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, LO SECCION DE OBRAS DE ANTROPOLOGIA LACANDONIA AL FILO DEL AGUA GapriEL ASCENCIO Franco. Maestro en antropologia egresado de El Colegio de Michoacan, A. C. En 1990 obtuvo el premio Fray Bernardino de Sahagtin, otorgado por el Instituto Nacional de Aniropologia e His- toria (INAH). La obra premiada se publicé en 1992 bajo el titulo Los mer- caderes de la carne. Ascencio ha colaborado en las revistas Nueva Antropo- logia, Relaciones, Ciudades y Ojarasca. En 1990 inicié su trabajo de campo en la Lacandonia, después de haber realizado investigaciones en Jalisco, el norte de Michoacan y el Soconusco. Actualmente es investigador del Cen- tro de Estudios Superiores México-Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). XocuirL Leyva SoLano. Maestra en antropologia egresada de El Cole- gio de Michoacan, A. C. Como estudiosa interesada en las cuestiones sociopoliticas, escribio y publicé el libro Poder y desarrollo regional, obra premiada en 1991 con la primera mencién honorffica-premio Fray Ber- nardino de Sahagtin (INAH). Ha colaborado en las revistas Ojarasca, Ciu- dades, Relaciones y Nueva Antropologia. Lleg6 a la selva por vez primera en 1987, después de estudiar la zona maicera de Yucatén y el rea porcico- la de Michoacan. Actualmente (1995) realiza trabajo de campo en el este de Africa (Kenia). Leyva es investigadora titular del Centro de Investi- gaciones y Estudios Superiores en Antropologia Social (cress). XOCHITL LEYVA SOLANO/GABRIEL ASCENCIO FRANCO LACANDONIA AL FILO DEL AGUA Teg CIESAS Cc (3 CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SUPERIORES EN ANTROPOLOGIA SOCIAL UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO PROGRAMA DE INVESTIGACIONES MULTIDISCIPLINARIAS SOBRE MESOAMERICA Y EL SURESTE FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO Primera edicién, 1996 Segunda edicién, 2002 D. R. © 1996, CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SUPERIORES EN ANTROPOLOGIA SOCIAL Hidalgo y Matamoros, Tlalpan; 14000 México, D. F. D. R. © 1996, FONDO DE CULTURA ECONOMICA Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14200 México, D. F. ISBN 968-16-6572-4 (segunda edicién) ISBN 968-16-4819-6 (primera edicién) Impreso en México A los campesinos indigenas de Las Cafiadas, quienes han buscado de mil formas su “liberacién” PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION Escribimos el presente prdlogo justo horas antes de que arribe el nuevo milenio, cinco navidades después del levantamiento ar- mado zapatista, tres afios después de que el Ejército Zapatista de Liberacién Nacional (£zLN) y el gobierno mexicano firmaron los primeros acuerdos de paz y seis meses antes de que se celebren las elecciones que definiran la sucesién presidencial en Méxi- co. Situado en este contexto, Lacandonia al filo del agua se redi- mensiona. . En 1994 se podia afirmar, como bien lo hizo el historiador Jan de Vos en la presentacién de este volumen, que “Ja selva lJacan- dona era una regi6n relativamente poco conocida dentro y fuera del pais”. En 1999 esto es insostenible ya que con el zapatismo Las Cafiadas y la selva lacandona han sido miradas, pensadas y visitadas literalmente por casi media humanidad. Hoy podemos afirmar que aunque Las Cafiadas —-ombligo del universo zapatista— conservan el mismo nombre, los actores in- volucrados en la vida regional han cambiado sustancialmente, asi como la naturaleza de las relaciones politicas que se tejen en este territorio y fuera de él. Estos cambios estan intimamente li- gados a la nueva pluralidad politica e ideoldgica que existe en la region, a la insatisfaccién de las demandas campesinas e indige- nas, a la creciente polarizacién comunitaria y a la presién militar que diferentes fuerzas armadas ejercen sobre las comunidades de la selva y Los Altos de Chiapas. Entre los nuevos actores regionales encontramos a activistas politicos, académicos nacionales y extranjeros, funcionarios mexi- canos y planificadores miembros de organismos internacionales. Aunque es innegable que Lacandonia al filo del agua fue escrito usando la jerga del mundo universitario —y para ser mas preci- sos, del académico—, el planificador, el burécrata o el activista también pueden encontrar aspectos relevantes que motiven su lectura antes de visitar, real o virtualmente, la selva. Esto es posi- ble porque el espiritu original que alenté la recopilacién de los 7 8 PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION textos es atin vigente: “contribuir a entender la conflictiva situa- cién politica de Chiapas y México”. Para el académico puede resultar interesante la descripcién y el andlisis que se hace del surgimiento del “nuevo hombre-del- nuevo indigena”, o de la naturaleza de las relaciones entre éste y los mal Hlamados “agentes externos”. O puede atraerle la primige- nia propuesta de regionalizacién que se hace. Para el planificador, pensar en los “ciclos de colonizacién”, en el gradual avance de la frontera agricola y ganadera y en el asunto de la crisis estructural puede contribuir a sus cavilaciones y proyectos para sacar a Chia- pas del “rezago ancestral” en que ha vivido y vive. Finalmente, en este libro el activista puede encontrar experiencias vitales ~~antropoldégicas o sociolégicas— y reflexiones nodales que po- drian darle elementos para entender la dimensién politica y reli- giosa del EzLN. Pero también vale decir lo que Lacandonia... no es: no es una novela sobre la selva, no es un estudio sobre el EZLN, no esta he- cho con una visién militante y no pretende ir mas alla de México, Chiapas y sus regiones. Esto que desde el enfoque mundial- global podria ser visto como “limitacién” o “cafiadocentrismo”, desde otra perspectiva puede transformarse en virtud, ya que el presente libro forma parte de la “nueva produccién” que desde y sobre Chiapas realizan jévenes académicos preocupados por entender y explicar la complejidad social chiapaneca. Lacando- nia... también pertenece al “periodo de oro chiapaneco” de la nue- va antropologia mexicana. Pero a la vez es ya, hasta cierto punto, un ancianito que ha sido sepultado por la avalancha de libros y articulos que se han escrito en lenguas varias desde 1994 hasta la fecha. Sin embargo, muchos de estos textos —no todos— se han centrado excesivamente en la produccion literaria y discursiva que circula en internet y en los periddicos olvidandose de la gen- te de carne y hueso que habita la “zona de conflicto” 0 reducién- dola a victimas, victimarios o héroes. Es alli donde Lacandonia... surge nuevamente como una lectura diferente. Chiapas, invierno de 1999 PRESENTACION La selva lacandona era hasta el 1° de enero de 1994 una regién relativamente poco conocida dentro y fuera del pais. Esta situa- cién no ha cambiado de manera sustancial, a pesar de los cente- nares de articulos publicados en periédicos y revistas a raiz del estallido armado. Son muchos los que opinan sobre la rebelién zapatista, pero pocos los que han puesto pie en las tierras que vieron nacer y crecer el movimiento insurgente. Atin mas conta- dos son los que se tomaron el tiempo y la molestia para visitar las colonias perdidas en las montafias y cafiadas del oriente de Chiapas. Y se pueden contar con los dedos de la mano los que hi- cieron ese recorrido con la mirada del cientifico social que apren- did a observar primero e interpretar después. Xochitl Leyva y Gabriel Ascencio pertenecen a ese grupo pri- vilegiado de personas capaces de escribir sobre la Lac....dona y sus habitantes desde el conocimiento intimo que sdélo un trabajo de campo prolongado puede proporcionar. Los textos aqui re- unidos fueron publicados en Chiapas durante los ultimos cinco afios, y son el resultado provisional de una larga investigacién que atin no termina. Sin duda, sus autores nos sorprenderan un dia con el producto acabado de sus esfuerzos. Mientras, nos ofre- cen ya varios acercamientos originales a un fenédmeno social que la rebelion zapatista puso de manera inesperada en el centro de la preocupacién nacional: el proceso de colonizacién reciente que transform6 el despoblado lacand6n en una regién habitada por mas de 200000 personas, de las cuales muchas viven en condi- ciones de marginacién extrema. Durante el iltimo medio siglo, la poblacién indigena de Chia- pas ha sido objeto de tantos estudios antropolégicos que los resultados llenan facilmente uno de los libreros de mi biblioteca personal. Salvo muy pocas excepciones, estos trabajos se refieren a las comunidades tradicionales que surgieron, a partir del si- glo xv1, en las cinco provincias coloniales que durante tres siglos conformaron la alcaldia mayor de Chiapas: los Zoques, los Tzen- 9 10 PRESENTACION dales, los Altos, los Llanos y el Lacandén. En muchos de ellos la tensién se concentra en el complejo sistema de instituciones so- ciopoliticas y costumbres culturales que los antiguos pueblos in- dios siguen manteniendo, no sin adaptarlas continuamente a los cambios producidos tanto internamente como en el exterior. Contados han sido los antropdlogos que se interesaron en las colonias que a partir de los afios cuarenta y cincuenta nacieron en la Lacandonia a través del proceso de poblamiento de las tie- rras proclamadas como nacionales por el gobierno federal. No deja de sorprender que, al mismo tiempo que pueblos como Chamula, Zinacantan, Amatenango, Cancuc o Bachajén se con- virtieron en la Meca de los estudiosos, los indios que abandona- ron las fincas vecinas para hacer nueva vida en Las Cafiadas y mesetas selvaticas pasaran casi inadvertidos. Fue, sin embargo, aquel gradual avance de la frontera agricola y ganadera sobre los espacios vacios de la Lacandonia el que dio origen a un tipo de indigena que ya no responde a los esquemas acostumbrados. El sujeto histérico de esta nueva experiencia es un campesino pionero que sigue hablando su lengua nativa, pero para quien la comunidad de procedencia ya no representa la ini- ca referencia sociocultural valida, y la finca que abandoné se re- duce a una pesadilla que dejé atrds para siempre. En las colonias recientes el templo catélico ya no ocupa un lugar tan dominan- te ni el santo patrono ejerce poder tan exclusivo. Ya son mu- chos los ejidos en donde la gente ha aprendido a convivir a pesar de la gran variedad de idiomas y creencias que podrian divi- dirla. Este nuevo indigena es también una persona que alcanzé, a pasos acelerados, la madurez politica debido a la escuela que significé para él la lucha por la tenencia de la tierra prometida, por la comercializacién de sus productos, por la introduccién de vias de comunicacién, por la mas elemental atencién médica, educativa y técnica. El enfrentamiento fue con la burocracia es- tatal y municipal, a menudo corrupta y casi siempre inepta, o con la oligarquia terrateniente local, incapaz de compartir espa- cios de poder socioeconémico, que sigue considerando como monopolio suyo. Fue esta experiencia la que llevé a los colonos a concientizarse mds y a organizarse mejor. En este aprendizaje pudieron contar con el apoyo de dos grupos venidos de fuera, PRESENTACION WW ambos dispuestos a ayudarlos, aunque por motivos muy distin- tos: los agentes de una renovada pastoral promovida por la did- cesis de San Cristébal y los asesores miembros de varias organi- zaciones de izquierda nacidas del movimiento del 68. Los que conocemos de cerca ese complejo proceso sabemos cuan dificil es entenderlo e interpretarlo cabalmente. La selva la- candona ha sido colonizada en diferentes momentos, de diferen- tes maneras, por diferentes grupos, con diferentes resultados. No es, en absoluto, un universo homogéneo. Al contrario, forma un mosaico natural y humano de composicién sumamente diversi- ficada. Xochitl Leyva y Gabriel Ascencio tienen el gran mérito de respetar esta complejidad, porque son de los pocos que conocen el medio. Se les agradece la decisién de comunicarnos ese valio- so conocimiento aun sabiendo que todavia quedan muchos pun- tos por aclarar. Lo que aqui nos presentan resulta un bienvenido remanso en medio del raudal de opiniones aceleradas con las cuales los periddicos defefios nos inundaron a partir del 1° de enero de 1994. JAN DE Vos Noviembre de 1994 AGRADECIMIENTOS La guerra zapatista que sacudi6 al pais en enero de 1994 exige explicaciones. En Lacandonia al filo del agua pretendemos con- tribuir a la construccién de preguntas y respuestas a la conflic- tiva situacion politica de Chiapas y México. Es un libro que pre- senta parte de los resultados de cuatro afios de convivencia con la gente de Las Cafiadas. El material que le da vida es producto de nuestra participacion en la dindmica cotidiana de los campe- sinos indigenas de la zona. Con ellos caminamos y sobrevolamos la regién, asistimos a sus asambleas y fiestas, gozamos largas pla- ticas, habitamos sus casas y recibimos la generosidad de sus ali- mentos. Poco a poco sistematizamos algunas de esas experiencias. Con- forme nos surgieron preguntas fuimos dandoles respuesta en los textos que ahora reunimos en el presente volumen. Por ello, dada la forma como fueron escritos, pueden ser lefdos en cualquier orden. La secuencia sugerida por el indice transita de una visién global de la selva lacandona a la particular de la subregién Las Cariadas. Cada articulo aporta elementos para entender la histo- tia de los habitantes de la selva. Los actores en cada capitulo son los mismos (campesinos indigenas colonos) vistos desde dife- rentes angulos: el econdmico, el demogrdafico, el cultural, el po- litico. Asi, hasta llegar al 1° de enero de 1994, momento en que irrumpe el movimiento autodenominado Ejército Zapatista de Liberacién Nacional (EzLN). Los textos, a excepcién del ultimo, fueron escritos “al filo del agua”, justamente entre 1990 y 1993, cuando era inminente el es- tallido del movimiento armado. Luego vino “La tormenta de ene- ro”, reflexién al calor de los primeros sucesos de 1994. Tanto este ultimo articulo como los otros aparecieron en los Anuarids del Ins- tituto Chiapaneco de Cultura (IcHC), en la revista Ojarasca y en la revista Espiral. Estudios sobre Estado y Sociedad (Universidad de Guadalajara), a cuyos editores agradecemos la autorizacién para publicarlos como libro. 13 14 AGRADECIMIENTOS Sin duda, a muchas personas les debemos su apoyo y confian- za. En primer lugar queremos mencionar a los tzeltaleros y cho- leros que nos recibieron en sus casas y comunidades, quienes compartieron con nosotros su mesa, sus caminos y sus preocu- paciones. Agradecemos a don Aurelio y dofia Anita, a Zaragoza y dofia Amparo, a don Pancho y dofia Maria, a don Graciano y Anastasio, a don Victorio y don Humberto, a don Carlos y dofia Catalina, a don Maco y dofia Maria, a Nico y Maria, a don Fer- nando y dofia Mariana; asi como a Santiago, Porfirio, Hilario, Milo, Ausencio, Tono y Lazaro. Al mismo tiempo, damos las gra- cias a las comunidades de El Guanal y Betania por las aventuras que compartimos durante la elaboracién del video acerca de la fiesta patronal y el libro sobre la historia comunal. En nuestra consideracién ocupan un lugar especial los miem- bros del equipo pastoral de la parroquia Ocosingo-Altamirano. El padre Pablo Iribarren fue siempre un dispuesto conversador y excelente anfitrién. De su biblioteca y vivencia personal aprendi- mos mucho. Los sacerdotes Jorge Trejo y Jorge Rafael, la madre Olguita y las laicas Reyna Coello y Monica Pacheco siempre nos brindaron su apoyo y amistad. En 1990 trabajamos en aquel ambicioso proyecto llamado “Pro- grama de Desarrollo Integral”. Entonces creimos, junto con mu- chos campesinos, posible el mejoramiento del nivel de vida de los habitantes de Las Cafiadas. En ello pusimos nuestro mejor empefio. Fue entonces cuando conocimos a los ingenieros René y Conrado, a la profesora Marta ya la socidloga Carmen. En par- ticular agradecemos al ingeniero René Gomez Orantes el haber compartido con nosotros, libre y desinteresadamente, su conoci- miento acumulado a lo largo de los afios. Ya desde antes y durante los cuatro afios siguientes mantu- vimos una estrecha y fructifera comunicacién con nuestro buen amigo José Juarez. Su critica profunda siempre nos condujo a la busqueda de mejores explicaciones. Maximino Hernandez, por su parte, nos mostré cémo hacer frente a los imponderables de la selva. La vivencia en tierra chiapaneca ha sido intensa, como una voragine. Los recorridos por la selva al lado del escritor Jestis Morales Bermudez, asi como su palabra y su obra, fueron fuente de inspiracién. Mucho disfrutamos su amistad y muchos son los AGRADECIMIENTOS 15 frutos plasmados en este libro resultado del intercambio aca- démico establecido, ademas de con él, con los historiadores Jan de Vos y Juan Pedro Viqueira, asi como con la antropéloga Gra- ciela Alcala. Todos ellos colegas y especialistas de primera talla en cuestiones chiapanecas. Al doctor De Vos agradecemos en par- ticular las horas dedicadas a la critica de la version final de esta antologia. EI apoyo econémico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologia Social y del Instituto Chiapaneco de Cultura (Departamento de Patrimonio Cultural e Investigacién) hizo posible recerridos de campo, estancias en la selva, consulta de bibliotecas y adquisicion de diversos materiales. Por ello ma- nifestamos nuestra gratitud a Ia calidez humana y apoyo irres- tricto que nos brindaron sus directores, la doctora Teresa Rojas Rabiela y el doctor Andrés Fabregas Puig, respectivamente. Asimismo, damos gracias al personal técnico que colaboré en las diferentes fases del trabajo: Ratil, Gloria, Sari, Lupita, Olga Lidia, Alcides y don Carlos Mota. A su vez, cabe sefialar que mu- cho nos sirvieron los documentos que mas de una ocasién nos hizo llegar el experimentado historiador Andrés Aubry y los co- mentarios criticos de los colegas de la unidad sureste: doctores Rosalba Aida Hernandez y Ronald Nigh. Pero fue, finalmente, la accién decidida de cuatro directores quienes hicieron posible que el lector conociera nuestras primi- genias cavilaciones sobre la Lacandona. Mil gracias a la doctora Rojas, al doctor Fabregas, al doctor Pablo Gonzdlez-Casanova Henriquez (director del cutmecH/UNAM) y al licenciado Miguel de la Madrid (director del Fondo de Cultura Econémica). Nairobi, Kenia, Africa, estacion de lluvias cortas, 1994

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