EJERCER
DE INGENIERO
EL EJERCICIO DE LA PROFESION DE LA INGENIERIA DESDE LOS
TIEMPOS EN LOS CUALES EL JOVEN PROFESIONAL, ARMADO
UNICAMENTE DE SU DIPLOMA Y DE SU MATRICULA, SE ENFRENTABA
AL MUNDO LLENO DE ILUSIONES Y DE CORAJE HA CAMBIADO EN LOS
Por Avonso fl 7
gue siendo un esfuerzo
‘grande para el estudiante
yy para su familia transitar
or las aulas universita-
Flas luego de haber cum-
plido con el requisito sine qua non
como es el de ser bachiller. El cam-
bio y fa metodologia de estudios de
los planteles de bachillerato a los de
educacién superior no dejan de ser
bastante radicales. En tanto que en el
colegio la exigencia es diaria, con for-
‘maciones,flas, etc, en la universidad
eso queda al arbitrio del estudiante.
Empezando por los horarios, que en
el primero son severos, en los otros
absolutamenteflexibles, cuyo cumpli-
‘miento queda al honor y ala voluntad
del estudiante. Debe ser por esta ra-
26n que la ‘mortandad? estudiantil en
el primer afo es alta
En mis épocas, por lo menos, una
asignatura se podia perder o por mal
rendimiento académico o por fallas de
asistencia a las clases. Cualquiera de
Gimimos 50 afios.
las dos faltas convertia al estudian-
te en repitente, situacion que no se
podia prolongar en forma indefinida
pues existia la llamada en la jerga es-
tudiantil "la ley de vagancia””. Quien
fuera reprobado més de dos veces
fen una materia quedaba por fuera
de la universidad. Lamentablemente
esa norma parece que se abolié en
fa Nacional, lo que hizo que prolifera
ran los ‘estudiantes crénicos’. Lo que
quiero significar es que superar to-
das esas normas y tener aceptables
rendimientos académicos hacen de!
estudiante un flamante profesional
que, armado con su diploma, lo que
este significa en materia de conoci-
mientos, y regla de célculo, que era
el gran avance que se habia logrado
para célculos répidos, se enfrente al
ejercicio profesional.
La perspectiva era o ir a estudiar
al exterior 0 conseguir empleo en los
sectores piblico 0 privado. All se ob-
‘tenia la experiencia que existe entre la
teoria y la préctica. El mayor y mejor
cempleador era el Estado. Si se optaba
‘or incursionar como contratista, en fa
préctica se convertia en socio indus-
trial de una empresa de construccién
en la cual el socio capitalista era el Es-
tado. En esta asociacién las ganancias
pérdidas, cuando las habia, eran del
socio industrial. Los recursos presu-
puestales no alcanzaban ni para todas
las empresas ni todas as necesidades
del pais. Las sociedades as formadas
eran més de trabajo que de capital.
Pero las angustias de disponibilided
de recursos del Estado para la tarea
e dotar al pals de la inraestructura
ara su desarrollo ha ido convrtiendo
2 las empresas de construccion, antes
de trabajo, en fuente de financiacién
4e obras pblcas. En ese sentido han
dado un gran paso, como es el de
cuca fianciaciones, como la emi-
si6n de bonos, para obtener recursos.
Mas ahora, cuando ia institucionalza-
in de los anticpos se esta acaban-
do. Ademds el Estado, consciente de
sus limitacones, aparte de hacer las
‘obras por concesin, acepta que los
particulares presenten iniciativas
ara obras cuyos estudis, ejecucién
y financiacin sea de ellos. En fin, la
manera de ejerver fa profesin ha su-
frid transformaciones que requieren
habilidades especiales, contribuiran a
lena las necesidades del pas y ayu-
darén a dotaro de la infraestructura
fisica que necesita.