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Bol. Geol. Ecuat, Vol. 2, N° 1, 1991, pp. 3-11
TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
ECUATORIANOS Y EL EXTREMO SUR DE COLOMBIA
JEAN-PIERRE SOULAS (*), ARTURO EGUEZ (**), HUGO YEPES (**), HUGO PEREZ (***)
(*) = Institut de Physique du Globe de Paris; y 18, Allée des Mésanges, Parc Péreire, 33120
Arcachon-France.
(**) _ - Instituto Geofisico, Escuela Politécnica Nacional, Quito.
(***)_- Centro de Levantamientos Integrados de Recursos Naturales por Sensores Remotos, Quito.
RESUMEN
En el marco del acuerdo EPN-UNDRO, desde 1987 se identific6 tres grandes
sistemas de fallas activas y en base al andlisis morfodinémico de diferentes segmen-
tos, pudo determinarse de manera preliminar las velocidades de las fallas y perfodos
de recurrencia, en la perspectiva de establecer el riesgo sismico en la regién andina
que tiene una alta densidad poblacional.
- El sistema mayor de tipo dextral, involucra los segmentos de Algeciras, Sibundoy
Afiladores en Colombia, prolongéndose en el Ecuador con el segmento
Ke zoan trangpreciva de Bucea,y 6 proyetin oon raul colina sk Goats
andina con los segmentos de Machachi y Pallatanga en direccién del Golfo de
Guayaquil.
- El sistema sinestral de Cauca-Patia en Colombia se prolonga a la zona fronteriza
y al norte ecuatoriano a través de saltos laterales tensivos que conforman los
segmentos de Guachucal-Cumbal, Tulcén, y San Isidro, que se amortigua al sur en
la region de Ibarra-Otavalo con numerosos ramales complejos dispuestos en "cola
de caballo’.
- El sistema frontal del piedemonte andino oriental tiene un cardcter esencialmente
inverso e involucra ias falas del borde de la Cordillera oriental de Colombia yalas
fallas del frente subandino del Ecuador. Las fallas de este sistema absorven gran
parte de la deformacién compresiva y son las responsables del levantamiento
andino. Por otra parte, este mismo régimen compresivo induce el desarrollo de
fallas menores inversas N-S en el Callej6n interandino del Ecuador.
EI modelo propuesto es compatible con la tect6nica activa regional de los Andes
septentrionales de Sudamérica, donde la subduccién de la Placa Nazca y su
inferaccién con las Placas Sudamericana y Caribe es la responsable de la fuerte
sismicidad, sin embargo, se requiere de estudios mas detallados para fines de riesgo
sismico en la regién,
INTRODUCCION plementar Ia informacién disponible a través del
andlisis sismol6gico de las fuentes més profundas,
Lapresente investigacién buscaofrecer unabase Tales grandes sistemas de fallas, susceptibles de
més realista a la apreciacién regional del riesgo producir sismos mayores con un perfodo de recu-
sismico, con fines de prevencién y de planificacién rrencia relativamente corta, constituyen el patrén
enlaregién andina del Ecuador y del sur de Colom- _ tecténico que determina el juego de los accidentes
bia. secundarios, muchos de los cuales quedan por iden-
tificar todavia. ~
De acuerdo con este nivel regional de trabajo, se
identific6 los principales accidentes activos y las __Por Io tanto, la informacién presentada en el
fuentes de la sismicidad superficial, para asf com- presente articulo es esencial para cualquier célculo, IS
SOULAS ET AL.: TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
de riesgo local, pero no puede considerarse como
suficiente, ya que le faltaria el andlisis del sitio de la
obra proyectada, y los estudios detallados de sus
alrededores. Con toda seguridad, trabajos futuros
identificar4n nuevas fallas activas, las cuales mejo-
raran el modelo tect6nico propuesto a continuacién.
LOS GRANDES SISTEMAS ACTIVOS,
La figura 1 sintetiza nuestras observaciones y
ofrece un esquema coherente de las principales
deformaciones crustales activas en la regién con-
siderada.
A pesar de ubicarse al margen del territorio
estudiado, las fallas inversas del piedemonte andino
oriental han sido incluidas, para favorecer una
mejor comprensién de la tect6nica regional. Estos
Sltimos accidentes se obtuvieron del Mapa Geo-
l6gico del Ecuador (DGGM, 1982) y del Mapa
Geol6gico de la Comisaria del Putumayo (I.
Cucalén y R. Camacho, 1966), complementados con
anlisis de mapas topograficos ¢ imagenes de
satélite, incluyendo observaciones desde avioneta y
control de campo localizado.
Aparte de estas fallas de piedemonte, las Iineas
gruesas continuas evidencian los accidentes activos
mapeados en el campo, as{como sus prolongaciones
indiscutibles observadas en fotografias aéreas con-
vencionales y de satélite (flanco este de la Cordillera
Real). Las Iineas discontinuas indican las prolon-
gaciones asumidas para estas fallas activas, en base
a observaciones de campo, uso de mapas topo-
graficos, imagenes de satélite y mapas geolégicos.
Antes de nuestra primera campaiia de campo
del aito 1987, estos accidentes de la parte propia-
mente cordillerana del Ecuador eran desconocidos
en su gran mayorfa, con excepcién de la falla de
Pallatanga. Excepto los trabajos de Hall y Yepes
(1980), Hall et al. (1980) y Hall y Ramén (1978), los
estudios neotecténicos en el Ecuador, son igual-
mente escasos. En Colombia, ya se conocia la ac-
tividad neotect6nica de parte del sistema de
Cauca-Patia, comprobada més al norte por Paris et
al, (1989), y la falla de Buesaco (J. Romero, en
preparacién).
‘Tres grandes sistemas de accidentes dominan la
neotect6nica regional:
- El sistema mayor dextral Algeciras-Sibundoy-
falla de Afiladores en Colombia, prolongado en el
Ecuador con la falla Chingual y la regién trans-
presiva ubicada entre esta dltima y la ciudad de
Baeza (asociacién compleja de fallas transcurren-
tes, y de fallas inversas u oblicuas). Al sur de Baeza
el sistema sigue con toda probabilidad, en una
regi6n totalmente desconocida, para luego corres-
ponder con la falla de Pallatanga y las otras aso-
ciadas al norte y sur de la misma. Entre Baeza y el
nevado Cayambe, este sistema mayor se bifurca en
ramales que atraviezan oblicuamente la cordillera,
como la falla de Iliniza al sur de Machachi.
- Elsistema siniestral de Cauca-Patfa en Colom-
bia, que se prolonga con la falla de San Isidro en el
norte ecuatoriano, y su amortiguamiento en una
"cola de caballo" muy compleja, en la region de
Tbarra-Otavalo.
- El sistema frontal de fallas piemontinas,
ubicadas al mismo pie de la Cordillera Oriental en
Colombia, que se prolongan con las fallas de la zona
subandina del Ecuador y determinan los levan-
tamientos del Napo y de Cutucé.
Estos sistemas inducen a su vez fallamientos de
menor extensién como por ejemplo los accidentes.
inversos del Callej6n Interandino. Finalmente, es de
notar que practicamente todas las fallas activas ob-
servadas son transcurrentes, de orientacién NNE-
SSW a NE-SW; 0 inversas de orientacién aproxi-
mada N-S en el Ecuador y NE-SW en Colombia.
PROBLEMA DE LAS FALLAS NORMALES
Hasta la fecha, la tect6nica de la zona con-
siderada se sintetizaba preferencialmente con un
modelo de tipo horst-graben, con bloques levan-
tados (Cordilleras Occidental y Real) y bloques
hundidos (Valle Interandino), limitados por gran-
des sistemas de fallas normales (Sauer, 1965). Este
modelo se apoyaba esencialmente en la existencia
de microfallas normales, muy frecuentes en la zona
de Quito.
De hecho, hemos observado un altisimo nfimero
de microfallas normales cuaternarias, con una den-
sidad sumamente anémala, en comparaci6n con las
dems regiones de tect6nica activa de América del
Sur. En su gran mayoria, estas fallas no resultan
directamente de los esfuerzos tect6nicos, y por lo
tanto no son realmente indicativos del régimen de
deformaci6n activo. En efecto:SOULAS ET AL.: TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
FIGURA 1: Principales sistemas de fallas activas en los Andes Septentrionales del Ecuador y del extre-
mo sur de Colombia, 1: falla transcurrente dextral o sinestral, 2: falla inversa, 3: falla dextro—inversa 0
inverso—dextral, 4: Flexura, 5: drenajes principales.SOULAS ET AL.: TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
* se observan preferentemente en la Formacion
Cangagua del Cuaternario, y son mucho menos
frecuentes fuera de ella (efecto litolégico);
* se relacionan con deslizamientos de toda es-
cala (efecto gravitacional);
* presentan orientaciones paralelas con los
taludes de quebradas, y cambian de azimuth al
mismo tiempo que éstos (efecto topografico-
gravitacional);
* son muy numerosas en la cresta de relieves
empinados (efecto topogréfico), los cuales resultan
a veces como expresiGn topogréfica de la defor-
macién de fallas inversas (en este caso las fallas
normales tienen una relaci6n indirecta con la tec-
t6nica activa).
Finalmente, es de notar que estas microfallas
normales se observan siempre a nivel de afloramien-
tos, y no se detectan a escala kilométrica, donde, de
acuerdo al modelo horst-graben, deberfan dar
estructuras ampliadas. Al contrario de lo previsto
por este modelo, todas las estructuras regionales
que observamos presentan desplazamientos
transcurrentes 0 inversos.
Por lo tanto, el modelo horst-graben no da cuen-
ta de la tect6nica activa, aunque prodria quizés
adaptarse parcialmente a las fases de deformacién
anteriores, las cuales edificaron probablemente una
parte de los relieves andinos. La fase del Mioceno
inferior de Noblet et al. (1988), tiene direcciones de
compresién N30E, y de extensién N120E, com-
patibles con este modelo, La fase del Mioceno
medio reportada por los mismos autores (com-
presion NOOE y extensién N150E), aunque ya un
oblicua aa orientaci6n del valle internandino,
también ha podido producir movimientos com-
patibles con dicho modelo.
EL SISTEMA MAYOR DEXTRAL
Introducci6n
Fuera de la regién cartografiada, este sistema se
extiende hacia el norte por la falla dextral del Al-
geciras-Servita, hasta la zona de Villavicencio,
donde pasa a los accidentes inverso-destrales del
pie de la Cordillera Oriental del norte de Colombia.
Luego, més al norte de los "codos" de la Sierra
Nevada del Cucuy y de Céicuta, se prolonga con los
accidentes de Boconé, San Sebastian y El Pilar en
Venezuela; definiendo asf el limite sur de la placa
Caribe (Aggarwal et al., 1983; Soulas, 1986).
Hacia el sur del mapa (Fig. 1), el sistema se
prolonga por la falla de Pallatanga hasta el Golfo de
Guayaquil, controlando la tect6nica de la cuenca de
Progreso (Benitez, 1986; Benitez et al, 1986) y
termindndose contra la fosa oce4nica pacifica.
Dada su longitud, su rol de Ifmite de placas de
estilo intra-continental, y su velocidad estimada
entre 4 y 8 mm/afio, este sistema presenta el més
elevado potencial sismogénico regional, sin con-
siderar la zona de subduccién que no se analiza en
el presente estudio. A continuaci6n se describe el
sistema, tramo por tramo, empezando desde el
norte.
Desctipci
* El sistema es muy lineal y dextral sin com-
ponente vertical notable al norte del "pull-apart” de
Sibundoy, cuyo fondo, en rapido descenso recibié
sedimentos holocénicos lacustres, hasta su reciente
canalizaci6n, El sismo maximo probable de este
segmento puede alcanzar 7,7 Ms, magnitud es-
timada para el evento hist6rico de 1827, el mayor
sismo intracontinental conocido en Colombia
(Soulas, 1989; en base al estudio de sismicidad
hist6rica de Alvarez, 1987). El perfodo de retorno
de este sismo puede estimarse entre 400 y 800 afios.
* Entre Sibundoy y la laguna La Cocha, el sis-
tema es complejo, con varios ramales dextrales
relativamente cortos, de tal forma que no parece
capaz de generar sismos de més de 6,5 Ms, cada 100
150 afios.
* Entre el suroeste de la laguna La Cocha y el
noreste del nevado Cayambe, el sistema es de nuevo
lineal dextral (fallas de Afiladores y Chingual), y sus
numerosos pequefios éscalones no parecen suscep-
tibles de limitar la prolongaci6n del sismo de mag-
nitud 7,2 Ms, que produciria la ruptura completa de
este tramo. Sin embargo, a nivel del rfo Chingual, el
sistema presenta una complejidad geométrica talvés
suficiente como para considerar un sismo maximo
probable al norte, en la falla de Afiladores (6,8Ms),
y otro al sur, en la falla Chingual (7 Ms), con un
retorno de 200 a 500 afios, para
* Se obtienen magnitudes y retornos similares
paraclaccidente totalmente transcurrente, paraleloSOULAS ET AL.: TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
ala falla Afiladores-Chingual, ubicado a unos 10-15
kil6metros al sur de ésta.
* Entre estos dos accidentes paralelos se
desarroll6 una compleja zona en transpresién, con
fallas inversas, buzando hacia el oeste, y transcu-
rrentes con fuerte componente inversa, que podrian
generar sismos de magnitud maxima del orden de
6,5.26,8 Ms.
* Alsur de la linea determinada por los volcanes
Cayambe y Reventador, una nueva zona de
transpresién con fallas cartogrdficamente inversas,
buzando hacia el oeste, pero que podrian presentar
un componente dextral menor, subparalelas y de
orientacién general cercana a N-S, podria generar
sismos de magnitud maxima probable 7,0 Ms. Dicha
zona de fallas inversas es probablemente la fuente
del sismo del 5 de Marzo de 1987 (6,9 Ms). En
efecto:
- Los epicentros principales reubicados por la
red Mica-Tambo, se localizan de 10 a 15 kilémetros
al oeste de la zona donde las fallas_més frontales
intersectan la superficie, 0 sea en la zona donde se
los espera, debido al buzamiento de los accidentes;
- los Iimites norte y sur de la zona de réplicas
coinciden con los sectores donde finalizan las fallas
inversas, bloquedndose al norte contra el accidente
transcurrente NE-SW, y pasdndose hacia el sur, aun
accidente mucho més lineal y mas transcurrente;
- las diversas soluciones de mecanismos focales
Propuestas por el U.S. Geological Survey, con
planos de azimuth N-S a NNE-SSW y deslizamien-
tos totalmente inversos, o inversos con componente
dextral, coinciden con lo que se puede pronosticar
para dicha zona de falla;
- las isosistas, también se alargan segdn una
orientaci6n NNE-SSW (Egred, 1987; Ferrari y
Tibaldi, 1989).
Un argumento en contra de esta interpretacién
serfa la presencia de epicentros de réplicas al este
de la zona de falla, lo que podria explicarse por:
- rupturas subsidiarias, ubicadas més hacia el
Reventador;
~ distribucién de las estaciones de la red Mica-
Tambo;
+ otra interpretacién tecténica, en la cual, la
responsable del sismo serfa una falla inversa mds
profunda, ubicada por debajo de las consideradas
anteriormente y perteneciente al sistema que
produce el levantamiento del Napo.
* Desde San Francisco de Borja hacia el SSW y
luego al SW, el sistema viene muy probablemente a
cruzar la Cordillera Real, al norte de la Cordillera
de los Llanganates. Nose logré ninguna observacién
en la zona (practicamente desconocida en términos
geolégicos) ubicada entre la Cordillera de las
Huacamayos y la de los Llanganates, sin embargo,
no parece que el sismo maximo probable de este
segmento pueda sobrepasar el que vamos a con-
siderar a continuacién para el tramo siguiente.
* De la Cordillera de los Llanganates hacia el
suroeste, el sistema mayor tiende a subdividirse en
varios ramales, entre los cuales la falla de Pallatanga
esel mds importante. Dicha falla tiene una velocidad
de desplazamiento discontinuo de aproximada-
mente 3 mm/afio obtenida al nivel de las morrenas
holocenas desplazadas de la cabeza del rio Pangor
(Soulas et al., 1987; Soulas, 1988), velocidad
reevaluada en 4 + 1 mm/afto por Winter y Lavenu
(1989), en base a un método topogréfico. Su sismo
maximo probable es de magnitud 7,4 Ms, igual a la
magnitud del evento del 4/2/1797, estimada en base
ala distribuci6n de intensidades (CERESIS, 1985),
yal 4rea de ocurrencia de fenémenos naturales tales
como aluviones, deslizamientos y represamientos de
rios, reportados en los documentos histéricos con-
sultados. Este evento podria tener un retorno de 600
1200 afios, para la sola falla de Pallatanga.
Otrosramales menores existen al norte de la falla
de Pallatanga y también al sur, entre los cuales se
identific6 la falla de Guamote. Los sismos a con-
siderar para tales ramales no alcanzan los valores
obtenidos para la falla de Pallatanga, y probable-
‘mente ninguno pueda generar sismos de magnitud
superior a 7,0 Ms.
Los bloques de corteza ubicados entre estos aci-
dentes tienden también a deformarse, con aparicién
de fallas menores, tal como sucede entre Guamote
y Riobamba y probablemente en otros sectores
todavia no examinados (en particular entre la latitud
volcén Chimborazo-Guaranda, al norte y la fallade
Pallatanga, al sur).SOULAS ET AL.: TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
EL SISTEMA SINESTRAL DE
CAUCA-PATIA-SAN ISIDRO
La falla de San Isidro es la prolongacién en el
Ecuador del gran sistema de Cauca-Patfa que se
extiende hasta el norte de Medellin en Colombia, y
se amortigua al sur por numerosos ramales dispues-
tos en "cola de caballo", en la region de Ibarra-
Otavalo. Fuera de esta zona compleja, la falla tiene
un trazo relativamente sencillo al norte de Mira, con
un desplazamiento siniestral sin componente verti-
cal notable. Sin embargo, presenta saltos laterales
tensivos ("echelon") importantes: en el Angel (3
kilometros); en Cumbal-Guachucal (7-10
kil6metros); al nivel del rio Patia (7kilometros). Tal
disposicién permite considerar por separado los
tres segmentos asi definidos, para evaluar sus
respectivos sismos maximos probables:
- segmento Ibarra-El Angel: 6,9 Ms, retorno
1000-2000 afios,
- segmento El Angel-Guachucal: 6,9 Ms, retorno
1000-2000 aitos,
- segmento Guachucal-Rio Patfa: 7,3 Ms, retor-
‘no 1500-3000 afios.
Los perfodos de retorno anteriores estén es-
timados sobre una base de velocidad de
desplazamiento discontinuo de la falla del orden de
1 mm/aiio., Esta velocidad, superior ala que parece
tener el sistema de Cauca-Patia en Colombia
central, se debe probablemente al acercamiento con
el sistema mayor descrito en el capitulo anterior, y
también a que todas las fallas del sistema de
Romeral tienden a juntarse en la falla de San Isidro
en la zona de la frontera ecuatoriana-colombiana y
al norte de ésta.
El sismo maximo probable del trazo Ibarra-El
Angel ya se produjo el 16 de Agosto de 1868, con
una magnitud del orden de 7, segin distribucién de
los datos de intensidades obtenidos de CERESIS
(1985). La correlacién de este terremoto hist6rico
con dicho segmento es altamente probable debido
a la posicién del accidente en el eje de la zona
epicentral, ya la ocurrencia de un evento precursor,
que arruiné la zona de Mira-El Angel, también alo
largo de la falla, unas 10 horas antes del terremoto
principal (Kolberg, 1977; CERESIS, 1985).
La "cola de caballo", en la cual se amortigua el
sistema, incluye numerosos ramales de extension
limitada, con componentes verticales variables
segtin sus respectivas orientaciones. Por lo tanto,
ademas del sismo maximo 6,9 - 7 Ms definido
anteriormente, la regién de Ibarra-Otavalo puede
ser sujeta a sismos més moderados (6,3 a 6,6 Ms),
pero més frecuentes.
FALLAS INVERSAS DEL CALLEJON
INTERANDINO
Dos grupos muy distintos de fallas inversas se
aprecian en el mapa (Fig. 1): unas se ubican dentro
del Callej6n Interandino, como las fallas del rio
Cutuchi, de Poalé-Saquisilf, de Quito y de San
Gabriel; las dems pertenecen a los sistemas del
piedemonte oriental andino.
No abordaremos el tema de las fallas piemon-
tinas, ni tampoco el problema de los levantamientos
del Napo y de Cutuet, por no tener suficientes
observaciones de campo.
LaFalla de Quito
La falla de Quito (0 falla Ilumbisi), limita al este
la cubeta donde se ubica la ciudad, levantada unos
400-500 metros con respecto al resto del callej6n
andino, donde corren los principales drenajes. La
deformacién provocada por la falla yen consecuen-
cia la velocidad de ésta, es mayor al nivel del centro
urbano.
Al norte de la ciudad, el accidente se desdobla,
y ambos trazos se amortiguan contra una falla
siniestral local. Al sur de Quito, el salto disminuye
répidamente, a partir de Amaguafia. Esta falla
amerita un estudio detallado, fuera del alcance de
nuestro trabajo. Sin embargo, podemos proponer
pardmetros sismogénicos tentativos, basados en:
~la extensién cartogr4fica del accidente (unos 45
kilémetros);
- la estimaci6n de sus posibles valores de
buzamiento (entre 30 y 45 grados);
- el salto vertical observado en la terraza del rfo
Pusuqui, en el extremo norte del ramal occidental,
trasladandolo y corrigiéndolo para evaluar el salto
alo largo de un plano de falla tinico, ubicado al nivel
de la ciudad;
~ un rango de edad para dicha terraza defor-
mada,SOULAS ET AL.: TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
La velocidad de desplazamiento discontinuo ast
obtenido varia de 0,5 a 1 mm/aio (segiin las
hipotesis de célculo). El sismo maximo probable
alcanza 6,9 a 7,1 Ms (variando segtin el éngulo de
buzamiento asumido), con un perfodo de retorno de
1500 a 4000 afios (segiin la velocidad considerada).
Finalmente es importante notar que en caso de
ruptura de la falla de Quito, el foco sismico se
ubicaré con mayor probabilidad por debajo de la
ciudad, debido a la geometria de la falla (buzamien-
to hacia el oeste), y a la distribucién de la defor-
maci6n (méximo al nivel del centro urbano).
Por las razones anteriores, es necesario insistir
en el peligro potencial local que representa este
accidente para la ciudad de Quito y sus alrededores.
Aste peligro se suma por supuesto, la amenaza de
origen regional, consecuente a la presencia de los
grandes sistemas transcurrentes descritos. Esta
seria amenaza debe evaluarse a través de un estudio
integrado, que sirva de base para determinar una
norma sismoresistente particular para la region
capital. Recordemos los efectos del sismo de
Popayan del 31 de Marzo de 1983, en una ciudad
comparable a la de Quito en muchos aspectos, tanto
arquitéctonicos (sectores de construccién tradi-
cional y de edificios més modernos), como sismo-
tecténicos (epicentro superficial), vecino a la
ciudad. Es también de notar que el evento de
Popayan fue moderado (5 Ms), al lado del sismo
probable de Quito.
Lafalla del rio Cutuchi
Presenta caracteristicas neotecténicas com-
parables a la de Quito, y por lo tanto su potencial
debe ser del mismo orden, con un sismo maximo
probable de 7,0 Ms. Esta falla fue probablemente
responsable del terremoto que destruy6 Latacunga
y Ambato el 20 de Junio de 1698, con una magnitud
del orden de 7 Ms, segiin distribucién de las inten-
sidades obtenidas por el CERESIS (1985), y de
documentos histéricos. La magnitud alcanzada por
este Ultimo sismo confirma el valor atribuido al
sismo maximo probable, en base al andlisis estruc-
tural del accidente.
Lafalla Poals-Saquisilt
El potencial de esta falla es menor y sus sismos
méximos posibles y probables deben ubicarse entre
6,3 6,5 Ms.
CONCLUSIONES
En primer lugar podemos con toda certeza
desechar el modelo de deformacién cortical gene-
ralmente adoptado hasta la presente (de tipo horst-
graben), lo cual el abandono de las carac-
teristicas sismogénicas correspondientes.
La figura 1 sintetiza las observaciones logradas y
permite proponer un nuevo modelo de defor-
macién, en transpresi6n, con grandes fallas trans-
currentes y fallas inversas.
El sistema de fallas més importante y de mayor
potencial sismogénico, es dextral. Corresponde
probablemente a la prolongaci6n hacia el sur del
limite entre las placas del Caribe y de América del
Sur. Es lineal y relativamente simple, salvo en tres
zonas: 1) en Sibundoy-laguna La Cocha, "pull-apart"
yramales varios, 2) entre la falla Chingual y Baeza,
zona transpresiva, con fallas inversas, fallas
dextrales y fallas con ambos componentes, 3) en el
Golfo de Guayaquil, probable amortiguamiento en
“cola de caballo’. Se consideran sismos méximos
probables entre 6,5 y 7,7 Ms, segiin los segmentos
analizados, estimindose los perfodos de retorno,
entre 100-150 y 600-1200 afios, en base a una
velocidad de conjunto del orden de 4 a8 mm/aio,
(sumandose todos los accidentes de! sistema).
El gran sistema siniestral colombiano de Cauca-
Patia se prolonga en cl Ecuador por la falla de San
Isidro, termindndose en "cola de caballo" en la
region de Ibarra-Otavalo. Los sismos m4ximos
probables, para sus tres segmentos principales se
ubican entre 6,9 y 7,3 Ms, con retornos variables
entre 1000 y 3000 afios, basados en una velocidad de
desplazamiento discontinuo del orden de 1 mm/aiio.
Entre las fallas inversas que deforman el Calle-
6n Interandino, la de Quito es la de mayor impor-
tancia en términos de riesgo para la ciudad.
Tentativamente, se le puede estimar un sismo maxi-
mo probable de 6,9 a 7,1 Ms, con un retorno de 1500
a 4000 afios (velocidad entre 0,5 y 1 mm/afto). El
foco sismico correspondiente se localizarfa, con
mayor probabilidad, por debajo de la ciudad. Por lo
tanto, es vital para la zona capital evaluar precisa-
mente esta amenaza de sitio, as{ como el riesgo de
origen regional (grandes sistemas transcurrentes), a
través de un estudio integrado, que sirva de base
para una norma sismoresistente propia a la ciudad.SOULAS ET AL.: TECTONICA ACTIVA Y RIESGO SISMICO EN LOS ANDES
Agradecimientos
El presente trabajo se llev6 a cabo entre 1987 y
1990, en el marco del proyecto UNDRO-EPN de
Prevencién y Planificacién para Desastres en el
Ecuador y Paises Vecinos, coordinado por J. F.
Tomblin y D. Zupka (UNDRO), y por M. Hall
(EPN). Las misiones de campo se hicieron en
colaboracién con el Instituto Geofisico de la Es-
cuela Politécnica Nacional de Quito, en el Ecuador,
yon INGEOMINAS en Colombia. El primer autor
intervino como experto por parte de UNDRO,
basdndose el presente articulo en sus distintos infor-
mes (Soulas, 1988 y 1990). También participaron
parcialmente en los trabajos de campo: J. Romero
y A. Taboada (INGEOMINAS), y M. Ruiz (EPN).
Finalmente se desea agradecer aqut la hospitalidad
de la Comunidad Indigena de Pulucate Grande.
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