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No hay nada de que nos cansemos tan pronto como del dolor: si es
reciente, encuentra quien lo consuele, interesa a las almas
generosas, pero si es antiguo hace rer a todo el mundo. Y es
razonable que se ra la gente, porque es un dolor o fingido o
insensato.(LXIII)
Una vez en tu soledad haz de modo que la gente no hable de ti; por
tu parte, habla contigo mismo. Qu te dirs? Lo que los hombres
dicen con mucho gusto los unos de los otros: ten mala opinin de
ti, y as adquirirs la costumbre de or la verdad y de decirla.
(LXVIII)
Por otra parte, bien sabes que no es forzoso conservar la vida, pues
lo importante no es vivir mucho, sino bien vivir. As es que el
sabio vive lo que debe, no lo que puede. Examinar dnde, cmo,
con quin, por qu debe vivir; lo que ser su vida, no lo que pueda
durar. (LXX)
Cada da, cada hora, nos revela la nada que somos, y nos advierte
con un nuevo argumento nuestra olvidada fragilidad: entonces nos
obliga a meditar en lo eterno y a volver la mirada hacia la muerte.
(CI)
Luego hemos dividido sta [la virtud perfecta] en partes: haba que
refrenar las ambiciones, reprimir los temores, proveer a los
quehaceres, distribur lo que ha de darse: as concebimos la
templanza, la fortaleza, la prudencia, la justicia, y dimos a cada una
su cometido. De dnde hemos sacado, pues, el conocimiento de la
virtud? Nos la manifest su propio orden, belleza y constancia, la
concordia entre todas sus acciones y su grandeza, que se eleva
sobre todas las cosas. (CXX)
Nada es suficiente para unos seres que han de morir, mejor dicho,
que ya estn muriendo, pues cada da estamos ms cerca del
ltimo, y a aquel en el que hemos de caer todas las horas nos
empujan. Mira en qu gran ceguera est nuestro entendimiento: lo
que llamamos futuro est ocurriendo ya, y una gran parte del
mismo ya est cumplida, tanta, sin duda, como das llevamos
vividos. Erramos, pues, los que tememos el ltimo da, ya que cada
uno de ellos nos lleva igualmente hacia la muerte. Aquel ltimo
paso, en el que caemos, no produce nuestra caducidad, slo la pone
de manifiesto: es el da que llega hasta la muerte, pero todos llevan
hacia sta, la cual nos recibe, pero ya de antes nos tena cogidos.
(CXX)
Nadie puede tener todo lo que quiere, pero puede no querer lo que
no tiene, y usar alegremente lo que se le ofrece. (CXXIII)