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180 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA permitian los conceptos freudianos, Lacan ha profundizado en la teorfa freu- diana extrayendo de ella elementos muy apropiados para analizar los proble- mas contemporéneos. La teoria de Jo imaginario que se est& desarrollando bas- tante en Francia permite un nuevo modo de abordaje de uno de los fenémenos més peculiares e importantes de la cultura de la posmodernidad: la imagen y sus efectos; en este sentido, la identificacién imaginaria es una de las areas de Investigacion que creo se van a desarrollar en el futuro. La conexién de la nor- mativa interna de los sujetos con el lenguaje permite avanzar en la compresion de las variadas interpretaciones y, hasta de las subversiones de Ia ley mante- niendo no obstante sus mismas funciones psiquicas. La subjetividad y el géne- ro adquieren un nuevo significado a la luz de la teoria del lenguaje como es. tructurador de la subjetividad. Las relaciones interpersonales se van a explicar por su significado y no por las conductas que se puedan observar o in tro de ellas. Por tiltimo, los instrumentos para el anélisis de inconscient coinciden con los métodos de andlisis del lenguaje, la metéfora y la metor basados en Jos procesos de condensacién (metéfora) y de desplazamiento (me- tonimia), pueden llevar a nuevas formas de analizar el discurso. Por ello considero gue la reciente vinculacién de Ips conceptos lacanianos con los presupuestos de los psicélogos sociales posmodernos podria continuar * en el futuro. Las posibilidades de que eso ocurra dependen de muchas cuestio- nes, entre otras, de que le teorfa lacaniana sea conocida en el contexto psicoso- ciol6gico. Para conseguir este objetivo hay que superar un importante obstécu- Jo: El lenguaje, el discurso de los lacanianos, Se trata de un discurso oscuro y en ocasiones desconcertante ¢ irritante, La oscuridad en el discurso no es pri- vativa Gnicamente de los lacanianos, se encuentra también en muchos otros pensadores contemporaneos, Lacan formulé una explicacién justificativa de ese rasgo de su «decir», explicacién en linea con la teoria de las funciones de! lenguaje en el inconsciente. No obstante es necesario tender continuamente puentes de interpretacién que ayuden a construir la significacién de sus textos. Creo gue uno de esos puentes es I, Parker. E, Laclau, Ch. Moule, R. N. Buenfill y S. Zizek reconocen y explicati los conceptos lacanianos de una forma mas accesible y, sobre todo, aplican sus descubrimientos al anélisis de Ia accion politica, la formacion de Jas ideologias y las caracteristicas de la subjetividad en las nuevas formas de vida social pro- pias del capit Capitulo 4 PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA Aludimos en este titulo a las denominaciones que se han utilizado para definir una forma de hacer Psicologia Social que se ha desarrollado después de la cri- sis y que trata de hacerse cargo de lo que, por extensién del tstulo de un texto de Richard Rorty (1990), se ha Hamado «giro litigiistico». Se denomina, pos- _modéma en la medida en que conecta con la filosofia y cl pensamiento posmo- demés. La denominaci6n de Psicologia Social posmoderna es més bien de f- acin francesa, recogiendo la terminologa de Lyotard (1994) o anglosajona Minton y Reynolds, 1996). Otros autores hablan de la «fueva (Ovejero, 1999). La calificariamos de nueva en la medida en que pretende abrir nuevos enfo- ques de investigacién y abordar nuevos temas. El titulo de «posmoderna», me- nos académico, ha hecho més fortuna en la ciencia social ayudando a conocer tuna nueva perspectiva de la Psicologfa Social, Desde nuestro punto de vista el calificativo que definiria mejor esta nueva forma de abordar la ternatica psico- sociologica seria «Psicologia Social critiéa» o Psicologia Social «no ofici aunque estos calificativos utilizados por Sangrador acompatien a todas las formas de hacer Psicologia Social en el futuro. Para acercarnos al significado de estas nuevas formas de hacer Psicologia Social hay que tener en cuenta, en primer lugar, que se enmarcan en el movi- miento cultural y de pensamiento que se ha llamado Posmodemidad y compar- te con ese movimiento bastantes presupuestos epistemolégicos, politicos y éti- cos, aunque no de la misma manera ni con la misma intensidad en todos los autores. Repasaremos brevemente algunas caracteristicas de este movimiento 182 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA pare situar mejor a la Psicologfa Social de la que nos vamos a ocupar en este capitulo. LA POSMODERNIDAD: CARACTERISTICAS DEL PENSAMIENTO Y CONOCIMIENTO POSMODERNOS. IMPLICACIONES PARA LA PSICOLOGIA SOCIAL, Se ha mado Posmodernidad a un movimiento en la cultura, las artes y la ciencia, una nueva forma de teorizar él momento histérico contemporéneo, una transformaci rica que surgié tras la segunda guerra mundial o la De acuerdo con un reconocido posmoderna se caracteriza por d el giro oy importancia de la imagen. En conexién con dichos rasgos aparece en las cien- ‘cias humanas una nueva pérspectiva epistemolégica que defiende la fragmen- tariedad en el conocimi relatos» (Lyotard, 1979, EI discurso del conocimiento posmoderno no se corresponde con la anterior logica de la representacién de la realidad a través del lenguaje, la Posmoderni- dad es antirrepresentacionista. Los autores posmodemos que siguen a Rorty no se identifican con una versi6n representacionista de la realidad, incluso cuestionan la nocién de realidad y-la légica con la que se puede capturar esa realidad. Las grandes construcciones filoséficas, los grandes sistemas de pen- samiento pierden credibilidad e interés para los posmodernos que hablan de la «caida de los grandes telatos». En consecuencia, el discurso posmodemo refle- representacion efigurale «paralégico». Con la caida de los grandes re ierde valor la Tégica formal qué Tos fundamentaba, la representaci pasa a ser ahora la representacién figural y paralégica, representaci6n que, se- Jo entendemos, se acerca mucho més que antes a la representacién meta- forica o imaginativa, Las investigaciones sobre la imagen se incrementan en PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 183 Posmodernidad y giro lingitistico: la minimizacién de la I6gica y el redescubrimiento de la retérica Ena filosoffa, y también en la Psicologia Social, la Posmodernidad se traduce, guistico». Se trata del reconocimiento del estatus del lenguaje de una forma. _més fuerte que nunca en Ja historia del pensamiento. En la Filosofia y en labras desbordan llega hasta el punto de reconocérsele la categoria de acciép. Muchas acciones sociales se sostienen en los discursos, se realizan a faves de ellos. Por consi- 's palabras rara vez son «meras palabras» Psicologia Social, el poder del lenguaje es reconocido tanto por los interac hemos repasado anteriormente, como en las de andlisis del discurso y ela conversacién de Jas que nos vamos a ocupar en las siguientes paginas. Si ado es porque creen en el poder del El poder del discurso se establece como pre ra declaracién de principios, sino que la investigacién que les interesa y la que realizan en la préctica tiene como principales objetivos mostrar sus efectos en la vida social Consecuentemente al abandono de las légicas universal Ienguajes formales, abstractos, pierden importancia como de las personas en la vida so- 3 por los relatos de los gru- Pos y las personas, en sus dimensiones particulares. «La sociedad importa por Ja forma como es vivida por la gente, la sociedad como entidad abstracta no es El interés por una «Psicologia Social del lenguaje» es una caracteristica del momento actual de la ciencia social. Yo dirfa que se est produciendo un re- descubrimiento de la filosofia del lenguaje y buscando una nueva teorfa del simbolo. Llimese una teoria del signo (en palabras de Norbert Elias, 1994), una teorfa de la relacién del conocimiento con el discurso (Billig, 1987; Ed- wards, 1997; Crespo, 2001), una relacién del discurso con el cambio social (Fairclough, 1992), una relacién del lenguaje con la subjetividad (Escuela de 184 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLAKUEVA tradicion psicoanalitica lacaniana), etcétera, Lo cierto es que muchos investi- gadores se plantean una nueva consideracién de los efectos de las dimensiones simbélicas de los seres soc Tere Wood” ere un estatuto mucho més relevante. Hasta el punto de que es propuesta por algunos autores como modelo cognitivo, Las caracteristicas de la ret6rica son las del pensamiento comin, pensamiento de opinién en cierto modo préximo a la creencia, pensamiento contextualizado y no universal, pensamiento no sujeto a las leyes de la I6gica for de la oposicién y Ia diferencia, a los principios de la rica como sistema de argumentaciones no propiamente cientificas ni puramen- te Iogicas ha sido muy desvalorizado por el pensamiento llamado «cientifico» Entre otras razones porque los recursos ret6rico: o estaban ligadas a la funci6n persuasiva, y, por ‘Sin embargo, las angumentaciones no exactamente «cientificas», sino basa- das en el conocimiento comin, son las que fundamentan la democracia, las gue fundamentan la toma de decisiones en los émbitos politicos, juridico, so- cial, interpersonal y parece, por tanto, contradictorio © carente de sentido scomin» desvalorizarias o situarlas simplemente en el extremo contrario del discurso racional, ya que fundamentan buena parte de las instituciones y las reglas de juego sociales. Estoy totalmente de acuerdo con este argumento y coincido en la necesidad de valorizar 0, al menos, de considerar la eficacia de este tipo de producciones et6ricas y, sobre todo, en la necesidad de analizarlas mucho més a fondo y de ‘sonocer sus efectos en el pensamiento, la subjetividad y las précticas sociales, ‘Cuando hemos analizado las dimensiones imaginaries de la vida social hemos constatado una actitud parecida seftalada por Durand (2000) y por otros mu- chos (véase capitulo 4). una actitud de desvalorizacién y desprecio de lo imagi- nario y, por las mismas razones, la carencia de légica pura o formal, la falta de cientificidad y la funcién de engatio, persuasion o sugestion. La legitimacion del pensamiento «falible» (Crespo, 2001, p. 175), como la legitimacién de los aspectos imaginarios del pensamiento, no se plantea la demostraci6n cientifica ni las certezas, sino que se sittia en los terrenos de lo verosfmil y lo plausible. Esta actitud significa situar la racionalidad en nut ignificado risticas diferentes de las uti- icosm. Significa, ademas, re- conocer que la tacionalidad no solo puede ser légica, sino también dialéctica y eiérica y, consecuentemente, poner en duda que el convencimiento intelectual se derive necesariamente de la demostracién légica. Desde esta posicién, el convencimiento intelectual se entiende en cierto modo como adhesién a un ar- PSIcOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 185 gumentoy, por lo tanto, se deriva tanto de la logica como de la argument: mo modo que el discurso «ci ficos no lo reconozcan), pero, sobre todo, admite la plausi tos que no se adecuen a todos los criterios de la logica formal, Asi, la retorica s¢ sitéa en un territorio intermedio entre los discursos logico cientificos (con arguments probatorios) y la irracionalidad de la mera sugestién. La importancia de la imagen y de las dimensiones imaginarias La teorfa sociolégica de la Posmodernidad trae consigo la importancia de lo imaginario y de Ja imagen en la vida social y en la investigacién psicosociolégi- ca, En su capitulo «Defining the posmodern tei i gen a una categoria superior a la que se concedia anteriormente, hasta el punto gue se mezcla y se confunde con lo real. eLa frontera entre la imagen y la rea- lidad se ha difuminado y los legados de la teorfa clésica de Marx, Weber y Dur- heim se han agotado» (Denzin, 1991, p. 1). Los relatos cientificos asi como los s grandes profetas sistemas morales toman otra forma y, como expresa Rot morales de la humanidad son los cineastas y «el “self” se confunde con su ima- gen» (Denzin, 1991, p. 18). Denzin aborda ya en 1991 ensayos sobre productos at es difun dos en los medios de comunicacion de masas. Dichos ensayos tienen sentido dentro de una perspectiva dramatirgica, en la acepcién de Gofiman, es decir como una manera de presentar los valores, las actitudes 0, en este caso, los mic «Blue Velvet», «Wall Street», eDelitos y Faltas», «Sexo, me deo», «Haz lo que debas», «Par escénico es fundamental, como modo de presentacién de la realidad, como modo de observacion y como método de diagnéstico. «La era posmoderna es inemética, se conoce a sf misma a través del ojo de la cémara. El observador 186 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA PstCoLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 137 es el, “voyeur” icénico posmodemo. En consecuencia, los estudios culturales criticos deben orientarse a las imagenes cinematicas y a las narrativas que de- finen esta era> (Denzin, 1991, p. 155). La tecnologia posmoderna ha desplazado la importancia de lo escrito y ha enfatizado el poder del video. Como dice ‘cursos, sino que coexisten al menos tres variedades discursivas: la oral, la escri~ tay la escenificada, Pero dentro de cada uno de esos tipos hay otras variedades dindmica y relaciones se deben tener en cuenta. El discurso cientifico, la cultura popular y la descripeién de la vida cotidiana y la experiencia privada circulan entrecruzados y continuamente mezclandose.en las emisiones audio- visuales. Por otra parte, es importante considerar qué tipo de mirada tiene el obser- vador posmoderno. El espectaculo de la television plantea una reflexién sobre el tema de las caracteristicas de la mirada, de la of in. Hay que plan- tearse al menos dos preguntas: a) gad6nde mira el espectador cuando mira la televisién?; yb) geémo mira?, es decir, gcudl es la cualidad de su mirada? De acuerdo con Gonzélez Requena (1995), la mirada se puede dirigir a un espacio re (la mirada a un paisaje, por ejemplo), a un espacio cerrado capturado (el teatro 0 el circo) o a un espacio fantasma, un espacio virtual (el caso del apara- to de television). En el lugar virtual de la television, «las diferentes posiciones de la cémara coneretas adoptadas durante el rodaje se fundiran después en un ‘inico lugar material, el ocupado por el espectador, donde habran de converger, por obra de la raz6n perspectivista, las multiples imagenes rodadas» (Gonzélez Requena, 1995, p. 72). De singular importancia se muestra la cualidad de la mirada del-observador. El individuo posmoderno es un consumidor de imagenes, su mirada se parece més a la del «voyeurs que a la de un simple receptor de informacién o a la de tun analista de la informacion. Se trata de alguien que se sienta ante su tele sor y participa de algtin modo de lo que esta viendo. Lo supuestamente secret intimo, recéndito de la sociedad y de los seres humans aparece cn la tel sién para ser participado o disfrutado por los espectadores. Y, en relacion c esta caracteristica, se crean y ofrecen programas que, en funcidn de este papel la ficci6n con la realidad, situando siempre al espectador como evaluador tiltimo del simulacro. El papel del espectador no se puede re- ducir al de un simple receptor de imagenes que guarda en su retina y traslada a su mente. Su actividad no consiste solamente en recoger imagenes y codificar- Jas, sino que en el acto de ver televisin se producen variados procesos psiqui- | cos, ademas de «escuchar con los ojos 0 algo asf». Complejos mecanismos psi- quicos, como la proyeccién o la ident 10, segtin las emisiones de las que se trate. Uno de los proceses més interesantes es la identificacién. Identificacion narrativa, ‘dentificacién con los personajes de la publicidad, identificacién con los perso~ najes del drama son procesos furdamentales para entender los efectos del apa- rato de television en los salones de los hogares!. asistencia al espectculo tele rada del observador adquiere hoy més que nunca una dimension éti- ca. Se trata de una mirada identificatoria, que incorpora o rechaza, que se muestra activa, Los efectos éticos de la televisién se manifiestan en que la esponsabilidad de los observadores sobre el sufrimiento de Jos seres humanos Ge cualquier contexto social se ha incrementado, La urgencia para responder & Geterminados hechos se ha hecho mayor, se ha incrementado la presién para tomar medidas acerca de algunos acontecimientos. Sea cual sea la respuesta vés de la television, no cabe duda de ue siempre tiene una dimension moral, aunque no podamos afirmar que Sempre sea positiva, Puede que la respuesta que produzca en el espectador no favorezca la eliminacién del suftimiento observado, sino que provoque el si ple consumo de las imagenes. En este caso, el espectador se convierte en «v0- yeu, pero eso no elimina la dimensién moral (negativa) de su comportamien qo. El poder transformador de la television es subrayado claramente por Tgnatieff «por un lado, Ja televisign ha contribuido a derribar las barreras de I= nacionalidad, la religion, la raza y la geografia que solian dividir nuestro espa- vio moral en personas por las cuales nos sentiamos responsables y otras por las que no. Por otra parte, nos convierte en “voyeurs” de un sufrimiento turistas de un paisaje de angustia y nos enfrenta con sus destinos, al que esconde las distancias —sociales, morales y econémicas— que nos seps- ran» (Ignatieff, 1999, p. 17). En todo caso, estemos 0 no de acuerdo con Ia influencia po visién en la toma de conciencia y la respuesta hacia el sufri jrumano, lo que parece indiscutible es que-su funcién no puede ser ya meray monte informativa. «Aunque sus gestores afirmen con frecuencia que le fun- 1 ta Hdenifcasin nara signif mc nds caraciersoa esol de gue son a imarperomae eno ge os obstedores oman part, can idntifeads ¥ parti eS nipcia de los personajes dela imac de sus emociones a detinack cr unpaco diferente yu.qu en ugar de aac eos marads ee eee as prone ta amo son vos Bons fe ae Seas personaes permite la exresion de desoeveaiarenteo das Sprain Ie dicho personae, Pola er ecto dels arality shows esi oma con ee Dac eon en ge on personajes telson arapan al espectador eh 2 este productandons ene caper dere eon. icaci6n. se ponen en marcha en la

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