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32 bola del seno materno inmediato. Elemento traduce en las nostal- retorno al itero y de la licdad de la se- Se asocia igualmen- azbn que la euna tie de una barca o de una navega 0 que Vuela, y hombres cn a travesia CH (Chacal. 1. Por aullar a la muerte, merodear alrededor de los cementerios y nutrirse de cadveres, el chacal es un animal de mal agliero 1o mismo que el lobo. En la icono- srafia hindi sirve de montura a Devi en su aspecto siniestro. Ciertas textos del mismo origen lo ven al igual que el — perro, como simboto del de- Dios pips Anubis con cabeza de chal. Maer pl- ‘roms: Frament de uta etn Ae ue XX dr st Pas, Nasco del Une) seo, la avidez, la célera y la sensualidad Sentimientos y sensaciones exacerbados que escapan al control de la espiritualidad. P.G, 2. El chacal se ha considerado el simbolo del dios epipeio Anubis, que se encama en tun perro salvaje y se representa habitual- ‘mente con cabeza de chacal. En realidad, el verdadero chacal no existia en Egipto, y lo que alli se representaba eran perros salvajes, bestias con flsos aires de lobo, erandes ore. jas puntiagudas y hocico afilado, miembros delgaduchos, cola larga y tupida (POSD, 44a). Eran reputados por su velocidad agresiva y ‘merodeaban por montahas y cementerios Eran en efecto la imagen del dios Anubis, frecuentemente representada con estos ras- 206 que la arqueologia tradicional ha bauti- zado como si fueran de chacal. Anubis, dios destinado a los cuidados de los muertos, que vela sobre los ritos funerarios y el viaje ha cia el otro mundo, es seor de ia neerépolis. Su santuario mis célebre se encontraba en Cindpolis, Ia ciudad de los pertos (00SD, ibe). Este perro-chacal-psicopompo simbo- liza la muerte y el errar del difunto mientras no Tega al valle de la inmortalidad. No seri exacto, a pesar de ciertas analogias superi- ciales, confundirlo con el > Cerbero de los Infiernos griegos. Chaguete (Backgammon). El lugar especial que ocupaba este juego para dos personas entre los germanos se explica por la simbéli- ca césmica que ellos encontraban en la dis- Cimuete tribucién de las casillas (MTF, 42). (Estas, {gue se denominan «llechas» u «hojas» debi 40 a su forma triangular, se cuentan en ai mero de 24 (12 en cada mitad del tablero) y son alternativamente de color verde y blan: 0. Los peones que acompatian el jueyo son ‘quince damas en cada lado. El objetivo con siste en sacar las propias damas fuera del ta blero haciéndolas avanzar, mediante los puntos que marcan las suertes, a través de Jas doce fechas del contrario.) Chimenea, 1. Simbolo de las vis de comu- nicacion misteriosas con los sees de lo alto Es la via que toman las brujas para ir al Sabbat (Gna, $4), y Papa Noel para traer sus juguetes. Debe allegase al agujero cen: tral de la tienda de los némadas y la chor de tos sedentarios, la eupula de los templos © la fontanela en la cispide del eréneo. S\ simbolismo entronca con ef del —> eje del mundo, a lo largo del cual descienden los in- flujo celestesy se elevan las almas de la tie- a, Liga los dos mundos: el humo que de ella se escapa atestgua la existencia de una respiracion y en consecuencia de una vida cen la casa; y, cuando éstaesté completame te cerrada, el viento de lo alto se precipi cantando por la chimenca. 2. La chimenea es también el canal por donde pasa el sopfo que anima al hogar, as- pira Ia Tiama, excita al fuego, en suma, conserva la vida de la familia 0 del grupo. Participa en este sentido del simbolismo bio- gico y tutelar del — fuego y' del —» calor Es también el simbolo del lazo social. Alre dor de ella tienen lugar Iss veladss, 0 56 fevocan las costumbres de los antiguos y los espiritus de los cuentos. Chivo, En las Tablilas drfcas el chive es el simbolo del iniciado, del misto, que, al tér- mino de su andadura tereste, se identifica con su dios: «Cuando tu alma haya abando nado la Tuz del so, toma a la derecha, vigi lando todos los detalles. Se feliz de sentir lo ue sientes! iT has sentido lo que jamés Sintieras! Te fas hecho Dios! iChivo, has caido en la — leche! iVe con Dios, y que ‘sea5 fli! iToma el camino de la derectia ha ia las santas praderas y los bosques de Per. 394 séfone! (Frag, 32f traduccién de Jean Defra das, BEAG). ‘En las orgias dionisiacas, explica Jean Defradas, las Bacantes desgarraban el cabri- till, y la piel de chivo, tambien llamada “nebris", era su atavio habitual, En ciertos textos, el cabrito designa a Dionisos: lla ‘mandose el chivo, el misto se asimila pues a su Dios» [Segin la leyenda tebana, Dionisos os ‘ransformado en eabritillo por su padre Zeus para ocultarlo a la célera de Hera ~pussto ue el niio no es hijo suyo sino de Semele~ {lo entropa a las Ninfas para que lo cuiden, Estas, como recompensa de sus trabajos para con el chivo legan a er la constelacién de las Hiades | Choteabras. Entre las poblaciones monta fhesas de Vietnam del Sur, el chotacabras se lama pajarosherrero, por parecerse su sito al chogue del martillo sobre el yunque. Es electivamente el patron de los herreros, y forja las —> hachas del trueno. La maestria cen el arte de la herreria se obtiene sofando con el chotacabras (DANA,KEMR). P.G. ‘Chora. 1. La choza simboliza la habitacién del némada, del viajero que no pertenece 2 ninguna ciudad permanente, conviene al cristiano exilado desu patria que vive en tie tra extraia, Nuestra patra es el cielo, mien. tras que la tiera es extranjera,y por ende la cchoza designa la existencia corporal y terre na, La choza, hecha de ramajes 0 cahas, sg nica la precariedad: imagen de la fragilidad y la inestabilidad. Su exighvlad conviene a la soledad y la contemplacién, Por esto, Guillermo de Saint-Thiery, cevocando las ermitas de la Carta, eseribe fen su Letire aux Fréres du Mont Dieu ‘Como los hebreos, es decir como viajeros de paso, vosotros, que Sois espirituales, m0 tenis aqui abajo ciudad permanente y bus lis la ciudad futur, edificaes... pequefis chozas.» M-MD. 2. La choza desempena también un papel iniciético; el de un pértico que da acceso al ‘otro mundo. Equivale alas fauces 0 al view tre del + monstruo, de la tarasca y el dra sn; de a urma y la jarrafunerarias; de Ia ca- 304 juccién de Jean Defea- islacas, expla Jean grullas en honor a» Apolo, para celebrar el triun- | Danan fo de > Tesco sobre el» Minotauro; asi las danzas violentas, ascivas, extitcas, en ho: nor de los doses respectivos. Para Platon la danza tiene origen divino. ‘Antes de ser movimiento es signo. Aunque cconoce las cinco posiciones clésicas funda- rmentales, no obedeve Gnicamente a las ex: fencias dela gracia y del orden. Para mejor lexpresar su mensaje, busca sistemsticamente deséndenes, oposciones, manifestaciones es Pontineas, sobre todo en los ritos dionisia- ‘os. Los gestos son un lenguaje, que parte de lo mis profundo de lo inconsciente y se abandonaba a las pulsiones divinas: el ent Siasmo manifesta la presencia interior del ios, La danza simboliza y reclama la accién de éste, La danza religiosa y eésmica es un rito de identificacin con el creador y con la ‘reacién. Dibuja en el espacio la evolucién ‘del tiempo, como para asociarse ala energia ‘que preside las perpetuas transformaciones del mundo y pars celebrar las fuereas a quic- nes el rito pretende dar gracias 0 bien cap- tar, asi en las danzas guerreras, en las de las cosechas, en las de boda o de funeral, etc. Daruma (Bodhidharma). En el Japén, sim- bolo de paciencia y de tenacidad, populari- 2ado por innumerables mufecos. 398 Dharma fue el primer patriarca de la et ccuela zen. El levé la doctrina de la India a la China en el siglo vt. Segin la leyenda, permanecis sentado con las piernas cruzadas durante mueve afios, meditando frente aun ‘muro. Es asi que se ha convertido en simbo- To de paciencia. Su imagen en todas las fo mas de mufecos esté muy extendida por el Japén, Una de tales formas lo muestra sentado, con las piernas remplazadas por una media csfera, de forma que cuando se inclina el ‘mufeco, él mismo se levanta cual tentete 5, ilustrando el dicho japonés de que uno Puede caer siete veces y levartarse 4 la oc- tava, ‘Nungue no se le conoce generalmente el origen, esta clase de tentetieso se ha extend 0 por el mundo entero. Representa tanto tuna inalterable paciencia eomo una infatiga- ble obstinacin. Datilera. La palmera dailera es el > drbol sagrado de los asiriobabilonios. En la Biblia, 5 un simbolo del justo, rico en bendiciones divinas:florezca el Justo como palmer En Exipto sirve de modelo para las > co- Jumnas que evocan el érbol de la vida y el soporte del mundo. a pot ppt po rr a m [Tae ia =} obs =a = 399 | Da'wah (i método de enc considerado li que se funda Tica de las + hiru'-Khamsah, Muwwayid de pondencias que Ciencia. Regis ‘men aliment abluciones que ta que la pone de ella sins ben igualmeate lida estrita bre la relacién alfabeto date, fras, los custo Ts doce si rene de una dientes en lar sos perfumes ‘gin HUD, en No poiia pleta que el fi Dea Gee T= 398 patriarca de la es- trina de la India & Sean la leyenda, tas pieras cruzadas lo muestra sentado, 5 por una media jando se inclina el santa cual tenetie- japonés de que uno Tevanarse a la oc- seneralmente cl iso se ha extendi- Representa tanto ‘como una iat 309 Da'wah (llamada, invocacién), Se trata de un método de encanlacion muy secreto, pero ‘considerado licito en la tradicién islamica, ‘que se funda sobre toda una teologia simbé- Tica de las — letras. Las tablas del Jawa- hirul-Khamsah, tratado del Sheikh AbU'T- Muwwayid de Gujerat, indican las corres- pondencias que consttuyen la clave de esta Ciencia, Reglas minuciosas estipulan el reg: men alimenticio que deben observar, las abluciones que debe llevar a cabo el exorcis- ta que la pone en préctica y el esoterista que e ella se inspira en la meditacién. Estos de- ben igualmente respetar las leyes con mora lidad estricta. Todo el sistema descansa so- bre la relacién existente entre las letras del alfabeto drabe, los atibutos divinos, las ci- fras, los cuatro elementos, los siete planetas yy los doce signos del zodiaco. Todo compo- nente de una serie debe tener sus correspon- dientes en las series paralelas. Durante la fencantacion se queman en determinados ca- sos perfumes diversos. (Tablas adjuntas se- ‘gin HUGD, en la palabra Da'wah.) EM, 'No poia encontrarse iustracién més com- pleta que el famoso soneto de Baudelaire: Dicada oe ps por lina an de gs de (Qurlp cera con iin as EI Da’wah es quizis la red de correspon- encias simbolicas mis vasta: quien la do- ‘minara dispondria de un poder casi divino sobre todo el universo. Quien posee el arca- no de las letras detenta las laves de la erea Década. 1. Importante division del zodiaco astroldgico en 36 partes. Cada década com- rende 10", como su nombre indica; se cuen- {an pues tes por signo. La tradicion grevola- tina atribuye su invencién al antiguo Egipt. Los esipcios recurrian en efecto a las dé das para determinar las horas de la noche: ‘Eran constelaciones del cielo, de las que ellos habian establecido unas tabla, y cuya aparicion en el borde del horizonte permitia, saber en qué momento de la noche se halla- ba uno... Durante un periodo de casi diez dias (década) un mismo signo era visible en el horizonte, Las 36 décadas, reinando asi ‘cada una sobre 10 dias del aio egipcio, fue- ron considerados como genios protectores. Mis tarde desempetiaron un papel impor- tante en los zodiacos, luego en la astrologia Dicada helenistca» (POSD, 80). Los numerosisimes documentos arqueelégicos se remontan has- ta la décima dinastia (es decir hacia la mitad del tercer milenio a.C.), pero desafian a me- nnudo toda identificacién con las estrellas y los signos, pues hay al mens cuatro series diferentes de simbolos. En cuanto a Mesopo- tamia, la existencia de esta division del cielo en 36 sectores std netamente atestiquada por los textos de Ia época kassita (hacia la tmitad de! segundo milenio). BoRae+ xa Simtulos de dada chaos (omunicado por 2. Es imposible pasar aqui revista a las di- ferentes imigenes simbolicas del antiguo Egipto, tal como figuran sobre sarcéfagos, ‘muros de los templos y tumbas. Pero desde festa época hasta nuestros dias, cada una de estas décadas esté representada por un sim- bolo, tiene una significacion particular y se encuentra en afinidad con un planeta, He aqui la lista de las décadas, tal como se las utiliza hoy en la India, segiin Cyrus DF ‘Abayakoon: ARIES: Primera década: un hombre valien- te armado, blandiendo una espada en la ‘mano derecha, significa la audacia, el coraje, 400 la fuerza y la falta de modestia; gobernado por Marte Segunda década: un hombre en traje tala, semejante a un sacerdote, indica la nobleza, | grandeza, el poder y una gran autoridad: el Sol Tercera década: una joven, sentada sobre tun taburete y tocando un laid, representa la sutilidad en todos los géneros de trabajo, la dulzura, la gracia, la alegria y la belleza: Venus, "TAURO: Primera déeada: um libro y un jo ven labrando la tierra, indican Ta labranza, la siembra, los trabajos de construccién, la Poblacién de las casas de ciencias, la sabidu- ria sobre la tierra y, sobre todo, laciencia de la geometria; Mercurio. Segunda década: un hombre de gran tala, provisto de un cinto y sosteniendo una lave fen su mano derecha, significa el poder, I nobleza, la dignidad y el dominio sobre los demas; fa Luna Tercera década: un anciano apoyado so- bre una muleta dejando colgar un braze y con una pierna de madera, representa la mi sera, la esclavitud, la locura, las privaciones y la bajeza; Saturno, Geminis: Primera década: un joven que tiene un cinto; anuncia eserites, el hecho de recibir o de dar dinero, la demanda y la sa biduria en las cosas no provechosas; Jpiter Segunda década: un hombre con un ha: cha cortando leha; significa cargas, presién, trabajo, el echo de llegar a poseer bienes por el trabajo © por actiones deshonestas Marte Tercera década: un hombre con un haleén cen la mano derecha y una red en la izquier- da; indica el olvido, el desdén, la alegria, la jovialidad y el hecho de oir palabras initi- les; Sol CANCER: Primera década: wna hermosa Joven sostenienda una flor en la mano; signi- fica el gozo, la sutileza, la humanidad, la cortesia y cuantas cosas incitan los hombres al amor; Venus Segunda década: un hombre y una mujer sentadas en una mesa con un gran monton de plata ante ellos; expresan el alborazo de las mujeres, las riquezas y la abundan« Mercurio, or Tercera de za sobre su espal ccucion de los bienes por hecho: las disputes; Lunad Leo: Primera lo sobre un leéa sombrero; indica violene sociedad, la no perder el sentido, una mano y con fica las querellas, auerras; Mare. VIRGO: Primera sitando plata en bras, la labranza, | acumulacion de! comestibes Sl. dicios, et hecho Por Ia fuera; Ven miembros cause desenraizat lot derecho, la verdad, dbiles contra los ‘como la asistencia sraciados; la Luna. Segunda década: lar, sentado sobre dice Ia plotoneri, alegria; el hecho de: eres; Saturn, 00 esti; gobernado bre en trae alr, india a nobleza, tuna gran autoridad: joven, sentada sobre add, representa Ia eéneros de trabajo. legiay la blleza: un libro y un jo- ican fa labranza, de construcién, la enc, la sabi todo, la cieeia de dominio sobre los ano apoyado so- alpar un brazo ¥ representa Ia mi Tas prvaciones * un joven que os, el hecho de demanda y la sa- rovechosis: Jupiter ombre con un ba cass. presion, 7 & poet bienes jones deshonestas recon un haledn red en la iequier na aleri, Ia ‘oe palabras ind tna ermosa| en la mano; signi | humanidad, la nctan los hombres bre yuna mujer ‘un gan monton 9 e alborazo de yf abundancia; or Tercera década: un cazador soplando en ‘un cuerno con un perro a su lado y una lan- za sobre su espalda;ilusra la cara, la perse- foucién de los fugitives, Ia obtencién de los bienes por hecho de guerra, las querellas y Jas disputas; Luna, LLe0. Primera dicada: un hombre a cabs- Ip sobre un leéa con una pluma sobre su sombrero; indica la crueldad, la maldad, la violencia, el hecho de llevar a cabo grandes trabajos, la audacia y ta codica: Saturno Segunda década: un hombre sesteniendo tun halen sobre su puho; expresa el amor. la sociedad, la no separacién, el hecho de no perder el sentido, de evitar las querellas;Ji- piter Tercera década: un hombre sosteniendo una espada blandida sobre su cabeza por ‘una mano y con un broquet en la otra; signi- fica las querellas, las disputas, la ignorancia, la miseria, la victoria sobre los miserables sobre los espirtus viles, por causa de que is noran la ocasion de stcar la espada, y las ‘gucrras; Marte Vinco- Primera década: un hombre depo- sitando plata en un eofre; indica las siem- bras, la fabranza, los cultivos, la poblacién, la acumulacion de riguezas y de articulos comestibles; Sol Segunda déeada: dos hombres, uno con ‘una bolsa en la mano; simbolo de la ganan- cia, de Ia adquisicion, dela acumulacién eo diciosa, el hecho de ser avaro, de elevarse por la fuerza; Venus. Tercera década’ un anciano deerépito apoyado sobre un bastén evoca 1a vez, la ebilidad, la indolencia, la pérdida de los miembros a causa de achagues, el hecho de Sesenraizat los arboles y el despoblamiento de lugares habitados; Mercurio. Lin: Primera década: un estudiante con un libro abierto ante él; iustea Ia justcia, el derecho, la verdad, ef socorro aportado a los débiles contra los fuertes y los malos, asi {como Ia asistencia a los pobres y a los des sraciados; fa Luna, Segunda déeada: un anciano en trae ta- lar, sentado sobre una sill, muy grave: pre- dice la glotoneria, la sodomia el canto y la alegria; el hecho de partcipar en mals pla ‘eres; Saturo, Década Tercera década: un muchacho con una copa en la mano; evoce la tranguilidad, la abundancia, y una buena vida, apacible y se- ‘ura Jupiter. ‘SCORMO: Primera década: dos hombres solpeindose y agarrandose de los pelos; sim- bolo de la lucha, dela tristeza, dela fuera, de la villania, dela perdicion y de la malig. nidad; Marte. ‘Segunda déeada: un hombre sentado so- bre un taburetey dos perros peledndose a su lado: significa as aftentas, las defecciones, el hecho de avivar las disputas y el de prose- suir las querellas envenenadas l Sol. Tercera dévada: dos mujeres agarrandose de los pelos, la una con un palo en la mano, ¥ golpeando a la otra en la cabeza; la guerra la ebriedad, Ia violencia, la fornicacién, la céleray el orgullo; Venus, SAGITARIO Primera década: un hombre aarmado con un hacka; significa la audacia, Ja libertad y la guetra; Mercurio. Segunda década: un hombre allgido sen- tado sobre un taburete; evoca el miedo, el lamento, la pena y un espirity temeroso; Luna. Tercera década: un hombre con una plu- sma en el sombrero, sosteniendo un bastén cn la punta de sus dedos; indica la obstina ‘con y el hecho de no ser persuadido; Ia re- ‘nuncia dificil, la tendencia al mal, la lucha y Tas cosas horebles: Saturno, CCAPRICORNIO: Primera década: un. hom: bre viajando a pie; signo de previsién, de trabajo, de gozo, de ganancia y de pérdida, de debilidad y de bajeza;Jipitr. Segunda década: un hombre intentando alcanzar un pijaro en el aire; el hecho de perseguir cosas inaecesibles; Marte Tercera década: un hombre sentado en tuna mesa y contando su dinero; describe la codicia; el hecho de adminisiar sus bienes, de no bastarse asi mismo y de ser suspicaz; Sol "ACUARIO: Primera década: una mujer sen tada hilando sobre una roca; evoca un espi- ritu ansioso el desapego a la ganancia, el he- cho de no descansar nunca, el trabajo, los ‘males, la pobreza y la mezquindads Venus. ‘Segunda década: na persona agradable, bien vestida, sentada sobre un taburete sig Década nifica la belleza, la comprensién, la modes tia, las buenas maneras, las cortesias y la libertad; Mercurio, Tercera década: un hombre de mirada en vidiosa, con las manos alos lados; indica la defeocign, las afrenta; 1a Luna, Piscis: Primera década: un hombre de via je que lleva un fardo a la espalda: evoca el hecho de tener numerosos pensamientos, los \ ites os catbios de sito a bésqueda de bienes y alimento; Saturno. Segunda década: un anciano scBalando cl cielo con el dedo; ilustra el elogio desi mis ‘mo, un gran espiritu, la busqueda, la inter. vencin en los asuntos de los demis para co- sas nobles y elevadas; Jpiter. Tercera década: un joven estrechando en. {re sus brazos a una mujer hermosa; deseribe Ja fornicacién, las caricias, el placer con las mujeres, el amor de la pa y de la tranquil dad; Marte Es imposible datar exactamente esta serie de simbolos pricticamente desconocida en Europa, pero es ciertamente muy antigua, En el hor6scopo prictico, se toman princi palmente en consideracign las décadas en las ‘gue se encuentra el Ascendente, el Sol y la Luna, combinando estas significaciones eon las de otros factores astrolégicos. ALY. Decapitacién. En diversas religiones primiti- vas la decapitacign contaba con un ritual y una creenci: la cabeza ese sitio de Ia men- te. Hay que preservarla o destruirla, sein pertenezca a un familiar 0 a un enemigo Los celtas, tanto en Irlands como en cl continente, cortaban la cabeza del enemigo vencido en combate singular. Esta costum- bre tiene una base religiost pues, segiin el dios mético Diancecht, la resurreccién o Ia ccuracin son posibles en tanto que los érea- nos esenciales (e50, medula espinal, mem- ‘branas del cerebro) no son dafados, Las ca- bbezas cortadas eran conservadas como ‘rofeos guerreros y suffian un tratamiento & tal efecto, 0 bien no se conservaban de ellas mas que una parte. Un texto irlandes habla de las lenguas, otro menciona unos > sesos mezelados con arcilla y hechos una pelota para jugar. Tito Livio cuenta que el erimeo el casul Postumius, vencido por los galos 402 teas cisalpinos, fue Hevado con gran pompa a su templo principal donde, revestido de metal precioso, sirvio de copa para el culto (Ocac, 10,130,1395,286; 11,4). LG. Dédalo. Como —» Hermes, pero con aspecto de téenico mis que de comerciante, Dédalo simboliza la ingeniosidad. El construye tan- to el + laberinto, donde se pierde, como las —+ alas artficiales de ~ fearo, que ayudan a ta escapada y al vuelo y provocan finalmen- te la pérdida. Constructor del laberint, sim- bolo de lo subconsciente, representa bastan- te bien ef estilo moderno, al. teenderata abusivo, «al intelectual pervertido, el pens miento afetivamente cegado que, al perder su cualidad licida, se torna imaginacién cxaltada y se encierra en su propia construc- cidn, lo subconscientey (DIES, 47). Pero su ‘construccién puede igualmente ser conscien tey clevarse en las alas de la ambicién que, carentes de medida, conducen a la catistro. fe. El personaje legendario de Dédalo es el simbolo del teenéerata, del aprendiz de bru- jo disfrazado de ingeniero, que no conove los limites de su poder, aunque sea representati- vo de la inteligencia prietica y de la habili- dad de ejecucién (DEVD, 143) y el propio tipo del artista universal, ora arquitecto, ora cescultor, ora inventor de medios mecinicos (Gxup, 118). Las estatuas animadas que se le atribuyen evocan a Miguel Angel y sus auté- ‘matas. Tampoco es mejor Suerte la suya que lin de éste con los prineipes a quienes sieve. 403 Dedo. 1. Para ls de ta vida, el El cordial dela parte visible de dems enteram tro de una envlt {que «es con la el muerto habla 2. El pulgar es ‘bambara, cuyos Plane adormada do dan una. 01 (D1). En oposict zando el poder bambara Haman posee el mama, Tos demis dedoe; nacién, y para EL metigue del simboliza ala vetbo que habita efecto que all vinsos del cuerpo las cuerdas, 0 de del ano. Es pues 4 locomocién, cuacién del cverpot esfloracin y ala Tores También para Tice encarna la ao ics Seo (Cail de b con gran pompa a su revestido de metal para el culo (occ LG mes, pero con aspecto omeriante, Dédalo fied. Elconsruye ta te se iene, como las {earo, que ayudan ¥ provoran fnalmen ot dal abernto sim: ue, representa basta ern, al teenderata perverio, el pens oxgado que al perder tommaimaginacion en 3 propia construc- > (DES, 47), Pero su iments ser conscien- dela ambicion que, ondcen a Ia catisro- ario de Dao es el dl aprendiz de br 0, que no conoce los ine sa representa Prctica y de la hab 1, 143) y el propio ‘om arquitecto, ora de medias mecanicos animadas que se le jguel Angel y us aut or suerte la suya que ies a quienes sve 403 Dedo. 1. Para los dogon el indice es el dedo se Ia vida, el del medio ef de la muerte. El cordial de la mano izquierda es Ia Gnica parte visible del cuerpo del muerto, por lo ‘demas enteramente disimulado y atado den- tro de una envoltura ritual. Los dogon dicen que «es con la ayuda de este dedo como el muerto habla a Tos vivos» (GRIS). Pero el ‘montrador es también el dedo del senor de 1a palabra (valor numérico 7) y el cordial el ‘dedo de la palabra misma (valor numérico 8) (Gate). 2. El pulgar es simbolo de poder para los bambara, cuyos jefes llevan una sortie de pulgar adornada con el signo del ayo: cuan- do dan una orden balanceando Ia mano, amenazan asi con ef rayo a su interlocutor (Diem), En oposicién a este dedo, y simboli- zando el poder Social, el auricular, que los bambara llaman «hijo de los otros dedos», posee el mama, es decir, la fuerza vital de Jos demés dedos: se lo emplea para la adivi- niacin, y para lanzar maleficios (DIES). I mefique’del pie, como el de la mano, simboliza ala persona entera esta adornado 4 veces con un anillo de plata, simbolo del verbo que habita la totalidad del cuerpo hu- ‘mano, dela cabeza aTos pies. Un golpe dado con el mefique es signo de aquiescencia to- tal y compromete a la persona entera 3. E1 hueco que separa el pulgar del pie el dedo siguiente tiene una significacion se- xual para los bambara, Ellos consideran en efecto que alli reside uno de los centros ner- viosos del cuerpo humano, el cual domina las euerdas, es decir, los nervios del sexo y ddl ano, Es pues ee! reflejo de las funciones de locomocién, de reproduccion y de eva- ‘cuacién del cuerpo humana» (zaH). Nume- Tosts practieas, precisa Zahn, ponen esta relacién en evidencia. Asi, se dir de la mu Jer con estos dedos muy separados que tiene fuertes apetitos sexuales y una incinaci6n al libertinaje. Por otra parte la costumbre exige {que st les ate al dedo gordo del pie de cada tesposo, en la noche de bodas, un hilo de al- fod6n: eso ayuda al hombre a conseguir la desfloracin y a la mujer a soportar sus de- lores. “También para los bambara (ZANB) el po lice encarna la fuerza no s6l0 fisica, sino Deformidad mental, Este dedo es «la prolongacién de la actividad del alma, y por tanto representa también el trabajo. 4, Recordemos aqui que los dogon asignan al dedo gordo el valor numérico 3 6 (GRIE), valor triplemente macho, ya que el 3 ¢s el signo de la masculinidad. El saludador es el dedo del juicio, de la decision, del equi brio, dl slencio, dicho de otra manera del dominio de si. El del corazén simboliza la afirmacién de la personalidad; el médico y auricular estin ligados ala sexuslidad, los seas y los apetitos: pero el simbolo’ del anular es mis netamente sexual y el del me- ‘ique mis esottrico: es el ded de los deseos secrets, los poderes ocultosy adivinacion S-El padre Dupeyeat constat6 que las mu- Jeres de Papuasia (Nueva Guinea) se corta- ban una falange en sefal de luto al morie su esposo. Alffed Métraux (METN) vuelve a constatar Ia misma costumbre entre los in ‘ios del delta del Parand (Brasil 6. Segin el sistema de las corresponden- cia planetarias del microcosmos, la asrolo- sa tradicional considere el pular el dedo de Venus, ef indice el de Jupiter, el del corazén cl de Saturn, el anvlar el dedo solar y el metique el dedo de Mercurio (GRA, et- cetera) AG. 7-E héroe se niega a nacer por la vulva. Viene al mundo por el dedo gordo det pie derecho de su madre, Esta creencia est ex- presada en los mitos de os pigmeos bambuti del Congo, También se vuelve a encontrar entre los pahuinbeti del Camerin del sur. El dedo del pie simboliza un origen excep- cional Deformidad. Los seres maléficos u obscuros que los textos célticos Haman. Fomore se ciego aparece a menu do como dotado de videncia, el mutilado como superdotado en el miembro que le queda. El simbolo de lo deforme aparece ‘mas por lo general en forma ambivalent «Toda deformidad es signo de misteri, sea éste maléfico o benéfico. Como toda ‘anomalia comporta una primera impresion Fepugnante; pero es un lugar 0 un signo pre dlileeto para esconder cosas muy preciosas, ‘que exigen un esfuerzo para ser ganadas, Eso cexplica el respeto mezclado de temor que la Sociedad alficana testimonia al loco, al lisia- do, y sobre todo & los ciegos de los que se cree que ven la otra cara de las cosas (uaMK, 32). La anomalia exige, para ser comprendida, una superacién de fas normas habituales de juicio y, a partir de abi, puede introducir a un conocimiento mis profundo 4e los misterio del ser y de la vida Delantal. 1. EI mandil de piel es uno de los ‘ornamentos esenciales de la masoneria. Se leva con el pechero levantado en el grado de aprendiz, y con el pechero bajado en los arados superiores. Heredado de las tradicio- nes artesanales, evoca obviamente el trabajo, para cuya realizacién es necesario levarlo, Se hablaba también, no mucho ha, del dere ccho de delantal, pagido por fos aprendices de algunas profesiones al final de su perio- do de prueba. En la simbélica masénica el ‘mandil, que caracteriza la vestimenta del iniciado, es en efecto el emblema del traba- jo; recuerda que un masén debe siempre te- nner una vida activa y laboriosa. Para otros recordaria la tinica de piel con la eual Adin yy Eva cubrieron su desnudez tras el pecado original: el delantal debe ser blanco, inma- culado y puro, Conservindolo asi, cada uno en su plano puede realizar esa perfeccién a la que aspira todo iniciado. Otros ven tam- bign en él el simbolo del cuerpo fisico, de la envoltura material, con la que debe revestir- se el espirity para {omar parte en la obra de Ia construccién universal. Otros le aribuyen, tuna significacin étca: «el delantal maséni cco cubre simplemente 1a parte inferior del ‘cuerpo y sobre todo el bajo vientre.. sede de In afectividad y de las pasiones... Eso signif 404 ca que sélo la parte superior del cuerpo, la ue es sede de las facultades racionales y'es- Pirituales, debe participar en el trabajo y sélo ella ‘permite alcanzar In serenidad de espiritu que hace al verdadero iniciado» (woum, 292). Se ha podido pensar también, no sin ra z6n, que el papel protector del delantal se extendia a ciertos centros sutiles del se. De abi ese triple simbolismo del delantal persona consagrada al trabajo, pertenencia a tun medio de trabajo, proteccién contra los esos del trabajo, 2. Los delantales de huesos son documen- tos que casi ya no se encuentran; se substi- tuyen a menudo en el Tibet y en el Africa por simples delantales de tela con pinturas blancas sobre fondo negro, que representan hhueses. En forma de trapecio terminado en un cinturén de estofa, el delantal de huesos hhumanos para brujos'consttuye una de las thy pevas de vaio tal, Ane tine Sg Xk 40s seis iezas del Fal, euchillo bor de eno, tal de huesos) ures, mascara, terealadas even $05, ojo, verdes ser que semejantel luna protecién ‘muertos 0 bien la los muertos, para dainos y de las mento de os 2c ‘simboto de prot bign que el brajo on ello que los bajo y captar el Tos esos, Now valor simbdtico| al taba, Deitia. Simbstca las transfigurai 1. Los piraas puis de atar a Di Vio eaen al mary fine. El delfn se la regenera tripode de Apol bolo de Ia adi de la prudencia, velocidad de buye, lo com idm: también ‘come Poseidén, Los delines| cen la Crea pre un delfin, gin abordar las costs ruta de Dello, 2. El hombre se arte griego cabal smal sagrado dese en los tos fun Psicopompo. «Lae ‘muertos eretiran Jas de les Bienave res los transportan ‘morada de ultratu 404 perior del cuerpo, la aes racionales y es- ar en el trabajo y ar la serenidad de verdadero iniciadow cues; se subst ibe yon el Africa je cle con pnturas be representan Ae tate So Sada 405 seis piezas del material mégico tantrico (pu- fia, cuchillo sacrificial, Nauta mégica, tam- bor de crineo, eréneo-tazén 0 boca y delan tal de huesos). De noche emiten rayos de luz, Los fragmentos de hueso, encuadrados 0 fen medallones, estan a veces esculpidos: f- guras, méscaras, flores, ete; a veces estan in- tervaladas cuentas de materiales semiprecio 505, rojos, verdes 0 azules (TONT, 18). Puede ser que semejante mandil simbolice, 0 bien una proteceién contra las reacciones de los muertos 0 bien la intervencién requerida de los muertos, para preservar de los contactos datos y de las contaminaciones en el mo- ‘mento de los actos sagrados. Aparece aqui el simbolo de proteccién. Pero puede ser tam- bién que el brujo que lieva el delantal quiera con ello que los muertos se asocien a su tra: bajo y captar el poder magico encerrado en los huesos. Nos aproximamos aqui al primer valor simbelico del delantal, que esta ligado al trabajo. Delfin. Simbélica ligada a Ia de las aguas y Jas transfiguraciones. 1. Los piratas que se emborrachan des- pués de atar a Dionisos al méstil de su na. vio, eaen al mar y son transformados en del- fines. El delfin se convierte en el simbolo de regeneracion. Su imagen se veia junto al tripode de Apolo, en Delfos. Es también simbolo de la adivinacién, de la sabidusia y de la prudencia, Estas cualidades, junto ala velocidad de desplazamiento que s le atri buye, Io convierten en sefior de la navega- cién: también se Io representa a menudo como Poseidén, con un tridente o un éncora. Los delfines eran honrados como dioses cn la Creta prehelénica. Apolo se encama en un delfin, segin el himno homérico, para abordar las costas de Crisa, que le abren la ruta de Delfos. 2. EL hombre se representa a menudo en el arte griego cabalgando un delfin. Este ani- ‘mal sagrado desempena sin duda un papel en los ritos funerarios, donde aparece como psicopompo. «Los eretenses ereian que los ‘muertos se retiran al fin del mundo en las is- las de los Bienaventurados, y que unos deli- nes los transportan sobre su lomo hasta st morada de ultratumba» (Defradas). Plutarco Delfin nos describe el viaje de Arién transportado y escoltado por delfines, que lo salvan de la amenaza de los marinos que se aprestaban a matarlo. Arién se arroja al mar: «pero, antes se que su cuerpo se haya sumergido del todo, unos delfines se precipitan debajo y lo levantan, Henindole primero de inguietud de incertidumbre y de agitacin, Pero la sol- tura...el gran nimero de elles... el aire bené ri co Silo na (Pi, Mano de Luar) volo... a velocidad de los delfines.. hacen que él experimente, segin dice, no tanto el temor de morir y el deseo de vivir, como la ambicién de verse salvado, para’ aparecer ‘como un favorita de los dioses y recibir de ellos una gloria inalterablen (Banguete de los Siete Sabios, 17-18). Este relato es rico en simbolos de didfana interpretacion: Arion pasa de este mundo agitado y violento al ‘mundo de la salvacién inmortl, gracias @ la ‘mediacién de los delfines. Nada tiene de sor prendente que Cristo Salvador haya sido re presentado més tarde en la forma de un del fin. De un modo mas psicolégico y &tico, el relato indica también el paso de la excita cién y de los terrores imaginativos a la se- renidad de la luz espiritual y la contem. placién, por mediacién de la bondad (la inmersin salvadora, la soltura, el aire bene volente de los delfines, etc.) Se perciben aqui las tes elapas de la evolucién espin- tual: predominancia de la emotividad y de la ‘imaginacién; intervencién de la bondad, 0 dol amor y det sacrficio; iluminaeién en la sloria de la paz interior. La leyenda evocada al comienzo de esta nota confirma esta interpretacién del delfin como simbolo de conversién. Dionisos, to- mado que ha un navio para ir a Naxos, se percibe de que los marinos se dirigen hac el Agia para venderlo sin duda como escla vo. Entonces «transforma los remos en ser- pientes, lena el navio de hiedra y hace re Delfin tumbar el son de flautas invisible. Paraliza 1 navib con unas guirnaldas de vita y con tal arte que los piratas enloquevidos se pre- cipitan al mar, donde se convierten en defi nes. Esto explica que los delfines sean ami 108 del hombre y se esfuercen en salvarlo durante los naulfagios, pues son piratas arrepentidos» (GRD, 127). Deméter. 1. Diosa dela fertilidad, diosa ma ternal de la tierra, la Tierra Madre, cuyo coulto se remonta a la mis alta antigedad y se reviste de los mis grandes misterios. Se halla en el centro de las misterios iniidticos de Eleusis, que celebran los perpetuos reco- mienzos, el cielo de las muertes y los rena- cimientos, en el sentido probable de una cspirtualizacion progresiva de la. materia Pone al mundo a — Perséfone, hija unica, gue es arrebatada por ~> Hades y se convier- e-en reina de los infiernos. La antigedad ha descrito en conmovedores poemas Ia ca rrera angustiada de Deméter hasta los inier- 406, nos, ala bisqueda de su hija perdida, Madre € hija se representan en el arte unidas por luna igual ternura, Se invocan juntas en los caultos, para asegurar la sobrevivencia de las almas en el mundo de los muertos. 2. Deméter confia a Triptolemo, hijo del rey de Eleusis, una espign de trigo. Triptole- mo recorre el mundo para enschar 2 los hhombres la agricultura. Pero la vegetacién tambien esta sometida a la ley de las mucr- tes y los renacimientos: si el grano no mue- re.. Antes de germinar y de brotar, el grano pasa seis meses bajo terra, como Perséfo- ne pasa seis meses de invierno en el mundo subterréneo, al lado de Hades, antes de vol- ver por otros seis meses de primavera y de verano al lado de su madre en la luz del Olimpo. 3. Por las relaciones con su hija, diosa de {os infiernos y, con Triptolemo, propagador de la cultura del trigo, Demeter se revela como la diosa de las alternancias de vida y ‘muerte, que ritman el ciclo de la vepetacién yel de toda existencia, Participa asi del sim- bolismo de la tierra y de la madre. Pero se dlistingue de la tierra, elemento cosmogénico (Gaia, Rea), en que ella simboliza la tierra cultivada, la que produce el trigo y todas las Ficas cosechas (GRID, 120; DIES, 122) Demeter simboliza en efecto una fase ca- pital en la organizacién de la tierra: el paso de la naturaleza a la cultura, de lo salvaje @ lo civilizado. Si intervienen simbolos sexua- les, en el curso de la iniciacin a los grandes imisterios de Eleusis, es menos para evocar, al parecer, la fecundidad de la union sexual ‘que para garantizar al misto una regenera- cidn en un mis allé de luz y de felicidad ‘«Dichoso el que pose entre los hombres de la tierra la vision de estos misterios» (himno hhomético a Deméte). 4. Segin la interpretacién anatitica de Paul Diel (Dies, 197), Perséfone, Ja hija de Deméter, seria el simbolo supremo del rechazo, y el sentido escondide de los miste- Fios de Eleusis consistiria en «el descenso & lo subconseiente con visas a liberar el deseo rechazado (con vistas a buscar la verdad frente a si mismo), lo cual puede ser la con- sumacion mas sublime». Y Deméter que ha dado a los hombres el pan, simbolo del ali 407 mento espiritua, de la vida: la rméter se afrma, deseos tren satsficcién tierra, permaneee | cspirituy. ine dora material y espiritu como He 122) Ella no es Ize la antorcha Demonio. 1. En Adin) es no silo > andtpino, sino que « vardn por el lado Aerecho ¥ mujer por el lado izquierdo. Dios lo parte en dos mitades, cuando las crea va 6n.0 mujer (ELIT, 361). 3. La edad media cristiana no escapa a cesta tradicidn,segin la cual el lado izquier- 4 seria el lado hembra, por oposicién al de echo que seria macho. Siendo hembra, la iquierda es igualmente nocturna y satnica, segin antiguos prejucios, por oposicién a la erecha, diurma y divina. Asi las misas ne tras incluyen e] signo de Ia cruz hecho con Ta mano igquierda, y el diablo marca a los nilos que le son consagrados wen el ojo iz- Auierdo con le punta de uno de sus cuernoss (ris). Derecha,igulerda Un grabado del Compendium Malifico- ‘rum det R.P. Guecius (Milén 1626) muestra Satin imprimiendo la garra bajo et pirpa- do izquierdo de sus nuevos adeptos y dejdn- dolos asi ciegos a la luz divina y videntes de su sola lu. 4. Entre los griegos el lado derecho es «el lado del brazo que blande la lanza» (Esqui- lo, Agamenén, 115). Los presagios favora- bles aparecen por la derechs; ella simboliza Ja fuerza, la desteza, el éxito. Le palabra tina sinister (iquierda) ha dado en castel 5. Las nociones de diestra y sinistra ti. nen entre los celtas el mismo valor que en el ‘mundo clisico, a saber favorable y de buen augurio la derecha, mientras que nefasto y dde mal augurio la izquierda, Los eseritores Antiguos se contradicen algunas veces: para Posidonio, los galos adoraban a los dioses volvigndose hacia Ia derecha; segin Plinio, se volvian hacia la izquierda. Pero la inica istinci6n valida entre siniestra y diestra es, ‘ademas de los puntos cardinales este y oeste, el sentido del recorrido del sol; es derecho lo aque va en el mismo sentido que el sol; es i2- quierdo lo que va en el otro sentido. En la crientacion céltica el observador se sitia frente al sol naciente, lo que coloca la dere cha al sur y la izquierda al norte. El norte es To bajo, donde el sol acaba su descenso y co- mienza su ascenso diurno; el sur es Io alto, onde el sol acaba su ascenso y comienza su escenso. «Pero el norte no es inmutable- ‘mente la izquierda ni el punto de partida, ni aguel donde el movimiento se detiene defi nitivamente, mis que si el observador, abs- trayéndose de la continuidad det movimien to, considera s6lo un circuite que comienza y acaba en los limites del espacio. Si gran do de izquierda a derecha, evoluciona & la ‘manera del sol en la sucesién de sus circui- tos, siendo ef norte la izquierda es también el punto de origen del movimiento, pero lue- 0, cuando vuelve a él, ya no-es més que un punto por donde pasa sin detenerse,y el sur anilogamente ya no es para él mis que tran- sitoriamente la derecha» J. Cuillandre, La droite la gauche dans lépopée homérique, .307), La originalidad de los irlandeses ha consistido en asimilar © confundie en su 408 orientacin la siniestra y el norte, y en con secuencia la diestra y el sur, a causa de una prohibicion de vocabulario que afecta al nombre de la izquierda (cle, gals cledd, bre- {én kleiz) que ha sido substituido por eufe- mismos entre los que destaca tuath, el norte Es de hecho el nombre de la tribu el que ha tomado el sentido de norte porque los dioses irlandeses del paganismo 0 Tuatha De Da- nnann (tribus de la diosa Dana) son, en la tradici6n antigua, de origen nérdico y esta iltima ha sido mal interpretada tras la cris tisnizacién de Irlanda (oGaC, xvin, 311-3 = orientacién. ‘6. En el caso de los amerindios, por ejem- plo en el templo inca de Coricancha, en el Cuzco, la efigie de la divinidad suprema Huiracocha-Pachacamar estaba flanqueada 1 su derecha por el dios Sol y a su izquierda Por la diosa Luna, 7. En el Africa, para los bambara, cuatro, ndmero de la feminidad, es sindnimo de si- niesira; tres, mimero de la masculinidad, sinonimo de diestra, La mano derecha es bolo de orden, de rectitud, de trabajo, de fidelidad; la mano izquierda simbolo de des- ‘orden, de incertidumbre, y expresa las varia- ciones inestables de la conciencia humana (ore, Sesiin una costumbre funeraria dogon, el rmuerto «s recostado sobre el lado derecho si es vardn y sobre el lado izquierdo si es mu- jer (GRIF), 8. En el Extremo Oriente, por lo contra rio, of lado izquierdo es el que parece favo- rable. En el Yunnan, por ejemplo, Dto Mba Shi Lo, fundador del chamanismo entre los mo-s0, «nace del costado izquierdo de su madre como todos los héroes y los santos» (euic, 391), La antitesis de derecha e izquierda no ex- presa en la China ninguna opasicign absolu- ta, ya que alli como en todas partes ambos érminos se rigen por el yin y el yang y éstos no se oponen. En la misma medida en que los chinos no contraponen la religion a la ‘magia, lo puro a lo impuro, ni lo sagrado @ To profano, la diestra, que std consagrada poor lo general a las actividades terrenas y 4 las obras profanas, tampoco es por tanto fival dela siniesta, 409 La inquierda senta el cielo, ‘momentos a la vin. Por ser la Jas mujeres, al ot mento, En el Libro dé Laosse augurio aad tuna casa (derechal mente del temor ner en cuenta el podia ser yin 0 dar, los chinos bajo la inqui ccontrario. Sine por ser Ese yin, tratio, eonden derocha, En los tiempos Drisioneros cor reventindoles el. De modo se ‘mano sniesta ys En las relacione tra regamentan a cias. El jefe rei 408 nore, y en con. sur, a causa de una Ta tribu el que ha porque ls doses ‘0 Tuatha De Da- Dana) son, en la gen nordico y esta ada, tas la cris- ic, XV, 311-322 indies, po ejem- Corizancha, en el ivinidad suprema estaba flanqueada ya su izavierda bambara, cuatro, ‘es sinonimo de s a masculnide, mano derecha es tu, de trabajo, de slmbolo de des- fy expres las varia- eencia humana fanecaria dogon, el el lado derecho si uierdo si es mu: te, por Io contra: fel que parece favo semplo, Dio Mba manismo entre Ios fo inquierdo de su oes y los santos» inquierda no ex: ‘posicia absolu la religion a la 0, ni lo Sagrado a 409 izquierda es el lado honorable, repre- senta el cielo, pues es yang vence en ciertos momentos ala derecha que es la tierra, y yin. Por ser la derecha yin, pertencce a las mujeres, al otofo, a las cosechas, al ali- mento, En el Libro de la virtud de la Via dice Laotse Laingierde el so de har en as hors sas Yin deren en as bors nee, Enlace, cl lupreiete es a angled La creencia que pretende que sea de mal augurio atadir una construccién al oeste de tuna casa (derecha y yin) proviene probable- mente del temor de ver afadirse una nueva esposa a Ia familia, ya que en los tiempos ntiguos era la direccin reservada a la habi tacion de las mujeres. Fundéndose en el principio de que la de- recha es yin, y por lo tanto hembra, y la igquierda macho y yang, los médicos se de- claraban capaces de diagnosticar durante el ‘embarazo el sexo del embrién segtin el lado en que estaba situado; también habia que te- ner en cuenta el aio de la concepcién, que podia ser yin o yang. Emplesban ef mismo principio si se trate ba de vacunar a una chica 0 a un chico: para Ja viruela, la insullacién se efectuaba en la riz derecha si se trataba de una chic y en Ta izquierda si de un chico. En cuanto a los productos afrodisiacas actuaban de igual ‘manera entre varones y mujeres Todo lo siniestro es noble. Asi, para salu- dar, los chines esconden la mano derecha bajo la izquierda, y las mujeres hacen lo contrario. Sin embargo en periodo de duelo, poor ser és yin, las hombres hacen lo con” trario, esconden la mano izquierda bajo la serecha En los tiempos arcaicos se castigaba a los prisioneros cortindoles la oreja izquierda 0 reventindoles el ojo i2quierdo. De modo general en la China se da con la ‘mano siniestra y se recibe con la desta, En las relaciones humanas diestra y sinies- tra reglamentan el protocolo y las preceden- cas. El jefe recibe de pie y cara al sur a fin Derecha, igulerda de recibir el principio yang, y los invitados estan eara al norte que es lo bajo y el vin. Del mismo modo en las tradicionés japo- nesas la izquierda es el lado de la sabidu de la fey del instinto. Est en relacién con ef sol (hi) que es el elemento macho. La iz- uierda tiene precedencia sobre la derecha, La diosa del sol, Amaterasu, nace del ojo i= quierdo de Izanagi, y la luna del derecho, La diestra esta en relaciéa con la luna, el agua y el elemento hembra, 9. Se han buscado razones para estas di- versas interpretaciones de la derecha y la igquierda. En las circumambulaciones ritua les de la India, por ejemplo, gar de izquier- dda a derecha es propicio, mientras que ha cerlo de derecha a inquierda es nefast: este Ultimo giro no se ejecuta mas que en las ce- remonias finebres, Las sesiones de magi negra dan igualmente prioridad a la izquier- da: se avanza en primer lugar el pie izquierdo, se presenta ef Manco izquierdo al fuego, ete Goblet d’Alviella, citado por J. Boucher, ex: pica que «un sentido propicio est ligado a la rotacign por la derecha, y un sentido si- niestroa la rotacién por la izquierda porque, en el primer caso, el movimiento sigue el curso aparente del sol y, en el segundo caso, vva.en contra de ese curso». Por otra parte en las ceremonias finebres brahaménicas una primera circumambulacin en el sentido de 1a izquierda, indicaria la direceién del dom nio de los’ muertos, de los. antepasados, mientras que una segunda cireumambula cidn en el sentido de la derecha, indicaria ef retorno a este mundo (80UM, 113). Convie ne precisar que la rotacién apazente del sol ro aparece como dextrdpira mis que si, en cl hemisterio boreal, se mira el sol al este y al sur; en el hemisferio austral, la misma rotacién aparece por el contrario como si= nistrOgira. Las relaciones simbélicas que se querrian extraer de estas observaciones se revelarian pues bastante fragiles y fantasio- sas, 0 deberian ser invertidas para el hemis- ferio sur. Por otra parte la baveda celeste de Jas estrellas, a causa de la rotacion de Ia tie- ra, evoluciona de derecha a izquierda: el ‘movimiento estelar 0 polar seria pues, siem. pre segin las apariencias, el inverso del mo- vimiento solar Dereca,Iguierda 10. En Ta tradicin crstiana de Occidente Ja diestra posee un sentido activo y la sinies- tra es pasiva, También la derecha significa el porvenir y la izquierda el pasado, sobre ef cual el hombre no puede influir. La diestra pposee en fin un valor benéfico y la siniestra parece como maléfca La diestra y Ia siniestra de Dios poseen sus simbolos en particular en el libro del Bahir(SCHO, 156-157,160-162) Comentando el fragmento del Cantar de los Cantares, «su brazo izquierdo esté bajo ‘mi cabeza y su diestra me estrocha», Gui- ermo de Saint-Thierry precisa que Ia dere- cha expresa la sagacidad de la razon y se cjerce en el exfuerzo, La izquierda, amiga de! repoto, designa la via contemplativa y la sabiduria; y se realia en la paz y el silen cio, M-M.D. Descanso. FI deseanso de Dios después dela creacign no se refiere a un estado estitico. Descanso no significa no hacer nada, ni pa~ rar un proceso de desarrollo, EI descanso de Dios es una pausa ereadora, que inaugura ‘un nuevo aspecto. Este descanso esta consa- grado a la bendicion y a la santificacion, es decir a una nueva transferencia de energia a la creacién: la elevacién a un nuevo nivel, ‘que podria ser el de la conciencia. El descan- 0 de Dios tras la ereacién simboliza la to- talidad de los dias, El séptimo dia esti en relacién con el primero, la perfeccién se ha consumado, el cielo comienza, La imagen de la serpiente que se muerde la cola, el —> ou- roboros, que se encuentra en numerosas tra- diciones, posee la misma significacion. Co- ‘mienzo y fin se rednen y la energia césmica circula en la totalidad. Encontramos aqui et tema del concepto circular que ilustra un texto de Juan en el Apocalipsis, que dice’ «Yo soy cl + alfa y la omega» (20,6) (ous) El descanso recompensa una consumacién ‘0 mis bien es su término, El que marcha por el buen camino encuentra el descanso de su alma (Jer 6,16); la beatitud del ser. Este sen= tido dado por ef Antiguo Testamento se vuelve @ encontrar igualmente en el Nuevo (Mt 2,29). Aqui descanso se toma en el sen- tide de seguridad, El descanso aparece en- 410 tonces como un estado de equilibrio y de unidad, M-MD. Descenso > ascenso. Desierto. I. El desierto implica dos sentidos simbolicos esenciales: es la indiferenciacion principial,o es la extension superficial, esté Fil, bajo la cual debe ser buscada la Realidad. ‘No sorprendera que el islam utilice seme: jante simbolismo, aunque mas bien, al pare fer, en el. segundo aspecto. Asi ‘Abd al- Karim al-fili: «Fuera de su morada, la tropa yerra en el desieto, iCusntos limites infran- ‘Queables se presentan a la caravana que va hacia cllal» Esta bisqueda de la Esencia ‘evoca la Tierra Prometida por los hebreos @ través del desierto del Sinai En el esoterismo ismaeclita el desierto es el ser exterior, el cuerpo, el mundo, el literalis- mo, que se recorre a ciegas sin percibir al Ser divino escondido en el interior de sus apariencias, Por olro lado, el desirto, segiin san Mateo (12,43) esta poblado de demo- nics. Por lo contrario, para Ricardo de San Vietor el desierto es el corazén, el lugar de Ja vida eremitica interiorizada. De todos rmodos la contradiecién no es mis que apa- fente, pues Jess es tentado en el desierto y los eremitas como san Antonio sufren alli el asalto de los demonios; los eremitas del de- sierto del corazon tampoco se libran de ellos. Su desierto es el de los deseos y las imigenes diabolicas exoreizadas Shankaracharya utiliza el simbolismo del esierto (mara), mayormente en el primer sentido, para signifcar la uniformidad prin- cipal e indiferenciada, fuera de la cual nada existe mis que de modo ilusorio, a la mane- ra del espejismo, Para el maestro Eckhart, desierto en el que reina s6lo Dios es la indi ferenciaci6n reencontrada por la experiencia spiritual, identica en eso a la mar del sim- holismo bidico. Para Angelus Silesius, la Deidad es el desierto, ¢ incluso: «Yo debo subir ain mis arriba que Dios, « un desies- to», es decir, hasta la indistincién del princi- pio (CORT. ECKT. JLH). 2. Al precio de una paradoja verbal, se puede afirmar que el simbolo del desierto es ‘uno de los mas frtiles de la Biblia an Tiecea ida, desierto, segin mds fueries que referrse a os ee cia de Israel en por los profes tiempo en el que mente wen la sola AAsimismo Jesia’ ¢ servido en el (Me 1,13). Por esta razon ‘ulterior se retin Gesierto se Ha afrontar alli su er de Dios, el ‘con fervor una & ‘aera que el ta el derrumbami cionales del juda (que all estarin os para esperar final, He aqui (que discerir en ‘evangéica: «Si se esti en et desi En fi, sin duda Juan Bautista pr 410 fe eaulibrio y de M-MD. pica dos sentidos a indifrenciacion supe Ta Realidad, caravana que va la de la Esencia pot los hebreos a ita desirto es el mundo, el iteralis- 3s sin percibir al al interior de sus el desierto,segin poblado de demo- Ricardo de San ‘el simbolismo del ate en el primer ‘uniformidad prin dela cual nada por la experiencia la mar del sim eels Silsivs, Ia incluso: «¥0 debo Dios, aun desir inci del princi- Ta Biblia au Tierra arida, desolada, sin habitantes, el desierlo, segiin hemos visto, significa para el hombre «el mundo alejado de Dios», la uarida de los demonios (Mt 12,43: Le 829), el lugar del castigo de Israel (Dt29,5) y el de Ta tentacién de Jesis (Me 1,12ss) De todos modos los escritores biblicos no pueden considerar que haya circunstancias ‘mas fuertes que su Dios. Es asi como, por referirse alos ejemplos precedents, la estan- cia de Israel en el desierto es considerada poor los profetas (Os 2,16; 13,558) como el tiempo en el que el pueblo confiaba entera- mente wen Ia sola gracia de Dios» (-> mand) Asimismo Jess victorioso del tentador, fs servido en el desierto por los sngeles (Me 1,13), Por esta razén los monies del crstianismo ulterior se retiran al desierto como eremitas (esierto se lama en sriego eremos) para afrontar alli su naturaleza y la del mundo con la sola ayuda de Dios. El contenido sim- biélico del término aparece aqui particular- mente claro, pues en seguida deja de consi- derarse necesario retirarse materialmente al desierto para llevar una vida eremitica Como la estancia de Isracl en el desierto habia sido la brillante manifestacin del po- der de Dios, el judaismo se puso a esperar con fervor una épeca en la que eircunstan cias comparables preludiarian la salvacion final. Ast el historiador Flavio Josefo (Gue ra Judia, 2,259-261) cuenta que un profeta arrastr6 al desierto muchedumbres entusias- tas, evidentemente para encontrar alli mis deprisa la intervencién sltima de Dios (Act 21,38). Cuando la toma de Jerusalén, como- ‘uiera que el incendio del Templo manifies 1 el derrumbamiento de las esperanza cionales del judaismo, un movimiento de ‘masas concluye en esta sola demanda dirigi- da al invasor romano: los vencidos piden permiso para retirarse al desierto, puesto ue alli estaran probablemente mejor situa- dos para esperar de su Dios la salvacién final. He aqui las especulaciones que hay ue discemir en el fondo de la advertencia evangélica: «Si se os dice: &1 (= el Mesias) std en el desierto, no vaydis» (Mt 24,26). En fin, sin duda no es por casualidad que Juan Bautista prodica en el desierto (Mt 3,1 Desnuder Y paralelos) para anunciar la inminente ve- nnida del Mesias esperado. Lugar propicio ‘para las revelaciones, el desierto favorece los proyectos de los flsos profetas, asi como de Tos buenos. Es también en la perspectiva de un nuevo éxodo, que repite las mismas condiciones el primero, como hay que comprender el pasaje del Apocalipsis (12,14) en que la mu- jer ( el pueblo de Dios), perseguida por el dragon, huye al desierto, donde Dios le ase- {ura un sustento milagroso, PP. [La ambivalencia del simbolo es didfana en esta imagen de la soledad: la esterilidad, sin Dios; Ia fecundidad con Dios, pero debida ‘inicamente a Dios. El desierto revela la su- ppremacia de la gracia: en el orden espiriual nada existe sin ella; todo existe por ella y s6lo por ella Desnudez. 1. Aunque la desnuder del cuer- Po aparece fecuentemente en Oceidente como un signo de sensualidad, de degrada- cin materalista, conviene recordar en pri- ‘mer Lugar que no se trata de ninguna manera dde un punto de vista universalmente com- partidos por otra parte, esta concepcién es la ‘consecuencia del pecado orginal, de la caida dde Adin y Eva, Se trata realmente de una ‘caida de nivel: del Principio, ala manifesta cién; de una exteriorizacién de las perspec: tivas. Encontramos algin parecido en el mito shintoista donde, después del descendimien- to a los infiernos, Izanagi ¢ Izanami son Ihumillados por el Gescubrimiento de su ver- Gadero estado. Aunque después del vela ‘miento del arte medieval, el Renacimiento europeo redescubre la estétca de la desnu- dz, es en una perspectiva puramente natu- rasta y desprovista de valor simbolico, Esta perspectiva no es mas que en parte Ia de la antigiedad grecorromana. Recordemos el desvelamiento de Mistica, en Ia casa de los misterios de Pompeys, que ¢s tan rica en simbolos. De hecho, el simbo- lismo de lo desnudo se desarrolia en dos direcciones: la de la pueza fisica, moral, in- telectual y espiritual, y la de la vanidad las- civa, provocante, que desarma al espiritu en beneficio de la materia y de los sentidos.

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