraban primordial y constantemente a afanes politicos, ni de~ penadian de ellos para su posicién soctoecanémica genetal. Ances bien, lo que los reuna yasocaba 2 una divisin del trabajo més com- plejay dindmica que la conocida en el eampo eran los interses co- imerciales y producivos y fundamentalmente fue para construir un contexto de gobierno y un Ambito jurdico que hicieran pesibles y provechosos [a reaizacién del comercioy el ejercico de los ofcios ‘ue las cludadesprocuraron la autonomia politica y a autosufciencia militar. Esta es una novedad mas con respecto alos gobernantes tern torial yel elemento feudal, para quienes la conduccsn, el ejercicio de la autoridd v la prictica del gobierno constituian la vseacin ori- final, el punto cena desu identidad y desu modo de vid. Aun sus fuerts y exigent incereses econémicos te orientaban en principio a Ia consecucign de esa vocacién, e1 mancenimicnto de ese modo de vie da, y encontraban expresién en un modo de preduccién en que ¢l manda ylacoercién desempenaban un papel econsmico directo. * Coad en: Le Gl hao meds (Min, 1967), 8D ea a dad Mate, sic, Siglo, 1971, n rr Los ciadadanos, pots ado, engin el derecho de no goberat @ m- die mis que a sf mismos,y aun entonces sso en la medida de lo reque- ‘ido para la elaboraiény slvaguardia de un modo de vida que geaba ‘en tomo de interesesadguisitivas y productivos, no dela préctca de la conduceign y la experiencia dela guerra. No obsante, esta misma cexigencia planteaka un desafo que el sistema feudal de gobierno no podiaenfrentar. A lo largo de los sigs, el elemento feudal (y, de ms nera sobordinada, las comunidades aldeanas) habia desercllado un vasto y complejo cuerpo de normas juridics centradas en la tierra. Estas norms reglamentaban la tenencia de tetas, los grupos sociales sentados en ells y las maneras en que las exploraban.Dirigin la al- dea, la parroguiay el uso de bosques, pastures y temas comunes: se ceupatan de la corde y la censve, derechos seRorialesy derechos de los aldeanos. Pero a fo sumo ese cuerpo de normas poiaabarar la fe- ria y el mercado local como adjuntos ala economia sera ss pria- ciplos no podian dar origen a las normas ahora requeridas por la ‘ews economia bara en ls ciudedes, con ss pronunciada dvisién del eabajo, sus nuevas destresase istrumentos de produccign ys ‘nueva manera de suscribiry llevar a cabo las tansacciones y manejar los emprendimientos comerciales. Una preocupacién primordial ma nifertaa en ls primerae carta de cludades ~y en otros documentos consttucionales, ya ctorgados por el gobemante o auténomamente etaborados por aquélat fue la creaciém de un espacio jurdic distin- tivo, inmune” alas normas sustantivasy procesales caracteristicas el sistema feudal. Por ejemplo, se prohbié la resolucbn de dsputas legales mediance los duelosjudiciales; se ved6 a los wibunales que fancionaban fuera de la ciudad que reclamaran juidiccin sobre los habitantes de ésta; se proclams la inwiolabilidad de las viviendas dela ciudad: y, sobre todo, se ocorgs el estatus de hombres libres a todos los iudadanos, condicign que a menudo se extendié a quienes resdieran cn la ciudad durante una yun da (Stadt mache ri)® © Dhondt ep et pp B56, 2 ee Pero hay que sealar que los inereseseconsmicos distintvos de los grupos socioeconsmicie de as ciudades ponan a tas en un po sicién complejsy easicontraditoria con respecto al problema del go. bierno. Puesto que aunque las ciudades podian ser juridica y politicamente auténomar, lo eran dentro de un contexto gubsina ‘mental mas amplio que podfa modificase para darles cabida pero del «que no era posible prescindic; en rigor de verdad, no les interesaba impugnar y“quebrar” ese contexto mas amplio hasta el punto de con- verte en entidades poiticas autosostenidas y soberanas. En otras palabras, a rata “lisea” ala formacign de ciudadesestador no fu fa ‘Que recorrieron tipicamente lar cudades medievales occidentales (Las excepciones mis sigufcativas sn ls ocurdas en Italia.) [La prineipal rsdn de la existencia de esta comple scuaci fue aque la divisign dl crabajo soe la que he insistido como earactersti- ca dela economia interna dela ciudad presoponiay estaba inseripca ‘dentro de oera mas amplia entre la ciudad y el campo, en la cual este limo suministraba a la primera poblaci, alimento y materias pri mas, yasu ver absobia los productos dela ciudad. Por ota parte, un fence las cludades mismas se desarollé una dvisign del tabajr el trsfico fla no s6lo entre cada una de ella y los campos cicundan- ‘es, sino también hacia y desde otras iudadesy regione En estas extenss espacios sin embargo, eran necesarios marcos de gobiemo ms amplis que ls que las ciudades mismas podian desaro- lary operarauténomamente. En respuesta a esta necesidad, civdades aque eran individualmente poderosas se agruparon principalmente no anco para prescindie del marco més general de I autoridd feudal ya existente como para configuar sus estructrasypoliticas afin de ha cerlo més manejable para sus inteeses. El ejemplo que mds viene al ‘aso es el de fa “alianuajuramentada” suscripra por las eludades del pals de Flandes cuando el conde Carlos el Bueno fue assinado en 1127 sin deja herederos,y los barones mis poderosos por un lado, Tas ciudades més vias y pujances por el eto (Brujas, Gant, Ypres, Lie Tey unas pocas més) aeruaron para eslver Ia cuestin de a sucesién B vresablecer lor séminos de acuerdo com los cules gubemaria el nue- ‘0 conde. Dhondt coments En el fondo, a randnfndsmentl par la formacin dees lianas (Gano lade los Barone como lade as itd) ex eject influent cela elecciin del nuevo conde. sY por que debe ls barones y Ls ludadesprocutr tener vor en este suo! Evidentemente, del con: tiucionalado, ener una referencia terior explicit y ser duaisa, d ‘ermados de donde mchos tales fabian srido tanto pra el reno ‘como para sus habiantes, en partic por las madiiacones en a troneda por lt reauaaciones de inputs, af como por Is mala doiniraign y gobierno dels diners ue el Rey hala tecbdo ‘el pueblo de exo diners 8 menudo seta dado sums conse table a quienes nolo meecan. tos extas come ch lobo, ne Tabfn hecho eon el conejo del ean y tos, a com de ots tks qe en el pada aban info sobre el Rey. El obspo dijo ade feds que el publo ya no podta toler ales cosy Con este fr hae Tian deliberado en conjuntoy decide que los fancionatos abajo mencionsos [I deben ser despoindos a pepetidad de todos los et {04 reales. [1 Tem, el mismo obispo soles tambitn oe los foncio- Faris del reino de Francia foctan suspendidos y se nombraran ‘elomadores, ser designates po las es Estas ics elorao- tr deberin toner conocimiento de ro lo que decidan exigi de los fnceichor fncionacion!™ El éxito de esta iniiaiva constiuctona de los Estados Generales slo fue temporaio. Pero incluso documentos muy posterores de este ¥ ‘ots cuerpo, tanto de Francia como de otras partes, dan testimonio de a insstencia de los Sunde en su papel de podetesindependiences ‘Al mismo tempo, hay que subrayar que los Standey el gobernante ‘eunfan como las dos mitades de un nico sistema de gabiemo Juntos fgeneraban, por decitlo ast, un solo “campo de aurridad” arawesado por un proceso politico unitario que tenfa ss polos en ambos. Evilen- ements, para que fuera compatible con y conducente adicha unidad, cl dualsmo del Seindestaat tena que traslcise en dspesiivesinsticu- "Toma de M. Pac Les Sac pias ie mA kr 39 ysigenes. s conales mucho ms softicados y complejos que los caracteristicos dl sistema fedal. En esta medida, el dualsmo exponia y era moderado por otra caracterstica antes mencionada el alto grado de institucions- Tac del nuevo sistema, Mis adelante volveremas2est.* ‘Concenteémonos por el momento en la relacisn entre el dualism del Sunda (en el sencido de Gerke) y su otra caracteritica arriba sefalada, su tesitorialad, Los Estados tenfan una facultad de superv- ton en oposicisn al gobemente, como he dicho, en cuanto represen: ‘aban al tersitorio ante él; o bien lo teconocian y complementaban ‘especificamente en su condicin de gobernante testi, 0 bien le tecordaban el papel que le correspond Segin Carsten, esta dima fancin fue paricularmente siaiicaiva en el ascenso al poder de los Estados en Alemania. A fines dela Edad Media, los numerososgober nantes de lat regonesslemanas se embarcaron en politics dndstico patrimoniales que condujeron @ que sus tierasfueranvenilidas, divi das, hipotecadas oinvodidae, con ruinosos efectos para sus sbdics. En vice ceszaiosalemanes los Estados se reunieron por primera wer comensaron a actuar a fin de oponerse y modera dichas polit ‘as. Se ven a si mismar como encarmacign del “pueblo del terito- fio", y en este cardcter podian fortalecer considerablemente la pretensién ala autorided de una dlinasta contra otra. Adems, poian tsar este poder, y lo usiron, para firma Ia unidad de end tersitrio ‘omar parte en su gobierno. 1 Sore ee yoo ase del Sides como vn pt ene dessello el e so modern, vse dara de. Shi, "Sole per cet "Sato ede 5" eoN.BobuayN. Matec (comps), Dono plc Tut, 1976), e. Jet yuauentes¥ 10069 sguenss [Dacre de plies, Mexico, Siglo 8, 1984988, Vine P Scie Lino dell Als’ Pras eso es nla oun contenpoane Anal Fordson pe eso amma, 2 963) 9287 "OE. L Cate, hin od Ponsa Geman. pop. $25 ysis Pero el hecho de que en una diversilad de ciccunstancas Ios ta- dese presentaran, tanto en Alemania como en ots partes, como en carnacion o representacgn del "pueblo" ol “teritorio™o de ambos, {que en ese carcterconfrontarany cooperaran con el goberinte tno debe ocultar un significado diferente del “dualismo”. El Stndes- taat, como el sistema feudal antes que aly el sistema absolutista des pués, también era dualista en cl sentido mds amplio de exclir a la fran mayoria de la poblacién de cualquier posi de importancia politica. En la medida en que rclamaban y ejercian un derecho ex- Eluivo a conduce conjuntamente la empresa del gobierno, tanto ct fgbernanteteriorial como los Estados consciuian el mismo polo de texte dualismo ms ampli. La fagmentacién aparente de la sberania entre tna serie de sujetos individuals ycolectivos de gobierno-en el Standesaat, asa menudo tensastelaciones entre ls Estados y el prin ip; los diferentes paquetes de derechos y prvilegis,ineluids los Gel gobierno y aurogobiemo, que podian relamar los diferentes gr pos: todas estas cosas no deben cegatnos al hecho de que tod el iste- ma descansaba econdmica y politicamente sobre la espalda de una ‘mayoria oprima y sin vo. Los Estados “representaban los interes, del pueblo yeltersitorio so en la medida en que podian identiicar fos intereses como propios, como los de una minora privilegiads Loe meliores tae se vefan as mismos como sfueranelterricrio. No cobstante, cuando se reunfan en los Estados no se representaban sino sf mismos proclamaban einsistin en sus propios derechos Desde luego, debido aque sus meds de vida se basaban en dims Jntancia en las fatigas del populacho, los melorescommprobaron 3 me rus que era de su propio interés protestare interven en nombre del pueblo: protegero dela sncusionesy pillajes de senores enemistalos Entre side las depredaciones de tropas mercenarias acantonadas en el ‘amp, de los estagos de fa "peste, el hambre y la gvera de a cod cia de eclessticos ineserpalossy de a fijcié de impuesosextrnie 10s por los gobernanes, Adem, habia otos laos, morale, ene est ‘oaquella minora privlgiaday la parte del populacho queen cierto % ‘modo "incorporaba". Pero, politicamentehablando la gran mayorta dela poblaciin no spareca como constiuyenteo participante dels tema de gobiero, sino meramente como el abjeto de és. TEn exe azpeco, entonce, el “Suliemo”signfcaba que el populacho en su mayor parte ain ssencado en Tater en una diversidad de est ‘us sultemos,yencerrado dentro decelacionesexigentesyabarcatvas de dependenca con eespecto a a "mejre”- dependia de a actividad politica de esos “mejores” para salvaguardar sus interests. Y éstos pian ‘roclamarse y defender en ténninos verdaersinentepoliticor es de- ir diferentes de las insurecciones efimerss, los disturbs urbane, el bandono dels aldea,eceter- slo en la modi en que coineiieran ‘on ls de uno v oto dels Sind privilegiados, qu tataran entonces de afsmarls através del cuerpo consticuido correspondiente Los gros components Hemos examinado dos clementor del dualism distintvo del sistema del Suindevaa, a celaciones entre le Stande y el gobernante, y entre los gobemantesunidosy los goberads. Para dat ain major peso al término "dvalsma”, podria wefalare qe cada uno de los dos compor nents clave del sistema de los Estados, el elemento feudal y el ele- ‘gobernar “dualmente’: ejeretan a sutoridad dentro del estrecho dmbio de su propia autonomia (el go biemo Ia explotacisn del feudo “immune el gobierno interno de la ciudad "con cat), y también sobre una unidad terttoial ms am- pliaa través de los Estos proceso politico en el Suindesaat graba en gran media en tomo de uestones sobre las cuales ls elementos feudal yutbano esaban en desacuerd, y en los que cada uno de ellos estaba embarcado con el ‘otro y on el gobernante en una lucha de poder vial y ergata. En ‘ta seceidn analaaré esta lucha exclusvamente mediante la earacter- sacién de sus principales actores,Comencemos con el gobernante 86 Al volver a la nocidn de Gierke sobre el dulismo del Susan, Aeberiamos setae que las dos partes, Stade y gobernante, no estaban en el mismo plano. Como en la relacisn feudal, habia entre Ls partes del “pact de gabieno” sundch sufciene proximslad para hacer gue xe fuera moralmente oblgatorio y mutusmente honroxa, Peto ta bign como en a relacin fel, habia entre ello una ssimetla que fi vorecia al gobemante, Adem, en este contexta la superioridad de (ce no era de naturales feudal, la de un seioe principal owerano,s ‘no ditintivamente pabica,tertrialy real. Desde luego, en la post cidn del gobernance persistian legados conspicuos dal feudalismo. ‘ipicamente, ain era el sagnew de grandes dominies, sobre lo cles se basaba en la mayor medida posible para sostenee sca y finance ss politica. Y, como hemos visto en el caso de las tiewasalemanas, algunas dinastias reinantes todavia asociaban una sigificacién exten: samence patimonial 2 rodos ls eritorios que gobernaban, y n0 slo 1 ss dominios sefioriales. En ineasgenerales sin embargo, el gobor= rnante actus cada ver mis los Seine as lo eonsideraron, como cl poseedor del etlo no feudal y public de rey, principe 0 duque. Co- ‘mo tl estaba por encima de los Exados, aunque &tos eran ss aoc dos en el gobierno. "El principe era gobernante anes del pacto sine pacto.# Los individueso cuerpo poderosos aun podian relacionatse con él en teminos feadales pero los Sunde por fuerza se drigian a en términcs que lo reconocian como soberano, como la encarnacién, de una majesad y un derecho mas elevidos y exgentes. Lot Estados ‘ofrecan corprativamente al obernante as considerado tanto su 5 paldo como su resistencia ‘Como exe iltimo fenémeno la resistencia de los Extador- se des- taca con frecuencia en los andlss de su papel, deberia quedar ela, en primer lugar, qe la resistencia en cuestisn era lgitima (implica: Nat opt 102. pe a ses dees esones, se Caen oc. & a be, como fo scfilé antes, Ia “isistencta [de ls Exados} en sus dere- chs") y, segundo, que may a menudo los Estados surgieron debido @ la iniciativa del mismo gobernante en buiea de apoyo financiera, Pueséo que cuando los ingress de sus dominios efile resulaban insuficienes para cumplir sus compromizosy financae sus empress en especial las militares-, se digi los elementos feudales y las ‘udadesy los urea para que se constiuyeran en asambleas de los Et tados afin de que, con su consentimiento, pudira tener acceso a re- ‘cursor econsmicos a los que de otra forma no tendria derecho legiimo. Los Estados, desde luego, negociaban su consentimiento 2 cambio del derecho a dirigt Int mismas operaciones fisalesconcomi- tantes. A veces, coma en el e350 del Franco Condado, incluso recla- ‘aban el contzl sobre el gasto del producidoresultane. Pero ée era, para el gobermante un precio a pagar necesaro yno exorbitante; des 6s de todo, los Suande manejaban sus instrumentos administatives sin ningin costo para él. Esta conexiéin ent las necesidades del gobernantey el acento de los Estados se prueba a veces a conrario con la “extincin” de éstos, tras el-advenimiento del gobierno absoltista. Ea Prusia en especial, cl gato clave en la marcha del gobernance hacia el absolutism fue la reac (con el consentimiento inical de ls Estados) de un nuevo Impuesto, la excise, tara urbana a los bens de consumo; lx adminis- tracign de este ributo se coloeé no en manes de los Estados sino de tun aparato bajo el control pertonal del gobernante, y los ingress re- sultantes se destinaron prineipalmente al establecimiento y manuten- ‘ign de su e)éeito permanente. Tras haber pasado por alto a los Eszadoe tanto en la apropiacin de un fsjo fiscal como en su destino para un uso militar, el gobernante esta cada vez mis en condiciones e prescindir de su spoyoe ignore s resistencia fae ev rio seta de ua manera estan en PSeie,“Lin rode dele‘Aks Pani ae 88 ‘Tal ver valga la pena explicitar en este momento queen el planteo previo “el gobernante” no puede consderarse de manera reals ex Clusivamente com la pesona fisica del jefe supremo de una dinastis ‘inane. Pues que en el entomo inmnediato del gobemante as en- tendido, compartiendo completamente sus inteeses y buscando ls afrmacién de és, se encontrata no slo su familia extensa sino tam Dign una ampliacaca de conocidosy dependientes que no eran paren tes suyos pero que a veces se transformaban en sus (ntimos aliados, confables y muy bien retribuidos. Progresivament, esta casa pass & ser el centto de un nuevo cuerpo adn mis grande de personal politico ‘administativo, cuyos miembros, aunque de posicién elevada y gene- Tosamence recompensados, mantenian todos una relacién de mayor tivos patrimoniales, « menudo formalizados.en tézminos feudals. Eran los sevidores del gobemante en la area de gobernar: us envia- dos en el extraneo, las eaberas de sus unidades adminisraivasemer- genres, los miembros de su consejos mds ncimes, sus defensores ante Ts Stands, los jueces en sus tribunals y los conductores de ss ec 21 componente ainsi patina brett del Std eds ado en 0. ronner, Feudalism The History ofa Cancep' en F Cheyete (Coe. Ladi and Commanty a Mel Bus ft rp 3133 ® tos. Con su ayuda, el gohernante pod levar a cabo la mis dins- smica caracteritica del naciente evtado modemo: la conquista de la Soberania tanto externamente (frente al emperador, el papa u oor gobernantes con pretensiones a su tetitorio) como ineeenamente {frente alos magnates feudales cada ver mas, os Stade) ‘Sines volvemos hacia el elemento feudal, observamos claramente tuna divsin dentro de las multiples facultades de gobierno que eer a. Por un lado, en el nivel lea! los feudataroe individuals sigue: fon ejerciendo la mayorta de sus podere jursdccionalestadicionales sobre la poblaién rua. Pero eros podeses eran valorados cada vet ‘mds por la contibucin que hacia al bienestareconémico de los li- rajetfeudales individuals, al mancenimiento de sa postion social clevada; en suma, a los interess "privados” de extor rentiaeas nobles Prot lado, en un aivel me alko, ranslocl, Is participacién en lot ‘euerpos strc se habia convertido en el modo principal de activi: ad politica para el elemento feudal, ast como lo ea para oo prupot ‘rivilepiados. Aqut os feudatariosactuaban como ua entidad compo: ‘ativa,confsiendo derechos a indviduos (0, mej, iajes) en su cx ricter de miembros de tals cuerps, no como partculers poderosor por sf solos. En este sentido, podemos decir que el elemento fecal haba sprendido la leccin de laeciudades en el ejrcicio orporativo Gel poder politico. Los feudararis ms ambicions, sin embargo, te- ‘lan otro camino hacia el poder (y 2 menudo hacia la rquera) po- dan entrar al ctculo de consejeros y compaferosincimos que la mayoria de los gobernantesconstrufan en tomo de sf mismos, ya cu ‘yos miembros seleccionaban a menudo entre los magnates feudales. “También en el caso de las cides podemos ver una dvisin ene los nivelesloealy ranslocal de acivida politic. Si bien en principio «en ninguno de ells se conferian fecltaes de gobiemo ale individos camo tales (a menas que inclayamos entre es facultades ls de natura: leza patiareal jeeidas por los jefes de fala sobre los hogaresurbar fos) y aunque incluso loealmente lo ndividus ejerian el gobiemo coma poscedores de cargos colecivs, algunos de és fueron monopo- %0 lzados desde l comisnso por fuersssuhgrupos eorporativs (ficios ‘omercio econémicamente dominantes), y otros emperaban scr ab sorbdos por ls patrimonis de injesurtanos acaudalados. Silas tendencies “oligiquicas”y “plutoerdtcas” pueden deecrase en el nie ‘el taulocal con referencia la cuesion de quien deb representa a las chdades elas sambleas de los Estados. Dentro de ls cidade ine dlividualmente consideradas, ests tendencias se Vietonintereumpidas ‘de ver en cuando por vueleos hacia gobieros de amplia base popula. Es digno de sefalarse que Ine constituciones poltieasurbanas pro- porcionaron un émbito para la experamentacign eon sucves disrosit- ‘or police, administativos yleales que progesivamence penetaron tee contexto més general del gobiemo. En particular, el amano exe ‘lente de las chads y el hecho de que gruporociales dstinivamente Urbanos se entregran primordialmente a empress econSmicas, como To mencioné antes, condujeron ala formacién de euerpos epreentati- vor elector que “gobemaron” con frecuencia mediante a promulyacién de esatutes, una innovacin trascendental. Complementarios de estos cuerpo, yformalmence dependientes de ellos, legaron a etablecerse roles politicos espeticos con competenciasdfeenciadasy exigencias paras desempeto, ls concbis como separados de la persona de 5s ‘cupantes desgnades 0 electos, a quienes se encargaba la ateneién ‘constant de le ssuntos politics. Ademds, fue e el nivel de la pol ‘ca urbana donde se presenaron en gran nimeo personas secular ins- teuidasy abogados de formacidn universitaria para servir como un ‘nuevo tipo de peronal politico adminiserativo * 2 Vee, por empl, L Martins Loe od Suc n Reni Fleet (Pinceton 98D), aurea co apo dada queen pod a ‘onion ag lcenea fr na iad etd, Advdrase in eb, se trucos de be irene ols dmanattivs concede a ore ‘ones polices bones oem deers por pian ve ory ts ly, fer y pa or anyon elec y epecainentemnisico Vn Schmit Pepa ed Recon March, 193) p37 1 Ya he destacado que en el Stindestat la gran mayeria de la poblar cn aparesia puramence coino objeto del gobierno. No obstante, ha cia el final del perfodo feudal las poblaciones rurales habéan ‘experimentado en diver hares con los medios de generar solidari- ‘dade politicamente fectivas entre iguales sin poder. Las poblaciones turbanas, coma lo hemos vst, dieroa mas adelance un buen uso, un to “agresiva” asus resultados; pero en el campo sus metas habiansi- do mayormente defensvas la iniciatvayeliderago proventan eben- cialmente del cleroy las principales consecuencias fueron "liga temporatias concebidas para protege Ia par rural conta su fuptura por los baronesfeudales. Aunque estos experimentesrurales fueron {un componente importante en la transicdn del sistema feudal al ss- tema stindich de gobierno una ver esablecido este hime la signi feacGn politica de ealesiniciativas ene la poblacign rural pasé a ser ‘marginal. En el nivel loal exstian ain comunidades rurales que re- tuarefectivamente antes de que éstas fueran derogadas. Observemos «bio sacedi esto, comencando con el elemento urbang. Como lo sedal€ antes, los inereses que haban levado alos grupos urbanos a buscar la autonomia politica y partcipar en los euerpos ‘constituossunach no habian sido especticamente politicos, expre- ‘sn de una vocacicn inherente de gobiemo, sino mis bien comer Tes y productivo, en procura de una gaanciapoliica. La intencion predominant de los esfuerzs politicos originales de las ciadades ha ‘bia tendo dos aspects: por un lado, obtener un reconocimient for- smal de su artculacién interna en grupos privilegiados ycorporativos; Y por el otro, construc con el gobernantey el elemento feudal, me- liane los Estados, marcos més amplios para la puesta en vigor de. la Tey ye mantenimiento del orden condcentes ala seguridad y el peo yea de sus empresas comerciales. "Ambos abciveshabian sido aleanzados, Pero el gobemantetersto- rial habia desempeiado un papel cada ver ms preponderanteen segue tar el sundo aspecto a waves del uso de un aparto fecal, itr y administraivo exclusvamente dependiente de él (aunque & menudo otado con personal de exaccién burguesa). No obstante, los grupos turbonos dominantes se sntieron saisfechos con este hecho. A deci verdad, consieraban que lo mejor era conta con lterioncs wlio nes claboraciones dela fculades qubemativas del soberano com respuesta a las perturbaciones residuals de la “ley ye erden” que aho- 1, debido a que se habla negado al elemento feudal él derecho a em [arcane en diaputas guerasprivadas, se orginaban en tres desafos 2 la soberania del gobemance, en la forma dela dsideneiareligiosa y los ‘conflicts interertatles. En lo que se referia a diches grupos, el gob. rant podia segura la construccién y el mantenimiento de marcos ca- dda ver mde grands, unformes yabarcadores de todo el trritrio pa a regulacion ¥ el sostén de las actividades econdmicas urbanas de unt manera que ningin otto cverpo ~ni siquers los orgaismas stich, ‘on sus bases preponderantementeregionles- podiaemular. También ‘eade el punt de vita de sitema emergente de derecho internacional ‘tabs el gobemance en una posicin nica para protegery promover el inwerésereciente de ls grupos mas acaudalados de las ciades en ‘expan de los mereados extanjetos, la exploracs de las recursos paer, de hecho no se planteaban tanto coure el sitema absolut como drigidas a queen su dkima fase ho los mayores esfueros por dates cabida, sar demandae podian ser ampliamence satisfechas al ‘mismo tempo que e mantena toda fa sociedad ev incluida su cla- fe econdmicamente en acenso, como un “objeto tneo para see go- ‘bemado” (como lo expresemos ants). En una fecha tan tarda como, fin del siglo x; el caso de Alemania muestra que una burguesiapo- dia extaer la mayoria de los benefiios de la industrialbacion capita lista sin reclamar agresivament ss propios derechos de nacimiento. Es necesario que evaluemor factoresadicionales para explicar por {qué Ia mayora de las burguesiasnacionales s plantearon un franco ddesafla aru respectivos ancens régines. Ea mi opinién, dichas bur ‘gusiat fueron potcamente radicalizadasy “dinamizadas" por algu- ‘ot de sus miembros que no pertenecfan a los grupos empresariales ‘Que hasta ahora hemos considerado (aungue a veces se superponian on ellos) Estos components estaban consagradosparticularmente a brsquedasinelecruales,literarias y artsticas, y hablan desarollado tuna identidad social detingva, la de un pblico, 0 mds bien, a peinci- Pio, lade una diversided de “psblicos> Habion realizado sus actvi> ‘bades de manera creciente en dmbitory medios caractersticos (desde sociedades cietifie, salones liceraros, lgios mavnicas™y cafls 2A pried gue apo bunt: Habemsy, Sudan er fete (edie, Newey 1971) [aan yon opin pi, Me 6, Eanes ©. Gly 586. SR Keleck, Kk ed ie. En ego Pash gn We F- tare, 95, patumte manador sob el ppl cup pot a anes ‘einer gee cleo senda es yer ana ist eV pen 4 \ | | | | hasta editorials y la prensa data y periédica) que eran pablicos en el sentido de ser accesibes a todos les interesados,o al menos a aquellos {que potefan las calificaciones adecuadas y objetivamente comproba- bles, como inrrucein,competencia técnica, informacién pertinent, clocuencia peeuariva,imoginacicn ceativa ycapacidad para el jucio ‘ritico. Por ota part, se permita que codes los partcipantes contri- Duyeran al proceso abierto y relativamente imestricto de diseusién, que pretendia produce una “opinign publica” ampliamentesostenida Yerticamenteertablecida sobve cualquier cma dado ?= En una etapa temprona del desarollo de ales publicos, sus tépicos ‘habian sido sobre tod cientficns, iteraviosy ilasico; ws plantea- ‘mientos se habla limitado a reas como ln evolucion del goto, In Conquista y dfusion del conocimiento sabre fenémence naturales y los tefinamienos de la sensibilidad moral tanto en los participantes directs como, a través de ellos, en un public insruido més ampli. ‘Cuando no se vieron obstaculizados por la censuray la repress, sin ‘embargo, los temas cambiaron progresivamente hasta transformarce ‘en cuestones caractevsticamente politics las virtudesy los veiosc- ‘ico tpicos de “la nace los caminosy los medios pra promover su ienesta, la mejra de la lepslacin las rlaciones enti la iglesia Yel entado a conduecign de los asuntos extanjeros. ‘De esta manera, ciertos grupos sociales ~predominantemente but- ueses, aunque a veces mesclados con elemencos de la nobler y cl lero balo~ se presentaron gradualmente como na audienciacalfica- da para eritiear el propio funcionamiento del estado, Procuraban, por decitlo at, complementar la “esfera publica” construda desde aba con un “dmbito publico”formado por miembros individuals de fa so ‘iedad civil que tascendian sus interesesprivados, elaboraban una 22 Can epi en gu, pieusmene ea Fanci “aurea lic aris tne on papel olin gue desempear nse O- Daal Eu c Panels vases (Pa 968) pp. 291 yee as. i “opinisn pablica” sobre azuntos de estado y la aplicaban alas activ ades de les crganos estas “Ahora bien, cualquier intento de institucionalisa le ertieay la contoversia, de asignar 2 aba un papel en la conduccién de las ‘2eciones dl estado, planteaba al sistema absolutta un desfio mis di recto ue a exgencia de “clase” de que debia esperar la capaci de sutoregulacién del mercado. Un "publica ronan” podia conduct la sociedad civil ala rupeara con la pose pasva y somerida en la ‘ual procuraba confnarlael poder oficial El pblico rzonante no slo Se atevia a abricel debate eobre custiones que sok podees siempre hhablan watado como arcana imperi sino que amenaraba extenderlo a leculos sociales cada ve més amplios afin de aumentar sa apoyo. ‘Mas amenazador que esos deafios en gran media potenciales, sin ‘embargo, era el ataque burgués conta la nocisn de prvilegio, de de- rechosadkcriptosy particularesasociados a decerminadosrangos. Esto solpeaba directamente Is politica absolusta de compensar alos estar dos tradicionales por sus pérdidaepoliticat con el mantenimenco de su ventajas de estat y el spuntalamiento de su poscién econdmica El compromiso de grandes secores de la opinién burguesa con la ils- ‘racién secular ~con sy racionalismo agrsivo, su antitradicionalismo ‘yu Enfss en la emancipacin~ amenazaba Ia “linsa del tono el alae tipica de muchos estados absolutisas. Los formadores de opi- ri que sgerfan que los interesesraconaes™ yel bienestarpblico debian guia las poliueas exteriorese internas eran un estorbo para Alo anode! tr, dienes po pcs tn concept "a i ncorenble cones i on ee esta’ Un age en Nord aaa eo ann de ets do ony 6 proces hice oncomiaren, b o reninds recente por Cl ens ined 3 STi Comp), The Frmanin of Nona! San m Wee Esope (Pinces, Ni 1978) Pas na deca inca ube rca” ye “acon” wise Lente, Netra (Rebel, 1968), en especial ol sec 2 6 rmonarcatrsidualmenteatados a interes dindsticos y ain rodeados por la absurdamentedispendiosa pompa de sus covtes. "Por oto lado, algunos aspectos del dessrollo dela “opinisn publi ‘ca sabre atuntos piblicce” eran compatibles con las poiticasabsoly- tists y constituian respalds ideoldgicos a ells. La existencia misma fensa dels fronteras nacional la moderaién o represién de con Acto, epectos del gobierno que a lo largo de los sigls se habian incorporado al aparato del estado. Habia que lograr que ese aparsto fuera surcepible de control por el dbo publice instiucionalizado, y no desmantelala, debilitals 0 perjudicaro seiamente en su apical para cjercer la autoridad sob la socedad. Por las mismasrozonesy fa burguesa al exponery realizar su programa politico, rena que reve nse conta las potencisles implicaciones democritico populists Je ideas tales como la saberanéa popula la igualdad de eivdadania,

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