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Filosofía política. Contexto histórico.

Estudiando algunos pensadores griegos vimos como el cambio social que llevó al surgimiento de las Polis dio lugar entre otros
procesos al nacimiento de la Filosofía.
Es decir que desde nuestro punto de vista, los filósofos y sus ideas son un producto de la sociedad en que viven y no se pueden
entender si no se toma en cuenta el contexto político, económico y cultural en que desarrollaron su pensamiento.

La filosofía no existe por fuera de la sociedad, mirando y analizando las cosas que suceden desde un lugar externo de supuesta
objetividad privilegiada, sin pasiones o sentimientos. Muy por el contrario, lo que estimula a los filósofos a elaborar teorías y
defenderlas es justamente su participación en la sociedad y en las disputas del momento en que viven.

Es importante tener esto en cuenta porque al igual que en la antigua Grecia, los filósofos que vamos a estudiar en esta unidad,
vivieron en una época de grandes cambios sociales, de revoluciones culturales, políticas y económicas que produjeron
apasionadas discusiones acerca de cómo debía organizarse la nueva sociedad que estaba surgiendo.

En concreto nos referimos a una época que se conoce como la Edad Moderna, o como el surgimiento de la Modernidad.
Cronológicamente podemos situarla entre el fin de la Edad Media y el comienzo de la Edad Contemporánea y abarca desde el
Siglo XV hasta el siglo XVIII. Geográficamente nuestro interés estará puesto en la Europa occidental, sobre todo en Inglaterra y
Francia, pero sin olvidar que fue un proceso que no puede entenderse sin tomar en cuenta las relaciones económicas y políticas
entre Europa, Asia, África y América.

Para ser claros diremos que los procesos sociales más importantes que se dan en estos siglos son:

1) En el nivel económico: el surgimiento del Capitalismo como forma de producir los bienes que la sociedad necesita para
vivir.

2) En el aspecto político: la organización del Estado Centralizado Moderno, luego del Estado Absolutista y su posterior
crisis y decadencia.

3) En relación a los grupos sociales: El desarrollo de un sector social, la BURGUESÍA, que pasó de ser un grupo
económico social subordinado a los Señores Feudales a acumular poder y riqueza como para llegar a ser la clase
dominante en la Edad Contemporánea.

4) Desde el punto de vista cultural hay tres procesos que deben ser destacados. El Renacimiento, la Reforma protestante y
la Revolución científica.

Todos estos procesos combinados van a colocar a Europa como el centro de un sistema económico y social que buscaba
explotar las riquezas de América, Asía y África generando movimientos de mercaderías y personas que afectaron a todas
estas regiones.

Vamos ahora a describir brevemente cada uno de estos procesos tratando de relacionarlos con los problemas que abordamos en
esta unidad de Filosofía política. Problemas que se refieren a la organización de una sociedad en los aspectos de la libertad, la
justicia, la seguridad, la ciencia.

Hasta el siglo XI (once), Europa occidental estaba organizada socialmente en un sistema político y económico denominado
“Feudalismo clásico” para diferenciarlo de la formación social propia de la Edad Moderna que es otra expresión del Feudalismo
pero que ya tiene dentro suyo áreas de producción capitalista.
El Feudalismo clásico se caracterizaba por una sociedad divida en dos grandes sectores, los Nobles que podían ser laicos o
religiosos y los campesinos.
Los Nobles eran los dueños de la tierra y del poder político, eran los “Señores feudales” y en sus tierras se ubicaban las aldeas
de los campesinos que se dedicaban a cultivar la tierra.
Los Señores feudales explotaban a las aldeas campesinas cobrándoles un tributo sobre su producción. El 80% de la población
europea eran campesinos que se dedicaban a la agricultura, el principal problema de la sociedad europea era producir la comida
necesaria para vivir. Eran muy comunes las grandes hambrunas y la muerte por falta de alimento.
Al mismo tiempo los señores feudales combatían entre ellos para conseguir apropiarse de mayores extensiones de tierras que era
el bien necesario para producir riqueza.
Esta situación empieza a cambiar en los Siglos XII (doce) y XIII (trece) al aumentar la producción agraria y aumentar entonces
el intercambio de los excedentes (lo que sobraba) y la riqueza de los señores.
Este crecimiento económico provocó el desarrollo de centros de comercio en zonas cercanas a los castillos donde estaban
protegidos y en los cruces de caminos. Hubo así una mayor circulación de moneda y los Señores empezaron a exigir a los
campesinos el pago de tributos en dinero, con lo cual los campesinos tuvieron que vender parte de su cosecha en las ciudades.
El sector que se especializó en el comercio y en la producción de los bienes que los señores deseaban adquirir fue la
BURGUESÍA.
Los burgueses organizaban su producción en Gremios de comerciantes y artesanos, con categorías estrictas de trabajo como
aprendices y maestros y una reglamentación estricta de los procesos de producción.

El crecimiento de las ciudades motivó nuevos desarrollos culturales, se crearon por ejemplo las primeras Universidades y hubo
una renovación filosófica conocida como Escolástica.
Las ciudades comerciales más importantes como Venecia, Florencia o Génova en el norte de Italia o Barcelona en España, se
dedicaron también al comercio internacional, desafiando el dominio de las rutas entre Asia y Europa que hasta ese momento
dominaban los árabes. Otra manera de desafiar ese dominio fueron las cruzadas.
Producto de este desarrollo del comercio, de la aspiración a dominar las rutas mercantiles es que se produce la expansión
marítima hacia el Oriente, primero hasta bordear la costa de África y Asia y luego hacia el Atlántico con el descubrimiento de
América.

El otro aspecto económico que tenemos que explicar es el que afectó a las aldeas campesinas. Las aldeas eran comunidades con
un alto grado de autosuficiencia en la satisfacción de sus necesidades de bienes básicos como comida y ropa. Cada aldea tenía
tierras que eran explotadas en forma exclusiva por cada familia campesina y además tierras comunes y bosques de uso común
donde podían buscar su alimento los animales o los hombres cuando había malas cosechas.

A partir del Siglo XIV, luego de la peste negra que mató a más de 25 millones de personas, casi la mitad de la población
europea, se empieza a dar en las aldeas un proceso de diferenciación económica entre los campesinos. Los más afortunados
acumulan más tierras, incluso más de las que pueden cultivar con sus familias y entonces empiezan a emplear en sus posesiones
a los campesinos que se habían empobrecido y que ya no podían producir lo necesario para su subsistencia. Los campesinos
ricos emplean a los pobres a cambio de un salario y producen un excedente que comercializan.
Es muy importante darse cuenta que estos nuevos campesinos ricos ya no buscan producir solo para consumir sino que ahora,
igual que los burgueses de las ciudades, buscan producir para vender en el mercado y producir una ganancia. Estamos ya viendo
el surgimiento de los primeros pasos del Capitalismo, aunque aún en un sistema dominado en su conjunto por el feudalismo.

Los burgueses de las ciudades y algunos señores feudales al ver lo rentable de esta nueva manera de generar riqueza procuran
invertir también en este negocio, primero para producir bienes agrícolas para vender pero pronto empiezan a emplear
campesinos en la elaboración de tejidos para hacer sacos con lo cual empiezan a generarse las primeras formas de trabajo
industrial. Todo esto dentro del Feudalismo, el principal trabajo sigue siendo el de la tierra y los que mandan son los Señores
Feudales.

Finalmente tenemos que señalar el principal proceso político que se da en la Edad Moderna, que es la recuperación del poder de
los Reyes y el surgimiento del Estado Moderno que es la organización que sirve para ejecutar este nuevo poder.
Brevemente diremos que los Reyes habían sido rebajados a la condición de un Señor feudal más, pero con la diferencia que de
conservaban cierta capacidad de otorgar privilegios políticos y económicos.
A partir del crecimiento de la burguesía, los Reyes van a aumentar su poder otorgando privilegios a los grupos que gobernaban
las ciudades para recaudar impuestos en su nombre, con la ventaja para los burgueses de las ciudades que los habilitaba a
comerciar libremente.
Por ejemplo el Rey de Francia le otorgaba al grupo de burgueses gobernantes de la ciudad de Lyon la capacidad de cobrar
impuestos a las aldeas vecinas, y a cambio les daba libertad para comerciar en su territorio. Con esto ganaban las dos partes, el
rey aumentaba sus rentas y los burgueses sus ganancias comerciales.

Por su parte los Señores Feudales comienzan a reconocer el nuevo poder del rey y someterse a su mando político y militar, a
veces a través de convenios y a veces por la fuerza. Además reunirse alrededor del rey les permitía tener más fuerza para
reprimir a los campesinos en el caso de que se rebelaran.
Los países que en Europa van a consolidarse como Monarquías centralizadas son España, Francia e Inglaterra.
En cambio Alemania permanecerá como una agrupación de principados pequeños con la preeminencia de Prusia y por su parte
en Italia las ciudades comerciales preservarán su independencia de cualquier aspiración monárquica.
Problemas filosóficos

Ahora que conocemos el proceso histórico podemos plantearnos nuestros problemas filosóficos en relación también con los
fenómenos culturales de la época.

1) Libertad.
Lo que hoy nosotros conocemos como libertad individual, es decir la capacidad de los individuos de decidir sobre su propia
vida, podemos relacionarlo con la relación entre la burguesía, los señores feudales y los campesinos.
Los Señores feudales eran en la Edad Media los poseedores privados del poder político y económico. Eran en su territorio la
máxima autoridad, el poder de mando, la justicia y la obtención de tributo eran una capacidad de su persona, eran privadas. Es
como si hoy en día un empresario fuera a la vez dueño del poder político y fuera el supremo juez de un país.
Cuando un comerciante, un burgués quería hacer negocios tenía que pedirle al señor feudal un permiso especial para comprar y
vender y para circular por su territorio. Esto se llamaba un “privilegio”.
Ahora podemos ver como la “libertad” burguesa es el reclamo a los señores feudales de poder hacer sus negocios libremente,
como personas con autonomía, que no dependen de otro poder. Lo que necesitaba la burguesía era la generalización de las
libertades para poder comerciar libremente. Es decir ser individuos libres y no súbditos dependientes de un señor feudal.

2) Seguridad
Por otra parte, si dirigimos nuestra atención a la relación de la burguesía con las aldeas campesinas podemos ver que junto con
la cuestión de la libertad, se plantea el problema de la seguridad.
Si recordamos que las aldeas campesinas tenían un alto nivel de autosuficiencia en comida y vestimenta, y que además había
tierras comunes que servían en tiempos de hambre, podemos ver que la comunidad daba al aldeano una contención, un mínimo
de recursos para vivir, una seguridad.
Cuando se produce la diferencia acentuada entre campesinos pobres y ricos y la explotación de unos por otros y a la vez la
inversión de la burguesía en esos negocios, era necesario que los campesinos pobres se vean “libres” de las regulaciones
aldeanas que los protegían del hambre y se vieran así en la necesidad de emplearse libremente en las empresas de los
burgueses.

3) Justicia. Estado.
Dijimos antes que el Señor Feudal era el que tenía el poder de juzgar y mandar en sus tierras. Era una capacidad de su persona,
privada.
En el proceso de aumento de poder de los Reyes, cuando les dan a los burgueses privilegios a cambio de la recaudación de
rentas en sus territorios, se dan dos procesos simultáneos. Por un lado los gobiernos de las ciudades toman esos poderes como
un grupo, de manera colectiva, a diferencia del señor feudal que los ejercía de manera privada. Quiere decir que ahora en las
ciudades van a empezar a gobernar un grupo de personas, con lo cual la capacidad de mando pasa de ser un asunto privado de
un señor feudal a ser un asunto público de todo un grupo.
Ahora bien, cuando los burgueses de las ciudades van a cobrar impuestos a las aldeas, para luego darle la recaudación al rey,
tampoco lo hacen en forma privada sino que su poder es grupal, o sea público, pero además lo ejercen en nombre del Rey.

Por su parte el Rey que aumenta su poder debe gobernar sobre territorios cada vez más extensos para lo cual necesita crear un
aparato burocrático, un grupo de funcionarios que ejerzan el poder, la decisión de que es legal y que no, o sea la justicia, en su
nombre. Es decir que de esta manera también la justicia se convierte en algo anónimo, que ya no depende de una persona. Se
convierte en ese trámite impersonal que es como nosotros la pensamos y ya no en la decisión de un individuo. Los jueces son
aquellos que aplican las leyes, no son personas que hacen lo que quieren.

El Parlamento contemporáneo, donde reside el Poder Legislativo, es decir el organismo del estado que elabora las leyes, surge
también a partir de una modificación de las instituciones medievales. En el Feudalismo clásico cuando el rey necesitaba hacer la
guerra o establecer nuevos tributos, convocaba a los Señores Feudales para recibir su consejo y apoyo. Cuando la Burguesía
adquiera poder como clase social, entonces también va a aportar milicias y dinero a las arcas reales. En consecuencia también
exigirá participar en la elaboración de las leyes. Estos tres sectores se van a reunir en el Parlamento que reemplazó a las antiguas
Cortes. Es decir que las leyes se elaboran siguiendo los intereses de los sectores que participan en el gobierno, no son neutrales
ni objetivas.

4) Renacimiento. Ciencia. Progreso.


Finalmente tenemos que decir que la Burguesía, este nuevo sector que impulsa una nueva manera de generar bienes, de hacer
riqueza, justamente para poder hacerlo debe imaginar nuevas alternativas, debe cuestionar la visión del mundo establecida en la
Edad Media.
El Renacimiento, la Reforma protestante y la Revolución científica son tres aspectos de este cuestionamiento de las
concepciones vigentes.
El Renacimiento, es un movimiento cultural que tiene su centro en las ciudades comerciales italianas. Las nuevas iniciativas
empresariales y los contactos con otras culturas a través del comercio, dispararon una nueva visión de la capacidad de acción de
las personas y una nueva visión de la naturaleza.
Frente a una visión del universo y de la sociedad propia de la Edad Media en la que se imaginaba un orden estricto, dirigido por
la voluntad divina y que dejaba poco espacio para la acción humana, las nuevas ideas del Rena-cimiento rescatan una esfera de
actuación propiamente humana, un nuevo interés en los problemas del conocimiento de la naturaleza, una nueva interpretación
de la religión y hasta el uso de la magia como herramienta de acción sobre el mundo y el destino.
Esto produjo un gran movimiento cultural en la pintura, la escultura, la arquitectura y las letras que daban cuenta de esta
renovada visión de las cosas, con un acento en la exploración del cuerpo humano, la utilización de la perspectiva para resaltar
los puntos de vista subjetivos y el avance en la imaginación de nuevas soluciones científicas como la teoría de Copérnico de que
la Tierra gira alrededor del sol.

Las nuevas ideas y las necesidades de nuevas técnicas para producir, organizar el trabajo y realizar viajes exploratorios, llevaron
al desarrollo de una nueva concepción del universo, expresada en la ciencia moderna. La ruptura de la confianza en un orden
divino del mundo, generada por la ruptura de las condiciones sociales medievales, llevó a la necesidad de buscar nuevas
maneras de organizar la exploración de la naturaleza que poco a poco dejó de estar regida por los dictados de la Biblia y la
Iglesia católica. La principal herramienta de este cambio en la visión de la naturaleza fue el uso de las matemáticas para
otorgarle un orden a lo que aparecía como caótico y también el recurso a los experimentos para comprobar y otorgar validez a
las teorías científicas.
Es decir que la ciencia apareció como una herramienta indispensable para el avance de las nuevas formas de organización
económica y social.

Finalmente la Reforma protestante, que comenzó en Alemania en el Siglo XVI, con la figura de Martín Lutero, podemos
enmarcarla dentro de un contexto político. En la Edad Media y también en la Edad Moderna, primaba la noción de que la
soberanía, es decir la capacidad de mandar de los reyes era parte del orden divino del mundo. Esta noción estaba avalada desde
las ideas por la Iglesia católica. Cuando distintos reyes fueron adquiriendo poder en diferentes zonas de Europa, necesitaron
legitimar su capacidad de mando, su soberanía, y comenzaron entonces a disputar con la Iglesia para poder interpretar la Biblia
según su conveniencia, llegando a la ruptura con la Iglesia de roma y el establecimiento de nuevas formas del cristianismo,
sobre todo en el Norte de Europa.
También el cristianismo protestante tiene una relación con la noción de individuo porque para desafiar al poder de la Iglesia,
Lutero postuló la interpretación personal de la Biblia y su traducción a los idiomas vulgares, lo cual permitió a nuevos sectores
participar de la discusión política, relacionada como ya dijimos con la palabra de dios.

Así vemos que los problemas de filosofía política no surgieron de ideas que flotan en el vacío sino que provienen de problemas
concretos de la sociedad, de una época de la historia de la cual nosotros tomamos gran parte de las nociones que nos parecen las
mas comunes y evidentes.
Como las sociedades están llenas de luchas sociales en su interior, así también las ideas que nos parecen las más sencillas, en
cuanto las queremos pensar con precisión se rebelan llenas de contradicciones.
Los filósofos que estudiamos en esta unidad participaron plenamente de las luchas sociales de su época y elaboraron sus teorías
para resolver las contradicciones de su tiempo a favor de unos sectores o de otros.

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