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Disposici6n vs, Norma* Riccardo Guastini 1. INTERPRETACION ntiendo por “interpretacién (juridica)” Ia atri- Eines de sentido (0 significado) a un texto normativo'. Llamo “texto normativo” a cualquier *Traduccién: Mar Fernindez Pérez, : ) Véase Taneito, G., Diritto, enunciati, ust: studi di teoria ¢ mevate- oria del diristo, Il Mulino, Bolonia, 1974, pp. 389 y ss., 403 y ss.; y Linterpretazione della legge, Giukeé, Milan, 1980, cap. I. Esta definicién esté ditigida 2 subrayar la componente volitiva y decisotia de la actividad interprerativa. Tal subrayado parece oportuno por Ja presencia de persistentes doctrinas que, al contrario, configuran Ia interpretacién como actividad cognoscitiva 0, de todos modos, dirigida al conocimiento, En este sentido, véase en la literatura mas reciente Jorr, M., “Interpretazione”, en Jor, M. y A. PINTORE, Manuale di reoria generale dell dritto, Giappichelli, Turin, 1988. Esas doctrinas estén, evidentemente, condicionadas por la ideologia de Ia Adelidad 2 Ia ley: el problema del interprete es “averiguar” (entonces, conocer) el derecho para aplicarlo fielmente. Se observa que, en teoria, la configuracién de la interpretacién como una ac- Svidad cognosciciva se basa en la confusién entre la interpretacién propiamente dicha (adscripcién de sentida a una disposicién) y la -133- RICCARDO GUASTINI documento elaborado por una “autoridad normativa”, y por ello identificable prime fcie como fuente del Derecho dentro de un sistema juridico deverminado. La interpretacién constituye, en rigor, una activi- dad mental; una actividad del “espiiru”, como suele decirse, Pero, considerada come actividad mental, !2 interpretacién no seria susceptible de andlisis logico: a lo sumo se podrfa someter a investigaci6n psicolégica. Sin embargo, si se quiere someter la interpretacién a anillisis légico, conviene concebirla no ya como una actividad mental, sino mds bien como una actividad discursiva; o, si se prefiere, conviene examinar no la actividad interpretativa en cuanto tal, sino mds bien su producto literario (sea un trabajo doctrinal, una decisién jurisdicciona! u otro cualquiera). Desde este punto de vista, la inverpretaciénes relevante en cuanto expresién discursiva de una actividad intelectual: la interpretacién es el discurso de! intérprete. Ahora bien, el discurso del intérprete consiste en enunciados, cuya forma estindar —se puede acor dar— es la siguience: “T” significa $ Llamo “enunciados interpretativos” a los enun- ciados provistos de esta forma, o de algin modo reconducibles a esta forma. En la formula “T” significa “S”, la variable T representa un texto del discurso de las fuentes; la va~ riable “S” representa el sentido o significado asignado deteccién (empirica) de interpretaciones de otros. Véase Carrio, G.R,, Sull interpretazione giuridica, en COMANDUCCE, P. y R. Gua- stint (eds.), L analisis del vagionamiento giuridice. Materiali ad uso degli srudenti, x01. 11, Giappichelli, Turin, 1989. -134- DISPOSICION Vs. NORMA aese texto porel intérprete. En la férmula, la vatiable Tse coloca entte comillas por la obvia razén-de que dentro del enunciado interpretativo, es decir, dentro del discurso del intérprete, constituye una cita textual del discurso de las fuentes. 2, DISPOSICION ¥Y NORMA Un documento normativo (una fuente del De- recho) es un conjunto de enunciados del discurso prescriptive. Se llama “discurso prescriptivo” (directivo, nor- mativo, prescriptivo 0 coma se prefiera denominaz) al discurso usado para modificar los comportamientos de las personas. Se llama “enunciado” a cualquier expresién lin- giifstica coherente. Hay que tener cuidado porque un enunciado no tiene por qué coincidir (necesariamente) con un articulo de una ley, 0 con un inciso de éste. Un articulo de una ley o alguno de sus incisos puede perfectamente estar constituido, como a menudo sucede, por una pluralidad de enunciados. A este respecto, los juristas hablamos a veces de “proposicién jurfdica”, “proposicién normativa” o términos similares. Conviene quiz4 precisar, sin embargo, que “enunciado” no es sinénimo de “pro- posicién” en sentido gramatical (y mucho menos de “proposicién” en sentido légico)?. En efecto, por un lado, no todos los enunciados constan de una sola proposicién; y, por otro, no todas las pro- 2 Una proposicién en sentido ldgico es un enunciado (interpretado) al cual se adaptan ios valores de verdad (es decir, “verdadero” 0 “falso”) -135- - RICCARDO GUASTINI posiciones son enunciados. Un enunciado puede ser alterhativamente: a) o una “frase simple”, esto es, una proposicién independiente; b) o una “frase compleja”, esto es, un conjunto independiente de proposiciones, constituido por una proposicion princicipal y por una o mas proposiciones subor- dinadas a esta. Ahora bien: 1) Llamo “disposicién” a cada enunciado que forme parte de un documento normativo, es decit, a cada enunciado del discurso de las fuentes. 2) Llamo “norma” a cada enunciado que cons- tituya el sentido o significado atribuido (por alguien) a una disposicién (0 a un fragmento de disposicién, oa una combinacién de dispo- siciones, 0 a una combinacién de fragmentos de disposiciones). En otros términos, se puede también expresar asf: la disposicién es (parte de) un texto atin por interpretar, la norma es (parte de) un texto interpretado. Entonces, en la formula de los enunciados inter- pretativos, “T” significa “S”, la variable T representa, tipicamente, una disposicién; la variable “S” repre senta una norma. Para que esta formula sea atin mas tansparente, podria reescribirse —usando simbolos distintos— de este modo: “‘D” significa ‘N””; 0 bien “Ty expresa ‘N””, donde “D” representa una dispo- sicién y “N” representa una norma. INTERPRETACION Y TRADUCCION No puede obviarse que, segiin mi propuesta de definicién, tanto el término “disposicién” como el tér- -136- DISPOSICION VS. NORMA, mino “norma” designan enunciados. Son enunciados no solo fas disposiciones, sino también las normas: no solo los textos (0 ciertas partes de los textos), sino también sus significados. Este punto requiere quiz mayor explicacién. Para ello, conviene volver sobre el concepto de interpretacién?. Bajo mi propuesta, el discurso de! intérpreie es claramente asimilable al discurso del traductor. En concreto: la interpretacién y la traduccién.son congéneres. En efecto, tanto la interpretacién como la traduccién no son otra cosa que reformulaciones de textos. “Traducir” significa reformular un texto en una lengua distinta de aquella en la que estaba formulado. “Interpretar” significa reformular un texto, sin importar si se hace en la misma lengua en la cual esté formulado (como normalmente ocurre) o en una lengua distinta. En Derecho, la interpre- tacién es reformulacién de los textos normativos de las fuentes. : Pues bien, lo mismo que en la traduccién —que consiste en producir un enunciado, en una cierta lengua, que el traductor asume que es sinénimo de un enunciado distinto, en otra lengua— sucede en fa interpretacién juridica. El intérprete produce un enunciado, perteneciente a su lenguaje, que asume que ¢s sinénimo de un enunciado distinto, perteneciente al lenguaje de las fuentes. Podriamos decirlo asf: en la formula “‘D’ signi- fica N”, la variable “D” representa el enunciado por Vease Guastint, R., “Introduzione all ‘analisis de linguaggio norma- tivo”, en CastiGnone, S., R. Guastinty G. Tareto, Introducione teorica al studio del dititto, Prime lexioni, 31a. Ed., Ecig, Génova, 1981, pp. 20 y ss. -137- RICCARDO GUASTINE inverprevar, mientras la variable “N” represenra el enunciado interpretado, El vocablo “significa” (0 el andlogo “expresa”) desarrolla la funcién de instituir una relacién de sinonimia entre los dos enunciados. Resulta claro, desde este punto de vista, que disposicién y norma no son entidades heteropéneas. Desde el punto de vista ontolégico —si puedo usar esta palabra inquietante—, disposicién y norma son entidades homogéneas: una y otra no son mas que enunciados. La disposicién (enunciado por inter- pretar) es un enunciado del discurso de las fuentes; la norma (enunciado interpretado) es un enunciado del discurso del intérprete, que el intérprete considera sinénimo de la disposicién y que, por lo tanto, puede —segtin su opinién— ser sustituido por la disposicién sin pérdida de significado. Dicho en otras palabras: seria un error pensar que la disposicién, en cuanto fragmento de lengua, es un objeto empirico, perceptible a los sentidos; y que, en cambio, la norma, en cuanto “significado”, es un enigmatico constructo mental. No hay otra manera de formular un significado sino mediante palabras, y los significados no tienen una “existencia” independiente de las palabras con las cuales se expresan. Por lo tanto, la distincién entre disposicién y norma no quiere ser una distincién ontoldgica entre enunciados y otra cosa distinta de los enunciados. Se trata, modestamente, de una distincién entre dos clases de enunciados. En resumen, la distincién entre disposicién y norma no hace otra cosa que reproducir, de una manera quiz no obvia, la distincién, del todo obvia, -138- DISPOSICION VS. NORMA, entre el discurso de las fuentes y el discurso de los juristas-intérpretes, La disposicién es un enunciado que constituye el ob- jeto de la interpretacién. La normaes un enunciado que constituye el producto o resultado de la inverpretacién. En este sentido, las normas son —por definicién— variables dependientes de la interpretacién’. 4. “NORMA” EN EL LENGUAJE COMUN DE LOS JURISTAS Quizé no sea inoportuno subrayar que la dis- tincién entre disposicién y norma es casi del todo desconocida en el lenguaje comin de los juristas (especialmente entre los civilistas). No porque sean extrafios al lenguaje doctrinal y jurisprudencial los términos en los cuales la distincién estd formulada, sino porque los juristas usan indiferentemente uno u otro término —unas veces “disposicién”, otras “nor- ma”— para referirse bien a los enunciados del discurso de las fuentes, bien al significado de su contenido; ya sea al objeto 0 al producto de la interpretacion. Incluso cuando distinguen —como a veces suce- de— entre disposicién y norma, los juristas tienden a identificar sic et simplicer la disposicién con el articulo Desde este punto de vista, interprecar no es ya “conoce:”, sino “producis” normas. Propiamente, las palabras “conocer normas” solo pueden designar (no la interprecacién, sino) la constatacién, la descripcién o la deteccién de una o més intcrpretaciones (de otros). La interpretacién pertenece al género de las definiciones amadas estipulativas, o definiciones por antonomasia (propuesta de atribucién de un sentido a una palabra). Por el contratio, la descripcién de incerpretaciones de otros pertenece al género de las definiciones llamadas lexicales (conseataciones de usos lingiifsticos). -139- RICCARDO GUASTINI de la ley 0 con los apartados del mismo. En estos casos, la distincién se introduce con el tinico propésito de poner en evidencia cémo un mismo articulo o aparta- do puede “contenex” varias “normas”, si entendemos las normas como otros tantos enunciados indepen- dientes, es deci, como disposiciones. Estas formas de expresarse no nacen de la indi- ferencia 0, por lo menos, no solo de la indiferencia. Nacen de la creencia (no sé hasta qué punto cons- ciente) de que entre las normas y las formulaciones de normas hay una correspondencia biunfvoca: como si a cada disposicién correspondiese una (sola) norma, y a cada norma correspondiese una (sola) disposicién. A su vez, esta postura supone una doctrina nor- mativista del Derecho y una doctrina formalista de la interpretacién. Por un lado, el Derecho se concibe no como un conjunto de documentos normativos, de decisiones interpretativas y de aplicaciones practicas, sino mds bien como un sistema de “normas”. Normas, por supuesto, que estan preconstituidas antes de la inter- pretacién y la aplicacién. De otro lado, la interpretacién es concebida como conocimiento de las normas tal cual, y no como construccién de notmas a partir de textos. Entonces, serfa sensato distinguir entre interpretacién “cierta” ¢ interpretacién “falsa” (de “normas”), asi como entre incerpretacién “fiel” y mala aplicacién de “normas”®’. > A propésito, véase Tarexto, G., Diritto, enunciati, usi (...), Ob. cit., pp. 87 y-ss. 389 y ss. -140- DISPOSICION VS. NORMA 5. DISPOSICIONY NORMA EN CRISAFULLI La distincién entre disposicién y norma se hace eco —y, aparentemente, reitera— de una distincion bien conocida elaborada por Vezio Crisafulli®. Se trata de una distincién homénima, que es usada con cierta difusién en la cultura juridica italiana, mayotitariamente en el ambito de la literatura cons- titucionalista (donde es utilizada sobre todo. para clasificar las sentencias constitucionales, especialmente de las de accoglimento)’. * Véase Caisaruts, V,, “Disposizione (¢ norma)", en AA.VV,, Enci- clopedia del diritto, XIE, Giufié, Milén, 1964. Disponible ahora en castellano en este mismo volumen. Ademés, Crisaruuts, V., Lezioni i rit constituzionale, IL L ‘ordenamiento conssiruzionale italiana, Le JSonti normative. La Corte constituzionale, Sta, Ed., Cedam, Padua, 1984, pp. 39 y ss. i 7 Grannis, M.S, “Lillegicrimied degli ari normativi edelle norme”, en Rivisea italiana per le scienze giuridiche, VIL, 1954; Gianwint, M, S., “Alcuni caratteri della giurisdizione di legittimita delle norme”, en Giurisprudenza costituzionale, 1, 1956; CRIsaFULLY, V., “Questioni in tema di intepretazione della Corte costituzionale nei fapporti con I'interpratazione giudiziaria”, en Giurisprudenca costi- susionale, 1, 1956; Ascaretat, T., “Giurisprudenza costituzionale © teoria dell'interpretazione”, en Rivisea di dirieso processuale, XI, 1957 (hay traduccién castellana en este mismo volumen); LIEBMAN, E.T., “Contenuto ed efficacia delle decisioni della Corte costitu- 2ionale”, en Rivisea di diritto processuale, XII, 1957; MONTESANO, L, “Norma e formula legislativa nel giudizio costituzionale”, en Rivista di diritto processuale (hay taduccién castellana en este mismo voumen), XIII, 1958; MonTESANo L., “Le sentenze costituzionali e Vindividuazione delle notme”, en Révista di diriteo processuale, XVI, 1963; PizzoRusso, A., “La motivazione delle decisioni della Corte costicuzionale: comandi o consigli2”, en Rivista trimestrale di diritto pubblico, XU, 1963; Catsarvtut, V., “Disposizione (e norma)”, Ob. cit; Carsarutu, V., “Le sentenze “interpretative” della Corte costituzionale”, en AA.VV., Studi in memoria di TullioAscarelli, vol. V., Giuffré, Milin, 1969; Przzorusso, A., “Delle fonti del dicitto”, en Scatoya, A. y G. Branca (eds.), Commentario del Codice civile, -141- RICCARDO GUASTIN Quetria subrayar, sin embaigo, que la distincién que propongo, a pesar de las apariencias, no coincide con la de Crisafulli: se limita a tomar prestado, por comodidad, el Iéxico. La ascendencia conceptual de la distincién, tal y como la he trazado, debe buscarse no en la doctrina de las fuentes de Crisafulli, sino en fa teoria de la interpretacién de Giovanni Tarello’. En primer lugas, en la doctrina de Crisafulli el concepto de disposicién no est4 del todo claro. En efecto, Crisafulli parece identificar la disposicién a veces con el texto legislativo, y otras veces con uno de sus posibles significados (parece que con el significado literal, o significado prima face). Entonces, cualquier significado atribuido a un texto normativo —teniendo en cuenta el significado literal— es solo uno mds del mismo texto. Segtin mi propuesta, incluso el signifi- cado literal es una norma, y no una disposicién, En segundo lugar, Crisafulli adopta una nocién algo testringida de norma, segiin la cual no todos Zanithelli, Bolonia, 1977, pp. 22 yss.i Lavacwa, C., “Sulle sentenze additive della Corte costituzionale”, en AA.VV., Scristi in onore di Gaspare Ambrosini, vol Il, Giuffré, Milan, 1979; Przzorusso, A., Votre, G., F Sorrentino, y R. Morernr, “Garanzie costituziona- |i, en Branca, G. (ed.), Commentario della costituzione, Zanichelli, Bolonia-Roma, 1981, especialmente las pp. 113 y ss; Catsarutt1, V.., Lezioni di diritto costitucionale, Ob. cit., pp. 39 ¥ 85.3 LAVAGNA, C., Iiritucioni di diritto pubblico, V1, Utet, Tatin, 1985, pp. 23 y ss, 31 y ss, 971 y 64 ZagrEsetsky, G., La giusticia costitusionale, Il Mulino, Bolonia, 1988, pp. 279 y ss. * Tareito, G., Diritto, enunciati, usi (...), Ob. cit., especialmente la parte Ill; Taneito, G., L ‘interpretazione della legge, ob. cit.; Cuassont, P, “Precetti non logicamente strutcurati. In margine alla teoria della norma giuridica di Giovanni Tarelloin Omenagio a Giovani Tarello”, en Materiali per una storia della cultura giuridica, XVII, Neo 2, 1987. -142- DISPOSICION VS. NORMA los enunciados de las fuentes son aptos para expresar normas. Y, por otra parte, parece reservar el nombre de “disposicién” (implicitamente: normativa) solamente para aquellos enunciados que precisamente expresan normas. Asi, por ejemplo, no serfan propiamente dis- posiciones (normativas) las exposiciones de motivos de las leyes, las declaraciones meramente programé- ticas o explicativas, las formulas de derogacién, los enunciados que reiteran normas ya vigentes. (y que, por lo tanto, no “innovan” el Derecho objetivo: es el caso de las meras recopilaciones), as{ como también las prescripciones que no son generales y- abstractas (es el caso de las leyes de contenido procedimental). Por lo tanto, considera Crisafulli que no todos los enunciados de las fuentes constituyen disposicio- nes, Este modo de ver, sin embargo, surte el efecto de disolver la distincién entre texto y significado, ya que identificar un enunciado dado como una dis- posicién, no es una labor previa a la interpretacién: al contrario, la presupone. Por lo tanto también las disposiciones, al igual que las normas, zesultan ser fruto de interpretacién. En tercer lugar, Crisafulli llama “disposiciones” no solo a los enunciados literalmente contenidos en las fuentes, sino también a aquellos enunciados que son construidos por los inrérpretes combinando entre sf fragmentos de lenguaje normative obtenidos de diversos (y tal vez no relacionados) enunciados de las fuentes. ‘Ahora bien, no estoy seguro que pueda decirse que el resultado de tales operaciones de descomposi- cién y recomposicién de los documentos normativos sea una “disposicién”: sospecho que se trata més bien -143- RICCARDO GUASTINI de una norma. Si, a pesar de ello, queremos Ilamarla “disposicién”, debemos, en tal caso, precisar que se trata de una disposicién “apécrifa’: un enunciado no formulade y emanado de una autoridad normativa, sino elaborado por los intérpretes mediante adecuadas técnicas de manipulacién. En cuarto lugar, para Crisafulli no es una norma cualquier producto de la interpretacién. Este autor reserva el nombre de “norma” para aquella interpreta- cién —a la que, de forma un tanto oscura, denomina “norma-ordenamiento” 0 interpretacién “cierta”— que es fruto de la construccién sistemética. Pero al hacerlo, Crisafulli realiza evidentemente una operacién ideolégica, que tiende, por un lado, a desacreditar la interpretacién literal y originalista (segiin la intencién del legislador histérico, en carne y hueso) y, por otro lado, a apoyar en su lugar la inter- pretacién sistematica a la que se confiere el sugerente nombre de “interpretacién cierta”. 6. NO CORRESPONDENCIA BIUNIVOCA ENTREDIS- POSICIONES Y NORMAS He mencionado anteriormente aquella difusa creencia segiin la cual entre normas y formulaciones de normas habria una correspondencia biunivoca. Ahora me gustaria mostrar que se trata de una creencia falaz. Entre disposiciones y normas no se da corresponden- cia biunivoca. Y esto por diversas razones, que paso a enumerar?, ° Aeste respecto, véase Zacrepetsky, G., La giustizia constitustonale, Ob. cit., pp. 279 y ssi Guastins, R., Lesion sull lenguagio giuridico, Grarrrcuent, Turin, 1985, parte I, cap. I; Guastini, R., “In tema -144~ DISPOSICION VS. NORMA 1) En primer lugar, toda disposicién es (mds 0 menos) vaga y ambigua, de tal forma que tolera distintas y conflictivas attibuciones de signifi- cado. En este sentido, a una tinica disposicién —a toda disposicién— corresponde no ya una Gnica norma, sino més bien una multiplicidad de normas diversas. Una sola disposicién expresa muchas normas separadamente, de acuerdo con las distintas incerpretaciones posibles, Si queremos representar simbélicamente esta situacién, podemos escribirla asi: D> N1? N2?N3? El punto es suficientemente obvio, de manera que no hay necesidad de ejemplificarlo, Este tipo de disociacién entre disposiciones y normas se manifiesta en toda controversia interpretativa. De todos modos, pueden encontrarse buenos ejemplos en las sentencias interprevativas de rigetto de la Corte constitucional italiana. 2) En segundo lugar, incluso prescindiendo de controversias y dudas interpreativas, muchas disposiciones —quizé todas las disposiciones— tienen un contenido de significado comple} expresan no ya una sola norma, sino una multi- plicidad de normas conjuntas. En tal sentido, a una sola disposicién corresponden varias normas en conjunto, En simbolos: di conoscenza del dititto”, en Il Foro italiane, Luglio-agosto, 1987, Vs Guastint, R., “Redzzione ¢ interpretazione dei docuemnti normativi”, en Bawrorg, S. (ed.), Lezioni di tecnica legislativa, Pubblicazioni dell' ISAPREL, Cedam, Padua, 1988. -145- 3) RICCARDO GUASTINI D>N1+N2+N3 Asi, por ejemplo, fa disposicién del art. 1417 del Cédigo Civil italiano (“La prueba mediante testigos de la simulacién es admisible sin limites, si la solicitud es a propuesta de los acreedores 0 de terceros, y siempre que sea dirigida.a hacer valer la ilicitud del contrato simulado, también si es propuesta por las partes”) expresa al menos tres, si no cuatro, normas distintas: a) la prueba mediante testigos es admisible si la solicitud es a propuesta de los acreedores; 6) la prueba mediante testigos es admisible si la solicitud es a propuesta de terceros; c) la prueba mediante testigos es admisible si la solicitud es a propuestas de las partes y si esté dirigida a hacer valer la ilicitud del contrato simulado; a) La prueba mediante testigos no es admisible si la solicitud es a propuesta de las partes, pero no se dirige a hacer valer Ia ilicitud del contrato simulado. En tercer lugar, puede suceder (aunque en raras ocasiones) que dos disposiciones sean perfecta- mente sinénimas, que una sea la mera reiteracién de la otra; en estos casos, a dos disposiciones corresponde una sola norma. En simbolos: DI>N€ D2 Veamos un ejemplo: segtin una interpretacién razonable, el art. 8 de la Ley del 10 de febrero de 1953, que establece que “la Regidn ejercita la potestad legislativa sobre las materias y dentro de los l{mies establecidos por la Constitucién y segtin las normas de su Estatuto propio”, no hace otra cosa que reiterar una - 146 - DISPOSICION VS. NORMA, setie de mormas ya expresadas en diversas disposiciones constitucionales (arts. 117, 120 y 123). ‘Tambien puede suceder (y esto es mas frecuente) que dos disposiciones sean no perfecta, sino, por as! decitlo, parcialmente sinénimas. En el sentido de que expresen dos conjuntos de normas que se superponen en parte; 0 que cada una de ellas expresa una plurali- dad de normas, de tal manera que una o mds normas expresadas por la primera disposicién sean también expresadas (de forma redundante) por la segunda. En simbolos: D1 >N1+N24+N3 D2 > N3+N4+N5 Por ejemplo, se puede considerar que la norma seguin la cual los reglamentos del Poder Ejecutivo estén jerérquicamente subordinados a la ley (la conformidad con la lev es condicidn de validez de lac reclamenrne) RICCARDO GUASTINI Por ejemplo, algunos limitan el concepto de norma a las reglas de conducta. Desde este punto de vista, no toda disposicién es idnea para expresar una norma en sentido estricto, Expresan normas solo los enunciados que sean dednticos y que (por eso mismo) versan sobre el comportamiento: “Es obligatorio rea- lizar el acto ‘A”, “esta prohibido realiazar el acto ‘B’”, etc."®, No expresan normas las disposiciones deroga- torias, las definiciones legislativas, las disposiciones programiticas, etc. Otros reservan el nombre de “normas” a reglas de conducta que scan —digdmoslo asi— “terminadas” © —mejor dicho— “completas”"!: reglas, en resumen, autosuficientes, que precisan lo que se deberia (0 lo que no se deberfa) hacer en cada circunstancia. Des- de este punto de vista, un enunciado con la forma “es obligatorio cumplir el acto ‘A”” expresa no una norma, sino solamente una parte o un fragmento-de norma. Una regla “completa” en este sentido deberfa ser formulada mediante un enunciado condicional bajo la forma “si se verifica la circunstancia ‘A’, enton- ces es obligatorio cumplir el acto ‘B’”. Por ejemplo, serfa incompleta la regla “los dasos injustos deben ser resarcidos”; seria quizd completa (0, mds bien, menos incompleta) bajo la forma “los dafios injustos deben ser resatcidos si el causante no ha actuado por %© Sobre la nocién de enunciado deéntico, a menudo usado pero rara ver definido en teoria del Derecho, véase Guastint, R., “Osserva~ zioni in margine a E. Bulygin, Norme, proposizioni normative € asserti giuridici”, en Comanpucer, Py R. Guasrat, (eds.), Lanalisi del ragionamento giuridico. Materiali ad uso degli studenti, vol. 1, Giappichelli, Turin, 1987, pp. 39-40. 4 Bste término me ha sido sugerido por Tecla Mazzarese. -148- DISPOSICION Vs, NORMA legitima defensa o en estado de necesidad”. (Pero, en realidad, es casi imposible precisar cudntas y qué especificaciones requiere una regla concreta para que pueda considetarse completa 0 autosuficiente). Pues bien, si se adopta una u otra de estas nocio- nes més restringidas de norma, surgen otras razones de disociacidn, de no correspondencia, entre las disposi- ciones y las normas: entran en escena las dispasiciones privadas de normas. No obstante, de disposiciones sin normas se puede hablar quiz4 al menos en dos sentidos diferentes. 1) Deun lado, se puede decir —a veces se dice— que una disposicién no expresa una norma, sino que expresa, un principio, un programa, una directiva, una valoracién, una motivacién, etc. En simbolos, esto se podria representar asf: D>? 2) Del otro, se puede decir —y a veces se dice— que una disposicién no expresa una norma por en- tender que expresa no ya una norma “completa”, sino tan solo un fragmento de norma. i En este caso, la norma completa serd el fruto de la interpretacién no ya de una tinica disposicién, sino mds bien de una pluralidad de disposiciones “combinadas” entre si. En simbolos: D1+D2+D335N Me parece, sin embargo, que la expresién “frag- mento de norma” no es univoca, y se presta al menos dos reconstrucciones ligeramente distintas, 2.1) Primero, se puede decir que una disposicién expresa no una norma completa, sino un -149- RICCARDO GUASTINI fragmento de norma porque (en el sentido de que) se refiere no a la conducta, sino a otras disposiciones o normas (estas, si, de conducta) determinando —segiin los casos— el sentido o el 4mbito de aplicacién. Es el caso, por ejemplo, de las disposiciones derogatorias, que limitan en el tiempo el ambito de aplicacién de las disposiciones derogadas; de las definiciones legales, que determinan el sentido de un tér- mino contenido en otras disposiciones; de las disposiciones de interpretacién auténtica, que determinan el significado que se debe atribuir a otras disposiciones; de las disposiciones que confieren un status, reenviando por tanto a otras disposiciones la especificacién de las consecuencias juridicas que se derivan de la adquisicién de dicho status, etc. 2.2) Ademés, se puede decir que una dispasi- cién no expresa una norma completa, sino un fragmento de norma, porque contiene un término que se refiere —o bien presupone la interpretacién previa de— otras disposiciones, las cuales definen aquel término o disciplinan la institucién de la cual el rérmino definido es nombre. Un simple ejemplo aclararé esta distincién. Si se habla de fragmentos de norma en el primer sentido, la disposicién del art. 2 del Cédigo Civil italiano, que establece que “la mayorfa de edad se fija en el momento de cumplir dieciocho afios”, es incom- pleta; constituye un fragmento de muchas normas, entre las que est4, por ejemplo, la norma expresada por el articulo 48 de Ja Constitucién italiana: “Son -150- DISPOSICION VS. NORMA, electores todos los ciudadanos, hombres y mujeres, que hayan adquitido la mayoria de edad”. Si se habla de fragmentos de normas en el segundo sentido, no solo el articulo 2 del Codigo Civil, sino también el articulo 48 de la Constitucién resultan incompletos: ambas disposiciones constituyen fragmentos de una inica norma. De hecho, la interpretacién del art. 48 de la Constitucién presupone la previa interpretacién del articulo 2 del Cédigo Civil. En otras palabras, la norma segiin la cual los ciudadanos de dieciocho afios son electores no constituye el significado de ninguna de las dos disposiciones tomadas aisladamente. Resulta de la combinacién de ambas, tratadas por el intérprete como anillos de una tinica cadena”, 8. NORMAS SIN DISPOSICIONES Finalmente, debemos decir que, segin una opi- nién (discutible, pero) absolutamente pacifica entre los juristas, el sistema juridico no consta solo de nor- mas que pueden extraerse, mediante interpretaciones, de las disposiciones contenidas en las fuentes: estd atestado también de normas privadas de disposicién'3, Guasrint, R,, Lesion sul linguageio giuridico, Ob. cit. parte 1, cap. I. Véase también Ross, A., Directivesand Norms, Routledge & Kegan Paul, Londres, 1968, §26. Ademis, debe decirse que ninguna disposicién puede nunca expresat una norma completa y aucosuficiente. En este sentido, se podria decir que ninguna disposicién expresa una norma: cada disposicién expresa tan solo un fragmento de una o més normas, Tomo este tema de TARELLO, G., Linterpretazione della leege, Ob. cit., pp. 25-32, 137-141. Al respecto, algunos apuntes relevantes pueden encontrarse cn Bos 10, N., “Sul raggionamiento deigiuristi” (1955), en Comanpuccn, By R. Guasrint (eds.), L “analisis del raggionamento giuridico, Ob. cit,val. Il Sobre éste y otros escritos conexos de Bobbio, véase BAR- -151- RICCARDO GUASTINI Por lo tanto, no solo existen disposiciones sin normas, sino que existen también normas sin disposiciones'*, Una norma carece de disposicién cuando no se la puede relacionar con un enunciado preciso de las fuentes como sii significado. En simbolos, podriamos escribirlo asi: 2>N Sin embargo, de normas sin disposiciones se puede hablare n dos sentidos algo distintos: a OO) En sentido débil, una norma carece de disposicién cuando se obtiene no de una disposicién indi- vidual, sino de una pluralidad de disposiciones combinadas entre si (En realidad, para aquel que restrinja el concepto de norma tinicamente a las reglas “completas”, como se ha dicho, proba- blemente cualquier norma aparecer4 privada de disposicién en este primer sentido). En sentido fuerte, una norma carece de disposi- cién cuando es una norma implicita o inexpresa: esto es, una norma que no puede obtenerse mediante interpretacién de alguna disposicién especifica 0 combinacién de disposiciones dis- ponible en las fuentes. Una norma no expresa, generalmente, se obtiene o de otra norma expresa Enis, M., “Bobbio su scienza e giursiprudenza; una rilertura”, en “Annali di Giurisprudensa di Genova, XX, 1984-1985; y Guastint, R., “Tl giuristi alla ricerca della science (Rileggendo Bobbio)”, ea Rivista internazionale di filosofta del divitto, LXIV, 1987 Reaparece con frecuencia en la doctrina la tesis de que muchos principios del Derecho son, en efecto, normas sin disposicién. Véase Guastin, R., “Sul principi di diritto”, cn Diritto ¢ sociera, N.2 4, 1986, +152 - DISPOSICION VS. NORMA, (por ejemplo, mediante analogia), o del orde- namiento juridico en su conjunto, o de aigtin subcojunto de normas unitariamente conside- rado (el sistema de derecho civil, el sistema de derecho administrativo, etc.). Tipico, en este sentido, es el ejemplo de gran parte de los llamados “principios generales” de! ordenamiento juridico (art. 12 del Cédigo civil italiano). Implicitos © inexpresos son también muchos de los “principios fundamentales” (art. 117 de fa Constitucién italiana) del una u otra materia atribuidas a la competencia legislativa de fas regiones (ver, a propésito de este punto, el inciso primero del art. 9 de la Ley de 10 de febrero de 1953, n. 62). Al principio de este trabajo, he propuesto una definicién de “norma” (normas significado atri- buido a una disposicién) segtin la cual no pueden existir normas sin una disposicién que las formule, y exprese. Se trata de una definicién rigidamente iuspositivista al menos en dos aspectos. De un lado, en efecto, tal definicién asume que las’ normas sean entidades entidades dependientes del lenguaje: precisamente, no hay normas sin un enunciado que las formule y exprese; toda norma es el producto de un acto de lenguaje!’, " Véase AucHournon, C. E. y E. Butycin, Sobre la existencia de las normas juridicas, Oficina Latinoamericana de Investigaciones Juridicas y Sociales, Valencia (Venezuela), 1979; y “The Expressive Conception of Norms”, en Hiupinen, R, (ed.), New Studies in Deontic Logie, Reidel, Dordrecht-Boston-Londres, 1981, pp. 95- 124, Véase también Buyers, E., “Norms and Logic: Kelsen and ‘Weinberger on the Ontology of Norms”, en Law and Philosophy, TV, 1985. -153- RICCARDO GUASTINI Esto es, precisamente, un modo de reformular en términos analitico-lingii(sticos, la tesis cldsica del positivismo juridico segtin la cual no hay normas in natura: es decir, no hay normas en ausencia de actos (humanos) que les hagan existir. De otro lado, tal definicién asume que las normas juridicas sean entidades dependientes no ya del lenguaje de quien sea, sino precisamente del lenguaje de las fuentes, es decir, de los actos linguisticos de ciertos sujetos cualificados como como “autoridad normativa’. Entonces, es obvio que, si se acepta la definicién de norma propuesta por mi parte, la locucién “norma inexpresa” es una especie de ox{moron. En rigor, no existen tales normas, ya que una norma o estd expresada por una disposicién 0 no €s norma. Pero el concepto de norma utilizado en este tra- bajo no se adapta a las normas inexpresas por una raz6n obvia. Puesto que descansa, a su vez, sobre el concepto de interpretacién, aquel concepto puede aplicarse solo a las normas expresas; a aquellas normas que, por definicién, son el resultado de actividad interpretativa. Desde este punto de vista, resulta claro que las normas inexpresas no son, para nada, fruto de la interpretacién, ya que son elaboradas en ausencia de disposiciones que las expresen. Son el fruto de produccién (0 integracién) del Derecho'®. Por lo tanto, la distincién entre ‘6 Véase Guastint, R., “Produzione di norme a mezzo di norme”, en Informatica ¢ diritto, XX, 1985. -154- + DISPOSICION VS. NORMA disposicién y norma se presta también a este objetivo: trazar una linea de demarcacidn en- tre interpretacién de documentos nermativos e integracién (0 creacidn) del Derecho. APENDICE: UNA PROPUESTA DE CLASIFICACION DE LAS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES Sobre la base de las distinciones elaboradas en este trabajo, se podria arriesgar la siguiente clasificacién de las sentencias constitucionales, 1) En el dmbito de las sentencias de nigetta; se dis- tinguirdn las sentencias de rigettosans phrase, de las sentencias interpretativas de rigetto. 1.1} Las primeras versan sobre disposiciones y declaran Ia falta de fundamentacién de la cuestién de legitimidad constitucional en relacién con una disposicién asf interpre- tada. Se pronuncian, en efecto, sobre las disposiciones en cuanto tales, sin cerrar el paso, por lo tanto, a ninguna interpretacién. 1.2) Las segundas versan sobre normas y declaran la falta de fundamentacién de la cuestién en relacién con una sola norma entre las expresa- das por separado por una disposicién (es decir, en relacién a una sola de las interpretaciones, posibles por separado, de una disposicién), En el dmbito de las sentencias de accoglimento se distinguirdn aquellas que versan sobre disposicio- nes de aquellas otras que versan sobre normas, 2.1) Lassentencias de accoglimento que versan sobre disposiciones pueden a) anular “toralmente? una disposicién; o 4) alterarla, anuléndola solo - 155- RICCARDO GUASTINI “parcialmente”, Las primeras pueden llamarse sentencias (no interpretativas) de aacoglimen- vosans phrase; las segundas, sentencias (no interpretativas) de accoglimento parcial. 2.2) Las sentencias de accoglimento que versan sobre sobre normas, dejando inaiteradas las disposiciones, pueden ser: 2) interprerativas en sentido estricto (simétricas a las incerpretativas de rigetto), en el caso de que anulen una de las normas expresadas por separado, por una disposicién; 4) interpretativa de accoglimento par- cial, en el caso de que anulen una de las normas conjuntamente expresadas por una disposicién. Por otra parte, en el Ambito de las sentencias interpretativas de accoglimento puede adicionalmente distinguirse entre: c) aquellas que anulan una norma inexpresa obtenida no de una disposicién precisa, sino de una combinacién de disposiciones; 4) aque- llas —llamadas “sustitucivas’— que anulan una de las normas conjuntamente expresadas por una dis- posicién, sustituyéndola al mismo tiempo por una norma inexpresa diferente; ¢) aquellas —Ilamadas “aditivas”— que anulan una norma inexpresa, susti- tuyéndola al mismo tiempo por una norma distinta ¢ igualmente inexpresa. -156- .

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