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Mxico
Salvador I. Reding Vidaa 28 Sep 2013.
Para honrar a Iturbide bastan dos cosas, saber historia y ser justiciero. F. Bulnes
La historia los desmiente; Guerrero era un buen militar, pero ni gan la guerra ni
hizo labor poltica; acept a Iturbide, y en el discurso a sus tropas que se le
atribuye en ocasin del abrazo de Acatempan, claramente elogi al seor Iturbide
y se puso bajo sus rdenes. En todo el proceso poltico que sigui y concluy con
la firma del Tratado de Crdoba, reconociendo la independencia mexicana, no
vuelve a aparecer Guerrero, slo Iturbide; l firma este tratado con ODonoj.
(Finalmente tambin fusilaron a Guerrero).
No habiendo podido mantener acusacin alguna contra Iturbide desde que
traidoramente lo fusilaron sus fanticos enemigos en Padilla, lo nico que ahora
logran decir es que era ambicioso. Qu pecado! Todos los hroes tienen
ambiciones, para su patria y sus ideales, y, por qu no, para ellos mismos, ya que
el mando, el poder y el reconocimiento pblico, son los medios para llevar
adelante sus ideales. La ambicin nulifica los mritos?
Hidalgo (cura poltico!), inicia y muere en el intento, tras haber sido emboscado y
fusilado. Iturbide (catlico seglar) consuma y muere tambin fusilado por designo
de sus enemigos polticos, que no podan perdonarle haber logrado lo que ellos no
pudieron hacer. El 16 de septiembre se inicia la accin militar independentista, el
27 de septiembre, 11 aos despus, la conciliacin iturbidista consuma, con
acciones polticas de los militares mexicanos, pero ya sin sangre, el nacimiento de
la nacin mexicana. Esto, es la historia. Ahora falta la justicia de los mexicanos
de hoy.
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