Libro: Lo que los jóvenes quieren saber…

Autor: Pastor Giovanni Flórez

Generación Visionaria: generacionvisionaria@yahoo.es
Pregunta: Tengo 20 años, he tenido enfriamiento espiritual y me visitan
pensamientos de apartarme ¿Qué hago?
Respuesta: La experiencia que hemos vivido los que alguna vez nos hemos
apartado es: antes de la caída al precipicio llega la frialdad espiritual.
Sin darnos cuenta una corriente nos va llevando día a día a las distintas
situaciones que como humanos enfrentamos, sobre todo cuando la juventud
que hay en nosotros presiona para conocer a qué sabe el mundo.
Seguramente José, el soñador, sintió la presión ante el acoso de la mujer de
Potifar. Como hombre, sus ojos, oídos, y mente vieron, escucharon y
pensaron en una oferta atractiva que hace mover la humanidad de un joven.
Pero seguro que la comunión que mantenía José con Dios le daba la
templanza y la voluntad de huir ante la tentación para mantenerse en los
principios y valores que fueron formados en su vida.
¿Mantenernos? Mantenernos en qué te preguntarás.
 En oración: Ella es fuente de poder, nos da unción y la gracia que
necesitamos. Es necesario estar en comunión permanente desde la
mañana y durante el día. Tu mente necesita estrechar la relación con Dios,
pues así te harás amigo de Dios; le contarás y consultarás todo, y mejor
aún, aprenderás a conocer cuándo te habla y responde.
Cuando estés en frialdad espiritual dile a Dios cómo te sientes. No hagas
oraciones mecánicas, dile lo que estás sintiendo; tristeza, enojo,
decepción, etc.; en fin todos esos cambios de manifestaciones
emocionales por los que se atraviesa cuando se es joven. Si tú oras con
sinceridad te aseguro que no tardará en responderte.

 En la Palabra: Ella nos limpia, nos alimenta el alma porque es pan de vida,
quita la desnutrición espiritual, endulza la vida porque es miel, nos edifica,
restaura ruinas, nos alumbra el camino porque es lámpara. No dejes de
oírla como algunos en este tiempo tienen por costumbre. Escudríñala
porque en ella hay vida eterna.
 En tus sueños: Todo joven tiene ideales y proyecciones, y hay que
conservarlos. Ellos son un tesoro escondido que Dios cumplirá en su
tiempo.

 Mantente involucrado: Socialmente y espiritualmente en actividades

fomentadas por la Iglesia, participa de todas las que puedas, no pierdas
cultos ni eventos. Mantén una vida cristiana dinámica, ocupada en los
negocios de tu Señor. Las influencias de amigos cristianos nos ayudan a
estar rodeados de la presencia de Jesús. Recordemos que donde hay dos
o tres en su Nombre allí está él.

En un enfriamiento viene el descuido, éste trae el pecado y el pecado la

postración que desvía el propósito y los sueños.
José sabía que Dios la había mostrado en sueños algo grande para él, por tal
razón no valía la pena cambiar un futuro grandioso por un momento de
placer. Cuida lo que Dios te ha dado y no descuides el don que hay en ti. Las
algarrobas al principio son dulces, pero cuando pasan más allá de la boca su
sabor es amargo para el cristiano. La huella de la caída sólo Cristo la quita,
pero el proceso es doloroso.
¡Consérvate puro!

“Dios es nuestro amparo y fortaleza,

Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”.
Salmo 46:1

Sólo venciéndote vencerás