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La historia del hombre rico y Lzaro revela los dos posibles destinos de la
gente despus de la muerte. "Y aconteci que muri el mendigo, y fue
llevado por los ngeles al seno de Abraham; y muri tambin el rico, y fue
sepultado. Y en el Hades alz sus ojos, estando en tormentos, y vio de
lejos a Abraham, y a Lzaro en su seno. Entonces l, dando voces, dijo:
Padre Abraham, ten compasin de m, y enva a Lzaro para que moje la
punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy
atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acurdate que
recibiste tus bienes en tu vida, y Lzaro, del mismo modo, males; pero
ahora ste es consolado aqu, y t atormentado. Y adems de todo esto,
una gran sima est puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los
que quieren pasar de aqu a vosotros, no puedan, ni de all pasar
ac" (Lucas 16:22-26).
Algunos han tratado de descartar esta leccin diciendo que es slo una
parbola. Pudiera ser una parbola pero, si lo es, Lucas no la llama as. Si
fuera una parbola, sera la primera vez que Jess nombra a una persona
en una parbola. Sea parbola o no, sin embargo ensea lo mismo, porque
una parbola es sobre algo que aconteci o pudiera acontecer. Una
parbola puede ilustrar y hacer la verdad fcil de entender, pero no debilita
la enseanza.
Existen tres populares doctrinas que tienen que ver con el problema del
sufrimiento del malvado. La primera la ensean los Universalistas quienes
dicen que eventualmente todos han de salvarse y que no hay castigo
eterno. La parbola del hombre rico indica que esta doctrina es falsa. Jess
ense que a travs de la vida hay dos caminos y que uno de ellos es el
camino ancho "que lleva a la perdicin, y son muchos los que entran por
ella" (Mateo 7:13). En la resurreccin, algunos sern salvos y otros se
perdern (Juan 5:29).
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lugar para que fuera a consolarle, pero se le dijo que haba una gran sima
que les separaba. No poda haber ningn cambio. No poda pasarse de un
estado al otro. No existe el purgatorio. Ya no hay purificacin de los
malvados despus de su muerte. Si durante la vida se le da la espalda al
nico sacrificio que puede quitar el pecado, lo nico que queda es "una
horrenda expectacin de juicio, y un fuego airado, que est a punto de
consumir a los adversarios" (Hebreos 10:27).
CASTIGO ETERNO
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Habr castigo eterno para los malos pero podemos evitarlo si vivimos
sobria, justa y piadosamente en este siglo (Tito 2:11-12).
PREGUNTAS
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