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Cuesta Torre, Mara Luzdivina. 1998. tica de la guerra en el Libro del caballero Zifar, en Rafael
Beltrn, ed., Literatura de caballeras y orgenes de la novela, Valncia: Universitat de Valncia, pp. 95-
114.
[@] Gmez Redondo, Fernando. 1999. Los modelos caballerescos del Zifar, Thesaurus, LIV: 106-
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Pastor Cuevas, Mara del Carmen. 1993. Del tirano y del traidor en los libros de caballeras
hispnicos: una primera aproximacin desde los Specula principis, en Actas del VI Congreso
Internacional de la Asociacin Hispnica de Literatura Medieval (Alcal de Henares, 12- 16 de
Septiembre de 1995). Alcal de Henares: Universidad, II, pp. 1139-46.
Ningn estudio sobre El libro del Caballero Zifar desconoce su caracter ficcional en tanto libro de
caballeras o de anticaballeras, de intencin didctica destinado a ser usado como specula principis
para grandes seores, principes o reyes, o de intensin propagandistica enmendado para diversos
mbitos de oyentes. Este caracter ficcional parte de considerar que LCZ sobrepasa al mundo
identificable que incorpora convietiendolo en mundo posible y, en ese sentido, es fuente que destila
material ideolgico sobre la influencia que ejerci la evolucin de los tratados de poltica medieval
sobre la redaccin y composicin de los libros de caballeras, pero es tambin modelo de relaciones
caballerezcas (trama de valores que d sentido a una ideologa que justifique las acciones (Gomz,
1999:107) de la caballera) asentado en el proyecto poltico y cultural de la reina Mara de Molina y la
escuela catedralicia de Toledo: urdir un tejido cultural con el que envolver la figura del rey y poder
convertir a la corte en un marco de reciones sociales y humanas, en las que el concepto de nobleza
jugara un papel determinante [...] y construir la imagen de un rey criStolgico, garante de un riguroso
orden moral y de una esperanzadora promesa de expansin religiosa(Gomz, 1999:108).
Tiranos y traidores representan, en este sistema, el mal gobierno y el mal servicio respectivamente.
Aquello que debe ser intervenido por el protagonista, porque tienen por consecuencia la sublevacin,
pero que a su vez mantiene protocolos de justicia.