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Constitucional Comparado
Dr. Sergio Elías Gutiérrez Salazar
Noviembre 27, 2008.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
EN MÉXICO
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Sin embargo, algunos analistas4 han hecho notar que esta circunstancia se ha
quedado en simple deseo, sin reunir actualmente la Corte mexicana los elementos
esenciales para considerarla constitucional.
¿Pero, qué requisitos debe reunir una institución para considerar que es un
Tribunal o Corte Constitucional?
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En años recientes se ha extendido este modelo a Europa del Este, en Albania
(1992), Bosnia-Herzegovina (1995), Bulgaria (1991), Croacia (1990), República Checa
(1992), Eslovaquia (1992), Eslovenia (1991), Estonia (1992), Hungría (1989), Letonia
(1996), Lituania (1992), Macedonia (1992), Moldavia (1994), Polonia (1982-1986 y
1997), Rumania (1991) y lo que resta de Yugoslavia, es decir la Federación de Serbia y
Montenegro (1992).
En cuanto a su competencia, señala que estos tribunales deben conocer, con base
en la Constitución, del control de las leyes, en abstracto y con motivo de actos concretos
de aplicación, así como de los conflictos entre órganos de poder.
Por lo que toca a las consecuencias del control, toma como base el principio de
que nada debe estar por encima de la Constitución; que todo aquello que se le
contraponga debe ser anulado o restituido; de ahí concluye que si el objeto de control es
una ley, una decisión que la considere contraria a la Constitución tendrá efectos
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generales, si, en cambio, se trata de un acto administrativo, una resolución similar
producirá una restitución o una reparación.
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a los asuntos de participación ciudadana, como referéndum y plebiscito: Francia,
Colombia y Chile; 6) Por cuestiones electorales: Francia; y, 7) En referencia partidos
políticos: Chile y Corea del Sur.10
Con las reformas de 1987, se dio el primer paso, refiere Azuela Güitrón, para la
transformación de la Suprema Corte en tribunal constitucional, remitiendo a los
tribunales colegiados de circuito todos los juicios de amparo en los cuales se discutía la
aplicación de disposiciones legales ordinarias, y sólo se conservó como competencia
exclusiva de la Suprema Corte el conocimiento de aquellos en que se controvirtiera la
aplicación directa de normas de carácter constitucional. También se otorgó a la Corte la
facultad de establecer tribunales colegiados mediante acuerdos generales; lo que
representó un respiro cuantitativo.
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Con las reformas de 1996, según Azuela, se enriquecieron las características de
tribunal constitucional de la Suprema Corte, ampliándose su competencia al examen de
la constitucionalidad de leyes en materia electoral, cuando se promoviera una acción de
inconstitucionalidad por los partidos políticos.
En cuanto a las consecuencias del control que ejerce, la ministro Azuela afirma
que en las controversias constitucionales y en acciones de inconstitucionalidad, las
determinaciones del Máximo Tribunal pueden, con ciertas condiciones, anular la ley o
el ordenamiento de carácter general combatido, expulsándolo del sistema jurídico
nacional; y en cuanto a los recursos de revisión, rige el principio de relatividad, empero,
este se encuentra atenuado por dos reglas: la primera es la obligatoriedad de la
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jurisprudencia para todos los órganos jurisdiccionales, y la segunda, que cuando exista
jurisprudencia sobre inconstitucionalidad de una ley, deberá suplirse la deficiencia de la
queja.
El Doctor Alfredo Islas Colín15, por su parte, advierte varias razones por las
cuales niega que la Suprema Corte de Justicia mexicana sea un tribunal constitucional,
entre ellas, que su función no es autónoma al pertenecer al Poder Judicial de la
Federación, lo que impide la defensa constitucional con respecto de sus propios actos;
que no se ocupa de manera exclusiva de conocer de las controversias constitucionales,
pues también realiza funcional de control de legalidad, constitucionalidad y de diversos
juicios federales, como recursos de revisión al impugnarse la constitucionalidad de una
ley, de los recursos de queja, de las excusas e impedimentos de los ministros, de las
denuncias de contradicción de tesis, etc.; y, que si bien le compete resolver las acciones
y controversias constitucionales, que al arrebatarse la competencia al Tribunal Electoral
sobre la constitucionalidad de leyes electorales, fomentó la violación de los derechos
fundamentales al dejar indefensos a los ciudadanos al carecer de legitimación para
interponer acciones de inconstitucionalidad.16
En este contexto, se puede decir como una primera conclusión de las diferentes
posturas en torno a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que no puede
considerarse que sea un verdadero tribunal constitucional en el sentido formal,
entendiéndolo en el modelo Kelseniano, aunque sí en un sentido amplio, pero con
ciertas reformas, ya que la depuración de sus funciones la ha encaminado, sin duda,
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hacia una función esencial, que es la de ser guardián de la Constitución, velando por el
cumplimiento y preservación del orden constitucional por los restantes poderes
públicos, en particular en lo referente a la legislación.
Ello es cierto, el Máximo Tribunal del País se ha transformado en una Corte que
puede catalogarse como constitucional, vistos los diversos mecanismos de control con
los que cuenta, pero aun existen varias aspectos que es necesario consolidar, entre ellas
que todavía atienda distintas atribuciones que no pueden catalogarse como meramente
constitucionales, así como por la eficacia de sus pronunciamiento, sobre todo en lo que
atañe a la declaración de invalidez de las normas impugnadas, que requiere de una
mayoría de cuando menos ocho votos; así como por el principio de relatividad de los
juicios de amparo, por el que no se puede hacer una declaración general respecto de la
ley o acto que los motivare, y que no obstante que existan las atenuantes antes descritas,
las mismas no son suficientes.
Ahora bien, ante este panorama son varias las opciones que se presentan para
satisfacer la necesidad de un tribunal que cuenta con la capacidad y la autoridad para
lograr el cumplimiento y la preservación del orden constitucional, las cuales se pueden
resumir en las cuatro posibilidades que presenta Eduardo Ferrer Mac-Gregor: a) Crear
un tribunal constitucional con esta denominación, situado fuera o dentro del Poder
Judicial federal; b) Crear un tribunal supremo o sala superior federal, dentro del Poder
Judicial federal, que absorba los asuntos de mera legalidad; c) Crear una sala
constitucional dentro de la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación; y d)
Fortalecer al Pleno de la Suprema Corte en su calidad de tribunal constitucional.17
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como la revisión de los procedimientos de controversias constitucionales y de acciones
de inconstitucionalidad, para su perfeccionamiento.
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erga omnes en caso de que una norma sea inconstitucional y no se caiga en el absurdo
de que en los hechos el llamado Tribunal Constitucional haya considerado inválida una
norma y que esta no sea expulsada del sistema jurídico nacional; así como la resolución
de controversias constitucionales entre los distintos poderes del Estado en las que no
resulte juez y parte.
No resulta ser una tarea fácil, tomando en cuenta que la actual integración de la
Suprema Corte se encuentra en campaña permanente para endilgarse la estafeta de
tribunal constitucional, además del paradigma mexicano del que habla Ferrer, al
mencionar su peso histórico como máximo tribunal del País; aunque reconoce, junto
con Carbonell, que el planteamiento de un tribunal constitucional fuera del Poder
Judicial federal resulta una alternativa sólida y viable, pero a mediano plazo, cuando las
estructuras constitucionales cambien y exista un debate serio al respecto.20
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13
1
“Resalta Ortiz Mayagoitia evolución de Suprema Corte de México.” La Jornada On Line, México, D.F., 18 de octubre de 2008,
<http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2008/10/18/resalta-ortiz-mayagoitia-evolucion-de-suprema-corte-de-mexico >
2
Ver <http://www.galeon.com/timbresdemexico/1988/1988_01.htm >
3
Realizado por la Fundación Konrad Adenauer, la Universidad Federal de Santa Catarina y el Supremo Federal de Brasil en Florianópolis
del 2 al 6 de junio de 2002: <http://www.kas.de/proj/home/events/13/4/-/veranstaltung_id-2856/index.html >
4
Véase por ejemplo la opinión del Dr. Alfredo Islas Colín: ¿La SCJN es un Tribunal Constitucional?, en el Foro Jurídico, Revista del
Colegio de Doctores en Derecho, abril 2005, <http://www.cem.itesm.mx/derecho/sitioobservatorio/info/islas/38_A_Guide/4-La-SCJN-es-
un-Tribunal-C.pdf >. Así como los grupos de trabajos organizados por la Comisión Ejecutiva y Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión
(Cenca), respecto a la Ley para la Reforma del Estado, en la parte de la Reforma del
Poder Judicial, en el subgrupo de Justicia Constitucional, el estudio sobre El Tribunal Constitucional,
<http://www.leyparalareformadelestado.gob.mx/content/grupos_trabajo/judicial/justicia_constitucional/TRIBUNAL_CONSTITUCIONAL.pdf >
5
Fix-Zamudio, Héctor, “Tribunales constitucionales”, Diccionario Jurídico Mexicano, tomo P-Z, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
UNAM, México, Porrúa, 2005, p. 3804.
6
Ídem, pp. 3804-3805.
7
Azuela Güitrón, Mariano, La Suprema Corte de Justicia de México, genuino tribunal constitucional, Anuario de Derecho Constitucional
Latinoamericano, Uruguay, Konrad-Adenauer-Stiftung, A.C., 2002, p. 39.
<http://www.kas.de/db_files/dokumente/7_dokument_dok_pdf_3428_1.pdf#page=37 >
8
Favoreu, Louis, Les Tours Constitutionnelles, PUF, Que saisje:3. (Citado por Islas Colín, Alfredo, Op. Cit.).
9
Ley para la reforma del estado: <http://www.leyparalareformadelestado.gob.mx/comisiones/LX/cenca/index1.htm >
10
Tribunal Constitucional Estudio Teórico Conceptual y de Derecho Comparado, Documento de trabajo. Servicio de Investigación y
Análisis, Dirección General de Bibliotecas, Cámara de Diputados LIX Legislatura, marzo de 2004.
11
Azuela Güitrón, Mariano, Op. Cit., p. 40
12
El 26 de enero de 1995, la H. Cámara de Senadores nombró en la progresión secuencial siguiente, como ministros de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, a los ciudadanos Juventino Víctor Castro y Castro, José Vicente Aguinaco Alemán, Juan Díaz Romero,
Humberto Román Palacios, Mariano Azuela Güitrón, Genaro David Góngora Pimentel, Guillermo Iberio Ortiz Mayagoitia, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan Nepomuceno Silva Meza y Olga María del Carmen Sánchez Cordero.
Ver: <http://www.bibliojuridica.org/libros/1/159/8.pdf >
13
Fix-Zamudio, Héctor, Op. Cit., p.3808.
14
<http://www.leyparalareformadelestado.gob.mx/content/grupos_trabajo/judicial/justicia_constitucional/TRIBUNAL_CONSTITUCIONAL.pdf >
15
Integrante del Observatorio Tecnológico Jurídico Político de la Realidad Social Mexicana ITESM-CEM,
<http://www.cem.itesm.mx/derecho/sitioobservatorio/integrantes.htm >
16
Islas Colín, Alfredo, Op. Cit.
17
Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, Los tribunales constitucionales en Iberoamérica, Fundap-Colegio de Secretarios de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, 2002. (Citado por Carbonell, Miguel, Reseñas bibliográficas, Cuestiones Constitucionales, Núm. 10, enero-junio
2004 <http://www.ejournal.unam.mx/cuc/cconst10/CUC1012.pdf >
18
Coordinador Muñoz Ledo, Porfirio. Comisión de Estudios para la Reforma del Estado. Conclusiones y propuestas. UNAM. México,
2001, pp. 200 a 202. (Citado en Tribunal Constitucional Estudio Teórico Conceptual y de Derecho Comparado, Op. Cit.)
19
Existe una iniciativa de ley (número 031), para crear un Tribunal Constitucional, que se puede consulta en la Gaceta Parlamentaria,
Cámara de Diputados LX Legislatura, número 2355-II, 4 de octubre de 2007, <http://www.diputados.gob.mx/cedia/sia/dir/DIR-ISS-07-
08_Anexo-Inic.pdf >
20
Carbonell, Miguel, Op. Cit.