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El hombre es ese ente que solo mediante la confrontacin con la enfermedad y con la
muerte toma conciencia de la estructura finita de su propio ser, un ente que
ulteriormente solo mediante la medicina toma conciencia de que dicha finitud no es de
carcter simblico, mstico o, peor an, mgico: la enfermedad y la muerte no son signo
de un inescrutable destino, ni de la presin que sobre l ejercen fuerzas ocultas y
malvadas, sino que son signos de su misma creaturalidad ontolgica, una creaturalidad
que aun as entra en el marco de la razn (cuando se constituye en saber mdico)
pudiendo ser entendida y afrontada, si bien no eliminada, gracias a una dimensin
especfica de racionalidad: la que une mdico y paciente.
Tambin t sabes que, siendo en las ciudades los enfermos esclavos y personas libres, en
casi la mayora de las ocasiones, son los mdicos esclavos los que tratan a los esclavos,
yendo de ronda casa por casa o permaneciendo en sus dispensarios. Ninguno de tales
mdicos da ni admite ninguna explicacin sobre ninguna de las enfermedades de ninguno
de los esclavos, sino que ordena lo que le parece por experiencia, como si supiera
exactamente, con obstinacin, como un tirano, y se marcha, saltando a otro esclavo
enfermo. As facilita a su amo el cuidado de sus enfermos. Por el contrario, el mdico libre
trata y vigila por lo general de las enfermedades de los libres, estudindolas desde su
surgimiento y de acuerdo con su naturaleza. Mientras comparte el tratamiento con el
enfermo y sus seres queridos, aprende algo de los pacientes y tambin, en la medida de lo
posible, lo instruye. No prescribe nada sin haberlo convencido antes por algn medio y,
slo entonces, cuando lo ha tranquilizado por medio de la persuasin lleva a cabo el
restablecimiento de su salud.