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JEm busea dell dogma perdido. La revista “Tradicién, Familia, Propiedad ” un testimonio fotogréfico de la “subversién” (2969) = I I I I I I I I I I I I I I I I El aio 1969 constituye un umbral dentro de! entramado ideolégico de los afios sesenta, I ‘mercado por fa pauatna radicallzacn dels préctcas polticas. Val ual que lo sucedldo ‘en materia intelectual, sindicalo artstca, a iglesia Catdlca sufi6 escisiones y debates que I ‘pusieron en discusién su funcién doctrinal. En tal sentido, nos interesa detenemos en los I isos y funciones estratégicas de las fotografias aparecidas en Tradicin, Familia, Propiedad, I revista en a que se configura una respuesta dogmidtica a la linea pastoral habilitada por el I Conclio Vaticano Il y el surgimiento de los Obispos de! Tercer Mundo. Asimismo, realizaremos ademas una somera comparaci6n con el tratamiento fotografico realizado por - : la revista rosarina Boom, contemporénea de TFP sobre la misma problemeética. I I I I I I I I I I I Autores: LAUTARO COSSIA (UNR)* % MARIANA PATRICIA BUSSO (UNR / CONICET) MIRTA MOSCATELLI (UNR)* * - Integrantes del PID “Ideas y debates en las publicaciones de una década conflictiva. Lossesenta en Rosario” y miembros del Centro de Investigaciones en Mediatizaciones (CIM), Facultad de Ciencia Politica y RRL, (UNR) Lee ee ee ee eel F='VISUALIDADESINEINITAS Presentacién del tema Quien haya led el titulo de este articulo en clave histérica habré notado cierta desmesura. Una ‘desmesura que exige ser aclarada: la Igjesia Catélica, en ‘tanto institucién reconocida como un factor de poder no habia perdido a finales de 1969 su capacidad de incidencia en cuestiones de Estado, Ni su estructura habia sufrido mutaciones capaces de redefinir las posiciones hegeménicas del campo religioso argentino, Vale entonces la aclaracién. Pero hemos dicho campo y hemos dicho hegemonia, y son estos mismos conceptos los que mueven la idea de pensar aquel momento de tension en el seno de la iiesia? Desde el punto de vista analitico, esta articulacién conceptual permite “dlstinguir las iniclativas, y contribuciones altemativas y de oposicién que se producen dentro (0 en contra)" de un espacio conereto (Wiliams, Ob. Cit: 156-157)". Es decir, visualizar las ‘experiencias discursivas, sus connotaciones politicas, en ‘1 seno de un proceso marcado por una variedad de desafios y resistencias de poder. El afio 1969 constituye un umbral dentro del Sanco dels hombres, para ayudaros a captar todas la cm 7. Sarto (2001) plantoa quo la formula crstaros progres 1m 44) La publican ce una entrevista ce 6 respuostas a Wa 1 Halperin Dong (1994) consgna quo ol uso conaptl Tactores de por” rues a reo, ao uw ol concopte desportaba en media do la esate de autonome 2. revemanta la Kdea de campo a aque nos referimos supone un espacl sock estructurado que pone enjuagorlaciones de fs on toa valores cstalzcis on Iatltuclones yprtics E] narmlano de ices relaclonespredice las Ceputas que se suceden a iter de Jrerqulas de dominic, pro slampre como part nslones do esto avo proba y comene ease: iy /wwnwpapatoncyeteai rado Egor Lan, profesor de floeofa antigua en a ‘entramado ideolégico de los aiios sesenta, marcado por la paulatina radivalizacion de las précticas politicas. ¥ al igual que lo sucedido en materia intelectual, sindical 0 artistica’, la Iglesia Catélica sufrié escisiones y debates ‘que pusieron en discusién el papel de su doctrina. En tal sentido, la linea pastoral habilitada por el Concilio Vaticano II desarroliado entre 1959 y 1965°, la enciclica papal Populorum Progressio®y el llamado Manifiesto de los 18 Obispos en 4967, el documento de la Il Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrado en Medellin (1968) y el surgimiento del Movimiento de Saverdotes del Tercer Mundo (MSTM) en ‘Argentina, conforman una serie temporal que marca la paulatina visualizaciin de formaciones religiosas ‘enfrentadas al canon tradicional. {Cudl era el rol de la, Igesia? {Qué papel debian jugar los vicarios del Buen Pastor ante las situaciones de injusticia que venian ‘denunciando? La lectura en clave revolucionaria realizada por los sacerdotes tercermundistas, convirtié al Concilio y a los documentos posteriores en una prenda que legitimaba la préctica y la prédica del progresismo ctistianotérmino caro alos intereses transformadores de laépoca’: 1 un proceso general sujeta a una definexsn podernos citar Asay Moreno, 1989; James, 1990; 4 Mucto sea publicado yc ek todo ef mundo, en tanto representantes dela igs, extsferon en estado de asambles permanente 9 fh de discitr y renovar la doctrine cer 53) La exces de la ermulaacaso este ola Mn a ee ee ed “El ateismo y el colectvismo a los cuales ciertos movimientos creen deber ligarse, son peligros graves para la humanidad. Pero la historia muestra que ciertas revoluciones eran necesarias y se han desprendido de su antireigion —momenténea produciendo nuevos frutos. Ninguna lo prueba mas que la que en 1789 en Francia permitié la afirmacién de los derechos del hombre” (Manifiesto de Obispos del Tercer Mundo, 1968: 24)" Un grupo de Sacerdotes argentinos, pertenecientes @ varias Didcesis del pels, hemos resuelto (.) responder al lamiado de nuestros Obispos reunidos en Medellin (..). Nadie que reflexione con sinceridad la Palabra de Dios y haya conocido las declaraciones de los obispos en Medelin puede dejar de escuchar el camor de los pobres que exigen justicia y enrolarse en las flas de los que luchan por su causa” (Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, Compromiso de Navidad 1968, en: Sario, 2001: 228-231)", En Rosario, los reclamos que acompafiaron mientras que diche radicalizacion se vio expresada en una carta que un grupo de diecinueve sacerdotes le hizo llegar al arzobispo Monsefior Guillermo Boiatt® La misma esté fechada en Octubre de 1968 y expresaba el descontento ante una realidad institucional no ajustada a las responsabiidades sociales suscritas en el documento de Medellin, ‘Transcurridos varios meses, el 16 de Marzo de 1969 €l diario “La Capita” informa la renuncia de veintisiete sacerdotes, defraudados por lo que consideran una “actitud insensible, fria e indiferente” ante los problemas de los fieles y la “gravisima suspensién total a dos sacerdotes” que se habian solidarizado con el cura espafiol Néstor Garcia"* “Queremos que el obispo no resuelva solo los problemas de la Diécesis. Si bien el tiene la jurisdiccién para gobemar, sin embargo -segun el Concilio- todos tenemos la responsabilidad sobre la suerte de nuestras comunidades cristianas (..) Queremos obedecer. Pero no podemos obedever a una autoridad cuando ha dejado de ser el principio y e! fundamento visible de unidad en su propia Iglesia (La Capital, marzo de 1969)? Latapa de Abril del mensuatio Boom iustra el entuerto eclesidstico bajo el titulo: “Rosario: tormenta sobre la Catedral” (Boom N° 8, abril de 1969).En el centro de la escena muestran un conclave reiigioso, integrado por las ciferentes jerarquias eclesidsticas bajo el amparo de la Catedral. Por o bajo, mientras tanto, se desprende un sacerdote, que eyectado de se circulo durico atraviesa la ciudad o lo que parece simular una figuracion expresionista de los arrabales rosarinos. En los meses siguientes el magazine divuiga una sucesién de notas referidas a dicha ruptura en las que dan cuenta de su posicion editorial: Privilegio del encuadre sacerdotal y reivindicacién de sus practicas horizontales llevadas a cabo porlos ‘8 Elbo incluye comentarios de Helder Camara, oblpo de Rife, Basi yuno de s antes dl manifesto. También aporta como comentador «obispo de Goya, Argentina, Alberio Deoto.Dicno apoyo seinscrbe enire los pocos acercamientos dels obispos argentinos con la jos curas de base 0 sacerdotes que rabajaban en las lamadas Comunidades Elesales de Base (CEB). ‘Las posiciones asumidas por el MSTM puede seguirse en ol Boetn Enlace’ exitado en mimedgra y publicado bimestralmente como un ‘espacio de comunicacén del Movimiento entre septiembre de 1968 yjnio de 1973. 10 La ciudad de Rosario fue designada arquiidcess el 14 de Abri de 1964, siendo Mons. Guillermo Bolt su primer arzobispo, con una linea ‘conservadoray tradiionalisa. En esos aos, prota pate se crearon tena caras ubicadas en zonasperferas de la Gucad,construyendo una ‘comunied de files que amalgams lsintereses dela pastoral rogresista con los problemas concretos de os barrios. Un primerindio dela crisis pos-conciar se puede rastear en 1967 y 1968, cuando un sjupo de estuckantes del Seminario Docesano "San Carlos Borromeo solctan una ‘adecuacin de ls contends curiculares a las nuevas propuestas del Concio Vaticano I Bolt les prohibi continua con sus studios en el seminado. 144 “Ventsetesacerdotes elevron sus renuncias a Monseior Boat’ caro "La Capita’ 46 de marzo de 1969. En el contexto antes desc, el _rzobispo Bolt habia prohibide que el sacerdote Néstor Garcia contin su trabajo sacerdotal en una fabvica metalingca. Garcia era espaial, format parte de la Obra de Cooperacién Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) e incorpo formas innovadorasintentando cambiar las Prcticas religosas de la comunidad. Estableci6 una linea de trabajo en donde se suprimieron los aranceles pera bautismos y casamientos, realizaba las homiias dialoganco con fs fees y deste las funeraies de los domingo. Su suspension como pérroco en la Capila Santa Maria Josefa Roselle, en el ban Godoy, motve la Solidaridad de los vecnos y de los sacerdotes José Maria Ferratly Francisco Parent, Amos fueron ‘suspendidos por predicar el evangelio en lava pica y no acatar la resolucion del Arzobispade. (Resultan de suma importancia para esta Teconstrucion ls datos brincado por la tesina de grado de Yanina Perrone-2008>) 112 “Responcleren al arzobisoo les trentasacerdotes renunciantes’ dato “La Capita”, 20 de marzo de 1969, I I I I I I I I I I I I I I I I I esta linea pastoral se reiteraron desde diferentes, I I I I I I I I I I I I I I I I I Lee eee ee ee ee ee ee ee ee ee ee = I 'VISUALIDADESINFINITAS = = SS SS SS auspicantes de una “nueva Iglesia”! La critica al arzobispado rosarino también fue esumida por el diario “La Tribuna’, quien a diferencia del pretendido objetivismo de “La Capital” se “postula @ favor de las presbiteros y repudia con vocabulario claro los actos ‘autortarios del obispo y la represién del Estado” (Perrone, 2008: 56). Aunque, agrega Perrone, “no dudan en utilizar adjetivos como subversivos 0 rebeldes para referise a los sacerdotes” (ibidem), La amplificacion del conficto y la inflexiilidad fen las posiciones asumidas derivé finalmente en la aceptacién de la renuncia de treinta sacerdotes, tres de los cuales se habian sumado al calor de las disputas en 1 seno de la curia rosarina, En linea con el legado pre-conciliar, el Episcopado Argentino inst6 al encauzamiento del conficto, instando a ‘un desarrolo ‘arménico” ante las “situaciones de injusticia’. Y aunque reconoce en sus enunciados las energias de cambio ‘que suscitara el Coneilo, plantea que es necesario“(..) evitar caer en las opciones extremistas, especialmente tas de inspiracion marxsta’ (1969) Dicha tensién entre \radicion y modemismo 0 sumisién y rebeldia, como la define Podesta en Boom, adquieren visibidad luego del Conciio Ecuménico. Se discuten las formas rituales dela lturgia, las jerarquias y la exegesis biblica. Lo cual le otoyga al campo religioso un dinamismo que muestra predisposiciones intelectuales en pugna. En este trabajo quisiéramos detenemos en la posicion asumida y en las imagenes fotogréficas proyectadas por Tradicién, Familia, Propiedad (TP) ublicacién que intercepta aquellas discusiones con tuna visién ortodoxa de los hechos. La misma forma parte de una estructura facciosa regional, centrada en la “defensa de los principios bésioos del orden natural cristiano”, amenazado entonces por verdugos ocultos, comunistas y neo-modemistas “hostiles a la autoridad docente de la Iglesia" (TFP N°4 y N85, Junio y Julio, 11969) En su ntimero extraordinario de junio y julio de 1969, distribuido gratuitamente en las calles de la ciudad, plantean que “los sacerdotes rebeldes de Rosario, que en el mes de Marzo ostentaron en la prensa su disentimiento con un Arzobispo reciamando ‘cambios contrarios al principio jerérquico de la Iglesia’, responden a esa estructura subversiva. La reproduocion de tres _articulos _pubicados originariamente en el Bolatin Catdlico “Approaches” de Londres, la revista "Ecclessia’ de Madrid y la revista “Catolcismo’ de Brasil, refuerzan este armado argumental:” Ahora bien, .qué usos y funciones cumplen las fotografias aparecidas en TFP en este armado estratégioo? 2, Cuél es su colaboracién en esa configuracién defensiva del “enemigo infitrado”? La respuesta que TFP realza de la linea pastoral habiltada por el Concilo Vaticano II se piensa a si Lee ee ee ee eee ee ee eee :13- Enia publcacén de Mayo aparece una entrevista con MonsefterJrénimo Podesta tkulada “El obispo ye pueblo’. Enea Podesta ex blspo {doa Avolaneda, define como “lamentable” el hecto de que en Rosario se ofce misa “contra las normasltusieas sanctonadas en ef Conllo"y propore que la ges vue al“genuino astra de Cristo" Revista Boom, N”9, Mayo de 1969). En a publicacion de Jule publican articulosreferidos ‘ala bisqueda de una "Nueva isi” y destacan el rabajo desempeiado por "Las ouras de monte” ols cura rojo, qulones ‘nada tiene que vor ‘om e catoticismtracicionaly el proceso de radcalizaion parece se laine plenamente estmida esu evlucin’. Es de destacar que elarticulo ‘est acompafiado on una fotografia del cura revolucionaio Camilo Tores y contiene un exordo dedicado a la “sociedad tradicional y al Catoicismo” como elementos consuetudnaros y polices dela cudad de Santa Fe Revista Boom, N° 4 Julo de 1969). “U- Eplscopade Argentino, Declaracén sobre Justicia y Paz, Asamblea de San Miguel, Abi de 1969. Puede decise que dos son las lneas que eniran en conflict, seein ls reformadores, a lesa dels Pobres yl iglesia de las Poderosos. El camino de las primes es el Unico y de él no ‘e puede desertar. Dentro de ese marco, Boat es acusado de escasa vocacién social y anthistérco por rsktse alos camblos que so estén produciendo en a igesia. ‘15-Traccién, Familia, Popledad se da a conocer en los aos 60° a través de campafas y acthdades en contra de marsismo y la toologa deta Iberacin,inluyendo la persecucién a secores progresstas dela Sociedad hasta distntas acciones de repuclo hacia paliculasy series de TV que, ‘segiin su Visin,atentaban contra ls valores y la moral. Para dar publicidad a sus actos se mostraban vestdos con relucientes capas rosy portando un estancarte con un len dorado, al tempo que oftecian sus publicaciones en el espacio pubice. on el objetve de impresionar ain mas a le opin palica Iban acompafiades con bandas musicales. Para ells, sus simbolos representaban la caballeosdad, la cortesia y la ‘combatvidad del varén catdico en su lucha doctrinal contra los enemigos de la civilzacion cistona, (Vessentip//wnnpliniocoreadeoinetrainfo/GestaES_UnkdeslunLemeunaGestapd :16-A parti de acd, las Gas de TFPutlizades en est aticulo hacen referencia alo publeado en esos riimeros. :17-Arclas repreducdos por TFP: Dossier sobre el ID0-, en: Boletin Catéic "Approaches", N* 10-11, Londres, ener, 1968 100-c traducdo ‘come Centro interacional de Informacién y Documentacion relatvas ala kesia Catia, y es defnida como un ‘centro de propaganda (..)y ‘manipulation de las conciencias' dela doctrina contara ala relig6n Catlca} Los pequefias 2upes ya contente proftic, en: revista "Eccessia’ 1° 1423, Enero, 1969 cicha content es caracteizada como una “estructura semiciandestina.)y de propaganda, mas o menos velada, de e52 ‘sstema ideokgoo anticatico”} La superpotenca pubitarla de los luminados de! progresismo, en: revsta“Catoicsmo", Abr Mayo, 1968 (esta revista era digi por Corea de Olvera, Presidente el Consejo Nacional de la TFPbrasileia. En el N° 2 a revista habia publicado una respuesta ‘que Olvoira dea aa poscén del arecbispo Heder Cdmara, uno dels impuisores de Manifesto de ls 18 Oblspos). ee ee ee misma como un instrumento de denuncia ante los riesgos abiertos por la disputa hegeménica de simbolos y précticas. Al estén las imagenes de esa llesia progresista: © muestra inequivoca de desacralizacién y nueva moral. Pero es también una puesta en escena que reciama el regreso al dogma. A una dimension atemporal y beata que algunas otras fotografias intentan rescatar como parte de, si se nos permite la paradoja y la paréfrasis, un tiempo perdido. Tradicién, Familia, Propiedad: en elnombre del dogma La revista TEP edita su primer nimero en febrero de 1969. A partir de entonces se constituye en el érgano de prensa oficial de la_organizacién homenima, la Sociedad Argentina de Defensa de la Tradicién, Familia y Propiedad. En Argentina, dicha Sociedad se habia constituido en 1967, formiando parte de una red de vinculos que en Sudamérica se extendia a Brasil, Chile y Uruguay y el inequivoco propésito de que ‘fa Argentina catdica e hispénica marchara vVigorosamente rumbo a la instauracién de un orden social basado en lo inmutables principios de lajustica y fad cristianas. En ese sentido, esclarecer quién es quién en la doctrina catélica tradicional formaba parte de los fundamentos de su prédica!*“;Hasta qué punto el incendio religioso en Iberoamérica esta bajo el comando de Mosc y de Pekin”. Esa pregunta retérica alimenta sus obsesiones con el comunismo y el neo-modemismo, en tanto grandes paraguas ideotégicos en fos que TFP ubica os grandes desafios, que promueve la ‘ola ant-dogmética” permitida por la “longanimidad” del Santo Padre.** dE qué consisia ese antidogmatismo denunciado por TFP? Tres t6picos principales acompefian su ica, En primer lugar, la secularizacién de las précticas rituales, ya que la Constituci6n sobre la Liturgia del Concilio Vaticano II tecaces contra la nfitraclén comurista. ‘cabo, Pablo VI muré en agosto de 1978. habilta la subversion del canon tradicional permitiendo ‘que los sacerdotes no tengan que recur al latin a la hora de consagrar el cuerpo y la sangre de Cristo o que las mujeres puedan leer los pasajes biblicos celebrados en la misa. Por otro lado, la idea de compromiso y el valor simbélico que arrastra una lturgia enraizada en la historia de fos pueblos rompe ‘con el vielo concepto de Iglesia clerical y papal, ‘marcada por la atemporalidad de sus normas morales y por el derecho jerérquico de “hacer oft” los mandatos espirtuales de la doctrina. Finalmente, para esta concepcién doctinaria, se destacan los riesgos incubados por a falta de distincién entre cleros y laioos {que trae consigo la nueva pastoral, dado que establece el didlogo con otras religiones y una postura activa ante los problemas mundanos. Sobre este esquema de ‘opuestes llevan @ cabo su batalla, denunciando a quienes promueven este ‘incendio ideolégica” u ‘ofenden con sus pricticas la pureza del dogma catélico, como los “sacerdotes rebeldes de Rosario.” Las imagenes publicadas por TFP forman parte de esta cadena namrativa, _instalando ejempliicaciones visuales de lo que llaman un “vademnécum del catdico fie". En tal sentido, refuerzan 1 sentido de las denuncias escritas y ofrecen un esquema basico de ejemplos y contra-ejemplos del deber ser catélico: son fotografias ejemplares que sitven como fa autentficacion visual de las précticas paganas y son, al mismo tiempo, la contracara de ese espejo deformante. Las imagenes que construyen del “enemigo que socava” los principios del catolcismo, muestran la “desalienaci6n”, la desacralizacién, el lbertinaje y el apego 2 las formas riuales del “compromiso" inspirado en una propaganda de cufio maniista. La revista no recorta sus imagenes sobre un espacio concrelo, como podria ser Rosario, sino que intentan mostrar aquello que el comunismo y les practicas neo-modemistas han distibuido por todo el ore a través de lo que denominan el “Centro Intemacional de Informaci6n y Documentaci6n ‘18. Su dedlarada lucha contra las tendencas sjenas al Supremo Maglstero de la Iglesia reconosia como antecedenteInmediato la prédica desarrolada desde 1956 en “Cruzada’ revista que nucle a un grupo de évenes unversitarosv con laicenciaeclsiética dela Archiciscesis de Buenos Aires, era dfuncida en las calles de Buenos Aes. “Cruzada" er crgda por Cosme Beccar Varela (hala postr Presidente del Consejo Nacional de TFP. Los otros miembros del Consejo conformado en 1967 eran Carls Federico lbarguren(h) (cepresidonto), José Antonio Tost Torres (secretaro), Afonso Becca Varela, Carlos Alberto Diaz Vélez, Emesto Pascual Burin y Jonge Maria tom vocals} :19- EPapa Pablo Vinacié en Concesio lala, en septiombre de 1897, En aquel tiempo estaba.a punto de curnpli72 aos. Unio antes en uo {de 4968, los responsables de TFP envaron le envaron una ‘sipica” ala que “adhiieron 266 5:2 argentine pidiéndole la adopcién de medidas cha “Siplca’ enumera las dstintas acthidades de denuncia y defers de a detrina catéica Nevada Lee ee eee ee ee ee ee ee ee ee ee el = 'VISUALIDADESINFINTAS = = = relativas ala Iglesia Catéiica”(|DO-C). Las fotografias de dos sacerdotes franceses, uno repartiendo mercancias, otro realizando tareas de albafill, se ofrecen como testimonio de ese ‘compromiso promovido al “esto de la Nueve-\glesia’, tal su anciaje verbal al pie de las imagenes. Con el mismo objetivo se muestran las fotografias de un ‘obispo espajiol diigiendo una orquesta de jazz, 0 la imagen de un grupo de clérigos ‘tomando bebidas en un bar’ de Estados Unidos, asi como la manifestacién de ‘ciento treinta sacerdotes que protestan en ‘Washington contra el hecho de que colegas suyos hayan sido castigados por la Autorided Eclesidstica’, ‘oponiéndase asi al castigo y la subordinacién: o sea, ‘aclaran, oponiéndose @ la “alienacién’ que rige la “soberania espiriual’ conrolada por la Iglesia (volveremos sobre éstas fotografias en el proximo apartado). TPF Intemacionaliza el _testimonio fotogréfico, instalando la disputa en un terreno que no Teconoce otras fronteras que las ideolégicas. La ‘configuracién de imagenes y textos escritos subraya el ccarécter denuncista de la publicacién, deteniéndose en detalles en apariencia menores, pero que sirven como un muestrario de los mecanismas 2 través de los ‘cuales puede fitrarse el comunismo: el “new-4ook” de las religiosas, las formas desacralizadas de la ‘comunién, la “minifalda” de una novia a punto de celebrar ta misa y el matrimonio por parte de la “Nueva Iglesia”. ‘contraer matrimonio, No obstante, el binarismo de las representaciones seleccionadas y sus objetives de denuncia encieran un matiz pedagdgico, por ‘momentos aleccionador. Es decir, ademas de que el ispostvo fotogréfico sive de anciaje y refuerzo de sus denuncias, supone un mecenismo de complicidad y aveptaciin de determinados tipos de conducta. La publicacién denuncia los comportamientos alejados de la doctrina, interceptando asi las practicas y los contlctos de la 6poca. Pero a la construocién de esos jimaginarios, le agregan una imagen canénica que sirve ‘como un marco de conducta. La subordinacién, los ambientes sacralizados, la devocién o el culto a la autoridad también son presentados en imagenes. Se suman a las reminiscencias religiosas de sus postulados escritos y configuran una representacion visual que establece contratos de valor diferencial: al estereotipo de la Nueve-glesia le contraponen un estereotipo canonizads; a las herejias del momento le recuerdan una compostura eclesiéstica sempitema. La imagen de un grupo de sacerdotes brasileros, vistiendo sotana, es la “recordacién’ de un habito que se ‘encuentra en guerra con los rituales paganos. Como veremos mas adelante, este recurso sera utiizado aunque desde otro punto de vista y més matizado- por ‘otras publicaciones como la revista Boom. (.) Bl Rabito eclesilistico los protege contra la prision”, dicen sobre la protesta de sacerdotes brasileros. Mn ms ml La metéfora bélica, en este caso, se juega en el plano simbélico, y encuentra en las imagenes el lugar en el cual asentar mecanismos de denuncia y argumentacién. En un caso, las imagenes funcionan como _ elementos sensoriales de refuerzo, con largos anclajes a pie de las imagenes que impiden el deslizamiento del sentido. En paralelo, interpelan saberes propios del campo religioso, los cuales se ligan a practicas y episodios de la coyuntura permitiéndoles — desplegar _valorizaciones diferenciales sobre lo propio y lo ajeno. La conjuncién de ambas lecturas nos permite ubicar a las imagenes en el marco de una estrategia pedagégica de denuncia y regeneracion. Es problematico, por no decir imposible, mesurar el peso que tuvo este tipo de representaciones 0 la implicancia social de su prédica regenerativa. Sin embargo, adquiere relevancia en tanto parte constitutiva del campo discursivo que caracteriz6 al gobierno de facto de Gral. Ongania entre 1966 y 1970*. O, si se prefiere, en tanto expresién sintomatica de una coyuntura en la que se compromiso politico, la propia funcién de la Iglesia en toda Latinoamérica. TFP intercepta y cruza polémicamente la linea pastoral habilitada por el Concilio Vaticano ly una larga lista de enciclicas papales o corrientes teolgicas que, como en caso rosarino, tuvieron una gran influencia en la emergencia del movimiento de sacerdotes tercermundista. Lo hace al amparo de concepciones anquilosadas y en contra de los “militantes y activistas del progresismo religioso” Es decir, @ contracorriente del momento histérico. Y haciendo de la fotografia un instrumento de maniobra. Las fotografias en TFR y un posible punto de comparaci6n: la revista Boom Retomando lo expuesto més arriba, y tal como adelantaramos en la introduccién del presente trabajo, nos interesa comparar el Posicionamiento de TFP, en ese convulsionado 1969, con otra publicacién de la época: la revista rosarina Boom, magazine cultural que abordé el conflicto desatado en el seno de la Iglesia Catélica rosarina desde una _perspectiva radicalmente diferente y diversa. _Dicha comparacién tiene el Unico propésito de visualizar algunos de los discursos circulantes en la ciudad, ya que son publicaciones que suponen espacios diferentes de intervencién publica, Analizar, en tal sentido, el uso estratégico que hacen de imagenes, convierte a las ilustraciones y a las fotograficas en un verdadero campo de 20- Véase Avellaneda (1986). EI libro | ofrece muchas pistas sobre este tipo de discurso durante el gobierno de Ongania, I I 1 I I I I 1 I I I I I I I I I rediscute, con los brios de la revolucién y el I I I I I I I I I I I I I I I I I Mn ec ee ee ee ee el [= 'VISUALIDADESINEINTAS = SS SS lucha estético-politico, ademas de religioso. Sin la pretensién de realizar una historia exhaustiva de la revista Boom, es imprescindible mencionar que representé un hito en el panorama editorial de Rosario en los °60. Inquieta, modema y modernizante, con explicitas influencias de las extranjeras Times y Newsweek, y de las argentinas Primera Plana, Confirmado Panorama, su primer nimero aparecié en agosto de 1968”, mostrando ya la impronta que la caracterizaria en sus veintidés meses de vida: su interés y su interrogacién sobre acontecimientos y costumbres rosarinos. Evidentemente, los medios gréficos no fueron ajenos a los debates que atravesaban los conflictivos afios ‘60. La vida politica y social de la ciudad sometida @ andlisis periodistico, numero a numero, formaré parte del coro de publicaciones que proliferaron en esta década. En Boom serd particularmente evidente el interés por el conflicto desatado en la Iglesia Catélica rosarina. ZQué discurso construye la revista respecto de ese tema? {Qué papel juegan las imagenes en el armado de esa linea editorial? 2Qué nos dice esa intertextualidad visual con otras publicaciones de la época?”*Focalizandonos en los articulos que abordaron dicha temdtica, encontramos que la curia rosarina fue un tema constante de preocupacién y debate para este magazine®. Los acontecimientos de 1969 y la polémica alrededor de los treinta sacerdotes Tenunciantes -a la que ya nos hemos referido- inificaron para la revista una instancia de claro posicionamiento, que resulta aun mas evidente si lo confrontamos con el de TFP. Tal como hemos dicho en el analisis de esta ultima publicacién, el posicionamiento enarbolado por Boom también permite reconocer la delimitacién y la construccién de otro, al cual se oponerse y con el que se confronta. Como sostiene Scavino (2012), cualquier narracién politica establece una distincién entre enemigos y amigos, que se hace “denunciando una situacién actual, exhortando a los amigos a la rebelién y la lucha y prometiendo el triunfo final de los aliados © restablecimiento de la auténtica comunidad 0 del pueblo liberado” (p. 25). Ello, sin dudas, es central en el proceso de conformacién de una identidad y en el establecimiento de lazos de pertenencia a un determinado colectivo: como muestra Restrepo (2007), “las identidades remiten a una serie de practicas de diferenciacion y marcacién de un ‘nosotros’ con respecto a unos ‘otros”, estableciendo una distincién entre un orden interior y de pertenencia, y una exterioridad ‘excluyente (p. 25). En este marco, el caso de las Publicaciones analizadas no es la excepcién: siguiendo con lo planteado en la presentacién de este trabajo, en TFP este “otro” es presentado explicitamente, incluso a través de las imagenes, con el fin de denunciarlo y atacarlo. En Boom, mas cercana a los postulados de Medellin, las imagenes que versan sobre esa iglesia que debe ser transformada son, por el contrario, de un cardcter mas bien eliptico. Como afirmara Barthes (1986) en su ya clasico trabajo El mensaje fotografico, “la fotografia de prensa es un mensaje” que mantiene estrechas relaciones con la estructura textual o linglistica que la acompafia (p. 11). indice de un real, de un referente que la precede, 21- La tlrada del primer nlimero de Boom fue de 5000 ejemplares, Ese nimero conté con 76 paginas en blanco y negro, papel llustracién en tapa a color. ditime niimero, pensado para su distribuclén a nivel nacional, fue de 26.000 elemplares; en los cast dos aiios de vida de la revista la tir da alcanz6 picos de 8000 ejemplares. Boom fue fundada por Ovidlo Lagos Rueda, hijo del director del diario La Capital, y conté'entre su staff editorial a nombres que luego adquirieron trascendencia nacional: Juan Carlos Martin, Roberto Fontanarrosa, Rodolfe Vinacua, Gregorio Zeballos, Carlos Sald, Rafael lelpl, Héctor Zinni (Ber6n, 2003), 22. Para Boom, evidentemente, a fotografia no fue una preocupacién menor. Encargadas a Carlos Saldi, a partir del nimero 12 las fotes reemplazan en tapa a las llustraciones de Roberto Fontanarrosa, mientras que ocuparon un lugar destacado en el Interior de la revista, “El despllegue fotogréfico de la revista es singular a la hora de las comparaciones con otras publicaciones ‘acionales", muestra Berén (2004: 25), quien releva un total de 1063 fotes publicadas, con un promedio de 73 por ejemplar. 23- Nos reterimos tanto al articulo de tapa “Rosario: tormenta en la catedral’, del ndmero 8 (abril de 1969), como a las notas *Meonsefior Podesta: El obispo y el pueblo” (N° 9, mayo de 1969), "Los curas del monte” (N° 21, julio de 1969); "Cahiada de Gémez: la cludad y su pastor” (N° 43, septiembre de 1969) y “Los curas del tercer mundo" (N° 21.y 22, mayo y unio de 1970, a la que ya hemos mencionado).. Mn L la fotografia de prensa no puede sin embargo pensarse como pura analogia de la realidad: tanto en el trabajo de produccién de la foto como en su lectura, donde intervienen _los conocimientos del piblico lector, se toran evidente los procedimientos de seleccién o composicién de la imagen. Dicho tratamiento establece una construccién particular del mundo intervencién de uno (0 varios) cédigos y mecanismos de significacion** Ahora bien, gcuél fue la operacion retérica en la que se inscribieron las fotografias que acompafiaban los articulos sobre aquel conflicto religioso?” Como proponiamos mas arriba, y buscaremos profundizar aqui, en ambas publicaciones es central la delimitacién de un “otro”; para TFR, ese otro es calificado como “hereje” y *modemista’, que busca infitrar las estructuras eclesiasticas “serpenteando entre los fieles” y con el fin ditimo de constituir una “nueva iglesia’, encarnada en la asi llamada Iglesia “post conciliar’. Encontramos aqui una serie de dos fotos. La primera muestra a un sacerdote tocando la bateria, y tiene un pie verbal que nos refiere que se trata de jazz, en una presentacién en una “boite”. A su lado, en la segunda fotografia, aparece un prelado que, con el brazo reposando sobre una silla, mira a cémara, delatando la pose. Evidentemente, el “desorden” de la primera foto contrasta con la correccién de la segunda imagen. Es claro aqui que el significado de esta serie de fotografias depende de su contigiiidad’s sumado a ello, la intervencién del texto nos ayuda a comprender que ese “desorden” y agitacién del religioso y su misica son condenables e impropios de su condicién ‘sacerdotal. Volviendo al contrapunto que planteéramos con Boom, del material recogido podemos aseverar que esta publicacién, al contrario que TFP, se encontraba mas bien cercana a esta “Iglesia nueva’, a este ‘clero renovador’ (Boom N? 9, mayo de 1969) que se interesaba en aproximarse al pueblo y que debia denunciar “las estructuras de __injusticia, inhumanas y deshumanizadoras* (Boom N° 11, 24- De alll que Barthes (1986) hable del segundo sentido de las Imagenes, o de los lamados procedimientos de connotacién del ‘mensaje fotografico, los cuales pueden inferirse “a partir de clertos fendmenos que tienen lugar en el nivel de la produecién y la recepcin del mensaje” (p. 15) 25- Entendemos a la retérica de la imagen en su sentido barthesiano, es decir, come la “clasificacién de sus connotadores" (Barthes, Ob. Cit: 45), esto es, la comprensién de aquellos Iéxicos movilizados por cada lectura de la imagen, que intervienen en el mensaje simbélico o connotado de la fotografia 26- Retomando a Barthes, este procedimiento nos remite a lo que este autor denomina como sintaxis, esto es, el empleo de una ‘Secuencia de fotos donde el significado no se encuentra al nivel de Ia foto individual sino, justamente, en su proximidad y I I I I I I I I I I I I I I I I I I fotografiado en el que se reconoce la I I I I I I I I I I I I I I I I erlalidad con otras (Barthes, 1986) Mn ee ee ee ee ee ee (= VISUALIDADESINEINTAS = SS So “Santa Fé , julio de 1969). Las imagenes que acompajian estas notas introducen una clave de lectura que podemos llamar ideolgica, en el sentido de introducir determinados valores o razones para su comprensién; trabajo que no es realizado Gnicamente por la imagen, sino también por el texto escritos asociados a aquéllas. Para realizar un contrapunto de este tipo de utilizaci6n de las fotografias, a modo de ejemplo introducimos la siguiente fotografia, aparecida en el numero 11 de Boom, de julio de 1969, en la nota “Santa Fe: los curas de! monte": En el ejemplo propuesto encontramos dos fotografias contiguas: a la izquierda, la imagen de dos hombres, uno en camisa y el otro probablemente con una sotana, que sabemos que son sacerdotes gracias al pie de foto “Padres Berangen y Jacuzzi: Con el pueblo”. A su lado, a la derecha, aparece el retrato de Camilo Torres, el bien conocido sacerdote colombiano que, abrazando los postulados de Medellin, optara por la lucha armada como instrumento para la liberacién. Muerto en 1966, su imagen en este articulo, acompafiada por el epigrafe “La Iglesia en accién’, enlaza la foto contigua y le da otro peso y tro significado.Asi, aunque desconozcamos quiénes son los sacerdotes de la Primera foto (identidad que sera aclarada en la nota), ello no es impedimento para comprender que se relacionan de algiin modo con la accién de Camilo Torres. Ya tenemos aqui entonces una pista acerca del significado de esta foto: curas guertilleros, curas tercermundistas, cercania al pueblo. La pose de los personajes de la primera Den los curas del pueblo” y “Podesta: el obispo y el pueblo”. Imagenes editoriales de Boom. nesta direccién: una actitud de nen el primer hombre, alguien que parece discutir 0 polemizar en el segundo. Por su parte, la postura mds cldsica de Torres, su inmovilidad pero de mirada desafiante, tienen algo de heroico. Ambas actitudes dan pie a la lectura de los significados de connotacién de las fotos: los ‘curas del monte’ del titulo son sacerdotes que, a través de su accién en la provincia santafesina, se emparentan con la actitud heroica _y la lucha de liberacién encabezada por Torres. Esta definicién del otro con respecto al cual se posiciona e identifica un determinado colectivo, ira acompafiado en ambas publicaciones (de modo mas marcado y directo en TFP) por una valoracién acerca de las conductas deseables de quienes conforman ese nosotros, junto con la denuncia y exaltacién (otra vez, principalmente en TFP) de las caracteristicas Teprobables del primero. Al respecto, son diversos los ejemplos que aparecen en el numero analizado de TFP, tal como podemos observar en la siguiente muestra fotografica de la pagina siguiente. El texto al pie de la imagen nos aclara que “en realidad son sacerdotes estilo Iglesia-Nueva Y, Por lo tanto, desacralizados, que se presentan sin ninguno de los signos de su sublime mision", en una clara afrenta al respeto por la autoridad y la subordinacién propuesto por esta publicacién, que pugna por la mantencién de los “antiguos estos” Lim En Boom este procedimiento se presenta exactamente a la inversa. Lo que antes aparecia connotado como una desviacin o un apartamiento de los cdnones exigibles, aparece ahora como una conducta deseable; vale a modo de ejemplo la siguiente fotografia extraida de la nota “Podesta: el obispo y el pueblo”, de mayo de 1969.Vemos aqui al sacerdote en una actitud casi mundana, sentado a una mesa y examinando un documento, con un cigarrillo en como simbolo de su ministerio” (Boom N? 9). Lo que para TFP habria sido una conducta claramente censurable, en Boom aparece como una actitud deseable: ésta es Ia actitud de un eclesidstico que opina que la vigencia y la gravitacion de la Iglesia corren peligro “si no se juega y se compromete con la realidad latinoamericana, si no encarna y asume en si misma los valores que en ella fermentan” (Boom N® 9). Claramente, es el texto quien guia nuestra interpretacién de las fotos en este sentido: aunque parezca banal referirlo, muy distinta habria sido la lectura de esta fotografia de haber aparecido en TFP. De este modo, para TFP lo sacro se asocia a la tradicién, a la inmovilidad de los valores morales. Arriba deciamos que para esta publicacién el “auténtico religioso” dedica toda su vida a quehaceres especificamente canénicos, alejados de la mundanidad y, tal como expresa el anclaje verbal de una fotografia, “sumergidos en un ambiente enteramente sacro” (TFP, 1969: 2). Estas imagenes no hacen més que reafirmar que en TFP la Iglesia tradicional representa ese lugar inamovible “que Jesucristo lagé a los hombres como medio de honrar a Dios y salvar el alma" (TFP, 1969: 4). A modo de ilustracién de esta afirmacién, en la fotografia aqui expuesta el pie de foto nos refiere: “Escena altamente sacral. Dominicanos del convento de Avila, en Espafia, ingresan segtin los antiguos I I I I I I I I I I I I I I I I ' ‘sus manos y “ostentando sélo el anillo obispal I I I I I I I I I I I I I Il I I Lee ee eee ee ee ee ee ee ee el (= 'VISUALIDADESINEINITAS = = = oS SS SS SS SS por la puerta del claustro”. En Boom, por el contrario, las imagenes que versan sobre esa Iglesia que debe ser transformada son de un cardcter més bien eliptico. En las siguientes fotografias, aparecidas en el nimero 13 de septiembre de 1969, aparece una Iglesia en un contexto urbano. Sin embargo, hay algo extrafio, inquietante, en estas imagenes. Hay una muda inmovilidad en ellas, una ausencia total de vida alrededor (no se ven paseantes, ni ‘autos en movimiento) que genera una sensacién de malestar. Una vez més, es el texto el que nos dara la clave para su _interpretacién, ayudéndonos a elucidar el sentido propuesto para estas fotos: por un lado, la escrita “Iglesia parroquial: no tocar la bocina’; por el otro *Cafiada de Gomez: cotra vez la Iglesia lejos?”. Asi, apelando a un saber histérico y contextual por parte de los lectores, estas fotos remiten, por un lado, a la protesta de los cafiadenses ante el alejamiento de su parroco (tocando bocina en su transito por delante de la iglesia); y a la distancia que el nuevo parroco mantenia tanto en su trato con los vecinos como con la prensa, por otro. En Boom, a diferencia de lo analizado en TFP, la quietud de estas imagenes connota el silencio de la jerarquia eclesidstica y, por qué no, su agobiante inmovilidad A modo de reflexién final Este articulo, y viene bien informario ahora, se enmarca en un proyecto de investigacin de mayor alcance. El mismo se titula “Ideas y debates en las publicaciones de una década conflictiva. Los sesenta rosarinos”, y tiene por objetivo analizar los posicionamientos de los diversos referentes de la sociedad local frente a los acontecimientos relevantes del periodo. Entre ellos, los conflictos derivados de los intentos de renovacién en la Iglesia Catdlica. En ese marco, el andlisis de TFR, el modo en que editorializa con imagenes y textos, y el contrapunto que hemos buscado establecer con la revista Boom, no pueden pensarse por fuera de esa sociedad movilizada y expectante, marcada por un proceso de profundos cambios. La politica, la economia, el arte, la literatura y hasta los habitos de consumo estaban atravesados por un espeso clima de ideas divergentes, muchas de ellas en franco combate. Nuestro corpus, en tal sentido, offece la posibilidad de pensar algunos de los matices ideolégicos imbricadas en quella trama histérica. No siendo por ello una mera fuente documental, sino también la expresion de idearios 0 valores religiosos, politicos y culturales que ‘resultaron constitutivos de las disputas simbélicas del periodo. Los posicionamientos mencionados en nuestro trabajo, nos muestran esa preocupacién estratégica en uso de textos escritos e imagenes, vinculable ademés al reciente protagonismo y circulacién de las publicaciones periddicas. Tanto TFP como Boom, impulsando temas y modos de interpelacion diferentes, formaron parte de aquella sociedad convulsionada. TFP opera sobre ese campo Lee ee ee ee ee ee ee ee ee ee eee ee ‘campo religioso, modelando un deber ser dogmatico e impoluto a partir del cual se permite clasificar el mundo. Lo muestra en imagenes, con las cuales pretende denunciar y esclarecer. Boom pertenece a otro registro: es la expresién misma del magazine moderno. Pero habla el mismo tema: la renovacién catélica, sus

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