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El lenguaje del nirio Desarrollo normal, evaluacion y trastornos JUAN NARBONA CLAUDE CHEVRIE-MULLER 2." edicion m™ MASSON Barcelona - Madrid - Pars - Milano - Asuncién - Bogota » Buenos Als - Caracas - Lima - Lisboa ~ ideo - Panarnd - Quito = Rlo d0-Janeiro- San José de Costs fica San Juan do Pubrto Fico. Santiago de Chile indice de capitulos es hf! | DESARROLLO NORMAL Capitulo T ‘Bases neurobiolégicas de! desarrollo dell lenguaje .. 3 jean Narbana y Secunding Fernandez Introduccién 3 Redes funcionales neurocognitivas 3 Cerebro y lenquaje .. 4 ‘Vie termingles de entrada y de salida 3 Cortera aseciative secundaria 6 Cortera asaciativa terciari .. 7 Rol de las estructuras mesiales y subcortic lesen ef lenquaje 9 Gradiientes de dominancia funcional hemi: erica... oo 1 Desarrollo neu 3 Mestogtnets patios wigaiie Gai W 3 Sorel neuronal y sinaptogénest 3 Miclinizaciin ..., 4 Desarrollo de ia dominancia hemistérica para el lenguaje .. wo 1 Maduracion de los elementos mecinices fonoarticulatorios ... 7 Aprendizaje y engramas neuraies . 18 Plasticidad cerebral .. 19 Fendmenos de suplencia neural en privo- clones sensoriales, 9 Comecuencias de las- precoces 20 Ensayo de sintesis, Cuestionesy perspectives... 21 Principals madeias psicolingdl Modelo lingiiistico de Chomsky Nocién de lenguaje innato. Notion de creativedad Fundarnentos bintégico: Modelo cognitive Nocion de estrategia Aproximacién psicoldgica ‘Aproximacisn linguistica ‘Modelo interaceionista...... _— Nocién de modularidad relativa ‘Aparicién del tenquaje Precursores de! fonguaje Alencién selectiva y percepcion catege- rica de fos sonidos del habla .. Recepcién auditiva del habla Estadios prelingbistioas Produccidn de vocalizactones (0-2 me- Produccidin de sllabas arcaicas (1-4 me- se) =. Baibucea rudimentaria (3-6 meses)... Batbuceo candnico (3-10 meses} .,... Balbuceo mixta (9-18 meses} Desarrollo de los sistemas lingGisticas .. Desarrollo del sistema fonologico.... incidencias en el eje sintagmatico Incidencias en el eje paradigmatico , Incidencias en los ejes simagmatia ¥ paradigmatics . Desamrollo del sistema léxico Significado de las primeras palabras. Desarrolls del sistema marfosintéctica Entonacién Sobregeneralizacién Flexiones Orden de las palabras. Graciones relativas con squee XIV Inilice de capitulos Referencia de los pronombres .... Desarrolis de las funciones pragindticas Desarrollo de ias aptitudes metalingiisticas 3.8 Implicaciones clinicas de los modelos psico- lingdisticos del desarrollo ., Cuestiones fundamentales a propdsito de los extadios de la evaluacién del Jenqua- je: relacién entre comprensién y produc. cidn .. Percencign ‘auditiva ¥.comprension, lin ‘guistica y paralingdistica ‘Camprensiin, repeticién y praducci a. Valor predictivo de los indices de madurez Nenos-cennanies motores Foseinon de asociacibn leeconienos Fig. 1-7. OMASSON. S.A. Fetocceker ab mutiticsin war unstit de fa primera década ‘Génesis de la mielinizacion, representade de forma muy esquemdtica, en referencia a los principales ‘odie implicadot en el lenguaje, segin los datos jeto vivo: mediame: resonancia megnétka (Van der Knagp y Valk 1990, Hassink y cols. 1992), Desarrollo de la dominancia hemisférica para el lenguaje Frente a la tearia de saccién de masae postula- do hace mas de medio siglo (Lashely 1929), s¢ ha desamaliado un amplio detiare acerca de sf las dreas expecificas de! lenguaje en el hemisfe- rig inquierdo entran en funcionamienta mds-o menos tempronamente (Witelson 1987, Van Hout 1990). De nuevo s¢ ha utilizado la infor- macién brindada por la casuistica clinica. Lenneberg (1967), apayandose en las observa- -ciones. de afasia infantil par lesidn de uno u otra hemisferio publicadas hasta la ¢poca, postuld que ambos hemisterios eran equipotenciates ent las dos primeras afios de vida y que iuego se t/a instalanda el tenguaje pragresivamente sobre ef hemisierio izquierda; la lateralizacion funcional estarla completada en torn a la pubertad (a los dingo afigs, segdin Krashen, 1973}, Segin Brown y Jaffe (1975), en el interior del hemisferio iz quierdo también existiia una equiparencialidad inicial y-la especificaciGn de las distinias dreas se realizaria progresivamente a lo largo de ta infan- cia, dado que las: afasias de! nifio por lesién hemistérica inquierda tenian en comin fa no- fluencia y, en cambio, la comprensén estaba ge- neralmante bien conservada, independientemen- ze del asiemo més o menos posterior de la lesidn; la programacién expresiva se lateralizaria antes que las funciones de comprensién y éstas sdlo s¢ alterarlan tras lesiones bihemistéricas, el gradiente de especificacién funcional en ef he- misferia sequitta un sentido anteroposterior en el eje silviano. En 1977 fue propuesta por Kinsbourne y His- cock Ja hipdtesis ole la invariancia: la lateralizacian funcional hemistética epareceria desde el jnicie claramerte expresada y apenas cambiarla a fo forgo de ta vida. Abundantes estudios en sujetos normales han apoyado esta hipétesis. Mediante el test de escucha dicdtica se ha corroborado la superioridad funcional del ido derecho (hemnis feria izquierdo) para el marerial verbal en nifios de 2 y 3 afos (Loker y Morais 1965, Hiscock y Kinsbourne 1960a). La superioridad del hernisfe- rio. aquierdo para el procesamiemto lingiistico 2 ha evidenciado también a través del métode de wtareas concurrentess desde la edad de 3 afics (Hiscock y Kinsbourne 19808). Tembién se ha observado que la motricidad espominea del he- micuerpo derecho disminuye significativamerte ‘yen forma selective ante estimulos de naturaleza ‘verbal desde la edad de 5 sernanas (Segalowitz y ‘Chapman 1980). La progresién de ia preferencia manual se expresa claramente ya en el curso del sequndo aho de vida. Por otra parte, en feferen- tia a actividades preferentemente procesadas por el hemistetio derecho, concretamente las de ontentacién espacial como la imiacién de postu ras ¥ mavimientos, s¢ ha demostrade que som mis perfectes con la mano izquierda (hemisferia derecho} en desde Ios 3 afos de adad (Ingram 1975). Todos estos dates hablan también a favor de que Ja asinetria hemistérica funcional se establece myy precnamente, pesando mis la predispasicidn neuroblolégics que los factores experienciales, En fo que-concierne a la especiafizacién inte hemistérica inquierda de lbs adzeas del lenqual las observaciones recientes contradicen bos powtu- lades de Brown y Jaffé (1975). Utilizando una metodolog’a neutopsicaldgica rigurosa i¢ han comunicado afasias adquiridss tempranas. con defectes especificos de comprension y de repeti- Gdn, paratasias, etc, Esta semiclogia, similar 2 la de| adulto (Van Dongen y cols. 1985, Yan Hout y cols. 1935, Van Hout y Lyon 1986, Van Hout y Evrard 1967), permite concluir que la disposi ddén de Jas distintas dreas corticaies de integra- cign del lenguaje en ef eje anteroposterior silvia no del hemisteria inquierda ocure ya, al menos, desde la edad de tres afos. ‘Ala cuestidn de: si las asimetrias. anatémices interheristéricas se adguleren a lo largo de fa vida extravterina o si existen ya predeterminadh al nacimiento, los trabajos anatomicos de Witel- som y Pallie (1973), de Wada y cols. (1975), de Chi y cols, (1977), sabre un total de 322 cere- bros de neonatos fallecidas entre 24 y 42 sera fas posconcepcionales, hart demostrado que la mayor amplitud del planum temporale iaquierdo es patente ya desde la 26 semans de gestacién, Ne obstante, las asimetrias se acentian a la par que ef cerebro madusa hacia su forms adulta, Al SO MAEGON, SA FoRcogan em aoa wt Us at parecer, ef planum temporale derecho es inicial- mente més amplio pero, teniends un grads ma- yor de muerte celular, detiene su erevimienta.an- tes que el izquierda, Diversos estudios paleomtnidgicos recopllades por Le May (1984) han mostradio esimetrios craneales con- ‘prutntes con los datas. anatéenicns actusles en reson humsnos muy antiguas: hombre de Neandertal {-40.000 afos) y hornbre de Pekin (300.000 aftos), Por ota parte, regresando sobre especies inferiores, tambiéa se han encontrade asimewias furcignales y anavémices en ‘verios simios, en el gato, en el ratdn yen padjaros cantores {Helier y Hellnr 1984, Garewon y cols, 1998), La deseruccién selective del nacleo Aiperes: ‘iranurn ventrale tequierdo en el cerebeo de los pinzones. 0 ta seccidn del nervic hapogloto iaguieda afectan o supairnen el caro, pero no ocutte asi si se Fesionan en ef lado derecho (Metebohm 164): el hemistero elere- cho pose espesar y supedicie carticales mayores que el izquierda en fos ratones y ello concuerda cor ls 3u- pertoridad funcional hemistirca derecha de ees ani- males én e! plano camportamental (Oenenberg 1984), Be tod lo anterior podria deducirse que la to- potegla cerebral del lenguaje tiene una predeter- minacién bioldgica innata y que tas posibles in- fluencies de tipo ambiental feducacién, noxas, etc.) poseen un papel secundario al respecto (Narbona 1989), Existe, no obstante, una expe- Fiencia con sujetos sordos que hace poner en duda exe concepto: utilizando el paradigma de stareas concurrentess {verbal y manual) no pudo ponerse en evidencia una laterafizacién neta del lenguaje en adofescentes cuya sordera databe de los tres primeros afins de vida, mientras que si-se demostrd fateralizacién cerebral para el lenguaje en los sujetas cuya sordera se habla instaurade despuds de la edad de tres aftos (Marcotie y Mo- rere 1990), La preferencia nanual diegtra también aparece tem- Branamente, aunque completard su especificackin comportamemal we manera progresiva en les primeros ‘hos: se muestra incipientememe al carienzo del se- ‘gunde ato y queda bien definida en 1 50% de suje- fon dustente € caine ato y, en al resto, entre él sexta octavo afiea de vide (Coromings 1968, Flament 1975, Brum! 1972), Los exudios acerca de la relacidn enire Ib preferencia manual de hijes y padtes eviden- an un candicionamienta genético segan la hipdtesis Propuesta por Annett (1985): la dextritud y la curdera fa son veriables dicoxémicas sina los exnrernes de une sole curva desviada hacia lp utiliacign preferente de la mano derecha y un atieato preferente de las capcida- des Iingiltioes sobre e! hernisferio iaquierdo: esta ten- dencia mayositaria estaris condicinnada por un factor genético denoeninade RS (right shi); el ger {9 el cor loses nevicbiologicas del desarraita del lenguaje 17 Junto: de genes que compongen dicha factor) no ‘por ‘eerla dos alelos opvestos (diestro-runto}, sino un sala tipo de alelo caya presencia se indica por (Re) y su ausencia por (RS-}: la rendencia diestra-seria mis 0 mens fuerte segin el estade homacigeto (RS4+, RS, fen el 25 96 de individuos) 0 heteracigoto (RS+, RS-, cen el 50 % de casost; eet €l 25 96 de incividucs restore tes, habela una ausencia completa del factor RS (der fnula-RS-, RS) ¥ no existiria influencia hereditaria hada ninguna de ios des lados. quedando la. diferen- siacidn sometida-al azar y a los foctotes embientates Iposibilidedes: diesta, ammbidiestro a zutdo), Por su arte, Geschuvind y Galaburds (1985a,b} creen que to Gos los sujetos posten predispasicdn gendtica a la pre- wolenca det hermnferic iaquietdo, pero algunas fscto- res arbientales disminayen esta tendencia en algunos casas, Se ha postulado: que la tentosterona podria ser uno de estos factores, Un madelo natural que viene & apayar dicha hipétes’s proviene del estudio de sujetos con hiperplasia suprarenal congénite, enfermedad ge: nétice que condicions una produccidn excedina de tes tosterona desde la etapa fetal. Plane y cols, (1996) han ebservado que un grupo de nifios y nifas afecta- dos por esta enfermedad gresentaba una frecuencia mayor de trastomes de! desarrollo del lenquase y de asimetria voluméttica entre los dos hemisferios, frente 2 Un grupo contral de familiares no aleclados, En el nifio ocurre la aparente paradoja de que, por fo general, los lesiones termpranas ecurridias ‘onal hemisferio izquierdo tienen poca incidencia sobre el ulterior desarratlo del lenguaje: en con- traste, los. trastomos especificos del desarrollo del lenguaje oral y escrito, asf como el sindrome de afasia adquirida con epilepsia y tos trastornos de comunitacion inherentes al sindrome autista 186 son atribuibles lesi6n o distunciém cerebra- jes lateralizadas (Chevrie-Muller 1990}. Esto no va en contra de Jas evidencias citadas acerca de ia criginaria asimetria anmomofuncional hemise férica puesto ademés, €% preciso tener en cuenta a plasticidad neural, con mayores posibi= Iidades wicariantes interhemisféricas cuanto mis Joven es el sujeto, Un pace mds adelante com- pletaremos la discusién a este respecta, Maduracion de los elementos mecdnicos, fonoarticulatorios Raymond H. Stetson (1928), pionero on el es- tudia del habla, la definid como un «movimiento audibles, En efecto, el hable se genera a partir del flujo aéreo pulmonar que, a su paso por la glotis, y merced a su delicada funcién esfintéri- fa, produce sonido que serd matizado y articula~ do de manera precisa y concreta por Ios distintos espacios y estructuras fijas y méviles del tracto 48 PARTE! Derarrotie nocinal aerodigestiva superior. Por eso es fundamental, ‘a la hora de analizar y valorar ios distintos proce- sos neurafisiolégicos y psieolégicos que ‘consti: vyer.o intervienen en la comunicaciin verbal hu: inana, tener también en cuenta ef desarrollo de Jos subsistemas mecdnicos que permiten lo fonc- articuladén. Li vie la actividad de estas estructuros dependera de un programa motor central que estd en funcign del cédiga linguistico aprendido, pero tambitn depended de las pro- piedades mecdnicas y acasticas inlrerentes al sis- tema efector periférica, En ef recién nacido el tracto vora! no séio es mucho. ris carta que ene} adullo, vino que exisien giandes diferencias en cuanto a la forma y al tamafio relativa ide las estroctutas que fo constituyen, El neonato poses ust canal oro ‘que discutre con suave pendtente oes la gloti, mientras qué en el adulto forms un dn- ule recto. La lasinge, en cf neonato y én ef Inctante {Ge pocos meses, iene und tocalizacida mis al, de he the Ws epigiotis contacts prékticamente con el paladar bilando (Gielin 1976), le que le perrnive deghutic sin problemas, pero ereee Gel espace feringes. una de Tos resonadoces mds importantes. y ef vestibule larin- gee es muy reducido. La cavidad bucal €5. proporcio- Ralmente mi cone ¥ ancha, esti ocupada Namara 1972, Clark 1974, Slobin 1973, 1985). Una de las cuestiones centrales, segin esta con- cepcion, €5 comprender como ef pequefio llega a dominar las principales componentes lingdisncas (prosédicas, fonolégicas, seménticas, morfosin- técticas, pragméticas © contextuales) sabiendo que, en |as situaciones naturales de comunica- cin, estas diversas componentes entran en rela- ciones complejas de interaccidn y que las lenguas naturales se caracterizan por un solapamiento parcial de fas formas y funciones, Aproximacién psicolégica La psicologla, por su parte, hace también refe- rencia a las descripciones lingiiisticas con el fin de caracterizar ¢] eformaton de las representaciones cognitivas, Las operaciones de computacién son examinadas en tanto que procedimientos de ranstormacién de un modo de representacién en otro modo de representacién, Es necesario subra- yet que estas representaciones intermedias son Faramente accesibles a la conciencia del oyente, Esta visidn componencial del funcionamiento cog nitive obliga 2 atribuir a las diferentes unidades de computacién una cierta autonomia. El proble- ma central suscitado por la psicologia cognitiva 5 el de saber en qué medida es posible abordar el estudio del lenquaje independientemente del de ‘otras dominios cognitives. sinachtn Beat El estudio propiamente lingiistico atafie al funcionamiento de hablantes reales en activida- des de percepcién, de produccién, de compren- sién, de memoria y de metalenguaje, en contex- tos definidos. Los autores que se han interesado por la descripcién lingbistica det lenguaje en ef niflo se han apoyado Ia mayoria de veces, en efecto, en métodos de andlisis que han sido elaborados a medida que se consirulan las teorlas psicolégices, por una parte, y las teoria lings ticas, por otra. Asi, al tomar prestades canceptas y me- sobre teorias operatorias de la edquisicion. 1 aoniisis y la categorizaciGn de la estructura de Jos enunciados constituye una etapa intermedia necesaria en la investigacién psicolingttstica, para la que la aportacidn de las teorias lmguilsticas es indispensable, Los enunciados constituyen expre- siones, algunas de las cuales estén bien formadas, y otras mal formadas. La adquisicién de la grama- ticalided, entendida no en el sentido de la norma, ‘sino en ef de la aplicacién de reglas o de indicios de formacién de los enunciados, sigue siendo un aspecte esencial del desarrollo del lenguaje. Modelo interaccionista $i : El estudio de la adquisicién del lenguaje plan- tea una cuestidn central: zpueden ser considera dos como modulares los mecanismos que la ri- gen (Fodor 1983, 1985, Berwick 1987, Roeper 1987), 0 més bien como integrados (Nelson 1975, 1981, Nelson y cols, 1985)? El objetivo det capitulo no es plantear un esta- do de la cuestiOn sobre este debate. Del conduc- tismo al generativismo, de la doctrina absoluia de! aprendizaje a un nativismo que pretende que © MASSON, S.A. Fotccoplar wn autoizacte e8 un deta. la propia lengua sea innata, le psicolingaistica de hoy en dia no puede ser totalmente confundi- da con la psicologia cognitiva, ni identificarse con las teorias lingdisticas. Se encuentra en reali- dad dividida en dos orientaciones tedricas distin- tas: la primera se dedica a objetos de estudio cuya relacién con el lenguaje debe ser demostra- da; la segunda realiza investigaciones mas globa- les y, ya que éstas se centran en el funciona- miento lingaistico real, se dedica al estudio det lenguaje integrando las nociones de representa- cidn especifica y de comunicacién real (Bates 1984, Bates y cols. 1991). Subrayemos, no obstante, que las teorias prin- cipales respecto a este tema pueden ser agrupa- das en dos categorias: las que presuponen meca- nismes y procedimientos neutros en cuanto a su mbito de aplicacién y las que, por el contrario, sostienen Ia especificidad de los dominios y con- ciben el lenquaje como un médulo particular en el que las representaciones elaboradas tendrian un formato especifico. Trabajos como los de Be- tes y Camavale (1993) 0 de Karmiloft: Sovith (1993) proponen la nocién de va antes que la de médulos preespecificados, i" sistiendo en la importancia en el desarrollo hu- mano del proceso por el que la informacion contenida en el sistema cognitive (del que darian ‘cuenta los innatistas) llega a ser conocimiento de ese sistema (de lo que darian cuenta los interac: cionistas). Una orientacién como éta permite expliar a la ver la precocidad y la rapider del proceso de adquisicién del lenguaje y la plasticidad de los sistemas. Esta orientacién deberia permitir anali- zat la estructura de las conductas verbales y la configuracién de los pardmetros del contexto que interactéan significativamente con estas con ductas, asi como apuntalar hipétesis sobre las. modalidades de esta interaccién, Este modelo psicolinguistico global € interac- clonista es, pues, el estudio det lenguaje en tan- to que andlisis de la capacidad e instrumento conjunto de la representacién y de la comunica- cién humana. El lenguaje es examinado, segiin esta perspectiva, no solamente respecto a su of- ganizacién en estructuras complejas, sino tam- bién en funcién de los contextos de los que de- pende parcialmente. APARICION DEL LENGUAJE De Ja misma manera que el problema del na- cimiento del lenguaje esté todavia hoy lejos de Modelos pulcolingbisticos del desarrette del lenguaje 31 4er resuelto, en lo que concierme a las etapas de ia adquisicién del lenquaje en el nifio también se han formulado numerosas hipdtesis. ‘Aunque se pueden diferenciar varios estadios en ta adquisicién de! lenguaje, es menos facil precisar el momento en el que aquélla se acaba. Las hipétesis que se pueden hacer respecto a este tema feposan sobre los datos obtenidos de dos importantes orientaciones psicolingdisticas actuales, Estas hipdtesis padrian corresponder 2 los factores madurativos de los sistemas neuro- sensorial y motor implicados, pero también 2 los del desarrollo cognitivo, afectivo y social. Precursores de! lenguaje Atencién selectiva y percepcién categérica de los sonidos del habla Tan importante como la reaccidn emotiva a las ‘entonaciones es la evidencia, en el recién nacido € incluso antes, durante el periodo fetal, de que existen sistemas de tratamiento de la informa- cidn relativamente especializados, apoyados por procesos de atencién selectiva y sensibles a la novedad estimular. Son numerosos los autores que han aportado pruebas de una organizacién cognitiva inicial, y aun de una cognicién fetal que presenta ya aspectos de la organizacién adulta- También se ha podido establecer, por medio del método de habituacisn, la percepcién cate- aérica de los sonidos utilizados en el lenquaje: ef bebé reduce el ritmo de succidn si el estimuto acistico no varia; por el contrario, cuando x¢ le hace ofr un estimulo diferente del primero, el rit- mo de succién se acelera. Con este método, pues, se pone de manifiesto que el bebé discri- mina clases de sonidos adoptando un comporta- miento de succidn diferente segin permanezcan os sonidos a los que se le expone en una zona que, en diferentes lenguas, corresponde a los fo- nemas sordos, o franqueen la frontera entre sor- dos y sonoros (Eimas y cols, 1971, Mehier y cols. 1988). Recepcidn auditive del habla ‘Mucho antes de poder hablar, el niflo es sensi- ble a la comunicacién verbal del entorno. Reac- ciona selectivamente a la vor humana. Cesa de Horar cuando alguien le habla. Pareceria que el bebé fuera desde e! principio sensible a las pala- bras muy acentuadas y a fas terminaciones de frases (Menyuk 1977). Hacla la sexta 0 séptima 32__ PARTE | Desarralo normal Semana puede distinguir entre entonaciones es- cendentes y descendemtes. Muy pranto los esta- dos afectivos del nifio pueden variar a causa de los diferentes patrones emonatives del adulta. Mucho antes de poder comprender la lengua de su entora, el bebé siente que el adulto esta dis- puesto a jugar 0, por el contrario, que esta enfa- dado, si quiere iniciar la accién o acabarla. Para ‘ello se sirve de indicadores como la camiidad de habla, el volumen y la melodia del habla que se le dirige. El adulee trata de faeiltar la odquisietam del lengpus ie for parte del nit srultiplicande esos indicadores, lina investigacion de Ferguson (1964), lievada a cabo sobre el lenguaje empleedo por las madses com sus be bbés, en. seis culturas diferentes, revels que, en todos les casos, la madte ullfn frases simples y-cortas, pro ‘duce sovidos sin ningin valor semdntica y transforma sdewerriinadas palabras en formas infantile, Oras in- -vestigadares han puesto de manifesto tambidn que, fen su didiogo con sus hijos durame los primeros re ses, las madres tienen tendencia a acentuar tanto los tones aguas y graves como fa intersted de su habla ‘Acompahan sus patabres con gestos y mimica. insiten mds: tiempo en las vacales dan ms impariancia per septiva a determinadss palabras (Stern 1977), Estadios prelingifsticos Se ha tomado la revisién que Vinter (1994, pags. 5-11) ha realizado de ta literatura sobre el desarrollo. prelingiifsica adoptando el marco, como ella misma indica, de las cinco etapas des- eritas por Oller (1980) y por Oller y Lynch (1993). Las edades. consideradas tienen en cuen- 1a las diferencias individuales, a veces notables, que existen entre los nifios. Productcidin de wocalizaciones (0:2 meses) Se tata de un estadio de voralizaciones refle- {as.0 casi reflejas en ef que se incluyen gritos y sonidos vegetativos (bostezos, arulios, suspiras, fricaciones}, Se observan asimismo sonidos que RO SON gritos ¥ sonidos ecasl resonamtess, «cas! wocdlicoss. La fonacién es normal pero el trac ‘vocal estd en reposo, La concentration de ener- gla'se mantiene en bajas frecuencias, lo que tie- ne un papel esencial en la formacidn de las coor dinaciones neuromatrices de la articulactén. ‘Otros autores han observado, desde el primer mes ¢ incluso antes, movimientas fonatarios casi reflejos del tipo /@/, esencialmenie producidos en Ja interaccidn. Seguin los autores; estos soni- dos, que no provienen de un estado de malestar, pasan a menude desapercibidos @ causa de su ebil intensidad. Piaget (1945) habla notado ya imitaciones precaces de bebds de menos de 2 meses: cuando se reproducen amte ellos los soni- dos /2/ que acaban de emiltir, tos nifios bos repi- ten. Produccién de silabas arcaicas (1-4 meses) Los sonidos producides por ¢l nifio estan liga- dos a la aparicidn de la somrisa, primer Indicio de comunicacion social. Entre los eno gritos del bebé, se distingue la produccitin de secuencias tdnicas. constituidas por silabas primitives clara- mente perceptibles para el entorno, formadas por sonidos casi-vocalicos y por sonidos casi-con- sonénticos anticulades en la pane posterior de la garganta. Estos sonidos tienen a menudo una ca- lidad nasal, Un estudio de las praducciones vaca- les de dos nifios ha permitido a Koopmans y cols. (1979) diferenciar: 1. Esquemas melddicos. mondtonos y descenden- tes desde la primera semana. Pueden ver producidos por un descensa de la ipresién de aire subglética, asi coma pot el valajariiente de las cuerdas vocales, 2. Exquemas axcendentet, hacia la sexta semana, que revelan un comienzo de control de la tensién de Jas cuerdas vacales. 3, Esquemas complejos desde la décima sernana. De hecho, a esta edad estén preventes en la produc- ‘cider del nifio. todos los esquemas. mekddicos, aunque las curvas de tipo descendente repeesentan el 80 % del ‘conjunto de fas emisiones. Los parametros temporalles han sido menos es- ‘tudiadas, Tanto Oiler (1980) como otras muchos autores seflalan un aumento de la duracion de los vorales aisladas entre los 3 y los 5 meses, que va de 700 a 1.400 mseq Desde el tercer mes el bebé imita las melodias y los sonidos que emite ef adulto cuando éstos ‘entran en su repertorio de posibilidades. Los pa- cdres estimulan la imitacién vosal y la recempen- san afectivamente cuando €s consequida (Papou- sek y cols. 1984), En el bebé de 4 meses este refuerzo social aumenta la tasa de voralizaciones (Stark 1980), Todos los autores insisten en el pla- cer que el nific experimenta al producir sonidos cuando comienza a controlar las actividades res- piratorias (sabre todo la espiracién) implicadas ‘en la fonacién, asi como en los parimétros de frecuencia, Estos comportamientos de imitacién mutua suscitan el interés creciente de los psico- lingiistas a causa de tu influencia en la-comuni- cacién preverbal, GUASSON, 5A Foiccopiar sn aoczacn ean eit Balbuceo rudimentaria (3-8 meses) Esta elapa esd caracterizada por nuevas pro- ducciones que incluyen sonidas plenamente re- sonantes que son los que tienen la frecuencia de ocurrencia mas elevada. Los investigadares insis- ten en Ia extraordinaria capacidad del bebé para jugar con su voz, controlando les diferentes pa- rametros. Se nota un aurvento del campo de fre- cuencias y s¢ percibe la aparicin de sonidos muy graves (grufidos) y muy egudos {chilides), Estos efectos de contraste atafien iqualmente & los niveles de intensidad: tos gritos y fos susurros pueden sucederse, Si, hasta el quinto mes, la Fp. (frecuencia fun- damental media). es relativamente estable, mas tarde, por el carttrazio, muestra variaciones im- portantes. Los trabajos de Papousek y cols. (1984) sefialan fa preduccidn en su hija de un ‘campo de frecuencias que va de 196.3 1.316 Hz. Durante este perioda se observan igualmente cambios bruscos de ta frecuencia fundamental, producciones bitonales y trémoales vocales, pre- sentes ¢n las emisiones infantiles hasta el moveno mes. El repertoria fanica xe amplia con la apari- cién dé sonidos consondnticos largamente soste- nidos, Hacia los 6 meses aparecen las primeras combinacianes de sonides de las clases conse nante y vocal con cierre del tracto vecal. La pro- duccién de estas protasilabas, Hamadas ebalbu- cea marginale por Oller (1980), y ebalbuceo rudimentarios por Vinter (1994, pag. 10), se compone de conjuntos dificilmente analizsbles debido a una articulacién bastonte relajada y @ twansiciones muy bentas entre los movienientos de cleme y apertura del tracta vocal, Las diferentes caracteristicas, puestas de mani- fitsto. por el nite en el curso de estas tres etapas precanénicas, van a permitir la aparicién de! bal- butea candnico, etapa clave del desarrolle pre- lingatstico, Balbucea candnico (5-10 meses) En este estadio los niftos comienzan a produci silabas bien formadas del tipo CV (consonante- vocal), Segdn Oller (1980) el balbuceo candnico ¢s un-conjunto aniculatorio que se compone de un snicleo de energias, del sonida vocdlico. y de, al menos, aun margens, ¢l sonido consonin: tieo, que posee las caracteristicas temporales de fa lengua del entorno, Seguin Oller y Eilers (1988), ef bolbuceo seria, desde luego, redupli- cado, formado par una cadena de sllabas idénti- a4 del tipo [mamama, papapa]. Después, las Modelos pakolingblsticas del desarrofio del lenguaje 33 silabas sucesivas se diversificarian, diferencidindo- Se unas de otras. bien por fa consonante, bier por la vocal, bien por las dos fpatata, tokaba, badata]. Estos dos compariamientes pueden ser simultineos (Bacti y De Boyisan-Bardies 1981; ‘Stoel-Gamimon 1985). Balbucen mieto (9-18 meses) Los nifios comienzan a produit palabras den- tro del balbuceo. Esto se denomina sbalbu- ‘ceo mintos © senunciades mixtoss. Este balbuceo contiene a la vez lexias identificables como ele- Mentos. significatives | sflabas no reconociblet foe, unidades Héxicas (Konop ‘Se consideran como unidades gramaticales completes: 1. Las oraciones completas que san producciones verbales que contienen, como minimo, un nombre @ un ‘Pronombre en una relacién sujeto-verbo 2. Las oraciones incompletas en las que estd omitide ef sujeto 3. Los verbos en imperative: El ctiterio gramatical va jerérquicamente en segundo lugar respecto a los criterios 1 y 2. De esta manera, si hay oraciones subordinadas que forman una sola oracién, pero estén separadas por una pausa 0 un cambio de entonacién, verdn consideradks como enunciados diferentes Tecnica de andlisis utlizada poe Le Normsed, a partir de Ronda! (eminario de le UNADRIO, Paris 1985) y de Kendal y cols. 1985. 2 2a 28 2 30 aa a a0 40 Eas (nhoa:meses} Fig.2-1. Longitud media de enunciado (LME) en funcién de la edad y det medio, Fig. 2-2. Longitud media de enunciado (LME) en funcién de la edad y del sexo, Fig. 23 Indice de vocabulario en funcidn de la edad y del medio, Fig. 24. Indico de vocabulario en funcidn de la eciad del exo, WASSER, Sa Fonicopsr sn aun ws. dio a Moddios pulcaingiiticos del desarrolio del lengusaje ne una serie de puntos de referencia evolutives respecta a la madurez simtdctica del nie. Estos puntos han sido abtenidos.a través de las grabo- clones. de 360 nifios francofono: monolingies {1B nifios y 180 nifigs), entre 2 y 4 aftos, repar- tides en 9 intervals de edad de 3 meses cada uno, pertenccientes a medios sosiales bajos y medios. Se trataba de grabaciones de conversa. ones de cada nifo con uno de-les padres en la guarderia, con la participacién de la puericulto- Fa, 9 en la excuela infantil en interaccién con una de las profesoras, en una situacidn de juego es- ponléneo, pero estandarizado (La Casita’, de Fis- her-Price). Las mucstras de lenguale se wanscribieron segin a formals OU pacer 199) (tabla 2-1) y las reglas de seqmentacidn de Rondal, Bachelet 'y Pérée (1985) (tabla 2-2), Estas muestras de len- Quaje se analaeron utilizando bos imstumentos in- ‘formatizacos de investigacién (McWhinney y Snow 1985) que permiten obtener datos contrastados para el ciiculo de ia longitud media de enunciada {LME), que se define por la relacidn dei nurnero de palabras con el nimero de enunciados, y del indi- ce de vocabulario (VOX), que se define por el nde mero de palabras diferentes en la muesira de len guaje recogida. Un resultado significativo ve refiere al papel que cjerce el medio sociocultural en fos indices. UME y VOC en todas las edades.a partir de los 2,6 afios (figs. 2-1 y 2-3). Por el contraria, fa in- fluencia del sexo en los indices LMIE y VOC no se traduce de manera estadisticamente significative en la muestra estudiads. Las figuras 2-2 y 2-4 ponen de manifiesto la manera en que los nifios, después de ir inicialmente retrasados respecto a jas nifas, akanzan bruscamente su mismo nivel durante el dltimo trimestre de la observacién (2:9 afios a 3 af. Adems, bos ritmes de adquisicidn son muy variables de un nito a otro de la misma edad, sobre todo durame el perfodo de 2 afics-2:6 saos, periods tras el cual se estabiliza el nimero de palabras en el conjunto de los syjetos, Los resultados obtenidos de la muestra de ni- ios de 2. 4 afios hen permitide mostrar la evo- fucidin de la LME respecte a la edad. Todos los ‘autores estén de acuerdo, no.cbstante, en consi- dderar que, més alld de una longitud media de 4 morfemas por enunciada, lo que dice el nitio e806 mis en funcién del contexto en el que esta registrado su lenquaje que de sus conocimientos lingdisticos. Este fendmeno, que se traduce ge- neraimente en la ausencia de comeladén entre la LME y la edad 2 partir de fos 3 aftos, s¢ puede ilustrar, sobre nuestros resultados, por a curva de evolucién que muestra una desaceleracién de ete Indice entre los 2;9 afios y las 3 afias. Con- viene, pues, limitar en las observaciones clinieas la wullzacién de este indice a un periodo muy determinads (de 2 a 3 afves). Mads alld de esta edad se deberén definit otras medidas para aprecior la madufer sintactica, Por ejemplo, ef paracigma del pronombre personal o el para- digma del verbo han sido consideracios enire eb conjunto de las clases de palabras como los me jores indicadores predictivos de los inicios de fo morfologia en el nifio (Le Normand 1994, Le Normand y cols, 1995, Ploza y Le Normand 1996), El conjumto de estas investigaciones sobre ¢] valor predictive de los Indices de madurez de! lenquaje deberla precisar de manera dindmica las etapas y el nivel de tratamiento del lenguaje del nifio en el curse de su maduracién en rela- cin con sus experiencias cognitivas y sociales. Los resultados de estes trabajos. contribuidn asi 2 un Mejor Conocimiente de los mecanismes de adquisicidn del lenguaje facilitando el descubri- miento y la prevencidn de las retrasos y de las distunciones precoces en el nie, BIBLIOGRAFIA [OMASSON. S.A. Felsen merase wn opi. En OW —EEEEE Dimensiones perceptiva, social, funcional y comunicativa del desarrollo | cates Aauaae INTRODUCCION EI lenguaje aparece desde et primer afio de vida y acompatia @ casi todas las actividades hu- manas. Ademés, su adquisicién no requiere un esfuerzo especial. sto puede parecer una afir- macién ivial, consecuencia de fo familiar y ob- vid que resulta la adquisicién del lenguaje en condiciones normales, Esta familiaridad se pone en cuestion cuando 1 nif tarda en empezar a hablar, cuando nos encontramos con una persona que ha perdido esta facultad, cuando un error inconsciente hace que el otro entienda una cosa distinta a la que queriamos decir, cuando nos results dificil hay blar en una situackin comprometida o llena de Tension, cuando no encontramos palabras para expresar lo que sentimos, pensamos o percibi mos, etc. Sin embargo, esta complejidad no es ‘obstéculo para que ¢l nifia adquiera el lenquaje sin esfuerzo, cuando no se dan entorpecimientos ‘especiales en el desarrollo. Por otra parte, en la interacciin entre et bebé, aun sin lenguaje, y su madre’ ve observan con: uctas comunicativas con un alto grado de efica- cia en la consecucién de objetivos esenciales para el bienestar dei nifio, Este entendimiento casi perfecto permite al bebé informar sobre sus esta- dos fisiolégicos, afectivos y cognitives aun entes de la adquisicién del lenguaje. Parece camo si Gt s¢ hubiera ido aftadiendo a la comuniacién establecida y asequrada desde el mismo inicio de la vida, casi sin une apercepcién consciente por parte de los adultos que rodean al nit. ‘siempre que s¢ empiee el tkemino exnadres o spadres se ‘quiewe horer referencia 2 cusiqee aduo que reace tas fun Es evidemte que las interacciones comunicati- vvas del bebé de menos de 1 afio con los adultos més significativos. son fundamemtales para el aprenduaje del lenguaje. Parece que hay mucho camino andedo pare cuando ef niflo empieza a User sus primeras expresiones reconcxibles como palabras. Se trata, pues. de explorar eis adqui- siciones que el nifio ya pose, unas antes y otras después, en los dos primeros aftos de vida, El objetivo de este capitulo €s el estudio de las interrelaciones entre los diversos aspectos psicold- gicos que influyen en y san influidos por el len- -guaje. Para ello se adoptara una imteraccio: nista que intente superar los hiatos que se producen en la psicatinglistica a causa del mayor (© menor peso concedido a las ciencias humanas implicadas en su estudio; «el lenguaje es dema- siado humano pare ser confinado en una sola dis- et ide capinal importancia pore emiender y lundamentar la adquiscién del tenguaje. Por ello cada ver mis se de- ener lor investigadares en la exploracidin de squellos aspedtos livicos significatives pora: el nit, dando una visidn mds ecolégica del desarrollo, sin abusar tanta de lag situactones oftficiakes de Laboratorio. Percepcidn aucitiva Al igual que los. otros sentides, el ode es fine tonal desde el nacimiema. E| nifio, desde el np- cimiento, €5

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