0 évaluation0% ont trouvé ce document utile (0 vote)
38 vues1 page
Tomado de: Leackey, R.E. y R. Lewin, Los orígenes del hombre. La aparición de nuestra especie y su posible futuro a la luz de los más recientes descubrimientos. Madrid, Aguilar, 1980, pag.125.
Tomado de: Leackey, R.E. y R. Lewin, Los orígenes del hombre. La aparición de nuestra especie y su posible futuro a la luz de los más recientes descubrimientos. Madrid, Aguilar, 1980, pag.125.
Tomado de: Leackey, R.E. y R. Lewin, Los orígenes del hombre. La aparición de nuestra especie y su posible futuro a la luz de los más recientes descubrimientos. Madrid, Aguilar, 1980, pag.125.
En medio de todo esto, una reliquia pulsa una cuerda especial de
humanidad. Procede de la cueva de Shanidar, en la regin montaosa de Zagros, en Iraq, donde un da de junio, hace unos sesenta mil aos, enterraron a un hombre en circunstancias inslitas. La humedad de la cueva estaba muy lejos de ser favorable para la conservacin del muerto; pero los granos de polen sobreviven muy bien en tales circunstancias, e investigadores del Muse de lHomme de Paris, que examinaron el suelo alrededor del hombre de Shanidar, descubrieron que enterradas con l haba varias especies de flores diferentes. Por la ordenada distribucin de los granos en torno a los restos fsiles, es indudable que aquellas flores fueron colocadas deliberadamente y no cayeron simplemente en la tumba al cubrirse el cadver. Parece como si la familia del muerto, amigos y quiz miembros de su tribu hubiesen ido a los campos y hubieran regresado con ramos de milenrama, cabezuelas, cardos de San Bernab, hierba cana, jacintos, colas de caballo y una especie de malva. Las ramas de la cola de caballo son particularmente idneas para tejer un tosco lecho donde parece que depositaron el cadver. Y las flores blancas, amarillas, rojas, azules y prpura de las otras plantas debieron realzar grandemente una escena emotiva. El hecho de un enterramiento deliberado es bastante interesante, porque denota una aguda conciencia y una gran preocupacin por el espritu humano. Y el haber adornado un cadver con flores aade al hecho una enorme significacin". Fragmento tomado de: Leackey, R.E. y R. Lewin, Los orgenes del hombre. La aparicin de nuestra especie y su posible futuro a la luz de los ms recientes descubrimientos. Madrid, Aguilar, 1980, pag.125.