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EUANTOS DR ANIMALES ” 21 El juego de chueca de los pajaritos Una ver. los pajaritos organizaron un juego de chueca. La bandurria, el rare, el jore, el chucho, el treile, e] zorzal, organizaron un juego de chueca, y entre ellos un pajarito que anda en el monte, que es dafiino para el trigo y al qu: le Haman de sobrenombre el chanchito, chiquitito, y el loro y la Iloica. Enconces dijeron que ellos iban a jugar. Midieron la cancha y jugaron. ‘Trabajé de hoyero*” el traro con el jote, esos eran contrarios, y la bandurria con ¢1 pillo, una garza, esos fueron de tapa?®, y el treile por el otro lado con el chanchito de tapa también, pero chichicho, y el zorzal con el chucho, esos ieron rds 2 la ponca, eran puncerds) cocredores. Entonces en la primera salida que pegaron salié la bola para este lado, fara. el lado del norte, y se fue, se fue. Y se fueron dando palo, dando palo, Enunade eas el chanchito le sacé raya”?, porque el chucho le pasé a pisar el zapato. El chanchito sacé la cuchilla y le plant6 una pufalada a Ja lloicaen el pecho, cayé. Entonces el ercile alcanzé a ver que ¢l otro la habia apuiialeado, que estaba goloreando el pecho de Ia Moica ya, que hasta la fecha qued6 coloreada. Entonces dijo el treile —jTené*"! jTené! Deténgase el juego, que no se juegue mis, que se detenga. La bandurria dijo: —jJuar no més! —No —dijo el treile—, detén el juego —porque habia un herido—, cue se detenga el juego. Entonces detuvieron el juego. Entonces el chanchito lo que hizo, se puso el ‘upto, se vistid con su ropa y se fue al monte a esconder. Desde ese dia anda @scondido hasta Ja fecha y no sale a la pampa, sino que anda en el monte, y nosotros mismos no lo vemos y sale séloa hacer dao en los trigos. Y eso fue por huber apufialeado a Ia lloica. Por eso dice la Hoica en su verso cuando canta: MHloyero, m. El jugador que sic La pelota de un hoyo en el centro dela carcha *upa, toc, Jugar de capa, Juger de defense, Joc. Sucat o llevar rayt, Ganar un punto arrojando i pelots fuera de la cancha éa sentido 7 Nene. Onomutopeya del geivo del erie ‘ MAPUCHES DI CHILE oo HENTOS MAPUCHES 1 Con cuchilliro fue!”. {No ve cuando grita? Claro, con un cuchillo la apufia- learon. ‘Asi que no se alcanzd a definir el juego. Y la bandurria decia: —Juar’! no mas! jJuar no més! Asi que no pudieron terminar el juego Se acabé el cuento,. pasé por un zapato roto pata que usted me cuente otro. 26 El hijo del sol Erase hace mucho tiempo una joven. No la habia amado ningiin hombre y-yase habia hecho solterona. Se aburrié del todo y salié a un lugar con bella vista; alli se eché a tierra Entonces se bajé adande estaba ella el alma del sol. Este le transmitié suefio, la hizo dormir y la dejé embarazada, Un mes después dio a luz su criarura. Inmediatamente lo crié. Era hijo hombre. En un afo fue joven grande, La pobre mujer era en realidad muy pobre. Entonces de repente encré una obscuridad, ya no amanecid. A esto se angustiaron les hombres de todo el mundo. Entonces el hombre joven: “Si me pagaran, iria adonde esta el sol y lo abritia", dijo el joven. “Padre mio es el sol”, dijo. Después todo el mundo Ie dio plata. Entonces fue él adonde estaba su padre en el cielo y lo abrié otra vez, 30 Manuelito y Maria Manuelito y Maria, habicndo quedado huérianos, andaban pidiendo para comer en las casas del lugar. Llegaron donde una vieyitaciega de un ojo, que los recibié con carifio y les dio de comer, porque tenia la costumbre de engordar a los nifios para después comérselos. Entonces Manuelico, viendo estas cosas y porque la vieja les anuncié que los iba a comer, huy5 con su hermana. ‘Se fueron por el camino que levaba a las casas del rey y se encontraron con un viejito, que les pregunto: —;Para dénde van, hijos? Vamos a buscar trabajo para comer, porque hemos quedado hugrfanos. Entonces el viejito le dijo: —Yo, hijito, ce voy a dar una vireud y ti vas a quedar de rey em esce pueblo. Manuelito pensé: “Como seri esto?” —Te voy a dar unos perritos y estos pertitos te van aservir, y de ninguna manera te van a poder hacer algo en una guerra, porque aqui hay serpientes y leones y unos pdjaros que comen a los cristianos de un picotén. Entonces, Manuelito, cuando te halles afligido, los perritos van a llegar. Estos se van @ llamar Suc y Norte. Y¥ Je dio una espada y un bastén. Entonces llegaron donde estaban los leones por el camino. Los leones salieron contra él para matarlo y comérselo, pero él se defendié con su espada y Ilamé a los perritos Sur y Norte. Dicen que Iegaron los perritos, hicieron una matanza con los leones. Habiendo pasado bien, Negarsn alla donde estaban los pajafos que picaban a los cristianos y les sacaban los ojos. Entonces dijo él: —jAuxilio, Sur y Norte! ¥ Hegaron los perritos, hicieron pedazos a los pajeros. Después llegaron de GuENTOs MAGICOS 9 donde estaba el rey. Habia sierpes y el rey no se animaba a entrar donde estaban esos animales. El rey habfa prometido dar su hija al que mate la sierpe. Entonces el joven, cuando vio la sierpe, no seasust6 y la sierpe corts para donde 1, levanté Ia espada y llamé asus perritos, les dijo: "Sur y Norte!”, y Ilegaron os perros, y a la sierpe la hicieron pedazos y él le sacé las siete lenguas que tenia, jmuy bravo! Entonces se Las Ilevé al rey. Llegé a la casa del rey con las | siete lenguas y le —Majestad. Y entonces el rey le pregunté: — Qué andas haciendo tt aqui? —lo mird como que no valia. Entonces él le dijo: —He pasado por aqui por el motivo de que hemos quedado solos con mi hermana, y andamos buscando trabajo y andamos arreando esto. —<¥ cémo tienes tanta fuerza para eso, hombre? |Mencira! Entonces le dijo el joven: —Si cree, cree usted y si no, nada, porque yo tampoco ando con interés. El hhecho es que hay una ley que el que mate la serpiente tiene que mostrarle a usted Jas siete lenguas Y entonces el rey dijo: —Vamos a ver hasta donde es cierto. Y el joven dejé a su hermana en la casa del rey. Y tenia un hijo el rey y se fenamoré de ella, porque era una nifia muy hermosa. Asi es que la hermana ‘qued6 en Ia casa del rey mientras él vuelve Entonces fueran a ver que todo eso era cierto. ¥ llegaron donde el gigante ‘pura darle a saber que los animales habian muerto, pues todas esas tierras y ‘Animales le pertenecian, Por eso el gigante vio que el joven era de honor, ya que ‘ho tuvo miedo pata llegar ahi, y pregunts: —¢En qué andarin? El gigante no habla mucho y vino al tiro con sus espadas y sus ejércitos para imarlos y matarlos, al rey y a todos. Entonces dice Manuelito: —jSur y Norte! _ Asi que Ilegaron los perros, mataron al gigante, mataron a todos los lércitos de 1a casa y se volvieron al hogar del rey. Entonces creyé el rey que Manuelito va a quedar de rey y le tuvo temor. ia, que ya habia aceptado al hijo del rey, le puso asu hermano unes agujas ‘en la cabecera cle Ja cama para que, cuando se dé vuelta, le claven el cerebro y ede muerto, Manuelite, con la yirtucl que Dios le habia dado, puso cuidado, ‘10 se acostd hasca no revisar la cama y enconerd tres agujas muy cremendas que too CUENTOS MAPUCHES DE CHILE le iban a penetrar para darle muerte, pero no dijo ni una cosa durante el dia, y asi se salvd. Entonces el rey mandé a preparar el matrimonio de su hijo y quedé contento de que el joven iba ser su sucesor. ‘Al otro dia los perros comenzaron a aullar, a decir: —Bueno, hasta aqui, Manuelito. Nosotros no somos perros, nosotros somos angeles mandados por él Sefior, te hemos venido a defender, y quédate de rey hasta cuando Dios te necesite. Té diris, ri eres el rey. Y Manuelito Iloré. Aqui se termins. 56 Los dos consejos del padre Un viejo que tenia hartos hijos los mando a llamar una mafana para datles un consejo, porque ya estaba anciano y lo habia pensado todo. —Miren, hijos —les dijo—, les voy a dar un consejo para que no sean unos perdidos, porque sé que no voy a existir, Estoy anciano, pero ustedes son jovenes, entonces pongan cuidado, Cuando quieran desposarse, no busquen tuna mujer que tiene hartos hijos, busquen una mujer que les corresponda, y trabajen en su huerto y en seguida no planten drbol que no dé fruto. Los hijos mayores entsndieron, pero al menor que estaba oyendo no le gusté el consejo. Cuando ya pasé un tiempo dijo éste: —Mi padre me dio un consejo, pero yo no lo voy a llevar, voy a buscar una mujer que tenga hartos hijes y voy a planzar un drbol que no dé fruto. ¢Por qué me dijo este viejito asi? Asi que voy a trabajar. Se casé el joven con una sefiora que tenia hartos hijos. Después, pasado un tiempo, se enojé, azoté.a le mujer y a los chiquillos. Entonces los chiquillos lo amenazaron: —Aguarde a lo que sea grande, usted no le va a pegar a mi madre Entonces crecieron los nifos. Un dia Ilegaron a casa y Hegé cambién el marido, no puedo decir que llego curado, pero el hombre llegé a pegarle a la mujer. En vista de que le pegé a su madre, los jévenes ya grandes le dijeron: —Ahora estamos hombres nosotros, mo vengas a castigar Y lo han agarrado, y lo mancaron, y lo amarkaron y lo levaron a la rastra al Arbol que no da fruto. —Bien decia mi padre que no me case con una mujer que tenga hartos hijos ni plante un arbol que ao dé fruto y ahora el consejo se cumplis 57 El diablo y Pedro Urdemales El diablo tenia mucha pasién con Pedro Urdemales, queria ganarle lo poco y nada que tenia. Un dia le dijo: —Mira, Pedro, ;Quién traspasa el mar de un peiiascazo? —{El mar? le dijo—. ;Qué le voy a apostar yo? ;Y cudnto vamos a apostar? —Tanto —le dijo. —Yo le apuesto medio millon. Le ofrecié un entierro que tenia, un ollén de plata que tenia le oferté el diablo. —@¥ dénde eseé? —le dijo él—. Vaya a ensefidrmelo primero. Se fueron a ver donde estaba el tesoro. Pedro lo dejé medio cavado y marcado. Ya se fueron. —NMajiana vamos a hacer esto —le dijo— en la mafana antes de que la gente despierte. —2¥ dénde lo vamos a hacer? —En tal parte. Pedro pidié dos dias de plazo. Mientras tanto encargé una perdiz por ahi, si no la pescaba. Esa ibaa ser la piedra que iba a cruzar el mar, Entonces el diablo llev6 un pefiasco en la mano. Marcaron donde se iban a afirmar. Tenian un arbitro, Cuando ya fue hora, le dijo: —Ya vamos a tirar. —Usted primero —le dijo al diablo. Asi, asi, de repente la lanz6. Cayé por la mitad del mar, — la viste? Si la vi —le dijo. Entonces Pedro dio vuelta para alla, vuelta para acd. Ponga cuidado —le dijo—, mire camo se va derechito ésta, Si usted Megé allé a Ia mitad del mar, ésta va a pasar para el otro lado. Entonces da la vuelta, jta! —Mira —le dijo—, alla va. Y el otto la aguaitaba, —jDé6nde va? —Alld va —le dijo, —Parece que la alcaneé a ver ya confirmé una palabra. 204 CUENTOS NAPUCHES DE CHILE —ZNo ve? Ald cayé. La perdiz quizé para donde corté en ese momento, él no la vio. Si volvi6 para atras, yo no lo sé. ;No ve? Le gand. El diablo tenfa muchos deseos de gararle a Pedro. —Mira —le dijo—, te voy a hacer otra apuesta, — Qué apuesta, hombre? —le dijo. —Mira —le dijo—, equién pierde e1 brazo hasta el codo en un pellin dandole un chopazo? —¢Hasta el codo? —le dijo Pedro—. ; Pucha! ;Ahi si que me jadié! Esta va a ser Ia tiltima de mi vida. ;Y cudndo quiere hacer esto? —picado le dijo. —Mahana vamos @ hacetlo, Entonces le dijo Pedro: —Muy Inego, descansemos un poco. —Pasado mafiana lo hacemos. Asi que se fueron los dos y dos hombres mis abuscarel palo. :Cual iba a ser el palo? Tenia que ser un palo bruto. Vieron un roble que era de darle un chopazo, perder el puito hasta el codo, ‘Cuando ya dejaron visto el palo, Pedro se buscé un barreno de dos pulgadas 'y una gurbia de esas que agujerean rucas y le sacé la céscara con cuidadito, la dejé bien delgadita, le sacé la tapa, la hiza a un lado y empez6 a agujerear el palo, media el pufio que iba a entrar hasta ahi y le puso la cascarita. Tenian que venir de diez metros de distancia, llegar y jpau! el pufete. Entonces se juntaron al otro dia. Cuando ya fue tiempo, Pedro le dijo: —Usted primero. Asi es que el diablo se lanz6 a toda cactera y le planté el puftete al palo. Anduvo la mano hasta ahi, toda la mufeca de la mano, todo el puiio.no mas. Fue a verlo Pedro, lo midié, todo esto entert, jcémo seria la fuerza! —En palo bruto, gves? Algo de fuerza teniamos. —jCarajo! —le dijo—. Puede ser que yo alcance a meter los dos dedos Bueno, vaya a ponerse alla al pie del palo para que crea que yo le voy a pegar fuerte. El, lo que hizo, le dejé dentro al palo, donde lo habia agujereado un poco, un poco de viruta, Cuando vino de alld y lleg6, jzuas, pufete! Como la cascarita solo estaba de tapa, pasé el puiio hasta el codo. —

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