Fenomenologa Clnica del TOC

La diversidad de presentaciones clnicas y sintomticas del TOC lleva, a quienes se inician en la

clnica psiquitrica, a desconciertos y confusiones diagnsticas. Sin embargo, a medida que se
adquiere mayor experiencia clr' nica, se descubre que: (a) dicha diversidad se da dentro de un
rango limitado reconocible y, (b) que es posible una clasificacin categorial. Tal como han
demostrado Rasmussen yTsuang en 1986, tanto las frecuencias como los tipos bsicos de
sntomas obsesivos tienden a permanecer estables a travs de las distintas culturas y del
tiempo.

Dentro del TOC, podemos distinguir dos tipos de sntomas:

-sntomas primarios, constituidos por las obsesiones y compulsiones,

-sntomas secundarios, como ansiedad, depresin, rabia, duda, trastornos del discurso,
cambios perceptuales o perturbaciones sexuales.

Cabe consignar que la ansiedad es un sntoma secundario, a pesar de que al

TOC todava se lo ubica como un Trastorno de Ansiedad, siendo la duda uno de los rasgos
esenciales de esta patologa.

Ydentro de la sintomatologa del TOC, otros autores distinguen: ' componentes cognitivos,
como las obsesiones y las compulsiones mentales, componentes conductuales, como las
compulsiones motoras y componentes emocionales o afectivos como la ansiedad, la angustia,
la duda, la inseguridad, el temor o la perplejidad.

Tanto obsesiones como compulsiones deben causar un d consumir ms de una hora por da o
interferir significativamcmc miento habitual, ocupacional y social, y no deberse a los efectos a
tos de una medicacin, sustancia o condicin mdica general. En del curso de la enfermedad,
salvo en el TOC infantil, el enfcr ambos sntomas son excesivos o irracionales.

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Las Obsesiones
La obsesin es el elemento capital del TOC. Por obsesiones se entiende un conjunto de ideas o
imgenes que dominan al individuo y lo conflictan, OCUpando gran parte de su tiempo y
teniendo caractersticas de pensamiento intrusivo. Habitualmente permanecen guardadas en
secreto por el individuo, sin ser comparti. das con nadie, por considerarlas absurdas o
vergonzantes. Esto ocurre hasta que

los sntomas llegan a perturbar de manera ostensible el desempeo diario del individuo, o
cuando son advertidos por las personas allegadas.