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tienen que darse una a una, indesmayablemente. Veamos el caso de las empresas
pblicas de agua potable y saneamiento (EPS).
All el repetido lema de los sindicatos de esas empresas es que el agua no se privatiza.
Pues bien, ese lema funciona como tapadera perfecta de la corrupcin y para distraer del
hecho de que, en la prctica, muchas de esas empresas ya han sido privatizadas por sus
sindicatos en su provecho y a costa del servicio.
El ministro de Vivienda, Milton von Hesse, ha informado que en Trujillo hay asentamientos
humanos, en los que no hay micromedidores, donde trabajadores de Sedalib llegan a
arreglos con representantes de los pobladores para cobrarles por lo bajo, sin que ese
dinero ingrese a la empresa.
Por eso la resistencia a instalar esos dispositivos, y quiz por eso el gerente ha impedido
hasta ahora que se instale el nuevo directorio, que quiere modernizar la gestin, y ha
apelado a medidas cautelares para quedarse en el puesto, donde permanece
atrincherado.
Por eso del 100% de agua que esas empresas producen (sin contar Sedapal), facturan
solo el 50% y cobran el 25% (Ministerio de Vivienda). Parte del agua producida se pierde
en los huecos de tuberas obsoletas que no han sido mantenidas, y parte en los bolsillos
de algunos parsitos.
Por eso, el grueso de lo que el Ministerio de Vivienda les transfiere a las EPS se va no en
ampliar las redes sino en recuperar las existentes, y el promedio de horas al da que
reciben agua los usuarios es bajsimo. Y por eso de las 200 plantas de tratamiento de
aguas residuales, solo tres funcionan!, segn Fernando Momiy (Sunass). Un escndalo.
Robo generalizado.
Por eso Gonzalo Prial (AFIN) puede decir no a la privatizacin, efectivamente. Pues eso
es lo que ha ocurrido. En cambio, contratar un operador en cualquier modalidad contrato
de gerencia o APP no es privatizar. Es firmar un contrato con una empresa seria por
medio del cual el Estado recupera soberana y capacidad de exigir resultados
preestablecidos so pena de cancelar el contrato.