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1. Introducción
http://biciescuelagranada.blogspot.com
INFORME SOBRE LA APROBACIÓN DEFINITIVA DE LA ORDENANZA MUNICIAPAL
DE CIRCULACIÓN DE CICLISTAS Y PEATONES EN GRANADA
1. Introducción
Por otro lado, estableciendo la vía ciclista urbana como un lugar recomendado para la bicicleta,
destruye su potencialidad como medio de transporte: posiciona al ciclista en lugares donde se
multiplican los riesgos, limita su velocidad de desplazamiento, genera conflictos con peatones,
ofrece un trayecto tortuoso y le veta ejercer su derecho de usar la calzada.
La Ordenanza legitima la presencia de ciclistas en las aceras y propicia su invasión con la presencia
de nuevas vías ciclistas (en calles donde no existen, los ciclistas tienden a ir por las aceras, pues se
habitúan a no compartir la calzada).
Advertimos que con esta Ordenanza, las nuevas vías ciclistas y la puesta en marcha del servicio de
préstamo de bicicletas de la Junta, Ayuntamiento y Universidad, viviremos en Granada el desastre
sevillano: la invasión ciclista de las aceras y la inhabilitación de la bicicleta como un vehículo
competitivo con los medios de transporte motorizados. Todo ello, mientras no se apueste
decididamente por la formación para la conducción de la bicicleta en la calzada que dote al ciclista
de autonomía para poder circular de forma segura en cualquier calle.
DIBUJOS 1, 2, 3 y 4
Las bicicletas podrán usar el carril bus que no esté separado físicamente del resto.
Está prohibido el adelantamiento por la derecha a los vehículos que circulan por el
mismo carril, salvo cuando éstos se preparan a girar hacia la izquierda y existe el
espacio suficiente para realizar la maniobra con seguridad.
Sugerimos que en esta ordenanza se recuerde esta prohibición de adelantar por la derecha (que
establece el Reglamento General de Circulación) dado que, con frecuencia, las motocicletas y
ciclomotores realizan adelantamientos a los ciclistas por la derecha de su mismo carril, poniéndoles
en peligro. Asimismo, las bicicletas adelantan de forma arriesgada por la derecha a cualquier
vehículo, pudiendo tener una colisión si este vehículo gira a la derecha (por donde no prevé que
pueda haber una bicicleta), así como, con la apertura de puestas de taxis y del transporte público,
poniendo en riesgo también a sus usuarios.
Las alegaciones que hicimos al artículo 27 fueron desestimadas completamente y así ha quedado
aprobado definitivamente:
Los ciclistas que circulen por las aceras deberán cumplir además con el
resto de restricciones impuestas para las zonas peatonales. Siempre que el
ciclista circule por una zona peatonal en la que haya edificios, deberá
mantener una distancia de al menos un metro con la fachada de los
mismos. Asimismo el ciclista deberá mantener una distancia de al menos
un metro con los peatones en las operaciones de adelantamiento o cruce.
No obstante lo anterior, se permite la circulación en bicicleta por la acera,
aun cuando no se den todas las circunstancias anteriormente definidas, a
los niños menores de 8 años, siempre que vayan acompañados por adultos
y siempre que no se sobrepasen los 10 km/h.
PROPUESTA DE MEJORA:
Cuando un ciclista sea denunciado por circular por la acera deberá recibir un curso
de conducción de la bicicleta en la calzada. El Ayuntamiento, a través del Centro de
Formación, Información y Seguridad Vial, organizará cursos de formación
voluntaria para la conducción de la bicicleta en la calzada. Para ello, solicitará la
colaboración de colectivos y asociaciones relacionadas con la bicicleta.
Es muy significativo el número creciente de ciclistas en la ciudad, sin embargo, muchos de ellos
circulan invadiendo las aceras. Lugares donde los peatones no tienen interiorizada (ni tienen por
qué tenerlo) la presencia de ciclistas en las aceras, lo cual genera un problema grave de convivencia
y seguridad. Consideramos que el presente artículo no erradica la presencia de ciclistas en las
aceras, en contra posición, tampoco fomenta el uso de la calzada.
Sin embargo, legitima la presencia de ciclistas en las aceras a través de vías ciclistas. Incentivando
de esta manera el uso ciclista del resto de aceras sin vía ciclista. De manera que está sugiriendo a los
ciclistas que circulan por las aceras a que realicen los cruces de calzada por los pasos de peatones
sin bajar de la bicicleta, contradiciendo el artículo 23 de esta misma ordenanza. Desgraciadamente
hay suficientes casos de ciclistas que han sido atropellados en estos lugares debido a que el ciclista
aparece en el campo visual del vehículo que circula por la calzada a tal velocidad que le resulta
imprevisible. El conductor del vehículo que circula por la calzada no ve llegar al ciclista y lo
atropella inevitablemente.
Consideramos que la permisividad para circular en bicicleta por las aceras, en los casos especiales
descritos, es debida al error de considerar que la circulación ciclista por la calzada es más arriesgada
que para otros vehículos, así como, debido a la falta de formación del ciclista para circular en
bicicleta con seguridad por la calzada. Optar por una solución que permita el uso de la acera
agravará y aumentará en número los conflictos entre peatones y ciclistas, así como la seguridad del
propio ciclista y la destrucción de la bicicleta como medio de transporte.
Por otra parte, sugerimos la supresión del apartado que se refiere a la excepción para circular por las
aceras en todos los casos a los niños menores de 8 años. Consideremos que los niños de esta edad
no tienen suficiente madurez y responsabilidad como para circular con un vehículo. Si a lo que se
refería este párrafo era al uso de la bicicleta como un juego, sugerimos que debe tener un
tratamiento diferente y la presente ordenanza no debería ser el texto adecuado para ello.
La presente Ordenanza presenta contradicciones entre sus propios artículos de forma que,
finalmente, ni siquiera consigue esclarecer los derechos y deberes en los conflictos generados por
las vías ciclistas entre peatones y ciclistas.
En el artículo 14 se dice que los peatones atravesarán las vías ciclistas por pasos señalizados y,
después, que hay peatones que podrán circular por vías ciclistas (tanto a cota de acera como de
calzada) donde dispondrán de prioridad:
ARTÍCULO 14: Los peatones (...) atravesarán (...) las vías ciclistas por
los pasos señalizados. (...) Las personas con movilidad reducida que
circulen en sillas o triciclos (considerados peatones según el anexo de
definiciones de esta ordenanza) (...) podrán circular (...) por las vías
ciclistas, siempre que éstas se encuentren segregadas del tráfico
motorizado (según el anexo de definiciones de esta ordenanza, no se
especifica claramente cuáles son las vías ciclistas segregadas, tan solo dice
que están tanto a cota de acera, como a cota de calzada), donde también
dispondrán de prioridad.
El artículo 21 determina que hay peatones podrán circular por las vías ciclistas que están a cota de
calzada:
El artículo 24 dice que las vías ciclistas a cota de calzada serán utilizadas exclusivamente por
ciclistas, cuando en los artículo 14 y 21 se permite la circulación por ellas a algunos peatones.
Después dice que serán el resto de vías ciclistas por donde podrán circular algunos peatones.
Continua diciendo que que en vía ciclista a cota de acera el ciclista debe circular con precaución
ante una posible invasión de la vía ciclista a cota de calzada. Y añade que si el ciclista circula por
vía ciclista a cota de acera deberá respetar la prioridad de los peatones y mantener una velocidad
moderada (cuando en el artículo 27 y 18, se especifica la velocidad máxima de 10 km/h para
circular por la acera):
El artículo 28 dice que los ciclistas tendrán prioridad sobre los peatones que circulen en vías
ciclistas. Contradiciendo a los artículos 14, 21 y 24, donde se decía que los peatones tienen
prioridad en las vías ciclistas a cota de aceras y en las vías “segregadas” a cota de calzada:
ARTÍCULO 28: Los ciclistas tendrán prioridad sobre los peatones cuando
circulen por las vías ciclistas (...).
5. La inseguridad de las vías ciclistas urbanas (artículos 13 y 23)
Agradecemos que legalmente las vías ciclistas tengan un carácter no obligatorio. Sin embargo,
consideramos que la propia existencia de éstas incitará un comportamiento del resto de conductores
irrespetuoso hacia los ciclistas que ejerzan su derecho a circular por la calzada.
ARTÍCULO 23:
Aun siendo evidente y demostrada la inseguridad de las vías ciclistas en Granada, en el artículo 23
de la aprobación inicial de esta ordenanza se decía que “(...) Cuando exista algún tipo de vía
ciclista, los ciclistas circularán preferiblemente por ella”. Finalmente, en la aprobación definitiva,
se dice sobre las vías ciclistas que se “() recomienda la utilización de la misma(s) por razones de
seguridad”.
En otro documento demostramos detalladamente la inseguridad que provocan las vías ciclistas
urbanas para los ciclistas de Granada (http://www.scribd.com/doc/7327622/La-falsa-seguridad-del-
carril-bici-urbano). A continuación, tan solo se muestran algunos puntos como ejemplos:
Una de las bases fundamentales para que las normas de tráfico sean fácilmente asimilables por toda
la población es que éstas sean homogéneas y universales, es decir, que se apliquen por igual y en
todos los lugares, lo cual es imprescindible para la seguridad vial. Sin embargo, las vías ciclistas
urbanas introducen anomalías en la ordenación del tráfico, pues ofrecen una interacción hacia el
resto de usuarios de la calle que no se corresponde con las normas básicas asimiladas y
automatizadas por éstos, al no ser homogéneas y ni universales.
Las vías ciclistas, como las aceras-bici y los carriles-bici, no ofrecen seguridad real al ciclista, sino
que la pueden empeorar.
Vías ciclistas urbanas a cota de calzada (carril bici): Según las normas de circulación, para girar a la
derecha, no debe haber ningún carril en el extremo derecho por el que un vehículo pueda continuar
recto. El carril bici incumple esta norma y posiciona a la bicicleta en un lugar donde los factores de
riesgo se ven multiplicados, en comparación con la circulación por la calzada. (FOTO 1 y FOTO
2).
FOTO1: Vía ciclista a cota de calzada (carril bici) sin separación física en la calle Poeta Manuel
de Góngora.
FOTO2: Carril bici a cota de calzada (carril bici) con separación física en Puente Blanco.
El carril bici tampoco respeta la zona de seguridad lateral necesaria para circular en bicicleta (zona
de incertidumbre). Por ejemplo, en la Avenida del Capitán Moreno, la vía ciclista a cota de calzada
(carril bici) posiciona al ciclista en un lugar de alto riesgo, ya que puede ser repentinamente
alcanzado por la apertura de una puerta de un coche estacionado. Dicha disposición no respeta el
espacio lateral de seguridad necesario para circular en bici en condiciones óptimas. Además, en el
caso de que el ciclista pueda esquivar la apertura de la puerta desplazándose hacia la izquierda,
posiblemente sea atropellado por el vehículo que circula a su izquierda sobre el que se precipita
repentinamente.
FOTO 3: Vía ciclista a cota de calzada (carril bici) sin separación física en la Avenida del Capitán
Moreno.
ARTÍCULO 13:
Aun estando claramente documentado la multiplicación de los riesgos debido a las vías ciclistas con
sentido opuesto al tráfico motorizado, según el artículo 13 de esta ordenanza, el Ayuntamiento
podrá autorizar su implantación.
El siguiente dibujo (DIBUJO 5) muestra incrementos relativos en las tasas de colisión para los
usuarios de vías ciclistas urbanas (carril-bici y acera-bici), sobre la base de una variedad de
estudios. Si bien los resultados de estos estudios difieren un poco, todos están de acuerdo en que las
vías ciclistas urbanas (carril bici y acera bici) crean mayor riesgo que la circulación ciclista en la
calzada. Siendo las vías ciclistas en sentido opuesto al tráfico motorizado las que mayor riesgo
generan
Dibujo realizado por SHANE FORAN de la Galway Cycling Campaign http://www.eirbyte.com/gcc basándose en los
siguientes estudios:
Sweden: Leif Linderholm: Signalreglerade korsningars funktion och olycksrisk för oskyddade trafikanter ─ Delrapport
1: Cyklister. Institutionen för trafikteknik, LTH: Bulletin 55, Lund 1984, In: »Russian Roulette«turns spotlight of
criticism on cycleways, Proceedings of conference»Sicherheit rund ums Radfahren«, Vienna 1991.
USA: A. Wachtel and D. Lewiston: Risk factors for bicycle-motor vehicle collisions at intersections, Journal of the
Institute of Transportation Engineers, pp 30-35, September, 1994.
Denmark: S.U. Jensen, K.V. Andersen and E.D. Nielsen: Junctions and Cyclists, Velo-city ‘97 Barcelona, Spain
Finland: M Rasanen and H. Summala: The safety effect of sight obstacles and road markings at bicycle crossings,
Traffic Engineering and Control, pp 98-101, February, 1998
ARTÍCULO 32: Las bicicletas y los ciclistas (...) cuando circulen por la
noche o en condiciones de baja visibilidad deberán disponer de luces y/o
reflectantes (...)
ARTÍCULO 33: (...) Para circular por la noche las bicicletas deberán
cumplir con lo establecido en el art. 22.4 del Real Decreto 2822/1998 de
23 de diciembre por el que se aprueba el Reglamento General de
Vehículos.
Según como está expresado este artículo, no se entiende quién debe llevar las luces y/o reflectantes:
si el ciclista, la bicicleta o ambos. Lo cual contradice al Reglamento General de Circulación que
establece en su artículo 98 que las bicicletas deberán usar, por la noche o en condiciones de baja
visibilidad, las luces y los catadióptricos que se especifican en el artículo 22.4 del Reglamento
General de Vehículos (tal y como se dice en el artículo 33 de esta Ordenanza, contradicho por el
artículo 32 citado). Según el Reglamento General de Circulación, el uso de reflectantes por parte del
ciclista tan solo es obligatorio en zonas interurbanas. No obstante, consideramos conveniente su uso
también dentro de poblado.
Se citan una serie de prioridades para la bicicleta sobre el resto de vehículos que no mejoran en
absoluto lo ya descrito por el Reglamento General de Circulación. Más bien, la contradicen y
generan mayor confusión.
1. Según la Ley de Tráfico (DGT, Manual del conductor, página 103, Ed. Pons SL, Madrid), las
vías deben de ser compartidas por todos aquellos que tienen derecho a usarla, y este derecho debe
ser ejercido de modo que no se perturbe el de los demás. Por tanto, todos los vehículos (con o sin
motor) deben respetar al resto de vehículos y regirse por las normas generales sobre circulación y
tráfico en todos los lugares. Y, en las zonas específicas que se describen, respetar la prioridad
peatonal establecida en dicha zona. Dar prioridad al ciclista sobre el resto de vehículos, en
determinados espacios, tan solo puede generar confusión y comportamientos irresponsables.
Además, se contradice con los artículos 28 y 36 de esta ordenanza que establece que “(...) La
prioridad de paso para las bicicletas, conforme a su condición de vehículo, se rige por la
señalización y normativas generales sobre circulación y tráfico (...)”, tal y como establece el
Reglamento General de Circulación:
ARTÍCULO 28: Los ciclistas tendrán prioridad (...) sobre los vehículos a
motor en todas las zonas de prioridad peatonal.
2. El siguiente artículo elimina el carácter de conductor que tiene el ciclista la excluirlo del grupo de
“conductor”:
3. Estos artículos eliminan el carácter de vehículo que tiene la bicicleta al excluirla del grupo de
“vehículos”:
ARTÍCULO 17: Al transitar por las zonas 30, los vehículos deberán
circular con precaución y adecuar su velocidad a la de las personas que
circulen en bicicletas.(...)
4. Según la ley e tráfico, todos los vehículos tienen la obligación de reducir su velocidad cuando
detectan que hay otro circulando a velocidad menor, y solo lo podrán adelantar cuando sea posible
hacerlo de forma segura. Estos artículos dan a entender que los vehículos tan solo deben adecuar su
velocidad a la bicicleta cuando se la encuentra en las zonas descritas:
5. Tratamiento como excepción para la bicicleta, ya que, no dice nada sobre la obligación de los
vehículos a adecuar su velocidad al resto de vehículos que le precedan en estas zonas:
ARTÍCULO 17: Al transitar por las zonas 30, los vehículos deberán
circular con precaución y adecuar su velocidad a la de las personas que
circulen en bicicletas.(...)
1. ARTÍCULO 30. Se tiene en cuenta nuestra alegación y se elimina la siguiente restricción inicial:
Sin embargo, consideramos que se tendría que haber tenido en cuenta nuestra sugerencia de que los
aparcamientos para bicicletas, se coloquen a cota de calzada, como los del resto de vehículos. Así
mismo, tampoco se ha tenido en cuenta nuestra alegación al artículo 6 del Reglamento del Servicio
de Préstamo de Bicicletas para que los expendedores del préstamo de bicicletas se ubicaran a cota
de calzada
Consideramos que los aparcamientos para bicicletas y los expendedores del préstamo de bicicletas,
por su envergadura, no deben instalarse en zonas peatonales, ya que suponen una molestia para la
movilidad peatonal (especialmente para personas con deficiencias visuales) y, además, incitarían a
usar la bicicleta por las zonas peatonales.
Por otro lado, no entendemos por qué los aparcamientos para bicicletas deben ser de uso exclusivo
para éstas. En Granada existen muchísimos aparcamientos para bicicletas compartidos con las
motos a cota de calzada (http://maps.google.es/maps/ms?
msa=0&msid=109431891861471719536.000469b2429cc5b7a7d5e&ie=UTF8&source=embed&ll
=37.186852,-3.608322&spn=0.032958,0.055361&z=14) ¿Significa con este artículo que los que
son de moto exclusivamente no se pueden usar por bicicleta?, ¿significa que eliminarán los
aparcamientos existentes compartidos?, ¿significa que se harán nuevos a cota de acera de acera
exclusivamente para ciclistas?
2. ARTÍCULO 34. Se tiene en cuenta nuestra alegación y se elimina la siguiente restricción inicial:
El artículo 12.4 del Reglamento General de Circulación permite a las bicicletas circular con
remolque o semirremolque. Por lo tanto, aunque la bicicleta lleve remolque o semirremolque, dado
que es un vehículo que depende de la fuerza de conductor, no se le puede, en general, prohibir el
uso de la calzada.
3. ARTÍCULO 36. Se tiene en cuenta nuestra alegación y se modifica la siguiente frase inicial:
Los vehículos motorizados deberán circular por la calzada sin superar nunca la
velocidad permitida, debiendo conceder prioridad al ciclista salvo en las
intersecciones (…)
Sugerimos la sustitución de este párrafo porque, por un lado se dice que la bicicleta tiene prioridad
sobre los vehículos a motor y, por otro, que las prioridades de paso se rigen por las normas
generales sobre circulación y tráfico. Al no especificar claramente en qué consiste la prioridad para
la bicicleta, el uso de este término genera confusión y puede provocar comportamientos
irresponsables por parte de los ciclistas. Por lo tanto, sugerimos evitar tales incongruencias, tal y
como se recoge en la normativa sobre circulación y tráfico.
4. ARTÍCULO 44. Se tiene en cuenta nuestra alegación y se eliminan las siguientes infracciones
iniciales:
“Son infracciones (...) Utilizar monopatines por aceras, zonas peatonales o por
carriles bici,(...) el tránsito peatonal de manera continuada por las vías para
ciclistas debidamente señalizadas (...)”
Sugerimos la eliminación de estas infracciones, ya que según los artículos 14, 21 y 24 de esta
ordenanza se permite la circulación de sillas y triciclos de personas con movilidad reducida, patines,
monopatines y similares no motorizados por las vías ciclistas, así como tienen prioridad, como el
resto de peatones, en las vías ciclistas a cota de acera. Por lo tanto, no tiene sentido que un artículo
de esta ordenanza permita el uso peatonal de vías ciclistas y el presente artículo lo califique como
infracción.
Por otro lado, consideramos que, según el desarrollo de los artículos de esta Ordenanza, así como,
con la intención de erradicar la invasión ciclista de las aceras y alcanzar el máximo respeto hacia los
peatones, debería incluirse como infracciones las siguientes:
a) circular en bici por las vías ciclistas y por las zonas peatonales permitidas a una velocidad
superior a 10 km/h.
b) circular en bici por las vías ciclistas sin respetar la prioridad de paso de los peatones.
c) circular en bici por las zonas peatonales permitidas sin respetar las distancias de seguridad
descritas en esta ordenanza respecto a los peatones y los edificios.
d) circular en bici por las vías ciclistas y por las zonas peatonales permitidas de forma temeraria y
molesta para la circulación de los peatones.
5. ARTÍCULO 8 del Reglamento del Servicio de Préstamo de Bicicletas. Se tiene en cuenta nuestra
alegación y se incluye la siguiente frase:
Tal y como se indica en el apartado 7 del artículo 12, ni el Ayuntamiento de Granada ni la empresa
concesionaria que puede ser contratada para el mantenimiento se hacen responsables de los daños
que el usuario pueda producir mientras hace uso de la bicicleta. Sugerimos que se incluya en el
coste del alta en el servicio el contrato de un seguro de responsabilidad civil, de manera que puedan
cubrirse los daños que el usuario pueda ocasionar en un accidente de tráfico. Al tratarse de un
servicio público que ofrece el Ayuntamiento, consideramos que éste se debe de ofertar con la mayor
garantía para los usuarios. Además, durante un año que dura el servicio, este seguro no supondría un
aumento de la cuota considerablemente.
El usuario podrá hacer uso del servicio “Grana-Bici” (nombre particular del
sistema), de 7 a 21,30 horas (...)
Sin embargo, consideramos que el horario del servicio debería ser de 24h.
No se entiende por qué motivos se restringe el uso del servicio al horario diurno. Teniendo en
cuenta que los horarios de trabajadores, estudiantes, comerciales y de ocio abarcan algunas horas
nocturnas, sobretodo, durante el invierno, sugerimos la ampliación del horario del servicio. Además,
las bicicletas y el ciclista están suficientemente equipados con luces y reflectantes como para poder
circular de noche.