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TiEnotogia Hvetva Andalucia knta de Andalucl. Consjera de Cultura 391860358) CCoorenacién dela accion Satieo de irvestigacion y Okun de PA Primera Ealiin: 1.00 seenpnes Fate: nto de Andaiuci. Conssjora de Cute Empresa Pusice de Gerton de Pogrames Cunuales (© dol pimore ecicién: RG Junta de Andlucia, Consoera de Cute. 1099 (© de os tertos: odio Hemander Lon, Angeles Castro Machol Vitoria ‘Quintero Moron, Rafoa! cere Fen sen at a266-1280 Depoio wwgur S€, 2.9199 Maquetocin, Fotomeccnica e imresn: J. de Hoo Aes Giéoas SL Maken del rate» Sevila NOLOGIA MONOGRAFIAS Fiesta y Frontera ‘Transformaciones de las expresiones simbdlicas en la franja fronteriza de Huelva. Elodia Herrndez Leén Angeles Costanio Madrofial Victoria Quntero Morén Rafoel Céceres Feria oN coments ar cots 74 FESIAY FRONTERA decadencia. Este es el caso dela fiesta de San Sebastian en El Almendro, que ha recuperado la importancia que tenia en el pasado y ocupa un puesto importante en el ciclo festive, lo que se debe a un proceso de diferenciacién entre esta poblacién y Villanueva de los Castilejos con la que tiene una gran competitividad. 1L3.- ECOLOGIA SIMBOLICA: PRODUCCION ¥ REPRODUCCION DEL TERRITORIO A TRAVES, DE LAS ACCIONES SIMBOLICAS. A través de las acciones simbdlicas y manifestaciones festivo-ceremoniales onen en evidencia una serie de aspectos como son: los movimientos de poblacién en momentos claves, ia interaccion que se establece en momen- tos festivos entre la pablacién autéctona y Ia visitante, la importancia simbé- lica de! territorio en muchas de estas manifestaciones, el orden jerarquico entre poblaciones vecinas, las relaciones que se establecen entre ellas on tiempo de festa, etc. Estos aspectos permiten trazar una serie de Greas de influencia en lo que a acciones simbélicas se refiere, que manifiestan no solo las relaciones que se mantienen en la actualidad, sino el peso que Ia trayec- toria histérica de estas poblaciones y la tradicional articulacién econdmica, fienen atin hoy en el ambito de Ia ecologia simbélica de la zona. Uno de los elementos centiales de cualquier fiesta es Ia participacién de la oblacién, Tanto es asi que se considera una fiesia "mds importante" o "mejor" ‘cuanta mayor sea |a afluencia de publico, Este hecho ratifica a sus protago- nistas su supremacia sobre otros y sirve de argumento para reiterar o reivind- car su posicién en el contexto comarcal, amén de reafirmar la pertenencia a una comunidad (teproduccién de la identidad local). Las fiestas, como contextos de sociabilidad por excelencia. permiten ja cte- acién 9 intensificacion de relaciones no solo de amistad y parentesco, sino también, y no de forma secundaria, econémicas y politicas. Ademas, coro entomos lidicos 0 "espacios de diversién* admiten o atraen la presencia de gentes que acuden tan sélo por este motivo: participar en el jolgorio o con- tempiario. No diferenciaremos pues, aquellos participantes que comparten un mismo contexio simb6lico™ 0 que estén integrados en una serie de rela- ciones de los que acuden de forma ocasional 0 como meros espectadores. Los movimientos de poblacién en momentos festives son una de las claves Para la construccién de reas de influencia simbélica. Estas Greas, no tienen Porqué cortarse alii donde aparecen fronteras politicas, administrativas © Qutonémicas, sino que actiian ademds o por encima de ellas. De hecho, ala hora de delimitar estas Greas, encontramos que se incluyen en ellas los pue- blos fronterizos portugueses de Alcoutim, Vila Verde de Ficalho y Barrancos. La ** Para una explicacién y andisis de los contextos smbéicos compartids 0 mixtos y las fesis suprocomunaes vease @! Capitulo V. TRANSFORMACIONES DEL CICLO FEST V 1A ACTUAL ESTRUCTURACION SNBOUCADEL AREA eabiidad de Ia frontera anterior al proceso de modemizacién de las -adas 50-70, faciltaba Ia interaccién entre las poblaciones cofronterizas, hi que en la actualidad algunas fiestas de estas poblaciones se encuen- relacionadas con el ciclo festive de nuestra drea de estudio, sobre todo vo que a participacién se refiere. Asi, encontramos que la feria de Nuesta "a de la Concepcién que se celebra en agosto en Ia localicad de :08, forma parte del ciclo festivo no sdlo de las poblaciones aientejanas -anas como Amareleja 0 Sto. Aleixo, sino que registra un gran numero de icipantes de este lado de la raya que acuden desde las poblaciones mefias de Olva de Ia Frontera e Higuera la Real, o de Encinasola, bres de San Bartolomé o La Nava (en la Sietra de Huelva). Asimismo. la fa de San Isidro de Rosal de la Frontera se abre a la participacién de ta Barbara de Casa y Paymogo en la comarca del Andévalo, de Aroche la comarca de Ia Sierra y las poblaciones portuguesas de Vila Verde de iho 0 Aldeanova de San Bento. También la feria que anuaimente se cele- @1 8 de septiembre en Alcoutim acoge casi tantos vsitantes de los pueblos 108 del Algarve como de Saniticar de Guadiana, Ei Granado, San Siivestre Guzmén 0 Villanueva de los Casfilejos. acciones simbélicas, en tanto que elementos de produccién y reproduc- del territorlo, estén igadas a ottos factores sociales. En las relaciones inter- Sonterizas encontramos un claro exponente de esta afirmacién. Los datos evi- ‘gencian que en un pasado reciente el movimiento de poblacién de un lado otro de la frontera on los momentos festivos era mucho mais intenso. En ello nfuye indudablemente a situacién politica concreta de Ia frontera y sus per ‘eds de mayor 0 menor "apertura, pero no es este el factor explicativo esen- ‘Sal. Las oleadas rrigratorias de 10s afios 20, 30 y 40 dieron paso al estableci- miento numeroso de portugueses en esta orila y con ello a una serie de rela- clones de parentesco y amistad entre las poblaciones vecinas. Estos laz0s se perpettian y ratifican en las visitas que se hacen unos y otros. Momentos de encuento que no estaban exentos de una cierta excepcionaiidad y ritual: las estas. El "tiempo festivo". que imbricado con el ciclo agricola” suponia una ds- ‘ponibilidad econémica y paro en las faenas, permitia también una ruptura en Jes Orclenes cotidianos: se alteran los horarrios, se hace sitio en casa alos parien- tes y amigos y se dispone de vituallas para los posibles huéspedes. Ser aniition '@s un valor a tener en cuenta entre los protagonistas activos en las fiestas ‘ondaluzas y como tal, no se limita al vecino portugués sino que es extensible a todas las poblaciones del entoino con las que se mantienen relaciones. * En los archives municipales de las poblaciones, se hen encontrado datos suficientes sobre la ‘existencia de las ferias de ganado desde e! sigio XIX que aicanzan maxima importancie en los 710s 20-30 de! presente siglo. Era una de fas fiestas més signifcativas de las paDIaciones, Por la “mportancia que en el mundo rural suponia e! paro festivo tras el petiodo de cosechas, cuan- do se disponia de dinero para ia diversion. y para la adquisiciGn. inversén o intercambio de gonads y tiles de labranza. Las més importantes eran la: de Puebla de Guzén én e| Andfévalo, y Aroche en lo sera, aunque casi todas las poblaciones fenian sus propias ferias. También tenemos datos de Ia importancia de Ia feria de ganado de Ayamonte, que efercio una gran capaciciad ae atiaccion sobre gran parte del Andévale y poblaciones de! Algarve portugues. 75 ol 76 FESTA VFRONTERA Pero situémnonos en un contexto mas concreto, por ejemplo: una fetia de verano de los afios cincuenta en Paymogo. Como en tantos otros pueblos fronterizos e! goteo de emigrantes de un lado a otto es cas ininterrumpido. En ‘esos momentos la localidad de Paymogo es puesto de aduanos, las "pasa- das* del Chanza son vadeables mas de diez meses al afio y hay toda una serie de veredas que conducen de un lado a otto de la frontera. A pesar de la fuerte custodia ejercida por io Guardia Civil, el contrabando es una de las actividades econémicas mas importantes de esta poblacién y la actividad comercial era por tanto incesante. Los carteles de fiesta de esta época la ‘jonuncian come feria de ganado, y en Ia plaza, mientras que los vecinos se intercambian y negocian sus reses, se instaian "barracas" hechas de eucalip- tos y protegidas con mantas en las que portugueses y paymoguaros comer- cian con café, tabaces, tejidos, etc. De los pueblos de alrededor. a un Iado Y otfo de Ia raya, venia el pUblico atraido por este comercio, las tiendas del puebio (diez y siete para apenas 1500 habitantes) no cerrabon en las 24 horas. Ademés del baile municipal "...) los portugueses tenian su propio baile. se Juntaban en el bar de Bartolomé, ei de la esquina, alli hacian sus bailes de corriaifios y eso y con el acordesn (..) nosotros ibamos para allé algunas veces en los descansos, se lo pasaban muy bien". Era este, pues, un contexto simbélico mixto, participaban por igual vecinos de Mértola y paymogueros pero en espacios y con posiciones diferenciados. Los vecinos de Corte do Pinto (a sdlo 6 Km.) y de Santa Barbara de Casa acu- dian por igual atraidos por Ia fiesta de una localidad cercana, los comer- ciantes (de una mayor o menor legalidad) aprovechaban la distracci6n de la vigilancia y la relajacién de las costumbres durante el tiempo de fiesta, y en general se compartia un contexto Idico, mds o menos ritualizado y bas- tante excepcional en aquellas fechas. En esta breve descripci6n se observa cémo el contexto festive produce y reproduce toda una serie de relaciones de vecindad y complementariedad. La feria es un contexto excepcional Para comerciar, para iniciar nuevos Contactos, para mantener los existentes durante todo el aiio, se acude a la fiesta de! pueblo més cercano a pie, a ‘caballo 0 en mulo, hay una participacién y un reconocimiento de forrnas diferentes de diverse... Para defini el contacto y la complementariedad de estas dos zonas no es posible aislar uno u otto factor; la patticipacién en la fiesta, el parentesco, la vecindad, el comercio o las redes de comunicacién son una secuencia de relaciones que forman un entramado inseparable Abundando en esta afimacién, a todo fo largo do la raya encontramos numerosas ocasiones festivas en las que el limite politico se descibuja. A tra- vés de! Guadiana las barquitas hacian posible el paso desde Saniicar de Guadiana a Alcoutim y las visitas de parientes de las numerosas aldeas ribe- refias. El comercio, la farnilia, la diversion propician este contacto. Mas alinte- rior Ia influencia del santuario de a Virgen de Ia Pefia no se limitaba a la comarca del Andévalo, pues ala ‘comida de pobres' ofrecida por sus mayor- domes acudian necesitados de la costa, la sierra y también numerosos por- tugueses. Y si nos queremas retrotraer en el tiempo, el documento fundacio- TRANSFORMACIONES DEL CICLO FESIIVO V TA ACTUAL ESTRUCTURACION SINBOUCA DEL ARER de Ia hermandad de Ia Virgen de Piedras Albas en 1872 agradece la boracién de los lusos en la reconstruccién del santuario muy deteriorado =2s la Guerra de Ia Independencia. edemes decir por tanto que Ia articulacion simbélica del Grea borraba cic- semente el limite establecido por Ia frontera en lo que a movimientos de oblacién se refiere. En la actualidad, y paralelamente al proceso de deses- Fucturacién analizado en el capitulo anterior, los despiazamientos inter- Senterizos en_ocasiones rituales se limitan a dos o tres casos (Alcoutim- Seniiicar de Guadiana, Barrancos - Encinasola, Rosal de la Frontera - Vila Yee de Ficalho) o a desplazamientos convencionalmente tursticos de “excursiones organizadas desde Lisboa 0 Faro a romerias con un mayor presti- ge 0 con una "estética original’, E> general, puede decirse que las fiestas de mayor prestigio coinciden con fs poblaciones de mayor auge econémico o con los centros comarcales Esto responde por un lado, a una mayor capacidad de inversién desde los yuntamientos y otras entidades y por ota parte. a una cierta continuidad hstorica en la preeminencia social, econémica y simbélica de las localida- es. Esta afirmacion se cumple exactamente en lo que se refiere a las dos manifestaciones con mayor importancia y atluencia de publico de la zona endevalena: ia romeria de la Virgen de la Pena (Puebla de Guzman) y la de J@ Virgen de Piedras Albas (Villanueva de los Castillejos y El Almendro). El auge progresivo de las romerias ha ensalzado atin mas estas celebraciones que se Emita de Piedras Albas. Paraje de Osma. 7 78 FESTA V FRONTERA ven desbordadas de publico que acude de todos los pueblos del entorno, Huelva, la costa y por supuesto desde ciudades mas lejanas cuando se trata de emigrantes (Barcelona, Paima de Mallorca, Madrid, Sevilla, etc.). Sin embargo, con respecto a las localidades de alrededor, estos dos santuarios tienen bastante definida su Grea de influencia: las localidades de origen de 10s asistentes, los clrcuitos de caballistas, la coincidencia 0 no de fechas con otras fiestas de los alrededores, incluso la frecuencia de nombres de personas lusivos a una u otra advocacién lo demuestran. La Pefia ejerce su atraccién fundamentaimente sobre Paymogo, Santa Barbara de Casa, Cabezas Rubias, Alosno, Tharsis, San Bartolomé y también El Almendro y Villanueva de os Castillejos. El santuario de estos Litimos extiende su area més hacia el sur: Sanliicar de Guadiana, EI Granado, San Silvestre, Villablanca, San Bartolomé y Puebla de Guzmén. A pesar de esta aseveracién, la intorseccién en las zonas de influencia de estas advocaciones es bostante fuerte. De ahi que Ia competencia soterrada, a nivel politico y econémico adquiera toda su expi- citaci6n en el marco simbélico. Entre las poblaciones serranes, la romeria més destacable en cuanto al radio sobre el que ejerce infiuencia, es la romeria de San Isidro de Rosal de la Frontera. Se trata de una romeria de reciente origen que sufre continuas trans- formaciones en el ritual de la fiesta con el fin de aumentar su reaice y conse- gui mayor atraccién de puiblico. Dado el interés comercial de Ia localidad, tienen una concepeién de Ia fiesta peculiar, diferente al resto de las poblo- Ciones. Fiesta y comercio no se desigan. y durante la celebracién los comer- ios del municipio estan abiertos permanentemente ai publico, sobre todo Portugués, que acude ala fiesta. La zona de influencia de esta romeria, cuya Poblacion se encuentra a caballo entre la Sierra y el Andévalo, recibe ofiuen- cig de ombas comarcas: de! Andévalo se extiende hacia Santa Barbara de Casa, Paymogo y Cabezas Rubias, y de la Sierra hacia Aroche y Cortegana. Pero el piblico que més destaca procede de Portugal de Vila Verde de Ficalho, Aldeanova de San Bento, Serpa, Beja ¢ incluso se fietan autobuses de Poblaciones mas situadas al interior como Evora, Lo Idico y lo comercial se complementan. Asiste un pubblico para participar en Ia fiesta y otro claramen- te diferenciado que visita los comercios y lo exdtico de la fiesta Pero si las romerias de la Virgen de La Peiia y la Vitgen de Piedras Albas son fuertes polos de atraccién, también muchas oiras romerias con menor presti- gio reciben pblico de pueblos cercanos. Como hemos apuntado, hay todo un circuito de cabollistas que se desplazan a lo largo de los meses de abr y Mayo de una a ota localidad en los fnes de semana sucesivos. En la subé- req del sur del Andévailo se comencaria el Domingo de Resurreccion con Ia Virgen de Piedras Albas para continuar por La Cruz (Sanicar de Guadiana y £1 Granado) Ia Virgen del Rosario (San Sivestre de Guzman), ja Romeria de Io ‘Amistad (San Bartolomé) finalizando con la Virgen de Ia Blanca (Villablanca) En la otra subérea comienza con San Sebastian (Santa Barbara de Casa) sigue la romeria de La Pefia (Puebla de Guzman ) y la Cruz (Paymogo), tar bién se va a San Benito (Cerro del Andévalo).. TRANSFORMACIONES DEL CICLO FESTIVO VIA ACTUAL ESTRUCTURAGION SMEOLCA DEL ARER En las subéreas serranas el circuito se reaiza por orden de celebracién a San ‘sidro (Rosal de la Frontera), San Antonio de Padua (Cortegana), San Mamés (roche), y 1a Virgen de los Angeles de la Pefia de Aldjar que reine el mayor nmero de cabollistas en toda la Siena, siendo por excelencia Ia romeria supralocal de la Sierra. En la parte norte de Ia Sierra, los cabalistas se mueven nacia la romeria de Flores (Encinasola), La Eliseda (Cumbres de San Bartolomé), San Mamés (Aroche) y San Antonio de Padua (Cortegana). La fuerte competencia econémica y politica con los Centos Cercanos extieme- fos de Oliva de Ia Frontera, Higuera la Real y Fregenal de ia Sierra tiene su refie- jp en el plano simbélico en la negacién de la participacién on estas romerias, ‘entra las que se da aiguna coincidencia en la fecha de celebracion, como Ia romeria de Flores de Encinasola y la de Los Remedios de Fregenal. Sin embar- go, Ia arliculacién econémica de las localidades del norte de Ia Sierra con jos lecalidades colindantes extremefas cuyo centro tradicional mas importante ha sido Fregenal, es evidente en diferentes ramos del sector servicios como las indusirias chacineras y mataderos (con los que sélo compiten los de Cumbres Mayores) 0 las cadenas de supermercados afincados en esta zona de la Sierra yel abastecimiento de los mismos. ¥ pese a las enormes similitudes tanto en los ‘spectos formales como en ol cardcter de las fiestas, estas poblaciones se/io- Jan una y otra vez que “ellos viven Ia fiesta de modo diferente porque son extre- meiios y tienen otro cardcter, son de ofta manera distinta de nosotros"? La coincidencia 0 no de fechas y ia readaptaci6n de las mismas para evitar competir con fiestas de mayor importancia, nos indica también claramente desde dénde se espera recibir al puiblico y las relaciones de competitividad e influencia simbélica de las celebraciones, Por ejemplo, los pueblos més directamente cercanos entre si y que mantienen mayor numero de relacio- ‘nes procuran no simultanear sus fiestas. También, el que Santa Barbara de Casa celebre su romeria a Ia vez que Piedras Albas o que la Virgen de Ia Rdbida sea a la vez que Ia romeria de La Pefia, nos indica donde se pierde Ja preeminencia de estos santuarios y que el Grea de influencia-relaciones de estas pequefias poblaciones se dirige hacia otras zonas. Por ejemplo, Santa Bérbara de Casa se orienta més hacia Puebla de Guzman y recibe visitantes sobre todo de Paymogo, Cabezas Rubias y Rosal de la Frontera (aunque mantenga relaciones de “pique” con los dos primeros). Por el contrario, a la fiesta principal de Saniticar de Guadiana acuden gentes de Alcoutim, El Granado, San Silvestre de Guzman y Villanueva de los Castilejos. Mientras, las poblaciones serranas al otto lado de los montes de La Contienda, se encuen- tran orientadas de modo que Ia participacién festiva entre los pueblos gira entomo a Encinasola, Cumbres de San Bartolomé. Oliva de Ia Frontera, Higuera la Real, Fregenal de {a Sierra y Barrancos. * Laatticulacién varia y econémica tradicional de la zona ha sido desartoliada en et capitu I. ‘Sin dud, 61 hecho de que en gran parte haya estado en uso hasta meciados dei presente ‘glo €5 una ae las razones que explican este comporiamiento de compelitvidad a nivel sim- bélico entre estas poblaciones. a lo que hay que araair el reciente proceso de creacion de 1os limites autonémicos, que leva aparejade un paulatine afioneamiento del dscurso identito- rio en ambas zonas. FESTA V FRONTERA Oto tanto ocurte con las fiestas de verano. Las poblaciones con "mejores fies- tas" no suelen coincidir mas que con pueblos muy lejanos, mientras que es fre- cuente encontrar fines de semana en los que hay tes 0 cuatro fiestas de "pue- bblos menores' en un area de 30 6 40 km. Por otra parte, las ferias de verano al depender en su organizacién y economia de las corporaciones municioales son susceptibies de ser utilzades politicamente por estes grupos o sus afines y la competencia es mayor. Ya no se trata de la preeminecia historica y simbdlica de una advocacién, sino de la capacidad de un grupo de atraer y comprcr las mejores atracciones. espectaculos. luminotecnia, etc. La homogeneidad formal de estas fiestas facilita la competencia estrictamente economica, At ues. hay dos factores fundamentales que juegan un papel importante en la competencic entre las flestas de verano: ja capacidad presupuestaria que Pose un ayuntamiento, y la posiviidad para invertir este capiicl que puede tener el grupo politico que detenta el control del ayuntamiento. Indudablemente un buen festival flamenco, una novillada 0 un pasacalles famoso, atraeré une cantidad de puiblico mucho mayor que un grupe musical desconocido 0 una carrera de cintas. Del esplendor de Ia fiesta se hablaré no 3610 en la propia localidad, sino en las poblaciones circundantes que acuden ala fiesta, y el esfuerzo econémico y organativo de! grupo consistorial seré labado y reconocido. Todd ello, hace de las fiestas de verano sobre todo, un capital poitico explotable para estos grupos. En algunas poblaciones, Ia feria. de verano se converte en ocasiones, en “escaparate' del grupo consistorial de Jal 0 cual partido politico, que a ic larga redundard en una serie de beneficios ya sean electoraies o de consenso por parte de la poblacion, dandoles cierta libertad para decidir sobre los diversos asuntos del muricipio. Las relaciones entre los grupos humanos en forma de interacciones constan- tes se manifiestan también a través de las acciones simbélicas, en una serie de elementos que se observan como comunes en toda un area. No se trata die "rasgos" aisiados o descontextualizados sino de manifestaciones plenas de sentido, de significaci6n para aquellos que las comparten. Los bores simbo- licos de una zona no pueden establecerse ignorando estos elementos ya sean compartides 0 imitados. Ya hemos sefiaiado como los trajes de gabacha de las mayordomas de La Pefia tratan de ser imitados en Paymogo recuperando el traje de serrana o los infentos de crear una danza procesional "parecida!" a la danza de espadas de Puebla de Guzman: y es que la jerarquizacién simbélica entre las distintos Poblaciones de un Grea no se evidencia tan sélo en la participaci6n o asisten- cia @ una fiesta (entendida como accion simbdiica en la que s2 reproducen una serie de identidades), sino también, y muy fundamentalmenie, en la repe- ticln de un modelo, cargéndolo de diferonciaciones secundarias, Indudablemente, estos modelos, como compendio de elementos culfurcles ue son, no pueden ser adaptados ariificiaimente (0 dificilmente lo serfan) sino que tienen que responder a una serie de contenides que tengan un significa- do para el grupo que ios sigue, asi por ejemplo, al igual que la difusion que ha teniclo la romeria de EI Rocio de Almonte no ha trospasado os limites de la zona TRANSFORMACIONES DEL CICLO FESTIVO VIA ACTUAL ESTRUCTURAGION SMBOUCA DEL AREA ¢ influencia andaluza Prat Canos, 1982: 167), la romeria de La Pefiannos mues- =a la fuerte influencia que ha ejercido y que ejerce sobre las localidades cir ‘cundantes, con las que comparie todo un sistema de reiaciones, en Ia ten ‘dencia a seguir su esquema festivo. En este sentido gabachas y semanas, dan- adores y Caballistas no son mas que pequefios ejemplos de como muchos de Jes componentes de estas fiestas son compartides por los pueblos andevalefios. Hablando de jerarquizacién simbdlica, no podemos dejar de lado la relvindi- cacién de Puebla de Guzman como tierra de cabalistas, es alli donde "mejor s@ monta a caballo", la caballeria (desfile a caballo que hace el comino entre el pueblo y Ia errmita) es aqui "una cosa seria”. Y es que en el Andévalo, ‘como zona montafiosa y ganadera, el caballo ha sido siempre un elemento fundamental para el transporte y el trabajo, un bien no siempre accesible, Codiciado por todos. Su posesion no sblo era indice de estatus sino que, en el Caso de los contrabandistas, sefialaba la diferencia de aquel que trabajaba para otros del que lo hacia por libre, cle! que tenia posibilidades de ir mas lejos y hacer mejor negocio frente al que dependia de las “cuerdas" organizadas, en definitiva, del que escapaba facilmente de la guardia y el que tenia que @bandonar su carga y dependia de sus piernas y su pericia. Caballo va unido ‘2 contraband, al monte, c la hombria. Hoy en dia, cuando este animal ya no 08 utlizado para ninguno de estos menesteres, sigue estando asociado a todos ellos y es un simbolo de estas tierras. Asi considerado, es como se entiende que pueblos de apenas cuatrocientos habitantes hagan desfiles de hasta 40 caballos y que fa Caballeria de Puebla de Guzmén o Piedras Aloas cuente con mds de 300 jacos. EI caballo est asociado a las devociones romeras: su numero (que es doblado y triplicado por los informantes), la peri- cia de los caballstas, el estilo de las monturas, etc. son todos indicadores de a preeminencia de las flestas. £I desfle de caballistas que acompafian a los mayordomos en Ia subida al Cerro del Aguila es todo un espectaculo de colorido y destreza, fuertemente normativizado en su recorrido, atuendes y pautas de conducta, reivindicado en su bellaza, tradicion y seriedad por los habitantes de Puebla de Guzman que aseveron no tener parangén con ninguno de los desfiles de los pueblos de alrededor, especiaimente con la caballeria que recorre las calles de Villanueva de los Costilejos y &i Almencro. Esta afirmacion de superioridad es reconocida por las localidades circundantes que asienten diciendo que en Puebla de Guzman estan los mejores jinetes. Esta importancia del caballo se hace extensiva ala Sierra, donde cada vez més es Comin @! aiquiler de caballos para las romerias y se acude a otras poblaciones de Ia Sierra Central para hacerse con ellos. Sin embargo, en las romerias se utiizan también mulas y burros para hacer el camino ala emia, sobfe 10d0. por parte de la poblaci6n joven. Sdlo en la romeria de Ia Virgen de Flores lo tradicional es participar a lomos de burres, de ahi el uso extens- vo a un mayor ntimero de poblacién, compitiendo incluso con el nUmero de Caballos, mas utiizado entre los estiatos mas altos. Esto se debe a que este 62 —HESIAY FRONTERA animal ha sido mas utiizado tradicionalmente en las labores agricolas, ya que Nos encontramos en una zona de dificil acceso y pendientes escarpadas. por lo que incluso fue muy utiizado para labores contrabandistas desde los afios 60 hasta la desaparicién de la actividad en los 70, y por otro lado, no puedo perderse de vista lo extendido que se encontraba en estas poplaciones el of- cio de arriero, utilzandose para el transporte de mercancfas a todo lo largo y ancho de !a Sierra, la fuerza de este animal La organizacién del territorio en cuanto a sujerarquizacién, se reproduce a tra- vés de Ia imitacién y competencia en aigunos componentes simbdlicos, pero la presencia o ausencia de éstos también establece una serie de limites difusos © Greas. En el entramado de relaciones interfrontetizas hay una serie de ele- mentos simbdlicos que reafirman los limites polticos mientras que otto 10 nie- gan. Es conocida la extension de las advocaciones marianas en Andalucia, la devocion a San Antonio de Padua en Portugal. jas diferencias en las aficiones taurinas entre un lado y otro de Ia frontera (Seguin se dé muerte ono al toro), la celebracién diel sosticio de invierno por medio de hogueics, etc. Veamos como se compartan estos y otfos elementos en la zona interfronteriza. Sinos retrotiaemos a un pasado no muy lejano. afios 30 - 80, época en la que el ciclo festivo era mucho més variado y las relaciones entre pueblos vecinos de la raya més intensas, vemos que estas interacciones se extienden de algu- na manera al Gmbito de lo simb6ico. La denominacién portuguesa de “mas- 4ros" a la colebracién del inicio del verano erigiondo pinos 0 pirulitos en las fies- tas de San Juan y San Pedro, se extendia més alla de ia fontera, mastro se le lama al palo adernado en EI Granado, Saniicar de Guadiang, San Silvestre de Guzman y El Aimendto y era una celebracién conocida alo largo de toda {a frontera, desde la sierra a la costa. También Ia fiesta de Ia Inmaculada era celebrada a ambos lados de la raya: los zagales de Aroche, Santa Barbaro, Paymogo y Puebla de Guzman cortian las calles del pueblo con bolas de fuego hechas de jamugueras, romero y otros matoriaies. Las hogueras de inviemo son muy frecuentes en Portugal durante las Novidades: para celebror el fin de aho, en las plazas de los pueblos se hace una gran pira alrededor de la que se canta y se baila. Esta costumbre, que no se sigue en los pueblos de Andalucia, si que ha sido adoptada con gran éxito por las poblaciones fron- terizas de Santa Barbara de Casa y Encinasola. Por oto lado, en la poblacion Portuguesa de Barrances", la feria patronal cuenta entre sus actividades més importantes el “ioro do morte’ y el encierto. siendo visitada por numerosas poblaciones a un lado y otro de la frontera, atrayendo el renomibre de su"exo- tismo* a numeros0s turistas de Lisboa y otras ciudades. No sélo cuenta entre sus marcadores culturcies las actividades taurinas y el hecho de ser Ia dnica poblacién portuguesa donde se da muerte al toro, sino que posee un didlec- to propio, e barranquenho, y otros numerosos elementos culturales que dan prueba de [a interaccién entre poblaciones fronterizos a lo largo de Ia historia como el uso de la zambomba para acompariar los villancicos de Navidad, las canciones espaficlas que cantan los quintos, etc. ® Sobre la especificidad de esta poblacién so trata en el caphulo V. TRANSFORMACIONES DEL CICLO FESTIVO VIA ACTUAL ESTRUCTURAGION SINBOUCA DEL AREA Celebracién en honor a San Antonio de Padua. Las Minas de la Isabel, El Almenaro FESTA FRONTERA Sin embargo. el exponente barranque/io supone una excepcién y en gene- fal, podemos decir que el transito de elementos de un lado a otro de Ia fron- tera es mas bien escaso y disperso, Dada Ia abundancia de relaciones y el asentamiento de inmigrantes a lo largo de casi cinco siglos, se podria espe- far un mayor ntimero de confuencias. Sin embargo, habria varios factores explicativos de esta conjuncién entre asistencia a fiestas de uno y oro lado, expansién de las advocaciones més alld de la raya y una presencia minima de elementos comunes. Como ya hemos constatado, los contextos festivos son ocasiones tinicas parala creacion de relaciones y reproduccion de las ya ‘existentes, ello explica lo difuso del limite en épocas de intercambio constan- te. No obstante, la asimilacion de rasgos supone un mayor contacto, y con- forme venimos postulanco necesitarian de una integracién en todas las Greas de la vida social. En este proceso de asimilacién de rasgos actiian, nunca unidireccionalmen- te, dos factores que desarrollaremos en capitulos postetiores: por una parte hasta qué punto estos contextos simbélicos y sus contenidos son cargados de sentido como reproductores de una identificacién estatal y por otra, en tanto que elementos propios de una poblacién trasiadada, emigiada, podrian Posar a formar parte de marcadores diferenciadores de una etnia que con- vive con otra. Con respecto a las oleadas de inmigrantes portugueses per- manentes de la primera mitad de siglo, podemos decir que siguieron unas poutas de asentamiento e interrelaciones con la poblacién autéctona que si bien no originaron ningun tipo de conficto ni choque frontal tampoco alen- taron el intercombio de elementos. Se ha pasado en tres generaciones de ung pobiacion que vivia separada de los andaluces y no adoptaba sus cos- tumbres, a unos nictos perfectamente asimilados que no recuerdan nada de sus origenes portugueses. De este mado, las aldeas y dispersos con mayoria, de poblacién lusa celebraban -y las que no estan totalmente abandonadas ‘atin celebran- las fiestas en honor de San Antonio de Padua: en las noches de verano organizaban bailes de acorde6n y jamba y danzaban corridinos.. Algo asi sigue ocurriendo on Ia fiesta del Carmen de Puerto La Laja (El Granado) 0 en Ia de San Antonio en Las Minas de la Isabel (E| Almendho), Practicamente deshabitadas, sus antiguos pobladores siguen organizando la fiesta. acuden desde los distintos pueblos de alrededor donde se han esta- blecido, procesionan las Imagenes y pasan una o dos veladias al son de sevi- lianas, pasodobles, comidifios... a veces viene algéin grupo portugués que ‘omenza ia noche, mientias que otros anos solo llega para un tocadiscos, Hay implicita en esta descripcién una aparente contradiccién con dos afir- maciones hechas con anterioridad: que Ia asimitacion de Ia tercera genera- cci6n es total, y que Ia asuncién e integracién de rasgos es escasa, Esta apa- frente contradiccién se debe a que en estos ejemplos nos referimos a pobla- cones construidas a partir de asentamientos portugueses que formaran alde- Gs fuera de los nticleos principales con los que mantenian contacto. Ain sien- do frecuente entre los habitantes de estas poblaciones iq imagen de las cua- dhilas de portugueses recorriendo los campos durante la siega, el fenémeno TR ANSFORMACIONES DEL GIO FESINOV [A AGTUAL ESTIUCTURAGION SNBOLUCADELAREA Sit més impactante fue el establecimiento de unidades familiares dedicadas al laboreo de Ia tierra, El asentamiento de estos grupos en lugares alejados del nucleo de poblacién -caserios, fincas y aldeas- explica que. a pesar del alto porcentaje de inmigrantes lusos. Ia asimilacion de elementos cuituraies por parte de la pobiacién esparioia haya sido escasa. Ademés, el asentamiento en nicleos dispersos cmortigud, hasta hacerlo casi imperceptible. el posible choque que hubiera podido cousar este contingente humane. sin embargo, la distribucién espacial como factor explicativo tanto de la ausencia de cho- que como de la no asimilacién de elementos, nos parece insuficientes. Hay que afiadir que esta poblacién portuguesa es calificada negativamente al ser globalmente asimilada a los grupos de temporeros con una situacién socioeconémica inferior, pero sin llegar a producirse el rechazo total. En el paso de la primera ala tercera generacién la asimilacién ha sido absoluta. Al ser considerada esta poblacién dispersa asentada en el extrarradio, por la poblacion local, como pobiacién marginal, se minusvalora su cultura, de ahi la escasa integracién de olementos culturales.

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