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La imagen es sugestiva en una cultura a recubre emotivamente el recuerdo triste desde el presente dichoso Aquella marcha penosa no fue estéril; fue una siembra costosa para una cosecha tanto mas gozosa y abundante cuanto mas diferida. Pero el simbolo no se agota ahi: zr“ es semilla vegetal y también estirpe humana; un significado que explotan autores diversos, por ejemplo: graria elemental y Jr 31,27 sembraré en Israel y en Juda simiente de hombre y simiente de animales. Os 2,25. y me la sembraré en el pais Lv 12,2 cuando una mujer conciba (tazri‘) y dé a luz Is 65,9 sacaré descendencia (zr‘) de Jacob El simbolo sigue abierto para expresar cualquier obra que se emprende y se lleva a término, que se realiza con fatiga y se disfruta con gozo. 5. Exégesis 1-2a. El salmo comienza con subordinada y principal, mirandoa un momento temporal o mentalmente cercano. Si lo referimos al destierro, forma pareja con el 124 como faceta complementaria. En 124 es la mirada espantada y el coraz6n agitado sobre el abismo del que apenas nos hemos salvado; en 126 es la explosién de gozo al suceder lo increible. En ambos casos, el suceso visto con los ojos de la fe. rinna es la expresin no articulada del jubilo. 2b. Los paganos han sido testigos y reconocen la accién del Senor a favor de su pueblo. Véanse Sal 98,2; Is 52,1: «el Senor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones»; también 42,10-12; Sal 102,16. 3. Para la construccion, J] 2,20-21. 4. «Los judios ya repatriados rezan por los que quedaron en Babilonia» (Atanasio). 5. Para el tema, Is 9,2; Sal 4,8. 6. A manera de comentario, voy a citar un texto bello y poco conocido, tomado de Baruc, libro tardio, cuya ultima seccion se inspira en Is 40-66: 6. Trasposicion cristiana La resurreccién de Cristo, aunque anunciada, no se esperaba. Cuando el resucitado se presenta, provoca esa mezcla de susto y alegria del que no acaba de creer tanta dicha. «Con miedo, pero con mucha alegria, se marcharon ellas» (Mt 28,8). El final original de Marcos subraya el aspecto de susto y desconcierto ante lo inesperado: «Salieron huyendo del sepulcro, del temblor y desconcierto que les entr6, y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenian» (Mc 16,8). Lucas habla del susto de las mujeres y la incredulidad de los apésto- les: | I 24,11 Ellos lo tomaron por un delirio y se negaban a creerlas... 24,37 Se asustaron y, despavoridos, pensaban que era un fantasma... 39 Palpad- me, miradme, un fantasma no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo... 41 Como todavia no acababan de creer, de pura alegria, y no salian de su asombro... Los Hechos de los apdstoles cuentan la liberacion de Pedro de la prision: 12,9 Pedro salio detras, sin saber si lo que hacia el Angel era real, pues aquello le parecia una vision... 10 Al final de la calle, de pronto lo dejo el angel. 11 Pedro recapacité y dijo: Pues era verdad. La imagen de sembrar y cosechar nos trae al recuerdo dos pasajes. En el didlogo con los apéstoles, después de hablar con la samaritana, Jesus les dice: Jn 4,36 El que siega cobra ya salario y recoge cosecha para una vida sin término; asi se alegran los dos, el que siembra y el que siega, porque en eso tiene razon el refran, que uno siembra y otro siega. 38 Yo os envié a segar lo que no habéis labrado; fueron otros los que labraron, y vosotros habéis entrado en su labor. En el discurso de la cena, Jesus utiliza la imagen agraria para sugerir cl misterio de la muerte y resurrecci6n: «Si el grano de trigo cae en tierra y no muere, queda infecundo; en cambio, si muere, da fruto abundante». Esta sentencia prepara una lectura anagogica 0 escatologica del Sal 126 en la Iglesia.

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